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domingo, 21 de abril de 2019

Ilegalidades y demoras en el ordenamiento urbano

Instituto de planificación Física Foto: Internet
El enfrentamiento a las ilegalidades del Ordenamiento Territorial y Urbanístico sigue siendo una deuda. Los resultados dados por el presidente del Instituto de Planificación Física (IPF), Samuel Rodiles Planas, así lo confirmaron durante su intervención en la Comisión de Industria, Construcción y Energía, que sesionó recientemente en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El titular del IBF aseguró que en 2018 se comenzó con 112 529 ilegalidades vinculadas con el Ordenamiento Territorial y Urbanístico, pero en el segundo semestre la cifra aumentó a 115  847 (3 318 más).
«Los gobiernos planificaron erradicar 21 723 ilegalidades a inicios de año y lograron, hasta el 31 de diciembre, eliminar un total de 20 495, lo que representa el 94 % del plan anual del país. Sin embargo, de enero a diciembre de 2018, por controles del Sistema de la Planificación Física (spf) se detectaron 20 376 nuevas ilegalidades, de las cuales hoy quedan pendientes unas 1 146», explicó Rodiles Planas.
Agregó que continúa sin poder detenerse en los consejos populares el surgimiento de nuevas ilegalidades, por conceptos paternalistas y tolerantes, y existe una limitada participación de las organizaciones de masas en el enfrentamiento de las mismas.
Igualmente, predomina la falta de exigencia, control y seguimiento por el Grupo de Enfrentamiento de los gobiernos municipales a los inspectores, lo que crea impunidad. Continúa siendo insuficiente la cohesión de trabajo entre las autoridades municipales, prevalece la justificación ante la acción inmediata, así como una deficiente divulgación a la población de las regulaciones urbanas aprobadas por los gobiernos municipales.
Al referirse al traspaso de funciones de Vivienda, Rodiles Planas aclaró que se han procesado 257 335 trámites constructivos, quedando pendientes: en término 9 521 y fuera de término 2  759. Continúan con mayor incidencia los Dictámenes Técnicos de Descripción, las Regulaciones Urbanas, los Certificados de Habitable por Remodelación y las revisiones de Proyecto.
Ante esta realidad, continúan existiendo deficiencias en la calidad de las microlocalizaciones elaboradas por las direcciones proviciales y municipales de Planificación Física. En las comisiones provinciales de Compatibilización de Inversiones no se logran sistematizar las visitas a las obras durante su ejecución y terminación, incidiendo esto último en la emisión de los Certificados de Habitables, fundamentalmente para las viviendas.
Se visibilizan reiterados problemas de calidad en la elaboración de la documentación de los servicios técnicos que se brindan a la población, y se incumplen los tiempos que establecen las normativas legales para los trámites y emisión de los documentos correspondientes.
Sobre todas estas incidencias, y de cara al 2019, el Presidente de dicho Instituto expuso entre sus principales proyecciones de trabajo aquellas encaminadas a aprobar nuevos instrumentos de ordenamiento territorial urbano, así como establecer e implementar los procesos y procedimientos para la confección y emisión de las certificaciones catastrales en función de agilizar los trámites a la población.
Realizar un ciclo de controles funcionales que abarque todas las provincias del país y no menos de 30 municipios, para igualmente velar por los términos de tiempo para la emisión de documentos; realizar revisiones técnicas y de control de funcionamiento en todos el país, y lograr una mayor capacitación y formación de especialistas en dicho campo; forman también parte de las acciones.
Ilegalidades más representativas y frecuentes:
- Violaciones de regulaciones urbanísticas y de proyectos.
- Construcciones, ampliaciones y reposiciones de viviendas sin la documentación establecida.
- Cambios estructurales de locales y construcciones de inmuebles sin la documentación establecida.
- Construcciones de obras para otros usos (trabajo por cuenta propia) utilizando autorizo expedido para vivienda.
- Ocupaciones de suelos con destino al turismo, la agricultura o la industria.
- Ampliaciones en áreas de uso común de edificios multifamiliares (cuartos, baños, cocinas y garajes).
- Construcción de viviendas sin un mínimo de urbanización, dando lugar a otras ilegalidades como la contaminación del suelo y el uso no autorizado del agua y la electricidad.

Trabajadores del turismo: Necesidad de elevar la calidad y rescatar fuertes mercados foráneos

Por: Lisandra Romeo Matos

21 abril 2019 
  
En el contexto del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, integrantes del Sindicato de Hotelería y Turismo reflexionaron esta jornada acerca de los múltiples problemas que inciden en el completo despegue de la llamada “locomotora sin humo” del país, actividad clave en la captación de divisas en medio de la difícil coyuntura económica nacional e internacional.
El encuentro, desarrollado en el hotel Comodoro, de la capital cubana, agrupó a más de 40 delegados pertenecientes al sector, incluidos cuentapropistas, así como a directivos del Ministerio de Turismo y sus siete Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial.
Se revisaron los principales resultados económicos del primer trimestre y las proyecciones de cierre de año de importantes cadenas hoteleras como Cubanacán, Gran Caribe e Islazul.
El decrecimiento de mercados foráneos como Canadá, Alemania, España e Italia, fuertes emisores de turistas a la isla, han incidido en la disminucion de los ingresos de Cubanacán y el aumento de la cifra de hoteles con pérdidas económicas (19 instalaciones), de acuerdo con el vicepresidente primero de ese grupo, Jorge García.
Según el directivo, dicha cadena -que agrupa 97 hoteles y 15 mil 730 habitaciones en el territorio nacional, y uno en China, con 686 cuartos, (el Grand Kempinski Shanghai)-, experimentó en los últimos meses un deterioro de indicadores significativos como las habitaciones y la alimentación.
García añadió que, aunque los niveles de satisfacción en sentido general mejoran, las principales quejas de clientes encuestados estuvieron relacionadas con la higiene de las habitaciones, así como la falta de confort y de mantenimiento de equipos de climatización, televisión, teléfonos y cerraduras; a ello se añadieron críticas a los servicios gastronómicos en instalaciones de régimen todo incluido, como la escasa variedad de frutas y vegetales, la ausencia de infusiones y la no reposición de alimentos.
Cristina León, presidenta de Gran Caribe, señaló que desde el punto de vista comercial, aunque al cierre del primer trimestre del año aumentó la concurrencia de clientes nacionales a las instalaciones del grupo hotelero, no se ha logrado mantener indicadores económicos favorables debido a la disminución de turistas internacionales de fuertes plazas como Canadá, Alemania e Italia.
A ello se une que las estrategias comerciales como ventas online, ofertas al mercado interno y otras destinadas al segmento de adultos, todavía no impactan positivamente en el incremento de los volúmenes de visitantes a los 45 establecimientos pertenecientes a esa cadena, la cual administra el emblemático Hotel Nacional de Cuba.
León añadió que existen insuficiencias en la gestión de las cuentas por cobrar, principalmente de aquellas que pasan su nivel de envejecimiento y no se depuran, además de la inestabilidad del personal encargado de esos trámites.
Tampoco dicho grupo escapa de los problemas con la alimentación y los niveles de confort en su planta habitacional, con alta incidencia en la localizada en el polo de Cayo Coco, a lo que se añaden señalamientos a temas como la animación, principalmente en la capital.
La directiva hizo alusión a la necesidad de fortalecer el control interno, un accionar en el que “todos están involucrados”.
Los delegados coincidieron en la urgencia de incrementar la calidad de los servicios, y de engranar mejor el encadenamiento con las entidades vinculadas con el sector. Resaltaron la urgencia de buscar alternativas que generen ingresos opcionales a las instalaciones hoteleras.
Arnaldo Díaz, secretario general del sindicato del hotel Sol Palmeras, de Varadero, dijo que este es un año complejo, donde los hoteleros buscan salidas para que se deterioren lo menos posible los ingresos y beneficios.
Llamó a un “control estricto de las partidas que deciden los mayores gastos de la instalación, y a mejorar en la calidad para que los clientes salgan satisfechos y retornen”.
Magalys Torres, secretaria del buró sindical del complejo hotelero Marea del Portillo, en la provincia de Granma, sotuvo el criterio que “hay cosas que no dependen de los trabajadores, sino del grupo de dirección”, y señaló la afectación por la falta de suministros y la mala planificación, lo cual atenta contra la excelencia en la calidad de los servicios. “No le podemos dar al cliente lo que no tenemos”.
También en el encuentro, los delegados focalizaron su mirada en la atención a los trabajadores del sector y apuntaron a cuestiones como el salario, los regímenes de trabajo y descanso, y la transportación en polos de condiciones excepcionales.
Sin embargo, coincidieron en que la rama del turismo en la isla cuenta con una masa de trabajadores comprometidos con la economía nacional en medio de un contexto marcado por la hostilidad del gobierno de los Estados Unidos.

Mis encuentros con Fidel

Fernando Funes Libro Finca Marta septiembre 18, 2018 |  

12 de febrero de 2016. Aquel día, mientras un papa de la Iglesia católica, Francisco, y un patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo, se reunían, en La Habana, por primera vez en la historia, tuve la oportunidad de conversar durante cuatro horas con Fidel en su casa. Fue un diálogo ameno y cargado de simbolismo que abrió una nueva perspectiva en mi vida.

Cuando estrechaba las manos del líder de la Revolución cubana, le expresé que en ese momento pensaba en mi madre, quien fue su gran admiradora. Precisamente a causa del proyecto agroecológico Finca Marta, dedicado a su memoria, fue que llegué a sentarme junto a él.

Conocí a un hombre soñador, gentil, amable y respetuoso, dispuesto al intercambio sin fin, a la búsqueda y la indagación. Aún a sus casi noventa años, me demostró ser un apasionado investigador y ferviente luchador por soluciones para Cuba y la humanidad. Eso nos identificó de inmediato, pues perseguíamos un objetivo común: cómo producir alimentos sanos, al alcance de todos, basados en el trabajo y la ciencia en beneficio social.

Hablamos de la emigración cubana y del complejo panorama de la agricultura nacional, también de política internacional y de historia. Intercambiamos sobre un tema que lo apasionaba: las plantas proteicas para la alimentación del ganado y las soluciones naturistas a disímiles males que aquejan al ser humano. Compartimos criterios sobre los beneficios del uso de la moringa y la morera, así como los métodos de siembra, cultivo, manejo, cosecha y procesamiento de la sacha inchi. Le expuse mis opiniones sobre la importancia de fortalecer el sistema cooperativo y de otorgarle mayor autonomía: “Necesitamos cooperativas que pertenezcan a los agricultores, no agricultores que pertenezcan a las cooperativas”. Además, le expliqué cómo funcionan las cooperativas de consumidores y cómo estas logran un impacto directo en el sistema alimentario.

Durante el encuentro me hizo saber que Cuba precisa “más ingenieros viviendo en el campo, solucionando los problemas de la alimentación e investigando en la práctica y no tantos en labores burocráticas”. Le describí nuestro proyecto y su organización productiva y empresarial, lo que motivó su interés, particularmente el tema del salario de los trabajadores. Al despedirnos me aseguró que iría a Finca Marta pues “todo lo que sea justo, que mejore la calidad de vida de las personas y que esté dentro de la ley, tendrá siempre mi apoyo”.

2 de abril de 2016. Fidel, su esposa Dalia y un nutrido grupo de personas visitaron Finca Marta. En el terreno conversamos sobre asuntos más concretos, como la importancia del uso eficiente del agua, de las energías renovables, de la biodiversidad, de la conservación de los suelos, de la fauna y la flora locales, de la producción de miel… Hablamos del necesario involucramiento de la población rural en la transformación de la agricultura, de las relaciones de mercado, del consumo de vegetales como vía para una dieta saludable y de las propiedades de ciertas variedades y especies exóticas para Cuba.

Quiso conocer cada detalle del funcionamiento del sistema productivo y se interesó mucho por los recursos que necesitábamos para incrementar la productividad. Le mostré desde la casa todas las tierras ociosas e invadidas de aroma y marabú que pretendía transformar al amparo de las leyes que otorgan propiedades en usufructo. Le hablé de cinco fincas para nuevas familias, que comenzarían entre 2016 y 2017, que yo las asesoraría y serían el inicio de un Programa de Desarrollo Local para activar la economía del territorio.

No faltó el tema de la disponibilidad y uso del agua en la finca, así como las soluciones implementadas para reservar este recurso. Le mostré el aljibe que estábamos construyendo y se detuvo a preguntarme sobre su capacidad de almacenamiento. Durante el recorrido, todo despertaba su curiosidad. Yo le fui comentando cada práctica, cada método, cada dificultad o éxito que hemos tenido y era evidente que entendía muy bien el concepto que hemos desarrollado.

Al despedirnos, luego de tres horas de intercambio, Fidel resumió: “Este es un modelo para extender en el país, pero tú debes estar aquí, eres más útil aquí, para que muchas personas vengan a verlo”. No imaginé que al día siguiente me volvería a llamar para un tercer contacto en su casa.

3 de abril de 2016. Llegué a casa de Fidel pasadas las once y media de la noche. Nos acompañaban Dalia y uno de sus ayudantes personales. Después del saludo me hizo un examen rápido y muy preciso: “Si aplico una lámina de 15 mm de agua en una hectárea de tierra, ¿qué cantidad de agua es?” Después de calcular le respondí: “150 000 litros”. Y me cuestionó nuevamente: “¿No es aún muy poca agua?” (Fidel se refería a la capacidad del aljibe que le había mostrado en la finca; había quedado muy fresca en su memoria la conversación sobre las reservas de agua para enfrentar la sequía y quería mi opinión al respecto.) Yo respondí: “Es cierto, es poca agua, pero utilizada estratégicamente, de manera integrada con los pozos, el agua de lluvia y de escorrentía en lagunas, puede almacenarse toda la necesaria para cualquier sistema agrícola con déficit hídrico”. Esta discusión lo motivó mucho… y a mí también. No podía creer que él se había quedado tan enfocado en un asunto tan puntual pero decisivo del sistema.

De ahí pasamos a un documento que llevé para mostrarle: un manual de la Ciudad del Saber, ubicada a orillas del Canal de Panamá. Esta era una faceta más global y abarcadora del proyecto “Esta es una institución como la que sueño construir alrededor de Finca Marta”, le comenté. Él leyó detenidamente el documento e iba haciendo comentarios sobre sus instalaciones, programas y enfoque. Le argumenté que yo quería hacer algo como eso para las ciencias agrícolas, un tecnoparque donde se probaran disímiles técnicas y prácticas de manejo agropecuario dentro de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Más tarde, continuó indagando sobre las variedades y especies que manejamos y la disponibilidad de semillas, sobre la maquinaria y los sistemas de riego, la infraestructura necesaria para la captura de agua… Después de más de dos horas, Fidel me ofreció un apoyo material para Finca Marta, que desde ese momento consideró también como su proyecto.

Ya eran más de la una y media de la madrugada, Dalia le insistió a Fidel que era hora de descansar, así que nos despedimos con un hasta luego, pues estábamos conscientes de que era un propósito en curso y que seguiríamos trabajando para lograrlo. Fue la última vez que nos encontramos.



El secreto de la prosperidad

Más allá de lograr que en el campo se produzca, hay que crear condiciones para que la producción sea consecuencia del actuar de quienes viven allí. Este es el quid de lograr alimentos de manera armónica con el entorno, según un experimentado investigador que toca todos los días la tierra con sus manos

 
 

Autor:

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Fernando Rafael Funes Monzote tiene toda la autoridad moral para emitir criterios sobre la tierra, como un científico que suda la camisa y sueña con la resurrección del agro cubano. Quizá por eso ya está a punto de concluir un nuevo libro basado en sus vivencias más recientes.
La FAO está a la espera de otro texto suyo para socializar el conocimiento que atesora este hombre incansable.
En un país donde aún en el campo no se prodiga con toda intensidad la producción de alimentos, Funes cree que la clave del éxito en la agricultura cubana está en el tratamiento al hombre que la trabaja.
Por eso cuando este Doctor en Producción Ecológica y Conservación de los Recursos en aquella fiesta a la que hace poco lo invitaron, mientras todos estaban celebrando la salida de un grupo de jóvenes a Uruguay para trabajar en el campo como asalariados, él se preguntaba si había que alzar la copa por la ida de nuestros muchachos o reflexionar en cómo hacer el agro atractivo para que se queden en la Isla.
«En ese escenario hablé con ellos. Yo he estado en ese país y sé lo que es la vida de un inmigrante. La mayoría de los que se van lo hacen como turistas y luego se emplean en lo que encuentren. Les explicaba que iban a pasar mucho trabajo y que sufrirían por la falta de las garantías que tienen aquí. Les pregunté qué harían si se enfermaban allá.
«Después me enteré de que estaban durmiendo en el piso y les pagaban menos de la mitad de lo que cobra un trabajador con sus papeles en regla. Uno de ellos ya regresó convencido de que aquello no era un futuro para él. Había dejado a su mujer e hija de este lado.
«Les cuento esto porque hay que crear motivaciones para que la gente, sobre todo los jóvenes, se queden en el campo. Esto es fundamental para el futuro de nuestra agricultura», asegura. El éxodo del medio rural es algo que le ha preocupado durante años.
Aquí hay un alma que nos guía. Un espíritu, y esa alma se conecta con Marta, mi madre, una científica que se dedicó, al igual que mi padre, a la ciencia agropecuaria, aseguró Funes.
«No es menos cierto que hay realidades difíciles, como por ejemplo el acceso al transporte, la infraestructura y a los bienes de consumo. Si no resolvemos esas cuestiones, entonces la gente no va a encontrar una vida atractiva en el campo.
«También los agricultores se ven afectados en ocasiones por el deficiente acceso a los recursos necesarios para producir alimentos. Debemos pensar que más allá de lograr que en el campo se produzca, hay que crear condiciones para que la producción no sea en sí misma un objetivo, sino una consecuencia de lo que hace la gente allí. Todo eso ayuda a que se consolide una cultura agrícola».

Motivaciones de Funes

Como él mismo admite, de no haber deseado desde pequeño poder cultivar la tierra con sus manos no habría podido convertir en un edén las ocho hectáreas del proyecto agroecológico familiar Finca Marta, que desde hace siete años lidera.
Aunque Funes había egresado en 1995 del Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana, donde se graduó como ingeniero agrónomo, no se salvó del temor de enfrentar aquel terreno pedregoso ubicado en el municipio artemiseño de Caimito. Allí solo se divisaba en abundancia la piedra y el marabú. Dice que el pecho se le apretaba muchas veces porque las incertidumbres y los retos eran enormes.
Con las piedras construyó y demostró que no importa cuán pedregoso puede ser un suelo. Que desdeñarlo por esa condición es de cobardes. Mejorarlo con materia orgánica y rotar los cultivos pueden hacer del sustrato un área fértil.
«Era muy difícil ver las respuestas para todas las cosas y la estrategia fue enfocarnos en cada reto que teníamos e ir solucionándolo hasta el punto que podíamos. Hubo cosas que resolvimos, otras fueron quedando y las hemos ido retomando ya con un poco más de experiencia práctica de la vida en el campo.
«Un día en el horario de almuerzo me senté con cuatro o cinco de los miembros del equipo. Estaba tratando de hacer un censo de las especies de aves que visitan la finca durante el año. Apenas pude identificar tres o cuatro. No tenía ese conocimiento de la vida en el campo.
«Finalmente hicimos una lista con cerca de 50 especies. Eso me dijo que como académico tenía un conocimiento muy limitado de esa parte de la realidad, y ellos sabían casi todo sobre esas aves: sus nombres, de qué se alimentan, cuándo se reproducen…
«Partiendo de ese ejemplo, del conocimiento sobre toda esa riqueza de fauna que tenemos en la finca, he podido entender el valor de incorporar el acervo práctico de las personas, que sin otro título que el que da vivir intensamente, saben la manera en que se hace un cercado bien hecho y cómo trabajar con los animales de labranza.

El reto del pozo

La falta de agua para desarrollar la vida en aquel lugar era la mayor dificultad. Solo 15 días después de iniciar el proyecto, Funes salió en busca de Juan de Dios Machado, y tuvo la suerte de encontrar a quien es el más acreditado zahorís de la zona.
Machadito, como le dicen, se mostró con esos ojos suyos llenos de nobleza y sus gajos de guayaba en mano para asegurar el sitio donde deberían cavar el pozo.
«El reto del pozo fue el mayor. El 6 de enero de 2012, el día de mi cumpleaños, empezamos a cavar y encontramos la piedra al día siguiente. Era una caliza muy dura… Machadito me aseguraba que había agua y estuvimos cavando primero por cuatro meses hasta que llegó la primavera y empezó a llover. Entonces, estábamos sobre los siete metros de profundidad.
«¡Cuando vimos el agua que saturó el pozo fue una alegría tremenda! Mis hijos y yo nos bañamos en él. Mi esposa Claudia me decía al inicio, cuando traíamos el agua de tomar desde La Habana, que algún día la llevaríamos a la ciudad desde acá.
«Entonces pusimos una bomba de  agua pequeña y empezamos a bombear. Durante todo el verano tuvimos esa garantía, pero cuando vino el período de sequía cada vez podíamos sacar menos, hasta que el pozo se secó. Tuvimos que volver a coger el pico por otros tres meses hasta que finalmente lo logramos: en medio de la época seca teníamos agua suficiente para el consumo de la casa, los animales y los cultivos».

Hombre-naturaleza-economía

                                                                         En Finca Marta se busca una confluencia entre lo tradicional y lo moderno.
De lo que sí estaba claro Funes cuando comenzó el proyecto Finca Marta es que el modelo de agricultura que implantaría no debía repetir ciertas prácticas del agro cubano en las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo pasado. Como nos recuerda, en aquellos años se desarrolló un modelo que perseguía solucionar uno de los principales problemas, que era la producción de alimentos para la población y hacer un sistema agrícola productivo y eficiente, pero en esa búsqueda se confundieron muchos de los objetivos.
Buscando el propósito principal, que era garantizar el acceso a los alimentos, en ocasiones las decisiones de los sistemas productivos no fueron las mejores. Se optó por un modelo de agricultura convencional e industrial, basado en el uso de químicos.
Replicaba el modelo de monocultivo que fue tan inapropiado para nuestra historia agrícola. Tratando de incrementar la productividad y los rendimientos se establecieron tecnologías que no eran adecuadas para nuestro medio natural.
«Era un modelo que nos hacía dependientes de insumos y tecnologías que procedían del exterior. Era un paradigma que nos planteaba un dilema fundamental que redunda en el despoblamiento del campo, porque esos sistemas necesitan sustituir al ser humano por la maquinaria.
«Gran parte de la migración del campo a la ciudad que experimentamos se debió a ese modelo, que no se basaba en la capacidad de las personas de manejar su medio natural, sino en la realidad de que las personas transformaran el entorno en sistemas industriales.
«Toda esa estructura genera una gran fragilidad porque la dependencia de insumos, recursos y maquinarias procedentes del exterior debilitaban la esencia del modelo aplicado, al tiempo que no estaba apto para enfrentar las adversidades del medio natural: fuertes lluvias, ciclones, sequías… La mayor fragilidad de este sistema agrícola radicaba en su alta dependencia de energía y recursos para   mantenerse».
—¿Cómo es el proyecto agroecológico que defiendes en Finca Marta?
—El modelo de agroecología y agricultura orgánica que defiendo es un proceso que emplea y armoniza los recursos disponibles para beneficio del sistema agrícola. Implica un mayor uso de los recursos naturales y una reducción de la escala del sistema productivo.
«El paradigma que usamos aquí tiene que ver mucho con el empleo de las personas que se vinculan con el agro. Es más intensivo en fuerza de trabajo, lo cual no quiere decir que la gente tenga que estar esclavizada para sostenerlo.
«La agroecología necesita mayor cantidad de personas ocupando las tierras y generando beneficios para sí mismas y para el resto de la sociedad. Ese aporte se logra cuando la armonía en el sistema agrícola permite que esas personas puedan vivir adecuadamente en el campo, puedan disponer de los recursos que se necesitan  para realizar sus labores y al mismo tiempo salvaguardan los recursos naturales.
«Como consecuencia de lo anterior tendremos un sistema agrícola más resiliente y más adaptable a los efectos del cambio climático. Vamos a tener un sistema agrícola sustentable o sostenible no como objetivo. Muchas veces se dice erróneamente que el objetivo es la sostenibilidad y pienso que más bien es un resultado.
—Alguien pudiera pensar que en su finca casi todo es a la antigua. ¿Qué prioridad le da a la tecnología?
—La modernidad es una aspiración del ser humano en cualquier lugar del mundo. He estado en zonas remotas de África donde ese es el sueño. Igualmente he visitado otras ciudades en el exterior donde las personas añoran cada vez más la cercanía a la tierra y a la naturaleza.
«Eso nos dice que ese encuentro, ese equilibrio entre lo moderno y lo tradicional hay que lograrlo. En ambos extremos es difícil entender la esencia. En Finca Marta hemos buscado esa confluencia. Hemos intentando compatibilizar lo útil y funcional del conocimiento científico, a la misma vez que creemos en la sabiduría tradicional.
«Cuando llegamos aquí ni bueyes teníamos. Trabajábamos a mano. Cerca de seis años estuvimos haciendo los canteros a mano y en algunos momentos con los bueyes levantábamos la tierra para acanterar el suelo y sembrar las hortalizas.
«Muy recientemente adquirimos un rotobator, que es un tractor de mano, el cual nos permite hacer los canteros de manera mecanizada, pero en ocasiones alternamos con la actividad de manera manual.
«En la producción de miel también hemos experimentado un proceso de modernización. Empezamos con un extractor manual para cuatro panales cuando teníamos una decena de colmenas. Luego tuvimos otro que permitía procesar 15 panales de una vez. Ahora contamos con dos extractores eléctricos para 48 panales cada uno, pues ya tenemos un centenar de colmenas.
«Además, la Empresa Apícola Provincial nos prestó un tráiler para extraer la miel que se produce fuera de la finca. Gracias a estos recursos, y sobre todo a la labor de nuestro equipo de apicultores, el año pasado alcanzamos una producción de diez toneladas de miel, cuyo destino fundamental es la exportación.
«También para cultivar las hortalizas tenemos ahora cuatro casas de cultivo tapado, pero no siempre fue así. Empezamos a cielo abierto y tuvimos que lidiar por varios años con las inclemencias del tiempo. Hoy aplicamos ambos sistemas de manejo de cultivo.
«En estos momentos requerimos de un tractor y una bomba de succión para poder extraer los efluentes del biodigestor. El bombeo y la distribución de este material para fertilizar los sembrados los hacemos manualmente ahora.
«No renunciaremos a la tecnología. Lo que no tiene sentido es que esta se vaya delante, como no debe irse la carreta  delante de los bueyes. Ha ocurrido que en proyectos de colaboración o gubernamentales se compra tecnología que luego está ociosa o subutilizada».

Bolsillo sano,mente sana

El proyecto Finca Marta, que se inició cavando un pozo en la piedra, actualmente da empleo a más de 30 personas. «Tenemos ahora tres fincas nuevas en Caimito, pertenecientes a la Granja Urbana que me pidió que transfiriera nuestro modelo a tres organopónicos. Ya están funcionando con gente que conoció cómo es que trabajamos aquí, lo practicó y lo replica allí.
«Hemos realizado ventas al sector turístico, pero no todo ha salido como pensábamos. Han habido dificultades con algunos contratos y las relaciones monetario-mercantiles. En cambio, hemos consolidado buenas experiencias comerciales con los restaurantes privados o paladares, que nos pagan de forma directa. Asimismo trabajamos con la Granja Urbana, la cual nos paga precios más bajos por los productos que están dirigidos al consumo social. En este caso recibimos los ingresos en el plazo de un mes».
En Finca Marta los ingresos tienen prioridades definidas. En primer lugar está el compromiso con pagar buenos salarios. Como segunda prioridad están los costos de operación como el transporte, los insumos productivos, la alimentación, etc. También hay un porciento para las inversiones en infraestructura y el resto se destina al ahorro.
«Por ejemplo, en la época seca tenemos dificultades con el riego y otras condiciones productivas, pero se garantiza un ingreso justo. Lo mismo ocurre cuando nos afecta un ciclón u otro evento meteorológico.
«Esas garantías económicas que aseguran no solo un buen salario, sino la posibilidad de que este se incremente en función de los resultados que se van teniendo, y otras como disponer de la alimentación necesaria y otras condiciones de trabajo en la finca, nos permiten continuar avanzando.
«Tener un fondo de ahorro nos da a todos la garantía de un salario fijo y creciente que nos ha permitido garantizar los salarios en la época de menor producción, que coincide con la primavera y el verano, cuando las condiciones climáticas dificultan el crecimiento de las hortalizas y la apicultura.
«Cuando tenemos que hacer cambios en el salario o tenemos más dinero para poder repartir, nos hemos cuestionado qué es lo más conveniente: si incrementar el número de trabajadores o aumentar el salario de los que ya están. Es evidente que las personas quieren incrementar sus ingresos, pero eso conlleva a cuestionar si se puede hacer más de lo que se ha estado haciendo de manera individual.
«Por lo general se concluye que se trabaja todo lo que humanamente es posible. Entonces hay dos variantes para solucionar el problema: aplicar nuevas tecnologías, organizar mejor el proceso para que en el mismo tiempo de trabajo se pueda ganar más, o tener un número mayor de personas que puedan trabajar más e incrementamos los ingresos.
«Hemos ido balanceando eso y lo monitoreamos entre todos periódicamente. Este año hemos comenzado con mejores condiciones que el año pasado en relación con los fondos de que disponemos».
Una visita especial a la finca fue la del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, quien a principio de 2016 sostuvo varios intercambios con Funes acerca de su proyecto y de cómo desarrollar la producción de alimentos para el pueblo.
Recientemente, el Príncipe de Gales, cuando estuvo de visita en la Isla, también llegó hasta esos predios para conocer de resultados de un esfuerzo colectivo.  Por eso, cuando se le pregunta por los logros del proyecto Finca Marta responde que pertenecen a todos: él es la cara visible, tal vez quien pueda expresar de una manera mejor estructurada lo alcanzado.
«Viniendo del sector académico a veces creemos que la ciencia tiene todas las soluciones, que la tecnología va a resolver todo en la agricultura y que el conocimiento de los campesinos tiene una limitación en su alcance. No es ni una cosa ni la otra. A mí me parece que todavía no lo hemos logrado en su totalidad, pero hay que tomar lo mejor de cada fuente; y esa es una de las motivaciones de haberme enamorado del proyecto Finca Marta.
«Tal vez he tenido la capacidad de articular, facilitar y organizar el proceso; y en eso confié cuando comencé en medio de toda aquella precariedad. Así se lo dije a Fidel cuando vino a la finca y me apoyó con su comprensión sobre lo que estábamos proyectando. Para lograr fincas agroecológicas, es necesario que investigadores, especialistas, técnicos, hombres y mujeres de conocimiento empírico se involucren mucho más directamente con la tierra.
«Yo sé que todos no podrán hacerlo porque hay quienes tienen que estar en los laboratorios, pero hace falta no ver la agricultura desde afuera, sino tratar de entenderla desde adentro. Para mí ese ha sido uno de los mayores aprendizajes.
«Creo que Fidel lo principal que vio en mí cuando nos conocimos fue  que era un investigador, un académico comprometido con el sector rural desde adentro,  y que había tomado la decisión de iniciar una nueva vida en el campo».
—Si te dieran la posibilidad de cambiar Finca Marta por otra con mejores suelos y garantías, ¿lo harías?
—No. Imposible. Aquí hay un alma que nos guía. Un espíritu. Aunque no soy creyente, ese espíritu y esa alma se conectan con Marta, mi madre, una científica que se dedicó al igual que mi padre a la ciencia agropecuaria.
«Estas tierras se conectan con el legado que me dejó ella desde su vientre. Desde que me trajo al mundo tuve muchas enseñanzas a partir de su ejemplo, sobre todo desde el punto de vista humano. Ella era una gran humanista. El respeto al ser humano era para mi madre elemental. Era una admiradora del agricultor, del campesino. Trató de transformar la agricultura e influir en esa transformación.
«Mi padre es también un investigador. Juntos tuvieron un compromiso común con el desarrollo de la agricultura en el país. Desde muy niño cuando participaba con ellos en los trabajos productivos, viendo sus experimentos y viajando por toda la nación pude percibir esa responsabilidad y solidificar la mía, que es una prolongación de la de ellos.
«Muchas veces cuando las personas están tan comprometidas y tienen esa pasión tan grande, chocan con la realidad, porque a veces esta es cruda; y no va por la vía que uno desea cuando se tienen grandes sueños.
«Por compartir tantos sueños con ellos, siendo ya mayor, fundamos junto con otros investigadores, agricultores y técnicos el movimiento de agricultura orgánica y agroecología en Cuba, que surgió de una necesidad histórica. Fue una alternativa ante una coyuntura económica que no podía sostener el modelo de agricultura practicado por mucho tiempo.
«En esa época tuvimos muchos desencuentros con personas que no pensaban que ese modelo era una solución para el país. La señal exacta de que ese compromiso era real es que a pesar de las incomprensiones, y hasta de decepciones en algún momento, mis padres nunca se detuvieron. Lucharon por realizar ese sueño y para mí el sueño es el mismo».

CUATRO NOTAS SOBRE LA SITUACION CUBANA. UNA INICIAL SOBRE LA INTERPRETACION DE LA NATURALEZA DEL SOCIALISMO. ¿QUE TIPO DE PERIODO ESPECIAL SE NOS VIENE ENCIMA?


Por Ricardo Jorge Machado  (HABANA INSIDER: ARTE|CULTURA|IDEAS (EL PLACER DEL SLOW READING) 21 ABRIL 2019/ LA HABANA, CUBA/ EDICION 1211


(Aquí se intentan explicar las causas del zigzagueo, el palante y patrás de la dirección del país y la insuficiente identidad del parlamento cubano)

UNA SOCIEDAD JOVEN O INFANTIL? ACUDIENDO A LA MADRE HISTORIA

Marx se equivocó. En el primer tomo de EL CAPITAL escribió que el capitalismo había surgido hacia 1,400 en el norte de Europa. Más tarde otros historiadores con mayores recursos (1) demostraron que había surgido mucho antes, alrededor del siglo XII en la zona meridional de Italia.

Según este reconocido autor el capitalismo mantuvo cierto poder durante un siglo: el XII. Es la teoría del “primer capitalismo”. Pero su enemigo conservaba aún mucha fuerza, sobre todo en la cabeza de la gente. No se dio por vencido, volvió a la pelea y le ganó la revancha. Los brotes iniciales de relaciones capitalistas surgieron en Italia en la industria textil como ya mencionamos en el siglo XII, pero fueron superados y resurgen más tarde en el siglo XIV ganando fuerzas en Holanda. Comenzó a obtener experiencias en el comercio y la esfera económica, no en la política. Era el “segundo capitalismo”, que fue el que descubrió Marx y reconoció equivocadamente como el primero.

El capitalismo necesitó 400 años para entenderse a sí mismo. En el siglo XVIII ya tenía suficiente experiencia de vida para darse cuenta de lo que estaba construyendo porque antes no lo tenía muy claro. Adam Smith y David Ricardo lo explicaron desde el punto de vista económico cuando tenía más de tres centurias de trabajo en la economía. Este último descubrió el plus producto, que Marx llamó plusvalía. Menciono esto porque el tema es decisivo.

Las tareas de fundamentación política las realizaron Locke, Voltaire, Montesquieu y Rousseau. La parte filosófica quedó principalmente en las cabezas de Kant y Hegel. Si tuviera que escoger uno de los conceptos al que más tiempo dedicaron me quedaría con la definición de qué cosa es lo humano, cuáles son sus límites; dejaron unos 20 criterios diferentes, todos afincados en la individualidad. Es decir definir por qué la gente actúa como hace: qué es lo que la mueve? Hago referencia al hecho porque creo que el socialismo no tiene una noción clara al respecto.

La clase capitalista estaba preparada para comenzar a luchar por el poder político, lo hizo en 1789 en Francia después de otros amagos en Inglaterra. Pido disculpas por la apretada síntesis .

En fin, el capitalismo tiene 800 años acumulando experiencias económicas y 300 en la política. Ha desarrollado una tecnología para gobernar el mundo pues es el primer sistema sociopolítico que alcanzó un nivel global. Y lo que sabe, lo sabe tanto por viejo como por diablo. En la mayoría de los países en que domina lo hace sobre la base del engaño y la mentira o aprovechándose de su fuerza para robarle los recursos a los más débiles. Lo demás son cuentos.


Si doy toda esta vuelta aparentemente muy alejada de su asunto principal es para proponer algunas preguntas y que el lector “saque sus propias conclusiones.”

Estamos rebasando apenas un siglo de experiencias socialistas –Rusia 1917- solo 100 años -comparen con los 800. Uno podría preguntar: dónde están los Adam Smith y David Ricardo socialistas que hayan logrado una firme interpretación del funcionamiento económico del Socialismo? Lo mismo podría decirse de los equivalentes a Montesquieu, Rosseau, Kant o Hegel. Marx no cuenta, porque lo que hizo fue desmontar y esclarecer la parte inhumana y monstruosa del capitalismo. Que le costó 30 años de trabajo y vida. Creo que el socialismo –simplificando algo- está esperando un nuevo Marx. Estamos aún en el “primer socialismo” o el segundo? Qué significan solo 100 años en la historia de la humanidad?

Por qué el socialismo despliega su desarrollo solo a través del ensayo y el error, o el movimiento en zigzag o de movimientos oscilantes de adelante y hacia atrás como si fuera una criatura de meses de nacida? Porque de eso se trata: se encuentra en una etapa infantil de desarrollo. No existe aún un acervo cognitivo suficiente para garantizar un avance seguro y coherente hacia su futuro. Esa es la historia. No busquemos culpables. Acudamos de nuevo a Gramsci: nuestro dilema es el sobrevivir en un mundo en el que existe un sistema inmoral y caduco que se está muriendo pero que no se acaba de morir, y otro naciente, endeble pero que no acaba de nacer.

¿LA LUCHA ES CONTRA LA PROPIEDAD PRIVADA O CONTRA EL CAPITALISMO?

La experimentada clase capitalista mantiene el culto a sus pensadores clásicos. Los estudian con rigor y en sus ideas forman a su sector dirigente. Como ya vimos, disponen una cultura de dirección de varias centurias. Esa misma cultura le permite asimilar también a Marx. En la universidad de Harvard hace décadas que se mantiene un seminario de 6 meses sobre El Capital. ¿Leen nuestros dirigentes a Marx?

El materialismo dialéctico es objeto de estudio por la élite capitalista. Entre ambos componentes le han dado prioridad a la dialéctica más que al materialismo y se han quedado con ella como instrumento para interpretar y gestionar la realidad.

Por eso la utiliza con éxito en el campo de la política porque su esencia es el cambio y la contradicción, dos palabras que producen alergia a la mayoría de los funcionarios de los sistemas socialistas que han alcanzado el poder.

Ellos prefieren quedarse con el materialismo rígido y esquemático, más fácil de digerir que la sutil y veleidosa dialéctica, pero poco útil para resolver problemas.

Pero el socialismo histórico -y también el cubano- se han alejado de Marx. Se estudia poco, sobre todo si comparamos con los años iniciales de la revolución. Es posible construir el socialismo a espaldas del marxismo? Parece que algunos piensan que sí. Entonces… qué estudiamos? Será que aquí hace mucho calor y muchas cabezas no resisten la prueba?

Cuando Fidel dijo en un discurso en la universidad que nuestro error había sido creer que alguien sabía qué cosa era el socialismo, no pocos interpretaron que entonces no había nada que estudiar. Y por ese camino andan. Ahí están para probarlo la cadena de actos gubernamentales irreflexivos y erráticos, carentes de fundamento conceptual o estudios previos, que hemos padecido en los últimos meses.

Pero a lo que iba. Menciono la falta de estudio del marxismo para explicarme la confusión elemental que padece parte de la clase dirigente cubana que no distingue entre propiedad privada y capitalismo. Porque hay identidad relativa pero también importantes diferencias.

Me gustaría ver el rostro de algunos de nuestros cultores del retropensamiento al escuchar este párrafo de Marx (del primer tomo del El Capital) al referirse a los diferentes tipos de regímenes sociales. “Lo único –expresó- que distingue unos de otros los tipos económicos de sociedad v.gr.la sociedad feudal de la esclavitud, es la forma en que este trabajo excedente, le es arrancado al productor inmediato, al obrero”(pag.175, tomo1).

Marx no dice que lo que distingue uno de otro es la propiedad privada, sino la manera en que la clase dominante obtiene la plusvalía. De aquí se deriva lógicamente la idea de que la forma de utilización de la plusvalía determina en gran medida la naturaleza del sistema.

La propiedad privada existe casi 2,000 años antes que el sistema capitalista y ha mantenido una poderosa influencia sobre la sociedad humana. Por eso es tan riesgoso desafiarla y jugar con ella. Uno la pincha, ella corcovea, tira patadas y cada vez que nos toca, parte un hueso.

De ahí que lo más sensato es saberla utilizar con inteligencia para ponerla en función del desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria, como han hecho los chinos y los vietnamitas. Ellos decidieron no esperar a que aparezcan cabezones que se pongan a pensar o nos expliquen que es el socialismo económicamente hablando. Mientras tanto crearon amplios islotes de propiedad privada y los pusieron a trabajar para acabar con la pobreza y alcanzar la prosperidad. Extraen la plusvalía con un adecuado sistema de impuestos y control de la policía económica. Después la emplean con amplitud en el mejoramiento del nivel de vida de la población, como demuestran sus estadísticas. Se dieron cuenta que las empresas estatales por si solas se demoran mucho en lograrlo.

Se inspiraron en el ejemplo de Marx y Engels. Sabemos que este último fue un exitoso empresario capitalista. De no haber sido así no hubiera podido “financiar” la investigación de su amigo por más de dos décadas. El mismo Marx no tenía reparos en reclamarle la mesada cuando Engels se atrasaba en el envío.

Ésta provenía de la plusvalía que Engels extraía a sus obreros, lo que no creaba ningún tipo de escrúpulos en ninguno de los dos. Los comunistas franceses y de otros tantos países tienen empresas propias cuyas ganancias utilizan para sostener la actividad del partido. Pero son empresas eficientes, que funcionan con las leyes universales de las empresas y no con inventos como ponerle apellidos.

En Cuba, a la mayor parte de la burocracia cubana –que no ha leído El Capital-se le pone la carne de gallina cuando se habla de propiedad privada. A tal punto que durante años evadía mencionar el nombre y utilizaba el término en negativo: “propiedad no estatal”. Siguió evitándolo e inventó el nombre de cuentapropista.

Se pasa el tiempo vigilando la propiedad “no estatal” y arañándola cada vez que puede, porque considera que de su seno surgirá el lobo que devorará a la abuelita socialista.

Si revisara la historia reciente del desplome del socialismo europeo comprobará que en la mayoría de esos países el lobo que devoró el sistema estaba escondido dentro de las cuevas de la burocracia estatal y partidaria, y la mordió desde sus propias entrañas. Si quiere salvar el socialismo cubano-como deseamos los cubanos comprometidos con el destino soberano del país- será mejor que se vigile a sí misma. El pensamiento esclerótico ajeno al marxismo en la clase dirigente es tan peligroso para la continuidad del modelo cubano como la falta de ética.

Concluyendo el punto: si ante la difícil coyuntura que afronta Cuba ahora, no se le abren amplios espacios a la iniciativa privada-no al capitalismo- va ser muy difícil que el país evite un colapso económico. Es un hecho que la mayoría de las empresas estatales no se encuentran ahora en condiciones para por sí solas sacar al país del estancamiento económico. Han funcionado casi 60 años como apéndices administrativos del Estado, sus directivos tienen incorporado a su cadena neuronal el miedo a actuar por su cuenta y la consultadera con los niveles superiores. Cambiarles el chip lleva un tiempo del que no disponemos. Aunque hay que hacerlo.

Mientras existan ministerios –que se disfracen de OSDE- cuya plantilla oscila entre 200 o más de 300 personas no va ser posible una verdadera autonomía empresarial. Sobre este decisivo tema volveremos en otro momento.

EL ZIGZAGUEO Y LAS OSCILACIONES DE LA DIRECCIÓN CUBANA CON RELACIÓN A LA PROPIEDAD AL MARGEN DEL ESTADO Y OTROS TEMAS.

Los principales factores que confluyen en la crítica coyuntura que afronta el país son: el impredecible desenlace del proceso venezolano, la conducta temeraria y agresiva del grupo de hampones que se ha apoderado del gobierno estadounidense y la ambivalente actitud de la dirección cubana, aprobando documentos que después teme implementar. Son los elementos esenciales que constituyen la estructura de una situación límite que enfrentará el pueblo cubano en este 2019.

Este último factor que se hizo evidente durante la tercera sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional en su IX legislatura, que dio lugar a no pocas opiniones en las redes sociales. En ella abundaron la exhortaciones y consignas sin que se pudieran apreciar decisiones cruciales concretas para el futuro del país, en especial el referido al tema básico de la construcción del modo socialista de producción, la organización científica de la propiedad social en la esfera empresarial. (En este punto comparto totalmente las ideas del investigador cubano Luis Marcelo Yera que expone en su libro REPENSANDO LA ECONOMÍA SOCIALISTA.El quinto tipo de propiedad empresarial, Edit. Ciencias Sociales 2016).

Se informó que se había concluído la nueva ley sobre cooperativismo,.que se hizo en silencio, como a escondidas, con muy poca o ninguna participación de los cooperativistas de este nuevo sector emergente ni de los investigadores reconocidos. Prepárate para lo que viene!

Insisto en las ideas de Marcelo Yera, las amplío en el sentido de que el problema de la gestión de las formas de propiedad tanto la pública como las restantes es un asunto de vida o muerte para cualquier sistema, pero sobre todo para el socialismo que ha mostrado una enorme ineptitud para gestionarla exitosamente como demuestra su historia.

Ahí ha estado su talón de Aquiles, lo que no parece haber sido percibido por un segmento importante de la dirección cubana: se ha priorizado desmesuradamente la formación de bailarines, músicos y deportistas muy por encima de los empresarios y administradores en general. Esa miopía tendremos que pagarla, la pagaremos caro.

También tenemos los parlamentarios más silenciosos y tímidos del planeta. Se callan cuando hablan los miembros de la ANPP que ocupan cargos en la administración. El resto a veces interviene, pero tienen poco que decir o echan arengas. Ninguno hace preguntas incómodas a los ministros.

No disponen de estudios previos que fundamenten sus preguntas, porque nuestro parlamento probablemente es el único en el mundo contemporáneo que carece de un departamento de investigaciones. Los ministros monopolizan toda la información y actúan como boxeadores solos en el ring sin referee, ni contrincantes, peleando con sus propias sombras. Está por ver un real debate parlamentario en nuestros medios. Se siguen aprobando las leyes por unanimidad. Esperaba otra actitud después de los intensos intercambios durante las discusiones con motivo de la nueva Constitución.
  
Durante los meses que precedieron a esta última sesión parlamentaria se mostraron evidencias de los palante y pa tras en el comportamiento gubernamental. Entre las medidas con avances y retrocesos destacan las orientadas a restringir las actividades privadas de cuentapropistas: los boteros particulares y los artistas.

Las agresiones clandestinas al sector no estatal continúan. Pudiera mencionar una lista con nombres concretos de entidades estatales –incluídos centros de educación superior y empresas- que prohíben todo contacto con las cooperativas no agropecuarias y también con los TPCP, pero mis compromisos éticos como consultor me impide mencionarlas.

No importa que existan lineamientos del partido, ni que la nueva Constitución recoja los artículos que las legalizan. Muchos funcionarios no creen en las leyes y las víctimas no se atreven a denunciarlos por temor a represalias. No tenemos una ley -como en otros países- que protejan a los que denuncian y que ahora nos hace más falta que nunca. Un buen número de funcionarios cubanos padecen el síndrome de Ruperto Marchatrás, el personaje del popular programa VIVIR DEL CUENTO.

Se despertaron del coma inducido durante tres décadas a causa de la generosidad soviética y reforzada por los 15 años del apoyo petrolero de Venezuela. Todo ese acomodamiento ha dejado una lesión mental, que induce a la pasividad y a esperar que los problemas se resuelvan por sí solos.

El Estado cubano ha creado organizaciones huérfanas de padre y madre que no tienen quien las defienda de los funcionarios. Los TCP y las CNA viven rodeados de pirañas y son mordidos casi todos los días. Su misión de vida es desalentar los emprendimientos fuera del Estado.

En los debates sobre el documento constitucional afirmé que el documento tenía que ser una jaula para contener los excesos del Estado y sus funcionarios insensibles. Si a la jaula le dejan la puerta abierta no habrá cambios sustanciales como esperan los ciudadanos. Y por ella se escapará el estado de derecho que la dirección del país quiere construir.

Pienso que la causa de estos devaneos es la falta de consenso en el sector dirigente del país, tanto dentro del Estado como del partido. Esta falta de unidad de concepción operativa se mantiene en la concreta y opera como un mecanismo de freno. Muchos directivos no cumplen lo establecido aunque se encuentren en los documentos aprobados por unanimidad por los miembros de la dirección del país.

Algunos levantan la mano pero piensan otra cosa.

Esta situación es en extremo riesgosa para Cuba en estos momentos en que émulos de Al Capone están instalados en la Casa Blanca. Esta falta de resolución, en especial en cuanto a la gestión de las diferentes formas de propiedad se reprodujo en casi todos los países socialistas en las etapas previas a su derrumbe. Estamos a tiempo para curarnos en salud. El peor error que podemos cometer los cubanos en esta hora decisiva es vivir con el temor a cometer uno.

AVANZAMOS HACIA UN PERIODO ESPECIAL EN LA HISTORIA DE CUBA DE CARÁCTER LIGHT?

Todo parece indicar que sí. Concuerdo con la opinión del primer secretario del Partido: estamos mejor preparados. En los 90 solo teníamos 13,000 habitaciones para el turismo internacional, ahora tenemos 80,000. El turismo es casi imposible de bloquear. En biotecnología comenzábamos a buscar donde enviar a nuestros especialistas para que se prepararan .Hoy tenemos un emporio que exporta a más de 30 países.

La imagen país de Cuba mejoró mucho después de la espectacular victoria cubana sobre el ébola que los europeos sintieron como una navaja en sus cuellos. Amigos que vinieron de allá me lo confirmaron muchas veces. No es casualidad la cercanía y apoyo del viejo continente al proyecto cubano. Es un capitalismo viejo y prudente cuyos pueblos han sufrido mucho. En muchas de sus ciudades han conservado las huellas de la guerra para que no se olvide.

En los noventa volví a leer la valiosa Historia económica de Cuba de Julio le Riverend. Allí se identifican con claridad cuatro momentos críticos casi de colapso de la sociedad cubana: 1878 al final de la guerra de los 10 años, 1895 a causa de la de independencia, 1930 durante el gobierno de Machado por la crisis mundial, y añadí 1990 a causa de la caída del campo socialista.

En una ocasión se lo comenté al estimado compañero de trabajo Oscar Pino Santos y él añadió otra: 1810 a causa de las guerras napoleónicas. Le adelanté a Pino el criterio de que el país mostraba cierta capacidad para sobreponerse con relativa rapidez a los colapsos económicos, en lo que coincidimos.

Ahora se nos viene encima el sexto periodo especial, algo tardío pero pienso que más suave. No está Fidel pero el país tiene una dirección con mayor participación de gente joven más preparada, que le sobra energía y ganas de hacer cambios. Cada día deberá intensificar su liderazgo.

La historia muestra fehacientemente que los tiempos de calamidades y adversidades siempre han sido más propicios para el desarrollo de la mente humana. La mayoría del pueblo cubano ha demostrado que tiene las habilidades básicas, las ideas, la fe y las fuerzas morales internas para levantarse después de cada caída. Si el imperio no supo aprovechar la crisis de los noventa, que era su mejor oportunidad, perdió legal. El primero que lo sabe es Donald Trump, que es un canalla pero no tonto. Ha armado todo este berenjenal de la Helms Burton, estimulado por el sicópata “caballo loco” Bolton aliado de los malandrines de Miami y aficionado a la mentira-ficción. Todos disfrutamos por la TV a un retrasado mental enumerando todas las propiedades que le pertenecen en la provincia de Cienfuegos. Nunca en tan poco tiempo se hizo mayor trabajo político a favor del socialismo cubano. Si siguen así, no hará falta el Departamento Ideológico del Comité Central.

Para terminar recordemos el viejo proverbio chino: si estás vivo tendrás problemas.
  


1)Kukzynski J; Breve historia de la economía .Edit. Platina Buenos Aires 1957. (pag.155 y ss.) Kukzinski es uno de los más destacados humanistas de la cultura alemana del siglo XX. Fue hasta su muerte miembro del Comité Central del PSUA .Uno de sus últimos libros es CARTAS A MIS TATARANIETOS donde señala con precisión algunos de los errores del socialismo alemán. Fue un bestseller. En una entrevista con el autor le confesó que al demorarse la edición del libro le reclamó a E. Honecker primer secretario del partido: éste le respondió “que había limitaciones con el papel”. Finalmente el texto se editó poco antes del derrumbe del muro. Intentamos editarlo en Cuba pero la crisis de los noventa lo impidió.