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martes, 17 de noviembre de 2020

¿Cómo multiplicar «La Fortaleza» en el desarrollo local?

 La finca santiaguera produce al año mil toneladas de carne de cerdo, 230 de pollo y otras como conejo

La cría de pollos, que empezó con 500 aves y hoy asciende a 15 000, es el principal programa en desarrollo. Foto: del autor

SANTIAGO DE CUBA.-Enclavada en la irregular topografía que comprende la falda sureña del lomerío de la Gran Piedra, y carente de abundantes fuentes de agua, la finca La Fortaleza debe su nombre a las manos laboriosas y al espíritu emprendedor de Aida Dolz Mariño, una mujer llegada allí con su familia, desde esta ciudad, hace 25 años.  

Si bien en la improvisada oficina, su hijo Ciro Verdecia conserva el título de graduado en Medicina, el otro doctorado ha sido el apego a estas tierras que, indirectamente, inculcó en la madre, al proponerle la compra de los 500 pollitos criados en la azotea de la casa, los cuales, en pleno periodo especial, ayudaron al sustento familiar y a que, como Mariana de estos tiempos, ella sumara a todos en este empeño.

De lo que fuera entonces poco más de una hectárea recibida en usufructo, hoy suman 44 las que integran la finca que recorrió, en la más reciente visita a la provincia, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para afirmar con admiración que sus resultados constituyen un ejemplo de programa de desarrollo local digno de generalizar en la nación.

Sobre ese encuentro, Aida Dolz comentó a Granma que ha contribuido a multiplicar su amor y el agradecimiento por la Revolución, mientras que su hijo Ciro Verdecia, quien acompañara al Jefe de Estado, refiere que fue un sueño hecho realidad, porque sintió muy dentro el valor del trabajo desplegado y el sentimiento de que los productores agropecuarios cuentan para la dirección del país.

«Siempre había deseado –afirmó–, que él y Raúl vieran lo que hacemos como aporte a la Revolución, y realmente no sabíamos que vendría; de ahí que esto fue como un milagro pedido a gritos, ante el cual yo me preguntaba: ¿y ahora qué le digo?; pero tan pronto lo tuve delante, con su amabilidad y sencillez, fue como un intercambio entre viejos conocidos».

 

LA FORTALEZA POR DENTRO

Como conociera el mandatario cubano, distingue a la finca todo un sistema productivo integrado por eficientes programas que funcionan entre sí y tienen de líder, por su magnitud productiva, al porcino, seguido de cerca por la avicultura, la cunicultura y la ceba de toros, a los cuales se añaden el cultivo de alimentos humanos, plantas proteicas para animales, y plantas medicinales.

Para las mil toneladas de carne de cerdo en óptimas condiciones comprometidas anualmente, cuentan con capacidad en naves para 4 500 precebas y la posibilidad de realizar 2,2 ciclos productivos, cuya primera entrega se efectúa a través de la selección de animales que, a los cuatro meses, alcanzan de cien a 110 kilogramos de peso, y de inmediato son sustituidos por precebas. 

Disciplina y rigor en el manejo resultan esenciales para el jefe de nave Alexiuber Barroso Barroso, en la atención de sus 365 animales. De lo contrario, poco pueden aprovechar la tecnología de alimentos compuestos por vitaminas, minerales, miel, soya y forraje basado en chopo de plátano y plantas proteicas como la moringa, la morera y la tithonia.

Sobre la cría de pollos, que empezó con medio millar, y asciende hoy a 15 000, Ciro Verdecia precisa que actualmente se trata del principal programa en desarrollo, mediante la construcción de dos nuevas naves que elevan la capacidad instalada a 20 000 aves, bajo una tecnología moderna que permite realizar cinco ciclos productivos al año.

Partiendo del efectivo empleo de un crédito bancario, comprende instalaciones dotadas de nebulizadores y ventiladores que refrescan la temperatura ambiente, de una óptima iluminación mediante lámparas led, comederos y bebederos automatizados, higiene extrema, y protección en los laterales contra el mal tiempo, que, en conjunto, contrarrestan el posible estrés de las aves.

Al igual que las demás producciones, la venta de esa carne está destinada al Estado, y para el venidero año proyectan introducir el ciclo cerrado desde la obtención del huevo, incubación, ceba del ave, sacrificio, empaque y congelación del producto en la misma finca, cuya calidad será asegurada por una tecnología de avanzada y la capacitación del personal asignado.

Confiados en la posibilidad de la soberanía alimentaria, la crianza de conejos cuenta ya con 400 reproductoras y suma cuatro toneladas de carne entregadas este año, a la vez que, desde hace unos meses, fue incorporada la ceba de toros semiestabulada, en un rancho con capacidad para 120 vacunos que en la dieta incluyen plantas proteicas. 

EL TRABAJO COMO CRÉDITO

«Todo –dijo Ciro Verdecia–, se ha ido logrando en interés de apoyar al país en sus prioridades, y cuando se parte de cero nada es fácil, se cometen errores, y lo mejor es trabajar fuerte para que cuando acudas a quienes tienen mejores experiencias, y a las instituciones de la ciencia y la técnica, confíen en que su cooperación no será en vano».

Bajo esa premisa, los 123 trabajadores fijos y cerca de 20 concurrentes, en su mayoría de la zona, comparten la tecnología y prácticas agroecológicas implantadas, la cultura organizacional, las técnicas agroecológicas y la defensa del medioambiente mediante el uso y manejo adecuado de los residuales, la reforestación y los sistemas de drenaje.

De igual manera, convenios establecidos con la Universidad de Oriente e instituciones científicas del Ministerio de la Agricultura, cooperan en proyectos para la generación de energía renovable, el reciclaje del agua, estudio de los suelos, cruces genéticos, producción de biofertilizantes, y empleo de cuanta tecnología de avanzada sea posible.

«Sobre todos estos temas –planteó Ciro Verdecia–, estamos abiertos al intercambio con estructuras estatales y productores, pues así lo hicimos saber al compañero Díaz-Canel cuando dijo que nuestro pedacito de tierra es, también, el país, a la vez que le pedimos que confiara en nosotros cualquier tarea que desee transmitirnos sin importar su complejidad.

«Escucharle decir que aplicar nuestra experiencia contribuye, con el problema partido en pedacitos, a encontrar soluciones más rápido, es expresión del reconocimiento al aporte de los productores que, en nuestro caso, con su maravillosa visita nos sentimos más comprometidos a seguir aportando alimentos para el pueblo».

INDICACIONES DEL PRESIDENTE

Es una experiencia de las que hay que aplicar de inmediato. Cuando uno ve la sabiduría, lo que hay en esa finca en muchos años de trabajo, las conquistas que ellos han logrado con un pensamiento muy enfocado en cómo gestionar y cómo aprovechar, de la manera más eficiente, la tierra, lo primero que uno se pregunta es: bueno, ¿por qué si tenemos la experiencia de cómo hacer las cosas bien, no somos capaces de multiplicar con más rapidez estas experiencias?

Ahí hay un ejemplo de cultura organizacional, de gestión, de innovación. Tienen vínculo con la Universidad (de Oriente) y con casi todos los centros científicos de las Ciencias Agropecuarias del país. Por ahí ha pasado todo el mundo, y tienen montadas, con casi todos, experiencias de innovación.

Las cosas que uno ha criticado en otros lugares aquí funcionan bien, han podido usar el crédito bancario con financiamiento cubano, aquí no hay proyecto de cooperación internacional, no. Han logrado lo mismo que nosotros hemos visto en otros proyectos que son de cooperación internacional.

Eso por sí solo es un proyecto de desarrollo local, ahí hay desarrollo de tecnología, ahí hay trabajo en función de una de las prioridades del país, ahí se le da empleo a la gente de la zona, ahí hay desarrollo sostenible porque ellos también tienen esa cultura de sostenibilidad para no dañar el medioambiente.

Eso es un sistema productivo local que generó oportunidades de empleo para ciento y tantas personas que tienen una perspectiva de desarrollo en sus vidas, y sus proyectos de vida coinciden con los de ese programa de desarrollo.

Producen al año mil toneladas de carne de cerdo, 230 toneladas de pollo y otras toneladas de diferentes carnes como conejo. Vamos a detenernos en el cerdo. Vamos a redondear 200 000 toneladas en el país. Con 200 productores como estos se resuelve el problema en el país. Vamos a más, vamos a duplicar eso, con 400 productores de cerdo como estos se resuelven los problemas del país. Entonces, ¿qué tenemos que hacer ahora? Identificar en el país cómo llegamos a esos 400 productores que tienen esas potencialidades.

Hay que hacerlo con la carne de cerdo, de aves, en cada uno de los renglones, con los que producen cultivos varios, y vamos a sacar las proporciones, y que todos los otros aporten más. Eso es partir el problema en pedacitos, y darnos cuenta entonces cómo, de una manera más eficiente, nosotros podemos lograr mejores resultados

Ordenamiento, salarios y precios en Cuba: notas sobre el riesgo de inflación.

 Por Pedro Monreal, El Estado como tal

https://elestadocomotal.com/2020/11/17/ordenamiento-salarios-y-precios-en-cuba-notas-sobre-el-riesgo-de-inflacion/

Se ha informado oficialmente que la “Tarea Ordenamiento” -un paquete de política económica que combina una hiper- devaluación con el alza de precios, salarios y pensiones- aspira a mejorar el poder de compra de los trabajadores estatales cubanos.

Se afirmó que “tenemos que lograr que el salario crezca un poquito más que el crecimiento de los precios; si eso se logra, y es el diseño, los que dependemos de un salario quedaremos mejor que en el punto de partida” (1).

Tal meta parece apoyarse en dos supuestos: en primer lugar, que los salarios crecerán más que los precios, y, en segundo lugar, que existirá una masa mercantil adicional que, respaldando materialmente el incremento de demanda solvente, evitaría un proceso inflacionario. El primer supuesto plantea dudas, pero el segundo supuesto es especialmente problemático.

En caso de que, contrariamente a lo que postula el primer supuesto, los precios aumentasen más que los salarios, entonces no habría una mayor capacidad de consumo porque los precios inflados erosionarían los mayores salarios. No es suficiente hacer declaraciones generales sobre el tema. Se requiere explorar -con los datos existentes- la posible viabilidad del primer supuesto.

Sin embargo, no bastaría con que los precios crecieran menos que los salarios porque si el dinero extra disponible para comprar no encontrase una oferta adecuada de mercancías y servicios, ese dinero haría una presión de demanda que provocaría inflación al no tener suficiente respaldo de oferta.

El rango de salarios es amplio y también existe una extensa variedad de precios. Por tanto, el análisis requiere simplificar esa realidad y deben utilizarse indicadores representativos de precios y salarios que faciliten identificar dinámicas medias.

En principio, pudieran utilizarse diversos indicadores. Para el caso de los salarios, la presentación oficial de la “Tarea Ordenamiento” proyecta un crecimiento de salarios de 390% que reflejaría un incremento de 4,9 veces en el fondo salarial. En el caso de los precios no se ofreció una cifra estimada de crecimiento de precios, sino que se hizo una mención general, sin cuantificar, al incremento de precios de una canasta básica de referencia. (2)

La información oficial es insuficiente, ¿cuál sería entonces la alternativa?

La escasa e incompleta información oficial no permite analizar con precisión la factibilidad del posible cumplimiento del objetivo del “ordenamiento” de conducir a que el trabajador estatal “que depende de un salario” quede mejor en comparación con el punto de partida.

Se hace necesario acudir entonces a otras cifras que pudieran estar disponibles o que pudieran construirse de manera razonada.

Para el salario he utilizado dos cifras:

  •  Un estimado de salario medio estatal mensual de 5765 CUP a partir del “Día Cero”, cuyo procedimiento de cálculo he explicado en un trabajo anterior. (3)
  • El dato oficial de salario medio estatal mensual de 740 CUP en 2016. (Nota: no utilizo el salario medio de 2019 porque el indicador más actualizado de gasto de consumo con el que se comparan los salarios es de 2016). (4)

Para el gasto de consumo per cápita mensual he utilizado dos cifras:

  • Un valor de Canasta Básica de Bienes y Servicios de Referencia (CBBR) per cápita de 1528 CUP a partir del “Día Cero” que representa “gastos para cubrir las necesidades de un trabajador y de media persona más”. No es un dato oficial. (5).  
  • Un estimado de gasto total per cápita mensual de 679 CUP en 2016, calculado como la mediana de un rango que abarca un mínimo de 655 CUP y un máximo de 703 CUP, cifras estimadas por la colega Dra. Betsy Anaya. (6)

El salario medio parecería crecer más que el costo de la canasta básica, pero…

El Gráfico 1 presenta la comparación del gasto de consumo mensual de 679 CUP (mediana) en 2016 con el gasto per cápita de 1018 CUP de la canasta de referencia a partir del “Día Cero” (calculada dividiendo 1528 CUP entre 1,5). Sería un crecimiento de 50% entre 2016 y el “Día Cero”. (7)

Gráfico 1

Asumiendo que las canastas básicas de referencia estimadas en 2016 y 2020 -ambas concentradas en productos y servicios básicos- fuesen relativamente similares en cantidad y calidad, entonces las diferencias de valor de la canasta entre ambos años expresaría aproximadamente el incremento de precios de la canasta. Consideramos aquí que el crecimiento de 50% antes mencionado equivale al aumento de precios del consumo básico mensual per cápita que produciría el “ordenamiento”, tomando como base el año 2016. (8)

El aspecto clave que debe ser retenido es que la mediana estimada de gasto mensual en 2016 (679 CUP) se compara con un dato no oficial de canasta de referencia (1018 CUP) que fue “filtrado” en septiembre, pero como la información oficial es imprecisa, la opción es la utilización de datos aproximados. (9)

El primer resultado interesante de la comparación de datos es que el incremento estimado de 50% del gasto básico per cápita mensual (de 679 CUP en 2016 a 1018 CUP el “Día Cero”) es considerablemente inferior al crecimiento de 679% del salario promedio (de 740 CUP a 5765 CUP) en el mismo período.

Nótese que cuando se toma como base el indicador de salario medio estatal, el incremento de salarios sería mayor que la cifra oficial de 390% de crecimiento de salarios que se obtiene al tomar como base el aumento general del fondo de salarios planificado por el gobierno (incremento en 4,9 veces). La diferencia se debe a que estaría midiéndose el crecimiento de salarios mediante dos indicadores distintos.

Cuando se hace la comparación respecto a 2019 (salario medio de 879 CUP), entonces el crecimiento del salario medio en el “Día Cero” sería de 556%, es decir, algo menor al incremento de salario medio entre 2016 y 2020 (679%), pero que también sería superior al incremento de 390% cuando se mide utilizando el aumento del fondo salarial.

Antes de concluir el análisis del primer supuesto, conviene mencionar cinco problemas que parecen existir en la presentación oficial de la “Tarea Ordenamiento” respecto a la canasta de referencia:

  1. No se ha divulgado la cuantificación oficial de la canasta de referencia para el “Día Cero”. Es el tipo de indefinición que posibilita imprecisiones en la narrativa oficial como es el caso de la mención a que los salarios deben crecer “un poquito más”.
  2. Ha sido visible la baja calidad de la presentación oficial de temas que, como la canasta básica, el consumo y la pobreza, cuentan con una tradición de buenos estudios y sobre el que se han producido interesantes debates entre especialistas del país desde la década de los 90s. (10)
  3. Lo que se ha dicho recientemente de manera oficial acerca de que la canasta básica de referencia incluye una parte “no nominalizada” contrasta con la precisión con la que se ha abordado ese indicador en la metodología tradicional.
  4. En el contexto de la llamada “Tarea Ordenamiento” se ha enfatizado la relación entre la canasta básica de referencia y la determinación del salario mínimo, pero poco se ha mencionado la función de la canasta básica en el cálculo del “índice de precios al consumidor” (IPC), un indicador que debería estar entre los más relevantes en el marco de una política económica que ha declarado que prestaría una atención priorizada a la inflación. (11)
  5. Otro aspecto que llama la atención es que parece que la parte del gasto en alimentos de la nueva canasta se ha calculado tomando como referencia una ingesta de 2100 Kcal diarias, la cual es 12,5% menor que la referencia mínima de 2400 Kcal equivalentes a la recomendación nutricional promedio para la población cubana en 2016 y que es 40% inferior al consumo estimado para 2016 a partir de datos reales, que fue de 3524 Kcal. Es decir, al tener los alimentos un peso relativamente alto de aproximadamente 70% en el gasto total de consumo familiar, la nueva canasta de referencia de 1528 CUP pudiera estar subvalorada, pues es probable que la ingesta promedio real sea superior a las 2100 Kcal diarias utilizadas en el cálculo. (12)

Un factor que crea dudas acerca de que el estimado de 1018 CUP refleje una medición correcta de la nueva canasta básica per cápita es que no parece ser congruente con el incremento estimado de 777% del gasto mensual de los alimentos que se distribuyen por la “libreta”. Ese grupo de alimentos -que solamente es una parte del total de alimentos consumidos- experimentaría el impacto doble del aumento de precios derivado de la hiper- devaluación del CUP y de la eliminación y reducción de subsidios. He explicado el método de cálculo en un trabajo anterior. (13)

Utilizando datos no oficiales, he calculado que aproximadamente el costo mensual per cápita de los alimentos que se venden por la “libreta” se incrementaría desde el nivel actual de 26 CUP hasta 229 CUP el “Día Cero”, lo que significaría un incremento de 203 CUP.

Considerando solamente el aumento de precios de la cuota de alimentos de la “libreta, la suma de 203 CUP (variación de precios de alimentos de la “libreta”) al gasto medio per cápita mensual de 679 CUP, llevaría el nuevo nivel de gasto mensual per cápita total a 882 CUP.

La diferencia de esa última cifra respecto al valor de la canasta per cápita del “Día Cero” (1018 CUP) sería de apenas 136 CUP y este es el punto en que las cuentas parecen “no cuadrar” porque es muy poco probable que la suma de la variación de precios del resto de los productos y servicios de la canasta que no se distribuyen por la “libreta” registrase solamente 136 CUP.

Aceptar lo anterior significaría que del valor estimado total de 679 CUP de la canasta básica per cápita mensual de 2016 (26 CUP valor de los alimentos de la libreta más 653 CUP del resto de los productos y servicios), se pasaría a una canasta con valor total de 1018 CUP (229 CUP valor de los alimentos de la “libreta” más 789 CUP del resto de los productos y servicios).

Gráfico 2

Significaría que el incremento de 50% del valor total de la canasta incluiría dos tasas de crecimiento muy desproporcionadas al interior de la canasta básica: el valor de los alimentos de la “libreta” crecería en 777% (de 26 CUP a 229) y el valor del resto de los productos y servicios de la canasta crecería solamente en 20,8% (de 653 CUP a 789 CUP).

Es poco probable que el valor de la canasta básica de referencia se corresponda con la cifra que se ha “filtrado” de 1528 CUP calculado para 1,5 personas (1018 CUP per cápita). Es decir, la canasta básica de referencia del “Día Cero” parece haber sido subvalorada.

Conclusión parcial: En apariencia, el primer supuesto mencionado al principio de este texto acerca de que los salarios crecerían más que los precios parecería no tener problema en materializarse en lo que se refiere a los precios de productos y servicios básicos pues el incremento de 679% del salario medio entre 2016 y 2020 sería superior al incremento estimado de 50% del gasto de consumo básico per cápita mensual.

El llamado “diseño” que se menciona en la narrativa oficial parecería ser, en esencia, una combinación de datos, supuestos, una teoría y un método que posibilitaría hacer una modelación de precios.

Sin embargo, parece discutible el cálculo que pudo haberse realizado para estimar una canasta de referencia per cápita mensual de 1018 CUP. Como no se ha confirmado oficialmente el dato del valor de la nueva canasta de referencia y como no se conocen los detalles del “diseño”, la posible incongruencia del cálculo de la canasta básica de referencia debería ser explicada por quienes tengan los datos.

El supuesto de que el ingreso “extra” resultante de mayores salarios no sería inflacionario parece ser un supuesto frágil.

El Gráfico 3 presenta la comparación de gastos de consumo básico y de salarios en 2016 y 2020. El gasto promedio per cápita de 679 CUP en 2016 ha sido multiplicado por 1,5, resultando en 1018 CUP, para hacerlo comparable al estimado oficial del valor de 1528 CUP de la canasta de referencia del “día Cero”, que expresa el consumo del trabajador y de media persona más. El gráfico se ha construido para visualizar la parte del salario medio que se utiliza para cubrir la canasta básica de 1,5 personas y la parte del salario medio que pudiera representar demanda solvente adicional, es decir, el gasto de consumo no básico.

Gráfico 3

El salario medio (740 CUP) de 2016 no alcanzaba para cubrir el gasto de la canasta básica de 1018 CUP de 1,5 personas (679 CUP X 1,5), con un déficit de ingresos de 278 CUP.

Sin embargo, según las cifras no oficiales que han podido identificarse para el “Día Cero”, que eventualmente pudiera ocurrir a finales de 2020, el salario medio que estaría disponible para otros gastos, después de cubrir la canasta básica de 1,5 personas, sería de 4237 CUP, o sea, el 73,5% del salario medio estimado estaría “libre” para ser gastado más allá de la canasta básica.

Esto equivaldría a una notable discontinuidad, pues de no alcanzar para cubrir la canasta básica en 2016, parecería asumirse que a partir del “Día Cero” sobraría en Cuba salario medio para hacer gastos no básicos y que eso no sería inflacionario. En medio de una profunda crisis, esa es una noción que rechina por todas partes.

El valor de la circulación mercantil minorista es otro indicador que pudiera alertar acerca de la improbabilidad del supuesto de que el incremento del salario promedio no tendría un efecto inflacionario.

Ese indicador ofrece información sobre el valor de la masa mercantil de bienes que respalda el dinero circulante que se destina al consumo personal. No incluye toda la circulación mercantil pues solamente contabiliza bienes (no servicios) de entidades estatales, sociedades mercantiles cubanas y empresas mixtas, pero representa la mayor parte de las ventas de bienes de consumo del país.

El indicador del valor per cápita de la circulación mercantil minorista de bienes ha sido muy estable en el periodo más reciente sobre el que existe información publicada (2013-2018). En 2018 era de 2868 CUP anuales. (14). Llevado a una base de 1,5 personas, serían 4302 anuales.

Cuando se transforma en un dato anual la parte “libre” del salario mensual que pudiera utilizarse para gastos no básicos (4237 CUP X 12), el resultado es una cifra de 50844 CUP anuales, que es 11,8 veces mayor que el valor de la circulación mercantil para 1,5 personas que existía en 2018.

El Gráfico 4 no ilustra una comparación precisa. Solamente intenta visualizar las grandes diferencias de escalas que pudieran ser relevantes para entender la posible disparidad entre la supuesta parte “libre” del nuevo salario que pudiera ser utilizado en gastos no básicos y el nivel que hasta ahora ha tenido el valor anual de la circulación mercantil, calculada para 1,5 personas, que es el consumo que se asume en la nueva canasta básica que debe cubrir un salario promedio.

Gráfico 4

El segundo supuesto oficial estaría asumiendo entonces que, de pronto, el sistema económico cubano estaría en condiciones de absorber sin inflación que tres cuartas parte del nuevo salario promedio (4237 CUP) encontrasen una oferta mayor de productos y servicios cuyo valor ampliado fuese principalmente el resultado del incremento de la cantidad y no del precio.

Sin embargo, los datos de circulación mercantil no parecen sustentar esa posibilidad.

Un ejercicio aproximado en el que se asuma que todo el salario libre se emplearía en comprar bienes de la circulación minorista (no incluye bienes en otros mercados, ni servicios, ni ahorro) ofrece una idea del problema al que se enfrentaría la posibilidad de alcanzar el respaldo mercantil que se necesitaría para respaldar un incremento no inflacionario de salarios. De nuevo, el propósito no es hacer una comparación precisa, sino delinear aproximadamente las fronteras de posibilidades.

Los posibles extremos hipotéticos respecto a la circulación mercantil serían:

Extremo inferior de inflaciónEn este escenario, el incremento de la parte “libre” del salario que pudiera presentar demanda de consumo no básico encontraría respaldo en aproximadamente un crecimiento de 12 veces en la dimensión física (cantidad y calidad) de los bienes de la circulación minorista, lo que posibilitaría un incremento del consumo con “inflación cero” en la circulación minorista de bienes.

Extremo superior de inflación: En este otro escenario, el incremento de la parte “libre” del salario que pudiera presentar demanda de consumo no básico no tendría un respaldo basado en el crecimiento de la dimensión física (cantidad y calidad) de los bienes de la circulación minorista, lo que equivaldría a que el incremento del valor de la circulación minorista de bienes que sería necesario para igualar la demanda se explicaría por una tasa de inflación de aproximadamente 1000%.

Obviamente, en la medida en que se incluyan en el análisis los servicios, pudiera ser que una parte de estos -comunicaciones o turismo, p.ej.- contribuyesen a reducir la inflación de los bienes porque absorberían parte de la demanda. También ayudaría en ese sentido el ahorro. Sin embargo, si se observan los patrones de gastos pasados, los niveles de salario medio han sido deficitarios incluso para cubrir el gasto básico, de manera que no parece ser razonable esperar un alto consumo en servicios no esenciales, ni que se generen altos ahorros, apoyados en el salario medio.

El ejercicio anterior no permite estimar una cifra precisa del incremento de precios de la masa mercantil no básica, pero en condiciones de déficit de oferta del tipo de demanda asociada al salario medio (consumo no suntuario) es probable que se produzcan presiones inflacionarias debido a un desbalance entre oferta y demanda.

Posibles problemas del “diseño”.

Las discrepancias observables entre los estimados que se han utilizado en este texto y el supuesto del “diseño” respecto a que no sería inflacionario un incremento de 556% del salario medio estatal entre 2019 y el “Día Cero”, llevaría a considerar posibles explicaciones sobre esas divergencias.

Variante # 1. Subvaloración de la nueva canasta básica de referencia: Como se ha explicado antes, la nueva canasta básica de referencia pudiera haber sido calculada de manera poco realista, particularmente si se hubiese asumido que los llamados “topes” de precios de los productos y servicios de la canasta funcionarían de manera efectiva en la realidad y que eso bastaría para poder mantener el valor total de la canasta básica en el nivel determinado por el llamado “diseño”. Sin embargo, la experiencia reciente indica que los precios reales del mercado tienden a superar los precios “topados” para productos básicos. La posibilidad de que se hubiese producido una subvaloración de la canasta de referencia pudiera estar creando el espejismo de que quedaría un ingreso “libre” para gastos no básicos cuando esto pudiera no materializarse en la realidad. Si el “diseño” hubiese considerado que es factible que el consumo básico de una canasta para 1,5 personas pudiera ser cubierto solamente con la cuarta parte de un salario medio, pudiera haberse adoptado un supuesto fantasioso. Habría un salto de discontinuidad respecto a la situación actual en que el salario medio no cubre la canasta actual, pero como no se conocen los detalles del “diseño”, eso debería ser explicado por quienes tengan los datos.

Variante # 2: Inflación en el componente de la demanda no básica del consumo. Suponiendo que no existiera una notable subvaloración de la canasta básica de referencia y que sus precios reales no fuesen muy diferentes de los precios del llamado “diseño”, entonces la absorción de tres cuartas partes del salario medio en condiciones de oferta restringida en un contexto de crisis, con un importante déficit de oferta, es muy probable que provocase un incremento de precios en los productos y servicios que no hayan sido incluidos en la canasta. Aun asumiendo que el crecimiento de precios de la canasta básica que debe pagarse con un salario medio fuese de aproximadamente 50% (de 1018 CUP a 1528 CUP), serían altas las probabilidades de que se produjese inflación en las mercancías no incluidas en la canasta básica de referencia. El resultado de una exploración -con supuestos restringidos- indica una posible frontera de un incremento de hasta 1000% en el conjunto de precios de bienes no básicos. No es un pronóstico, sino simplemente el valor extremo de una exploración de posibilidad. Un elemento adicional para considerar en el análisis es que una parte de las remesas seguiría creando, como ha hecho siempre, una demanda adicional en mercados en moneda nacional (CUP), que no estaría relacionada con los resultados del trabajo del sector estatal.

Variante # 3: Las ventas internas en divisas como “escurridero” de un posible exceso de demanda solvente. La absorción -al menos de una parte- de los 4237 CUP de salario medio estatal mensual que parece estarse asumiendo que quedarían “libres” después de cubrir la canasta básica, pudiera producirse -hipotéticamente- en la recientemente ampliada red de mercados en divisas. Como se ha anotado en las dos anteriores variantes, no parece ser probable que fuese tan alto el salario “libre” después de cubrir la canasta básica y es probable que fuese alta la inflación en moneda nacional de los productos que quedan fuera de la canasta. En cualquier caso, la evidencia disponible parece indicar que los mercados en divisas no fueron creados para absorber salarios en moneda nacional, sino para captar directamente divisas. Absorber salarios supondría el establecimiento de mecanismos de convertibilidad interna (compra legal de divisas con CUP), pero eso no parece formar parte del “diseño”.

Resumiendo,

Aunque se carece de información precisa y a pesar de que la información oficial no ha abordado aspectos que permitirían entender determinadas relaciones de causa-efecto que parece asumir el “diseño” gubernamental, parece aconsejable adoptar una extrema cautela a la hora de aceptar el supuesto oficial de que el incremento de salarios no sería inflacionario.

La narrativa oficial acerca de que es factible transitar sin inflación -en medio de una profunda crisis- desde una situación en la que el salario promedio no es suficiente para cubrir gastos básicos hacia una situación no inflacionaria de “Día Cero” donde casi tres cuartas partes del salario quedarían “libres” para gastos no básicos, es una narrativa cuestionable.

A nivel macroeconómico, un incremento de ingresos en condiciones de baja capacidad de respuesta de oferta inclina el proceso de equilibrio del sistema económico por la vía de un incremento de precios y eso es válido tanto para los precios del “diseño”, como para los que pudieran formarse por fuera del “diseño”. Incluye la inflación abierta y la inflación reprimida, a pesar de que se impongan los llamados “topes” de precios.

Notas

1 “Intervención de Marino Murillo sobre Tarea Ordenamiento (Video)”. Periódico Trabajadores, 30 de octubre de 2020 http://www.trabajadores.cu/20201030/hoy-en-la-mesa-redonda-intervencion-de-marino-murillo-sobre-la-tarea-ordenamiento/ Ver minuto 58:49 del video.

2 Randy Alonso Falcón, Oscar Figueredo Reinaldo, Yunier Javier Sifonte Díaz, Dianet Doimeadios Guerrero, Lissett Izquierdo Ferrer. “Aclaran dudas sobre el ordenamiento monetario y cambiario en Cuba (+ Video)”, Cubadebate, 14 de octubre de 2020 http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/10/14/aclaran-dudas-sobre-el-ordenamiento-monetario-y-cambiario-en-cuba/#.X65iuSyg_IU

4  ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2019.

5 “La Ministra de Comercio Interior expuso el estudio realizado para llegar a fijar la Canasta Básica de Bienes y Servicios de Referencia (CBBR) y el monto en dinero (1,528.00 Pesos Cubanos) para que una persona en la Cuba de hoy pueda cubrir las necesidades básicas con el objeto de reproducir su fuerza de trabajo y de media persona más, en el caso de los que trabajan; quienes soportan sobre sus espaldas, como bien dice el estudio, un peso extraordinario, pues deben, a veces, sostener a dos o tres personas más”. Ver, Delio Orozco González, “El Día Cero y una carta al Presidente”, La Joven Cuba, 11 de junio de 2020 https://jovencuba.com/carta-presidente/

6 Betsy Anaya Cruz, “Acceso a los alimentos en Cuba: prioridad, dificultades y reservas para mejorar”, Economía y Desarrollo, vol.164 no.2, La Habana Jul.-dic. 2020  http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842020000200004

 7 El valor de 1528 CUP de la canasta básica de referencia del “Día Cero” se refiere al consumo de 1,5 personas (“el trabajador y media persona más”). Ver nota 5.

8 No se conoce la composición de la canasta de referencia con valor de 1528 CUP, de manera que una comparación con la canasta utilizada por Betsy Anaya hace necesario trabajar con el supuesto de equivalencia cuantitativa y cualitativa de ambas canastas. La realidad pudiera ser diferente, pero considero que se tratan de canastas con una composición que no es muy diferente y que permite hacer una comparación aproximada para identificar una dinámica general.

9 El trabajo anteriormente de la Dra. Betsy Anaya se relaciona con trabajos anteriores realizados en coautoría con la colega Dra. Anicia García donde se estiman gastos de consumo y su relación con los ingresos. Ver, “Dinámica de gastos básicos en Cuba (primera parte)”, IPS Cuba28 de septiembre de 2018 https://www.ipscuba.net/economia/dinamica-de-gastos-basicos-en-cuba-primera-parte/ y “Dinámica de gastos básicos en Cuba” (segunda parte y final), IPS Cuba, 30 de septiembre de 2018 https://www.ipscuba.net/economia/dinamica-de-gastos-basicos-en-cuba-segunda-parte-y-final/

10 Una lista incompleta de especialistas incluiría a Rita María Castiñeiras, Angela Ferriol, Lía Añé, Viviana Togores, Dayma Echevarría, Anicia García, Betsy Anaya, Claudia González, Lisset Robaina, María del Carmen Zabala, Mayra Espina y Lilian Núñez.

11 La cuestión de “índice de precios al consumidor” (ICP) merece una atención especial, entre otras cosas, debido a sus particularidades en el caso de Cuba. Por ejemplo, no se incluyen gastos como la salud y la educación -que son componentes grandes del ICP en otros países-, ni la variación de precios del sector inmobiliario. Es probable, aunque no puedo afirmarlo porque no se ha hecho pública una metodología oficial actualizada, que no incluya los precios del mercado en divisas.

12 Se ha considerado una “ingesta diaria de 2100 kilocalorías per cápita (aporte nutricional mínimo evaluado por el Ministerio de Salud Pública), consumidas dentro y fuera del hogar”. Ver, Oscar Figueredo Reinaldo, Edilberto Carmona Tamayo, Lissett Izquierdo Ferrer. “Re-formar el salario en Cuba: Pirámides, canastas y la necesidad de trabajar”, Cubadebate, 26 de octubre de 2020 http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/10/26/re-formar-el-salario-en-cuba-piramides-canastas-y-la-necesidad-de-trabajar/#.X65xaSyg_IU Por otra parte, las economistas Betsy Anaya y Anicia García identificaron en su análisis publicado en 2018 (con datos de 2016), la cifras de 3524 Kcal/día como  “consumo aparente estimado para 2016” (calculado por las autoras con datos de consumo) y 2400 kcal diarias “equivalentes a la recomendación nutricional promedio para la población cubana en ese año”. “Dinámica de gastos básicos en Cuba” (segunda parte y final), IPS Cuba, 30 de septiembre de 2018 https://www.ipscuba.net/economia/dinamica-de-gastos-basicos-en-cuba-segunda-parte-y-final/

13 He abordado el tema en un artículo anterior: “Crecería casi un 780 % el precio mensual por persona de la canasta familiar normada a partir del ´Día Cero´”, blog El Estado como tal, 30 octubre 2020 https://elestadocomotal.com/2020/10/30/creceria-casi-un-780-el-precio-mensual-por-persona-de-la-canasta-familiar-normada-a-partir-del-dia-cero/

14 ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018. Ver Tabla 14.3 – Valor de la circulación mercantil minorista de bienes

Poder no es querer, querer no es poder

Todo aquello que ponga en peligro la aspiración de extender por cuatro años después de Biden la presencia demócrata en la Casa Blanca, creo que cuando menos será postergado.




Mantener una relación equilibrada es siempre un gran reto. Por ejemplo, mantenerla con algún vecino apasionado por el reguetón y los decibeles en demasía; cuando andamos en bicicleta por la carretera y algún chofer de camión se empeña en demostrarnos que apenas significamos algo. Resulta más difícil aún cuando esa relación se da entre dos países, que están demasiado cerca como para poder ignorarse mutuamente. No ahora que todo es global y WhatsApp y Facebook nos unen tanto que pareciera que se nos agranda ad infinitum la sala de la casa, sino en aquella época lejana en que viajar constituía una aventura que nadie sabía el final que podría tener y el filibusterismo era la plataforma online de la época.

La geografía, aun ahora, cuenta. Sigue siendo importante y a veces, casi decisiva. Atendiendo a ello, es posible afirmar que Estados Unidos de América debe ser el mercado natural de Cuba y su suministrador natural, así como el destino natural de sus turistas.

Lo que físicamente separa a ambos países es el estrecho de la Florida, noventa millas de mar, pero ojo, no es el mar de la Florida, ni el océano de la Florida, es solo un “estrecho”. Tan estrecho, que a un ferry le toma apenas medio día ir de un lado al otro y un avión se demora más en taxear por alguna pista del Aeropuerto Internacional de Miami que en llegar a La Habana después de que despega. Así de estrecho es.

Pero hay otras asimetrías que tornan ancho el estrecho y compleja la relación.



Otros asuntos, para nada de orden físico, separan a los dos países. El primero es la permanencia de la Doctrina Monroe en la mente de las administraciones de Estados Unidos y, derivada de ella, una historia de tremendos desencuentros, difíciles de arreglar, aunque no imposibles.

Que Biden-Harris lleguen a la Casa Blanca (pataleta de Trump aparte) parece sin dudas mucho mejor a que se mantenga la actual administración y sus más de 132 medidas que tampoco han logrado lo que pretendían. Que la presidencia electa haya declarado que su senda sigue las huellas de Obama en el tema Cuba también parece mejor. Pero retomar el camino de una relación de entendimiento requiere no solo quererlo, sino poder hacerlo, efectivamente. Ahí la agenda demócrata para el futuro tiene un peso importante. John Kavulich, alguien con años de experiencia atendiendo el asunto, pronosticaba lo que la nueva administración podría hacer. Aquí lo sintetizo:

  • La legislación para alterar (ampliar) la relación comercial, económica y política con la República de Cuba introducida en cualquiera de las cámaras del Congreso de los Estados Unidos probablemente sería derrotada con participación bipartidista. Esto es particularmente cierto dada la cercanía de las divisiones Partido Demócrata-Partido Republicano en cada cámara, que pueden ser del 2 % al 3 %.
  • ¿Se eliminaría o modificaría la Lista Restringida de Cuba mantenida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y se permitiría de nuevo a las personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos el uso de hoteles, restaurantes y otras instalaciones afiliadas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la República de Cuba? No es probable.
  • ¿Se reanudaría el funcionamiento de las líneas de cruceros? Es poco probable. 
  • ¿Se renovaría la licencia para los contratos de gestión de hoteles? Es poco probable. 
  • ¿Se reautorizarían los vuelos comerciales regulares a ciudades distintas de La Habana? Es probable. 
  • ¿Se exigiría a Cuba que permita a las empresas estadounidenses exportar directamente insumos a cualquier trabajador por cuenta propia? Es posible. 
  • ¿Se autorizarían los bancos corresponsales directos, que permitirían a las instituciones financieras con sede en los Estados Unidos y a las instituciones financieras con sede en la Isla mantener cuentas respectivas, para que los fondos pudieran transferirse electrónicamente de manera transparente y eficiente para su uso con transacciones autorizadas? Es posible. La Administración Obama lo hizo. 
  • ¿Se aumentarían los límites a las remesas? Es posible, pero quizás se exija que las gestione otra empresa cubana, no relacionada con las Fuerzas Armadas Revolucionarias. 
  • ¿Se ampliarían las oportunidades de viajar a Cuba para personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos que no son de ascendencia cubana? Es improbable al principio. 
  • ¿Se agregaría personal consular en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, específicamente con el propósito de tramitar visas? Es probable.
  • ¿Regresaría el personal a todos los niveles de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana? Es poco probable. 
  • ¿Se nombraría a un Embajador de los Estados Unidos en la República de Cuba? Es improbable al principio. Si el Senado de los Estados Unidos está en control del Partido Demócrata, entonces la probabilidad aumenta. 
  • ¿Se suspendería nuevamente el Título III de la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática de Cuba de 1996 (conocida como Ley Libertad)? Es poco probable. Entre otras razones, porque es mejor esperar las disposiciones finales de las 29 demandas presentadas y porque, mientras el Título III esté activo, es una herramienta de negociación para la administración Biden. 
  • ¿Disminuiría o cesaría el uso del Título IV de la Ley? Es poco probable.
  • ¿Se revitalizaría el enfoque en la negociación de un acuerdo para las reclamaciones certificadas de individuos y empresas contra la República de Cuba? Es probable. Hay 8821 reclamaciones. Un total de 5913, valoradas en 1 902 202 284,95 de dólares fueron certificadas por la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras de los Estados Unidos (USFCSC) y no se han resuelto durante 60 años. 
Mas allá de estar de acuerdo con la valoración y el pronóstico de Kavulich, queda claro que, en relación con Cuba, en aquella mesa donde se nos usa como prenda de cambio, estarán varios asuntos de relativa alta complejidad política para Biden-Harris. Su administración deberá “negociarlos” primero a lo interno. Y querer, al menos en casos como este, no siempre es poder. Todo aquello que ponga en peligro la aspiración de extender por cuatro años después de Biden la presencia demócrata en la Casa Blanca, creo que cuando menos será postergado. Ojalá me equivoque.

Cualquier administración de “allá” será un reto. Hay mucha historia por medio y demasiados intereses mezclados.

Mientras, de este lado del “estrecho”, consolidar las transformaciones que se han emprendido, hacerlas lo mejor posible, encontrar con ellas el camino para salir de esta crisis y lograr los cambios estructurales tan deseados, es la mejor manera de llegar a ese posible momento de retomar lo iniciado seis años antes. De nuestro lado tenemos un resultado incontestable. Pese a Trump y a muchas administraciones anteriores, aunque no baste, aún estamos aquí.

DE LOS VIVOS Y LOS MUERTOS

Por Jorge Gómez Barata

Ahora cuando en Estados Unidos se especula sobre personas que pueden haber votado estando muertos, recuerdo una elección presidencial en la cual algunos miles de ciudadanos y varios integrantes del Colegio Electoral votaron por un candidato muerto, así ocurrió en los comicios de 1872 y benefició a Horace Greeley.

En las elecciones presidenciales de 1872 Horace Greeley fue postulado para presidente por el Partido Liberal Republicano, apoyado también por el Partido Demócrata, perdiendo frente a Ulysses Grant. Por aquellos días Greeley padecía por la muerte de su esposa, fallecida cinco días antes de las elecciones. Un mes después él también murió.

El deceso ocurrió después de las elecciones, aunque antes de que se reuniera el Colegio Electoral por lo cual, los 66 votos que había obtenido, se repartieron entre otros cuatro candidatos y a él mismo se le adjudicaron tres. Nunca antes ni después ha vuelto a ocurrir un hecho semejante.

Horace Greeley fue, probablemente, el aspirante a presidente de los Estados Unidos con una trayectoria política más apegada a los intereses populares. Abolicionista convencido, cercano colaborador de Abraham Lincoln, en 1854 fue uno de los fundadores del Partido Republicano. Dirigió varios periódicos, entre ellos, el New York Tribune, donde tuvo como segundo a Charles Dana, el editor que contrató a Karl Marx y a José Martí como cronistas del diario. Desde la prensa, hizo campaña a favor de varios presidentes.

Greeley apoyó los movimientos asociados al pensamiento socialista utópico de la época, entre ellos, el “fourierismo”, promovió la reforma agraria, combatió a los monopolios, apoyaba al movimiento vegetariano y era enemigo del alcohol y de la corrupción.

Quizás, por otros méritos que la hacen relevante, casi nunca se menciona que, en el siglo XIX, Nueva York fue un importante centro de la actividad política y del progresismo de la época ligado al enfoque liberal. En aquella urbe, los avatares de vidas, políticamente intensas y comprometidas, vincularon a Horace Greeley con Charles Dana, quien fuera su socio en negocios asociados a la prensa y el editor que contrató como colaboradores a Karl Marx y José Martí. De ellos escribió el apóstol de la independencia de Cuba:

“Charles Dana, maestro de escuela un día, y comunista práctico otro y, ahijado luego del gran Greeley…, candidato probable y meritorio a la presidencia de la República, y hombre sabio de letras y pinturas…”

Los electores o compromisarios que aun sabiéndolo muerto otorgaron sus votos a Horace Greeley, no asumieron una actitud mística, sino que desde el civismo ratificaron el homenaje. De haber corrido mejor suerte, hubiera sido un gran presidente, creo yo. Allá nos vemos.

Síndrome de Estocolmo por coronavirus

 Por Paul Krugman


Uno de los giros más extraños en la terrible saga de la fallida respuesta de Estados Unidos al Covid-19 fue la forma en que la administración Trump y muchos conservadores estadounidenses se enamoraron brevemente de Suecia. Sí, esa Suecia, donde es universal la atención de la salud y la proporciona principalmente el gobierno, donde los impuestos alcanzan el 44 por ciento del PIB en comparación con solo el 24 por ciento aquí, donde dos tercios de la fuerza laboral está sindicalizada.

La mayoría de las veces, en otras palabras, Suecia es un ejemplo de todo lo que odian los conservadores; su mera existencia es una refutación a sus afirmaciones de que los bajos impuestos y el trato severo de los pobres son esenciales para la prosperidad. 

Pero en este año de Covid, Suecia eligió un camino diferente al de otros países europeos. Donde sus vecinos estaban imponiendo bloqueos para limitar la propagación del coronavirus, Suecia optó por seguir una estrategia de "inmunidad colectiva": dejar que el virus se propagara con la creencia de que una vez que se hubieran infectado y desarrollado anticuerpos suficientes personas, la pandemia se extinguiría por su propia cuenta. 

No sé lo suficiente sobre la política y la sociedad suecas para saber por qué las autoridades suecas estaban tan dispuestas a seguir su propio camino, tan seguras de que entendían la pandemia mejor que nadie en el mundo. 

Sé que la derecha estadounidense aprovechó el ejemplo sueco, porque los suecos estaban haciendo lo que ellos mismos querían hacer con el coronavirus: nada. 

Como comentario al margen, este es un patrón familiar en Estados Unidos. En general, no estamos muy dispuestos a aprender de las políticas de otros países. Pero de vez en cuando, la gente de la derecha estadounidense se enamora de un país pequeño y lejano del cual no saben nada , cuya experiencia, creen, confirma sus prejuicios. 

Por ejemplo, hubo un breve período a mediados de la década de 2000 cuando los conservadores estadounidenses que querían privatizar el Seguro Social cantaban constantemente las alabanzas del sistema de jubilación de Chile, que, según ellos, demostraba cuán maravillosamente funcionarían las reformas propuestas. Al final resultó que, los propios chilenos odiaban el sistema, que brindaba muy poca seguridad, y en 2008 lo cambió de formas que lo hacían más parecido al… Seguro Social de EE. UU. 

Así sucedió con la respuesta a la pandemia de Suecia. Conservadores - más notablemente Dr. Scott Atlas, el no epidemiólogo de la Hoover Institution que se ha convertido en el principal asesor de coronavirus de Donald Trump, se apresuró a adoptar el modelo sueco. Atlas fue alabando a Suecia tan recientemente como el mes pasado. 

Mientras tanto, sin embargo, los propios suecos están admitiendo tácitamente que cometieron un terrible error. 

Autoridades suecas abandono la experiencia del país en la primavera, cuando sufrió muchas más infecciones y muertes que sus vecinos. Solo esperan, dijeron: estamos desarrollando inmunidad colectiva, por lo que no tendremos una segunda ola en el otoño, mientras que nuestros vecinos sí. 

Luego vino la caída, y Suecia de hecho está teniendo una segunda ola, mucho peor que la ola de sus vecinos. Y el lunes la nación impuso nuevas restricciones sustanciales en reuniones públicas, aunque todavía se resiste a un cierre más amplio. 

Desafortunadamente, no creo que el fracaso del modelo sueco cambie muchas mentes aquí. Como algún bromista lo puso, la derecha moderna de los Estados Unidos no cree en políticas basadas en evidencia, cree en evidencia basada en políticas: aprovechar o, si es necesario, inventar hechos que parecen respaldar lo que quiere hacer de todos modos. Y, por supuesto, Donald Trump, que seguirá siendo presidente durante otros dos meses, nunca admite ningún inconveniente, incluido el hecho de que perdió las elecciones. 

De todos modos, la historia de amor de los conservadores con Suecia terminará pronto. Y luego podrán volver a denunciar lo que sigue siendo un país muy decente como uno de los "estados de bienestar fallidos" de Europa. 

Presentan propuesta de política para la extensión agraria en Cuba en encuentro con el Presidente de la República

 En este artículo: Agricultura, Ciencia, Cubadebate

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez consideró que el debate aporta elementos importantes a la propuesta de Política de Extensión Agraria en Cuba. Foto: Estudios Revolución

Una propuesta de Política para la Extensión Agraria en Cuba fue presentada en el encuentro que habitualmente sostiene el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el Palacio de la Revolución, con científicos, expertos y productores, vinculados a temas de soberanía alimentaria y nutricional.

Según explicó el Jefe de Estado, ese aporte esencial surgió justamente con los debates del primer intercambio de este tipo, sostenido con representantes de la comunidad científica cubana que investigan estos temas y destacados campesinos.

Fue el momento, recordó, en que analizábamos las trabas que teníamos para que la ciencia y la innovación impactaran más en la producción de alimentos. Varios compañeros en ese momento, comentó, se refirieron a la necesidad de tener una política para el extensionismo agrícola; o sea, esto es una continuidad de los propios encuentros que hemos sistematizado semanalmente.

Al presentar la nueva propuesta, el director general del Instituto de Investigaciones de Granos, Telce González Morera, explicó que actualmente en el sector agrario cubano coexisten el modelo de producción convencional y el agroecológico, ambos encaminados a alcanzar la soberanía alimentaria y nutricional; y en los cuales la ciencia, la tecnología y la innovación asumen un rol decisivo en la gestión de las cadenas de valor agroalimentaria.

En la reunión – que contó con la participación del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; y los viceprimeros ministros, Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Tapia Fonseca – el investigador enfatizó que la política de extensión reforzará el liderazgo de los gobiernos municipales y de los sistemas alimentarios locales.

Explicó que se trazaron tres objetivos: actualizar las bases que sustentan el sistema de extensión agraria como proceso facilitador del desarrollo agrario, con prioridad en el nivel local; establecer los conceptos y principios para la organización estructural, gerencial y funcional de ese sistema, con un enfoque participativo y multiactoral; así como instaurar los indicadores de medidas que permitan monitorear y evaluar su eficacia y efectividad.

En opinión de expertos, el sistema de extensión agraria funciona para transmitir información a los productores y la población, acerca del manejo agrario, el desarrollo rural y mejoramiento de vida.

La propuesta fue presentada por el director general del Instituto de Investigaciones de Granos, Telce González Morera. Foto: Estudios Revolución.

González Morera precisó que, en Cuba, el Sistema de Extensión Agraria (SEA) se define como un dispositivo diversificado e integrador que valoriza los conocimientos científico-técnicos de los centros de investigaciones y los empíricos de los productores.

De igual manera, integra el potencial de capacitación y formación y las capacidades institucionales de comunicación; todo ello para solucionar los problemas identificados con los productores, con una visión de sostenibilidad técnica y económica.

El Director General del Instituto de Investigaciones de Granos significó que el sistema de extensión agraria en Cuba se distingue por el establecimiento de sistemas de extensión por cultivos; la diversidad de actores económicos y modelos productivos; y las transformaciones en el sistema de la agricultura y en el de la ciencia; y el desarrollo de las cadenas de valor agroalimentarias.

Destacó la importancia de considerar la extensión agraria como un proceso sistémico, interdisciplinario, interactivo, flexible e inclusivo de generación, intercambio y adopción de conocimientos, destrezas e información, como respuesta a las demandas de los productores para el desarrollo de una agricultura sostenible en Cuba.

Comentó que entre las propuestas está implementar el sistema de formación, capacitación y superación para la actividad de extensión agraria, incluyendo los planes y programas de formación y especialización post-graduada que logre certificar competencias.

Mencionó la propuesta de establecer mecanismos participativos para identificar las demandas de los productores al sistema de extensión agraria y su articulación con la investigación científica.

En ese sentido, productores como Yoel Hernández, de la Finca El Mulato, perteneciente al municipio San José de las Lajas, en Mayabeque, contó que antes de que llegaran los investigadores a su campo sembraban solo un tipo de frijol y han llegado a tener hasta 30 variedades; de 0,7 toneladas por hectárea que lográbamos, ahora estamos cogiendo hasta dos, especificó.

“Traer los investigadores a la finca ha sido una bendición, yo digo que la finca de nosotros se ha alegrado con los investigadores, yo cojo experiencia de ellos y ellos cogen experiencias de nosotros. De capacitados, nos hemos vuelto capacitadores”, señaló.

Hasta el Palacio de la Revolución también llegó la experiencia de Frank Becerra, productor cienfueguero de arroz, quien confió al auditorio que antes conocía dos o tres variedades y luego de la llegada de los científicos a sus tierras utiliza muchas más. Lo mismo le ocurrió con el uso de bioproductos. Con la ayuda de la ciencia, dijo, pasé de obtener cuatro toneladas por hectáreas a ocho.

Al resumir la sesión de trabajo, luego del provechoso intercambio entre científicos y productores, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez consideró que el debate aporta elementos importantes a la propuesta de Política de Extensión Agraria en Cuba.

“Ahora lo que corresponde es que el Ministerio de la Agricultura concilie todos estos elementos”. Vayan pensando además, agregó, cuál sería el sistema de trabajo para implementar la Política.

“En un determinado momento deberán traer a este encuentro la evaluación, después de aprobada, de cómo se implementa y qué impacto va dando la Política de extensionismo”, señaló Díaz-Canel.

El Jefe de Estado aseguró que “este es un avance importante para algo que es una experiencia que ha dado resultados, que es uno de los aprendizajes que hemos tenido en este tiempo, que se enlaza perfectamente con la agroecología y con el desarrollo sostenible; pero que no teníamos orgánicamente bien apoyado”