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sábado, 18 de julio de 2020

ESTRATEGIAS y otros asuntos

Por Rafael Alhama Beramaric 

Finalmente llegan las medidas que en tensión esperábamos, algunas de ellas con más de diez años de espera, otras cinco, otras derivadas o coyunturales surgidas por el camino. Para no pecar de escribidor en las redes sociales, comunicación usual a diario de muchos colegas y amigos, como la vía más expedita, usar este sitio, propicio para algunas reflexiones breves, o recordatorios, en aras de ayudar en el camino por traducir las estrategias, identificar las acciones necesarias y las políticas que lo permitan, y finalmente para implementar las medidas, y desarrollarlas. 

El camino estará lleno de piedras, como lo ha estado en los últimos diez años, pero quizás ahora las piedras con mayor voluntad y mejores motivaciones, o relaciones institucionales burocratizadas con sus intereses sean un menor obstáculo. Por eso, es fundamental que se identifiquen los factores claves de las estrategias, las acciones derivadas y las políticas a diseñar, que deberán acompañarlas, sean acompañadas en TODO MOMENTO por todos los actores necesarios, palabra quizás rechazada, porque se refiere más a la escena. 

No debe serlo, porque aquí y de ahora en adelante, para superar los escenarios anteriores, también se trata de escenarios, se deberán convocar buenos escenógrafos, o coordinadores, que han estado alertando algunos colegas. y actores, decisivos; actores económicos, sociales y políticos, sin los cuales, casi todo, se puede quedar en buenas intenciones, o en implementaciones poco realistas difíciles de llevar a la práctica, aunque sean legisladas. Y más aún, para que comiencen a funcionar en breve tempo, y sobre todo para que se mantenga en el tiempo. Es la única manera no solo de eliminar trabas, sino de preverlas con tiempo. Son experiencias de las que se han sacado lecciones útiles, cuyas limitaciones e incomprensiones no deben repetirse. 

Como no hay tiempo para cultivar la inteligencia práctica, que se necesita, y mucha hay que aplicar el factor de crecimiento. Para eso, se necesita mucha interacción de los actores, que se enfrente a los problemas de manera coordinada, organizada, y controlada. Son los que deben asumir, tienen el derecho y deber de aportar, de opinar, de preguntar, cuestionar, discutir. Hay que darles todo el espacio. De esta interacción de los actores económicos, sociales y políticos, integrados a los actores especializados debe surgir la inteligencia práctica necesario en estos momentos. El máximo efecto se logra del trabajo conjunto en equipo, para saber decir qué, cuando, y cómo sobre estrategias, y saber comenzar las acciones, tantas veces solicitado, y rechazado. 

Para que se comprenda que nada de esto es empira pum, ni tampoco buey volando, que seguro hay muchos que lo puedan pensar, es importante recordar. como diría el amigo Pedro Álvarez, que: " la importancia de los estudios prospectivos, complementados en la fase del diagnóstico por los análisis de inteligencia ha crecido gradualmente en las últimas décadas, hasta el punto que puede constatarse que casi todos los países desarrollados tienen uno más centros dedicados a este tipo de reflexión y elaboración intelectual. Los estudios sobre el futuro son multidisciplinarios por naturaleza y, aunque no constituyen en si una disciplina autónoma, se ha desarrollado un cuerpo de conocimientos que, a partir de metodologías específicas, ofrece importantes consideraciones sobre diversas áreas de la actividad humana, entre las que se destacan el creciente rol del conocimiento en la sociedad, el futuro de la educación, la evolución predecible del orden político internacional, las tendencias previstas en cuanto al desarrollo tecnológico, la salud en el futuro próximo y los retos fundamentales de la humanidad al comienzo de un nuevo milenio y todo esto en el marco como visión holística de las Ciencias de la Complejidad." 

"Los grandes problemas del mundo exigen, de entrada, interdisciplinariedad. enfoques cruzados, lenguajes y métodos comunes, en fin, aprendizajes recíprocos. Y frente a estas dinámicas, el referente definitivo es la sociedad, esto es, las relaciones entre la empresa científica y la vida social entre la tecnología y el mundo de la vida, entre la investigación y el bienestar humano." diría Maldonado. 

El objetivo no es predecir los detalles y el momento en que ocurrirán ciertos desarrollos específicos, sino esbozar un espectro de futuros posibles a partir de diferentes conjuntos de presunciones referentes a nuevas tendencias. Recordar que los futuros, es algo que no se ha producido. Es una herramienta de acción Determinar cuáles son los factores claves que intervienen en el desarrollo futuro en el ámbito de las estrategias adoptadas en las que intervienen no sólo situaciones internas, sino del ámbito internacional, para diferentes horizontes de tiempo, a tres de un análisis general en dependencia de los factores que caracterizan el o los sistemas estudiados, es esencial. Una vez más, los actores fundamentales que inciden directamente en el desarrollo presente, y futuro de Cuba, para realizar sus proyecciones, son la clave del avance. Con su apoyo es imprescindible determinar los posibles escenarios de los sistemas estudiado, o estrategias planteadas tomando en consideración las probables evoluciones de los factores claves, y a partir de las hipótesis sobre el comportamiento de los propios actores. 

El primer paso, que también sería un trabajo de inteligencia colectiva, y no de voluntarismo, es la jerarquización de los objetivos generales y específicos de las estrategias, y para ello ayuda disponer de un plan nacional de desarrollo económico y social. 

Para terminar con un poco de historia. Buena parte de las propuestas actuales, los proponentes en su momento, fueron acusados de políticas liberales, no se usaba aún el neo, hasta el colapso de los llamados socialismos reales. Pensando todo el tiempo en una etapa de transición ilusoria, irreal, más que etapa ideal hacia el comunismo. Se centraban en la solución de los problemas internos bien reales, problemas económicos, sociales y políticos, algunos problemas económicos, financieros, de inversiones y tecnológicos bien complejos, y críticos, de los cuales se conoce entre nosotros bien poco, o nada, sobre todo de situaciones particulares de cada país. A veces se hicieron planteamientos bien ingenuos, a veces con ilusión, pero sin base teórica ni conceptual de las transformaciones de una sociedad en transición, con todas las relaciones mercantiles presentes, rechazadas a ultranza, interpretadas y aceptadas por la gran mayoría desde la década del 30. y mas tarde de continuidad en los años 50. hasta que llegaron algunos nuevos planteamientos en los comienzos de los 60 y 70, que fueron aplicados con rechazo evidente y a destiempo. Todo ello, cuando nosotros comenzamos a aplicar aquellos preceptos del antiguo testamento de economía política. Siempre me pareció que aquello tenia similitud a las construcciones y proyectos de fábricas hechas para zonas muy frías, que tenían pequeños ventanales en lo alto cerca del techo y cuando preguntábamos porque no se modificaba aquello, haciendo ventanales más grandes más cercano al piso y las superficies de trabajo, con lo que se ahorraría mucha energía y se mejoraría la visión con la luz natural, nos miraban y se reían decía: "Es verdad, ya nosotros lo propusimos, ¡¿pero no se puede?!" 

Así se frenaron procesos más o menos de reformas en los años 60 y 70 y sobre todo en los años 80, cuando se hicieron algunos movimientos que debieron haberse hecho dos décadas antes. Nada radicales, sino solo reformas económicas, que sólo la mención de la palabra producía rechazo, cuando realmente eran eso, reformas o "modificación de una cosa con el fin de mejorarla", bastante cercano a la actualización, o modificación actualizada de la cosa para mejoraría. Pero también hubo reformas radicales, como la yugoslava, de la cual no vamos a tratar aquí y ahora, que tenía otras connotaciones y alcance financiero y monetario, por la hiperinflación existente. Solo mencionar que, se prefirió ese camino, a las reformas o actualización del famoso experimento de autogestión social y obrera exigido desde los años 70. pues ese camino tenía otros significados sociales y políticos, reestructuración administrativa y del estado, que no cedía ni un centímetro. 

Con eso quiero decir, que, desde el punto de vista teórico y conceptual, también hay nuevos desarrollos aquí todo depende de la aceptación, comprensión, e implementación. Y en cada paso del proceso deberá estar presente la inteligencia colectiva y el protagonismo social y político. 

Más allá de combinaciones fetichistas, y consignas, volviendo a la actualidad actualizada.

Para no perder de vista los objetivos de desarrollo, los responsables de formular las políticas deben reactivar el crecimiento de la productividad

Por CEYLA PAZARBASIOGLU
AYHAN KOSE


Trabajadores instalan postes metálicos en un parque solar de Egipto. Fotografía: © Dominic Chavez/IFC.

El crecimiento de la productividad —producción por trabajador—es indudablemente el principal factor del aumento duradero de los ingresos per cápita, que constituye, a su vez, el motor primordial de la reducción de la pobreza. El hecho de que la pandemia de COVID-19 (coronavirus) pueda afectar aún más la productividad, después de una década de amplios retrocesos, debería ser motivo de preocupación e intensificar los esfuerzos por alcanzar los objetivos de desarrollo mientras nos recuperamos y emprendemos la reconstrucción.

El aumento de la productividad contribuye claramente a elevar el nivel de vida: en las economías de mercados emergentes y en desarrollo que se registraron mayores avances en la productividad laboral durante el período de 1980 a 2015, las tasas de pobreza extrema disminuyeron en un promedio superior a un punto porcentual al año, de acuerdo con un nuevo estudio del Banco Mundial titulado Global Productivity: Trends, Drivers, and Policies (Productividad mundial: Tendencias, factores y políticas) (i). En el mismo período, las tasas de pobreza subieron en los países con un menor aumento de productividad.

Si bien la diferencia de productividad entre las economías en desarrollo y el mundo avanzado sigue siendo grande, la disminución de la pobreza extrema —del 36 % al 10 % de la población mundial entre 1990 y 2015— es un indicio alentador de que las economías más pobres están avanzando en materia de productividad e ingresos.

Desafortunadamente, muchos de los factores que impulsaron la productividad en décadas anteriores han ido perdiendo vigor en los últimos años. El crecimiento de la productividad mundial alcanzó su punto máximo en 2007. Tras la crisis financiera mundial de 2007-09, las economías de mercados emergentes y en desarrollo sufrieron el desplome del aumento de productividad más abrupto, prolongado y sincronizado en décadas, que puso en peligro los avances conseguidos con tanto esfuerzo para recuperar terreno frente las economías avanzadas. Y ahora, el golpe bajo que la pandemia de COVID-19 asestó al mundo amenaza con frenar aún más la productividad.

Manejar las gigantescas dificultades sanitarias y económicas desencadenadas por la pandemia de COVID-19 es la prioridad inmediata. Pero cuando los responsables de formular las políticas reflexionen sobre la recuperación y la reconstrucción, la reactivación de la productividad debería ocupar uno de los primeros lugares en su lista de tareas por emprender para recobrar el terreno perdido. A fin de trazar un plan es imperioso tener una visión integral de la evolución de la productividad y comprender qué la impulsa y de qué políticas se dispone para revitalizarla en la situación actual.

El análisis de las medidas vinculadas a la productividad en las economías avanzadas, emergentes y en desarrollo en los últimos 40 años muestra que las mejoras derivadas de la reasignación de recursos de los sectores menos productivos a los más productivos, como el desplazamiento del empleo en las manufacturas de bajo valor a los servicios, a la larga llegaron a su fin. Además, la estabilización del nivel educativo y el estancamiento de los avances de las cadenas de valor mundiales han contribuido en gran medida a frenar el aumento de la productividad. También han incidido en ello la estabilización o la disminución de la diversificación económica, la urbanización y la innovación. A esta situación se ha sumado una serie de impactos negativos, el más reciente de los cuales es la COVID-19. Los desastres naturales son cada vez más comunes. Solamente en lo que va de este siglo, las epidemias de síndrome respiratorio agudo grave (SRAG), ébola y zika precedieron a la de COVID-19 y, asimismo, las guerras y los conflictos armados han causado estragos.

En la actualidad hay numerosas formas en que la pandemia de COVID-19 podría amplificar las fuerzas que juegan en contra del crecimiento de la productividad. La inversión y el comercio, ambos fundamentales para promover la productividad, podrían retroceder ante la incertidumbre acerca de la duración de la pandemia y del nuevo panorama que se presentará para las empresas cuando la pandemia termine. La pérdida de oportunidades de escolarización retrasará la acumulación de capital humano para muchos jóvenes. Las restricciones a la movilidad pueden lentificar el desplazamiento hacia firmas y sectores más productivos.

“La aceleración de la adopción de tecnologías y una mayor resiliencia en las cadenas de suministro se cuentan entre las formas en que la productividad puede haber recibido un fuerte impulso a raíz de las perturbaciones provocadas por la pandemia”.

También puede haber oportunidades de mejorar la productividad fomentadas por nuestra búsqueda de soluciones a los problemas que enfrentamos. La aceleración de la adopción de tecnologías; la incorporación de tecnologías digitales en las manufacturas, las finanzas y la educación, y una mayor resiliencia en las cadenas de suministro se cuentan entre las formas en que, paradójicamente, la productividad puede haber recibido un fuerte impulso a raíz de las perturbaciones provocadas por la pandemia.

Aun así, los responsables de formular las políticas deben asegurarse de que los posibles beneficios en estos ámbitos se distribuyan equitativamente y de que los cambios en el mercado laboral relacionados con la tecnología se acompañen de capacitación y protección social. Del mismo modo, la inversión pública destinada a generalizar el acceso a Internet podría ampliar la disponibilidad de escolarización y formación virtuales de buena calidad. Una fuerza de trabajo mejor educada tiene menos probabilidades de ser reemplazada por la automatización.

El contexto general nos exhorta a analizar de qué manera se pueden recuperar o acelerar las mejoras de productividad una vez que la pandemia haya remitido. Algunos ejemplos pueden resultar ilustrativos. Diversas economías de mercados emergentes y en desarrollo han cerrado con especial acierto la brecha de productividad con las economías avanzadas. Comparten algunas características, como una sólida base educativa, fortaleza institucional y una estructura de producción diversificada.

En el futuro, las prioridades normativas variarán de una región a otra. Por ejemplo, las políticas concebidas para impulsar la inversión serán particularmente importantes en Asia meridional y África al sur del Sahara, donde las deficiencias de infraestructura son grandes, así como en América Latina y el Caribe, donde la inversión ha menguado o se ha contraído. Las iniciativas encaminadas a elevar el nivel educativo también podrían estimular el aumento de la productividad en Asia meridional y África al sur del Sahara.

“La amenaza que la pandemia plantea para la productividad requiere medidas urgentes para contener esas caídas”.

La diversificación económica podría ser clave para fortalecer la productividad en regiones que dependían considerablemente de la producción de energía y metales, como Europa y Asia central, América Latina y el Caribe, Oriente Medio y Norte de África, y África al sur del Sahara.

Las políticas para revitalizar la adopción de tecnologías y la innovación podrían incentivarse reforzando los derechos de propiedad intelectual en Asia oriental y el Pacífico, reduciendo la propiedad estatal en Europa y Asia central, o modernizando la rígida normativa laboral en América Latina y el Caribe.

En todas las regiones, la reducción de las barreras comerciales y la integración en las cadenas de valor mundiales también podrían estimular la productividad de las empresas. Además, en vista de la posibilidad de dificultades financieras en los meses venideros, la transparencia en relación con la deuda y la inversión será crucial para lograr buenos resultados en términos de desarrollo. 

Teniendo en cuenta el papel preponderante —y el bajo nivel de productividad— de la agricultura en muchos países de ingreso bajo, las políticas aplicadas para elevar la productividad agrícola mediante la inversión en infraestructura y la promoción de los derechos sobre la tierra y los bienes también traerían aparejados notables beneficios.

La desaceleración de la productividad es compleja, y resolverla exigirá soluciones polifacéticas. La amenaza que la pandemia plantea para la productividad requiere medidas urgentes para contener esas caídas. Si no perdemos de vista la recompensa de poner fin a la pobreza, incluso a la vez que enfrentamos los impactos devastadores de la COVID-19, debemos hallar formas de reactivar el crecimiento de la productividad y generar un aumento de los ingresos sostenible, equilibrado y equitativo.

Autores

Vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones (EFI), Grupo Banco Mundial

Ayhan Kose Director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial

Sobre impulso a la Estrategia Económica anunciada

Por Fidel Vascos Gonzalez

La reciente Mesa Redonda abordó la Estrategia económica integral, largamente esperada, que se hace necesaria para impulsar la producción de bienes y prestación de servicios en el país. Las bases y principios explicados apuntan en la dirección correcta y levantan una esperanza de solución a nuestros problemas productivos. Me llama la atención que no se incluyó en los temas tratados la unificación monetaria y cambiaria. Mas bien este asunto se enreda mas con la ampliación del proceso de dolarización en marcha y que se incrementa con lo dicho en la Mesa Redonda. El CUC pierde funciones y, en la práctica, se devalúa
en la circulación no oficial, que influye en la oficial.

Queda por ver la aplicación de los principios anunciados. Por ejemplo, ¿cuáles
medidas se aplicarán para lograr la “flexibilización de la comercialización” en la agricultura anunciada por el ministro de economía Alejandro Gil?; ¿cuál será, en esa flexibilización, la organización y funciones de la Empresa de Acopio que es uno de los mayores obstáculos a esa comercialización?; ¿cómo se formarán los
precios de los productos agropecuarios a pagar a los productores? ¿ y los precios que pague el consumidor final?.

Por otra parte, es positiva la decisión de autorizar al sector no estatal a exportar e importar, aunque sea mediante una empresa estatal de comercio exterior. Pero la solución definitiva será cuando el sector no estatal pueda exportar e importar directamente mediante contratos con la parte extranjera, sin la obligación de hacerlo mediante una empresa estatal. A su vez, ¿a cuál tasa de cambio de le entregarán CUC y CUP al USD que se le retira del ingreso por exportaciones en USD al sector no estatal? No obstante estas y otras interrogantes que puedan surgir, aplaudo el inicio del impulso a la Estrategia Económica anunciada en la Mesa Redonda. 

¿Nuevas medidas o implementación de lo acordado?

El Estado ha comenzado a acelerar, al fin, la puesta en vigor de los lineamientos aprobados tiempo atrás. En 2019 se informaba que solo se había implementado el 20% de los lineamientos acordados dos años antes.

Por Omar Everleny (OnCuba)



En Economía, una ciencia social, hay reglas y mecanismos que si no se utilizan en el tiempo requerido producen muchas afectaciones a la sociedad en general. Muchas veces se ponen en práctica ideas antes apuntadas por los economistas solo cuando la situación es apremiante y no se ven más salidas, y no pocas veces se demuestra que eran válidas. 

Los economistas hacen sus propuestas partiendo de lo aprendido; los hacedores de política proponen también ideas; los políticos proponen e implementan. Pocas veces coinciden y, por supuesto, no tienen por qué coincidir en todo. Pero lo que tal vez no quieren entender los directivos es que siempre hay un tiempo político, y ese tiempo estuvo apremiando en Cuba.

Por consiguiente, ya se estaba necesitando una fuerte inyección que permitiera ofrecer resultados concretos, no solo esfuerzos. Lo expresado el 16 de julio por los dirigentes cubanos en el programa televisivo Mesa Redonda da un aliento y un oxígeno necesarios a la situación que venía afrontando y aun afronta la economía cubana.

La situación crítica de la falta de las divisas, el decrecimiento esperado de un 8% en 2020 de la economía, las continuas escaseces de alimentos y el bochornoso bloqueo a que está sometido el país, indicaban las urgencias en la toma de decisiones.

Hace unos meses, en un trabajo publicado por la agencia IPS y por OnCuba se realizaba un somero inventario de medidas que podrían dar oxígeno a la población y estimular a esas fuerzas productivas inactivas presentes en Cuba. También se reflexionaba sobre si estarían alineadas o no a lo que las autoridades estaban pensando. Hoy podría decirse que esas ideas no estaban tan lejanas, toda vez que en la Mesa se mencionaron algunas de las que se habían propuesto en esa ocasión. Eran las siguientes:

  1. Ampliar la lista de los oficios aprobados para ejercer por cuenta propia.
  2. Crear mercados de insumos mayoristas con empresas extranjeras o firmas comerciales extranjeras para todas las formas de propiedad, incluyendo el Estado.
  3. Suprimir el gravamen estatal al dólar de Estados Unidos.
  4. Estimular los depósitos en USD en los bancos mediante un estímulo en las tasas de interés bancarias.
  5. Crear zonas económicas especiales para compras de ciudadanos cubanos en el territorio nacional con tasas de ganancias aceptables.
  6. La Ley de Empresas y la Ley de Cooperativas son leyes necesarias para legitimar todas las formas de propiedad.
  7. Implementar las micro, pequeñas y medianas empresas.
  8. Aprobar empresas exportadoras o importadoras que permitan que las formas no estatales canalicen sus insumos o ventas a través de las mismas.
  9. Los empresarios extranjeros verían con muy buenos ojos eliminar la agencia empleadora para las entidades extranjeras, es decir, permitir la contratación directa y cobrar los impuestos a los salarios que devengan los trabajadores allí contratados.
  10. Mayor proactividad en la búsqueda de capitales externos provenientes de individuos o familias cubanas residentes en el exterior.
El Estado ha comenzado a acelerar, al fin, la puesta en vigor de los lineamientos aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC del 18 de mayo de 2017. En 2019 se informaba que solo se había implementado el 20% de los lineamientos acordados dos años antes.

El vicepresidente del gobierno y ministro de Economía, Alejandro Gil, reflexionaba respecto al sistema de comercio interior: «se trabaja en el diseño de un mercado mayorista con ofertas en moneda libremente convertible (MLC), tanto para la base productiva como para el sector no estatal». Asimismo, anunció la próxima apertura de un grupo de tiendas minoristas dedicadas a la venta en monedas extranjeras.

Aunque la medida fue explicada por las autoridades y ya existe polémica al respecto, aquí no hay nada nuevo. Es solo retrotraerse al período 1993-2004. El Estado tiene que aceptar que hay un proceso de dolarización de la economía, beneficioso para obtener esas divisas, pero que a la vez encuentra críticas en amplios sectores de la población, que perciben sus bajos salarios en CUP. Estas actitudes son lógicas.

Lo expuesto en la estrategia en el sentido de iniciar el «diseño de la micro, mediana y pequeña empresa, siempre ajustadas a nuestras condiciones y no exclusivas del sector privado», constituye un paso crucial para desarrollar la pequeña industria cubana privada y determinados servicios.

Lo interesante y a la vez muy pragmático de las nuevas medidas fue la eliminación, a partir del próximo 20 de julio, del gravamen del 10% que se venía aplicando a los dólares estadounidenses que ingresaban al sistema bancario. Como dicen las autoridades, esta decisión sobreviene en medio de recrudecimiento del bloqueo y la hostilidad del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba. Hace unos meses en esa misma Mesa Redonda se exponía que no se podía suprimir por esa misma razón.

La idea de que la gestión no estatal pueda exportar a partir de empresas especializadas estatales no resulta descabellada, es un paso necesario: la posibilidad de exportar e importar por parte de los privados. Sin embargo, quedan interrogantes acerca de cómo estas empresas pueden ser eficientes con los privados cuando históricamente no lo han sido con las estatales. Creo debe perfeccionarse ese mecanismo si se pretende lograr resultados loables en la empresa no estatal.

Sin entrar en detalles sobre los principios de la estrategia anunciada ayer, algunos como la planificación centralizada deben profundizarse. Hasta el momento ha guiado la marcha de la economía cubana y los resultados han sido negativos o no esperados en términos de crecimiento económico, desequilibrios macroeconómicos e incremento de deudas, entre otros indicadores.

Estos principios son loables de acuerdo con el modelo económico del país, pero deberán traducirse en resultados concretos. Debe hacerse realidad lo que anunciaba el presidente cubano: no podemos seguir haciendo lo mismo en economía. Y me pregunto: ¿hay que seguir pensando cómo hacerlo? ¿No es ya hora de reconocer un camino más exitoso que el nuestro, el emprendido por Viet Nam?

Estaremos ansiosos de conocer la aclaración del ministro de Economía de que mantener la planificación centralizada no significa mantener la asignación centralizada de recursos. Trabajos ya publicados del economista y profesor universitario Oscar Fernández nos ponían en evidencia las inconsistencias de la planificación centralizada en Cuba, y cómo debía ser en las nuevas condiciones para obtener el desarrollo al que se aspira.

«Desterrar la mentalidad importadora», idea ya repetida durante las últimas reuniones del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, no indica que esa mentalidad se va a resolver rápidamente. Mientras, a la industria manufacturera no se le han asignado los montos de inversiones necesarias para romper con la descapitalización que sufre.

Un análisis de las inversiones durante los últimos cinco años da cuenta de que el turismo y otros servicios han recibido los mayores volúmenes. Por consiguiente, ese tema es más voluntad que realidad, a no ser que el próximo plan a aprobar vaya en el sentido de mejorar la producción nacional a partir de la asignación de más inversiones.

La demanda interna desempeña un papel dinamizador en cualquier economía, solo hay que dirigir la mirada hacia China, cómo intenta sortear su economía en la etapa post COVID-19. El economista Mauricio de Miranda expresaba recientemente: «no debe confundirse el concepto de demanda con el de necesidad. En Cuba la escasez generalizada de bienes esenciales para la vida moderna se combina con una insuficiente demanda solvente de la mayor parte de la sociedad, sencillamente porque los ingresos de la mayoría de la población no son suficientes para asegurar el consumo de una canasta básica de bienes y de servicios adecuados para las condiciones de la vida moderna».

Muchos temas se esbozaron en las intervenciones de las autoridades, pero seguir comentando lo que se ha expuesto no tiene sentido si aún no se han explicado concretamente en qué consisten las propuestas, ni el tiempo que hay para tomarlas.

Solo se sabe que las próximas medidas van en la línea de potenciar las fuerzas productivas, atraer las divisas en manos de una parte de la población, quitar trabas e impedimentos para el funcionamiento de las entidades y dar autonomía, entre otras. Aunque se menciona la necesidad de evitar los monopolios, estos no están solo en la agricultura.

También continúa dilatándose la solución al problema de la multiplicidad de monedas y tasas de cambios. Es un momento propicio para sacar de circulación al maltratado CUC, y de pasar esas tiendas que aún quedarán fuera del circuito racionado al CUP. Al final del día es la moneda en la que se expresan los salarios nacionales.

En conclusión, resulta prematuro aventurar los resultados de las nuevas medidas, aunque en su conjunto son válidas y un vehículo necesario para salir del estancamiento. Si son orientadas con la nueva filosofía de hacer las cosas distintas, pueden conducir al país a un nuevo momento económico donde todos los ciudadanos ganen y vean los resultados concretos de su quehacer diario.

Versión de las palabras del Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández en la Mesa Redonda de 16 de julio de 2020.


Muy buenas noches a todos. Hemos escuchado las palabras de nuestro Presidente que son muy claras, muy precisas, marcan también el camino. Quisiera comenzar reafirmando el contexto en el que estamos. No se puede decir que estamos en una situación de tensión en la economía porque más bien a eso hemos estado acostumbrados, a trabajar con tensiones financieras, con determinadas restricciones en el tema económico. Hemos estado acostumbrados a bastantes problemas que resolver, que enfrentar en esta historia de arreciamiento del bloqueo contra nuestro país, pero ahora estamos en una situación diferente. 

Estamos en una situación excepcional, como bien lo plantea nuestro Presidente, no exclusiva de Cuba, una situación que enfrenta el mundo con una pandemia que se sabe el impacto que tiene en la economía y, por supuesto, también nos afecta a nosotros. 

Hay que decir que llevamos cuatro meses sin turismo. Cuando empezó esta situación planteamos que uno de los problemas que hacían más complejo un vaticinio de los impactos de la pandemia era precisamente su duración. A diferencia de otros eventos que uno puede hacer una estimación de sus costos, en este caso la situación es más compleja porque estamos enfrentando una pérdida sostenida de ingresos en divisas por un período relativamente prolongado de tiempo. También hay otros ingresos por exportaciones que están afectados y existe una disminución de la demanda en mercados internacionales de algunos productos tradicionales que nosotros exportamos. 

Hemos tenido que hacer gastos adicionales para la actividad de salud, hemos tenido que financiar todos los gastos vinculados con los centros de aislamiento, la atención a nuestra población, la protección de nuestros trabajadores. 

Tenemos un incremento del déficit del presupuesto del Estado, que recientemente también hemos evaluado su magnitud, porque se ha respetado el salario de los trabajadores interruptos y se han tomado medidas de protección. O sea que el país está en un contexto económico que trasciende más allá de una tensión habitual. 

Estamos en una situación excepcional y ante esa situación excepcional, requerimos de una estrategia que nos conduzca, una hoja de ruta sin improvisaciones. Hemos diseñado una estrategia para imponernos a este escenario, pero tomando en cuenta cuáles son los elementos, el contexto y teniendo presente lo que planteaba nuestro Presidente, el arreciamiento del bloqueo que han seguido aplicando medidas aún en tiempos de pandemia. No hay ningún tipo de flexibilidad. Todo lo contrario, es un arreciamiento para impedir el combustible, para parar los créditos, para evitar que tengamos incremento de nuestras exportaciones. 

Ante ese escenario hay que reaccionar con una estrategia, repito, concebida con una lógica y con un enfrentamiento sin improvisación a la situación que tenemos. Ya habíamos planteado cuál era el diseño de cómo el Gobierno se enfrentaba a este escenario y recordemos que teníamos una estrategia con dos etapas que ya la habíamos explicado aquí en una Mesa Redonda en el mes de marzo. Una primera etapa con sus tres fases que fue explicada aquí y que estamos transitando por ella, que tiene como foco fundamental el enfrentamiento a la pandemia, o sea, las medidas de protección y la salud. 

Y una segunda etapa en la cual nos enfocamos en un conjunto de medidas para impulsar la economía y para enfrentarnos con éxito a este escenario complejo que tenemos que trabajar. Y, como se explicó por nuestro Presidente, esta estrategia fue aprobada en el Buró Político y en la mañana de hoy tuvimos un intercambio con todos los miembros del Consejo de Ministro. En este detallamos cuáles son sus elementos fundamentales y dónde debemos concentrar el esfuerzo principal, pero trabajando en todas las medidas. Es una estrategia amplia, abarca 16 áreas claves de la economía. Es una estrategia, además, que tiene otros capítulos vinculados con el desarrollo de otras formas de gestión que vamos a explicar. Y por lo tanto, no se limita a un conjunto de actividades en específico, sino que tiene un abordaje muy integral de todas aquellas actividades que implican e impactan en nuestra economía y en la vida social del país. 

Se trata precisamente de identificar todo aquello que tenemos en nuestro modelo económico, que está reconocido en los Lineamientos y que hemos identificado también en el levantamiento que se ha hecho de las trabas. Ese es un trabajo que no se hizo por gusto. Empezamos a trabajar con todos los organismos levantando las trabas presentes en la economía. 

Disponemos de un diagnóstico y hemos incorporado también ese análisis a la estrategia, porque la estrategia va en el sentido de eliminar trabas, quitar restricciones y buscar la manera de tener una operatoria que sea más funcional, ajustada al contexto en el que estamos. El tránsito de la primera etapa nos ha demostrado que el país ha logrado imponerse y enfrentar la pandemia. Demuestra la necesidad de trabajar siempre con estrategias organizadas y mantener y defender ese concepto que mientras más incertidumbre, más hay que planificar. Mientras más incierto es el contexto en que uno se desenvuelve, más tiene que tomar en cuenta la planificación para tener bien identificado cuál es el camino central, cómo incorporar a los diferentes actores en la consecución de esos objetivos y cómo avanzar hacia una visión diferente, de impulso a la actividad económica del país. 

Yo me voy a referir ahora a los principios de la estrategia, porque la estrategia tiene un diagnóstico, tiene una visión del impacto de la pandemia en la economía y toma en cuenta otras restricciones que ya veníamos enfrentando por el arreciamiento del bloqueo desde el mes de abril del pasado año que comenzó la persecución contra el combustible. Tuvimos un pico en septiembre, pero como dijo el Presidente, nos hemos podido sobreponer a eso. Estamos aquí, estamos vivos y estamos dando señales no solamente de que estamos vivos, sino que vamos a seguir avanzando. Y la estrategia tiene un conjunto de principios que es bueno que nuestra población los conozca. 
PRINCIPIOS DE LA ESTRATEGIA 

1. Mantener la planificación centralizada. Nosotros reafirmamos que es una fortaleza de nuestro sistema. Planificación centralizada no significa asignación centralizada de recursos, son dos cuestiones diferentes. Nosotros estamos dando pasos en la descentralización de la asignación administrativa de recursos, pero mantenemos una planificación y conducción centralizada de la economía. Son elementos técnicos, pero importantes a los efectos de esta estrategia. 

2. Defender la producción nacional y desterrar la mentalidad importadora que nos ha hecho daño, que nos ha acomodado a que las soluciones a los déficits de la economía tienen que venir de afuera en un barco, y que hay que gestionar las divisas para pagar el barco. 

Hay que agradecer algunas cosas. Momentos como estos nos obligan a sacar reservas internas, obliga a poner soluciones en la evaluación colectiva y nosotros tenemos que desterrar la mentalidad importadora y encontrar las soluciones a las demandas de la economía en nuestra producción nacional, en nuestra industria. En la estrategia eso lleva un diseño desde la planificación. Eso no es un lema, no por decirse se alcanza. 

3. La regulación del mercado, principalmente por métodos indirectos. Eso está perfectamente en correspondencia con nuestro modelo económico y con los Lineamientos. Hay que permitir que el mercado se exprese. Tenemos que regularlo, regularlo en los objetivos de la planificación y utilizar instrumentos indirectos en lo fundamental, y no medidas de carácter puramente administrativas que pueden tener un determinado impacto favorable en el corto plazo, pero que no son instrumentos estables de conducción de la economía. Tenemos que avanzar en ese sentido. 

4. Complementariedad de los actores económicos. Existen varios actores económicos concebidos en nuestro modelo. Tenemos que buscar la manera de que eso se encadene, se entrelace. Todos juntos, somos uno, porque todos somos Cuba. Que todos juntos nos unamos en función de ese objetivo. El trabajo por cuenta propia, el sector no estatal, las cooperativas, el sector estatal, las empresas estatales. Esa complementariedad tenemos que encontrarla para defendernos de las agresiones, continuar avanzando y darle prosperidad a nuestro pueblo. 

5. Papel dinamizador de la demanda interna para la economía. Hay que transformar el papel de la demanda interna en la economía. Esta es un motor impulsor en una economía. Tiene muchos vínculos después con la productividad, con la inversión en la actividad productiva, con la generación de empleos. Hoy por restricciones que tenemos de oferta, por restricciones monetarias que tenemos que resolver también, que no son sencillas, no dependen de una reunión ni de una resolución, conllevan creación de condiciones; no hemos logrado ese propósito, pero tenemos que utilizar la demanda interna en función del crecimiento productivo del país. Nada es improvisado y todo se ha pensado y todo responde a objetivos generales de la defensa de nuestra soberanía y a nuestro modelo económico y social. 

6. Dotar de mayor autonomía de gestión al sector empresarial, algo reclamado. Yo diría que es uno de los principales elementos de las trabas. 

Más autonomía, más autonomía de gestión, más posibilidades para la toma de decisiones, para decidir las producciones, los precios, el destino de los recursos. Eso lleva preparación, lleva también asumir responsabilidad. A veces consultamos cosas que podemos decidir. Estamos decididos a aumentar la autonomía en el sector empresarial, a crear condiciones en ese sentido para que la empresa estatal socialista sea una empresa eficiente, que lo puede ser perfectamente. 

Nosotros tenemos ejemplos de empresas eficientes porque a veces se pone en contradicción que para ser eficiente hay que cambiar el modelo de gestión e ir al sector no estatal. Tenemos casos de empresas o actividades eficientes en los dos sectores, en el estatal y en el no estatal. Tenemos ejemplos de actividades que han salido mal y negocios que han quebrado y cosas que se han hecho sin innovación y se han hecho de una manera incorrecta, tanto en uno como en otro sector. Nosotros defendemos esa complementariedad, pero tenemos que crear reglas de juego que sean similares para que ambos sectores se desempeñen en condiciones similares, en medio de un entorno económico complejo, no estamos en una situación de abundancia de recursos. Hay un grupo de propuestas para resolver problemas en la economía que transitan por poner dinero, por necesidad de darles recursos y eso lo sabemos, pero no tenemos el dinero. Hay que ver cómo lo que tenemos lo administramos mejor, de forma tal que tribute a esos objetivos. 

7. Implementar aspectos claves que están aprobados y pendientes, fundamentalmente con relación a las formas de gestión y propiedad. Esto abarca el redimensionamiento del sector empresarial, el sector no estatal y la adecuada relación que tiene que haber entre ambos. 

8. Incentivar la competitividad garantizando la utilización eficiente de los recursos materiales y financieros. El ahorro. El incremento de la eficiencia y la motivación por el trabajo. Señalo aquí dos elementos claves: el ahorro y la motivación por el trabajo. 

Hay que tomar en consideración en qué contexto hacemos esta estrategia. No hacemos esta estrategia porque de pronto apareció financiamiento y vamos a ver en qué lo usamos. Hacemos esta estrategia en un contexto de restricciones, un período prolongado de crisis que tenemos que enfrentar, una situación diferente a la tensión habitual y donde el ahorro es primario. El ahorro sobre la base que siempre hemos planteado, que no es dejar de hacer. Cuando se dejan de hacer cosas, no se puede decir que se ahorró nada. El ahorro es precisamente hacer lo que tenemos que hacer utilizando más eficientemente los recursos y ese ahorro tiene que primar en la estrategia. Por su parte, la motivación por el trabajo también es un problema a resolver. Eso lo tenemos claro sobre todo en el sector estatal, en el sector empresarial, en el sector presupuestado. Hay que crear resortes, incentivos. Los sistemas de incentivos a veces los hemos subestimado y tienen que funcionar por igual en el sector estatal o no estatal. Tienen que ver también con la responsabilidad que se asume cuando se enfrenta una determinada actividad, esos también son métodos indirectos. 

9. Una política ambiental activa en armonía con el ordenamiento social del país. Es necesario manejar siempre una compatibilidad entre las medidas que implementamos y el medio ambiente. Recordemos que hay países con tasas de crecimiento que son relativamente altas, pero a costa de un deterioro del medio ambiente, y eso siempre hay que tenerlo presente en cualquier estrategia. 

Estos son los principios de la estrategia. Como ya expliqué, la estrategia tiene diagnóstico, identificación de áreas claves, una visión del impacto que está enfrentando la economía, principios que hay que respetar y sobre los cuales se diseñan las medidas. Estas últimas presentan una amplia gama en los diferentes sectores, con una coherencia para que haya compatibilidad entre cada una de ellas. Como el Presidente planteó, trabajaremos en todas al unísono, concentrando ahora el esfuerzo fundamental en aquellas que tienen una transformación en el más corto plazo. 

Aspectos principales de la Estrategia. 

En cualquier estrategia que hagamos en nuestras condiciones actuales, el área principal de atención es la producción nacional de alimentos, se refería el Presidente a eso. Con la Producción Nacional de Alimentos que tenemos nosotros, no estamos satisfechos con los resultados que se alcanzan. Sabemos que hay un déficit de oferta de productos en nuestra población. 

Hemos tenido restricciones en los insumos, precisamente por problemas de financiamiento, por problemas de bloqueo, por proveedores que no nos venden por las razones conocidas. Nosotros hemos tenido restricción en los insumos para la base productiva. Eso nos obliga a implementar un conjunto de decisiones también, pero tenemos que atacar muchos problemas también de carácter subjetivo, que tienen que ver con el ordenamiento del sector; con las relaciones entre la empresa estatal en el sector agropecuario y la base productiva -que es mayoritariamente también no estatal-, que tiene que ver con los financiamientos, o sea, el papel de la banca. 

Estamos avanzando también en algunos conceptos vinculados con la banca, la banca de fomento, o sea el Banco de Fomento Agrícola, son estructuras de financiamiento diferente, aunque se han dado pasos aquí ya. Estamos también trabajando en la flexibilización de la comercialización. Debemos tener una buena comercialización de productos agropecuarios, no monopólica, donde puedan concurrir varios actores económicos y que lo que prime sea la eficiencia, que lo que prime sea el menor costo entre el productor y el consumidor final. 

Muchas veces en esa comercialización se pierden productos, se generan gastos adicionales. A veces gana más el intermediario que el productor y al final el consumidor paga el precio. Hay diferentes alternativas, pero vamos a impulsar estrategias que van en el sentido de ampliar, diversificar la comercialización de productos agropecuarios y defender un principio que es que haya relaciones de cobros y pagos. El que compre le pague al que le compró, le cobre al que le vendió. En eso tenemos problemas, en el sentido de que se nos dan a veces desfases en que tenemos impagos a los productores; y entonces hay problemas de ese tipo, que no son incentivos a la producción nacional y que tenemos que encontrar esos espacios. 

Por lo tanto, una línea de acción que tiene un conjunto de medidas tiene que ver con la producción nacional de alimentos. A partir de reconocer que los niveles productivos que estamos alcanzando son bajos, que no hay una satisfacción de la demanda de la población y que hay un conjunto de deficiencias que tenemos que resolver, que no dependen del bloqueo, dependen de nosotros y que tenemos que buscar una solución, algunas de ellas organizativas, otras desde el punto de vista de las relaciones entre los diferentes actores económicos. 

Y entonces, desarrollar en paralelo un sector financiero un poco más orientado hacia el sector agropecuario e impulsar algunas transformaciones en ese sector, que incluye la industria manufacturera y que incluye a la industria agroindustrial azucarera. En la agroindustria azucarera, también hay que incorporar algunas transformaciones en el sentido de incrementar la eficiencia y la productividad en ese sector. 

La actividad de la producción nacional de alimento constituye una prioridad y hemos diseñado un conjunto de medidas que incluyen la transformación de la empresa estatal en el sector agropecuario y su papel con el resto de los actores. 

Un segundo elemento en el cual también nos vamos a enfocar en el corto plazo que ya lo adelantaba en los principios, es la autonomía de la empresa estatal. 

La autonomía de la empresa estatal es algo en lo cual tenemos que dar pasos audaces en el corto plazo, defender precisamente que la empresa estatal puede ser eficiente si se crean las condiciones para ello. No trabajamos en el mismo entorno monetario en el sector estatal y en el no estatal. Eso lo tendremos también que resolver como parte de esta estrategia, pero tenemos que crear condiciones para que la empresa estatal tenga más decisión sobre determinados elementos que corresponden decidir a un empresario y que no le corresponde a los niveles superiores de dirección. No tenemos que estar en los ministerios ni en los niveles superiores del país tomando decisiones que corresponden al empresario. El empresario tiene que tener claro cuál es su misión y tiene que disponer de los elementos para poder cumplirla. 

Vamos a transformar, a flexibilizar el objeto social de la empresa estatal para que se pueda incorporar y hacer un grupo de actividades también colaterales. En algunas de ellas puede mediar algún tipo de licencia, pero sin que exista ninguna restricción que no sea imprescindible. 

Y vamos a dar un paso que consideramos que lo hemos evaluado y hemos avanzado bastante conceptualmente en él, que es ya empezar a trabajar en el diseño de la micro, pequeña y mediana empresa que está en la política aprobada bajo un concepto ajustado también a las condiciones de Cuba, a las características de nuestro modelo económico y a las potencialidades que tiene nuestra economía. 

La micro, pequeña y mediana empresa, no es privativa del sector no estatal o del sector privado. Nosotros dentro de la transformación de la empresa estatal socialista vamos también al diseño de la constitución de micros, pequeñas y medianas empresas, y estamos concibiendo que en nuestra economía pueden funcionar micro, pequeñas y medianas empresas estatales, micro, pequeñas y medianas empresas privadas e incluso mixtas. 

O sea, una formulación superior al concepto de la micro, pequeña y mediana empresa sólo en el sector privado. Su identificación, más que por la forma de la propiedad, está concebida por su tamaño, su nivel de actividad, los niveles de ingreso que tienen, la cantidad de trabajadores que emplea. 

Y puede fomentarse con inversión del presupuesto del Estado, porque puede ser alguna actividad que le interesa también al Estado desarrollar, podemos hacer una inversión inicial desde el presupuesto del Estado para constituir una micro, pequeña y mediana empresa estatal. Puede fomentarse con capital privado y tener una micro, pequeña y mediana empresa privada. Vamos a avanzar en la regulación. No es que esté el lunes la micro, pequeña y mediana empresa, pero ya la estrategia la concibe como un instrumento también, como un actor económico en la economía. Es parte de esta estrategia, vamos a trabajar también en su regulación, en su instrumentación, para que sea un actor económico que se incorpora a nuestro modelo desde el punto de vista práctico y pueda aportar a la flexibilidad que requiere la economía. 

La micro, pequeña y mediana empresa tienen también su espacio desde el punto de vista de su nicho de mercado, de sus posibilidades de encadenamiento con otras empresas más grandes. Ya en eso hemos venido avanzando y va a ser un paso también en la dirección de la transformación de la empresa estatal y de la ampliación del trabajo en el sector no estatal. Por eso hablamos de la complementariedad. Y aquí vuelvo a decir que todos somos uno y tenemos que trabajar en esa dirección. Eso está concebido también en nuestra estrategia y son de las cuestiones en las cuales estamos ya dando pasos para su implementación. 

Vamos a trabajar en crear las condiciones para que las formas de gestión no estatales puedan exportar y puedan también importar, porque uno de los elementos esenciales de la estrategia es precisamente la diversificación e incremento de las exportaciones. Por lo tanto, si hay formas de gestión no estatales en capacidad de producir competitivamente, que tienen productos que pueden ser transables, o sea, que pueden ser colocados en los mercados internacionales, nosotros lo que tenemos es que crear las facilidades, para que esa competitividad se aproveche. Que esos productos puedan exportarse y buscar incentivos para que la divisa que entra al país por esa exportación, una parte de esa divisa, vaya a esa forma de gestión no estatal, porque eso lo vamos a encadenar también con otras medidas que vienen más adelante. Se trata de crear las condiciones, no amplío en eso, porque el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera se referirá a algunos elementos vinculados con eso. 

Ya hemos dado pasos; por ejemplo, ya está aprobado y en fase de implementación que las formas de gestión no estatales cooperativas, en este caso, agropecuarias y no agropecuarias, puedan vender a la Zona Especial de Desarrollo Mariel sus producciones, sus bienes y servicios y puedan cobrar. El 80 por ciento del cobro se les respalda con liquidez en divisas, o sea que estos son incentivos. No podemos decirle a la gente, estás obligado a vender el 30 por ciento de tu producción en Mariel. Eso es conducir por métodos administrativos. Tenemos que decir, tienes un incentivo. Si vendes a Mariel, que sustituye importaciones, encadenas la Zona con la economía interna: es un objetivo de la estrategia. Se retiene una parte del por ciento de esas divisas para el reaprovisionamiento, y se conduce la economía con métodos indirectos para alcanzar el objetivo. 

Estamos también tomando un conjunto de medidas o implementando un conjunto de medidas para incentivar la participación en nuestra economía de la inversión extranjera directa, incluso en la actividad productiva, en la producción de alimentos, en actividades directamente vinculada con la producción de alimentos, de pollo o de carne cerdo, de productos que importamos. Nosotros importamos prácticamente todo el pollo que se consume y nosotros tenemos que avanzar en el desarrollo de la producción nacional de algunos de estos alimentos y la inversión extranjera es fundamental porque nos permite incluso cerrar ciclos. O sea, que se produzca el alimento animal, la tecnología, todo el ciclo productivo y que podamos, con una productividad favorable, avanzar en el crecimiento de esas actividades. 

Vamos a tomar un conjunto de decisiones también asociadas con incentivos a la inversión extranjera, que es un actor principal también de nuestro desarrollo económico y que está concebido así en el Plan Nacional de Desarrollo Económico Social al 2030. 

Vamos a avanzar en el perfeccionamiento del trabajo del sector no estatal. Ya hablé de la micro, pequeña y mediana empresa, no la mencioné en el sector no estatal porque no es privativa de ese sector. Es un actor económico, repito, que va a estar presente tanto en el sector estatal, o sea, que habrá empresas estatales bajo esa condición, y en el sector privado o no estatal, también las crearemos en esas condiciones. 

Dentro del sector no estatal vamos a dar por concluido el experimento que estábamos trabajando con las cooperativas. Vamos a impulsar también las cooperativas en el sector no estatal, con algunas variantes que están ya incorporadas en la estrategia, y vamos a ampliar el trabajo por cuenta propia. Vamos a transformar la manera en que hoy se conduce, se autoriza el trabajo por cuenta propia. Vamos a buscar un poco más de flexibilidad que haga que no haya tanto detalle en cuanto a las actividades y vamos a dar algunos pasos también en la dirección del trabajo por cuenta propia. 

La ampliación del trabajo por cuenta propia, ampliación, desarrollo y fomento de las cooperativas en diferentes sectores de la economía, y constitución de la micro, pequeña y mediana empresa, en ambos sectores, estatal y no estatal. Para obtener un diseño, un funcionamiento de la economía con varios actores económicos, que puedan aprovechar las potencialidades del encadenamiento productivo, y todo eso tributa a la sustitución de importaciones, al aprovechamiento de la capacidad que tenemos instalada en el país, a un mejor aprovechamiento de nuestro potencial y de nuestro potencial humano, e incluso al incremento de las exportaciones. Por qué? A partir de la facilidad que cualquiera que produzca algo competitivo puede aspirar a exportarlo y tenemos que encontrar los mecanismos para que eso se pueda canalizar y obtener ese ingreso hacia lo interno del país. 

Aquí hay una premisa también, es que hemos estado escuchando las opiniones. Hemos estado escuchando a la gente. Tenemos una participación directa en las redes sociales, sabemos los estados de opiniones que hay. Hemos estado interactuando con la academia, tenemos consejos técnicos asesores funcionando. Tenemos intercambio permanente con académicos de prestigio, con personas que conocen, que estudian, que han profundizado incluso en investigaciones. Y todo esto se une en función de la estrategia y la estrategia no lo hicimos escribiendo un papel detrás de un buró. Es una estrategia integral, que aborda todas estas aristas a partir de conocer cuáles son las potencialidades que en este minuto tiene la economía que podemos aprovechar más. Creo que hemos madurado un grupo de conceptos también, que es posible implementarlos ahora con más celeridad y que nos ponga en mejores condiciones de enfrentar este escenario. Y, por supuesto, todo lo que estamos haciendo para afrontar este escenario es lo que decimos que llegó para quedarse. Esto no es ahora y vamos para atrás después, sino que vamos siempre en el sentido de marchar hacia adelante. 

Hay varias medidas también vinculadas con el ordenamiento del comercio interior, mayorista y minorista. Ya explicamos que uno de los impactos, por ejemplo, que tenemos en el sector productivo es la falta de insumos. Nosotros no siempre disponemos de la divisa para importar los niveles de insumos que se requieren como fertilizantes, plaguicidas. Estamos haciendo esfuerzos en el incremento de la producción nacional, pero eso lleva su tiempo y también las cantidades de insumos necesarias son grandes. Tenemos además determinadas restricciones, a veces con el equipamiento. 

Estamos avanzando en el diseño de un mercado mayorista, ausente prácticamente en nuestra economía, que oferte bienes o productos a la base productiva y al sector no estatal de la economía con respaldo en moneda libremente convertible. O sea, nosotros decimos lo siguiente: si no se dispone de todos los recursos, -lo ideal, queda claro que es vender todo en nuestra moneda, cobrar en nuestra moneda y que con nuestra moneda podamos aprovisionarnos- entonces es preferible, antes que la oferta sea igual a cero, tener una oferta que se respalde en moneda libremente convertible. Eso es preferible a que tengamos la siguiente explicación o argumento: no hay recursos, no podemos traer los fertilizantes. 

Esa base productiva tiene la posibilidad de exportar y a través de la exportación, puede ingresan divisas. Esa base productiva tiene la posibilidad de vender a la Zona Especial de Desarrollo Mariel e ingresar divisas por esas ventas. ¿En qué va a utilizar fundamentalmente esas divisas? En comprar insumos. 

Es preferible tener un mercado mayorista aquí al que cada cual acude con su liquidez y pueda adquirir insumos, y vamos cerrando ciclo. Se logra más autonomía, vamos descentralizando decisiones y vamos dando más oportunidades para que la base productiva y las personas puedan adquirir sus insumos, sus necesidades, mediando el pago en divisas. Tenemos que abrir posibilidades para que también se busque la divisa en lo posible, internamente o exportando, a partir de esos mecanismos. 

Estamos trabajando y tenemos identificados un conjunto de productos con el Ministerio de Agricultura y por supuesto con el MINCEX, para disponer en el país de una gama de productos que permita tener un nivel de respuesta inmediata (porque ese es el otro problema de los insumos, pues hace falta la urea hoy y hoy no se tiene, llegó el barco dentro de seis meses y ya dentro de esos 6 meses no se puede aplicar, y ya se perdió la cosecha). No se trata de entregar los recursos cuando los tengo, los recursos hacen falta cuando hacen falta y por lo tanto tienen que tener un determinado nivel de oferta estable. 

La manera que tenemos nosotros hoy de garantizar un nivel de oferta estable es cerrando circuitos que operen con respaldo de liquidez en moneda libremente convertible. ¿por qué?, porque se trae la urea, la ponemos aquí, la vendemos, cobramos con liquidez la urea que se vende, y con esa misma liquidez se trae más urea y por lo tanto se va reaprovisionando con la propia liquidez que genera. 

Si no lo hacemos así, se trae la urea la primera vez, la vendemos sin liquidez y la segunda vez no alcanza el dinero para la urea y entonces se rompen los ciclos productivos y eso tiene que ver también con la producción agropecuaria y los rendimientos (porque después logramos en el arroz dos toneladas por hectárea, en lugar de cinco o seis, porque no se aplica el insumo. Hay que entender ese contexto y enfrentarse a él con una visión objetiva, antes de decir no hay, hay que poner un mercado que realmente funcione en esas condiciones para la base productiva, para el sector no estatal y vamos a avanzar en esa dirección. 

Ha estado ausente en la economía una presencia estable de un mercado mayorista y eso es importante, incluso las formas de gestión no estatal, en particular los trabajadores por cuenta propia se han venido reaprovisionando en el mercado minorista y eso ya no es posible hacerlo, pues desde el punto de vista práctico no tenemos suficiente nivel de oferta. 

Hay que crear condiciones para ello porque la tarea de nosotros, y el Presidente lo decía, es ponernos a pensar en todas las soluciones. Tenemos que encontrar la solución, no la explicación. Solución a los problemas, dentro de nuestro socialismo, dentro de nuestro modelo económico, con lo que ya tenemos aprobados en los Lineamientos y existen alternativas que permiten ir buscando espacio y solución a todas estas demandas que tenemos en la economía. 

Entonces, lo primero es el desarrollo de un mercado mayorista, que iremos empezando y luego lo iremos ampliando a determinados productos, pero por ahí tenemos que iniciar y que funcione con una conexión en moneda libremente convertible, lo que nos permitirá que funcione en paralelo al mercado al que podemos con los recursos disponibles asignar. 

El segundo elemento es el de la venta minorista en MLC, en moneda libremente convertible. Las palabras del Presidente son muy claras y muy directas y todos las podemos entender perfectamente. El trabajo del Gobierno, lo que estamos buscando, nuestro principal empeño, es precisamente mantener con un alto costo, un nivel de oferta en las tiendas en CUC y oferta en CUP, ese es nuestro empeño. No es para nada, que lo mismo que hoy vendemos en CUC, se quite de ahí y se empiece a vender en dólares y que no haya oferta y que el que no tenga dólares, sencillamente no coma. Eso no es Cuba ni lo será. 

Nosotros estamos avanzando sobre la base de tratar de respaldar un nivel de oferta en las tiendas en CUC, pero hay que reconocer que hay un segmento de mercado con capacidad económica, con solvencia económica. Hay una demanda solvente, así se llama en términos económicos. Está demostrado con las ventas que hemos hecho en divisas de los equipos, de los autos, etcétera, que hay una demanda que adquiere productos en divisas y hoy el nivel de oferta es cero. No podemos coger recursos de los que dispone el país y en vez de destinarlos a importar los alimentos básicos de línea económica, los productos de aseo de línea económica para las tiendas en CUC, destinarlos a importar alimentos y productos de aseo de gama alta y venderlos. Precisamente es una medida para proteger al pueblo. Nosotros lo que estamos buscando es no coger la divisa que tiene el país, para importar productos de gama media y alta, sino destinarla exclusivamente a la línea económica. Y los productos de gama media alta que un segmento de mercado los demanda y tiene cómo pagarlo, pues los ponemos en MLC y cerramos ese circuito. Y con los mismos MLC que cobramos por esas ventas volvemos a traer productos y los vendemos. Esto nos permite ampliar las posibilidades del encadenamiento productivo de la industria nacional con las tiendas, que es algo que defendimos la primera vez. Que la industria nacional también pueda encadenarse con la red de tiendas y recibir esas divisas para evitar que todas las divisas que se captan por esa vía se vayan del país. No es la principal pretensión, pero es una forma de lograrlo también. 

Pero tenemos restricciones. Quién más que nosotros quisiera tener las tiendas llenas y con un nivel de respaldo, que no hubiera cola y que todo el mundo comprara y que el salario rindiera. No renunciamos a eso. Ese es nuestro objetivo y para eso trabajamos. Pero no va a ser mañana. Estamos en una situación excepcional de tensión y tenemos que enfrentarla con objetividad y estamos convencidos que nuestro pueblo comprende perfectamente esos argumentos y los apoyará como ha apoyado medidas que la Revolución ha tomado en otro momento, en condiciones similares o en un escenario que han conducido a que se evalúen situaciones de este tipo. Pero no es ni la principal medida, ni es el centro de la estrategia, ni es lo que nos va a resolver todos los problemas, ni vamos a renunciar a las ventas en moneda nacional. La estrategia es: más producción agropecuaria para vender en pesos, más productos para las ventas en CUC, incremento de la oferta- en la medida de lo posible y dentro de las restricciones antes señaladas- que incluye cuatro meses sin turismo. 

Eso hay que entenderlo y el bloqueo ahí, cada vez poniendo más obstáculos. Entonces hay que imponerse a eso con medidas objetivas. 

Para reafirmar esto, el Presidente lo introducía, en el mes de julio se van a vender controlados por la libreta de abastecimiento, la cartilla le dicen algunas provincias, dos libras de arroz adicionales, a precios sin subsidio (cuatro pesos la libra). Dos libras adicionales por consumidor en el mes de julio y dos libras adicionales por consumidor en el mes de agosto. 

El arroz está por encima de 500 dólares la tonelada y nosotros dijimos que, para dar una libra de algo en Cuba a todos los consumidores, hacen falta 5200 toneladas, para dar dos hacen falta diez mil 400 toneladas. Y para darlo en julio y agosto hace falta más de 20 mil toneladas. Esos son esfuerzos que se están haciendo en medio de esta situación para dar un nivel mayor de respaldo. Quisiéramos dar más, pero hay que ser objetivo en ese sentido. También se van a dar 6 onzas de frijoles para completar la libra, hoy damos 10 onzas de frijol. Vamos a dar 6 onzas más en julio y agosto y llegaremos a 16 onzas por consumidor para completar la libra de frijol en estos dos meses. 

Y en agosto, ya el Presidente lo anunció, estamos haciendo gestiones que de concretarse podemos quizá dar un poco más de arroz, quizá una libra más o media libra más. Estamos en eso, no lo prometemos todavía porque no lo tenemos en la mano, pero estamos en esas gestiones. Pero las dos libras de arroz de julio y agosto y las 6 onzas de frijol de julio y agosto, son un hecho, las tenemos en el país y las podemos entregar. Y también se está haciendo un esfuerzo con el pollo y vamos a dar una libra adicional a los niños hasta 14 años y a los adultos de más de 64, además de la vuelta que se da normalmente por la libreta. 

De este modo, el gobierno en lo que está enfocado es realmente en potenciar el nivel de oferta en moneda nacional. Y las ventas en MLC son una medida colateral para un segmento de mercado que obviamente nos va a permitir dar un nivel de oferta a ese segmento, recuperar una parte de esa divisa, conectarla con la industria nacional y poder financiar parte de la demanda de las tiendas que operan totalmente en moneda nacional. Parte de la demanda, no todo, pero ayuda, son medidas a favor de la población. No son para nada un apartheid económico ni son discriminatorias. Son medidas que van en el sentido de enfrentarnos todos juntos a este enorme desafío que tenemos por delante que es salir de la pandemia, impulsar la economía y salir adelante en medio de las restricciones económicas y en medio del bloqueo. 

También vamos a tener algunas otras ofertas turísticas, por ejemplo, se están diseñando paquetes de turismo a los nacionales con pagos en MLC y bonificaciones de precio. 

El turismo nacional tiene una alta demanda, por lo que es una vía también de captar divisas y con determinadas bonificaciones. 

En este contexto, debemos plantear que, a pesar de la hostilidad que persiste en el gobierno de los Estados Unidos con la implementación de medidas que recrudecen el bloqueo económico contra Cuba, también se ha decidido dejar sin efecto la aplicación del gravamen del 10 por ciento a los dólares en efectivo que ingresan al sistema bancario. 

Esto beneficia a los cubanos, tanto los que vivimos aquí que tienen el dólar en efectivo que se lo remesan, como los cubanos del exterior, cuya inmensa mayoría, me refiero a los del exterior, apoyan el país, están en contra del bloqueo, quieren relaciones normales y por lo tanto esta es una medida que beneficia a todos los cubanos de aquí y los que no residen en Cuba. Repito, aún en medio de la hostilidad y el recrudecimiento del ilegal bloqueo económico y comercial de los Estados Unidos contra nosotros, vamos a eliminar el gravamen y eso permite darle más capacidad de compra a la divisa, o sea, ese dólar ya no enfrentaría el gasto de un 10 por ciento cuando lo depositas en el sistema bancario. 

Estas dos medidas, el inicio de las ventas en las tiendas en moneda libremente convertible y la eliminación del gravamen tienen efecto a partir del lunes 20 de julio. A partir de ese día, todas las transacciones que se hagan con los dólares en efectivo no estarán sujetas al gravamen. 

Y por último, reafirmar una idea, un concepto también, que tiene que ver con la continuidad. Yo creo que nuestra población puede tener una idea de que no es una medida por aquí y una por allá, es una estrategia integral, con un conjunto de acciones que nos van a permitir destrabar, que nos van a permitir realmente avanzar con celeridad y darle a la economía un impulso y reafirmar la idea de que hay una continuidad en las medidas. 

Nosotros hemos hablado solo de algunas que se van a implementar en el más corto plazo. En la misma medida que vayamos avanzando en otras medidas, que estemos más cerca de su implementación, le daremos información a nuestro pueblo. Esto no es todo, solamente aquí hemos expuesto lo que ya, como el Presidente planteó, tiene un impacto mayor en el corto plazo y algunas que ya se implementan el lunes. Pero estamos trabajando en medidas que más adelante daremos también información cuando tengamos más claro el momento en que entran en vigor, el momento que se concretan esas medidas. 

Se ha estado escuchando, como ya dije, a la población. Es un desafío. Estamos ante un desafío que nos une. Como mismo hemos enfrentado y estamos venciendo a la pandemia, con la disciplina y con el apoyo de nuestro pueblo; con la participación directa de nuestro pueblo tenemos que enfrentar y vencer la economía. Es el reto que tenemos, es el desafío que tenemos por delante. La situación económica, como hemos dicho, se enfrenta y se vence trabajando. Es lo que tenemos que hacer todos, entregarnos al trabajo, defender la Patria, unirnos, en función de este reto que tenemos por delante. Estamos aquí. Hemos logrado enfrentar con éxito la pandemia. Nos corresponde ahora implementar con rigor y celeridad las medidas que están en la estrategia para también vencer en la economía. Estamos seguros que podemos lograrlo.