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miércoles, 15 de diciembre de 2021

Agenda parlamentaria de la venidera Asamblea Nacional: ¿Cuáles son las novedades de los proyectos de leyes?

Por: Randy Alonso Falcón, Oscar Figueredo Reinaldo, Lissett Izquierdo Ferrer
 


La Asamblea Nacional del Poder Popular sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana. Foto: Antonio Hernández Mena/ ANPP/ Cubadebate.

Al iniciar su intervención en la Mesa Redonda, Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) y del Consejo de Estado, destacó que luego de dos años el parlamento cubano vuelve a reunirse de manera presencial en el Palacio de las Convenciones.

En este sentido, dijo que la agenda de los diputados se prevé muy intensa ya que se van a ejercitar las cuatro funciones fundamentales que tiene la ANPP, la primera de ellas relacionadas con la continuidad del ejercicio legislativo, así como el análisis del presupuesto y cuestiones económicas, se realizarán actos de control sobre instituciones y funcionarios.

Sobre las actividades del Octavo Período Ordinario de Sesiones de la ANPP en su IX Legislatura, Acosta Álvarez dijo que para el día 18 de diciembre está previsto el estudio de las leyes que se someterán a aprobación por los parlamentarios.

“Estas son la ley de los Tribunales Militares, la ley del Proceso Penal Militar, la ley del Ordenamiento Territorial y Urbano y la gestión del Suelo, así como el Código de las Familias. Todas estas han sido ampliamente estudiadas y debatidas por los parlamentarios de manera previa lo que permite viabilizar las decisiones que se tomen en estas jornadas”.

Igualmente comentó que todos estos anteproyectos fueron publicados en el sitio web de la Asamblea Nacional lo que ha permitido enriquecer con las opiniones de la población las propuestas.

Para el domingo 19 de diciembre están previstas las reuniones de las comisiones permanentes de trabajo de la ANPP. “Las comisiones permanente que son su brazo derecho para el control permanente tampoco se habían podido reunir de manera presencial. Allí generalmente se discuten temas que competen a los organismos”.

Entre los temas a debate por los diputados estarán el presupuesto del Estado, el plan de la economía para 2022 y su comportamiento en 2021, el control e implementación de las normas jurídicas aprobadas por la ANPP, el perfeccionamiento del Poder Popular y la marcha del proceso de rendición de cuentas.

Entre tanto para el día 20, detalló, los parlamentarios recibirán una serie de informaciones por parte de organismos de la Administración Central del Estado como el de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, el de Comercio Interior, el de Agricultura y el de la Industria Alimentaria.

Ya para el día 21 está pactado el inicio del Octavo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura.

“Ese día se realizará un resumen de la economía del año 2021 y se presentará el plan para el año 2022. Así mismo se conocerá el proyecto de Ley del Presupuesto del Estado para el año 2022 y el Dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos”.

Para esa propia jornada se realizará un análisis del proyecto de la Ley de Ordenamiento Territorial y Urbano y la gestión del Suelo y la presentación de un dictamen de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía.

Con posterioridad corresponde el análisis del proyecto de Ley de los Tribunales Militares junto al dictamen de la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interior. Igualmente, el análisis del proyecto de Ley del Proceso Penal Militar y el análisis del proyecto de Código de las Familias.

“Esas versiones presentadas del Código de las Familias es el trabajo de muchos académicos, juristas y especialistas que le dan mucha fortaleza. En este proceso se han modificado el 50% de los artículos. Igualmente se han aportada valiosos criterios de la población. Luego de análisis en el parlamento se aprobaría la consulta popular”.

Por último, el día 22, se reconocerá el quehacer de los educadores cubanos, rendirá cuentas a la Asamblea Nacional el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, se actualizará sobre el cronograma legislativo, y también rendirá cuentas el gobierno provincial de Sancti Spíritus.

“Este año se aprobarían siete leyes y 31 decretos leyes. Desde la aprobación de la Carta Magna hemos aceptado 19 leyes y 79 decretos leyes, lo que evidencia la amplia actividad legislativa”, subrayó.

En otro momento del programa televisivo, el secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular comentó sobre las actividades desarrolladas por los 45 años de fundación del órgano legislativo.

En este sentido destacó el proceso de rendición de cuentas, que no solo abarca a los delegados, sino de los gobernadores provinciales.

“Este proceso se aprobó desarrollarlo entre el 10 de noviembre y el 23 de diciembre del presente año y están previstas desarrollar 70 631 reuniones. Hasta el 12 de diciembre se han efectuado 65 909 reuniones, de un total de 66 304 planificadas. Restan por realizar 4 722 y la asistencia de los electores ha sido de 78.5%”, añadió.

“Se trata de un eje ricio muy serio, y no puede verse como algo formal. Allí el delegado no va a presentar un informe, sino que debe comentar sobre su labor en la asamblea municipal. En las reuniones efectuadas se han formulado un total de 171 412 planteamientos, de ellos 78 382 son de solución popular y se encuentran resueltos 38 972”.

Las novedades de los proyectos de leyes sobre tribunales militares y de proceso penal militar

Diputados de varias provincias analizaron  mediante videoconferencia los proyectos de leyes de los tribunales militares y de proceso penal militar. Foto: Tony Hernández Mena Foto: Tony Hernández Mena. 

Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), explicó que en la próxima reunión de la ANPP serán presentados los proyectos de leyes de los tribunales militares y de proceso penal militar, que dan continuidad al proceso legislativo que da base a las profundas transformaciones de la actividad judicial cubana.

Con esto, dijo, se prosigue el cumplimiento a la disposición transitoria décima de la Constitución, que encomendó al consejo de gobierno del TSP estas normas.

Remigio Ferro destacó que ambas leyes reflejan el carácter unitario del sistema de justicia cubano, lo cual se refrenda en el artículo 147 de la Carta Magna: La función de impartir justicia dimana del pueblo y es ejercida a nombre de este por el Tribunal Supremo Popular y los demás tribunales que la ley instituye.

¿Por qué normas específicas para tribunales militares? El presidente del TSP explicó que esto responde a una tradición histórica del país, que siempre para la jurisdicción militar ha establecido disposiciones legales que operan en el ámbito legal. Incluso, el ejército mabí contaba con un reglamento disciplinario que servían de base a los juicios celebrados en la manigua redentora. Igual sucedía en el Ejército Rebelde cuando las luchas en la Sierra Maestra y en el resto del país.

Esta tradición continúo tras el triunfo revolucionario promulgando las vigentes leyes de tribunales militares y del proceso penal militar, que ahora son perfeccionadas por los proyectos que serán puestos a consideración de la Asamblea.

El presidente del TSP hizo alusión a varios artículos recogidos en la Constitución relacionados con el tema:

Artículo 92: El Estado garantiza, de conformidad con la ley, que las personas puedan acceder a los órganos judiciales a fin de obtener una tutela efectiva de sus derechos e intereses legítimos. Las decisiones judiciales son de obligatorio cumplimiento y su irrespeto deriva responsabilidad para quien las incumpla.

Artículo 94: Toda persona, como garantía a su seguridad jurídica, disfruta de un debido proceso tanto en el ámbito judicial como en el administrativo y, en consecuencia, goza de los derechos siguientes:

a) disfrutar de igualdad de oportunidades en todos los procesos en que interviene como parte;

b) recibir asistencia jurídica para ejercer sus derechos en todos los procesos en que interviene;

c) aportar los medios de prueba pertinentes y solicitar la exclusión de aquellos que hayan sido obtenidos violando lo establecido;

d) acceder a un tribunal competente, independiente e imparcial, en los casos que corresponda; (entre otros).

Artículo 95: En el proceso penal las personas tienen, además, las siguientes garantías:

a) no ser privada de libertad sino por autoridad competente y por el tiempo legalmente establecido;

b) disponer de asistencia letrada desde el inicio del proceso;

c) que se le presuma inocente hasta tanto se dicte sentencia firme en su contra;

d) ser tratada con respeto a su dignidad e integridad física, psíquica y moral, y a no ser víctima de violencia y coacción de clase alguna para forzarla a declarar;

e) no declarar contra sí misma, su cónyuge, pareja de hecho o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad;

f) ser informada sobre la imputación en su contra;

g) ser juzgada por un tribunal preestablecido legalmente y en virtud de leyes anteriores al delito;

h) comunicarse con sus familiares o personas allegadas, con inmediatez, en caso de ser detenida o arrestada; si se tratara de extranjeros se procede a la notificación consular, y

i) de resultar víctima, a disfrutar de protección para el ejercicio de sus derechos.

Artículo 148: Los tribunales constituyen un sistema de órganos estatales, estructurados con independencia funcional de cualquier otro. El Tribunal Supremo Popular ejerce la máxima autoridad judicial y sus decisiones son definitivas.

Artículo 150: Los magistrados y jueces, en su función de impartir justicia, son independientes y no deben obediencia más que a la ley. Asimismo, son inamovibles en su condición mientras no concurran causas legales para el cese o revocación en sus funciones.

Remigio Ferro comentó que igual que los cuatro proyectos presentados en la pasada Asamblea, los de tribunales militares y de proceso penal militar son el resultado de un proceso democrático, de amplia participación, en el que intervinieron magistrados, jueces, fiscales militares, abogados, profesores de las universidades -en particular de la Universidad Militar de Ciencias Jurídicas Comandante “Arides Estévez Sánchez”-, especialistas de los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Interior, así como de la Unión de Juristas, entre otras instituciones.

A ese proceso de creación de los proyectos le siguió una amplia consulta que incluyó a los que cotidianamente participan en la actividad judicial en los tribunales militares del país, argumentó y destacó que ambos documentos tienen mucho de ciencia y de innovación.

Desde que se ejerció la iniciativa legislativa por el TSP, el pasado 15 de noviembre, el sitio web de la Asamblea Nacional puso a disposición de la población el texto íntegro de ambas normas.

Igualmente, los diputados han tenido espacios de preparación previa por especialistas de los Tribunales Militares y del TSP, intercambios en los que han expresado criterios, dudas y aportes.

El presidente del TSP expuso algunas novedades contenidas en los proyectos de leyes que serán discutidos en la próxima reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Ley de los tribunales militares:

  • Se reafirma el carácter independiente e imparcial de los jueces y tribunales en el cumplimiento de sus funciones (artículos 148 y 150 de la Constitución).
  • Se refuerza la práctica de que la mayoría de los conflictos se resuelvan, en primera instancia, por los tribunales militares de región.
  • Se regulan de forma explícita y trasparente y se equiparan con los establecidos para la jurisdicción civil los procedimientos para la elección, nombramiento y tránsito de los jueces profesionales por los diferentes órganos e instancias judiciales (carrera judicial).
  • Se regula, con mayor objetividad y racionalidad, la participación de los jueces legos, en los actos de impartición de justicia.
  • Los jueces legos de la sala de lo militar del TSP se eligen por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
  • Los del resto de los tribunales se eligen por las asambleas municipales del Poder Popular.
  • Participan en los procesos conforme a las necesidades del servicio judicial (asisten al órgano judicial cuando objetivamente se requieran).

Ley de proceso penal

  • Amplía el régimen de acceso, comunicabilidad y participación del imputado o acusado, su defensor, la víctima y el tercero en todas las fases del proceso penal militar.
  • Se fortalecen las garantías para el ejercicio del derecho a la defensa, como son: conocer las imputaciones en su contra y designar abogado desde el inicio del proceso, proponer pruebas, examinar el expediente, participar en diligencias de investigación que lo requieran, y otras.
  • Se precisa que el proceso penal militar se inicia a partir de que la autoridad actuante le comunica al presunto responsable los cargos de que se le acusa, lo que debe realizarse, si la persona se encuentra detenida, dentro de las 24 horas a partir de su detención y si está en libertad dentro de los cinco días posteriores a recibirse la denuncia.
  • Se prevé que el fiscal militar pueda prescindir de ejercer la acción penal, en los delitos por imprudencia y en los intencionales, cuyo marco sancionador no rebase los cinco años de privación de libertad.
  • Se regula con mayor precisión el carácter excepcional del empleo de la medida cautelar de prisión provisional, y se refuerza el control judicial —por los tribunales militares— sobre la pertinencia de su imposición y permanencia en el tiempo.
  • Se refuerzan los derechos y garantías de la víctima o perjudicado como: nombrar abogado que lo represente, proponer pruebas y asistir al juicio como ayudante del fiscal. Asimismo, se le confiere la posibilidad de ejercitar la acción civil resarcitoria o de reparación de daños y perjuicios, y otras.
  • Se establece la posibilidad de que el acusado y su defensor expresen su conformidad con la acusación y la sanción que solicite la fiscalía militar, el tribunal militar puede dictar sentencia, sin necesidad de realizar el juicio oral y público.
  • Se crean reglas de procedimiento para el juzgamiento de personas menores de 18 años de edad.
  • Posibilita excluir las pruebas ilícitas o anular actos procesales que vulneren las garantías constitucionales o se ejecuten con inobservancia de las formalidades previstas en la ley, ocasionando perjuicios a los intervinientes.
  • Perfecciona el régimen de recursos contra decisiones judiciales; establece el de apelación contra las sentencias de los tribunales militares de región; y modernizar el recurso de casación, sus causales y efectos.

En video, la Mesa Redonda

Cuba gestiona agua y saneamiento en planes de desarrollo sostenible

Por Luis Brizuela


Trabajadores de la empresa Aguas de La Habana reparan una avería en una red de acueducto que suministra agua potable en el municipio de Plaza de La Revolución, en La Habana, en los primeros días de diciembre. Cuba dispone de tres fábricas que producen tubos de polietileno de alta densidad para sustituir su envejecida infraestructura, a través de la cual se pierde 40 % del agua que se bombea, sobre todo en las redes dentro de las viviendas. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

LA HABANA – La cubana Mercedes Calvo abre con satisfacción el grifo para varias tareas domésticas, pero también se preocupa cuando las lluvias, pese a sus innegables beneficios, ponen en riesgo a su vivienda de quedar anegada.

“Ver salir el agua de la pila es una bendición. La valoro más porque pasé años cargándola para tomar, o llenar tanques que me permitieran fregar, lavar, bañarme”, dijo a IPS esta profesora residente en el municipio de Cerro, uno de los 15 que conforman la capital de Cuba.

Pero “temo cuando llueve fuerte, porque se me inunda la casa y debo elevar muebles, colchones y electrodomésticos, además del riesgo para la salud de mi mamá, mis dos hijos y mía por la mezcla de aguas albañales con la crecida”, apuntó.

Cerca de su vivienda se ejecutan desde hace meses obras para mejorar el drenaje que ante fuertes precipitaciones colapsa y empoza las aguas en la zona conocida como Pontón-Cuatro Caminos, algo similar a lo que sucede en otros 121 puntos proclives a inundaciones en La Habana, una urbe de 2,2 millones de habitantes.

La experiencia de Calvo muestra algunos de los avances y desafíos de Cuba en cuanto al cumplimiento del 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que entre sus ocho metas propone lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible, al igual que a servicios de saneamiento e higiene adecuados, gestionados en ambos casos de manera segura.

La Constitución cubana, vigente desde 2019, reconoce como derecho el acceso al agua y al saneamiento, mientras la Ley de las Aguas Terrestres de 2017 ordena su gestión integrada y sostenible como un asunto estratégico para el país.

Asimismo, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 incluye entre sus prioridades las vinculadas con el Programa Integral de Desarrollo Hidráulico.

Al dialogar con IPS, directivos del estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), encargado de la gobernanza del agua en el país, aportaron detalles sobre cómo marcha aquí el cumplimiento del ODS 6, el del agua limpia y saneamiento.

Según la información oficial, 97,7 % de los 11,2 millones de cubanas y cubanos -99,2 % de residentes en zonas urbanas y 92,9 % rural- acceden a fuentes mejoradas de abastecimiento de agua, a través de sistemas de acueductos o pozos, fundamentalmente.

Del total de la población, 77,4 % recibe agua por sistemas de acueductos, y la aspiración es elevar esa cifra a 87 % dentro de nueve años, indicaron los funcionarios.

“Pero solo 55,2 % de la población accede al líquido sin riesgos, una pauta de los ODS que tiene en cuenta las variables accesibilidad, disponibilidad y calidad en su gestión”, explicó Alexis Acosta, director de acueductos, drenaje y saneamiento del INRH.

Al cierre de 2020, 37 % de la población disponía de redes de alcantarillado y la meta es llegar a 41 % en 2030. En el caso de las fosas, existen unas 920 000 en esta nación con un fondo habitacional de más de 3,9 millones de viviendas.

Acosta apuntó en su diálogo con IPS que “59 % del saneamiento nacional se gestiona de manera segura, 54 % en la parte urbana y 76 % en el ámbito rural”, mediante infraestructuras que permiten el vaciado, tratamiento y eliminación adecuado de excrementos que estipula el ODS 6.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), 75 % de la población regional accede a agua potable gestionada de manera segura, y 31% disfruta de saneamiento manejado sin riesgos.


Estudiantes de la enseñanza primaria se lavan las manos con el fin de prevenir el contagio con el virus SAR-Cov2, causante de la covid, en una escuela del barrio de Vedado, en La Habana. En Cuba, 55,2 % de la población accede al líquido sin riesgos, una pauta fijada por los ODS relacionada con las variables de accesibilidad, disponibilidad y calidad para su gestión. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

Hay agua, pero…

“Tenemos agua para abastecer a la población y desarrollar la economía; la disponibilidad en Cuba no es un problema en términos generales”, explicó Ricardo Limias, director general de desarrollo de la infraestructura hidráulica del INRH.

El directivo ilustró a IPS que al cierre de 2020, Cuba disponía de 1249,1 metros cúbicos de agua por habitante y pretende elevar el indicador hasta 1367,1 metros cúbicos en 2030.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere unos 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene, equivalentes a 36,5 metros cúbicos anuales.

Limias sostuvo que si bien “hemos creado una infraestructura hidráulica para aprovecharla y destinarla hacia los lugares dónde hace falta, ya sea la población o la economía”, parte de la red se encuentra envejecida y necesita de presupuestos millonarios para su mantenimiento.

Cuba cuenta con una capacidad de almacenamiento superficial de más de 9000 millones de metros cúbicos, distribuidos en más de 240 embalses, infraestructura accesoria y redes de bombeo, así como plantas de tratamiento y potabilizadoras.

La sequía meteorológica de 2014 a 2017, la mayor en 115 años que afectó 70 % del territorio del país, corroboró los riesgos asociados a la modificación de los periodos de precipitaciones por el cambio climático, y sus impactos en el aumento de vulnerabilidades para los Estados insulares del Sur en desarrollo.

La forma alargada y estrecha de este archipiélago, cuya isla principal es la mayor del Caribe, condiciona ríos cortos y de escaso caudal dependientes de las lluvias, estas últimas más abundantes en la estación húmeda, de mayo a octubre, y durante el paso de ciclones tropicales.

Estudios pronostican que el clima cubano tenderá a menos precipitaciones y sequías más intensas, y para 2100 la disponibilidad del potencial de agua podría reducirse en más de 35 %.

Planes gubernamentales han priorizado la construcción de trasvases para controlar inundaciones y derivar el agua a grandes distancias, a fin de garantizarla a poblaciones, actividades agropecuarias y polos turísticos.

Entre ellos sobresale el trasvase Este-Oeste que busca mejorar la disponibilidad del líquido en la mayoría de las cinco provincias del este cubano, entre ellas Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, algunas de las más pobladas después de La Habana.

No obstante, todavía 40 % del agua bombeada en Cuba se pierde por fugas y roturas en las conductoras, y sobre todo en las redes dentro de las viviendas, puntualizaron los directivos.

Tres fábricas en el país producen tubos de polietileno de alta densidad, con diámetros de hasta 1200 milímetros para conductoras, aunque la disponibilidad de herrajes y piezas a precios asequibles es una deuda para mitigar el derroche a causa de salideros.


Planta de tratamiento de aguas residuales, ubicada en el barrio de Luyanó, en La Habana. La estrategia cubana para la gestión del agua pudiera moverse en un futuro hacia una mayor participación de plantas desalinizadoras y para aguas de reúso, que hoy aportan volúmenes pocos significativos. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

Algunos desafíos

Como promedio, el presupuesto anual del Estado aporta 16,6 millones de dólares para nuevas inversiones en el sector hidráulico, mientras otros apoyos han provenido en años recientes de proyectos y fondos de naciones como Japón, Francia, España, Arabia Saudita, Kuwait y del Fondo de la OPEP para el Desarrollo Internacional, entre otros.

“El principal problema que hoy tenemos es el acceso a financiamiento para importar recursos…, hay determinados requisitos que no podemos cumplir, por ejemplo, con los pagos”, explicó Limias, quien además significó los impactos que provoca “el bloqueo (estadounidense) que te va cerrando puertas (pues) se siente más temor para desarrollar inversiones con Cuba”.

Debido a la crisis económica, agudizada por la pandemia de covid, la isla solicitó a sus acreedores internacionales postergar el pago de los intereses de la deuda, debido a falta de liquidez.

El gobierno de La Habana también denuncia que Washington haya mantenido y reforzado, incluso durante esta contingencia, el embargo vigente desde 1962.

Especialistas coinciden en la importancia del acceso al agua, su gestión eficiente y un saneamiento adecuado para los procesos de desarrollo local en curso en la isla.

Otros retos están ligados a la reducción de los elevados consumos de combustible y energía para garantizar dichas actividades.

De acuerdo con los directivos del INRH, se proyecta instalar pequeñas plantas hidroeléctricas en algunos tramos del trasvase Este-Oeste que aportarían un pequeño porcentaje de energía limpia, así como el acople de sistemas fotovoltaicos a equipos de bombeo desarrollados en el país.

Además, la estrategia pudiera moverse hacia una mayor participación de plantas desalinizadoras y para aguas de reúso, que aportan volúmenes pocos significativos y en el caso de las primeras, resuelven problemas con el abastecimiento en algunas comunidades.

El gobierno cubano aspira asimismo a elevar la producción de alimentos y concretar la soberanía en tan estratégico sector, lo cual implicará un manejo más eficiente de la disponibilidad de agua, si se tiene en cuenta que 70 % de los recursos hídricos de la Tierra se destinan al sector agroalimentario, según la ONU.

ED: EG

En fase final recuperación de única planta de arroz precocido en Cuba

 


Sancti Spíritus, 15 dic (ACN) Luego de más de un año de estar sometida a reparación constructiva y tecnológica, se encuentra en fase final de recuperación y mantenimiento la única planta de arroz precocido de Cuba, ubicada en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Molino Arrocero Ángel Montejo, en esta ciudad.

Yariel Rodríguez Aquino director de la UEB, perteneciente a la Empresa Agroindustrial de Granos Sur de El Jíbaro, expresó a la ACN que desde hace unos 15 años en este establecimiento no se elabora arroz precocido, razón por la que los trabajadores que laborarán en esta línea recibirán una capacitación para ejercer su actividad en el primer trimestre del próximo año en que, según se ha programado, debe reiniciar esta producción.

Actualmente en el "Ángel Montejo" se molina arroz cáscara seco para convertirlo en el llamado arroz consumo (conocido popularmente como arroz blanco), y tiene como destinos principales la red de comercio para ser adquirido por la población, el turismo y las ventas online.

Rodríguez Aquino agregó que el plan de arroz blanco este año asciende a tres mil 735 toneladas y hasta la fecha este se sobrecumple al 13 por ciento.

Edelio Sánchez Montero, jefe del Departamento de Producción en el molino, informó que de acuerdo con la calidad existen cuatro categorías de arroz blanco: la primera es del cuatro por ciento de partidura del grano; la segunda, del 10 por ciento; la tercera del 20 por ciento, y la cuarta, del 30 por ciento; todas aptas para el consumo humano.

Leonildo Pérez Tellez, mecánico de mantenimiento en la entidad, manifestó que las labores de reparación tecnológica han tenido buena calidad y en ellas han intervenido varias instituciones, tales como la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI), del Grupo Azucarero AZCUBA, Empresa de Calderas ALASTOR y el Taller Fabril de la propia Sur de El Jíbaro.

Entre las novedades de este mantenimiento, acotó Pérez Tellez, se encuentra el montaje de una nueva caldera y el tacho de cocción, además se mejoró el resto de los equipos que intervendrán en el proceso productivo; y no podemos dejar de mencionar, acentuó, el trabajo de los compañeros que integran el Movimiento de Innovadores y Racionalizadores, quienes hacen posible el funcionamiento constante de este molino por su dedicación y entrega.

Ángel Manuel Hernández, operario agroindustrial integral y quien será uno de los trabajadores de la línea de arroz precocido, afirmó que ya el colectivo está casi listo para enfrentar la tarea, y en ello, aseveró, es fundamental el amor y sentido de pertenencia con que laboramos aquí, sino hubiese sido imposible mantener activa la obsoleta tecnología alemana de nuestra UEB.

Para obtener el arroz precocido el grano se somete a un proceso de cocción y posteriormente a secado hasta lograr su drenado y secado completo.


El arroz es (de manera general) un importante alimento que ha acompañado al hombre desde hace miles de años, no solo por su abundancia sino, también, por su valor nutricional y aporte calórico; e igualmente constituye un importante alimento que forma parte de su dieta cotidiana

Se trata de un cereal considerado como alimento básico en muchas culturas culinarias (en especial la cocina asiática), así como en algunas partes de América Latina; y su grano corresponde al segundo cereal más producido en el mundo, después del maíz.

El mito de achicar al Estado




Por Juan Paz-y-Miño Cepeda, Historia y Presente

Existe una enorme diferencia de conceptualizaciones en América Latina sobre el papel del Estado en la economía, con respecto a lo que se formula y se sigue en los países del “primer mundo”.

Los EEUU, tanto como Canadá, así como los países de la Unión Europea, además Rusia, Japón, incluso los “tigres asiáticos” y, sin duda, China, tienen fuertes Estados, con enormes capacidades para controlar sus economías y varios para expandirlas e incursionar en las geoestrategias del mundo. Esos Estados poseen recursos gigantescos, varios sostienen ejércitos poderosos, realizan inversiones en obras públicas y servicios, financian la investigación científica y técnica, destinan dinero a la educación y a múltiples actividades de cultura (museos, cine, teatro, artes, etc), tienen medios de comunicación públicos, manejan empresas propias, algunos han llegado al espacio sideral.

A diferencia de los EEUU o Japón, con economías de libre empresa, los más importantes países europeos y el Canadá se distinguen por su economía social y entre los nórdicos de Europa se habla de “socialismo del siglo XXI”. En este tipo de economías se mantienen la seguridad social, la educación pública y la atención médica, como servicios universales y gratuitos, conquistados después de la II Guerra Mundial, cuando tomó auge el modelo de economía social de mercado con Estados de bienestar. En Europa, a fin de atender la recuperación económica a raíz de la pandemia del Coronavirus, se ha comenzado a hablar de “economía del nuevo bienestar”, con elevación de fondos presupuestarios, nuevas normas de protección a derechos laborales y conquistas sociales, incremento de salarios, ayudas a las empresas con diversos subsidios y también variados bonos para las familias, que implican enormes inversiones estatales. Hasta 2020, el gasto público en relación con el PIB era del 61.60% en Francia; y en los países europeos, en general, supera el 50%, en tanto en los EEUU es del 45.45%; pero es necesario el examen por países, a fin de advertir cuánta importancia dan a las inversiones en los servicios sociales antes señalados (https://bit.ly/3DJiNGE).

Los estudios académicos más serios sobre el rol del Estado en las economías mundiales coinciden en tres puntos clave: 1. Gracias a los Estados y no exclusivamente a las empresas privadas, los países del “primer mundo” lograron crecer y desarrollarse; 2. Sólo al llegar a cierto nivel de desarrollo, los Estados abrieron más campos al mercado libre y a las empresas privadas; 3. La desregulación estatal ha conducido, inevitablemente, al deterioro de los servicios públicos de carácter social (educación, medicina, seguridad social) y al desmejoramiento de las condiciones de vida y trabajo. En una “vieja” entrevista (2016), el economista coreano Ha-Joon Chang, especialista en economía del desarrollo, fue contundente en sostener que el simple crecimiento del PIB no implica mejoramiento social y que Corea, junto con los otros “tigres” asiáticos, no se desarrolló, como suele creerse, por el mercado libre y la empresa privada, sino gracias a la decisiva acción de los Estados (https://bit.ly/3DK01ix). También Mariana Mazzucato (ítalo-estadounidense) demostró, en El Estado emprendedor (2013), el papel de las inversiones públicas para la biotecnología, la inteligencia artificial o la telecomunicación, además de su rol regulador general; y en otra obra reciente: El valor de las cosas (2021), discute el mito de la exclusiva generación privada de valor. Y el norteamericano Joseph Stiglitz (Nobel de economía 2001), ha estudiado el papel del Estado en el desarrollo de los EEUU y cuestiona, en Capitalismo progresista (2020), cómo desde Ronald Reagan (1981-1989) esa nación dejó los logros del New Deal de la época de F.D. Roosevelt (1933-1945), perdiendo el camino hacia una economía social de bienestar, que afectó a los norteamericanos.

Existe una enorme diferencia de conceptualizaciones en América Latina sobre el papel del Estado en la economía, con respecto a lo que se formula y se sigue en los países del “primer mundo”. Sin embargo, la historia latinoamericana igualmente demuestra que solo cuando el Estado ha intervenido, regulado y promocionado la economía, se han producido adelantos, modernizaciones y mejoramientos en la calidad de vida y trabajo de la población. Durante el siglo XIX ese intervencionismo no es generalizado y el desarrollo dependió del sector privado, incapaz de producirlo porque estuvo constituido por una clase terrateniente oligárquica, comerciantes y banqueros especuladores, en condiciones precapitalistas. En el siglo XX el capitalismo es lento en la mayoría de países y despega desde mediados del siglo gracias a las políticas desarrollistas, que implicaron la promoción estatal de la industria y del empresariado moderno, que de otro modo no crecía. Una vez formada la burguesía contemporánea, durante las dos décadas finales del siglo y los inicios del nuevo milenio, bajo la era de la globalización, los condicionamientos del FMI y de la expansión de la ideología neoliberal, se lanzó al retiro y privatización de los Estados, un “modelo” que desestructuró antiguos logros sociales, afectó las condiciones de vida y trabajo y desfavoreció la industrialización. Ha-Joon Chang no ha dudado en señalar que Chile, convertido en el ejemplo exitoso del neoliberalismo latinoamericano, equivocó el camino, perjudicó su desarrollo y afectó a la sociedad. El primer ciclo de gobiernos progresistas durante los tres lustros iniciales del siglo XXI, que fue una reacción contra la hegemonía neoliberal, demostró, en cambio, el indudable mejoramiento social con la edificación de economías basadas en roles fundamentales del Estado, nuevamente golpeadas con la restauración de los modelos empresariales neoliberales en el último lustro, que hoy confrontan con cierta recuperación del camino social entre los gobiernos del segundo ciclo progresista. Esa confrontación se ilustra bien en Chile entre los dos candidatos que pasan al balotaje final del 19 de diciembre (2021): José Antonio Kast propone la economía neoliberal y Gabriel Boric una economía social de bienestar (https://bit.ly/3DO0Bvs).

La diferenciación conceptual sigue marcando la historia del presente. En los países europeos que relanzan el nuevo bienestar, es prioridad la atención a la sociedad, mientras en la América Latina neoliberal se prioriza a las empresas. Entre los primeros, a nadie se le ocurre privatizar la educación, la atención médica universal o la seguridad social que atiende a todos, incluyendo a los empresarios. Sería inimaginable la exigencia de “achicamiento” de los Estados. El financiamiento proviene, sobre todo, de los altos impuestos; y si bien existen áreas privatizadas y concesionadas, además de gigantescas empresas privadas, los Estados no dejan de recibir fuertes regalías u otras ventajas. La presión fiscal (impuestos sobre rentas) no baja del 35% y en Dinamarca es del 47.4% (https://bit.ly/3oMuIz6). Desde luego, se vigila severamente la evasión. Italia cuenta con una Guardia di Finanza, escrupulosa fuerza policial-militar especializada en materia económica y financiera. Pero en América Latina es conocido que los ricos no quieren pagar impuestos. De acuerdo con la CEPAL, el 10% más rico posee el 71% de la riqueza y tributa solo el 5.4% de su renta (https://bbc.in/3IDtw9f), un promedio que esconde realidades como la de Ecuador, donde la evasión tributaria alcanza a 7.6 miles de millones de dólares, monto equivalente a los subsidios de combustibles entre 2015 y 2020 (https://bit.ly/30h4LOZ); 965 personas propietarias de Grupos Económicos (25 empresas en promedio) tienen ingresos superiores a 60 mil dólares mensuales (datos de 2019, https://bit.ly/3dGX9s5); y 214 de esos grupos apenas causaron impuestos equivalentes al 2.6% del total de sus ingresos (https://bit.ly/3DMzCRd).

En América Latina, las derechas económicas han tenido éxito en convencer que los déficits presupuestarios deben solucionarse mediante la reducción del gasto público. Pero una economía social requiere incrementar los ingresos públicos, lo cual conlleva la necesidad de aumentar impuestos a los ricos y cobrar a los evasores. El estrangulamiento al Estado explica la imposibilidad de los gobiernos para atender reclamos urgentes y variados sobre rentas que permitan financiar medicinas, universidades, obras de infraestructura, actividades culturales, investigación, seguridad, etc. Si algo adicional han demostrado los “Panama Papers” (https://bit.ly/3dDuh45) así como los “Pandora Papers” (https://bit.ly/3IFQbBX) es que la región tiene unas elites económicas ricas, que controlan incluso el poder político y que son campeonas mundiales en esconder sus capitales en el exterior, eludir el pago de impuestos y, al mismo tiempo, quejarse y reclamar a los Estados que achiquen su tamaño, reduzcan o exoneren impuestos a sus clases empresariales y flexibilicen el trabajo para reducir “costos” que supuestamente impiden sus inversiones.

La ganadería cubana en transición

 Por Rena Pérez

La dirección de la autora es:
Ministerio del Azúcar, La Habana, Cuba; correo electrónico: 71055.111@compuserve.com

La autora agradece al Ing. José Pérez La Paz por su ayuda en la preparación y revisión de este trabajo.

La ganadería cubana estuvo basada en la producción extensiva de carne hasta 1959; entre 1960 y 1989, la producción de leche se desarrolló a un ritmo medio anual superior al 10 por ciento. Al inicio de la década de los noventa, la desaparición de los sistemas socialistas en los países del este de Europa causó graves dificultades que redujeron la capacidad del comercio exterior de Cuba. Esta situación determinó en el país la crisis de un componente fundamental en función del cual se había desarrollado la ganadería, a saber, la importación de grandes cantidades de combustibles, piensos, fertilizantes agroquímicos y otros productos necesarios para mantener unos sistemas de explotación intensiva e industrial con alto consumo de insumos. Se produjo una brusca disminución de la fertilidad de los rebaños y los niveles de producción de leche y carne se redujeron hasta en un 50 por ciento. A partir de entonces, la ganadería cubana se ha reorientado aceleradamente hacia la autosostenibilidad mediante el uso de pastos, árboles proteicos, caña de azúcar y una fuente de nitrógeno no proteico, así como el aprovechamiento de otros recursos locales. A seis años escasos de este cambio de orientación, ya se notan signos tangibles de una recuperación.

ANTECEDENTES

El período anterior a 1959

Antes de 1959, la producción de carne vacuna y leche constituía la segunda actividad económica agrícola de Cuba, después de la caña de azúcar. Había un total de 160 000 fincas de un tamaño promedio de 57 ha, y también existían latifundios. Un 80 por ciento (9 millones de ha) de toda la tierra se consideraba como tierra agrícola o explotable, y de ésta el 43 por ciento (4 millones de ha) eran pastizales, principalmente de Paraná (Panicum numidianum), hierba Guinea común (Panicum maximum) y Brasil (Andropagon ruffum). El ganado de carne era esencialmente criollo y Cebú, o un cruce de ambas razas, Shorthorn-Cebú, o un triple cruce de Shorthorn-Cebú-Criollo; para la producción de leche se prefería el Brown Swiss-Cebú o el Holstein-Cebú.

En esa época, se privilegiaba la producción de carne; la leche ocupaba un lugar secundario y generalmente era producida por rebaños de carne, alimentados básicamente con pastos, que se encontraban en la parte oriental del país. Solamente alrededor de la capital y de algunas otras ciudades existían rebaños típicamente lecheros. En algunos de los grandes ingenios azucareros en la parte oriental había ganado bovino; estos ingenios importaron el ganado de raza para los programas de cruzamiento. Dos o tres ingenios sirvieron como centros de mejoramiento genético para el ganado perteneciente a las comarcas cercanas (Truslow, 1951).

A partir de los años cincuenta, algunos ingenios azucareros de la zona más seca utilizaban la caña y la miel final para la alimentación del ganado. Una práctica común durante la estación seca era suplementar los animales en pastoreo con caña entera troceada, mezclada con miel y minerales. En 1955, las compañías americanas Old Time Molasses Co. y New Era Corporation vendían mieles finales con un 3 por ciento de urea añadida y, en 1959, cuando triunfó la revolución cubana, un total de 13 ingenios ya vendían ese producto. Una de estas compañías había comenzado a estudiar la amonificación de la miel y el bagazo, así como la solidificación de la miel y el jugo de caña para las dietas avícolas (Argudín, com. pers.).

Los años 1960 a 1990

Las reformas agrarias de 1959 y 1963 y los acontecimientos revolucionarios de 1967 consolidaron los procesos de nacionalización y administración por el Estado de la mayor parte de las tierras dedicadas a la ganadería. Se crearon institutos y centros de especialización e investigación relacionados con la producción agropecuaria. En 1967, en el primer número de la revista científica del Instituto de Ciencia Animal (ICA), se publicaron dos artículos sobre un sistema para la ceba intensiva de toros mediante el suministro de distintos niveles de urea en las mieles ricas y en las mieles finales, en la harina de pescado y en el forraje restringido (Preston, Willis y Elías, 1967a y b). Este fue el inicio de un estudio sistemático del uso de la caña de azúcar y sus derivados como alimento animal en Cuba y del llamado sistema cubano de ceba intensiva de toros (Preston et al., 1967) consistente en miel-urea al 3 por ciento. Hasta el año 1990, se suministró este tipo de alimentación a 300 000 cabezas. El esfuerzo material y humano desplegado durante 30 años para transformar una ganadería más bien extensiva y subtropical en una ganadería intensiva se concentró en tres aspectos: la genética, la infraestructura y la alimentación.

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Durante la intensa seca de 1984-88, se comenzó a alimentar al ganado con residuos cañeros, cachaza, miel, urea y agua
Cattle were fed sugar-cane residues, fibre cake, honey, urea and water during the intense drought of 1984-88
Pendant la grave sécheresse de 1984-1988, on a commencé à donner au bétail des résidus de la canne à sucre, des tourteaux de filtration, du miel, de l'urée et de l'eau
Photo/foto: R. Pérez

La genética. Se decidió utilizar la raza Holstein para mejorar la potencialidad lechera del ganado Cebú. Se importaron del Canadá unas 35 000 novillas Holstein, sementales y semen congelado y se creó una organización nacional para formar técnicos en inseminación. En pocos años, la cantidad de hembras con características lecheras en la masa ganadera aumentó del 12 por ciento en 1966 al 54 por ciento en 1971 (ICA, 1974). En 1990, año en que comenzaron a hacerse sentir los efectos de la crisis económica, el 63 por ciento de la masa ganadera era lechera, principalmente Holstein tropical (31/32 H x 1/32 C), Siboney de Cuba (5/8 H x 3/8 C) y Mambí (3/4 H x 1/4 C).

En el quinquenio 1965-1970 comenzó la introducción de la inseminación artificial; en 1990 había ocho centros dedicados a esta actividad, más de 900 sementales y 2 500 inseminadores. Inicialmente, esta técnica fue utilizada solo en los rebaños genéticos de elite, pero más tarde se extendió a los rebaños lecheros comerciales. Alrededor de la capital, donde se encontraba el 35 por ciento de todos los rebaños lecheros del país, hasta 1990 el 100 por ciento de los servicios fue por inseminación artificial, lográndose una natalidad del 72 por ciento (García Trujillo, 1992). Estos resultados hicieron necesario desarrollar sistemas alimenticios, tanto para las vacas lecheras como para la producción de carne, a partir de los machos excedentes del rebaño lechero. Se organizó el envío por ferrocarril de los machos jóvenes a la zona central, donde históricamente se encuentran los pastizales mejores y más extensos. Allí se crearon condiciones para mantener a más de 200 000 cabezas de ganado en ceba. Como sistema de engorde se utilizó el sistema cubano de ceba, pero con pasto restringido en vez del forraje troceado. En esta zona se encontraban también los grandes ingenios azucareros. El sistema de engorde requería el empleo en cada animal de un promedio de 2,5 t de miel final por año.

La infraestructura. En 1990, el rebaño vacuno era de 4,8 millones de cabezas y solo alrededor del 20 por ciento de éstas pertenecía a productores privados, organizados en cooperativas, o a productores individuales. La ganadería estatal representaba el 80 por ciento del total y estaba organizada en 106 empresas especializadas: 36 de leche, 10 de carne, 22 de cría y 38 empresas agropecuarias municipales mixtas. Estas empresas tenían unidades especializadas para la producción de leche; la crianza artificial de los terneros desde los 10 días de nacidos hasta los 4 meses; el desarrollo de hembras desde 4 a 30 meses para el reemplazo; la preceba, es decir el desarrollo de machos lecheros desde 4 a 12 meses y en cebaderos hasta el sacrificio desde 24 a 30 meses (Pérez, 1993). El concepto de integralidad dentro de la misma unidad no prevaleció en el sector estatal hasta después de 1993. Entre los 400 000 profesionales cubanos que fueron preparados en esta etapa se contaban agrónomos, técnicos pecuarios y veterinarios que proporcionaban apoyo técnico.

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Se construyeron pueblos enteros para los nuevos vaqueros
Whole settlements were built for new cattle farmers
Des villages entiers ont été construits pour les nouveaux vachers
Photo/foto: R. Pérez

De un total de 4 000 vaquerías, más de la mitad se diseñaron específicamente para 120 ó 288 vacas, con más de 2 800 ordeñadores mecánicos. Hubo que construir caminos, traer materia orgánica para reconstituir los suelos, hacer llegar energía eléctrica, fomentar las áreas forrajeras, cercar, sembrar pastos y forrajes, preparar ensilaje y heno, asegurar el abastecimiento de agua y hasta construir pueblos enteros para los trabajadores y sus familias. En la empresa pecuaria Babiney, por ejemplo, creada en 1976, cuya extensión era de 18 760 ha, se construyeron 60 vaquerías mecanizadas para 120 ó 288 vacas, ocho centros de cría, 14 centros de desarrollo de hembras, 17 micropresas y dos comunidades de 100 familias cada una. La empresa llegó a tener 1 400 trabajadores distribuidos en cuatro granjas que producían anualmente 20 millones de litros de leche para el abastecimiento de La Habana. Había nueve brigadas para la preparación de la tierra, el corte y tiro de forraje, la preparación de ensilaje y heno, la distribución del agua, la construcción de cercos, la limpieza de las vaquerías, las labores de fumigación y desinfección, y el chapeado de los pastos. En 1990, había en la empresa 185 tractores con neumáticos de goma, 18 tractores de oruga, 400 aperos agrícolas y 85 tráilers y carretas. Recibía petróleo, gasolina, aceite, fertilizantes, pesticidas, herbicidas y piezas de repuesto para los ordeñadores mecánicos, aparte del alimento animal consistente en piensos concentrados, urea, miel, y otros insumos. Además de su plan de producción de leche, cumplía con un plan anual interno de 50 000 t de ensilaje, 1 400 t de heno, 8 000 ha de chapea de aroma (Aroma fornesiana) y marabú (D. cinerea), arbustos indeseables que invaden los pastos, y 1 600 ha de siembra de pastos artificiales. Durante la seca, se distribuían diariamente 230 pipas de agua.

En 1989, en el rebaño lechero estatal había 800 000 vacas, de las cuales 367 000 estaban en ordeño; la producción promedio era de 6,8 litros/día. Había 600 000 toros en ceba, la mitad de los cuales eran de razas lecheras y el resto fundamentalmente Cebú. 175 000 toros estaban alojados en 20 cebaderos o lotes secos de una capacidad de 5 000, 10 000 y 20 000 cabezas; a 125 000 toros se aplicó el sistema de pastoreo restringido en unas 400 corraletas de 320 cabezas, y al resto, el pastoreo natural libre. A raíz de la crisis de 1990 hubo que enviar a casi todos los toros al pastoreo. En 1992, menos de tres años más tarde, la producción de leche se había reducido a la mitad de la alcanzada en los años ochenta, y por primera vez se comenzó a hablar de sostenibilidad y del empleo de árboles proteicos como la Leucaena leucocephala.

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Debido a la carencia de petróleo para los tractores, hubo que utilizar nuevamente los bueyes para transportar mercancías
Without fuel for tractors, oxen are used to haul loads
Sans gazole pour les tracteurs, il a fallu recourir aux bœufs pour transporter les marchandises
Photo/foto: R. Pérez

La alimentación. Durante 30 años, la política alimentaria de la ganadería estuvo basada en pastos y forrajes frescos o convertidos en ensilaje y en heno, que llegaron a representar un 60 a 70 por ciento del total de los alimentos suministrados. Aunque en la seca se recurría a la suplementación con subproductos fibrosos de la industria azucarera, se importaba cerca de 1 millón de toneladas de materia prima para preparar concentrados, hidrolizar los residuos fibrosos cañeros e incorporar la urea en la miel.

Los animales en desarrollo o preceba, o sea aquellos entre los 8 y 24 meses de edad, se alimentaban con pasto o forraje: 3 a 6 kg de miel-urea; 0,46 kg de suplemento proteico y 60 g de sales minerales. Los machos de los rebaños lecheros se enviaban a cebaderos estabulados o semiestabulados, mientras los de los rebaños de cría se cebaban en pastoreo. En cuatro zonas del país se producían anualmente entre 30 000 y 40 000 toneladas de ensilaje de pescado por el método de ácido sulfúrico. El pescado ensilado se mezclaba con igual cantidad de miel-urea y se suministraba a razón de 2 a 4 kg para la producción de leche y de carne. Posteriormente, debido al costo y a la peligrosidad del ácido sulfúrico, el ensilaje ácido fue reemplazado por una mezcla de morralla o desperdicios frescos preservados en miel final. Al entrar los barcos, particularmente los camaroneros, en el puerto con sus capturas, la morralla se mezclaba con miel final en una proporción de aproximadamente 1:1 por volumen. Este producto no solo se ha utilizado en la ceba, sino también para las vacas en ordeño, sobre todo en la seca, cuando la calidad de los pastos se deteriora. Los subproductos del arroz también fueron aprovechados. Anualmente se empacaban entre 60 000 y 90 000 toneladas de paja como heno, y después de la cosecha el ganado de carne se dejaba pastar en los arrozales durante 4 a 6 meses.

Durante cinco años a partir de 1984, una intensa sequía afectó a la región. El Gobierno decretó una emergencia ganadera, y se comenzó a construir lotes secos temporales y a desplazar a 1 millón de cabezas hacia los 500 centros de acopio y limpieza de caña de azúcar, en cada uno de los cuales se producían y se quemaban diariamente 50 t de residuos fibrosos. Los animales subsistieron con una dieta de residuos cañeros, 0,5 kg de miel con 100 g de urea, cachaza y agua.

La sequía contribuyó a crear una mayor conciencia de las ventajas del uso de la caña de azúcar y sus derivados en la alimentación del ganado, especialmente durante la seca. En 1981, el volumen total en base húmeda de los alimentos utilizados por al ganado vacuno fue de 10,5 millones de toneladas, de los cuales 2,5 millones (el 24 por ciento) fueron aportados por la industria azucarera, mientras que en 1986-87, estas cifras fueron, respectivamente, de 13 y 4,5 millones, para un aporte del 35 por ciento (ICIDCA, 1987).

En 1989, al final de la sequía, el sector azucarero había casi duplicado la producción de distintos alimentos, llegando a producir en 172 plantas, adyacentes a los 156 ingenios azucareros, más de 4 millones de toneladas de alimentos, de las cuales 3,5 millones se vendían a las explotaciones ganaderas, en su mayor parte durante la seca. A partir de 1990 comenzaron las reducciones en las importaciones de urea, sosa cáustica y combustible, entre otros productos, con sus consiguientes repercusiones negativas en la producción y la distribución de estos alimentos.

Problemas sin resolver. Haber creado en Cuba un rebaño vacuno lechero subtropical, y realizado inversiones en todo el país para desarrollar una nueva infraestructura ganadera basada en la inseminación artificial ha representado un desafío. En ningún otro país de la región se han aplicado, a escala nacional, los métodos de la ciencia y la técnica ganadera; sin embargo, al cabo de 30 años, el talón de Aquiles de la ganadería cubana sigue siendo el crecimiento de la masa ganadera. Aunque se trata sin duda de un problema reproductivo, su relación fundamental es con el suministro de agua (Arteaga, Chongo y Valdés, 1982), la alimentación (Morrales, 1996), los minerales (Ruiz, 1996), el manejo de los animales (Perón y Márquez, 1992) y la comercialización por los productores.

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El marabú, un arbusto espinoso, invadió los pastos
Without herbicides, rangeland is invaded by the thorny shrub, marabú
Faute d'herbicides, le marabu, un arbuste épineux, a envahi les pâturages
Photo/foto: R. Pérez

Cuba tiene dos épocas meteorológicas definidas -una de seca y una de lluvias-; en esta última cae el 70 por ciento de las precipitaciones. Ambas épocas presentan dificultades. Con las lluvias, tanto la calidad como la cantidad de los pastos mejora, y aunque se registra más calor y más humedad relativa, factores que generalmente influyen negativamente en la reproducción vacuna, siempre ha sido durante esta época cuando se han obtenido los mejores resultados en el comportamiento reproductivo (Morrales, 1996): por ejemplo, un incremento del 35 al 40 por ciento de las inseminaciones de primer celo en comparación con igual período en la seca.

Cuba tiene múltiples sistemas hidrográficos, sin embargo es básicamente una isla llana. Debido a que además es estrecha (la mayor distancia entre las costas norte y sur es de solamente unos 200 km), los ríos no llegan a tener una extensión importante ni un caudal abundante. Se estima que un 15 por ciento de las explotaciones ganaderas siempre han tenido problemas de suministro de agua. Durante la seca, suele ser necesario distribuir agua diariamente en pipas al 20 por ciento de la masa ganadera. Con este suministro, los animales solo satisfacen un 30 por ciento de sus necesidades hídricas, y ello afecta seriamente su comportamiento (Morrales, 1996; Arteaga, Chongo y Valdés, 1982).

Debido al tipo de organización tecnológica del flujo de animales entre los rebaño lecheros, una ternera llega a ser trasladada hasta seis veces antes de ser seleccionada como hembra de reemplazo. También ha ocurrido que una hembra termina siendo devuelta a la misma vaquería donde nació. El estrés causado por los traslados y los cambios de hábitat compromete seriamente el comportamiento reproductivo y productivo. Además, las novillas de reemplazo siempre son confinadas en lugares que ofrecen escasas posibilidades alimentarias, con el objeto de reservar los mejores potreros para las vacas en ordeño.

La provincia de La Habana es la región de donde provenía el 35 por ciento de la leche que se producía en el país. Además de tenerse que enviar la mayor parte de los machos para su engorde a otras provincias, en La Habana la carga de hembras era elevada: alcanzaba entre 4 y 5 UGM/ha. Cada año se enviaban entre 14 000 y 15 000 hembras lecheras a las provincias orientales, que son las más secas. A pesar de que con esta medida se consiguió un incremento en la producción de leche en aquellas provincias, frecuentemente la situación alimenticia no guardaba relación con las exigencias del genotipo de estos animales.

Debido a los factores mencionados, en diferentes rebaños los principales indicadores reproductivos del ganado lechero, es decir la ganancia diaria de peso de las hembras en desarrollo, la edad de incorporación, el intervalo entre partos y el intervalo parto-gestación, no alcanzaban los índices establecidos como objetivos. Esta situación explica que a los ocho años de edad una vaca hubiese tenido solo tres partos en vez de seis, factor sin duda decisivo en el crecimiento de la masa ganadera hasta el año 1990 (PCC, 1985).

LA CRISIS ECONÓMICA DE 1990

En 1990, un 63 por ciento de la masa ganadera ya era lechera. El 70 por ciento era Holstein tropical, el 12 por ciento Siboney de Cuba, el 8 por ciento Mambí, y un 10 por ciento presentaba otras combinaciones genéticas. La alimenta-ción de estos animales consistía en el pastoreo durante la época de lluvias, más ensilaje, forrajes y heno, y subproduc-tos de la industria azucarera durante la época seca. En ambas épocas, además de estos alimentos fibrosos, las vacas recibían 0,46 kg de concentrados a partir del quinto litro de leche producido. Los pastos y forrajes requerían la aplicación de 400 kg de nitrógeno y 450 a 600 kg/ha de fertilizantes completos. Cada año se importaban alrededor de 400 000 t de fertilizantes y miles de toneladas de alambre, pesticidas y de herbicidas. Para los trabajos agrícolas y para distribuir el forraje, los ganaderos llegaron a necesitar 16 000 tractores y 90 000 t de petróleo (MINAG, 1997).

Para satisfacer las necesidades alimenticias del sector ganadero, anualmente se importaban unas 600 000 t de materia prima para concentrados, incluyendo 90 000 t de urea, 70 000 t de harina de soja y girasol, 30 000 t de sales y minerales, y 7 000 t de sosa cáustica para hidrolizar el bagazo producido por los ingenios azucareros (Pérez, 1993; MINAG, 1997). Para la preparación de los alimentos suministrados por los ingenios azucareros (más de 3 millones
de t), se empleaba 1 millón de t de miel final, que equivalía a la tercera parte de la producción anual del país. Además, los ganaderos utilizaban, particularmente durante la seca, grandes cantidades de subproductos agrícolas y fabricaban anualmente, con diversos subproductos de la industria de molinaje del trigo, del arroz o de los cítricos, casi 100 000 t de pienso criollo (Rodríguez, 1988).

Una infraestructura ganadera tan sofisticada necesitaba miles de tractores y camiones para trasladar el pienso importado y los demás alimentos hacia las explotaciones, recoger y distribuir la leche y las excretas, distribuir los fertilizantes importados, regar y cortar las plantaciones forrajeras, reparar los caminos, y llevar los terneros recién nacidos a las unidades de crianza artificial, y de éstas a las de desarrollo de machos o de reemplazo de hembras, y finalmente de nuevo a las vaquerías o a los cebaderos y mataderos. Los terneros se criaban artificialmente con 280 kg de leche que se transportaban desde la vaquería a la planta de pasterización y se descremaban; luego los animales se devolvían a las unidades especializadas de crianza.

Había un total de 2 300 vaquerías especializadas para unas poblaciones de 60, 80, 120 ó 288 vacas, y más de 1 000 vaquerías rústicas y tradicionales. Para realizar las inseminaciones artificiales llegó a haber 2 500 técnicos inseminadores dotados de medios de transporte motorizado. Con la crisis económica, empezó a faltar el nitrógeno líquido, los termos, las varillas plásticas, los guantes y los reactivos, y el combustible para los vehículos de los inseminadores. La inseminación artificial se siguió practicando en los rebaños genéticos de elite, pero en los demás rebaños hubo que volver a la monta directa. Este hecho no sólo tuvo repercusiones en el trabajo genético sino que también afectó a la producción de carne. Aumentó por consiguiente de forma inesperada la necesidad de utilizar los toros como bueyes de trabajo. Debido a los problemas de transporte, fue necesario adoptar rápidamente sistemas de amamantamiento restringido.

En 1990 se produjeron 879 millones de litros de leche, casi 6 litros/vaca/día; solamente dos años después, en 1992, la producción de leche había disminuido un 50 por ciento, quedando en 425 millones de litros, un promedio de 3,1 litros/vaca/día (véase el cuadro). La condición física de los rebaños lecheros que se había tardado 25 a 30 años en constituir (una generación entera de trabajo) era aún peor. Se perdieron un gran número de animales en la zona lechera alrededor de la capital; menos en las zonas más rústicas del país. Comenzó en esa época un proceso destinado a cambiar el sistema de producción de los pastos acuartonados, que fue sustituido con un nuevo sistema de rotación de alta carga diaria (ACPA, 1991). Los trabajadores y sus familias residían directamente en las vaquerías, lo cual permitía descentralizar parte de la masa lechera y ubicar a las vacas en microvaquerías, cerca de los centros urbanos.

A causa de la carencia de fertilizantes, los pastos perdieron rápidamente su calidad, y la salinidad, que afecta casi a un 15 por ciento de toda la tierra agrícola, también contribuyó a degradarlos. La mortandad excesiva, la falta de fertilizantes y de pesticidas, las restricciones en el suministro de petróleo para las labores de regadío y transporte, las dificultades en la adquisición de postes, alambre y problemas relacionados con los herbicidas hormonales fueron los factores que determinaron la infestación de los pastos. En 1994 se llegó a una situación en que el aroma (Afornesiana) y el marabú (D. cinerea) cubrían más de 1 millón de hectáreas, es decir el 47 por ciento de la superficie de los pastos (Paretas et al., 1994).

Desde 1967-68, cuando se diseñaron los planes ganadero, se importaban entre 30 000 y 35 000 toneladas de leche en polvo al año para suplir aproximadamente la mitad de las necesidades de la población. A partir de la crisis económica se ha importado más leche en polvo y se ha restringido su distribución a los niños y los ancianos, la población más vulnerable. En 1990 el peso vivo promedio de los bovinos al sacrificio era de 306 kg; en 1992 era de 225 kg. Hubo que sacar miles de toros de los cebaderos para convertirlos en bueyes de trabajo, y los toros restantes se enviaron al pastoreo. La crisis también afectó drásticamente a la industria azucarera. De un anterior promedio nacional anual de 7 a 8 millones de toneladas de azúcar y 3 millones de toneladas de miel final, en menos de dos años las zafras cañeras se habían reducido en un 40 por ciento. Esta merma afectó la disponibilidad de miel y de otros derivados utilizados tradicionalmente en la ganadería.

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La siembra de Leucaena leucocephala en las pasturas de las vaquerías
Sowing Leucaena leucocephala on grazing land
Semis de Leucaena leucocephala dans les pâturages des exploitations
Photo/foto: R. Pérez

LA ESTRATEGIA DE LA RECUPERACIÓN GANADERA

La organización de la producción

Con el objeto de volver a alcanzar y posteriormente mejorar los niveles de producción agrícola obtenidos antes de la crisis económica, en 1993 se creó un nuevo sector constituido por las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), organización económica y social que integra a obreros agrícolas y a otros trabajadores bajo determinados principios del cooperativismo. Las UBPC representan una modalidad colectivista de desestatización de la propiedad, pero excluyen la propiedad de la tierra y la gestión de la producción agropecuaria (Figueroa, 1994).

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Para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, se sembró rabo de ratón y caña de azúcar en las vaquerías
Farms grow Kingrass and sugar cane to be self-sufficient
L'autosuffisance alimentaire consiste à semer des parcelles de trèfles du Japon et de canne à sucre dans chaque exploitation d'élevage
Photo/foto: R. Pérez

La creación de las UBPC ha permitido transformar las empresas productivas estatales, como las de la ganadería, el arroz y la caña de azúcar, en unidades más pequeñas cuya superficie es un 10 a un 15 por ciento inferior. El tamaño promedio de las empresas ganaderas antes de esta transformación era de 25 000 ha; las nuevas UBPC tienen un promedio de 1 600 ha. Actualmente hay 1 577 UBPC en el sector agrícola no cañero, de las cuales 730 reúnen el 26 por ciento de la masa ganadera y aportan el 45 por ciento de la producción total de leche acopiada (ONE, 1997). De los 4,6 millones de cabezas de ganado vacuno, el 33,3 por ciento pertenece al sector estatal y el 66,6 por ciento al no estatal. El 34,5 por ciento de todo el ganado está en manos de privados. La producción de carne vacuna se mantiene concentrada en las empresas estatales.

La casi totalidad de las vaquerías, entre las que se encontraban las restantes empresas genéticas y las recién creadas UBPC, fueron convertidas en fincas integrales de 10 a 60 vacas, con una carga de 1,2 a 2 cabezas/ha. Se implantó en ellas una estrategia de autosuficiencia alimentaria que consiste en que todos los alimentos se producen en la propia finca.

El trabajo de una vaquería de la empresa genética Nazareno, en la provincia de La Habana, es un ejemplo interesante de esta nueva política. La vaquería posee animales 5/8 Siboney de Cuba y está asesorada técnicamente por el Instituto de Pastos y Forraje «Indio Hatuey». Se sembró Leucaena en 44 cuartones de 0,3 ha, en los que previamente se había sembrado solo pasto estrella. Los surcos de Leucaena fueron sembrados a una distancia de 5 m unos de otros, permitiendo de esta manera mantener franjas abiertas de pasto estrella. La rotación de los cuartones es de 35 días; el primer día de pastoreo entran las vacas en ordeño, el segundo día, las vacas vacías y las preñadas. Se efectúan dos ordeños, a las 5 de la mañana y a las 3 de la tarde. En el período de seca, después del primer ordeño, las vacas salen a pastorear hasta las 10 de la mañana, y luego regresan a las naves de sombra donde se les ofrece una mezcla troceada de caña y rabo de ratón, y minerales y agua. Después del segundo ordeño se las deja pastar hasta el día siguiente. Estos animales, que provienen de centros genéticos, reciben, en el momento del ordeño, después del sexto litro de leche producido, 0,5 kg de un pienso que contiene un 12 por ciento de proteína. El 20 de septiembre de 1997, durante la época de lluvias, se habían producido 400 litros de leche con 38 vacas en ordeño, es decir un promedio de 10,5 litros/vaca/día. Anteriormente, cuando se usaban árboles proteicos, con más pienso se obtenían solamente 3 litros/vaca/día.

Principales indicadores de la ganadería cubana
Principal indicators of Cuban livestock farming
Principaux indicateurs de l'élevage cubain

1945

1970

1980

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

Total del ganado (millones de cabezas)

4,2

5,7

5,0

4,8

4,7

4,6

4,6

4,6

4,6

4,6

Producción total de leche (millones de litros)

-

390

915

879

692

425

393

423

403

426

Parte de la producción de leche por el Estado del total (millones de litros)

-

380

889

798

613

353

311

323

299

336

Vacas en ordeño (miles de cabezas)

-

309

398

369

353

308

264

251

232

225

Litros/vaca/día producidos por vacas en ordeño

2.0

3.4

6.1

6.1

4.7

3.1

3.2

3.6

3.5

3.8

Ganado sacrificado (miles de cabezas)

800

1,013

880

886

721

678

532

437

445

453

Producción de carne (miles de toneladas)

272

341

303

272

180

152

130

122

128

136

Peso vivo promedio (kg)

340

334

326

306

251

225

246

281

289

302

Fuentes: Truslow (1951): datos relativos a 1954; Anuario estadístico de Cuba (1988); ONE (1997): datos relativos a 1970-1996.

La genética

La estructura genética de los rebaños lecheros comerciales se ha ajustado a las nuevas realidades. La mayoría de las vacas lecheras solía tener hasta 15/16 de sangre Holstein, incorporada por medio de Holstein puros importados del Canadá o de origen canadiense y nacidos en Cuba. El sistema genético nacional se mantiene en las empresas genéticas, pero no en las empresas comerciales, donde se ha determinado que el genotipo más adecuado debe estar en función de las posibilidades alimenticias de cada lugar, de los pastos y de otros recursos locales. En la actualidad, el 73 por ciento del ganado se encuentra en rebaños pertenecientes a las UBPC, a las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), a las Cooperativas de Crédito y Servicio (CCS), a otros organismos estatales como el Ministerio del Azúcar y, en fin, a pequeños productores.

Las condiciones de explotación de los nuevos productores no permiten mantener el programa de absorción para introducir características de Holstein; en su lugar se usan toros de razas menos exigentes como el Cebú, el Cebú lechero y el Criollo con hembras de estos rebaños. Los animales que nacen de estos cruces se destinan a las zonas más difíciles. Los toros Siboney de Cuba se usan para obtener animales de reemplazo en los rebaños lecheros de las zonas de mejores condiciones de producción.

El manejo

La inseminación artificial. La práctica de la inseminación artificial en el rebaño lechero había llegado a alcanzar un 70 por ciento; sin embargo, con la crisis económica hubo que volver a la monta directa y la inseminación artificial se redujo al 46 por ciento (Granma, 1996). A partir de 1995 se logró volver a inseminar el 55 por ciento de la masa de hembras incorporadas a la reproducción. Se ha recomendado mantener un grupo de toros para la monta natural para situaciones de emergencia y para vacas de cuarto celo. En los rebaños de cría se usa la monta directa. En 1996 se seguía utilizando el plan de transferencia de embriones en 2 000 receptores en los 13 centros de inseminación existentes en el país.

La crianza de los terneros. A medida que se fueron consolidando los planes ganaderos en los años sesenta y setenta, se introdujo el sistema de crianza artificial de terneros y se eliminó la rusticidad del ganado lechero. La crisis económica hizo necesario volver al amamantamiento restringido. En la actualidad, el sistema de crianza artificial se aplica en el 40 por ciento de los rebaños genéticos; sin embargo, en los rebaños comerciales y en las vacas de las cooperativas, se utiliza el amamantamiento restringido. Si el sistema de crianza de terneros con amamantamiento restringido llegara a utilizarse en algunos de los rebaños genéticos, habrá que recurrir a nuevas formas de evaluación del comportamiento productivo de las vacas (MINAG, 1994).

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En las zonas donde los recursos alimenticios escaseaban, se comenzó a criar animales con menor mezcla con la raza Holstein
There has been less crossbreeding with Holstein in areas with limited feed resources
On a commencé à diminuer les croisements avec la race Holstein dans les zones ayant peu de ressources fourragères

Flujo zootécnico y atención al rebaño hembra en desarrollo. Los desplazamientos excesivos del ganado, que afectaban su comportamiento, fueron reducidos gracias a la creación de las UBPC y las fincas integrales. Hoy se persigue rescatar el flujo zootécnico conseguido en años anteriores, particularmente en las zonas altamente lecheras, y atender mejor al rebaño hembra del cual provendrán las futuras vacas. Se busca volver a cebar en lote seco a los machos, ya que éstos consumen los pastos y forrajes que deberían destinarse a las hembras en desarrollo y a las vacas lecheras, y superar las insuficiencias en el comportamiento productivo de ambas.

La alimentación

En la actualidad se persigue ante todo proporcionar al ganado una alimentación adecuada a los recursos locales, producidos mayormente en la propia finca. Sólo se dispone de suministros distintos de la miel final en forma de miel-urea al 10 por ciento o de bloques multinutricionales y macro y microminerales, y de muy escasos alimentos energéticos o proteicos importados. Estos alimentos se destinan a las vacas de los centros genéticos de alta producción. Un movimiento nacional orientado a intensificar la recupe-ración ganadera ha propuesto que cada año nuevas vaquerías alcancen la autosuficiencia alimentaria mediante la siembra de caña, rabo de ratón y leguminosas intercaladas en el pasto (silvopastoreo), principalmente la Leucaena. Para la producción de leche, la Leucaena se siembra directamente en los pastos establecidos o en asociación con otras especies (multiasociación). La multiasociación ha dado resultados productivos superiores a los 8 litros de leche, tanto en la primavera como en la seca. Durante esta última, además del pasto se recurre a la suplementación con hasta 20 kg de rabo de ratón y 20 kg de caña y, de ser posible, una fuente de nitrógeno no proteico, BMN o miel con urea (Hernández, Reyes y Carballo, 1996).

El siguiente ejemplo ilustra las posibilidades de la producción de carne en una empresa pecuaria en la parte oriental del país, que es más seca. Se decidió reformar el sistema tradicional de pastoreo extensivo, cuya carga es de 1,5 a 1,7 cabezas/ha y cuya ganancia media diaria de peso es de 250 a 300 g. En un área de pasto Guinea común (Panicum maximum) se sembró un banco de Leucaena que repre-sentaba el 22 por ciento de la superficie total. La distancia de siembra fue de 0,5 m entre doble surco, 1,5 m entre calles y de narigón a chorrillo ligero. En la época de lluvias el ganado tenía acceso al banco durante cuatro horas al día (en comparación con las dos a tres horas por día durante la seca). El acceso del ganado al banco se limitó a los días alternos en los momentos de mayor seca. Más de 500 animales de un peso vivo promedio inicial de 245 kg, a los que se ofreció miel-urea, registraron resultados sorprendentes: en la seca la ganancia media diaria de peso fue de 420 g, y en el período de lluvias de 845 g; el promedio general fue de 632 g/día. Este valor es más del doble del registrado con el sistema tradicional de pastoreo (Valdés, Días y Ayala, 1996). Actualmente se utilizan dos sistemas de siembra: un surco doble de 0,7 m de Leucaena seguido por una franja de 3 m de pasto, o un surco sencillo de Leucaena seguido por una franja de pasto de 5 m.

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La Leucaena leucocephala, que es sembrada en franjas de 5 m entre surcos, requiere 16 a 18 meses para establecerse
Leucaena leucocephala, sown in 5 m strips between furrows, needs between 16 and 18 months to become established
Leucaena leucocephala, semée en bandes de 5 m entre des sillons, a besoin de 16 à 18 mois pour s'implanter

LAS INVESTIGACIONES

Uno de los factores más importantes para lograr la recu-peración ganadera es «poner la técnica en manos del buen productor, de la forma más comprensible». Este fue el objetivo principal del Primer Encuentro Nacional de Transferencia de Tecnología, organizado por el Instituto de Ciencia Animal y otros centros dedicados al estudio de pastos y forraje, celebrado en diciembre de 1996 y destinado a preparar a capacitadores provinciales en ganadería vacuna (ICA et al., 1996).

Por mucho tiempo, los beneficios de la ciencia y la técnica, y en especial sus implicaciones económicas, llegaron con gran atraso al productor, por ejemplo el uso de los árboles proteicos como fuente de proteínas para la ganadería. Varios años antes del inicio de la crisis un estudio cubano publicado en 1986, había ya demostrado que incluir la Leucaena como fuente de proteína de libre acceso para el ganado en pastoreo significaba una ganancia media diaria de peso de 666 g, valor superior en un 55 por ciento al conseguido con el empleo de las gramíneas solas (Castillo et al., 1986). En 1987, un grupo de 14 investigadores pertenecientes a cuatro centros diferentes publicaron un libro con más de 300 referencias, titulado Leucaena, una opción para la alimentación bovina en el trópico y en el subtrópico (Barrientos et al., 1987). Pero sólo después de 1990, cuando fue preciso cerrar casi todos los cebaderos y volver a poner el ganado en pastoreo, comenzó en Cuba un movimiento para utilizar este árbol proteico.

CONCLUSIONES

Se dedican las conclusiones de este artículo a los autores del libro Ajustando los sistemas de produccción precuaria a los recusos disponibles (Preston y Leng, 1990), publicado originalmente en 1987, en inglés. En esa época el contenido de esa obra no tenían aún en Cuba una posibilidad de real aplicación. Desde 1990 (año de la publicación de la edición española), los ganaderos cubanos han perseguido la autosuficiencia alimentaria, y han rendido homenaje a los objetivos de la ganadería tropical sostenible. 

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