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sábado, 20 de noviembre de 2021

Un bloqueo que niega derechos . Los cubanos y cubanas hablan (II)

Esta es la II parte del  informe que fue realizado por especialistas del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), en coordinación con la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) y contó con el apoyo de OXFAM en Cuba. Fueron autores y redactores del texto: 

Dr. C. Jonathán Quirós Santos (Coordinador), Dra. C. Blanca Munster Infante y el Lic. Kenny Díaz Arcaño, del CIEM y colaboradores el Dr. C. Ramón Pichs Madruga y el Dr. C. José Luis Rodríguez García, también del mismo centro y el MSc. Fermín Quiñones Sánchez, de la ACNU.

Los impactos más recientes

Los impactos del bloqueo en los dos últimos años han sido fortísimos, como muestran las cifras de su costo publicadas por fuentes nacionales, muy útiles para documentar el contexto cubano. El centro de esta parte del informe es, sin embargo, los testimonios de cubanas y cubanos sobre las afectaciones de las medidas coercitivas unilaterales de los gobiernos estadounidenses. Se particulariza en el recrudecimiento de estas con la administración de Donald Trump y en tiempos de COVID-19, comparadas con el punto de inflexión de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos con Barack Obama.

Las voces que hablan en este texto proceden de diferentes sectores sociales, y tienen rela- ciones directas en la gran mayoría de los casos con una parte de los proyectos e iniciativas apoyadas por el Programa de OXFAM en Cuba (en los menos, tienen relaciones indirectas). El nivel educativo de las personas entrevistadas es expresión de la significativa inversión en educación realizada por el Estado cubano.

El bloqueo y las medidas de Trump dirigidas particularmente contra Cuba, dañaron especialmente a la economía y a la sociedad cubana en 2019 y 2020. En 2019, el PIB decreció 0,2 %,36 en lo que influyó la reducción en el suministro de combustibles, sobre todo en el segundo semestre de ese año, por las sanciones de la administración estadounidense a buques venezolanos y de otras nacionalidades que lo transportaban del país bolivariano al caribeño. Esto condujo a un plan de contingencia económica interno, con limitaciones en todos los órdenes, pues el país funcionó fundamentalmente con las reservas (aunque se evitaron los molestos cortes de electricidad a la población) y con compras de emergencia a Rusia y Argelia.

El bloqueo causó pérdidas

Como se indicó antes, de abril de 2019 hasta marzo de 2020 (sin incluir las afectaciones de la COVID-19), el bloqueo causó pérdidas por 5 570,3 millones de dólares. Por primera vez el monto total de sus afectaciones en un año rebasó la barrera de los 5 000 millones, un incre- mento de alrededor de 1 226 millones con respecto al período anterior.

La pandemia en 2020 condujo a una caída de 3,5 % en la economía mundial,37 con impactos notables (pero diferenciados) en todas las regiones y países, y por supuesto, en los principales socios comerciales del país caribeño. Ese año el PIB cubano tuvo una caída de 11 %, solo simi- lar a la de los primeros años de la crisis de 1990.

Dicho comportamiento estuvo influido básicamente por el impacto de la COVID- 19 y las medidas adoptadas en respuesta: se produjo un cierre casi total de las actividades econó- micas, de transporte, educativas, culturales, deportivas y de otra índole entre abril y junio de 2020. A partir de ese último mes (y hasta la fecha), se han mantenido menos restricciones, pero aún importantes a nivel nacional y en las provincias, de acuerdo con la situación epidemiológica en cada territorio.

En 2020 se dispuso solo de 55 % de las divisas convertibles planificadas, incluidas las destinadas a la adquisición de alimentos, combustibles, medicamentos y otros insumos vitales que deben importarse. Se dedicó 1 300 millones de pesos y 100 millones de dólares para responder a la pandemia.38

Habla la gente

Los testimonios de las personas sobre los impactos del bloqueo, en el período de referencia, son muy críticos de las posiciones de los gobiernos estadounidenses, pero están ajenos por completo a sentimientos de odio o rechazo al pueblo estadounidense.



Las afectaciones del bloqueo también incidieron en la producción agropecuaria cubana, un sector vital para garantizar la seguridad alimentaria del país y una cuestión de seguridad na- cional. Estas se sumaron a limitaciones estructurales no resueltas y al descenso desde hacía cinco años en varias producciones. Las carencias de combustible diésel, de fertilizantes y de otros insumos fueron comunes en 2019 y 2020. 39

Para el sector no estatal cooperativo esta es también su realidad. El proyecto de Apoyo a la intercooperación40 agropecuaria (APOCOOP), liderado por la Asociación Nacional de Agricul- tores Pequeños (ANAP), y con el apoyo de OXFAM y de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), ha sido duramente impactado por el recrudecimiento del bloqueo.

Reinier Morales, coordinador de este proyecto en la occidental provincia de Artemisa, limítrofe con La Habana por el oeste, considera que con Obama se dieron pasos importantes, y “si se hubieran consolidado, posteriormente repercutirían en el fomento de la inversión extranjera en el sector agro- pecuario, la flexibilización para Cuba en el mercado exterior y el fomento de intercambios académicos. Con Trump todo se vino abajo abruptamente y sus medidas extraterritoriales han dañado además a las ONG y otras entidades, que por la vía de la colaboración extranjera nos han apoyado históricamente”.

En Artemisa, en el municipio Alquízar, está la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Rubén Martínez Villena, cuya responsable de la Iniciativa Económica de Mujeres Casa de Posturas es Dayanis Alonso, Licenciada en Contabilidad y Finanzas, de 31 años. Ella sostiene que, “de man- tenerse, las visitas de delegaciones, se hubieran convertido en intercambios de experiencias”. Las limitacio- nes impuestas por Trump le perjudican en su trabajo directo, pues son insuficientes los recursos del país para (...) la adquisición de semillas certificadas, de materiales de trabajo, de tecnologías más avanzadas y para la obtención de las bandejas para la siembra”.

Nos expone que, sin bloqueo “ la calidad y rendimiento de las posturas (plántulas) sería aún mejor, aportando así a la economía familiar, a la del país, a la seguridad alimentaria y la educación nutricional y a un cuidado y manejo sostenible del medio ambiente”. No solo en su trabajo “el bloqueo afecta a todo el pueblo cubano, a cada vecina y vecino, a cada amiga y amigo, a mis familiares, a mis compañeras y compañeros de trabajo, a las personas con que me tropiezo en una cola (fila), en una institución, a mis profesores, a la doctora de mi bebé”.



Miguel Cabrerade 49 años, Contadorycoordinadordeeseproyectoenla ANAPtunera, asegu- ra: “sin el bloqueo, con el apoyo del proyecto, Manatí se abastecería de todas las producciones que genera la agricultura”.

La Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) “recibió en el período de Obama varias propuestas de organizaciones y de personas de ciencia estadounidenses, con interés de colaborar en proyectos de cooperación, asesorías técnicas, entrenamientos e intercambios, truncados con Trump”, testimonia su presidenta nacional Alina Beltrán. La Ingeniera Agrónoma de 49 años sostiene: “el bloqueo afecta a nuestros proyectos de colaboración y a los donativos de las ONG para financiar el desarrollo de la agricultura cubana, incluyendo la transversalización de la equidad e igualdad de género, así como la formación de capacidades y fortalecimiento de las cooperativas agropecuarias”.

Fueron además afectados, por la carencia de insumos materiales “otros programas que acompaña- mos como el Movimiento de Cooperativas de Frutales y la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar. Tam- bién ha sido muy impactada la participación de profesionales en eventos internacionales realizados en Cuba”.

En el centro del municipio habanero de Guanabacoa, una iniciativa local muy notoria es el proyecto “Granjita feliz”,41 del matrimonio de líderes comunitarios Luis Darío Martos (66 años, Licenciado en Derecho y Agrónomo) y Elizabeth Frómeta (48 años, Veterinaria que además concluye la carrera de Estudios Socioculturales). Son socios de la CCS Daniel Hernández, dedicada a la producción de flores y cultivos varios, y en menor medida al ganado mayor y menor.

El propio Luis Darío perdió totalmente la visión de un ojo y tiene serias afectaciones en el otro. El bloqueo y los impactos de la COVID-19 impiden la comercialización en Cuba del lente blando y de gas permeable y los líquidos de limpieza y conservación que necesita, así como espejuelos adecuados. El peligro potencial de ser invidente es una realidad para él.

El proyecto comunitario y sus acciones particulares están dirigidos fundamentalmente a ni- ños y niñas, adolescentes y jóvenes que son pacientes de oncología y de otras enfermedades, y con discapacidades intelectuales, sensoriales y físicas, así como al adulto mayor y a adoles- centes convencionales de las enseñanzas primaria, secundaria, tecnológica y media superior residentes en la comunidad.

A todos ellos, pero especialmente a los pacientes oncológicos, se dirigen las acciones de “Uni- dos por ti”, parte del proyecto matriz, para reforzar su estado de salud y bienestar espiritual. Para eso, donan alimentos de su cooperativa y de otras que se han unido, así como de em- prendedores y emprendedoras, pero la entrega se hace en una actividad cultural preparada para ellos y ellas y sus familiares, en la que no son únicamente espectadores.

“Esa es una actividad de extraordinario amor, que no ha perdido valor: recientemente se celebró su quinto aniversario, más de 60 meses consecutivos con la entrega de una canasta de alimentos donados por los agricultores”, todo en sintonía con el gran cuentista cubano Onelio Jorge Cardoso, cuando expresó que los seres humanos tienen tanta hambre de pan como de belleza.

Mencionan ejemplos como el de “Loreny, una joven de 17 años a la que se le amputó una pierna por cáncer, actualmente operada de un pulmón y con tratamiento. Su operación se demoró porque a pesar de las gestiones hospitalarias, no existían los recursos. Estudia hoy Ingeniería Industrial con voluntad de heroína.

Leidy Lázara, de 14 años, que luego de padecer cáncer, para no amputarle una pierna, se le puso una prótesis temporal en espera de la especial procedente de México, que por la demora y las condiciones en el traslado llegó contaminada. Esto impidió el resultado favorable del implante, con recurrentes infecciones y virus. A pesar de los medicamentos avanzados obtenidos por diversas vías a altos precios, fue necesario amputarle la pierna, pues la única prótesis disponible con las características necesarias es producida por una compañía estadounidense, la cual no pudo adquirirse por las leyes del bloqueo.

El niño Ángel Francisco que perdió ambos ojos en diferentes momentos, tras sucesivos tratamientos sin solu- ción. Otros tratamientos avanzados no disponibles en Cuba le hubieran salvado su visión. Hoy en el hogar para niños invidentes no tiene reloj ni dispone de medios de escritura e impresión, ni de medios de cómputo en el sistema Braille, casi todas producidos y comercializadas por empresas estadounidenses o por subsidiarias suyas en otros países. Por igual causa, tampoco Harold, joven de 18 años capacitado en informática, puede cumplir su sueño de tener una computadora y una impresora Braille para producir textos para invidentes u otros medios informáticos”.

“Granjita feliz” se inició con niños y niñas del vecindario y su intercambio con potenciales pro- ductores, donde se impartían talleres temáticos sobre la cría de conejos. Las jaulas cuelgan en las paredes y las acciones se han expandido a otros participantes no tan cercanos a la vivienda.

Sus promotores dicen: “hoy aprovechamos el pequeñito espacio que tenemos, incluso hasta en los bal- cones, seguimos siendo productores de conejos, pero también de abonos y fertilizantes líquidos, codornices y cinco colmenas de abejas meliponas. Somos promotores de la siembra de fresas en macetas, al punto que más de 300 personas nos siguen y las cultivan en sus casas”.

Además de “Unidos por ti”, desarrollan otras iniciativas como el espacio cultural “Guateque dominical” en las Casas de Abuelos, para las personas de la tercera edad. Para estas, “ las li- mitaciones del bloqueo impiden la importación de equipos, instrumentos musicales, medios, equipos de audio, luces y mobiliario especial. Tenemos ancianos y ancianas que esperan por sillas de ruedas, por ins- trumentos de audio para la sordera y por espejuelos. Algunos adultos mayores han dejado de recibir las remesas de sus familiares o no han podido viajar por el cierre del Consulado de Estados Unidos, debido a las medidas de Trump. Son más de 10 personas de la tercera edad aquejadas, aunque las restricciones recaen sobre todos”.

También realizan el Taller de agrobiodiversidad y prácticas culturales en el patio de la iglesia de Los Escolapios, prestado por esa institución para ese fin. “Allí, en el huerto El Garabato, niñas, niños y personas con discapacidades intelectuales, físicas y sensoriales, siembran sus plantas, preparan la tierra, hacen canteros, riegan abono, fertilizantes y agua, aprenden a llenar bolsas con tierra y todo lo que se cosecha es para su beneficio.

Carecen de mochila para fumigar con productos biológicos, biopreparados, abonos y fertilizantes nitroge- nados, medios eficaces de enraizamiento, así como productos de desinfección y desinsectación. Tampoco pueden acceder a sistemas de riego, máquinas de roturación de canteros y vehículo automotor de labranza, aptos para personas con discapacidades, solo existentes en el mercado norteamericano.

No tienen acceso al mercado norteamericano para comprar ni vender, ni forma de obtención de financiamiento por inversión extranjera de cubano-estadounidenses porque el bloqueo lo impide, a pesar de haber recibido a estudiantes estadounidenses que hacen pasantías en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)-Cuba y en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Los mucha- chos y las muchachas están afectados por la imposibilidad de aumentar los rendimientos productivos, tener más alimentos y obtener mayores ingresos”.

Es notable la prioridad del Estado cubano para asegurar los derechos de las mujeres desde 1959, aunque existen brechas y limitaciones.42 Lirians Gordillo argumenta: “el bloqueo no genera las desigualdades de género, sostenidas en una sociedad patriarcal con estructuras, prácticas, relaciones e imaginarios machistas, pero sí las acentúa, haciendo más difíciles roles asumidos en las mujeres como las tareas relacionadas con la reproducción de la vida: trabajo doméstico y de cuidados, principalmente. En el caso cubano se le agrega una particularidad, por todos los avances en materia de género y la participación social de las mujeres, a ellas también les afecta el bloqueo en todos los sectores donde están representadas”.

En su entorno profesional, la política de Trump “afectó la conectividad y amplió las dificultades técnicas. Pudiera incluirse la manipulación mediática de la realidad nacional que no todos los medios favorecen , donde se posicionan matrices de opinión sin referencias, se cuentan medias verdades sin asumir la complejidad de la realidad del país y sin tener en cuenta el bloqueo. Ese clima atenta contra la comuni- cación pública, y en particular creo que contra el proyecto socialista cubano”.

“De no existir el bloqueo hubiéramos logrado la ejecución de 4 proyectos de investigación en el campo de las arbovirosis,43 aprobados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, no ejecutados por las medidas del gobierno de Trump, pues el financiamiento de estos proyectos está, la contraparte norteamericana está y desea que estos estudios se desarrollen”.

Para otras áreas de la ciencia existen los mismos obstáculos que limitan el intercambio académi- co y cultural entre los dos países. La doctora Milagros Martínez, de 70 años, profesora univer- sitaria e investigadora, Copresidenta de la Sección Cuba de Latin American Studies Association (LASA)44 explica que “la restrictiva política de otorgamiento de visados de Trump, que obliga a solicitarlos en un tercer país, encareció exponencialmente los gastos para realizar el trámite. Esto condujo a que al XXX- VII Congreso en Boston de 2019, solo asistieran 28 personas cubanas residentes en su país, a pesar de las más de 200 con ponencias aprobadas, mientras que, al anterior de Barcelona en 2018, lo hicieran 550 especialistas con residencia en Cuba y más de 200 en el XXXIV, celebrado en New York en 2016”.

Si no existiese el bloqueo ni las regulaciones derivadas de este, “habría un mayor intercambio académico entre los dos países y oportunidades de conocer y divulgar resultados del quehacer investigativo de espe- cialistas de Cuba, quienes a la vez se actualizarían sobre la marcha de sus respectivas disciplinas y del estado del arte de los estudios cubanos y latinoamericanos, a través de adquisición de bibliografía y de discusiones di- rectas, de forma respetuosa. Por otra parte, se ampliaría la plataforma de relaciones, el intercambio de ideas de exploración de futuras colaboraciones conjuntas, de intercambios de grupos de trabajo y de búsqueda de financiamiento para investigaciones y publicaciones”.

La doctora Berta Lidia Castro, de 74 años, con cincuenta de experiencia profesional y 42 de ellos dedicados a la pediatría es master en Atención Integral al Niño, Investigadora Auxiliar y Profeso- ra Consultante; trabaja en el servicio de Terapia Intensiva del capitalino Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. Además, es la presidenta de la Sociedad Cubana de Pediatría.

“Desde que inicié mis estudios de Medicina he apreciado los efectos del bloqueo en las restricciones a la comercialización de medicamentos, reactivos y equipamiento médico; en particular los recursos de alta tecnología fabricados en ese país o con partes o recursos estadounidenses fabricados en otros.

En los años 1990, con el reforzamiento del bloqueo, la promulgación de la ley Helms Burton y el empeo- ramiento en la adquisición de recursos sanitarios, sufrí mucho. Los profesionales que atendíamos infantes, especialmente muy pequeños con enfermedades graves, vivimos situaciones doblemente difíciles: por una parte, no siempre disponíamos del recurso apropiado para su tratamiento más efectivo, menos doloroso o de solución más rápida; por la otra, por razones éticas y humanas no podíamos compartir totalmente esta situación con la familia, para no generar inseguridad y preocupaciones adicionales a las que ya tenían con sus descendientes.

El reto de buscar soluciones para que mitigaran el dolor, disminuir el riesgo de complicaciones o secuelas para favorecer la respuesta de los infantes al tratamiento, lo suplimos con sabiduría, esfuerzo y cariño, pero ese contexto fue causa de estrés y posible motivo de afectaciones físicas y psicológicas en el personal sanitario que atendía la salud de estos.

Los impedimentos que impone el bloqueo son contrarios a la aplicación de los principios de la Convención de los Derechos del Niño, y obstáculos que Cuba enfrentó para cumplir con los compromisos de la Cumbre del Milenio, y ahora para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en particular los relacionados con la salud materno-infantil.

Como presidenta de una organización civil de carácter médico, tenemos limitaciones para el intercambio científico, docente e investigativo a causa de las restricciones actuales impuestas por el bloqueo. Además, no podemos pagar nuestra membresía desde Cuba mediante transacciones financieras a las organizacio- nes internacionales a las que pertenecemos, y tenemos que recurrir a la entrega personal, en efectivo, con todo el riesgo que esto implica.

Durante el período de Obama, los provechosos intercambios entre nuestra Sociedad y la Academia Ame- ricana de Pediatría, donde especialistas de ambas partes mostraron sus experiencias y avances en la es- pecialidad, fueron cortados por Trump. El apóstol cubano José Martí dijo “Los niños ríen y se abren los cielos”, y la eliminación del inhumano y prolongado bloqueo podrá contribuir a que los cielos se abran y que las sonrisas de los infantes de ambos países sean un arcoíris de esperanzas”.


Las restricciones paulatinas de viajes y transporte con la administración Trump, desde las ini- ciales a raíz de su respuesta a los supuestos “ataques sónicos” hasta las prohibiciones a esos traslados derivados de su memorando respecto a Cuba, tuvieron un efecto muy negativo en los intercambios entre ambos países, en la economía y en la población cubana. Estas fueron mayormente previas a las instauradas por ambos países para evitar la propagación de la COVID-19.

A partir de las medidas de Obama, había aumentado el número de estadounidenses que viajaron a Cuba, con un máximo de 638 365 en 2018.46 En 2019, antes de las restricciones de Trump, viajaron a su país de origen 552 895 cubano-estadounidenses.47 Más allá de los bene- ficios económicos, en términos humanos, Mareelen Díaz sostiene que “se produce una afecta- ción muy grande cuando el bloqueo impide o dificulta los vínculos familiares. Son muchas las familias que ven cercenadas sus aspiraciones y necesidades de cercanía, en conexión directa con la salud y bienestar de personas y familias. Tiene implicaciones en la salud emocional y el equilibrio psicológico de familiares. Se acumula mucho dolor e insatisfacciones afectivas, que laceran vínculos esenciales para los seres humanos”.

Las afectaciones del bloqueo y las medidas de Trump para las mujeres cubanas en el sector privado también han sido graves. Del total de 1 030 800 personas empleadas en Cuba en ese sector en 2019, solo 29 % son mujeres. De esa cifra total, 617 000 ejercían por cuenta propia, pero solo el 35 % son mujeres.48 La brecha de género en el sector privado es mucho mayor que en el estatal, porque existen mayores barreras para acceder a esos espacios que para los hombres.

El número de personas en el sector privado como trabajadores por cuenta propia fue de 632 950 en 2020, y hasta mayo de ese año, por las medidas de aislamiento físico y social tomadas para evitar la propagación de la COVID-19, el 35 % de estas se habían acogido a la suspensión de sus actividades, tanto por solicitud propia como por disposición del gobierno. Aunque se eximieron de pago de impuestos, no hay hasta ahora algún tipo de seguro contra el desempleo, lo que les perjudicó.

En la segunda quincena de marzo de 2020 el país se vio forzado a cerrar el turismo para responder a la COVID-19. La actividad turística disminuyó 25,4 % en 2020: arribaron a Cuba solo 1 085 920 visitantes internacionales (de una previsión inicial de 4,5 millones), comparados con los 4 275 558 en 2019. Las visitas de cubanos residentes en el exterior (en todos los países) decrecieron al 24,1 % (de 623 932 en 2019 a 150 388 en 2020), mientras que las de estadounidenses lo hicieron al 11,7 % (de 498 538 en 2019 a 58 147 en 2020).49 Los ingresos captados por la actividad turística en 2020 fueron estimados entre 950 y 1 000 millones de dólares, 64 % menos que los obtenidos en 2019. 50

La paralización del sector turístico afectó a emprendedoras y emprendedores, y a trabajadores por cuenta propia, especialmente a los propietarios de unas 25 000 habitaciones de arriendo a turistas, lo que incide en un estimado de 31 648 personas. En buena medida también resultaron afectados 50 636 transportistas y 56 966 vendedores y vendedoras de alimentos en cafeterías y restaurantes, una parte de los cuales servían preferentemente al turismo. 51

Como a otra parte de las beneficiarias y beneficiarios de la visa estadounidense B2 con vali- dez de cinco años para visitar al país norteño, y del impacto en las familias cubanas y cubano- estadounidenses, el fin de esta posibilidad con Trump dañó a personas que la utilizaban para viajar a Estados Unidos y comprar insumos para sus emprendimientos. No solo afectó la entrada de estas últimas a ese país con dicho fin, también a México, Panamá y Haití, a los cuales se puede viajar sin necesidad de disponer de una visa de esos países si se es titular de una B2.

Pocos días después de la activación del Título III de la Ley Helms Burton, aún sin COVID-19, SEMlac-Cuba entrevistó a varias emprendedoras privadas para comprobar la incertidumbre sobre el impacto del bloqueo, las medidas aplicadas y la activación de ese título. 52

Niurys Ysabel Higueras, capitalina de 44 años, dueña del concurrido restaurante habanero Atelier, dice que el perjuicio es general. Para “...el sector empresarial que invierte y vive en Cuba, al gobierno, a la población y perjudica mucho más al sector privado. Estas medidas demuelen al sector priva- do”. Atelier vive “del turismo y de las personas de otros países que viven y trabajan en Cuba. En Estados Unidos hay también gente maravillosa, personas lindas a las que quiero muchísimo y, aunque no pensemos igual, sé que tienen valores. Muchos quieren que mejoren las relaciones y no están de acuerdo con lo que decide su gobierno”.

En tanto, Marta Deus, fundadora de Deus Expertos Contables, consultoría para negocios privados en Cuba expresa: “para todos los que trabajan en el sector privado y conviven con el turismo, los últimos meses no han sido los mejores. El número de visitantes norteamericanos a Cuba sigue decrecien- do y, en paralelo, los ingresos de los emprendedores”.

La imposibilidad de que cubanas y cubanos reciban remesas por vías formales desde Estados Unidos donde reside la mayor parte de sus emigrantes , les distingue del resto del mundo. Aunque Cuba no es de los mayores receptores de remesas en la región, al interior de la eco- nomía cubana estas son significativas, aún sin acuerdo entre especialistas nacionales y ex- tranjeros sobre su monto, formas y vías de llegada. Considerando que en los últimos años se recibió una cuantía total estimada entre 2 000 y 3 000 millones de dólares, por canales for- males e informales, y que una cantidad no despreciable de esta suma se dedicó a los negocios privados, cualquier limitación en su flujo afecta al sector.53

En 2020, la influencia de las medidas de Trump fue significativa en la reducción de las remesas a 2 348 millones de dólares, con un monto de 36,8 % menor que el de 2019.54 En tiempos de crisis por la COVID-19, esto agravó las dificultades cotidianas en la parte de la población que las recibe, y de forma indirecta en otra.

En la misma entrevista, Marta Deus reflexiona: “limitar las remesas es limitar el crecimiento del sector privado”, pues ese dinero ha permitido financiar negocios, tanto personalmente como a distancia.

Tiempo antes del cierre total del envío de remesas por vías formales desde Estados Unidos (noviembre de 2020), era fortísimo el impacto de las medidas de Trump, a juicio de la emprendedora Hilda Zulueta en su testimonio al equipo redactor de este informe. Esta egresada universitaria, de 68 años y sus hijas Odaimis y Mady (también profesionales de nivel superior) tienen una historia de superación personal al asumir el reto de un oficio tradicional- mente ejercido por hombres: la talabartería.

La producción de su marca Zulú (bolsos, billeteras, estuches para móviles, cinturones y zapatos de cuero) la comercializan en una tienda propia. Mady, de 40 años asegura que “desde que comenzamos como negocio familiar, el segmento del turismo norteamericano ha sido fundamental, sobre todo el turismo de ciudad que visita el centro histórico, y los viajeros de cruceros”. Hilda Zulueta confir- ma: “llevamos dos años que no podemos hablar de temporada alta o baja, los ingresos han ido en caída, todo el mundo está muy mal, nos ayudamos entre los mismos emprendedores, nos mandamos los clientes”. Su otra hija, Odaimis, radicada en esos momentos en España, se esfuerza por enviarles materiales de difícil acceso o que no se encuentran en el mercado nacional.

El bloqueo también afecta a la gestión de riesgos de desastres y a la ayuda humanitaria, tanto a la del gobierno central y los locales como a la de la cooperación internacional complemen- taria. Tras el huracán Mathew de octubre de 2016, el apoyo de OXFAM y otras instituciones internacionales a la comunidad de Mata Guandao, en el municipio de Baracoa (a 990 km de La Habana, situado en Guantánamo, la más oriental de las provincias cubanas), contribuyó a la construcción de una comunidad resiliente y segura desde una perspectiva participativa e inclusiva, lo que les permitió enfrentar en mejores condiciones a Irma, el huracán que los azotó un año después.

Mirella Calderín, de 59 años y nivel preuniversi- tario, delegada desde hace siete años de la Circuns- cripción Barigua de esa comunidad, considera que “el bloqueo le afecta a ella y a su comunidad en todos los aspectos de la vida, desde las carencias con el combustible para el trans- porte, la falta de medicamentos, de materiales de construcción hasta materiales para las escuelas de su comunidad. Impidió una respuesta más efectiva al Mathew, pues la falta de combustible provocó demoras para la entrega de los insumos. Sin el bloqueo, tuvieran mejor calidad de vida”.

El doctor Luis Foyo, Secretario General de la Cruz Roja Cubana, aporta otros elementos so- bre el impacto a la gestión de riesgos de desastres y a la ayuda humanitaria. Con 74 años, de ellos 26 en su cargo, comenta que “la Cruz Roja Cubana ha tenido que gestionar casos referidos a vi- sados con carácter humanitario, envío de medicamentos específicos y sillas de ruedas, prótesis y otros adi- tamentos con sus homólogos estadounidenses, y aún con el apoyo e interés de estos, no pueden resolverse.

Tenemos casos documentados de personas que acuden a nosotros, para que les apoyemos a traer algún medicamento vital para su madre enferma, o de otra con dos hijos impedidos físicos en Cuba, en sillas de ruedas, que no pueden recibir nuevas y de mejor calidad. Incluso de una cuyo único hijo sufrió un accidente en Estados Unidos, estaba conectado para mantenerlo con vida, y ante la recomendación de los médicos de desconectarlo, se requería su permiso para hacerlo y necesitaba una visa para viajar a Estados Unidos, autorizar este recurso extremo y verlo antes de morir. Estas dolorosas experiencias pudieron tener un final distinto si no existiese el bloqueo y Trump no lo hubiera recrudecido.

También el bloqueo obstaculiza y encarece la ayuda enviada por otras federaciones nacionales antes los frecuentes huracanes que nos azotan. Por ejemplo, las láminas de zinc para techos que podrían costar en Esta- dos Unidos 6,63 dólares la unidad, tienen un precio unitario de 13,89 dólares en otros mercados más lejanos. Además de ser adquiridas, tienen que ser trasladadas a Cuba, y algunas navieras pueden ser penalizadas por Estados Unidos de hacerlo. De no existir el bloqueo, hubiera sido posible techar muchas más casas en todas las provincias del país que sufrieron los embates del destructivo huracán Irma en julio de 2018”.



Conclusiones y recomendaciones

Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos son profundamente asimétricas y de larga data. Con el triunfo de la Revolución, su conflictividad alcanzó nuevas dimensiones, y el cambio del sistema político cubano es una constante de las sucesivas administraciones norteñas hasta la fecha.

Un mecanismo central en esa estrategia es el bloqueo contra el pueblo cubano, el más largo de la historia contemporánea. Formalizado jurídicamente en 1962, se sustenta en un comple- jo entramado jurídico, más extraterritorial a partir de los años 1990.

En los períodos de gobierno de los dos últimos presidentes estadounidenses hasta enero de 2021, de forma autónoma han ocurrido cambios económicos y políticos en Cuba, anuncia- dos a partir de 2009, con más fuerza a partir de 2011 y más recientemente con mayor énfasis y profundidad, y sin completar aun todos los necesarios ya anunciados.

En la visión y acciones concretas de Barack Obama y Donald Trump hacia Cuba hay diferencias notables, a pesar de que en lo esencial ambos responden a las prioridades estratégicas globales de la política exterior de Estados Unidos, y en particular al cambio del sistema político cubano, pero por distintos medios.

En las administraciones de Obama se desmontaron algunas medidas en extremo lesivas para el pueblo cubano, impuestas por su antecesor George W. Bush. Con el mandatario demócra- ta se produjo un punto de inflexión, al restablecerse las relaciones diplomáticas entre ambos estados, para lo cual utilizó sus potestades presidenciales. Además, excluyó a Cuba de la espuria lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”.

Mediante órdenes ejecutivas amplió las visitas bajo licencias de estadounidenses, así como las de cubano-estadounidenses, permitió mediante las licencias los vuelos de líneas aéreas de su país a varios aeropuertos de Cuba, además de a La Habana y el transporte marítimo para embarcaciones de carga y pasajeros, incluyendo cruceros, así como el envío de remesas y su mayor monto.

Su administración firmó con el gobierno cubano 22 acuerdos de cooperación en áreas de in- terés común y abrió espacios para el diálogo bilateral. Como iguales y sin condicionamientos previos, ambos gobiernos entablaron conversaciones en temas en los que existen profundas diferencias.

Se manifestó públicamente en contra del bloqueo y reconoció su inviabilidad para cambiar al sistema político cubano, pero su llamado al Congreso a ponerle fin no fue acompañado por acciones concretas para lograrlo, y renovó anualmente la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917. A fines de su mandato, emitió una directiva presidencial pública para la “normalización” de las relaciones con Cuba, y eliminó la política de “pies secos, pies mojados” y el programa destinado a provocar la deserción del personal médico cubano en misiones en otros países.

Donald Trump, con un memorando presidencial, derogó la directiva de Obama para la “normalización” de las relaciones entre ambos, y revirtió mediante órdenes ejecutivas gran parte de los avances logrados con su antecesor.

Ese memorando incluyó una lista que fue creciendo hasta pocos días antes de culminar su mandato, con la prohibición de transacciones comerciales y financieras de personas y empresas sujetas a jurisdicción estadounidense (incluyendo a sus viajeros al país caribeño mediante licencias) a 228 empresas y entidades cubanas, una parte de ellas administradas por entidades extrajeras.

Derivado de esa lista se cancelaron casi todos los viajes de la época de Obama y solo mantuvo los de las 12 categorías autorizadas. Sumó a estas prohibiciones las del transporte aéreo y marítimo la mayor parte impuestas antes de la COVID-19 , y a la fecha solo están autorizados vuelos públicos desde y hacia La Habana, y otros vuelos privados para fines médicos de emergencia, búsqueda y rescate.

Previamente, con la excusa de padecimientos de diplomáticos estadounidenses acreditados en La Habana por supuestos “ataques sónicos”, retiró a la mayor parte de ese personal y sus- pendió la emisión de visas en su sede diplomática, así como obligó a limitar el número de diplomáticos de Cuba acreditados en Washington. A partir de dichas medidas, las personas cubanas deben solicitar las visas en un tercer país, con mayores costos y malestares.

Todas estas restricciones de viajes y del transporte, incidieron muy negativamente en los in- tercambios de todo tipo entre personas e instituciones de ambos países, así como en el derecho a unas relaciones familiares más fluidas.

También fue un duro golpe a la economía y como parte de ella al sector privado y en general al pueblo, que por la inclusión en la citada lista se sancionara a la empresa cubana que gestionaba el envío de remesas a Cuba por Western Union, luego de reducirse antes el monto a recibir. De esta forma, son las personas cubanas las únicas en el mundo que no pueden recibir remesas familiares por vías formales desde Estados Unidos.

Como sus antecesores, Trump renovó anualmente la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917. Activó el Título III de la Ley Helms-Burton, luego de más de dos decenios sin entrar en vigor, reforzando el bloqueo y la incertidumbre en las relaciones de empresarios extranjeros con Cuba. Pocos días antes de cesar en su cargo, incluyó a Cuba, nuevamente de forma arbi- traria, en la lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”.

La crisis mundial provocada por la COVID-19 no fue un impedimento para la mayor agresivi- dad de Trump contra Cuba, en la lógica del memorando de Lester Mallory, lo que provocó un efecto multiplicador en las afectaciones al pueblo.

Las voces que denuncian los impactos del bloqueo en sus desempeños laborales y en su vida cotidiana, diferencian entre las administraciones de Obama y la de Trump y responsabilizan a sus gobiernos de mantenerlo. De forma unánime lo rechazan, reconociendo su agravamien- to durante el mandato del republicano. En ningún caso hay expresión alguna de odio al pue- blo estadounidense, sí de interés en mayores intercambios entre las poblaciones de ambos lados del estrecho de la Florida, y en calidad de iguales entre sus gobiernos.

Por su parte, la comunidad internacional se opuso a las medidas coercitivas unilaterales, en tanto expertas y expertos de Naciones Unidas han pedido el levantamiento del bloqueo estadounidense, pues dificulta la respuesta humanitaria e impide ayudar al sistema sanitario cubano a responder más efectivamente a la COVID-19.

La administración de Joseph Biden, que asumió el 20 de enero de 2021 en un complejísimo con- texto interno, regional y mundial incluyendo el impacto de la COVID-19 y sus consecuencias en Estados Unidos tiene prioridades económicas, políticas, sociales, sanitarias y de política exterior diferentes a las de Donald Trump, si bien coincidentes en términos geoestratégicos.

Respecto a Cuba, el Partido Demócrata en su plataforma previa a las elecciones de 2020 sostuvo que actuarían rápidamente para revertir las medidas de Trump que “socavan los inte- reses nacionales de Estados Unidos”, dañan al pueblo cubano y a sus familias en Estados Unidos e impiden los viajes y remesas.55

Ya en su cargo, Biden ordenó una revisión de las políticas de Trump hacia Cuba. Sin embargo, durante una conferencia de prensa a inicios de marzo de 2021,56 Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca, dijo que un cambio de política hacia Cuba no es “actualmente” una de las principales prioridades del mandatario, si bien se compromete a revisar cuidadosamente las decisiones políticas tomadas por Trump, incluyendo la designación de Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo”.

Por otra parte, declaraciones de los entonces candidatos Biden-Harris habían manifestado sus intenciones de consultar su política hacia Cuba con la comunidad cubano-estadouniden- se, lo cual fue ratificado por el actual secretario de Estado, Antony Blinken.

Acerca de esta consulta, es lógico preguntarse si las referencias a dicha comunidad incluirían también iniciativas ciudadanas como las de “Puentes de Amor” del profesor cubano-esta- dounidense Carlos Lazo; las recomendaciones del Cuba Study Group (CSG)57 a Biden para el avance en la plena normalización de las relaciones entre los dos países y la eliminación del bloqueo económico y otros temas en disputa; o preferentemente la de legisladores de origen cubano opuestos a la “normalización” de las relaciones entre ambos países y de otros grupos no mayoritarios con mucho poder económico identificados con estos últimos.

Si no se retomara la política de Obama respecto a Cuba en las actuales circunstancias, la cual no es extraña para Biden, al menos resultaría un precedente a tomar en consideración.

Biden no tiene ahora una mayoría significativa en el Congreso, ni existe una masa crítica legislativa para el levantamiento del bloqueo que pueda sustraerse de otros intereses políticos internos, además de que evalúa el mayor o menor costo político para su administración, en un contexto de polarización interna y de afectaciones por la COVID-19.

Aun considerando estos razonamientos, así como la situación particular de Cuba, y sin imposiciones externas, por lo demás inaceptables, se sugiere en un futuro inmediato posiciones más proactivas del gobierno de Estados Unidos en las siguientes direcciones:



Citas  y Bibliografia

36 La tasa de crecimiento del PIB entre el 2016 y el 2019 reflejó una desaceleración de 1,01 % promedio anual, lo cual explica que el punto de partida para responder a la COVID-19 no fue desde condiciones de bonanza. Rodríguez, José Luis (2021). La economía cubana en 2020 y perspectivas del 2021. Una evaluación preliminar, Observatorio Económico Latinoameri- cano (OBELA), 02/18/2021. Consultado en: http:// obela.org/documento/ciei/la-economia-cubana- en-2020-y-perspectivas-del-2021

37 Fondo Monetario Internacional (2021). Actualiza- ción de las perspectivas de la economía mundial. Enero de 2021. Consultado en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2021/01/26/2021-world- economic-outlook-update

38 Las particularidades del sistema cubano y de su política social, posibilitaron mejores resultados en la respuesta a la pandemia que muchos otros países, incluso desarrollados, no obstante, la crítica situación económica en 2020. En Cuba todos los servicios médicos son gratuitos, incluyendo los de la COVID-19, y para responder a esta, se aplica a las personas que lo padecen 18 medicamentos (83 % de ellos producidos en el país). Además, para dar respuesta a la pandemia fuera de sus fronteras, el gobierno cubano contribuyó hasta el 29 de diciem- bre de 2020 con 52 Brigadas del Contingente Internacional de Médicos Henry Reeve, especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias (se han enviado otras en 2021) para apoyar los esfuerzos de 39 estados (incluyendo a dos desarrollados y a varios territorios de ultramar de otros estados desarrollados). En ellas participaron más de 3 800 profesionales de la salud, 61,2 % mujeres.

39 Por otra parte, más del 70 % de los alimentos consumidos en el país son importados, además de que una cantidad no despreciable de los insumos para la producción agropecuaria también proceden del extranjero. Rodríguez, José Luis, Silvia Odriozola (2020). Impactos Económicos y Sociales de la COVID-19 en Cuba: Opciones de políticas. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Mayo 30/2020.

40 Para el caso cubano, se manifiesta por vínculos formales y estables de cooperación que, en los órdenes económicos y sociales fundamentalmente, realizan las cooperativas manteniendo su perso- nalidad jurídica. Esto no conlleva la creación de una nueva figura empresarial; aunque lógicamente se definen nuevas estructuras de organización cooperativa, sin alterar la autonomía de las or- ganizaciones colaboradoras. APOCOOP, ANAP, OXFAM, COSUDE “Intercooperación agropecuaria: Definiciones y relaciones con los encadenamientos productivo-valor. El caso APOCOOP”. APOCOOP desde 2015 ha propiciado, para 47 cooperativas de cuatro localidades del país, múltiples oportunidades de formación e incremento de capacidades en las personas beneficiarias en tema de intercoope- ración, cooperativismo, género y bases legales y jurídicas, entre otras.

41 Los proyectos e iniciativas de “Granjita feliz” tienen una notable y concreta repercusión comu- nitaria, prueba de ello es que se han extendido a otros cuatro municipios de la capital. Además de la divulgación mediática nacional, son visitados por personas extranjeras para conocerlos e intercam- biar experiencias, incluso estadounidenses, ahora vetados por las prohibiciones de los viajes y por las medidas adoptadas para combatir la COVID-19.

42 Se garantiza el derecho a la vida, a proteger su sexualidad y reproducción, a la planificación familiar, a la salud, a la educación, a la seguridad y asistencia social, a la vivienda, al empleo, a la superación técnica y cultural y a la capacitación laboral. Esto se concreta en que más del 80 % de las mujeresempleadas hoy tienen nivel educacional medio-su- perior y superior; que sean ellas 67,4 % del personal de educación y 81,9 % de los profesores y maestros, más de 70 % de los jueces profesionales y fiscales, 69,6 % en el sector de la salud pública, 62 % de los médicos y 64,2 % del personal que presta serviciosde colaboración en varios países del mundo. Son mujeres 50,7 % de los dirigentes en el Estado y el gobierno, y parlamentarias 53 % de las personas integrantes de ese órgano legislativo. Asimismo, 53,3 % son gobernadoras y vicegobernadoras. Federación de Mujeres Cubanas (FMC) (2020). Informe de Cuba de Seguimiento al ODS 5: Igualdad de Género.

Los rezagos respecto al empoderamiento de las mujeres y otras limitaciones a sus derechos, condu- jeron al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), recientemente aprobado y en vigor. Su objetivo general es promover el avance de las mujeres y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, así como profundizar en los factores discriminatorios que persisten en la sociedad cuba- na, y obstaculizan un mayor resultado en lo econó- mico, político, social y familiar, a fin de su elimina- ción. Toma como referencia la nueva Constitución de la República de Cuba, la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hacia el 2030, la Estrategia económica y social de enfrentamiento a la crisis prolongada; así como instrumentos internacionales entre los que destacan: la Declaración y Plataforma de Acción de la IV Conferencia de la ONU sobre la Mujer de Beijing, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con sus Objetivos (ODS).

43 Serie de virus transmitidos por vectores artrópo- dos. Entre los más conocidos están los provocados por el mosquito Aedes aegypti, el vector principal del virus de Dengue, Zika y Chikungunya, propio de áreas tropicales y subtropicales.

44 Fundada en 1966, con sede en Pittsburgh, Pensil- vania, es la institución profesional, más grande del mundo, especializada en los estudios latinoame- ricanos. Agrupa a los expertos en América Latinay el Caribe, de todas las disciplinas y de diversas iniciativas ocupacionales, si bien prevalece en sumembresía, la comunidad académica. Tiene más de 12 000 asociados, 45 % de los cuales residen fuera de Estados Unidos. Su reunión más importante es el Congreso Internacional anual, al que generalmen- te asisten más de 7 000 latinoamericanistas. Los vínculos de la academia e intelectualidad cubana se iniciaron en 1975 y en 1977 asistieron por primera vez cubanos y cubanas al VI Congreso (Dallas). De forma ininterrumpida lo hicieron hasta los man- datos de Ronald Reagan (quien negó los visados),

al igual que hizo George W. Bush a partir de 2001. Esto condujo a que los Congresos se celebraran fuera de Estados Unidos hasta las administraciones de Obama. El bloqueo le prohíbe a LASA la licencia para que los académicos e intelectuales residentes en Cuba sean miembros plenos de la organización, lo que impide que sean propuestos para ocupar cargos en el ejecutivo de la asociación ni puedan participar en sus procesos de elecciones. En el Con- greso de Guadalajara en 1997, se creó oficialmente la Sección Cuba de LASA, que agrupa a académicos norteamericanos, cubano-estadounidenses, de Europa y Asia estudiosos de los temas cubanos; así como cubanas y cubanos residentes en su país. Su dirección es colegiada y se comparte entre especialistas residentes en Cuba, colegas estadounidenses y cubano-estadounidenses.

45 Promueve los vínculos de fe, política y emanci- pación social desde la perspectiva de los derechos humanos, el ecumenismo, el diálogo interreligioso y la solidaridad, trabaja a través de la formulación y ejecución de proyectos comunitarios, sometidos a convocatorias de agencias y fundaciones interna- cionales.

46 Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) (2020). Anuario Estadístico de Cuba 2019. Capítulo 15: Turismo. Edición 2020. Consultado en: http://www.onei.gob.cu/sites/default/files/15_tu- rismo_2019.pdf

47 Perelló, José Luis (2020). “El futuro del turismo ante el advenimiento de una nueva época”. Postpandemia: ¿hacia dónde? La Letra de Temas, 21 de julio de 2020. Consultado en: http://cubarte.cult. cu/revista-temas/el-futuro-del-turismo/

48 Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) (2020). Anuario Estadístico de Cuba 2019. Edición 2020. Consultado en: http://www.onei.gob. cu/node/15006

49 Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) (2021). Turismo. Llegadas de visitantes interna- cionales. Información preliminar. Consultado en: http:// www.onei.gob.cu/sites/default/files/llegadas_de_ visitantes_diciembre_2020.pdf

50 Cubadebate (2020). Economía cubana cae 11 % este año y debe crecer alrededor de 7 % en 2021. 17 de diciembre de 2020. Consultado en: http://www. cubadebate.cu/noticias/2020/12/17/economia- cubana-cae-11-este-ano-y-estima-crecer-alrededor- del-7-en-2021

51 Rodríguez, José Luis, Silvia Odriozola (2020). Impactos Económicos y Sociales de la COVID-19 en Cuba: Opciones de políticas. Programa de las Naciones Uni- das para el Desarrollo (PNUD). Mayo 30/2020.

52 Más, Sara (2019). Incertidumbres y hostilidad en tiem- pos duros. SEMlac, 6 de junio de 2019. Consultado en: http://www.redsemlac-cuba.net/sociedad-cultura/ incertidumbres-y-hostilidad-en-tiempos-duros. html

53 Nova González Armando (2019). Remesas a Cuba: Mito o realidad, tras la ruta del dinero. 12 de julio de 2019. Consultado en: http://www.ipscuba.net/ economia/remesas-a-cuba-mito-o-realidad-tras-la- ruta-del-dinero/; Rodríguez, José Luis (2019). Impactos globales y regionales en los flujos de remesas a Cuba. CIEM, La Habana, 1˚. de febrero de 2019.

54 Rodríguez, José Luis (2021). La economía cubana en 2020 y perspectivas del 2021. Una evaluación preliminar, Observatorio Económico Latinoamericano (OBELA), 02/18/2021. Consultado en: http://obela. org/documento/ciei/la-economia-cubana-en- 2020-y-perspectivas-del-2021

55 2020 Democratic Party Platform. Consultado en: https://www.demconvention.com/wp-content/ uploads/2020/07/2020-07-21-DRAFT-Democratic- Party-Platform.pdf

56 Pocos días antes, cerca de ochenta congresistas demócratas enviaron una carta a Biden, donde le pedían adoptar un enfoque más constructivo en su política hacia Cuba, le solicitaban firmar un decreto que ponga fin a las restricciones a los viajes y las remesas, el reinicio del diálogo diplomático para explorar áreas de interés mutuo como la salud y la seguridad y restablecer el personal de la embajada estadounidense en La Habana. Además, “ revertir la reciente decisión politizada de la Administración Trump saliente de volver a añadir a Cuba a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo”. Mars, Sarah (2021). Exclusive: U.S. House Democrats Urge Biden to Revert to Obama-Era Cuba Détente. Reuters, March 3, 2021.

57 Cuba Study Group (CSG) (2021). Relaciones entre Estados Unidos Cuba en la era Biden: Un argumento para lograr la resiliencia en la política de acercamiento como medio de brindar apo- yo a largo plazo al pueblo cubano. Consultado en: http://cubastudygroup.org/wp-content/uploads/2021/02/2021-02-16_CubaStudyGroup_ PolicyPaper_2021_SPANISH.pdf. Un reconocido analista cubano lo califica como la organización que quizás mejor representa a la llamada tendencia “moderada” en la comunidad cubano-estadouni- dense, que agrupa a destacados empresarios y activistas políticos de origen cubano, con partici- pación e influencia en la política de Obama hacia laCuba. Son meritorias las propuestas y descartan la idea de condicionar las acciones estadounidenses al cumpli- mento por Cuba de determinadas exigencias, y coloca la iniciativa en manos de Estados Unidos. Aunque sus autores y autoras aseguran que no aspiran a promover un cambio del sistema político cubano, es difícil supo- ner que este no sea su interés su interés real. Arboleya, Jesús (2021). Desde La Habana: Una reacción a las pro- puestas de Cuba Study Group. Cubadebate, 7 de marzo de 2021. Consultado en: http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/03/07/desde-la-habana-una-reaccion-a- las-propuestas-de-cuba-study-group/

FIN

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