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martes, 14 de julio de 2020

Productores agropecuarios a tener como referencia


Por Opcionesdigital@opciones.cu

En sus respectivas fincas asociadas a Cooperativas de Créditos y Servicios de Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba, ellos responden al llamado de crecer en la producción de alimentos.

Los productores campesinos Luis Alberto López Chávez, de Granma; Luis EnriqueSimón Savón, de Guantánamo y Amado González González, de Santiago de Cuba, entre otros muchos , por los resultados agroalimentarios que logran en sus fincas, merecen tenerse en cuenta como referencia en armonía con las actuales líneas de desarrollo del país.

López Chávez, vinculado desde hace años a la producción de granos en el municipio de Yara, donde posee una finca en la zona conocida como El Coco, de 30 hectáreas, es el que más aporta al destino semillas desde hace ocho años, aunque también contribuye al consumo familiar y de la población del territorio.

Muy joven se incorporó al cultivo de frijoles y maíz, labores en las que “antes cogía una tonelada por hectárea; hoy mis rendimientos son de hasta tres toneladas de frijoles por ha; igual en el maíz ya sobrepaso las seis toneladas”, declaró a la periodista Katiuska León Borrero, de la televisora granmense CNC TV.

Añade la publicación que tras haber aplicado la ciencia y la técnica, crecer en el empleo de fertilizantes orgánicos y diversificar las variedades en cultivo, se convirtió Luis Alberto López Chávez en productor líder dentro del movimiento cooperativo y campesino en Granma.

Recién concluyó una exitosa primera etapa de cosecha de maíz, con rendimientos de 6,6 toneladas por hectárea (t/h), y ahora vigila de cerca la aplicación de la técnica de empalado en la siembra de habichuela y el avance de otros renglones, pues nada que implique progreso y mayores dividendos en la obtención de alimentos para el pueblo resulta ajeno este agricultor.

Asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) VIII Congreso Campesino, del municipio de Yara, bajo las altas temperaturas de este verano lidera a sus 15 trabajadores en la preparación de tierras para la campaña de frijol, donde sus resultados han llegado a las tres t/h, una buena cuota que, no obstante, es posible sobrepasar, afirma.

Ahora fomenta el cultivo de viandas de ciclo corto y hace florecer, además, una caballería de calabaza INIVIT C-2000, de gran potencial de rendimiento, porque “dedicación, esmero y sobre todo voluntad, afirma, son indispensables para mantener ese ritmo de trabajo y acumular logros superiores cada vez, pues como bien dice el precepto martiano: Si el hombre sirve, la tierra sirve”.

Sabiduría campesina

También logran diversidad y ascenso sostenidos en la producción de alimentosen la finca La Esperanza, de la familia Simón Savón, guiada por Luis Enrique, el mayor de los hermanos y otros 15 trabajadores, que atienden 29 hectáreas, de esa herencia ubicada en Casimba Arriba, del municipio guantanamero Manuel Tames.

Allí, este emprendedor campesino perfecciona los resortes productivos y organizativos para potenciar la integralidad de finca y contribuir, cada vez más, al Programa de Autoabastecimiento Municipal, con el aprovechamiento de recursos propios, publica el periodista Julio César Cuba Labaut, en el sitio web del periódico Venceremos de Guantánamo.

Agrega que esas fortalezas han permitido, a quien ha sido seleccionado por varios años como mejor porcicultor de Cuba, enfrentar y salir airoso de difíciles encrucijadas, como la situación generada por la COVID-19, que atiza los graves daños a Cuba del bloqueo impuesto por Estados Unidos, hace seis décadas.

En tales circunstancias, lejos de amilanarse, Savón se crece. “A pesar de las limitaciones materiales, los resultados de este año en relación con los del anterior serán muy superiores, tanto en la producción de carne como de alimentos para los animales”, declaró.

“Aunque las lluvias primaverales llegaron tardíamente, la tierra se roturó y preparó en tiempo, también nos favoreció el posterior comportamiento de la naturaleza y la calidad de las semillas”, precisó.

En los avances agrícolas de la finca, el ingeniero atribuyó especial destaque al intercalamiento y escalonamiento de cultivos de ciclo corto, que permitirán incrementar, en más de la mitad de lo planificado, la producción de viandas, granos y vegetales para las personas y los animales.

Explicó que ha sido decisiva la atención cultural de los platanales y aprovechamiento de los desperdicios, como materia orgánica y para conservar la humedad de los suelos, “porque la aplicación de la ciencia y técnica y la sabiduría campesina, tenida en cuenta en todo lo que hacemos, propiciaron excelente población de los campos”.

Consciente de que el país no puede garantizar a los convenios porcinos 70% de la comida de años atrás, Luis Enrique sembró, además, ocho hectáreas de yuca, que utilizará como semillas en el sembrado extensivo de nuevas tierras que les serán asignadas.


Amado González González, o simplemente Amadito como es conocido en el municipio de San Luis, desde muy joven se dedicó a las labores del campo, donde por su dedicación y perseverancia pronto se convirtió en destacado productor porcinos del sector cooperativo campesino en la provincia de Santiago de Cuba.

Con el transcurso del tiempo, casi dos décadas, se fueron transformando sus sueños en una realidad, que lo ubicó en el selecto grupo vanguardista del Movimiento de productores de las 300 toneladas (ton) de carne de cerdo de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).

Tras poco más de un año apartado por diferentes causas de esta actividad, y ante el llamado de producir alimentos para el pueblo Amadito retoma la crianza y ceba de cerdos, en su finca Amistad San Luis-Nicaro, asociada a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Antonio Guiteras, en la demarcación de Cayajabo, del consejo popular Rafael Reyes.

Asume en esta oportunidad con la misma voluntadel convenio de sus primeros 1 000 puercos, contratados desde el pasado 24 de abril último, y ya exhibe con orgullo una masa animal saludable y de envidiable presencia física, que lo coloca en el camino de convertir su sueño en realidad, destaca el periodista Luis Sánchez del Toro, en el sitio web del periódico Sierra Maestra.

Agrega la publicación que después de una fuerte inversión, Amadito expresa sentirse seguro de volver a los años buenos de entrega de carne cuando sobrepasó las 300 toneladas en el año 2015, cifra que lo ubicó entre los mejores de Santiago de Cuba y el país.

Hoy, a pesar de la COVID-19 y del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, este destacado productor trabaja fuerte en las 36 hectáreas de su finca, de ellas 12 dedicadas a la producción de alimentos y ganado mayor: siembra de yuca, plátano, boniato, calabaza, caña, habichuela, quimbombó, king grass, entre otros cultivos, y más de 3 000 frutales dentro de esta propiedad, vinculada a un ambicioso Proyecto de Desarrollo Local.

La construcción de naves diseñadas para acumular cada seis meses entre 1 500 y 2 000 cerdos, la compra de animales para la mejora genética, el completamiento de 120 reproductoras con 20 sementales y el fomento de dos patios de cerdos de capa oscura, este último a partir del mes de diciembre, completan el proyecto que Amadito atiende optimista a pesar de las dificultades actuales.

1 comentario:

  1. Cuando leo estas noticias, me demuestran que en Cuba no hay alimentos suficientes por falta de organización. Lo que puede un hombre con 15 obreros atendiendo más de 30 hectáreas, es una productividad extraordinaria. Para que se tenga idea una hectárea es más menos una manzana en la ciudad y solo dos hombres se dedicarían a la atención, que implica roturación, siembra, mantenimiento (riego, desyerbe, etc) y cosecha.
    Pero tengo que hacer precisiones en cuanto a las unidades de medida, pues me parece que el entusiasmo nos aumenta la tierra y por eso el viejo comentario de que si nos guiamos por el periódico el área cultivable supera la extensión de la isla.
    En el caso de Luis Alberto López Chávez posee 30 hectáreas, es decir 2.2 caballerías. Si dedica una caballería (13.4202 hectáreas) a la siembra de calabazas, ese es su principal cultivo pues utiliza casi la mitad de las tierras que posee. Pero por otra parte dice que tiene muy buen rendimiento en el cultivo de frijo y maíz. Por mis gustos personales y lo que observo en el mercado sería más importante producir frijo que calabazas. No es una crítica es una observación o es que se manejó mal la unidad de medida.
    En el caso de los otros dos campesinos con similar cantidad de tierra noticia es muy abarcadora en cuanto a cultivos contra tierra, pero no se explica la utilización del espacio para poder sacar cuentas, no obstante entre ganado, cultivo, frutales, caña y naves, la tierra puede quedar un poco apretada.
    Rogelio Castro Muñiz

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