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jueves, 9 de julio de 2020

El marques de comillas

SINE DIE  131

SD2
juan m ferran oliva                                        julio 7 de 2020


En la actualidad se ha desatado una purga de las estatuas en el marco de las universales protestas raciales. El cofrade Gómez Barata, con  su habitual erudición, refiere que mundialmente existen 142 que  sobrepasan los 30 metros de alto. En Barcelona hay 182 de todos los tamaños. Argumenta que se trata de obras en las que el arte anula la significación política. Quizás no sea igual en todos los casos. Eludo tal debate. Deseo referirme al caso concreto del Marqués de Comillas, vinculado a Cuba.

La historia la escriben los vencedores, pero temporalmente. Tarde o temprano sale a flote la realidad. Loshéroes en algunos países o sociedades y pueden ser  villanos en otras[a].

El Marqués de Comillas, née Antonio López y López(López al cuadrado), es uno de esos casos. El último incidente al respecto, que yo sepa, se registró en 2014 cuando la asociación SOS Racisme Catalunya sugirió cambiar el nombre de la Plaza homónima, en Barcelona, por el de Nelson Mandela.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, y particularmente en su último cuarto, los veleros comerciales  fueron sustituidos por barcos metálicos a vapor. Su mayor capacidad, velocidad y seguridad posibilitaron las grandes oleadas de emigración hacía distintos lugares de América. Algunos armadores españoles tuvieron un papel relevante en la comunicación marítima entre Cuba y España. Su empresa más destacada fue la Compañía Trasatlántica Española. Sus barcos transportaron a la mayoría de los emigrantes peninsulares que escogieron a Cuba como destino. De paso jugaron un papel importante en las guerras acarreando monopólicamente tropas y suministros.

Antonio (López)2 fue un, cántabro nacido en 1817. Siendo muy joven emigró a Santiago de Cuba donde amasó una fortuna debida en buena medida a la Trata. Regresó a España en 1850, se radicó en Barcelona y estableció  vínculos familiares con la oligarquía catalana. Casó con la hija de Andrés Bru, que también había hecho una fortuna en la Isla con el tráfico de esclavos.

En la Ciudad Condal (López)2 fundó La Trasatlántica, su empresa naviera. En 1859 aplicó sus barcos al traslado de tropas a campañas africanas. Dos años más tarde asumió el correo y transporte general entre la Península y el Caribe. Empleó 8 barcos de hélice en tal función. Su complicidad con el Estado español le valió el monopolio de la transportación militar a ultramar. Las guerras coloniales ampliaron notablemente su fortuna. También incursionó en otras organizaciones: bancos, tabaco, ferrocarriles, hulla, etc.,  como típico exponente del capitalismo financiero.

Su sangre se tornó  azul cuando Alfonso XII le otorgó el Marquesado de Comillas en 1878. Después lo elevó a Grande de España. Le fueron concedidas medallas y condecoraciones y toda suerte de elogios por la prensa oficial. Sumó en su haber obras benéficas y religiosas inspiradas en su afán por mejorar su imagen y puede que impulsado por motivaciones expiatorias[b].

Un nuevo enlace crematístico-familiar lo emparentó con el indiano Joan Güell i Ferrer. Se cruzaron en Cuba muchas veces. La hija de (López)2 casó con el heredero de Güell, dando inició al clan Güell–López de gran repercusión en la evolución capitalista catalana. 

La prensa oficial dedicó elogios al Marqués y lo exaltó como uno de los más decididos defensores de Cataluña. Se refería a su apoyo al proteccionismo reclamado por los industriales textiles.


Tras su muerte en 1883 el ayuntamiento barcelonés le dedicó una estatua. Popularmente era conocida como El Negro Domingo. El apodo aludía a su pasado negrero testimoniado por su cuñado Francesc Bru que publicó un libro al respecto[c]. En él denunciaba el origen espurio de la fortuna del Marqués. Según parece no mantenían buenas relaciones. En medio de la Guerra de Cuba de 1895 a 1898 las fuerzas progresistas reclamaron el derribo de la estatua. Proponían sustituirla por otra de Jacinto Verdague[d], o convertirla en monedas para hacer caridad.


El título nobiliario pasó a sus herederos, quienes lo aplicaron a uno de los trasatlánticos insignia de la empresa naviera en cuestión.

La estatua fue destruida en 1936 durante la II República, pero en 1944 el franquismo construyó una réplica y la resituó.

En la década de 1940 a 1950, dos vapores emblemáticos de la Trasatlántica constituían el enlace por excelencia entre Cuba y España. Eran el Magallanes y el Marqués de Comillas, gemelos, de 14.000 TM de desplazamiento.

Algún día las aguas recobrarán su nivel y la estatua será sustituida por algo más digno. Mientras, vale explorar, como algunos autores lo hacen, los orígenes cubanos de muchos epígonos del capitalismo catalán. Una parte de su acumulación originaria se gestó en Cuba. (López)2 es uno de ellos.

Fin


[a] En España hay calles y monumentos dedicados a Valeriano Weyler, en Holanda y Bélgica a monarcas que propiciaron el colonialismo. Lo mismo ocurre en Inglaterra y Dinamarca. Son depredadores a los que el chovinismo ha conferido honores que no merecen a la luz de la ética social. .
[b] Entre otras, construyó un palacio y una universidad en Comillas, su pueblo natal en Cantabria
[c] Se titulaba La Verdadera Vida de Antonio López.
[d]Mossèn Cinto Verdaguer i Santaló (1845-1902), poeta nacional de Cataluña, se incorporó como capellán a la Compañía Trasatlántica entre 1874 y 1876. En tal función realizó 9 viajes a Cuba. Durante sus estancias se refugiaba en la finca de los escolapios en Guanabacoa. Allí escribió parte de su  monumental L’Atlàntida. Uno de sus poemas evidencia su paso por Cuba. se titula  Lluny de la Pàtria (Lejos de la Patria).  Ferran Oliva, Joan M. La Moreneta a Cuba. Pagés Editors SA. Lleida. 2013. Pág. 53

1 comentario:

  1. Dicho está la historia la escriben los vencedores, pero no deja de ser la historia.
    En parques y ciudades se erigen monumentos a hombres que respondieron a los intereses del gobierno que los erigió. El paso del tiempo demuestra que esa gloria esta manchada y pueden revocar su significado, pero la historia está ahí.
    Personalmente estoy en contra de erigir monumentos a hombres, existen muchas formas de reconocer los valores individuales y los aportes a la sociedad sin llegar a idolatrar o endiosar. No existe gloria individual pura, es el hombre como resultado de la evolución y la acumulación de conocimientos, donde interviene toda la sociedad, lo que permite que un hombre realice aportes de forma individual.
    Un ejemplo que siempre comento en Cuba es el monumento a Francisco de Albear, ingeniero creador del acueducto de la habana, que hoy más de 100 años después aun brinda servicios. Pero quién fue, un capitán del ejército Español, este señor viviendo en Cuba no vio los oprobios de la colonia contra los cubanos, no vio los horrores de la esclavitud, no vio como los cubanos siendo ciudadanos españoles (por ser Cuba una provincia de España) eran saqueados por la corona sin derecho a réplica, que fue la causa fundamental de las luchas independentistas, y no vio el despotismo de los Capitanes Generales. Pero eso no le quita el mérito de su obra ingenieril. Y su monumento permanece en pie incuestionable.
    Si el Marqués de Comillas tienen su monumento el Barcelona, es por los aportes económicos que realizó al desarrollo de España. Pero a ningún Español (OSO Racisme Catalunya) se le ha ocurrido devolverle a Cuba y a África el dinero que el marques saco de nuestra tierra y de la vida de hombres que vivían libres en su tierra. Entonces seguimos jugando con la cadena sin acercarnos al mono o al perro o al león.
    Rogelio Castro Muñiz

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