Todos
los pronósticos hasta hoy, 9 de agosto 2020, indican que Donald Trump no será
reelecto en las elecciones del primer martes de noviembre de este año.
No
es necesario emborronar este escrito con todas las barbaridades, disparates y
bestialidades que ha mostrado en estos fatídicos 4 años de anarquía, caos y
desgobierno.
El
más despreciable ha sido la forma tan perversa e inhumana en que ha ejercido
sus prerrogativas para hacerle frente a la pandemia del Covid-19, lo que ha causado la infestación y
la muerte de millones de estadounidenses, a pesar de ser la nación más opulenta
y poderosa del mundo.
Sin
embargo, al faltar solamente 80 días para las elecciones, nos han sorprendido
las informaciones que estamos recibiendo en las encuestas de instituciones
renombradas.-
Para
poner algunos ejemplos: el 31 de julio una encuesta dio el siguiente resultado.
Trump 4l%, Biden 49% ¡Sólo un 8% de
diferencia!
Otra,
la Fox News Poles, hizo la siguiente pregunta: “Será reelegido Trump en el 2020?
Resultado: ¡Sí 45%, No 45%!
¿Podrá
alguien sano mentalmente comprender cómo es posible que un cavernícola como el
actual presidente de los Estados Unidos, después de 4 años de su caótico
desgobierno, pueda aún contar con encuestas como éstas?
Por
otro lado, existe una discreción muy anormal en relación con la presencia en
los asesores de Donald Trump, para definir su estrategia que lo catapulte a su
opulento capricho, del facineroso Steve
Bannon, que resultó fundamental en la victoria de Trump en el año 2016.
Antes
que nada, es necesario que veamos algo de la historia de este espécimen:
En
el mundo actual hay una perspectiva estratégica de largo plazo que busca
instaurar un nuevo momento de gloria para la extrema derecha mundial. Un nombre
aflora en él: STEVE BANNON.
“THE MOVEMENT”, la nueva iglesia de la
ultra-derecha en su versión oficial afirma que BANNON se separa del gabinete de
Trump por diferencias irreconciliables con el yerno del presidente de Estados
Unidos, Jared Kushner. Sin embargo, visto los pasos posteriores de BANNON, no
es descartable que solo se trata de una “puesta en escena” para ocultar lo que
realmente vendrá en la construcción de una red de liderazgos mundiales que
emulen a Trump.
Los
tentáculos de “The Movement” en América Latina se pudieran examinar al
constatar la ineptitud política de Mauricio Macri para erigirse en el líder
necesario, por lo que se decidió el reclutamiento de Jair Bolsonaro como el
próximo garante de sus intereses en la región latino-americana.
De
esta forma, se logró clarificar las semejanzas del presidente de los Estados
Unidos y Bolsonaro, reforzando la tesis de que lo próximo que vendría serían
liderazgos políticos que reúnan en sus discursos dos ideas centrales: La
necesidad de volver a una edad de oro en que las naciones “eran grandes y
firmes, pero se degradaron con el tiempo”, y también la urgencia de una mano
dura que no se acompleje a la hora de defender la tortura y las prácticas
brutales.
Teniendo
en cuenta todo esta estrafalaria configuración tan habitual en los procesos
fascistas, concibo que ya en estos momentos las estrategias que desplegarán en
las próximas semanas, serán tan calumniosas, engañosas y embaucadoras; pero a
la vez, tan hábiles, astutas y pérfidas, que nos dilucidarán definitivamente la participación
de este sujeto en una nueva confabulación para lograr lo que sería la
degradación definitiva del imperio yanqui: la victoria increíble del troglodita
de Donald Trump.
Trump
por su parte ha estado desplegando hace rato y con mucha frecuencia, lo que se
le ha preparado, que consiste en lo que anteriormente he descrito como: LOS ALGORITMOS DEL MIEDO, que tanto
efecto e impresión causa en ese pueblo; lo que no hay dudas va desquiciándolo,
y a la vez empujándolo a definirse en las elecciones por el aspirante que luzca
más prepotente, enérgico y viril.
Puedo
poner como ejemplo, el enfermizo accionar de Trump contra China, casi
diariamente, lo que ha dado lugar, lamentablemente a que se engendre una
hostilidad y odio al chino como tal. Pero no solamente odio, sino un temor y un miedo desquiciante, y
como es natural en esos casos, habrá una buena parte de ese pueblo que decidirá
votar por el aspirante que está defendiendo a los Estados Unidos del PELIGRO
AMARILLO: una horda bárbara y cruel dispuesta a devorar el planeta.
Muy
pronto nos percataremos si toda esta disquisición tiene alguna parte de
certidumbre, o, al contrario, hemos estado arando en el mar.
La
Habana, 9 de agosto de 2020. “Año 62 del Triunfo de la Revolución”
JSAF
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