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viernes, 24 de abril de 2020

Incremento de precios de la carne de carnero y de conejo en Holguín: ¿Habrá rectificación?


Pedro Monreal
20 de abril de 2020
El pasado 16 de abril publiqué una breve nota en mi página de Facebook titulada “Una estrategia empresarial y el precio de la carne de chivo en Holguín: entre Kafka y el COVID-19” (Anexo 1), motivada por la lectura del artículo “Acuerda nuevos precios la Empresa de Ganado Menor en Holguín”, divulgado el 15 de abril en la versión digital del periódico Ahora, de la provincia de Holguín (Anexo 2).
En esencia, expresé mi discrepancia con un incremento en el precio de las carnes caprina, ovina y de conejo, en momentos en que Cuba se enfrenta a una doble crisis sanitaria y económica.
También dije que consideraba que la racionalidad de la medida era equivocada pues, esencialmente, consistía en priorizar las finanzas de la empresa estatal acopiadora de esas carnes (EGAME) mediante una operación de traspaso de costos a mayores precios minoristas.
Lo que se conoce
La información del periódico dejaba tres cosas importantes:
1.       Se produjo un incremento de precios (“tendrán un alza en relación a los anteriores”).
2.       Los nuevos precios son los siguientes: (“kilogramo de pierna de ovejo a 94 pesos moneda nacional, el lomo y solomo a 87, paleta a 81 y costilla a 41 pesos y el conejo completo se comercializará a 85 pesos el kilogramo”).
3.       La Empresa de Ganado Menor (EGAME) experimentó “un cambio de escenario” debido a las afectaciones que la contracción del turismo tuvo en sus ingresos, a la vez que tenía “necesidad de cumplir con el pago a los productores, cuyos valores fueron pactados de antemano mediante contrato y de acuerdo a los planes”.
 Lo que no se conoce
Un dato importante que no se incluye en el artículo es el relativo a los precios “anteriores” que tenían esos productos cárnicos en la provincia.
No he podido localizar esa información en la red, pero pueden consultarse las cifras de otras provincias en los listados topes de precios adoptados a mediados de 2019. En el caso de La Habana la libra de carnero (pierna, paleta y lomo) fue de 45 CUP la libra y la costilla de carnero 20 CUP. (1) En Guantánamo, se identificó de manera general la carne de ovino/caprino a 25 CUP la libra y la carne de conejo “limpia” a 30 CUP. (2)
 Lo que no se conoce con precisión, pero pudiera estimarse aproximadamente
Se conoce, a partir de otros artículos de prensa, que a mediados de 2019 se incrementaron los precios que EGAME pagaba a los productores por esos tipos de carne. No he podido localizar la información específica de Holguín, pero la EGAME de Las Tunas, que al menos pudiera tomarse para tener una referencia, duplicó los precios que pagaba al productor hasta un nuevo nivel de 26 CUP el kilogramo de “carnero y chivo” (con bonificación de 30 CUP/Kg por cada Kg adicional al plan), y pagaba el Kg de conejo a 30 CUP, con bonificación de 32 CUP por cada Kg superior al plan. (3)
No queda claro si EGAME en Holguín pagaba exactamente esos mismos precios al productor.
Tomando entonces esos datos con la precaución que exige comparar precios distintos en provincias diferentes, el nuevo precio minorista en Holguín del producto más caro de carnero (94 CUP) sería 3,6 veces mayor que el precio del kilogramo-plan (26 CUP), equivalente a un incremento de 261% desde que sale del productor hasta que lo paga el consumidor.
En el caso del conejo, el precio minorista sería 2,8 veces superior, para un incremento de 183% respecto al precio que se paga al productor.
La situación actual contrasta con la idea inicial con la que se creó en Holguín, en octubre de 2017, un mercado abastecido por EGAME y que se presentó bajo la noción de que “Toda iniciativa que acerque los productos al pueblo, y además abarate los precios será bienvenida, en tiempos donde se necesita de variedad y calidad alimentaria”. (Anexo 3).
 La opinión de un funcionario del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP)
El colega Silvio Gutiérrez Pérez, expresó su criterio en dos momentos: un comentario realizado en mi página de Facebook, el 17 de abril, y un artículo publicado en su propia página de Facebook, el 19 de abril.
Comentario hecho por Silvio Gutiérrez Pérez el 18 de abril de 2020
Lo único cierto es que lo precios fijados son nuevos en las ofertas con precios fijados e inferiores a los de MAOD. Todo lo demás es especulación y poco conocimiento de la verdad.”

Mi reacción al comentario de Silvio Gutiérrez motivó dos breves observaciones en Facebook:

PRIMER COMENTARIO: Hola Silvio Gutiérrez, gracias por tu comentario. Sería útil su pudieras aclarar dos cosas: a) ¿entonces la periodista ha especulado y no conoce la verdad sobre el tema?, y b) se sabe que son precios nuevos, pero la pregunta relevante no es tanto si son menores que los de los mercados de oferta y demanda, lo que dice la periodista es que los nuevos precios "tendrán un alza en relación a los anteriores", entonces la pregunta es ¿son más altos o no?
SEGUNDO COMENTARIO: Otra observación que creo que es importante: aparecerse "a esta hora del juego" con una empresa estatal que venda el kilogramo de pierna de ovejo a 94 pesos cubanos es totalmente incongruente con la noción de proteger al pueblo de precios "abusivos". En medio de la actual crisis eso es totalmente cuestionable.
Silvio Gutiérrez Pérez publicó el 19 de abril en su página de Facebook un largo texto, en mi opinión descentrado en relación con los temas centrales que se discutían: precios incrementados e incongruencia de esa acción en relación con la condición de doble crisis que vive el país. (Anexo 4).
Adicionalmente, Silvio Gutiérrez dejó un par de notas breves en la sección de comentarios del artículo publicado en el periódico Ahora:
Comentario # 1: “Por favor aclarar: Egame no produce, compra a productores no estales, los mismos que venden a los MAOD. Egame no vende mlnorista y no tiene subsidio como empresa. Si alguien tiene una propuesta de precios inferior que lo haga. En mi criterio no hay otra”.
Comentario # 2: “Me falto decir q Egame no aprueba precios minoristas. Es el Gobierno provincial.”
El segundo comentario es interesante porque indica claramente que la responsabilidad por la decisión de aumentar los precios es del gobierno de la provincia de Holguín.
Los comentarios de los lectores del periódico Ahora
Hasta el momento de redactar este texto, se habían hecho 58 comentarios. Excepto uno, todos los demás eran críticos con la medida, incluyendo términos y expresiones como las siguientes: “abusivos”, “prohibitivos”, “falta de respeto”, “la gente no entiende”, “una barbaridad”, “burla a las indicaciones”, “precios muy exagerados”, “esta noticia es para infarto”, “robo autorizado a la luz de la legislación”, “pienso que eso sea un chiste para distraernos en la cuarentena”, “se volvieron locos o qué”, y “crean disgusto en la población”.
Aprovecho el primero y el último de los comentarios hechos por los lectores del periódico Ahora para concluir esta nota.
Cada uno de esos dos comentarios abordan las cuestiones medulares relativas a incrementar precios estatales de consumo en Holguín, en medio de la pandemia y de la crisis económica.
El primer comentario sintetiza la falta de racionalidad social y política de la medida: “Esos precios no están acorde con el pueblo ni con el momento q estamos viviendo”.
El último comentario anota un problema elemental de Economía Política, el tema de los intereses: “He escuchado que a algunos cuentapropistas que venden el cerdo a 40 pesos los han obligado a venderlo a 25 la libra. Entonces cómo es posible que el estado venda carne de ovejo a unos 47 pesos la libra? En estas condiciones? Para beneficiar a quien?”
Resumiendo:
No se justifica que una empresa estatal intente resolver problemas de flujo de caja -quizás temporales- aumentando los precios a consumidores que experimentan una crisis económica cuyo impacto es muy negativo en el aseguramiento de la alimentación
El gobierno provincial debería rectificar y anular el incremento de precios.
El reto que lanzó el colega Silvio Gutiérrez acerca de “si alguien tiene una propuesta de precios inferior que lo haga” es fácil de responder: se mantienen los precios de consumo al nivel anterior y se soluciona -al menos temporalmente- el problema del flujo de caja de la empresa con un crédito bancario en pesos cubanos, que es con lo que debe pagar a los productores. No hacen falta divisas, ni subsidio estatal.

La periodista Ania Fernández Torres, autora del artículo publicado en Ahora, el pasado 16 de abril, ha informado que se encuentra preparando un nuevo artículo sobre el tema. Confío en que sea un buen texto. Los que me leen conocen que tengo una alta valoración de la prensa provincial de Cuba.

Notas
1 Ver, “Gobierno de La Habana fija precios máximos de venta de productos”, Cubadebate, 10 agosto de 2019, http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/08/10/gobierno-de-la-habana-fija-precios-maximos-de-venta-de-productos-agropecuarios/#.Xp2keJlS_IU
2 Ver, “Anuncian precios topados para los productos agropecuarios en Guantánamo”, Solvisión, 10 de septiembre de 2019  http://www.solvision.cu/es/guantanamo/14900-anuncian-precios-topados-para-los-productos-agropecuarios-en-guantanamo-video
3 Adialim López Morales, “Duplican precio de compra de ganado menor en Las Tunas”, Tiempo 21, 12 de julio de 2019, https://www.tiempo21.cu/2019/07/12/duplican-precio-compra-ganado-menor-las-tunas/

ANEXO 1
Una estrategia empresarial y el precio de la carne de chivo en Holguín: entre Kafka y el COVID-19
Pedro Monreal
Publicado en página personal de Facebook, 16 de abril de 2020
Un artículo de prensa sobre el incremento de los precios de consumo de la carne en Holguín describe una situación Kafkiana. En medio de la actual emergencia alimentaria, una empresa estatal intenta ser rentable afectando el bolsillo de la gente.
La Empresa de Ganado Menor (EGAME) compraba carne (caprina, ovina y de conejos) a los productores y luego la suministraba a otras entidades cuyo destino final era, principalmente, el turismo. La interrupción del turismo “evaporó” ese mercado y desajustó la cadena.
La empresa se encuentra ahora en una situación en la que debe pagar a los productores a precios que ya habían sido pactados, pero en momentos en que la empresa no tiene el flujo de caja necesario.
La opción que se le ocurrió a la empresa -y que le aprobaron- para recuperar su flujo de caja fue “reinventarse” como suministradora de mercados minoristas en moneda nacional, pero vendiendo a precios superiores a los que habían estado vigentes hasta ese momento.
Es una visión deformada del mecanismo de oferta y demanda. Funciona gracias a que las “cañerías” del mercado cubano están “tupidas”. De lo que hay déficit es de carnes (de todo tipo) y quien único puede resolver eso es el PRODUCTOR y no un intermediario.
En condiciones de déficit de oferta, un incremento de precios al PRODUCTOR debería proveer un estímulo para incrementar la producción. Ante un déficit de oferta, los precios del consumidor también tienden a subir, pero al menos el sistema tendría un estímulo al productor.
Usualmente, el incremento de precios al productor induce un incremento de oferta y los precios descienden al cabo de un tiempo, pero también el gobierno dispone de herramientas para moderar el crecimiento de los precios de consumo, dando tiempo a que aumente la oferta.
En otros mercados, cuando una empresa hace una estrategia de mercado (apostarle al mercado turístico) y eso luego no funciona, las dificultades de esa empresa pudieran resolverse con un crédito o con un subsidio estatal, o sencillamente quiebra.
Para que una empresa que intenta “reinventarse” cuando fracasa su esquema anterior, pueda “salirse con la suya” y sea capaz de trasladar el costo de la “reinvención” en forma de altos precios al consumidor, se necesita algo más que el mercado, por ejemplo, apoyo estatal.
Afirmar que esos precios mayores de la carne de cabras, ovejas y conejos “se mantendrán solo durante la etapa de enfrentamiento a la COVID-19”,es una especie de “anti-lógica” en estado puro. Es una idea Kafkiana… de libro de texto.


Acuerda nuevos precios la Empresa de Ganado Menor en Holguín
Abril 15, 2020
Periódico Ahora
Por Ania Fernández Torres
Un artículo de prensa sobre el incremento de los precios de consumo de la carne en Holguín describe una situación Kafkiana. En medio de la actual emergencia alimentaria, una empresa estatal intenta ser rentable afectando el bolsillo de la gente.
La Empresa de Ganado Menor (EGAME) compraba carne (caprina, ovina y de conejos) a los productores y luego la suministraba a otras entidades cuyo destino final era, principalmente, el turismo. La interrupción del turismo “evaporó” ese mercado y desajustó la cadena.
La empresa se encuentra ahora en una situación en la que debe pagar a los productores a precios que ya habían sido pactados, pero en momentos en que la empresa no tiene el flujo de caja necesario.
La opción que se le ocurrió a la empresa -y que le aprobaron- para recuperar su flujo de caja fue “reinventarse” como suministradora de mercados minoristas en moneda nacional, pero vendiendo a precios superiores a los que habían estado vigentes hasta ese momento.
Es una visión deformada del mecanismo de oferta y demanda. Funciona gracias a que las “cañerías” del mercado cubano están “tupidas”. De lo que hay déficit es de carnes (de todo tipo) y quien único puede resolver eso es el PRODUCTOR y no un intermediario.
En condiciones de déficit de oferta, un incremento de precios al PRODUCTOR debería proveer un estímulo para incrementar la producción. Ante un déficit de oferta, los precios del consumidor también tienden a subir, pero al menos el sistema tendría un estímulo al productor.
Usualmente, el incremento de precios al productor induce un incremento de oferta y los precios descienden al cabo de un tiempo, pero también el gobierno dispone de herramientas para moderar el crecimiento de los precios de consumo, dando tiempo a que aumente la oferta.
En otros mercados, cuando una empresa hace una estrategia de mercado (apostarle al mercado turístico) y eso luego no funciona, las dificultades de esa empresa pudieran resolverse con un crédito o con un subsidio estatal, o sencillamente quiebra.
Para que una empresa que intenta “reinventarse” cuando fracasa su esquema anterior, pueda “salirse con la suya” y sea capaz de trasladar el costo de la “reinvención” en forma de altos precios al consumidor, se necesita algo más que el mercado, por ejemplo, apoyo estatal.
Afirmar que esos precios mayores de la carne de cabras, ovejas y conejos “se mantendrán solo durante la etapa de enfrentamiento a la COVID-19”,es una especie de “anti-lógica” en estado puro. Es una idea Kafkiana… de libro de texto.

ANEXO 3
Inaugurado en Holguín mercado especializado en carne de ganado menor
3 octubre de 2017
Sitio web de Radio Holguín
Grethell Cuenca Durán
En Holguín crecen las opciones para la alimentación. Con una variada oferta de productos cárnicos de ganado menor como vísceras, carne de ovejo, carnero y conejo, se abrió un nuevo mercado especializado en la intersección de las calles Cervantes y Cuba.
 Posee climatización y buen confort, con nevera y cava expositoras, será abastecido por la UEB de Ganado Menor (Egame) en la provincia, y tendrá precios diferenciados, en moneda nacional, por debajo del valor con que se comercializan en la red de tiendas recaudadoras de divisa y del producto que ofertan los trabajadores no estatales.
El mercado ofertará además queso de cabra, condimentos, vinos artesanales, salsa picante y de tomate y más adelante se prevé la comercialización de picadillo.
La instalación fue sometida a una amplia reparación constructiva con un costo de unos 110 mil pesos, que incluyó el cambio de carpintería, conexiones hidráulicas y sanitarias, luminarias, arreglo de paredes y techo, enchape del piso y pintura, entre otras acciones, detalló José Ángel Almaguer, económico de la entidad.
Este es el tercero de los cinco mercados especializados que existirán en Holguín, como parte del programa de reordenamiento de la comercialización minorista de productos agropecuarios; una voluntad del gobierno y el Ministerio de la Agricultura que se ha propuesto convertir viejas placitas y mercados en Mercados Agropecuarios Estatales Integrales y especializados en producciones hortícolas, frutas selectas, ovino, porcino, entre otros.
La iniciativa ha tenido buena aceptación y generado diversos comentarios entre holguineros y foráneos.
Toda iniciativa que acerque los productos al pueblo, y además abarate los precios será bienvenida, en tiempos donde se necesita de variedad y calidad alimentaria.
  
LA COMPLEJA DICOTOMÍA DEL PRECIO DE LA CARNE DE CORDERO EN CUBA.
Silvio Gutiérrez Pérez
Funcionario del Ministerio de Finanza y Precios (MFP) de Cuba
Tomado de la página de Facebook, 19 de abril de 2020
Aunque para muchos pudiera resultar redundante, hay que precisar que la intensión del gobierno en el país está bien clara al indicar al sistema empresarial vender cualquier producto alimenticio lo más barato posible, para que los ingresos que reciben los consumidores le resulte en un mayor nivel de vida, de esto se pudieran poner miles de ejemplos, pero no es el propósito en este momento. Se puede afirmar que los precios de los alimentos agropecuarios están concebidos en el punto necesario de recuperación del gasto empresarial y el mínimo de egresos del consumidor, de este asunto hablaremos en este trabajo.
Tampoco es el momento para discernir sobre las perspectivas de desarrollo de la producción de la carne de cordero (carnero, ovejo, chivo, cabra) en nuestro país, el que le interese le propongo que revise el semanario Opciones de abril de 2019. Según este articulo y por información de directivos de la empresa de Ganado Menor, el esquema de desarrollo perspectivo concebido es similar al del programa porcino en Cuba, por lo que le auguramos éxitos.
Limitamos el análisis al complejo y polémico ámbito de los precios. Como en otras oportunidades el trabajo se enfoca desde el ángulo de los gastos y después en su correlación en los mercados.
La producción de carneros en Cuba estuvo siempre confinada a las peores tierras, menos fértiles, empedradas, agrestes, alejadas de los mercados. Muy pocos productores se han especializado y muchos la consideran una producción secundaria.
El ganado menor, aunque tiene una apariencia rústica, es presa fácil de enfermedades y requieren de dosis apreciables de medicamentos, causa que les afecta para lograr tamaño y peso esperado, No existe aún una raza autóctona competitiva, no es comparable un ejemplar europeo o de américa del sur con uno nuestro. Durante años no se había iniciado una renovación de la base genética y los insumos asignados no son suficientes, objetivos que ya son parte del plan de la economía.
Tampoco tenemos una industria que permita un aprovechamiento mayor y diversificado, similar a otras latitudes donde es tan importante como la carne la lana, la grasa o cebo y el cuero. En resumen, los rendimientos son muy bajos por hectárea y los de carne por ejemplar no superaran el 35% de su peso, que resultan muy deficientes en relación con el cerdo de un 70%.
Todo lo anterior condiciona costos altos, y que los productores exijan recuperarlos junto con utilidades, para reaprovisionarse mas de los gastos de fuerza de trabajo que de insumos. Esta condición no permite a las empresas acopiadoras adquirir para vender a los precios minoristas que el mercado estatal pudiera establecer.
En la cultura culinaria en Cuba el carnero, de manera general, no es de las carnes más apetecidas, al menos no es semejante por la población con el cerdo y el pollo. Se consume ocasionalmente, en festividades y mucho más fuera de la capital. Los que tienen que procesarla se quejan de que requiere mucha elaboración y condimentos.
En el país existen muy pocas ofertas en los mercados estatales, generalmente solo las partes más baratas como las costillas y la ajuga, porque el precio de venta debe estar por debajo del precio del cerdo, lo que es imposible aceptarlo para el comercializador. No tiene sentido comprar caro para vender barato; como se conoce estos precios no se aprueban centralizadamente por el Ministerio de Finanzas y Precios.
En general en cualquier mercado en Cuba esta carne siempre tiene un precio inferior a la de cerdo, lo que no resulta coherente con su superior calidad no solo en proteínas, también en otras nueve cualidades que posee. Sin embargo, para determinadas actividades religiosas puede tener un reconocimiento extraordinario.
Con el incremento de los llamados Paladares aumenta la demanda, los que pueden pagar precios de compra superiores. Un consumidor paga en un plato de carne de carnero más de 10 veces el precio minorista. El desarrollo del turismo solicita cada año incrementos de carne de carnero, la que no puede ser satisfecha por las empresas con deprimidos precios del acopio. Es necesario incrementar la importación, que se valora en más 50 mil dólares una tonelada de carne deshuesada. De adoptarse este precio como referencia para la población la carne de cordero deshuesada alcanzaría 25 dólares la libra, unos 500 pesos cubanos.
En breves palabras, una dicotomía muy particular ocurre con los precios de la carne de carnero en Cuba. Un razonamiento económico elemental demuestra que es preferible producir esta carne en Cuba para sustituir importaciones, resultando que es factible incrementar el precio de acopio y por otra parte, estos no son aceptables para formar precio minorista para la población, por los límites máximos objetivos que impone su correlación con los precios del cerdo.
Los precios de acopio fueron incrementados a mediados del año 2019, en breve aumentaron las ofertas estatales, se estimuló la producción, cumpliéndose las demandas mayoristas y para el turismo, sin repercusión en las ofertas y precios a la población al cierre del año.
Otra arista contradictoria es que la carne de carnero es más costosa y de mayor calidad que la de cerdo, sin embargo el precio aceptado es inferior. En un contexto de ofertas estables de carne de cerdo muy pocos compran este producto, mucho menos cuando su precio sea superior al cerdo. En los momentos de simas de ofertas o de ausencias en el mercado se recurre a la carne de carnero.
No es razonable subsidiar por el Presupuesto estos precios, no solo porque económicamente no se fundamenta por no tener recuperación financiera global, también porque los mercados liberados, aunque tengan reguladas ofertas y precios, deben expresar la factibilidad económica de los productos con la recuperación a través de los precios de todos sus gastos en todos sus eslabones, sin dejar espacio a la especulación y el acaparamiento.
En resumen, la carne del carnero durante años se mantuvo subvalorada en relación con su precio y sus cualidades nutritivas, efecto que limitó las ofertas. El incremento de precios de acopio estimula la producción que permitirá contribuir a incrementar los niveles de proteínas proyectado por la dirección del país, aumenta los rendimientos, que disminuye en perspectiva costos y permitirá precios internos más accesibles a la población, ahorro en divisas para el país y posibles destinos de exportación.
Silvio Gutiérrez Pérez
19 de abril 2020



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