En
este sentido, hemos escogido breves fragmentos del amplio y excelente trabajo
del profesor, publicado el 15 de abril de 2016, titulado: “El Socialismo no
puede posponer la democracia que ha prometido”, que considero muy esclarecedor
en estos momentos de exagerada provocaciones y amenazas del Gobierno de los
Estados Unidos y sus acólitos internos.
·
“Tampoco hay que ignorar los desafíos reales a que nos enfrentamos,
los temas de seguridad, los planes, la estrategia del soft power, que ahora
emplea Estados Unidos contra nosotros. Seguiremos siempre enmarcados en innúmeras
amenazas al proyecto de nación y por tanto, el de sociedad tiene que dar cuenta
de ello. Seguramente tendremos que
asumir algún nivel de restricciones, pero es importante, primero, que las
reconozcamos públicamente; y segundo que las consensuemos.”
·
“De manera que también tendríamos que ver –porque puede ser
un riesgo, o una tentación, o una confusión que nos movamos hacia una
estrategia social-demócrata creyendo que estamos asumiendo otra. Es decir, que
seamos tan flexibles que termine sin importar el color del gato, mientras cace
ratón, que nos importe qué tipo de Estado o qué tipo de economía, si es
eficiente. Ahí tenemos el modelo nórdico, que cada vez se degrada más, pero
sigue siendo el éxito paradigmático de la social-democracia. No es casualidad
que todas las experiencias socialistas europeas que transitaron hacia el
capitalismo declararon que iban a ser “nórdicas”. Y aquí también podemos
encontrarnos esos discursos que a donde conducen, a lo sumo, es a una sociedad
capitalista con un wellfare state o “estado de bienestar”, con una política
social más o menos amplia”.
·
“En todas las esferas nosotros tenemos que asegurar la
hegemonía de la cultura socialista, o si no habremos perdido, la oposición y el
disenso tiende a agruparse donde precisamente la hegemonía socialista es
débil”.
·
“Ahora, de pronto, parece que todos los defectos,
insuficiencia y problemas que tenemos son del Socialismo, incluso llega un
momento en que se convierte en un término descalificador. Me parece que ese es
un terreno muy importante, donde hay que hacer la lucha ideológica-política,
porque ahora lo que está puesto en juego es el carácter socialista de la
Revolución Cubana”.
La
Habana, 29 de octubre de 2021.
Julio
Sergio Alcorta Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario