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lunes, 17 de mayo de 2021

“…En la tierra buena de los humildes”

 , Radio Guamá 

Gudelia Moreno vive en la última casa de Pan de Azúcar en Minas de Matahambre, Pinar del Río. Foto: Ivón Deulofeu.
 

Gudelia Moreno vive pendiente de que el patio de su casa esté sin hojas. Lo barre varias veces en el día. El viento vigila su descanso para desprender las hojuelas de los árboles. Con la escoba de palmiche hace una pila y la quema. El patio es grande y ella delgada y fuerte. La última casa de Pan de Azúcar en Minas de MatahambrePinar del Río, es de la campesina que tuvo cinco hijos y sueña con recuperar su vivienda.

El rostro de Gudelia delata a una mujer trabajadora y sensible. Foto: Ivón Deulofeu.

Con voz pausada y la risa tímida me cuenta de la vida. Su rostro delata a una mujer trabajadora y sensible. El huracán Delta arrancó a la tierra su casa. Los hijos le ayudaron y con unos pocos recursos reciclados lograron un espacio donde tiene todo que es casi nada.

Gudelia dice que, a pesar de los golpes recibidos en su alma, es feliz. Uno de sus hijos sobrevivió a la guerra. Ismael combatió en Angola. Su batallón cayó en una emboscada y murieron casi todos. Él perdió su brazo izquierdo y quedó un poco sordo. Con la extremidad derecha escoge frijoles. Ayuda a su madre. La mira fijamente mientras ella debajo de un árbol me responde y sigue pendiente de las hojas que caen.

Ismael combatió en Angola. Foto: Ivón Deulofeu.

Gudelia sonríe con cierta picardía, dice que no recuerda su edad y sí la fecha de nacimiento, el 18 de febrero de 1943. Es muy presumida, quizá por eso prefiere ponerme a pensar para que saque la cuenta mientras ella se levanta del taburete porque en la cocina dejó asuntos pendientes. Fregaba cuando interrumpí su quehacer. El olor a leña queda después que almuerzan. Los calderos pasan por sus manos y el tizne desaparece. Es limpia y organizada.

Los calderos pasan por sus manos y el tizne desaparece. Foto: Ivón Deulofeu.

La campesina se dedicó al cuidado de sus hijos mientras su esposo trabajaba. Dice que siempre había algo para alimentarlos y que parir no fue difícil para ella. Dos nacieron en la casa porque no le daba tiempo de llegar a la partera Cachita. La madre de Gudelia tuvo quince hijos.

La historia de la mujer que vive en la última casa del camino a Pan de Azúcar es de tenacidad frente a los obstáculos que aparecen en el trayecto de la existencia. Las arrugas marcadas en su piel son desvelos infinitos. Siempre interrumpe la conversación para hablarme de la casa que le llevó el huracán. Y la entiendo. Allí estuvo el sacrificio por todo lo que hoy es casi nada.

La campesina se dedicó al cuidado de sus hijos mientras su esposo trabajaba. Foto: Ivón Deulofeu.

El alma triste es silenciosa. Lo noto en Ismael. Converso con él y tengo que casi gritar para que escuche. Responde mientras escoge los frijoles y en un momento me dice: “nadie me obligó a ir a Angola. Era mi deber. Lo único que siento es no poder ayudar a mi madre”.

En el trayecto a la casa de Gudelia y de su hijo hay viviendas que el gobierno construyó, ojalá y un día ella tenga igual sorpresa. Muy cerca está el consultorio del Médico de la Familia y al doblar la escuelita martiana. Para el apóstol, “la gratitud, como ciertas flores, no se dan en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes”.

Los cimientos de la casa de Gudelia que el huracán Delta destruyó. Foto: Ivón Deulofeu.
Consultorio de Pan de Azúcar. Minas de Matahambre. Pinar del Río. Foto: Ivón Deulofeu.
La escuela de Pan de Azúcar. Foto: Ivón Deulofeu.
Por el camino a Pan de Azúcar. Foto: Ivón Deulofeu.
La transferencia de propiedad de la tierra.

Félix Pérez Martínez llenaba de agua el tanque de su casa cuando resbaló y se cayó al piso. Una herida en el hígado lo hizo estar meses lejos de la vega que lo vio nacer y de la que obtiene frutos. Es uno de los más destacados de la Cooperativa de Crédito y Servicios Niceto Pérez de Pan de Azúcar, en Minas de Matahambre.

Los reconocidos resultados que logra en las cosechas de tabaco y de cultivos varios, relatan su destreza en conseguir de la tierra lo que quiere. Sin embargo, hay un obstáculo que no lo deja avanzar y no es el padecimiento del hígado, es la demora en el traspaso de la herencia de la tierra de su padre fallecido, Nilo Pérez, a él.

Félix es un campesino que tiene 74 años y trabaja casi solo. Foto: Ivón Deulofeu.

Félix hace nueve años que espera porque “los papeles” como dice, estén a su nombre para poder desenvolverse con legalidad sobre todo en la comercialización del ganado. Le pregunto que si se ha ocupado de dar continuidad al trámite y expresa que sí: “dicen que viene la respuesta, pero no se sabe cuándo”, afirma.

El campesino tiene 74 años y trabaja casi solo. En ocasiones uno de los hermanos le ayuda. Explica que tenía un buey viejo, en la propiedad, y murió. Las tiñosas se lo comieron porque no consiguió el permiso para venderlo a la Unidad Empresarial de Base (UEB) matadero de Guane, en Pinar del Río.

En los trámites de Félix no hubo litigios. Todos los hermanos estuvieron de acuerdo con la decisión de que fuera el heredero. Pagó abogado, sellos. Fue y vino a la oficina de la agricultura en el poblado Sumidero cada vez que le indicaron y dice que ya se cansó porque no puede andar casi por ahí.

A los animales no se les puede hacer trámites mientras el traspaso de la tierra no sucede. Foto: Ivón Deulofeu.

Le pregunto a Félix su opinión sobre la demora y me dice “que necesita la propiedad para comprarse un par de bueycitos y ponerlos a trabajar en la vega”.

A los animales no se les puede hacer trámites mientras el traspaso de la tierra no sucede, es decir ni vender ni comprar, según me comenta Amaury Junco Torres, presidente de la CCS Niceto Pérez, una cooperativa donde la mayoría de los socios tiene de setenta años en adelante. De ellos, más de veinte están en trámites de trasferencia de la tierra y por tanto en un limbo jurídico como el de Félix, el campesino que el trabajo le hace olvidar sus problemas de salud y sin embargo vive pendiente de los papeles que no llegan.

En una próxima entrega conocerá el testimonio del lugareño Domingo Bosmenier que a los cinco años de iniciado el proceso logró el traspaso de la herencia de la tierra de su madre a él.

Hay mucho por solucionar en el desempeño de la agricultura en Cuba para cerrar una fase e iniciar otra, que de cumplirse como lo orienta la máxima dirección del país, germinará un período de soluciones impostergables. Opino que no se debe juntar lo acumulado sin resolver, con lo que está por venir a partir de las 63 medidas anunciadas para potenciar las producción de alimentos, porque sería arar en tierra pantanosa.

Domingo Bosmenier. Socio CCS Niceto Pérez. Minas de Matahambre. Pinar del Río. Foto: Ivón Deulofeu.
Foto: Ivón Delofeu.
La ley resuelve todo en la herencia de la tierra en Cuba.

En la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Niceto Pérez de Minas de Matahambre en Pinar del Río hay 23 campesinos que llevan entre “cinco, diez y quince años en el trámite de la herencia de la tierra”. En ese período de tiempo han perdido una cifra considerable de ganado porque la orientación que reciben en su territorio es que, hasta que no se nombre el nuevo titular, no pueden ni comprar, ni vender bueyes y vacas. Los animales mueren y no se aprovechan, según opiniones de todos los entrevistados, incluido el veterinario que certifica las muertes.

El presidente de la cooperativa Amauri Junco Torres, afirma, que en la demora del proceso hay de todas las partes: orientaciones de la dirección municipal de la agricultura que pudieran no estar bien, dejadez por parte de algunos campesinos que no siempre siguen el trámite y es un proceso en el que intervienen varios eslabones aislados; gobierno local, agricultura municipal y provincial, la Asociación de Agricultores Pequeños, registro de propiedad, decisiones familiares, abogados y cuanto surja en el camino de heredar la tierra. A lo anterior sumo lo intrincado que viven muchos campesinos y el complicado acceso a las sedes institucionales municipales y provinciales. También el casi nulo conocimiento por parte de algunos jefes de las leyes que rigen el actuar en la agricultura cubana.

La mayoría de los entrevistados afirma que la instancia territorial le dice que sus trámites “están en la agricultura nacional”, otros “que no saben por dónde va eso”. El presidente de la cooperativa afirma que “necesitan resolver el asunto pendiente que obstaculiza el hacer de los campesinos”.

¿Los expedientes en la agricultura nacional?

Eddy Soca Baldoquin, Director de Suelos y Control de la tierra en el Ministerio de la Agricultura de Cuba accedió inmediatamente a conversar con Radio Guamá. No necesité solicitud previa para la entrevista y mucho menos figurar en su agenda de trabajo. Telefónicamente le anuncié el tema y sin más preguntas quedó en conversar a las 3:00 de la tarde de un día cualquiera. A continuación, la entrevista:

¿Existe solución legal para la comercialización del ganado mientras está activo el trámite de herencia de la tierra?

-Para la situación que usted me plantea que tienen los campesinos en trámite y que no pueden comercializar ni vender el ganado hay una solución legal dentro del decreto-ley 125.

El delegado provincial de la agricultura tiene la facultad de designar un administrador provisional de la finca que mediante resolución se nombra para que continúe el proceso productivo. Para que vendan los animales, para que vendan las producciones para que se siga produciendo. Lo que pasa es que las personas no conocen eso.

Es muy difícil que alguien solicite que se le nombre un administrador provisional en una finca mientras dure el proceso. Los hay que por las características propias son alargados. Comienza el litigio entre la familia, el otro que tiene que hacer un reconocimiento de matrimonio. Ese mismo caso que usted me decía ahorita, alguien que tiene que hacer un reconocimiento de filiación o de rectificar un nombre y eso a veces en los tribunales demora tiempo, hasta años. Pero para eso hay una solución legal. El delegado en la provincia nombra un administrador provisional de la finca que tiene todas las facultades de dar continuidad a la producción como si estuviera vivo el dueño.

¿Y esa facultad la tiene el delegado municipal?

El delegado municipal tiene esa facultad para los casos de tierras entregadas en usufructo, pero quien tiene la facultad en el decreto-Ley para los casos de herencia es el delegado provincial.

¿Y entonces el ganado que se ha desaprovechado en la Niceto Pérez por falta de esa decisión?

Cuando murió el dueño de la tierra debieron haber solicitado un administrador provisional.

Pero el campesino no lo sabe y el presidente de la Cooperativa no lo sabe ¿Cómo orientarlos?

De todas maneras, el delegado municipal de la agricultura debió haber orientado a las personas, porque tiene que saberlo.

¿Cuál es el tiempo establecido para finalizar un trámite de herencia de la tierra?

Están en el decreto ley 125, la resolución 24 de1991 y la 170 de 2017. Ninguna se contradice. La 170 que es la última, atempera la circunstancia actual al Decreto-Ley. Es decir, se trató de ir buscando solución a todo. Había un grupo de pasos que no tenían término. Por ejemplo, se consultaba a la ANAP y se podía pasar un año con el expediente. Los hubo que tuvimos que reclamarlos pasado ese tiempo. Entonces le dijimos a la ANAP: tu plazo es de 15 días. Si en ese tiempo no respondes es que estás de acuerdo con lo que dice el expediente. Te imaginas que para dar un criterio alguien se pase más de un año con un documento de este tipo.

Anteriormente por la misma situación que no había término para nada, alguien reclamaba dos veces, lo hacían un paquete y nos lo enviaban al Ministerio como estuviera. Cuando las personas volvían a interesarse por su caso, le decían: ya está en el Ministerio. Y cuando lo estudiábamos le faltaban muchos asuntos y lo virábamos en el mismo paquete. Y se pasaban en eso años.

Ese problema está resuelto. Para recibir un expediente, en el Ministerio de la Agricultura, hay que despacharlo. Si está completo lo recibimos. Si le falta algo le decimos qué hacer.

¿En la ley está todo cuanto debe tener el expediente?

Por supuesto. Está establecido. A veces cuando estudias el expediente ves que falta algo muy puntual y se retornan. Los hay muy voluminosos. De cien expedientes que se devolvían en un año, hoy devolvemos cinco, seis.

¿Y cuándo el proceso de herencia llega al Ministerio de la Agricultura?

En apelación o en proceso de revisión.

¿Entonces los expedientes no tienen que ir al Ministerio de la Agricultura para ser resueltos?

No. En los asuntos normales se resuelven en la provincia. Cuando hay litigio entre la familia, alguien reclama o establece un recurso y es cuando va al Ministerio de la Agricultura. El ministro se pronuncia en una apelación, se envía el expediente a provincia. Si alguna de las partes no está de acuerdo establece un proceso de revisión, vuelve de nuevo al Ministerio, se reenvía a la provincia y si alguien no está de acuerdo, las personas tienen derecho de acudir a las vías judiciales. Ese era otro gran problema que teníamos. Nos pronunciábamos en revisión y se acabó.

¿Evidentemente el proceso ordinario de heredar ocurre en la provincia?

En la provincia. Llega al ministerio cuando hay reclamación de alguna de las partes. De los trámites que entraron al Ministerio en el 2020 solo hay uno pendiente. Los demás fueron solucionados. Hemos logrado que todos los trámites se resuelvan en el término establecido. Hay uno muy puntual que está en vías de solución por tener ciertas características y no es de Pinar del Río.

Los tramites que llegan al Ministerio los resolvemos en el término de sesenta días. Todos.

Muchas gracias.

El DECRETO-LEY NUMERO 125 REGIMEN DE POSESION. PROPIEDAD Y HERENCIA DE LA TIERRA Y BIENES AGROPECUARIOS del 30 de enero de 1991, es el que regula la posesión y uso de la tierra en Cuba. Está firmado por el presidente del Consejo de Estado Fidel Castro Ruz.

El decreto-Ley 125 tiene un reglamento para la aplicación del Régimen de Posesión, Propiedad y Herencia de la Tierra, que es la Resolución 24 del 19 de marzo de 1991.

En el 2017 se emitió una nueva resolución donde se reglamentan un grupo de términos que no existían en la Resolución 24. Se trata de la 170 de 1917 del ministro de la Agricultura de Cuba. El reglamento de procedimientos administrativos agrarios.

Evidentemente, en el caso que nos ocupa, hay desconocimiento o no uso de las leyes y reglamentos que intervienen en la herencia de la tierra y bienes agropecuarios en Cuba. A pesar de que todo cuanto actúa en el proceso de herencia está escrito, no se domina plenamente o al menos así lo demuestra el limbo legal de los trámites que emprendieron los socios de la Niceto Pérez hace años. Si en el Ministerio de la Agricultura de Cuba no están los expedientes, dónde están y por qué ha demorado años la respuesta a 23 campesinos. ¿Cuántos más habrá en esa situación?

Espere en una próxima entrega las posibles respuestas. No sé cuánto pudieran demorar porque la solicitud de entrevista depende de ser ubicada en la agenda de trabajo del delegado provincial de la agricultura de Pinar del Río.


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