El rabo que acompaña a la empresa estatal en Cuba

Por Msc. Iván Irigoyen Mulén

Muchas son las interrogantes que se acumulan en torno al futuro comportamiento del sistema empresarial cubano, en particular si del sector productivo se trata. La situación permanente, año tras año, de un número relevante de empresas irrentables o de empresas con una rentabilidad excesiva da muestras de que los mecanismos de gestión del funcionamiento de la economía nacional en los marcos de la planificación estatal no son eficientes.

¿Qué hacer con las empresas estatales en perdida? Para el sector privado la respuesta es clara: liquidar la empresa, no así para el sector estatal donde la respuesta no suele ser tan clara. No suele ser tan clara porque en ello influyen múltiples factores que inciden directamente en la sociedad de forma negativa. Desabastecimiento y desempleo entre otras pueden ser consecuencias directas de la quiebra de empresas.

La liquidación definitiva de empresas de producción de bienes de consumo que resulten irrentables, ya sean agrícolas o industriales, debería ser la última de las opciones y la opción menos aconsejable. Dada la necesidad social de sus producciones, sería preferible que el estado a través de su presupuesto asumiera el nivel de perdidas generado. Si así ocurriera, los gastos que debería asumir el presupuesto estatal para el financiamiento de la perdida de estas empresas afectaría negativamente la deuda pública o conspiraría contra otros gastos sociales como la saluda educación etc.

¿Qué hacer con los activos y la fuerza laboral después de la liquidación? Con relación a los recursos laborales la práctica de la administración centralizada durante el periodo revolucionario ha sido por lo general, la reubicación de ésta en otros centros laborales estatales lo que ha contribuido en buena medida a la disminución de la productividad y la presencia de plantillas infladas. En otros casos la practica ha sido enviar la fuerza laboral excedente a cursos de capacitación etc. con sus sueldos como garantía o al menos un porciento de este, entre otras prácticas.

En relación con los activos, en particular a Activos Físicos Tangibles la practica también ha sido diversa. En no pocas ocasiones los activos liquidados han quedado al olvido en terrenos desocupados y en no pocas oportunidades, en el mejor de los casos, recuperados por individuos emprendedores que le han dado uso productivo; en los casos peores han sido destinados a la destrucción física o tal vez en mejor destino, vendidos como chatarra.

Por estas y muchas otras razones se hace más que necesaria la aprobación y aplicación de sus normas de una Ley de Empresas que entre otras cuestiones ponga en un cauce legal, las decisiones sobre el curso de las liquidaciones de empresas estatales.

La privatización de empresas en quiebra sería equivalente a la liquidación, solución tan solo diferida en el tiempo y a ejecutar por otros actores económicos.

Se podrían incluir muchos más elementos en el análisis, que no nos conducirian a una respuesta única que resuelva el problema fundamental que sufre actualmente la economía del país: la situación del desabastecimiento.

En última instancia, como conocemos, lo que provoca el casi total desabastecimiento existente en la actualidad es la falta de financiamiento para acometer las producciones, un factor decisivo en las circunstancias actuales.

Pero podrían existir vías de hacer menos dramática las soluciones. Habría que tener en cuenta ciertos elementos que, aunque requieren de análisis puntuales, son de posible implementación. Al menos comentémoslos.

La importancia de la descentralización.

El tamaño de las empresas y la economía de escala

Desde muchos años atrás se cuestiona el hecho del gigantismo empresarial que hizo fiebre en nuestro país por muchos años y dejo una buena cantidad de empresas que nunca pudieron producir a toda su capacidad comenzando por un problema de diseño de sus capacidades. Los llamados estudios de factibilidad nunca fueron si quiera elaborados y los que se lograron realizar, pocas veces fueron consultados o tenidos en consideración. Uno de los grandes problemas que afronta la economía cubana hoy día es la falta de financiamiento para hacer producir las empresas grandes o pequeñas, mucho menos estos gigantes. En este punto entra a jugar un factor tan importante como lo es la economía de escala. La cuestión radica entonces en conocer el tamaño que debe tener la empresa para poder funcionar eficientemente con escaso nivel de financiamiento y eso de seguro nos remite a la micro, pequeña y mediana empresa.

¿Sería muy difícil redistribuir los medios productivos de las empresas en liquidación para la creación de Mipymes estatales o privadas? Descentralizar el equipamiento productivo. Para ello habría que implementar estudios de factibilidad para la creación de estas nuevas y más pequeñas empresas bajo el principio de la eficiencia y la rentabilidad.

Otro aspecto posible a valorar seria la descentralización geográfica de las instancias subordinadas las que en numerosas ocasiones están diseminadas por todo el país, sobre todo en empresas de subordinación nacional y por varios municipios las de subordinación provincial lo que conjugado con una mayor autonomía de los territorios podría propiciar un mejor aprovechamiento de los recursos materiales y humanos del territorio

Por ultimo la creación de estructuras empresariales más horizontales, descentralización administrativa, eliminando o reduciendo los niveles de subordinación de OSDES y Ministerios.

El efecto inmediato de la descentralización seria tomar la liquidación de empresas como vía de generar empresas de menor tamaño y más eficientes en su participación en el mercado. 

El “FINANCIAMIENTO” a la Gran Empresa y el “financiamiento” a la micro y pequeña empresa

El otro tema que se podría abordar es el tema financiamiento

Quizás no sería posible echar a andar una Gran empresa con escaso financiamiento, pero de seguro sería posible echar a andar varia pequeñas empresas con el mismo nivel de financiamiento. Si el tema central en el desarrollo económico del país es la moneda libremente convertible, es este factor el que requiere el mayor análisis.

¿Dónde y cómo situar el escaso financiamiento disponible? La vía administrativa de asignación de recursos y con mayor énfasis, la asignación de recursos por los distintos niveles de subordinación, ha conducido por lo general a la corrupción. Recientemente se ha anunciado la medida de la venta de mlc de forma centralizada a empresas productivas seleccionadas estatales o privadas. Seguimos asignando recursos administrativamente y se le sigue negando al mercado su poder regulador.

Vender MLC, a tasas preferenciales a empresas estatales o privadas bajo estas condicionantes:

       1. Que sean en un inicio empresas productoras de bienes materiales, agrícolas o industriales

         2. Que sus producciones sean comercializadas en CUP (moneda nacional) sin restricciones de precios, esto, basados en el libre juego de la oferta y la demanda

El incremento de las ventas en moneda nacional eleva el nivel adquisitivo de la población y crea una situación favorable en la posición del peso frente al dólar o la MLC en general.

El Reordenamiento de los planes de inversión sería una fuente importante de disponibilidad de divisas para el logro de este objetivo.