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domingo, 3 de julio de 2022

El renacer, meta alcanzable. Comentario HHC

La Mayor de las Antillas, que sobresale por sus garantías para el turismo seguro, mantiene su prestigio y confianza ante los vacacionistas y compañías hoteleras foráneas

  

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En un contexto local y global marcado por complejidades de toda índole, Cuba mantiene la apuesta por desarrollar el turismo, en tanto es este uno de los sectores que más aportan a impulsar y dinamizar la economía.

Su rica cultura, las raíces y tradiciones históricas, la hospitalidad e identidad de su gente, así como la seguridad y tranquilidad que se respiran al andar sus calles y plazas son las razones que más enamoran al visitante que llega a este archipiélago caribeño.

Para lograrlo suma otros notables atractivos y múltiples potencialidades que tienen que ver igualmente con su geografía y clima privilegiados, las paradisíacas playas que la rodean y la red de infraestructuras hoteleras y extrahoteleras de que se dispone.

Cambios de la tercera década

A juicio del experto en materias turísticas y profesor titular del Instituto Internacional de Periodismo, José Luis Perelló —en coincidencia con algunos criterios internacionales, en los escenarios actuales, no se puede hablar de recuperación, sino de renacer. «La recuperación del turismo la podemos conceptualizar a partir de que se superen las cifras que alcanzó en las diferentes regiones en el año 2019», considera.

A su juicio, «nunca el turismo había tenido un impacto de similar dimensión», por lo que calificó la tercera década de este siglo XXI como una nueva época, pero a su vez, «una década perdida para todos los sectores, por lo que para tener una mirada del turismo ante una nueva época, debemos conceptualizar y tener presente que haya un nuevo viajero: no ve televisión, reserva su propio vuelo, selecciona su hotel, organiza sus excursiones y su teléfono móvil es una extensión más de su propio cuerpo. Ante ello, los contenidos de promoción deben estar ubicados en plataformas digitales, ya los tiempos de los videos promocionales pasaron de moda».

Para Perelló, el Caribe se divide en dos zonas totalmente diferentes, una, el continental, adonde se llega en tren o por carretera, y el insular, al que se llega por aire y por barco, lo que ha hecho que se haya visto notablemente afectado por las cadenas de suministro, dependientes del transporte marítimo.

Con 300 000 kilómetros cuadrados y una población de 52 millones de habitantes, el Caribe tiene 30 destinos turísticos que compiten por una cuota del mercado. Es la región del mundo con mayor dependencia del turismo, donde la caída en el último quinquenio fue superior al 50 por ciento, indicó Perelló, quien destacó la relevancia de lograr otros sectores para lograr que el turismo sea sostenible.

Uno de los aspectos que destaca este analista es que las cadenas hoteleras que dominan este macrodestino no son autóctonas, caribeñas, sino internacionales, al igual que las aerolíneas, los grandes grupos de turoperadores, agencias de viajes y compañías de cruceros. Al respecto, se refirió a la necesidad de una integración política regional para el desarrollo turístico de las Antillas.

En ese sentido, enfatizó en que el turismo, por sí solo, no desarrolla ningún país, sino que sirve para lograr e impulsar los encadenamientos productivos.

A finales de 2019 e inicios de 2020, cuando comenzó la crisis pandémica, económica y social, había 380 000 habitaciones, distribuidas en 2 575 hoteles en la región caribeña. Se proyecta en 2022 la apertura de otros cien hoteles. En 2020, el comportamiento turístico hizo pensar en posible crecimiento, pero 2021 fue increíblemente malo. El investigador señaló que para 2022 la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe anunció el renacimiento del sector en el Caribe.

Cuba en el Caribe

En el caso de Cuba, el profesor Perelló señaló que el auge o retroceso del sector han estado sometidos a los vaivenes de la situación internacional. Según indicó, la depresión del turismo estadounidense hacia Cuba después de los años 60 del pasado siglo propició el desarrollo de dos destinos de la región: Cancún —que de acuerdo con la declaratoria de su fundación, surge para cubrir el espacio dejado por Cuba para el turismo estadounidense—, y, luego, República Dominicana.

En 1990, con la entrada de las cadenas internacionales, empezando por Meliá, se produjo un crecimiento del turismo, con determinadas coyunturas externas. Las estadísticas por quinquenio muestran los crecimientos experimentados por el país entre 1985 y 2019.

Para el académico, las mejores cifras de arribos turísticos se registraron en 2016-2017, cuando bajaron las tensiones internacionales, al igual que los ingresos turísticos y las remesas.

Perelló enumeró entre los retos y perspectivas para el turismo la implementación de estrategias de comercialización en los mercados tradicionales, en el turismo de sol y playa desde Canadá y Europa; diversificar los mercados e identificar nuevos segmentos, lograr una marcada diferenciación por segmentos de la demanda y elevar los indicadores de calidad percibida.

A su vez, subraya la necesidad de cohesionar los encadenamientos productivos en toda la cadena de valor, con economía de escala desde lo local, contratar con turoperadores y líneas aéreas a mediano y largo plazos, desarrollar el turismo de salud con calidad de vida y bienestar, lograr una integración efectiva con instituciones y asociaciones regionales y ampliar la cartera de inversión extranjera directa.

Un destino que piensa en el futuro

Una de las mayores polémicas en torno al desarrollo del turismo en Cuba, más allá de la recuperación o renacer de la llamada industria sin humo es, en las actuales circunstancias económicas del país, la pertinencia de construir nuevos hoteles, sobre todo en La Habana, cuando el comportamiento de la ocupación hotelera ha sido siempre, o casi siempre, baja.

Entre los criterios para defender las inversiones en la hotelería se encuentran el escueto número de habitaciones de alto estándar en instalaciones de cinco estrellas o más, la existencia de una envejecida planta habitacional y el hecho de que no se puede esperar a que exista la demanda para comenzar a construir.

Según José Luis Perelló Cabrera, estudioso y analista del turismo en general, y en particular, en la región del Caribe, el Hotel Nacional de Cuba, fue concluido en 1930, con 457 habitaciones, cuando a Cuba no venía nadie, en tanto, en la segunda mitad de los 50, se inauguraron tres de los hoteles más lujosos de la época en América Latina: Capri, Habana Hilton y Riviera, con más de mil habitaciones, cuando tampoco venían muchos turistas.

Entonces, Cuba seguirá construyendo hoteles, según lo permitan las circunstancias, de acuerdo con el programa trazado  hasta 2030.

Por su parte, Alexander Sierra Bouzas, director de Desarrollo del Ministerio del Turismo (Mintur), explicó que en Cuba existen 440 instalaciones de alojamiento, con un total de 77 809 habitaciones, concentradas fundamentalmente en La Habana (94), Matanzas (73), Villa Clara (38), Ciego de Ávila (36), Holguín (34) y Santiago de Cuba (31).

Sierra resaltó que el ritmo de crecimiento anual de arribos de visitantes alcanzado por Cuba entre 1990 y 2019 es de 9,1 por ciento. Al respecto, citó todas las adversidades de carácter político,  meteorológico y de salud, con las que ha tenido que lidiar a lo largo de esas décadas por el sector: Enmienda Torricelli, crisis de los balseros, Ley Helms-Burton, bombas en los hoteles, huracán Michelle, Plan Bush, AH1-N1, acusaciones sobre ataques sónicos, huracán Irma, quiebra de la agencia Thomas Cook, Título III de la Ley Helms–Burton (2019) y las 242 medidas del Gobierno de Donald Trump.

Apuestas que se consolidan

No solo los vacacionistas aprecian las bondades de este destino caribeño. Las compañías hoteleras, igualmente, tienen en alta consideración nuestras potencialidades para continuar desarrollando la industria del ocio. Así lo confirman declaraciones de la directora de Comunicación y Marketing de Meliá Hotels International en Cuba, Maite Artieda.

Se trata, dijo, de acercar el alma y la esencia de este país a los viajeros que hasta acá llegan, para lograrlo estamos en los enclaves patrimoniales y en los de sol y playa más importantes de la nación, donde continuamos ofreciendo experiencias de calidad a nuestros clientes.

 


La calidad del servicio, la seguridad y la tranquilidad que se respira en Cuba son resaltadas por los visitantes extranjeros. Foto:Tomadas de la página de Facebook de CubaTravel

Por otra parte, Blue Diamond Resorts sobresale como la segunda cadena hotelera internacional con más significativa presencia en Cuba. Con una capacidad que alcanza las 8 500 habitaciones en 22 hoteles repartidos en siete de los destinos líderes de la Isla (La Habana, Varadero, Jibacoa, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Santa María y Trinidad), esta empresa posee aquí poco más de la mitad de su planta habitacional global.

Según precisó Miguel García, director de Comunicación de Blue Diamond Resorts, a partir de noviembre próximo como parte de su expansión en Cuba, esta compañía asumirá casi totalmente la gestión de todos los servicios hoteleros en Cayo Largo del Sur, así como de los atractivos extrahoteleros (ranchones, tiendas y gastronomía).

Varadero no pasa de moda

Las bondades naturales que para las prácticas de sol y playa posee, una infraestructura renovada y servicios de excelencia, resaltan entre las razones que hacen de Varadero uno de los polos turísticos cubanos a donde arriba la mayor cantidad de vacacionistas foráneos y del mercado interno.

El balneario matancero luce hoy galas de cambio y evolución. Durante los últimos meses ha vivido labores para mejorar sus infraestructuras, procesos inversionistas y mantenimientos. Contabilizan más de 20 600 las acciones de este tipo realizadas en la plana hotelera y extrahotelera.

En sus 22 kilómetros de playas de ensueño se distribuyen 56 hoteles para sumar 20 887 habitaciones. Hasta allí llega el 36 por ciento de los turistas internacionales que visitan Cuba. Prestigiosos operadores de la industria del ocio tienen representación en Varadero; Meliá, Blue Diamond Resorts, Be Live, Roc, Iberostar, Barceló, Muthu y Valentín son algunos de ellos.

Este destino, mediante su aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, da la bienvenida a vuelos de nueve aerolíneas procedentes de seis mercados emisores (Canadá, Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica y Portugal), detalló Yanselí Pérez Marrero, especialista principal del área comercial y comunicadora institucional de la delegación del Mintur en Matanzas.

El reconocido prestigio de este destino lo confirman también las más de 20 premiaciones internacionales que durante el último año han recibido varias organizaciones del sector del ocio de Varadero, así como galardones de sitios web de reseñas de viajeros como HollidayCheck y TripAdvisor.

De manera especial brilló Varadero durante las jornadas de la edición 40 de la Feria Internacional de Turismo FitCuba 2022, una gran vitrina que expuso las numerosas potencialidades de la industria del ocio cubana. El encuentro trascendió como el de mayor convocatoria histórica (asistieron más de 6 028 profesionales del ramo procedentes de 54 países, 17 cadenas hoteleras extranjeras, representantes de 38 aerolíneas y 254 turoperadores y agencias de viaje) y se afianzó como la cita especializada de su tipo más relevante en Cuba y el Caribe.

El ministro del ramo, Juan Carlos García Granda, subrayó al clausurar el evento que este contribuyó a materializar alianzas y proyectos que impulsan una recuperación más rápida del turismo.

Continuar consolidándose como destino de sol y playa a nivel global, ampliar sus infraestructuras turísticas e inversiones, convertir al balneario en ciudad digital a mediano plazo, fortalecer aun más la confianza en los  mercados emisores, seguir elevando la seguridad higiénico-sanitaria para trabajadores y clientes mediante el programa T+HS y extender a todo el balneario la certificación de Playa Ambiental, resultan, en palabras de Pérez Marrero las proyecciones de desarrollo que guían el quehacer en Varadero.

La variable ambiental

El profesor Ramón Pichs, director del Centro de Estudios sobre la Economía Mundial (CIEM), indicó que se prevé que las economías desarrolladas recuperen los niveles prepandémicos en 2022, en contraste con las emergentes y en desarrollo, excepto China, que en su conjunto todavía en 2024 se mantendría por debajo de los indicadores previos a la pandemia, en más de un cinco por ciento, con un impacto muy negativo en los niveles de vida de sus poblaciones.

Pichs destacó que la mitad de los diez principales riesgos globales para los próximos diez años son riesgos medioambientales: fracaso de la acción climática, eventos extremos, pérdida de la biodiversidad, daños humanos al medio ambiente y crisis de los recursos naturales.



Cuba se caracteriza por un alto nivel de flora y fauna endémica, junto a otros atractivos que favorecen el desarrollo del turismo de naturaleza. Foto:Tomadas de la página de Facebook de CubaTravel

Alertó: «No vamos por buen camino para limitar el calentamiento a 1,5 grados. Las emisiones en 2019 fueron aproximadamente un 12 por ciento más altas que en 2010 y un 54 por ciento más altas que en 1990», según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, por lo que consideró que la acción global es más urgente que lo evaluado previamente.

En el caso de Cuba, se refirió al compromiso y la voluntad política gubernamental  con los esfuerzos globales  ante el cambio climático, la apuesta por la cooperación entre las naciones y por el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas; el cumplimiento de los compromisos expresados por los países en desarrollo, demanda de recursos financieros, transferencia de tecnología y creación de capacidades que deben aportar las naciones desarrolladas.

Al respecto, el Director de Desarrollo del Ministerio del Turismo indica que las proyecciones estudiadas y las inversiones en curso y previstas toman en consideración las alertas medioambientales, sobre todo las referidas a los efectos del cambio climático y la elevación del nivel del mar, toda vez que los más importantes polos turísticos del país están asentados en las zonas costeras.

En tal sentido, debe subrayarse además la postura del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente cuando su titular, Elba Rosa Pérez Montoya, declarara en las sesiones de la Conferencia Internacional Estocolmo+50 el imperativo de poner fin al consumismo y trabajar por un medio ambiente sano para la prosperidad de todos. «Cambiemos la publicidad comercial por mensajes de sensibilización ambiental. Utilicemos el conocimiento, la ciencia y el desarrollo tecnológico para sanar al planeta».

En esa reunión la directora ejecutiva de la Organización Mundial del Turismo, Zoritsa Urosevic, ponderó los sobrados atributos de Cuba y sus potencialidades para impulsar las prácticas turísticas sustentables.

Cuba Única

Hasta naciones como Italia, Alemania, Polonia, Canadá y México ha llegado la campaña Cuba Única para mostrar ante empresarios, turoperadores, representantes de cadenas hoteleras y aerolíneas, así como agencias de viaje y prensa especializada, los renovados productos y servicios que ofrece a sus visitantes este destino antillano.

La campaña realza, entre otros atributos y potencialidades, la seguridad de esta nación caribeña y la autenticidad de su gente. Según palabras del titular del Mintur, Juan Carlos García Granda, se trata de poner de relieve a una Cuba acogedora y hospitalaria, donde se fusionan tradición y modernidad que «muestra a cubanos y cubanas como embajadores de la marca, junto a una serie de escenarios y atributos que solo pueden encontrarse en este archipiélago».

Comentario HHC: Preocupante que se trate de " justificar" lo que a todas luces es una apuesta muy arriesgada en estos momentos, lo cual está conduciendo a incrementar el uso de recursos en actividades como el turismo, existiendo problemas primarios como los alimentos, medicinas, transporte, generación de electricidad, viviendas, etc.

1- Que se diga que se construyeron hoteles antes de 1959 cuando no existía posibilidades de turismo,puede parecer razonable, pero que se mencione el Hotel Riviera financiado por la mafia (1), parece un contrasentido a la luz de hoy. Pero ¿Qué clase de gobierno era el que gobernaba en este país antes de 1959? ¿Gobernaban para el pueblo ?

2- Desde 1990 a la fecha no han dejado de ponerse, cada año en explotación,  habitaciones hoteleras en este país. Sin embargo, a partir del 2001 a la fecha, y de modo consecutivo, esas habitaciones en las cuales se han invertido, unos treinta mil millones de dólares hasta el 2020, no han podido ocuparse a más del 65 % por ciento. De lo que se trata no es, no seguir apostando al turismo , sino de que se obtengan los indicadores de eficiencias adecuados como se demandaría de cualquier inversión, en cualquier sector. 

Twitter Pedro Monreal

3-  Por cierto el 2018 es el año que más visitantes hemos alcanzado  en un año en Cuba, esa debe ser la meta a superar para hablar de recuperar, si de cifras de visitantes se trata, no el 2019.


Fuente ONEI

4-  El turismo en nuestro país, en las últimas tres décadas, antes de la pandemia, hay un comportamiento negativo hacia la baja como tendencia, de los ingresos por turista día, y de los días de estancia, es decir han disminuido año tras año, y como resultado se ha ido abaratando el destino para alcanzar volumen de visitantes, y ni así , se ocupan las habitaciones puestas en marcha en los niveles adecuados, trayendo como consecuencia un retorno insuficiente del dinero invertido y esperado. (2)

5- Que en las condiciones de crisis que estamos, se apueste a seguir invirtiendo en turismo e inmobiliarias en volúmenes de más del 50 % del presupuesto del estado, en los últimos años, en detrimento de otros sectores como la agricultura, es una apuesta no solo arriesgada en lo económico, sino también políticamente hablando.

6- No se trata de que no se apueste al turismo, es que se haga de manera inteligente, ordenada y económicamente fundamentada en el tiempo, aunque los objetivos previstos no se logren en las fechas previstas. No hay que seguir recalentando la economía, en inversiones que, en el mediano plazo, y en largo plazo tienen un grado de incertidumbre grande, máxime cuando en los 30 años anteriores no existe un comportamiento adecuado o el previsto, a pesar de que no existía ni la covid, ni la guerra rusa- ucraniana, ni tampoco, por cierto, las 243 medidas de Trump.

Lo racional económicamente hablando, debiera ser: terminar las obras empezadas, desarrollar más la extrahotelera, rescatar y mejorar las habitaciones fuera de orden y existentes, y en las instalaciones no aprovechadas lo suficiente mejorar el producto, y aspirar a indicadores turísticos plausible de escala internacional en el sector.  Ahora todo parece, que queremos " matar un mosquito con una batería de BM-21".

Las dudas y las preocupaciones se eliminan con explicaciones fundamentadas: ¿Cuánto se ha invertido y cuánto se ha recuperado en divisas el país con el turismo? ¿Cuál es la Utilidad alcanzada antes de impuestos? ¿ Cuál es el saldo neto (flujo) en divisas para el país? ¿ Por qué no se cumplen los % de ocupación de los estudios de factibilidad? ¿ Cuál es el empleo generado? ¿ Cuál es el bienestar de la población alcanzado en las zonas turísticas creadas?  etc etc. ¿ Y por qué a pesar de todo lo que no se ha logrado según los indicadores, hay que seguir invirtiendo más en el turismo que en otros sectores importantes de la economía, que impactan en el bienestar de la población?

Citas 

(1) https://www.reportur.com/cuba/2015/12/23/la-mafia-pide-una-indemnizacion-por-el-hotel-riviera-de-la-habana/

(2) Breves notas para un turismo resiliente. http://hhcarles.blogspot.com/2019/05/breves-notas-para-un-turismo-resiliente.html


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