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jueves, 8 de abril de 2021

El socialismo cubano afronta Congreso entre viejos y nuevos desafíos

La pandemia de covid, combinada con el bloqueo económico estadounidense y otros factores adversos, agotó en extremo a la economía cubana en 2020.

Una caravana contra el embargo de Estados Unidos a Cuba, convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, recorre las inmediaciones de la sede de la embajada de Washington en La Habana, coincidiendo con las jornadas mundiales de solidaridad con el país insular.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

LA HABANA, 8 abr 2021 (IPS) – El gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) realiza del 16 al 19 de abril su VIII Congreso, su cita más importante y quinquenal, en un contexto que los especialistas califican de extremadamente complicado debido a dificultades económicas agravadas por el impacto de la covid-19.

“Creo que nuestro Partido no ha tenido que celebrar nunca un Congreso tan complejo y rodeado de retos como este”, dijo Esteban Morales, uno de los economistas consultados por IPS. Este experto no olvidó mencionar el “recrudecimiento del bloqueo” aplicado por el gobierno estadounidense de Donald Trump (enero 2017-enero 2021).

“Se requieren transformaciones profundas en las relaciones de producción, en todos los sectores económicos y particularmente en la agricultura. Los productores de alimentos reclaman una mayor autonomía, se trabaja en ello pero requiere velocidad e implementación de propuestas novedosas y osadas”: Armando Nova.

En su opinión, al impacto del embargo se suma la  pérdida de “toda esperanza” de que el actual presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, vaya a cumplir la promesa que hizo durante la campaña presidencial,  de que seguiría con Cuba la misma política de Barack Obama (2009-2017), de quien fue su vicepresidente.

“Aun con sus retos implícitos, hubiera significado un alivio, en medio de la situación actual que vive el país, en particular su economía”, consideró Morales. Cuba y Estados Unidos restablecieron en 2015 sus relaciones diplomáticas, durante un proceso de normalización que se interrumpió con la llegada de Trump a la Casa Blanca.

La pandemia de covid, combinada con el cerco económico estadounidense y otros factores adversos, agotó en extremo a la economía cubana en 2020. El producto interno bruto (PIB) decreció 11 por ciento y aunque el gobierno espera volver a niveles positivos este año, persisten síntomas de debilidad que empañan la posibilidad de un pronto repunte económico.

Hasta este miércoles 7 y desde la llegada de la epidemia a Cuba en marzo del pasado año, 82 601 personas se contagiaron con la covid, de las cuales 5220 se encuentran en este momento hospitalizadas mientras 442 fallecieron. En tanto, la ciencia cubana trabaja en cinco proyectos de vacunas contra la enfermedad.

En medio de un repunte epidémico en los últimos tres meses, se avanza en la fase III de los ensayos clínicos de dos de los cinco proyectos vacunales desarrollados en apenas nueve meses. Las autoridades sanitarias esperan estar en condiciones para la vacunación masiva de la población cubana de 11,2 millones en agosto.

El economista Omar Pérez Villanueva alertó que en las dificultades económicas influyen también factores internos que han impedido producir los alimentos que el país necesita. En ese sentido, espera que el octavo Congreso del PCC, donde participarían en torno a 300 delegados, proponga “medidas osadas, que vayan a la raíz de las deformaciones estructurales de la economía”.

La enfermera Xiomara Rodríguez suministra una dosis de la vacuna cubana Soberana 02 al ingeniero cubano Gianni Martínez, que se aplica a un grupo de voluntarios durante la fase III del ensayo clínico del proyecto de inmunización.

“Se requieren transformaciones profundas en las relaciones de producción, en todos los sectores económicos y particularmente en la agricultura. Los productores de alimentos reclaman una mayor autonomía, se trabaja en ello pero requiere velocidad e implementación de propuestas novedosas y osadas”, concluyó por su parte el economista e investigador Armando Nova.

Según informaciones de los medios oficiales cubanos, el octavo Congreso del único partido legal en Cuba se concentrará en “temas medulares para el presente y futuro de la nación” incluidos en documentos aprobados en congresos precedentes, entre ellos el referido a la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.

Ese texto resume las concepciones esenciales para impulsar el desarrollo socioeconómico conforme con las aspiraciones y particularidades actuales del proceso revolucionario cubano. Se prevé que será modificado y actualizado a tono con el avance del país desde 2011, año del VI Congreso del PCC, en adelante.

También se analizará la ejecución y actualización de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021. Aprobados en 2011, los Lineamientos constituyen la hoja de ruta del proceso de reformas para modernizar el modelo socialista de desarrollo.

Clientes usan mascarillas protectoras contra el contagio de la covid, mientras adquieren alimentos en el interior de un estatal agromercado, en el municipio Centro Habana, en Cuba.

Se prevé que los 274 lineamientos vigentes serán reducidos a 200, entre cuyas proyecciones figuran fortalecer la empresa estatal, perfeccionar y desarrollar las cooperativas y otros nuevos actores económicos y continuar la tarea ordenamiento, que abarca la unificación monetaria y cambiaria y un conjunto de medidas como ingresos y la eliminación de subsidios y gratuidades.

Para el politólogo Daniel Rafuls, la cita del PCC tiene entre sus muchos retos “eliminar todos los obstáculos, humanos y materiales, que impiden el cumplimiento de las reformas acordadas en general y del nuevo ordenamiento monetario en particular”.

“Esto tiene que ver con continuar perfeccionando los mecanismos aprobados para elevar la producción y productividad del trabajo, erradicar otros vetustos que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas y encontrar otros que permitan desarrollarlas”, especificó.

Aclaró al respecto que “contrario a muchos cuestionamientos en medios oficiales del exterior y en las redes digitales, no se vislumbra un rechazo del PCC a la empresa privada, ni en su dimensión de inversión extranjera, ni en relación a las pequeñas y medianas empresas (pymes)”, que esperan por una ley prevista para 2022.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el todavía primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, durante una celebración en la Plaza de la Revolución de La Habana. En el Congreso del PCC el actual mandatario pasaría a asumir la jefatura del partido gobernante y único del país, desplazándose definitivamente a la generación histórica de la Revolución Cubana.

Otro desafío importante para Rafuls apunta a perfeccionar el aparato de dirección del país, tanto el del Partido, como el del Estado y del gobierno, así como el de las organizaciones sociales y de masas.

“Sin los cuadros (jefes) adecuados que estén preparados profesionalmente, y de manera integral, que tengan integridad ética en su conducta familiar y laboral y que asuman el compromiso político de defender y hacer avanzar al socialismo, como nuestro proyecto político, estaremos materializando el mito de Sísifo, escalando la montaña sin llegar nunca a la cima, con la inevitable regresión al capitalismo”, consideró.

En su opinión, esto explica la prioridad que se le ha dado a la política de cuadros, a garantizar un adecuado relevo del liderazgo histórico y a que no se eternicen en los cargos. El tema es considerado “crucial para el destino de la nación” por los medios oficiales cubanos y fue objeto de estudios previos a la cita del PCC.

En la VIII cita del comunismo cubano  debe ser electo el nuevo primer secretario  del PCC, cargo que por primera vez no será ocupado por alguno de los líderes históricos de la Revolución cubana y , de cumplirse los planes oficiales,  recaerá en el presidente Miguel Díaz-Canel, de 60 años.

El cónclave de 2016 aprobó los 70 años como edad máxima para ejercer puestos de dirección del PCC, decisión en vigor a partir del encuentro comunista de 2021. El actual primer secretario, Raúl Castro, cumple 90 años el 3 de junio y ha dicho que se dará paso a la nueva generación al mando “sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo”.

ED: EG

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