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miércoles, 8 de julio de 2020

Entendiendo el mercado bursátil de la pandemia

Jul 7, 2020

NEW HAVEN – El desempeño de los mercados bursátiles, especialmente en Estados Unidos, durante la pandemia del coronavirus parece desafiar la lógica. Con un desplome de la demanda que arrastra hacia abajo la inversión y el empleo, ¿qué podría estar manteniendo los precios de las acciones a flote?

Cuanto más difieren los fundamentos económicos y los resultados de mercado, más profundo se vuelve el misterio, hasta que uno considera las posibles explicaciones basadas en la psicología multitudinaria, la viralidad de las ideas y la dinámica de la epidemia narrativa. Después de todo, los movimientos de los mercados bursátiles están impulsados, en gran medida, por las evaluaciones que hacen los inversores de la reacción cambiante de otros inversores ante las noticias, más que por la noticia misma.

Esto es porque la mayoría de la gente no tiene manera de evaluar la importancia de las noticias económicas o científicas. Especialmente cuando la desconfianza en los medios de comunicación es alta, tiende a confiar en cómo la gente que conoce responde a las noticias. Este proceso de evaluación lleva tiempo, razón por la cual los mercados bursátiles no responden a las noticias de manera repentina y absoluta, como sugeriría la teoría convencional. Las noticias dan inicio a una nueva tendencia en los mercados, pero son lo suficientemente ambiguas como para que la mayor parte del dinero inteligente tenga dificultades para sacar provecho de ellas.

Por supuesto, es difícil saber qué impulsa al mercado bursátil, pero podemos al menos conjeturar ex post, en base a la información disponible.

Existen tres fases diferentes en el enigma en Estados Unidos: el alza del 3% en el S&P 500 desde el comienzo de la crisis del coronavirus, el 30 de enero, hasta el 19 de febrero; la caída del 34% desde esa fecha hasta el 23 de marzo, y el rebote del 42% desde el 23 de marzo hasta el presente. Cada una de estas fases revela una asociación asombrosa con las noticias, ya que la reacción rezagada del mercado está filtrada por las reacciones e historias de los inversores.

La primera fase empezó cuando la Organización Mundial de la Salud declaró que el nuevo coronavirus era “una emergencia de salud pública de importancia internacional” el 30 de enero. En los 20 días posteriores, el S&P 500 subió 3%, alcanzando un pico récord sin precedentes el 19 de febrero. ¿Por qué los inversores les darían a las acciones su mayor valuación en la historia justo después del anuncio de una posible tragedia global? Las tasas de interés no cayeron durante este período. ¿Por qué el mercado bursátil no “predijo” la inminente recesión cayendo antes de que empezara la crisis?

Una conjetura es que una pandemia no era un episodio familiar y la mayoría de los inversores a comienzos de febrero no estaban convencidos de que otros inversores y consumidores prestaran alguna atención a estas cosas, hasta que vieron una mayor reacción ante las noticias y en los precios de mercado. Su falta de experiencia pasada desde la pandemia de gripe de 1918-20 implicaba que no había ningún análisis estadístico del impacto de estos episodios en el mercado. El inicio de los confinamientos a fines de enero en China recibió escasa atención en la prensa mundial. La enfermedad causada por el nuevo coronavirus ni siquiera tuvo nombre hasta el 11 de febrero, cuando la OMS la bautizó COVID-19.

En las semanas previas al 19 de febrero, la atención pública a problemas de larga data como el calentamiento global, el estancamiento secular y los problemas de sobreendeudamiento estaba menguando. El juicio político del presidente Donald Trump, que terminó el 5 de febrero, todavía dominaba las conversaciones en Estados Unidos, y muchos políticos aparentemente seguían pensando que era contraproducente encender alarmas sobre una nueva tragedia hipotética de grandes dimensiones en el horizonte.

La segunda fase comenzó cuando el S&P 500 se desplomó 34% entre el 19 de febrero y el 23 de marzo, una caída similar a la crisis de la bolsa de 1929. Sin embargo, hasta el 19 de febrero, sólo se habían registrado un puñado de muertes a causa del COVID-19 fuera de China. Lo que cambió la manera de pensar de los inversores en ese intervalo no fue sólo una narrativa, sino una constelación de narrativas relacionadas.

Algunas de las noticias frescas eran ridículas. El 17 de febrero, se mencionó por primera vez una corrida por papel higiénico en Hong Kong, que terminó convirtiéndose en una historia sumamente contagiosa como una suerte de broma. Por supuesto, la noticia sobre la propagación de la enfermedad se estaba volviendo más internacional. La OMS la calificó de pandemia el 11 de marzo. Las búsquedas de “pandemia” en Internet alcanzaron un pico en la semana del 8-14 de marzo, y las búsquedas de “coronavirus” se dispararon en la semana del 15-21 de marzo.

Parece que en la segunda fase la gente intentaba aprender lo básico sobre este evento extraño. La mayoría de la gente no podía hacerse una idea de lo que estaba sucediendo, mucho menos imaginar que otros que podían influir en los precios de mercado lo estaban haciendo.

Cuando empezó la caída del mercado bursátil, aparecieron historias vívidas de penuria y disrupción comercial causada por el confinamiento. Por ejemplo, se decía que algunas personas en la confinada China se veían obligadas a buscar pececillos y gusanos marinos para comer. En Italia, había historias de trabajadores médicos en hospitales desbordados frente a la disyuntiva de tener que elegir qué pacientes recibirían tratamiento. Florecían los relatos sobre la Gran Depresión de los años 1930.

El inicio de la tercera fase, cuando el mercado del S&P 500 comenzó su recuperación del 40%, estuvo marcado por algunas noticias genuinas sobre política tanto fiscal como monetaria. El 23 de marzo, después de que las tasas de interés ya habían sido recortadas prácticamente a cero, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció un programa agresivo para establecer líneas de crédito innovadoras. Cuatro días más tarde, Trump firmó la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES por su sigla en inglés), prometiendo un estímulo fiscal agresivo.

Estas dos medidas, y acciones similares en otros países, fueron catalogadas como acciones semejantes a las tomadas para contrarrestar la Gran Recesión de 2008-09, a lo que siguió un incremento gradual, pero en definitiva enorme, de los precios de las acciones. El S&P 500 aumentó cinco veces desde su piso el 9 de marzo de 2009 hasta el 19 de febrero de 2020. La mayoría de la gente no tiene ni idea de cuál es el plan de la Fed o qué significa la Ley CARES, pero los inversores sí conocían un ejemplo reciente en el que esas medidas aparentemente funcionaron.

Enseguida se recordaron historias de colapsos y fuertes recuperaciones del mercado bursátil de menor envergadura, pero de todos modos significativos, algunos de ellos de 2018. Los comentarios de arrepentimientos por no comprar en los mínimos entonces, o en 2009, pueden haber dejado la impresión de que el mercado había caído lo suficiente en 2020. En ese momento, cundió el miedo a perder, lo que reforzó la idea de los inversores de que era seguro volver a entrar.

En las tres fases del mercado bursátil del COVID-19, los efectos de las noticias genuinas son evidentes. Pero los movimientos de los precios no necesariamente son una respuesta pronta y lógica. De hecho, rara vez lo son.

ROBERT J. SHILLER, a 2013 Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at Yale University and the co-creator of the Case-Shiller Index of US house prices. He is the author of Irrational Exuberance, Phishing for Phools: The Economics of Manipulation and Deception (with George Akerlof), and Narrative Economics: How Stories Go Viral and Drive Major Economic Events.

EVOLUCION DE LA ECONOMIA MUNDIAL E IMPACTOS PARA CUBA

Dr José Luis Rodríguez García

I

Las dificultades presentes desde el 2016 se mantuvieron en el 2018, aun cuando la economía creció un 2,2% y continuaron las restricciones energéticas con la entrega directa del combustible por parte de Venezuela –lo que obligó a un ajuste en los niveles de actividad del país- compensándose nuevamente de forma parcial la falta de energéticos a través de compras en Argelia y Rusia (en parte financiadas por Venezuela), mientras que la producción cubana de petróleo equivalente no creció, manteniéndose en torno a 3 millones 500 mil TM por agotamiento de varios pozos. Estos factores negativos se exacerbaron en el 2019 con un aumento -inédito por su intensidad- de las agresiones norteamericanas contra Cuba.



NOTA: (P) Plan (E) Estimados del autor y de EIU. (*) Una información oficial indica que esta cifra fue rectificada del 1,2% planteado originalmente, alcanzándose un crecimiento real de 2,2%.

FUENTES: EIU (2018 y 2019); GRANMA (2019, 2019b y 2019c), ONEI (2019) y CUBADEBATE (2019 y 2019a).

Durante el 2018 la economía cubana creció 2,2% en medio de un complejo panorama que llevó a que se registraran decrecimientos en la industria azucarera, con una zafra que disminuyó un 39%; y la actividad de minas y canteras (-2,0%), donde la producción de níquel más cobalto se calcula que decreció un 10,7% con relación al 2017. También la agricultura decreció -4,9% ese año.

Por otra parte, se creció alrededor del 14% en las inversiones, aunque el plan se cumplió al 85% y la tasa de inversión sobre el PIB fue del 13,9%. También se registran crecimientos en los sectores de transporte y comunicaciones (5,7%); industria manufacturera (3,7%); construcción (9,3%); comercio (2%); salud (3%), así como en cultura y deportes (2,3%).

Para el 2019 se estimó originalmente una tasa de crecimiento del 1,5% en el plan, tomando en cuenta los desequilibrios financieros que persistirían en el año. En ese plan se destacaba: un crecimiento de la producción azucarera del 38,9%, un 23,8% de aumento en las inversiones; un incremento en el número de turistas del 7,8%; una disminución del déficit fiscal de alrededor del 31% y una discreta recuperación del saldo positivo en la balanza comercial total.

No obstante, ya al inicio del primer semestre de este año se enfrentó una situación extraordinaria en la capital del país, producto del impacto de un tornado que azotó buena parte de La Habana a finales de enero, destruyendo parcial o completamente 7 872 viviendas, dejando 253 682 personas afectadas, entre las que se encontraban unos 190 heridos, lamentándose la muerte de siete personas y causando múltiples daños en instalaciones sociales como policlínicos, hospitales y escuelas. Los daños de este evento meteorológico se estimaron en 7 000 millones de pesos.

Por otro lado, la reducción que se registra en los resultados económicos durante este año en el caso de Cuba, no puede decirse que obedezcan a un desempeño determinado por una gestión económica interna menos eficiente, sino que reflejan mayormente el enorme impacto de la agresividad que ha venido desarrollando la administración de Donald Trump desde junio del 2017, pero que se ha incrementado notablemente durante los últimos meses, alcanzando la cifra de 30 nuevas medidas punitivas implementadas solamente en el 2019.

En efecto, los ataques más recientes dirigidos contra la economía cubana incluyen –además de la prohibición mediante sanciones de cualquier vínculo de negocios de ciudadanos norteamericanos con entidades estatales cubanas– medidas inéditas como la aplicación del Título III de la Ley Helms Burton, que fuera aprobada en 1996 y que ningún presidente de Estados Unidos había puesto en práctica en los últimos 23 años.

A ello se agregan los ataques al turismo cubano al prohibir la entrada al país de cruceros y prácticamente todo tipo de embarcaciones o naves aéreas, unida a la reducción casi total de vuelos de aerolíneas norteamericanas desde EEUU hacia Cuba incluyendo los vuelos charter; la limitación de las remesas, reduciéndolas a 1 000 USD trimestrales por persona; la persecución de las ventas o transportación de combustible a Cuba para tratar de asfixiar el país y –más recientemente– la campaña de descrédito montada para eliminar la cooperación médica cubana con numerosos países, medida de inusitada crueldad y desprecio por la vida, del actual gobierno norteamericano al pretender borrar los resultados de 400 000 colaboradores, que en 56 años han cumplido misiones de salud en 164 naciones. Como parte de esa campaña, los gobiernos derechistas de Brasil, Ecuador y Bolivia cancelaron la colaboración médica cubana.

No obstante, la medida de mayor impacto fue la persecución a la compra y transporte de combustible que se desató en septiembre del 2019 (aunque ya se habían venido confrontado dificultades desde abril), lo que provocó serios impactos en la economía nacional, que ha venido funcionando aproximadamente con el 50% de los suministros requeridos en el último trimestre.

Finalmente, el anuncio al cierre de junio del aumento del salario del sector presupuestado estatal hasta una media de 1 067 pesos mensuales –para un incremento promedio del 68,3%- es un factor de estimulación que reportó efectos positivos durante el resto del año, aunque supuso incrementos en la oferta mercantil para frenar las tendencias inflacionarias y un ajuste en el Presupuesto del 2019 para no rebasar el déficit previsto en el año.

En síntesis, la economía cubana logró no decrecer y aumentar el PIB un 0,5%, cifra –aunque modesta- resulta incluso superior al crecimiento de América Latina y el Caribe, que solo alcanzó el 0,1% en este año según la CEPAL.

II

Dado el nivel de apertura de la economía nacional, un balance objetivo de lo ocurrido necesariamente debe partir de considerar preliminarmente el impacto de los factores externos en el año, en el contexto de la compleja situación comentada anteriormente.

En primer lugar, la situación económica internacional ha evolucionado en muchos aspectos negativamente durante el 2019, lo cual ha estado determinado fundamentalmente por los efectos de la guerra económica desatada por Estados Unidos contra China a partir de la fuerte elevación de los aranceles a las exportaciones de esta última como una vía para tratar de eliminar el déficit comercial norteamericano con el país asiático. Por otro lado, la administración de Donald

Trump elevó en 2018 las tasas de interés en EEUU medida que tiene entre sus impactos el de atraer recursos financieros de otros países, lo que induce a una fuga de capitales en estos –especialmente en países de bajo desarrollo-, con las imprevisibles consecuencias que esto puede provocar. Pero en el verano del 2019 estas tasas bajaron estimulando el endeudamiento en EE.UU. cuya deuda pública ya llega a 23 billones de dólares, situación no sustentable en el tiempo. Todo esto se añade a una coyuntura donde no se han superado totalmente los efectos de la crisis que estalló hace 10 años y no ha desaparecido el peligro de su repetición.

Esta negativa coyuntura genera incertidumbre y efectos negativos en todas partes, a lo que no escapa nuestro país, especialmente en relación al financiamiento externo y la inversión extranjera.

En cuanto al comercio exterior, la economía cubana ya mostraba una reducción del 24,5% en las exportaciones de bienes y servicios y una contracción similar en las importaciones entre 2012 y 2017, aún cuando se mantuvo un saldo positivo en el intercambio total, aunque con tendencia a la reducción.

En el 2018 la caída de ingresos por la vía de las exportaciones estuvo marcada – en primer lugar- por el descenso de la producción de níquel, -primer rubro en la exportación de bienes- que pasó de 72 530 TM en el 2011 a un plan de solo 50 000 el pasado año, el cual –si bien parece haberse logrado, según las últimas noticias disponibles- resultaría inferior al del año precedente, que se ubicó en unas 56 000 TM, según estimados. Esta situación se asocia a la descapitalización de las fábricas y a dificultades con el financiamiento suficiente para frenar esta tendencia, aunque en el año se invirtieron 50 millones de pesos solo en la planta Che Guevara.

Durante el 2019 se estima que la producción se ha mantenido en torno a las 50 000 TM, aunque la planta Pedro Soto –operada en asociación con la compañía Sherritt- reportó crecimientos de un 13% de enero a septiembre.

Tampoco puede obviarse la fluctuación de los precios de este mineral, que si bien en el 2018 se estima que alcanzaron 13 108 USD por TM para un incremento del 26% sobre el año anterior, en los últimos 8 años se registra un descenso del 42,8% y los crecimientos previstos hasta el 2019 lo ubicaban en 13 904 USD, un 6,1% por encima del promedio del año anterior. Por otro lado, se espera un alza de los precios del níquel en la perspectiva por su uso en la producción de automóviles eléctricos que está creciendo.

No obstante, las perspectivas para el próximo año pueden mejorar si se considera que también el contenido de las colas que se acumulan a partir del proceso industrial, contienen una significativa cantidad de minerales potencialmente valiosos y se busca inversión extranjera para su explotación. Por otro lado, cabe esperar un alza en los precios del 2020 debido a la prohibición de exportar el mineral adoptada por el gobierno de Indonesia a partir del 1º de enero, lo cual debe favorecer la exportación de 53 000 TM planificada por Cuba a mejores precios.

En relación con la producción de azúcar, la zafra de 2018 resultó muy afectada por problemas climáticos con la alternancia de períodos de sequía y lluvias a destiempo, a lo que se sumó el negativo impacto del huracán Irma que en septiembre del 2017 arrasó con 380 000 hectáreas de caña y dañó seriamente a 24 centrales. Por su parte, el precio promedio de la libra de azúcar en 2018 fue de 12.25 centavos por libra, un 23% inferior al logrado en el 2017.

La producción de la zafra del 2019 fue de alrededor de un millón 327 mil TM –un incremento del 20,6% en relación a la zafra anterior, aunque 191 mil TM menos que lo planificado. En estos resultados presentaron afectaciones un número importante de factores, pero donde se reiteran los problemas con las reparaciones en la industria y la falta de piezas de repuesto en la cosecha, así como bajos rendimientos agrícolas de la caña y falta de fuerza de trabajo.

Las perspectivas para el 2019 no mejoraron, y se espera un nivel similar en el precio promedio del azúcar al cierre del año. No obstante, en el primer semestre se cumplieron los ingresos por exportación de azúcar gracias a una política adecuada de preciación en el mercado internacional.

A pesar de las limitaciones apuntadas, para el 2020 cabe esperar precios al alza debido a que se ha calculado un déficit de existencia de 6.12 millones de toneladas en el mercado mundial. Esta coyuntura debe ser favorable para los precios de las 860 000 previstas para exportar por el país de una producción total que se estima similar a la del año 2019.

En lo referido a las exportaciones de derivados del petróleo el precio promedio del marcador WTI alcanzó 65 dólares el barril en 2018, ya que –después de un rápido crecimiento hasta octubre- el precio comenzó a descender a niveles inferiores a 55 dólares en medio de un crecimiento de las tensiones internacionales provocadas por la agresiva política de Trump –especialmente en lo referido a la guerra comercial que ya estalló-, todo lo cual generó una gran incertidumbre en medio de un discreto incremento de la demanda energética mundial. Para el 2019 no se logró una recuperación del precio del petróleo y el barril WTI al cierre del año se proyecta con un precio de 56.74 USD por barril, un 12,7% por debajo del precio del 2018. El precio previsto para el 2020 se ubica en torno a 55 USD por barril, aunque una situación compleja como la que se presenta actualmente entre Estados Unidos e Irán, puede elevar nuevamente el precio.

Por otra parte, en el 2018/19 no se logró una recuperación de la producción de petróleo en Venezuela y la empresa mixta CUVENPETROL de Cienfuegos se liquidó, por lo que se infiere que no se produjeron desde el 2017 exportaciones significativas de derivados del petróleo, aunque no se cuenta con información definitiva sobre el tema hasta el momento de redactar este informe.

Por otro lado, las exportaciones de servicios también se han visto afectadas.

En el caso del turismo, de un plan original de 5,1 millones de visitantes en el 2019, se logró un crecimiento del 5,8% hasta mayo, con un cumplimiento del 90,6% del plan de ingresos y un costo por peso de 0.59 CUP. Sin embargo, las medidas restrictivas adoptadas por el gobierno norteamericano provocaron que los visitantes comenzaran a bajar desde junio.

Se estima que estas medidas motivaron –como ya se apuntó- que hubiese 560 mil visitantes norteamericanos menos este año. El pronóstico ajustado de turistas totales a recibir en 2019 fue 4.3 millones, con un decrecimiento del 10% y un cumplimiento del 84,3% del plan solamente. Según los últimos datos disponibles, la caída fue de 9,3% ya que llegaron a Cuba 4 275 558 visitantes, 436 352 menos que en el 2018. Consecuentemente se verá fuertemente afectado el ingreso turístico, que se había previsto creciera un 17,6% este año. Los ingresos durante el primer semestre alcanzaron solo unos 1 235 MMUSD según datos de la ONEI, una suma similar a la del año 2018 en ese período.

Igualmente los ingresos por exportación de fuerza de trabajo calificada se estima disminuyan al cierre del 2019 debido a la retirada de la colaboración cubana del personal de salud ubicado en Brasil y Ecuador, situación que impactará negativamente en la balanza de pagos del país en un entorno superior a 400 millones de dólares, según estimados internacionales. A esto se añaden dificultades con la entrada de los ingresos líquidos de la colaboración cubana en Venezuela producto de la tensa situación económica que continúa enfrentando ese país. Más recientemente, la retirada de los médicos cubanos producto del golpe de estado en Bolivia, se inscribe en la campaña mediática desatada por EEUU contra Cuba.

En relación con las importaciones, se registra un incremento en el precio por tonelada de una serie de alimentos al cierre del 2019, compararlos con el año anterior, entre los que destacan el arroz (8,3%), el trigo (15,2%) y el frijol de soya (3,6%). Por otro lado, se reducen los precios del pollo (-14,9%). En promedio los precios de los alimentos crecieron un 9,5% hasta noviembre.

En síntesis, según estimados de The Economist Intelligence Unit de diciembre de 2019 se estima que el saldo de la balanza comercial total subió de 1829 millones de dólares en 2017 a 1 937 en el 2019 y se estima que será de 469 millones en 2020, para una reducción del 75.8%.

El ajuste en las importaciones que se ha implementado producto de la rebaja de los gastos en divisas del país, la no ejecución de nuevos créditos para cubrir el desbalance y el ajuste en la asignación de portadores energéticos, ha provocado impactos en la actividad productiva y de servicios, aunque se ha preservado la generación eléctrica para no afectar la población.

Por su parte, el ministro de Economía informó en la ANPP que durante el primer semestre el balance muestra un incremento del 3% en las exportaciones –un 1% en bienes y un 4% en servicios-, mientras que las importaciones aumentaron un 4%. No obstante se estima que durante el 2019 se produjo una reducción del 7,3% en las exportaciones totales y una caída del 3,0% en las importaciones.

III

Lo señalado anteriormente en relación a la disminución del saldo comercial se refleja en significativas afectaciones financieras para la economía cubana.

Por su parte, el saldo estimado de la cuenta corriente se mantuvo positivo, pero desciende de 2 531 millones de dólares en 2018 a un estimado de 1 460 millones en 2019, para una disminución del 42,3%.

En el orden monetario durante el 2019 se mantuvo la devaluación del euro y del dólar de Canadá en relación al USD en una magnitud algo superior a 1.10 USD por euro en el primer caso y de 1.30 dólares canadienses por USD en el segundo, afectando en ambos casos, el poder adquisitivo de los turistas que visitan Cuba y la capacidad de compra de esas monedas cuando son utilizadas por nuestro país para pagos en el exterior.

Un elemento no completamente evaluado en estos momentos lo constituye la devaluación del Bolívar Fuerte venezolano (BF), reconocida en el 2018 con la emisión de una nueva moneda en Venezuela –el Bolívar Soberano-, tomando en cuenta la tendencia claramente recesiva de la economía de Venezuela que continuó durante el 2018 y el 2019, cuando se estima una nueva caída en el PIB del 25,5% en este año, según la estimación de CEPAL más cercana.

A pesar de todas las dificultades, en el 2019 se presentó una situación aceptable para la inversión extranjera directa. De tal modo se acordaron 25 nuevos negocios por 1 700 millones de USD entre octubre del 2018 y el mismo mes del 2019. En síntesis, desde abril del 2014, se han registrado 50 negocios en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel por unos 2 600 millones de dólares y otros 149 acuerdos se han firmado en el resto del país, todo lo cual computa un compromiso de inversión total entre el 2014 y el 2019 por más de 8 000 millones de dólares con empresarios de 35 países.

Finalmente cabe destacar que la Cartera de Oportunidades de Negocios con Inversión Extranjera 2019-20 abarcó 460 proyectos con un potencial de inversión superior a 11 745 millones de dólares.

También entre el 2018 y el 2019 se obtuvieron o concretaron créditos de significación para Cuba a partir del recorrido del presidente Díaz-Canel por un grupo de países. Entre ellos se destaca la concreción de financiamiento por 260 millones de dólares en Rusia para objetivos en la modernización de los ferrocarriles, las acerías y las termoeléctricas. A ello se sumó el anuncio reciente de otro crédito por 2 000 millones de USD para los ferrocarriles a 7 años vista. En China se obtuvieron créditos por 124 millones para la compra de equipos de construcción para el turismo y 40 millones para fuentes renovables de energía, junto a una donación por 129 millones para ciberseguridad.

Adicionalmente, en el 2019 el país obtuvo nuevas líneas de crédito entre las que destacan de Francia por 150 millones de euros; de la India por 75 millones de dólares para energía fotovoltaica; de España fondos para la asistencia y cooperación por 57.5 millones de euros y de la OPEP por 25 millones para obras hidráulicas.

Por último, se continuó haciendo un notable esfuerzo en el 2019 para cumplir con el pago del servicio de la deuda renegociada, erogándose 70 millones de dólares con países del Club de París, incluyendo la aplicación de swap de deudas con un grupo de acreedores. Según el EIU, en el año el servicio de la deuda total alcanzó una cifra en torno a 2 000 millones de dólares, aunque se reportó incumplimientos en el pago de la deuda renegociada.

En general, las condiciones de la economía internacional en 2018 no favorecieron la evolución de la economía cubana y esas condiciones empeoraron sustancialmente en el 2019, cuando se previó un crecimiento del PIB del 1,5%, obteniéndose 0,5% en un contexto donde la región crecerá 0,1% según CEPAL. Igualmente las medidas que viene adoptando la administración norteamericana contra Cuba se pronostica que continuarán teniendo una repercusión negativa, especialmente en el sector del turismo y la inversión extranjera con la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton.

Las prioridades del plan 2020 colocaron en un primer plano tres aspectos esenciales: reducir el componente importado del turismo para elevar el ingreso neto del sector; revisar y elevar la eficiencia del proceso inversionista y fortalecer la capacidad de gestión de la empresa estatal. A lo anterior se unió el crecimiento de las exportaciones, la sustitución de importaciones y mayor captación de la inversión extranjera, factores todos que resultan determinantes para mejorar el desempeño del económico el próximo año y para mitigar los efectos de un entorno que no nos favorecerá, con un crecimiento previsto del PIB del 1% solamente.

Fecha de cierre de información: 3 enero 2020.

BIBLIOGRAFIA

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World Bank (2019) “Commodities Price Outlook” September 2019 en www.pubdocs.worldbank.org

Iberostar arranca la temporada con más de 45 hoteles en nueve países

La dirección afronta "con ilusión este ambicioso calendario para los próximos meses"

Actualizado 7 julio, 2020 || Por R. P.


Iberostar avanza en su particular plan de desescalada (Iberostar reabre sus hoteles “con una visión holística y sostenible”). La cadena anuncia la apertura de más de 45 hoteles ubicados en nueve países (España, Portugal, Montenegro, Grecia, Túnez, Marruecos, Jamaica, México y Cuba), 24 de ellos en España.

La vuelta gradual a la actividad se inició el pasado mes de junio en el Iberostar Cristina (Mallorca), lo que permitió a la cadena recibir a sus primeros clientes locales e internacionales y poner en práctica los nuevos protocolos y medidas de seguridad e higiene que ha elaborado junto a su Consejo Asesor Médico (CAM).

Tras esta primera apertura, la cadena que preside Miguel Fluxá está retomando de forma gradual la operativa en Europa y el resto de destinos internacionales donde está presente. Durante este verano, sus clientes podrán disfrutar nuevamente, entre otros, de hoteles como Iberostar Selection Paraíso Maya, Iberostar Selection Playa Mita y Coral Level at Iberostar Selection Cancún, en México; Iberostar Selection Rose Hall Suites, en Jamaica; Iberostar Alcudia, Park, Iberostar Selection Playa de Muro Village, Iberostar Selection Llaut, en Palma en Mallorca; Iberostar Selection Andalucía Playa, Iberostar Selection Marbella Coral Beach o Iberostar Isla Canela, en Andalucía; Iberostar Selection Lanzarote Park, Iberostar Selection Fuerteventura Palace e Iberostar Selection Anthelia, en Canarias.

La cadena hotelera asegura afrontar “con ilusión este ambicioso calendario para los próximos meses” y espera incrementar el número de hoteles operativos en función de la reapertura de fronteras, así como de la reactivación de la demanda y la conectividad aérea.

( Tomado Preferente)

Díaz-Canel en Cumbre de la OIT: “El momento es dramáticamente serio y exige acciones coordinadas”

Por: Miguel Díaz-Canel Bermúdez

8 julio 2020 



Díaz- Canel en la Cumbre Mundial Virtual de la Organización Mundial del Trabajo. Foto: Estudios Revolución.
Señor Director General;
Excelentísimos señores Jefes de Estado y de Gobierno:
Me honra traer hasta esta Cumbre virtual la voz de Cuba, un pequeño país en desarrollo, donde los trabajadores en el poder batallan cotidianamente por consolidar toda la justicia, sueño y compromiso de los padres de la nación.
Hoy, como siempre en los últimos 61 años, Cuba hace suyos los nuevos y graves desafíos con los que la Organización Internacional del Trabajo comienza a transitar su segundo siglo de vida.
Cuando a los retos que ya enfrentaba el mundo laboral, bajo las duras reglas del mercado, se añaden los efectos de la COVID-19, son innegables las devastadoras consecuencias que tendrán las múltiples crisis generadas por esta pandemia en la economía de todos los países.
El desempleo se ha multiplicado. La desprotección social aumenta y con ella se acrecientan las desigualdades y la pobreza.
Pero no debemos engañarnos. Los terribles impactos y las nefastas consecuencias de la pandemia en todo el mundo no se deben solamente a este letal virus. Años de política neoliberal y de capitalismo salvaje, regidos por los designios del mercado, son la causa más profunda de la grave situación global.
Según los expertos, ya se han perdido 305 millones de empleos y 1 600 millones de trabajadores ven amenazados sus medios de subsistencia. Cientos de millones de personas están por sumarse a los que ya sufren las desigualdades de un injusto orden económico internacional y cuya supervivencia está ciertamente en juego.
El momento es dramáticamente serio y exige acciones coordinadas. Ni gobiernos, ni trabajadores ni empleadores podemos cruzarnos de brazos. Y el colosal empeño al que debemos consagrarnos impone hallar soluciones que coloquen los derechos de los trabajadores como interés superior.
También requerirán asistencia aquellos que generan empleo, en particular, los pequeños y medianos productores.
Se requiere consolidar el diálogo social en la definición y ejecución de las políticas de enfrentamiento y recuperación tras la pandemia.
Señor Director General:
Cuba, una nación pequeña que ha enfrentado la pandemia de la COVID-19, sufre el recrudecimiento brutal y oportunista de la política de bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, dirigida a estrangular totalmente nuestro comercio y el acceso a los combustibles y a las divisas internacionales.
A pesar de la creciente demanda mundial, el bloqueo a Cuba no solo se mantuvo al sobrevenir la amenaza epidemiológica para todo el planeta, sino que ha ido escalando en su acoso criminal a todo el pueblo, castigando con particular saña a la familia cubana.
En medio de esa asfixiante guerra económica, nuestro Gobierno ha implementado acciones para la protección de la salud de todo el pueblo, el mantenimiento del empleo y la defensa a las garantías y derechos laborales para todos, que son baluartes de nuestro proyecto social.
Fueron aplicadas 36 medidas de carácter laboral, salarial y de seguridad social: crecen el trabajo a distancia y el teletrabajo; se reubicaron trabajadores en otros puestos y se ampliaron las garantías salariales a los que se encuentran en sus casas al cuidado de hijos menores, de adultos mayores y a aquellos en condiciones de fragilidad de salud o que no fue posible reubicar; se exoneró del pago de impuestos a más de 240 000 obreros del sector no estatal; se mantuvo el pago de las pensiones, y los trabajadores sociales prestan atención especial a las familias que lo requieren, entre otras acciones.
Nadie quedó desamparado. Existen condiciones para iniciar los procesos de recuperación y el camino hacia la nueva normalidad, sobre la base de la más amplia participación del pueblo en el proceso de toma de decisiones.
Señor Director General:

Resultan hoy más necesarias que nunca la cooperación y la solidaridad internacional. Nada vale tanto como la vida de una persona. Ese es un principio fundamental de la Revolución Cubana, sobre el que se yergue nuestra cooperación internacional en salud, educación y todo cuanto tenga que ver con la dignidad humana.
Por eso rechazamos, condenamos y repudiamos del modo más enfático todas las medidas coercitivas unilaterales que se imponen a naciones soberanas como Cuba, Venezuela y otras que hoy sufren el más cruel y masivo de los castigos por elegir un sistema político o social diferente al de los poderes económicos dominantes. Esas medidas son inhumanas y deben ser eliminadas, aún más en el contexto de la actual pandemia, cuando las sanciones apuntan al genocidio.
La Organización Internacional del Trabajo, con una amplia obra en favor de la justicia social, la promoción del empleo digno y la protección de los derechos de los trabajadores, puede contribuir, dentro de su mandato, a ayudar al mundo del trabajo a dejar atrás la crisis causada por la COVID-19.
Cuba, como país fundador de esta Organización, reitera su voluntad de continuar fortaleciendo el indispensable multilateralismo, la solidaridad y la cooperación internacional, con el compromiso de continuar garantizando la protección de los derechos de los trabajadores y avanzar en la construcción de un mundo más justo.
El trabajo es un valor y un derecho sagrado. Como expresara el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “… solo trabajando se puede avanzar, solo trabajando se pueden producir los bienes que el país necesita, solo trabajando se puede producir más alimento, solo trabajando se debe salir de las dificultades más apremiantes que tenemos”.
Muchas gracias.

En video, la intervención

Destacan potencialidades de comercio agrícola Vietnam- Estados Unidos

El director de Cooperación Internacional del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Nguyen Do Anh Tuan, destacó hoy las potencialidades de los lazos Vietnam- Estados Unidos en el comercio de productos agrícolas.

VNA miércoles, julio 08, 2020 16:05 

Hanoi (VNA)- El director de Cooperación Internacional del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Nguyen Do Anh Tuan, destacó hoy las potencialidades de los lazos Vietnam- Estados Unidos en el comercio de productos agrícolas.


Foto ilustrativa (Fuente: internet)

En una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias, enfatizó que el país norteamericano lidera el mundo en la producción agrícola moderna, mientras que Vietnam está en un proceso de reestructuración de ese sector con el fin de mejorar su eficiencia y satisfacer las demandas del mercado.

El país indochino posee ventajas con productos tropicales típicos como frutas y mariscos de alta calidad. En cambio, el mercado vietnamita es una plaza potencial para los exportadores estadounidenses de equipos, tecnologías y materiales primas para el cultivo y la ganadería, informó.

En relación al comercio, señaló que Estados Unidos es el mayor socio y el segundo mercado de productos agrosilvícolas y acuícolas vietnamitas.

El valor de los intercambios bidireccionales en ese campo totalizó 10 mil 560 millones de dólares el año pasado frente a los cuatro mil 370 millones de dólares registrados en 2011, con un aumento promedio anual de 29 por ciento, precisó.

Detalló que Vietnam envía a Estados Unidos muebles interiores, mariscos, anacardos, café, pimienta, frutas, verduras y granos; mientras importa productos lácteos, frijoles, piensos y otros materiales para la ganadería.

Gracias a los esfuerzos de ambas partes, la pitahaya, longan, lichi, caimito, rambután y mango de Vietnam lograron el permiso para su venta oficial en el mercado estadounidense. Los dos países también cooperan estrechamente en el desarrollo del rubro de pescado Tra (pangasius), dijo.

Según Anh Tuan, Estados Unidos importa cada año productos agrícolas por valor de 130 mil millones de dólares, dos tercios del monto pertenece a artículos tropicales.

Para penetrar en este mercado exigente, las empresas vietnamitas deben satisfacer las normas estrictas de calidad, inocuidad higiénica y de origen, entre otras, sugirió./.

Textuales. Cinco pasajes explosivos del nuevo libro de la sobrina de Donald Trump: “Demasiado nunca es suficiente”

Narcisista traumatizado. Un payaso sin principios, que hace trampas en exámenes universitarios y tiene un problema con las mujeres. Mary Trump no se guarda nada.


"Too Much and Never Enough" (Demasiado nunca es suficiente), el polémico libro de Mary Trump sobre su tío presidente. / EFE

"Cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo". Con ese mensaje Mary Trump, psicóloga y sobrina del presidente de Estados Unidos Donald Trump, anticipa en la tapa de su nuevo libro "Demasiado nunca es suficiente", que no tiene nada bueno para decir sobre el hombre en la Casa Blanca.

Se trata de una memoria reveladora en la que la sobrina presidencial describe a un "narcisista" que ahora amenaza la vida de todos los estadounidenses.

En definitiva describe a un hombre que es un fraude y un acosador.

La Casa Blanca rechazó las afirmaciones hechas en el libro, cuyos extractos se han filtrado a los medios estadounidenses. La obra además se suma a otro libro de infarto para el presidente que en noviembre busca su reelección: el libro de John Bolton "El salón donde todo ocurrió".

La familia Trump interpuso una demanda para que el libro de la prima Mary no se venda en las librerías este 14 de julio.

The New York Times y The Washington Post ya publicaron este martes algunos pasajes que retratan décadas de disfunción familiar.

Más que narcisismo

Mary Trump, de 55 años, escribe que para su tío, "nada es suficiente" y que el presidente de los Estados Unidos exhibe todas las características de un narcisista.

"Esto va mucho más allá del narcisismo", escribe su sobrina, que tiene un doctorado en psicología clínica, sobre Trump. "Donald no es simplemente débil, su ego es algo frágil y debe ser reforzado en todo momento porque sabe en el fondo que no él es nada de lo que dice ser".

'Too Much and Never Enough', el nuevo libro sobre Donald Trump. /EFE

Desde su lugar de psicóloga, Mary sostiene que Trump, el presidente, cumple con nueve criterios clínicos que apuntan a que es un narcisista completo. Y aun así, agrega, ese diagnóstico no refleja la totalidad de los problemas psicológicos de Donald.

“El hecho es que las patologías de Donald son tan complejas y sus comportamientos muchas veces son tan inexplicables que llegar a un diagnóstico preciso y completo requeriría de una larga serie de pruebas psicológicas y neurofísicas que nunca se sentará a hacer”, dice Mary Trump.

Además, asegura que el magnate reconvertido en político ha estado tan recluido la mayor parte de su vida adulta, gracias a la fortuna de su padre, que “no hay forma de saber si prosperaría, o incluso sobreviviría, él solo en el mundo real”.


Mary Trump también describe a su tío como un producto de un padre extremadamente dominante./ AFP

Mary Trump, que no tiene relación con el núcleo de la familia Trump desde hace años, también describe a su tío como un producto de un padre extremadamente dominante, Fred Trump, a quien siempre quiso complacer.

La psicóloga es hija del hermano mayor de Donald Trump, Fred Jr., que fracasó en su intento de encargarse de los amplios negocios inmobiliarios de la familia. Y terminó muriendo con 42 años de una enfermedad relacionada con el abuso del alcohol.

A Donald, sin embargo, le fue bien en el negocio de su padre y esquivó sus desprecios porque su personalidad era útil para los objetivos del patriarca, a quien describe como un “sociópata”: “Eso es lo que hacen los sociópatas: se apropian de otras personas y las usan para sus propios fines, de forma despiadada y eficiente, sin tolerancia hacia la disconformidad o la resistencia”.

El hecho de que el patriarca se volcará en Trump como su sucesor no hizo más que "liberar a la bestia".

Trampas en exámenes

Mary Trump bucea en varios detalles de la vida del presidente estadounidense, como el hecho de que Trump hizo que otra persona realizara sus propias pruebas de acceso a la Universidad. Le pagó a otro estudiante altamente calificado, lo que hizo que recibiera una puntuación tan alta que le permitió entrar en la prestigiosa escuela de negocios de Wharton de la Universidad de Pennsylvania.

Estaba "preocupado de que su promedio de calificaciones, que lo colocaba lejos de la cima de su clase, arruinaría sus esfuerzos para ser aceptado".

Contrató a "un chico inteligente con reputación de ser un buen examinador, para tomar sus SAT (examen) por él", escribe, y agrega: "Donald, que nunca careció de fondos,le pagó bien a su amigo".

Trump asistió a la Universidad de Fordham en la ciudad de Nueva York, pero luego se transfirió a la Wharton School of Business de la Universidad de Pennsylvania.

La Casa Blanca negó que el presidente hiciera trampa en el examen de ingreso a la universidad.

"Un payaso sin principios"

La autora revela también que la propia hermana del mandatario, Maryanne Trump Barry, lo describió como un “payaso” cuando anunció su candidatura a la presidencia, y se mostró sorprendida por el apoyo recibido por los cristianos evangelistas en EE.UU., ya que el magnate “no tiene principios. ¡Ninguno!”.

“La única vez que Donald fue a la iglesia fue cuando ahí estaban las cámaras”, dijo la hermana de Trump a la autora del libro durante una comida en 2015.

Mary Trump también revela que el día que su papá Fred murió, Donald fue al cine.

"Tenía que derribar a Donald"

En el libro, Mary Trump describe cómo ella proporcionó documentos fiscales al New York Times, que los utilizó para publicar un artículo de investigación de 14.000 palabras sobre los "dudosos esquemas fiscales de Trump durante la década de 1990, incluidos casos de fraude absoluto, que aumentaron enormemente la fortuna que recibió de sus padres ".

La autora cuenta que los periodistas fueron a verla a su casa en 2017 y que inicialmente se mostró reacia a ayudar.

Esperó un mes y observó cómo "Donald destruía las normas, ponía en peligro las alianzas y pisoteaba a los vulnerables", antes de decidirse a contactar a Times.

Después de "contrabandear" 19 cajas con documentos legales del bufete de abogados donde los guardaban, Mary Trump se los entregó a los periodistas, os abrazó y, según escribió, fue el momento "el más feliz en meses".

"No era suficiente para mí ser voluntaria en una organización que ayuda a refugiados sirios", escribe. "Tuve que derribar a Donald".

Un problema con las mujeres

Mary Trump escribe que su tío le había pedido que escribiera un libro sobre él, llamado El arte del regreso, y le proporcionó "un compendio agraviado de mujeres con las que esperaba salir pero que, habiéndolo rechazado, eran de repente las peores, las más feas, vagas y más gordas que había conocido ".

Luego hizo que la despidieran y nunca le pagó por su trabajo.

También dice que Trump hizo comentarios sugestivos sobre su cuerpo cuando tenía 29 años, a pesar de que es su sobrina y Trump estaba casado con su segunda esposa, Marla Maples.

Relata que Trump le dijo a su esposa actual, Melania, que su sobrina había abandonado la universidad y había tomado drogas cuando la contrató para el proyecto del libro. Es cierto que Mary había dejado la universidad, pero dice que nunca tomó drogas, y que cree que su tío inventó la historia para presentarse como su "salvador".

Mary Trump ha evitado en gran medida el centro de atención desde que su tío se convirtió en presidente, aunque ella ha sido crítica con él en el pasado.

Después de que Trump ganó las elecciones en 2016, describió la experiencia como la "peor noche de mi vida", según el Washington Post.

"Deberíamos ser juzgados con dureza", tuiteó entonces. "Me apeno por nuestro país".

Con información de La Vanguardia y BBC News

Crisis sistémica, pandemia y resiliencia: prospectiva e ¿ingenuidad?

Coincidimos todos, o casi todos, en que el futuro nos depara otro mundo, muy diferente al que hemos conocido hasta ahora


7 de julio de 2020 23:07:37

Lamentablemente, habitamos un mundo que pone en duda la globalización, pero no el hiperconsumismo en su parte «rica» y el subconsumo en su parte «pobre». Foto: Martirena

No existen diferencias esenciales en la visualización del mundo en que vivimos entre los que nos dedicamos hoy al prospectivismo, es decir, entre los que a partir del estudio de las macrotendencias y tendencias principales percibidas y manifiestas tratamos de anticipar, de prever, para crear futuro. Coincidimos todos, o casi todos, en que el futuro nos depara otro mundo, muy diferente al que hemos conocido hasta ahora y que el que se nos viene se caracteriza, desde ya, por la incertidumbre y la aporía, tanta, que nos deja sin certeza de si será mejor o peor, por muy difícil que resulte a la mayoría de la humanidad concebir uno peor al que ha vivido.

Por supuesto, no todo son coincidencias por paradójicas que ellas resulten, y terminan cuando de determinar las causas de la crisis actual y aun de su evolución se trata. De cómo se concibe el carácter necesario (o no) de estas leyes (tendencias) depende –y a la vez condiciona– su interpretación, su conceptualización y, consiguientemente, la capacidad de diseñar el futuro y hasta la posibilidad de crearlo.

¿Y cuál es el presente y el futuro que prevemos todos, o casi todos, para el muy corto plazo en un mundo que ya desde antes del inicio de la pandemia se estremecía por las exigencias de los pueblos para el cambio del «orden» establecido?

Un mundo:
  • sumido en el caos por el fracaso a escala global del capitalismo egoísta y depredador (que todavía se sigue identificando con el neoliberalismo) y de una mayoría de estados funcionales a ese capitalismo y, por tanto, incapaz de enfrentar la crisis que desde 2018-19 se anunciaba, y una pandemia que la ciencia ya desde mucho antes preveía.
  • en el que el cambio climático producido por el calentamiento global transforma aceleradamente nuestro hábitat sin que los responsables de evitarlo encuentren cómo revertirlo.
  • en el que es imposible determinar cuánto durará la actual crisis cíclica, ni la forma que tendrá la recuperación, si en forma de v, en forma de u, o en forma de w.
  • en el que coincide una crisis de oferta, consecuencia de la paralización de la producción, con una crisis de demanda, consecuencia de esa misma paralización, que genera desempleo.
  • en el que para evitar disturbios (y generar demanda) los estados nacionales inyectan dinero a la circulación, lo que solo se puede hacer aumentando la deuda soberana que enturbia el papel de las finanzas y hace imposible gestionar la multibillonaria deuda que se sigue incrementando sin que nadie sepa con qué se pagará, cómo se pagará, ni cuándo ni quiénes la pagarán.
  • en el que no hay siquiera consenso respecto al efecto de las referidas inyecciones de dinero sobre la circulación monetaria.
  • en el que nadie puede calcular cómo y cuándo pagarán sus deudas, incluidas las comerciales y las incrementadas por la crisis, los países («pobres», «subdesarrollados», «menos adelantados») que las contraen en monedas que no son las que emiten.
  • en el que se siguen manteniendo irracionales gastos militares y al propio tiempo, se pretende relocalizar la industria, reindustrializar, alcanzar la soberanía farmacéutica, sanitaria, alimentaria… y construir muros.
  • que pone en duda la globalización, pero no el hiperconsumismo en su parte «rica» y el subconsumo en su parte «pobre».
  • en el que no se puede calcular con precisión la magnitud del desempleo, que a escala global la crisis ya ha provocado y seguirá provocando.
  • en el que tampoco se puede calcular cuánto empleo precario generará la crisis, cómo esto incidirá sobre el desarrollo de «la internet de las cosas» y cómo sobre la robotización.
  • en el que siguen «funcionando» inoperantes instituciones como el fmi, el bm, la omc y aun grupos como el g7 y el g20.
  • en el que sigue existiendo, gracias a (o a pesar de) la crisis, la insolidaridad de los milmillonarios (¿el 1 %, el 0,1 %, el 0,01 %...?) que siguen aumentando sus fortunas en cientos de miles de millones cada mes.
  • en el que las «hambrunas» se hacen inminentes.
  • en el que el manejo del «big data» y la geolocalización se convierte en amenaza para las libertades del individuo y en general para la democracia.
  • que permite que un país adopte medidas genocidas contra otros, incluso en periodo de pandemia.
  • en el que se hace evidente la pérdida de liderazgo de ee. uu. a la vez que la afirmación del papel de China.
  • en el que se incrementan las tensiones por el liderazgo y la batalla por influencias entre ee. uu. y China-Rusia.
Y también en el que se debate si:

  • los estados nacionales continuarán siendo garantes del funcionamiento del «libre mercado» y continuarán garantizando a ultranza la obtención de las ganancias de los capitalistas… o serán garantes del bienestar, la salud y la seguridad de todos sus ciudadanos.
  • prevalecerán los populismos de derecha, guiados por los supremacismos y el afán de lucro de los Trump, Netanyahu, Bolsonaro, Orban y Salvini, que promueven el odio y la desconfianza en la ciencia, la medicina, los médicos y hasta hacia la oms, igual que desde antes lo hacían con el calentamiento global y el cambio climático… o habrá un mundo con más globalización solidaria, consciente de que ningún país será seguro mientras uno no lo sea.
  • seguirá imperando la globalización desmedida, donde alrededor del 50 % de las exportaciones mundiales constituyen simples transacciones para completar las cadenas de producción global… o se instaurará una globalización racional que garantice en países y regiones la producción de bienes esenciales.
  • imperarán el egoísmo y el aislacionismo de unos, los más poderosos… o la solidaridad, el multilateralismo y la vigencia de organizaciones como unas Naciones Unidas reformadas para beneficio de todos y con la conciencia de que los problemas globales (ambientales, sanitarios, terrorismo, seguridad…) solo pueden ser resueltos globalmente, por todos los países.
El referido es el mundo en que nos encontramos, al que, para completar su impacto sobre Cuba, debe añadirse el bloqueo que durante casi 60 años ha causado cientos de miles de millones de dólares de pérdidas materiales e inconmensurables daños espirituales a su pueblo, agravados por el recrudecimiento durante la inmoral y perversa administración Trump.

Llegados aquí, se hace necesaria un breve referencia a una de las «lecciones» que, sorprendiendo a muchos, ha dejado la pandemia: el economista jefe del fmi, Gita Gopinathen, en un reciente informe de perspectivas reconoció que «El paisaje económico se verá alterado (…) con una mayor implicación de los Gobiernos y bancos centrales en la economía»; otros expertos, como Julius Baer, también han hecho referencias a que: «Los gobiernos no tienen alternativa: tienen que intervenir de forma masiva no solo en los mercados, sino en toda la economía real para evitar un desastre similar al de la Gran Depresión de los años 30».

De manera que las medidas que inicialmente fueron denominadas poco ortodoxas, han dominado la doxa y ratificado la episteme de la necesidad de la intervención estatal en la economía (mucho más eficiente cuando es sujeta a plan, planificada), por mucho que moleste a nuestros enemigos y adversarios, estén ellos donde estén.

Lo hasta aquí reseñado hace evidente la legitimidad y necesidad de las medidas adoptadas por nuestro Gobierno, encaminadas no solo a acoplarnos al mundo en cambio, sino que principalmente a aprovechar nuestras fortalezas, entre las que se incluyen, además de la prioridad del Estado y la planificación sobre el mercado, a contrario sensu de la doxa predominante en el entorno empresarial del mundo antes de la pandemia, la de la propiedad social sobre la privada y nuestra capacidad de resiliencia desarrollada en el enfrentamiento al bloqueo.

Como más significativas para quien esto escribe se encuentran: implementar –todo lo que sea posible y a la mayor brevedad que la realidad permita– lo ya aprobado en los documentos programáticos del Modelo Económico y Social y el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030; incrementar nuestras exportaciones, fundamentalmente aquellas con elevado componente tecnológico, incluyendo los servicios; disminuir las importaciones sustituyéndolas dondequiera que sea racionalmente posible (el cálculo de la racionalidad dependerá de la posibilidad de realizar las modificaciones monetarias y cambiarias previstas), en particular incrementando la producción de alimentos y disminuyendo el gasto de combustibles fósiles; incrementar las producciones locales, en especial para la construcción de viviendas, y emplear los escasos recursos disponibles o negociables allí donde garanticen su más rápido retorno.

Antes de terminar, una breve referencia a la ingenuidad anunciada en el título. Mientras consultaba materiales para este y otros trabajos relacionados, y cuando incluso era ya inminente la actual crisis que ha generado la covid-19 en el mundo, comenzaron a aparecer en las redes «sabios» dedicados a analizar la inminente crisis económica… en Cuba. Primero los consideré ingenuos por su incapacidad para ver lo inminente de la globalidad de la crisis, pero no tardé en desechar la idea de la ingenuidad; era demasiada la coincidencia con el corifeo que desde lejos declaraba la inminente crisis motivada por el «continuismo» en nuestro país y hasta la rara coincidencia con la cartilla de lo que ha sido bautizado como «golpe blando» dirigido por el imperio contra Cuba. Estas reflexiones, entonces, no van dirigidas a ellos, las dirijo a los que «aman y fundan».