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viernes, 1 de abril de 2022

APUNTES PARA UNA ESTRATEGIA EN EL DESARROLLO DE LA ENERGETICA AZUCARERA

Dr. Oscar Almazán del Olmo 

INTRODUCCION

Desde sus orígenes y a lo largo de su evolución hasta el presente siglo, la industria azucarera ha tenido en el problema energético el factor clave de su desarrollo tecnológico.

Tan esencial ha resultado, que es la necesidad de satisfacer sus crecientes demandas de combustible lo que lleva, como hilo conductor, a través del empleo de sistemas de mayor eficacia energética, a la transformación de la tecnología, la elevación de los rendimientos, la obtención de azúcar de mayor calidad, la gran industria y la propia revolución industrial cubana.

Actualmente la producción azucarera conserva un real papel en la economía cubana y la producción y uso de la energía a ella asociada resulta, cada vez más, cuestión del mayor interés y atención, por cuanto sus posibilidades la hacen elemento de enorme atractivo en el propósito de resolver el déficit energético nacional, diversificar la producción azucarera y favorecer su viabilidad económica.

 Razón tal obliga a establecer una estrategia coherente y bien fundamentada que permita a ese potencial expresarse plenamente.

 No es posible, por las limitaciones que impone una presentación como esta, revisar exhaustivamente cada detalle de un campo tan amplio, rico y variado como es el de la energética azucarera; de aquí que el propósito sea transitar reflexivamente por los aspectos fundamentales, básicos, que resultan elementos centrales, de primer orden de prioridad, que deben recibir la atención mayor en la implementación de una política energética azucarera. 

DE LA HISTORIA 

Hasta finales del siglo XVIII los bosques constituyeron motivo de justificado orgullo para los cubanos; era Cuba un monte intrincado de maderas preciosas.

 Sin embargo el desarrollo de la gran manufactura azucarera responsable del exponencial crecimiento cuantitativo que tiene lugar en el siglo XIX es responsable de la muerte del bosque cubano.

 Al finalizar el siglo XVIII se calcula en 500 caballerías (6710 ha) el área de bosques que se desmontaba cada año para quemarlos como combustible en los ingenios y una extensión similar para el fomento de  nuevas fábricas.

 Ya en 1819 la cifra promedio ascendió a 1 000 caballerías (13 420 ha) anuales.

 En 1830 los azucareros Andrés de Zayas y José María Dan apreciaban en 2 000 caballerías por año (26 840 ha) el área de bosques cortada, de ellas 1 000 caballerías para leña y 1 000 para fomentar nuevas fábricas de azúcar.

 En 1844, en plena etapa de la gran expansión cañera cubana, se estimaban en 4 000 las caballerías (53 680 ha) que se deforestaban cada año para producir azúcar.

 Algo similar había ocurrido en las Antillas inglesas: Barbados y Jamaica, las que por su menor extensión territorial y reducida feracidad carecían de bosques ya en 1749.

 Tal situación obligó a los productores azucareros de esas islas a desarrollar un sistema de cocimiento de los jugos de un “solo fuego”, conocido también como “tren Jamaiquino”, “tren Francés”, que consistía en cinco pailas de cobre colocadas en línea, de mayor a menor, aprovechando para su calefacción una sola fuente de calor. A este “tren Francés” se le denominó universalmente “Equipage du Pere Labat”.

 Este sistema, aplicado en la zona azucarera de La Habana desde 1780, se generalizó a toda la isla en la primera mitad del siglo XIX como opción única y último recurso de supervivencia del ingenio, para enfrentar la cada vez más aguda escasez de leña, posibilitando satisfacer, por vez primera, las necesidades de combustible para la fabricación del azúcar con el bagazo.

 Por su parte, los productores de azúcar de remolacha, habida cuenta de las desventajas de una materia prima, requerida de mayor preparación y carente de un combustible propio para su procesamiento, fueron precisados – en la búsqueda de una competitividad con el azúcar de caña – a desarrollar sistemas de mayor eficacia operacional.

 Así fue con destino a las fábricas azucareras de remolacha de Europa que se creó en 1812 el aparato Howard, primero para la concentración al vacío, que evaporaba el jugo a 72  0C y producía el vacío con una máquina neumática.

 A partir de la segunda década del siglo XIX son las fábricas de azúcar de remolacha las que generan todo el avance técnico y es precisamente hacia el área energética en la cocción a donde dirigen su atención primera produciendo un desarrollo más acelerado. 

El aparato Roth perfeccionaba el Howard y evaporaba a 62 0C, logrando el vacío con un sistema de condensación continua, pero tenía el inconveniente de ser su operación discontinua. 

En la tercera década del siglo XIX la firma Derosné-Cail desarrolló un aparato continuo de evaporación al vacío, que se instala por primera vez en una fábrica de azúcar de caña en Guadalupe. 

En 1841 el hacendado cubano Wenceslao de Villaurrutia instala en su ingenio “La Mella”, de Limonar, un equipo Derosné de evaporación al vacío, que no sólo transforma el balance energético, sino que hace que “La Mella” lleve sus rendimientos de azúcar desde apenas 4 % del peso de la caña en 1840 hasta 5,91 % en 1843. 

El nuevo sistema permite no sólo alcanzar mayores rendimientos, sino que posibilita producir azúcar de superior calidad y muy pronto en las cotizaciones de azúcares apareció un nuevo precio, el más alto, dado al “blanco del Tren Derosné”.

Y es así que, la búsqueda de la mayor efectividad energética, conduce a la que José Luis Casaseca denominó la Revolución Industrial Cubana, que repercutió decisivamente sobre el régimen de trabajo, imponiendo la inevitabilidad del paso al obrero asalariado. 

 DE LAS PREMISAS

Resulta obligado establecer, por tanto, como PRIMERA PREMISA que EL PRINCIPAL PROPOSITO DE LA AGROINDUSTRIA AZUCARERA ES PRODUCIR AZUCAR EFICAZMENTE, EN LA CANTIDAD Y CON LA CALIDAD REQUERIDA. De aquí que demos por sentado en nuestras consideraciones que se dispone de caña y de que ésta llega en cantidad suficiente al ingenio, el cual opera establemente cerca de su capacidad potencial, condición obligada para la eficiencia del proceso y el balance energético de la industria. 

El azúcar la sintetiza la caña en el campo y se recupera en el ingenio, pero la caña de azúcar tiene tal capacidad de captar energía que es la única materia prima capaz de aportar el combustible para su procesamiento y brindar, además, un margen adicional de energía para diferentes propósitos. 

A esto se reúnen las peculiaridades de la tecnología de producción de azúcar, que permiten un empleo integral del potencial energético de su combustible, lo cual puede cuantificarse si comparamos el nivel de utilización de la energía del combustible en una Central Termoeléctrica y en un Central Azucarero. 

Una Central Termoeléctrica, de la mayor eficiencia, con un índice de consumo de 220 g de fuel oil por kwh generado, aprovecha, de esos 220 gramos: 

En electricidad: 81,2 gramos

Pierde a la atmósfera y en la condensación: 138,2 gramos 

Esto significa un 37,2 % de aprovechamiento de la energía. 

Un Central Azucarero de los construidos entre 1980 y 1983 con una cantidad de bagazo equivalente a esos 220 gramos: 

Convierte en energía para el proceso y en electricidad: 167,2 gramos

Pierde por radicación y a la atmósfera: 52,8 gramos

Lo que representa el 76 % de aprovechamiento de su combustible. 

Esta ventaja parte de la posibilidad del central azucarero de emplear tanto la energía mecánica del vapor en turbinas motrices, y generadores eléctricos como su energía calorífica en la fabricación del azúcar. 

Tal consideración nos lleva a plantear como SEGUNDA PREMISA que EL COMBUSTIBLE FUNDAMENTAL DE LA INDUSTRIA AZUCARERA ES EL BAGAZO, el cual representa el 29 % de la caña que procesa y el que, en las condiciones cubanas de un 73 % de mecanización integral de la cosecha, tiene incorporado el 50 % de los residuos que acompañan a la caña cosechada (el otro 50 % queda en los centros de limpieza en seco). 

Es éste el combustible que va con la caña al ingenio, que no requiere ser transportado, sobre el que se tiene amplia experiencia de utilización, manipulación y almacenamiento, y para el cual existen ya las instalaciones en el ingenio. 

DE LOS OBJETIVOS

Consecuentemente EL PRIMER OBJETIVO EN LA POLITICA ENERGETICA AZUCARERA TIENE QUE SER LA OBTENCION DEL MAXIMO DE BAGAZO SOBRANTE, porque: 

·         Elimina la utilización de otros combustibles en el ingenio: leña, petróleo, etc. 

·         Es fuente de combustible para otros propósitos: producciones derivadas, transporte, consumo doméstico, etc. 

·         Resulta materia prima para: papel, tableros, etc. 

·         Constituye combustible para la potencial generación eléctrica adicional. 

Y PORQUE SIN BAGAZO NO HAY VAPOR NI PARA FABRICAR EL AZUCAR NI PARA GENERAR ELECTRICIDAD. 

Ahora bien, para lograr este objetivo hay dos vías: 

 I. EL INCREMENTO DE LA EFICIENCIA DEL USO DEL VAPOR EN EL PROCESO. 

II. EL INCREMENTO DE LA EFICIENCIA EN LA GENERACION DEL VAPOR. 

En ambas líneas el primer problema con que nos enfrentamos es la frecuente ausencia de todos los elementos de medición que posibiliten una operación efectiva y el conocimiento de los valores reales de consumo, generación, eficiencia, etc. Éstos se determinan muchas veces sobre la base de balances de relativa precisión, cuestión que demanda atención priorizada.  

I. DEL INCREMENTO DE LA EFICIENCIA DEL USO DEL VAPOR EN EL PROCESO 

Es esta la vía que aporta el mayor volumen de bagazo sobrante por peso de inversión, pero además, al disminuir la necesidad de vapor para la fabricación de azúcar, se reduce consecuentemente la cantidad de calderas y otros equipos para su generación, lo que significa menores costos operacionales y de inversión, menos fuerza de trabajo, y más bajos requerimientos energéticos intrínsecos. 

Para incrementar la eficacia del empleo del vapor para fabricar el azúcar se precisa accionar sobre: 

1)    El esquema energético en el área de fabricación.

2)    Los parámetros tecnológicos del proceso. 

1)    El esquema energético de la fábrica 

Los puntos de consumo de vapor en la fábrica de azúcar son los calentadores, los evaporadores y los tachos. Pero el centro del esquema energético está en el evaporador y de lo que se trata es de convertirlo de consumidor pasivo en regenerador de vapor para otros usos. 

Un esquema convencional, basado en un cuádruple efecto sin extracciones, implica niveles de insumo de vapor:

 

·         En el cuádruple:                                          220-240 Kg de vapor/t de caña

·         En los calentadores:                                   150         Kg de vapor/t de caña

·         En los tachos:                                             150-180  Kg de vapor/t de caña

 

de donde resulta un índice total de consumo entre 520 y 570 Kg de vapor por tonelada de caña. 

Pero  no constituye ninguna novedad técnica que estas cifras pueden reducirse hasta 420-450 kg./t de caña, sin necesidad del empleo de elementos sofisticados.

 Esto se ha logrado en Cuba en varios centrales, llevando a las 5 etapas de evaporación que parece ser el número más conveniente y realizando extracciones de vapor en varias etapas para calentar el jugo mezclado, el jugo clarificado y operar en los tachos.

 Es este pues el elemento primero a considerar y sobre el cual accionar prioritariamente, al enunciar y ejecutar el programa energético en cualquier fábrica de azúcar. 

2)    La disciplina de operación en la fábrica 

En la búsqueda de mayor eficacia en el empleo del vapor hay que considerar el ingenio como un sistema, donde la precisión y el rigor en el proceso tecnológico resultan complemento esencial y que, dependiente principalmente de factores subjetivos, precisa tanto de una labor didáctica como de supervisión sistemática.  

Los elementos de mayor significación pueden identificarse como:

 ç         La molida horaria: es decir operar el molino cada hora en el entorno del 85 al 110 % de la capacidad fijada.  

ç         El empleo máximo de los condensados. 

ç         La concentración (el Brix) de la meladura que sale del evaporador, recordemos que en el evaporador con 1 Kg de vapor extraemos 5 Kg de agua, pero cuando esto se tiene que hacer en los tachos la relación es 1:1. 

ç         El Brix de las mieles intermedias, a las que se les añade agua para su mezcla, que debe ser después evaporada en el tacho con vapor (en relación 1:1). 

Tan solo la Reducción de Consumo de Vapor en el Proceso de 500 Kg de Vapor/t de caña a 400 Kg de vapor/t de caña, implica el ahorro de 45 Kg de bagazo por cada tonelada de caña molida. En una campaña en que se procesen 35 millones de toneladas de caña representarían disponer por esta vía de 1,575 millones de toneladas de bagazo más como sobrante, equivalentes a 291 667 t de petróleo.   

Una vez alcanzadas las condiciones de insumir, como promedio nacional, en el entorno de 400 a 420 Kg de vapor por tonelada de caña, es posible pasar a otras operaciones que permiten reducir aún más este valor, pero que requieren de mayor rigor operacional y equipos y sistemas más complejos. 

Tal es el caso del empleo de evaporadores de película descendente, ascendente y evaporadores con calandrias externas, equipos que posibilitan mayores diferenciales de temperatura y mejores coeficientes de transferencia de calor. 

También el empleo de tachos continuos, que uniformen la demanda de vapor, erradicando los picos desestabilizadores y los termo y turbo compresores, son posibilidades reales, en una segunda etapa. 

II. DEL INCREMENTO DE LA EFICIENCIA DE GENERACION DE VAPOR

 Al razonar acerca del incremento de la eficiencia en la generación del vapor en las calderas, hay que actuar tanto en la reducción de las pérdidas de energía en las calderas localizada en los gases de escape y la incompleta combustión, como en una mayor eficacia en la manipulación, almacenamiento y alimentación del combustible, el bagazo.  

a)    Acerca de la reducción de las pérdidas de calor en las calderas 

Las pérdidas más significativas de energía en las calderas se localizan en el CALOR QUE ESCAPA POR LA CHIMENEA CON LOS GASES DE LA COMBUSTION; sus valores pueden ir desde 11% del valor calórico del combustible en calderas bien eficientes, hasta valores superiores al 35 %.  

Para reducir estas pérdidas los elementos más utilizados son el economizador que emplea ese calor residual para elevar la temperatura del agua de alimentación a la caldera y el calentador de aire, que hace lo mismo con el aire requerido para la combustión; son instalaciones sencillas, conocidas y de fácil fabricación.  

Ambos elementos son partes convencionales de las nuevas calderas, la acción debe ser pues priorizar la generalización de su instalación a todas las estaciones de generación de vapor en la industria azucarera.  

Es aceptado que es posible elevar un punto en eficiencia de la caldera por cada 14 0C que se reduzca la temperatura de los gases de salida; de aquí que reducir la temperatura de 280-300 0C a 180-220 0C significará incrementar la eficiencia de generación en 15 unidades.  

LA COMBUSTION INCOMPLETA RESULTA EL OTRO ELEMENTO DE CONSIDERACION EN LA PERDIDA DE EFICIENCIA DE LAS CALDERAS. La industria azucarera de caña es la única que emplea un combustible sólido, de composición heterogénea, que cambia sus características a lo largo de la zafra. 

La dirección de la acción en este fin está en reducir la cantidad de aire en exceso necesario para la combustión. 

Así, del sistema original, de principio de siglo, de combustión en pila, hasta el sistema más novedoso y eficaz de combustión en suspensión, la evolución es la siguiente: 

¨       En el sistema de Combustión en Pila el aire en exceso es del 60 - 100 %.

 ¨       En la combustión en lecho, con lanzador de bagazo sobre parrilla, actualmente extendido en calderas RETO y RETAL, el exceso de aire se reduce hasta el 40 % como promedio.  

¨       La combustión en suspensión – torbellino vertical, horizontal, en capa – se logra con un 30 % de exceso de aire, asegurando combustionar las partículas de bagazo de todo tamaño. 

Se ha comprobado que por cada unidad que se eleve la eficiencia de la caldera se alcanza una economía de 1.5 unidades de porciento de bagazo sobrante; así cuantificando el potencial que significa el incremento de la eficiencia en la generación de vapor, vale decir que,  

si la eficiencia total de generación de vapor de los ingenios cubanos se elevara tan solo en 10 unidades, sería posible disponer de un 15 % más de bagazo sobrante, lo que en la campaña de referencia de 35 millones de toneladas de caña, significaría un sobrante adicional por este concepto de 1,47 millones de toneladas de bagazo, equivalente a 272 500 toneladas de petróleo.

  

b)    De la manipulación y el almacenamiento del bagazo

Al hablar de eficiencia de generación y de disponibilidad de bagazo sobrante, resulta indispensable incluir el aspecto que tal vez ha recibido menos atención en los estudios de la energética azucarera, es lo referido al almacenamiento, compactación y suministro efectivo y estable del bagazo.  

La práctica diaria evidencia la imposibilidad de lograr una eficiente generación de vapor y mucho menos una efectiva operación de fabricación de azúcar sin la garantía de la alimentación de bagazo estable y en la cantidad requerida. 

Como comparación curiosa, en las plantas energéticas que emplean carbón como combustible el 30 % del costo total de la instalación corresponde a los sistemas de manipulación, almacenaje y alimentación del carbón. 

La eliminación del empleo de otros combustibles para enfrentar las fluctuaciones de la operación del ingenio y sus pruebas y arrancada, exige que cada fábrica disponga de su área de almacenamiento y de las instalaciones para compactar y descompactar el bagazo, unido a sistemas simples y confiables de alimentación de bagazo a las calderas. 

Una vez rescatados y consolidados estos sistemas convencionales de manipulación del bagazo, sería el tiempo de aplicar variantes más complejas y de mayor efectividad para el almacenamiento y  dosificación del bagazo a las calderas, como son los silos, utilizados extensamente en Australia. 

La clasificación y la uniformidad del tamaño de la partícula de bagazo y el quemador de sólidos, son también opciones interesantes en una segunda etapa, en razón que introducen nuevas exigencias, consumos energéticos adicionales, requieren perfeccionamiento todavía y sobre todo porque sus beneficios potenciales resultarían anulados si antes no se resolvieran los problemas básicos señalados, que tienen un mayor efecto a corto plazo y que no precisan de experimentación o desarrollo previo alguno. 

    c)    Del secado del bagazo  

Como señalamos, el secado del bagazo constituye un importante elemento adicional en la búsqueda de mayores volúmenes de bagazo sobrante.  

En Cuba ya existen, comprobados en la práctica e inclusive comercializados en otros países, dos sistemas de secado del bagazo integral, tal cual sale del molino, uno neumático y otro rotatorio, que utilizan ambos el calor sensible de los gases de escape de las calderas, reduciendo así, aún más, las pérdidas por esa vía. 

Si redujéramos la humedad del bagazo de 50 % a 38 % esta diferencia significa elevar  el bagazo sobrante en un 9 % adicional; este ahorro resulta de reducir en 100 0C la temperatura de los gases de escape y representa 0,91 millones de toneladas adicionales de bagazo sobrante, equivalentes a 169 150 toneladas de petróleo adicionales. 

EL SEGUNDO OBJETIVO EN LA POLITICA ENERGETICA AZUCARERA ES LOGRAR GENERAR EL MAXIMO DE ELECTRICIDAD CON EL VAPOR NECESARIO PARA EL PROCESO, a fin de alcanzar la plena satisfacción de las necesidades de electricidad de la agroindustria y aportar al sistema eléctrico nacional. 

Esto es posible en razón de que las 4 500 Kcal/kg. de azúcar que consume un ingenio productor de azúcar de caña, entre 2 600 y 2 800 Kcal se requieren como energía calorífica en el proceso y solo 360-400 Kcal se necesitan como energía mecánica. 

De aquí la factibilidad de Co-GENERAR, es decir, de que no menos del 90 % del vapor que se emplee en fabricar el azúcar pase previamente a través del turbo generador, para utilizarla energía mecánica en producir electricidad y posteriormente este vapor entregue su energía calorífica en el proceso de fabricación de azúcar. 

La eficacia de esta operación radica en que por el turbo pase el vapor necesario para la fabricación, ni más ni menos. Si es más se pierde el 70 % del valor energético y si es menos se desaprovecharía la posibilidad de convertirlo en energía eléctrica. 

Al abordar este tópico surge como cuestión obligada lo referido a la presión más apropiada de generación. 

No hay dudas que al generar con vapor de mayor presión se obtiene un índice de eficiencia de conversión superior, pero en esta consideración tienen obligatoriamente que intervenir factores de orden no solo técnico-cuantitativo, sino económicos, de factibilidad operacional, de correspondencia con el proceso azucarero y de oportunidad. 

Veamos como se comporta la eficacia de generación eléctrica para diferentes presiones del vapor:

 

A 250 lb/pulg2 :

 33 lb de vapor/kwh generado

A 400 lb/pulg2 :

 27 lb de vapor/kwh generado

A 600 lb/pulg2 :

 22 lb de vapor/kwh generado

A 800 lb/pulg2 :

 19 lb de vapor/kwh generado

A 1 200 lb/pulg2 :

 16 lb de vapor/kwh generado

 Es evidente que la ganancia es asintótica, el incremento de eficiencia entre 250 lb y 600 (350 lb más de presión) representan una ganancia de 11 lb de vapor por kwh generado; sin embargo cuando pasa de 600 a 1 200 lb, donde el salto es de 600 lb que exige transformaciones raigales en elevada precisión de operación, rigurosa calidad del agua y materiales especiales, junto a sofisticados sistemas y elementos de control y protección sólo posibilita un margen de ganancia de 6 lb de vapor/kwh generado. 

Esto no significa que el empleo de presiones de 800 ó 1 200 lb no tenga – en el marco de la industria azucarera – un espacio, pero éste responderá a condiciones muy específicas, no solo sino, mucho más, de integración en un esquema nacional de generación eléctrica. 

DE LAS OTRAS OPCIONES Y LAS OTRAS FUENTES 

a)    Los residuos de la cosecha 

Constituyen también un potencial apreciable, cuya materialización requiere aún resolver problemas técnicos, siempre con un enfoque sistémico, para que pueda contribuir a enriquecer la oferta energética de la agroindustria azucarera. 

El volumen total de este material puede colocarse en el entorno de los 2,2 millones de toneladas equivalentes a 0,7 millones de t de petróleo (en una zafra-referencia de 35 millones de toneladas de caña) distribuido, en el caso de Cuba, en 800 puntos, que son los centros de limpieza en seco. 

Su marco se localiza hoy en su empleo como combustible en las comunidades, para servicios sociales y para uso doméstico, empacada o briqueteada. En la industria será el aporte futuro de combustible adicional en las producciones derivadas, en la generación eléctrica en el período de zafra, siempre una vez alcanzado el máximo de bagazo sobrante. Sin olvidar la potencial competencia, en razón de que los residuos de la cosecha constituyen también fuente de alimento animal. 

b)    Biogas  

Los residuos líquidos de los ingenios pueden aportar 1 m3 de gas por cada tonelada de caña molida. Igualmente, los residuales de las destilerías (los mostos o vinazas) y los de la producción de torula, resultan también fuentes de biogas. 

El potencial total de esta vía en Cuba se ubica en los 50 millones de m3 por año-zafra, equivalentes a 26 650 t de petróleo. 

La gasificación de la biomasa cañera, las turbinas de gas, etc., requieren, por supuesto, de atención en el esfuerzo en la solución de los problemas energéticos de cualquier país, a partir de la industria azucarera. 

Es evidente que si bien la agroindustria azucarera constituye factor de notable peso en el desarrollo y consolidación de una sólida estructura energética nacional, la dimensión de su aporte dependerá de una estrategia acertada que asegure la plena expresión de su potencial. 

Tal es el reto. 

 

TABLA No.1 

EQUIVALENCIAS MÁS EMPLEADAS 

1 Kg de Petróleo (Búnker C)

 =  10 000 Kcal

1 Kg de Bagazo (50 % de humedad)

 =    1 850 Kcal

1 kg. Paja de Caña (15 % de humedad)

 =    3 200 Kcal

1 m3 de Biogas

 =    5 320 Kcal

1 Kcal

 =    4,3 Kjoule

  

TABLA No.2

 ESTRUCTURA Y COMPONENTES DE LA CAÑA DE AZUCAR  

De 1 000 Kg de Caña en el Cañaveral: 

Ø  Residuos que quedan en el campo.......................................   94 Kg  (9,4 %)

Ø  Residuos separados en la estación de limpieza...................   82 Kg  (8,2 %)

Ø  Residuos que van al Central con la caña..............................   56 Kg  (5,6 %)

Ø  Caña que llega al Central...................................................... 824 Kg (82,4 %)

 

 Fuente: Manual de los Derivados de la Caña de Azúcar, ICIDCA-GEPLACEA-PNUD, 1990.

  

TABLA No.3 

PRODUCTOS DE LA CAÑA LLEGADA AL CENTRAL

 De 1 000 Kg de caña que llega al Central: 

                                                Agua. 522 kg.

                                                Cachaza.........................  40 Kg

                                                Miel.................................  31 Kg

                                                Azúcar. 126 kg.

                                                Bagazo. 280 kg.

  

Fuente: Manual de los Derivados de la Caña de Azúcar, ICIDCA-GEPLACEA-ONUDi, 1990. 

TABLA No.4  

EVOLUCION DE LA GENERACION ELECTRICA EN LA INDUSTRIA AZUCARERA CUBANA, 1959 – 1990. 

 

1959

1990

Fábricas de Azúcar

159

156

Con Plantas Eléctricas

119

150

Potencia Instalada (MW)

317

726

Energía Eléctrica Generada (GW-h) 

390

         1 262

 

Fuente: Valdés, Antonio: Conferencia Mundial de la Biomasa, La Habana, 1995.

 

¿El suicidio del dólar?

Se están creando las condiciones para el crecimiento de un bloque no occidental en la economía global

Rafael Poch 26/03/2022,CTXT



La inscripción Annuit cœptis en un dólar americano. CALEB KNOTT (FLICKR)

El 26 de febrero Estados Unidos y sus aliados confiscaron las reservas de oro y divisas del Banco Central de Rusia que este tenía en Occidente, alrededor de la mitad del total de sus reservas, es decir unos 300.000 millones de dólares. Ni la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ni el Banco Central Europeo (BCE) fueron consultados al respecto. Son muchos los observadores que estiman que la medida será autodestructiva para la hegemonía global del dólar, sobre la que reposa la estabilidad de la deficitaria y monumentalmente endeudada economía de Estados Unidos.

Desde 1971, cuando Estados Unidos abandonó el patrón oro en la convertibilidad del dólar, el sistema de Bretton Woods, los bancos centrales organizaron sus reservas en dólares en lugar de oro. Al hacerlo, compraban bonos del tesoro de Estados Unidos y financiaban los déficits presupuestarios y de la balanza de pagos de ese país. El comercio del petróleo en dólares añadía poderío al dólar como indiscutida moneda global de referencia.

Estados Unidos ha venido utilizando esa posición de poder para ordenar el mundo a su gusto e interés. Puede bloquear pagos, congelar activos y practicar confiscaciones en cualquier momento. Ahora, al confiscar las reservas de Rusia se ha lanzado un mensaje inequívoco a todo el mundo. En palabras del exdiplomático británico Alastair Crooke, “si hasta un país importante del G-20 puede ver sus reservas confiscadas con solo pulsar un botón, para aquellos que aún tienen reservas en Nueva York el mensaje es meridiano: sacarlas de allí mientras sea posible”.

Lo que Estados Unidos dice al mundo es que cualquier país que tenga sus reservas allí está expuesto a que puedan ser confiscadas

Rusia no es un caso aislado. Las reservas de Irán ya fueron confiscadas en el pasado. Los 9.000 millones de fondos de Afganistán, que impedirían la catástrofe humana y el hambre que está teniendo lugar allá, también fueron confiscados por Biden como cruel represalia por la espantada militar occidental forzada por los talibanes el pasado agosto. El año pasado el Reino Unido le robó a Venezuela el oro que esta tenía en el Banco de Inglaterra y del que Caracas intentó disponer para comprar recursos médicos contra la pandemia.

Con todas estas medidas, lo que Estados Unidos dice al mundo es que cualquier país que tenga sus reservas allí está expuesto a que, si su política no gusta a Washington, bien porque comercia con países adversarios, bien porque reparte demasiado su renta entre las clases populares en perjuicio de los beneficios de multinacionales, o porque simplemente busca una mayor independencia política o económica del entramado controlado por Estados Unidos, sus reservas pueden ser confiscadas.

“Hemos convertido los depósitos en euros y dólares en un factor de riesgo”, dice Wolfgang Münchau, un conocido analista alemán de derechas y estrella del Financial Times. “Confiscando los fondos de Afganistán, Venezuela, Irán y ahora Rusia, politizando el mecanismo de pagos y transferencias del Swift, la influencia global de Estados Unidos disminuye”, dice el exembajador americano Chas Freeman.

La confiscación de las reservas rusas “animará a rusos, chinos, BRIC's, etc. a buscar otras monedas y mecanismos más seguros”, augura Münchau, pero en realidad esto no es un horizonte sino un proceso ya en marcha. Desde que hace ocho años se impusieron sanciones a Rusia por la anexión de Crimea, la participación del dólar en el conjunto de los pagos internacionales ha disminuido 13,5 puntos: pasó del 60,2% en 2014 al 46,7% en 2020. “El dólar se ha convertido en una moneda tóxica”, dice el economista ruso y consejero de Putin Sergei Glaziev. ¿Qué pasará a partir de ahora con esta tendencia?

La principal consecuencia es que se están creando las condiciones para el crecimiento de un bloque no occidental en la economía global que tendrá un impacto negativo para los intereses del hegemonismo. Hace más de una década que el presidente Lula ya comprendió que había que salirse mancomunadamente del dólar y su entramado. Parece que fue Lula el primero que compartió con Vladimir Putin y Hu Jintao, el entonces presidente chino, la idea de avanzar conjuntamente en una política en esa dirección, algo que los chinos tenían claro desde hacía mucho tiempo. El protagonismo de Lula en aquella iniciativa pudo haber sido incluso determinante para el irregular derrocamiento del brasileño y su posterior encarcelamiento. Hoy las cosas han cambiado y no solo porque Lula puede regresar a la presidencia de Brasil.

Ningún BRIC ha participado en las sanciones contra Rusia: ni India, ni el Brasil de Bolsonaro, ni África del Sur, ni la atlantista Turquía, ni los países del Golfo, ni por supuesto China...

El miércoles la conferencia de ministros de Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica (57 países miembros) rechazó sumarse a las sanciones contra Rusia. Ningún país de África, ni de Asia Occidental y Central ha impuesto sanciones a Rusia y en Asia Oriental solo lo han hecho Singapur y Japón, con China e India marcando la línea general.

Aún más significativo, Arabia Saudí está manteniendo conversaciones con China para comerciar en yuanes el pago de su petróleo. El 25% del petróleo saudí va a China. Que el petróleo deje de venderse en dólares, ¿no equivale a una quiebra de la economía de Estados Unidos?



Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y un ensayo colectivo sobre la Alemania de la eurocrisis.

Minindustrias en Cuba: Quieren enlatar la tranquilidad (+ Fotos e Infografías)

 Por: Rogelio Carmenate, Joel Mayor Lorán, Otoniel Márquez, Cubadebate

En este artículo: Agricultura, Alimentos, Artemisa, Cuba, Economía, Fotografía, Industria
 


Tener puré de tomate para varios meses, frutas en almíbar que comer cuando prefiera, vegetales que puedan resistir el paso de los días y hasta semanas, es el sosiego de quien se enfrenta a la cocina a diario en Cuba. Por todo el archipiélago, un sinfín de minindustrias insiste en enlatarles esa tranquilidad.

Les asisten diversos motivos: principalmente, satisfacer la demanda local, añadir valor agregado a sus producciones y reducir las pérdidas poscosecha. Sin embargo, han de evadir no pocos obstáculos.

Empeños que valen oro



Los envases en formato de cinco litros, les encarecen la compra a los consumidores

El afán en La Caprichosa es admirable, porque se traduce en alimentos para el pueblo, contribuye a que nada se pierda en los campos, sino que lo producido esté sobre la mesa, incluso en formas más elaboradas y sabrosas.

Esta minindustria penetra en los hogares de Alquízar, provincia de Artemisa, y gana adeptos en otras regiones de Cuba con su producto estrella: el adobo.

Su permanente presencia en el mercado le ganó hace rato la admiración de muchos. En medio de la COVID-19, le pasaron por encima a planes y números con la voluntad de arribar a los asentamientos, incluso a la distante playa Guanímar, cuando la suspensión del transporte de pasajeros impedía a sus habitantes llegar hasta el pueblo.

Quien demuestra tesón día a día bien puede hablar de inconvenientes en el camino. Argemis Kindelán, jefe de brigada de La Caprichosa, se refiere a los retos que enfrenta esta minindustria, similares a los que de otras.

“Estamos recibiendo envases en formato grande, lo cual encarece la compra por los consumidores: no es lo mismo adquirir un litro, que cinco. Para eso hemos recurrido al nailon, para envasar una cantidad menor.

“No obstante, eso influye negativamente en los ingresos de los trabajadores. Hemos producido más de 10 toneladas de puré de tomate, pero no hemos podido venderlas.

“Además, la Empresa Agropecuaria aprobó pagar el quintal de ajo a 5 500 pesos. Eso elevará el precio de nuestros productos, que a veces incluyen componentes en divisas... Más el pago de la corriente, de la ONAT, el salario de los obreros y el envase a 50 pesos. Aun cuando queremos vender más barato al pueblo, es difícil bajar los precios.

“Una de las alternativas a la falta de envases es llegar a comunidades y asentamientos de Alquízar con esos productos a granel, en botellas o nailon. También hemos vendido en otros municipios como Caimito, Guanajay y Mariel.

“Logramos entrar al Centro de Elaboración y Distribución de Alimentos (CEDA) de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, con yuca congelada, cebollino, vinagre, adobo y mermelada de mango y de guayaba. Hay una gran competencia entre los proveedores de ese mercado. Ahora pensamos incrementar las ventas, luego de un estudio de sus necesidades.

“¿Encadenamiento? Con la CCS Álvaro Reynoso. Ellos aportan viandas y nosotros nailon. Igual le brindamos azúcar, guayaba y nailon a un trabajador por cuenta propia (TCP), y él elabora turrones de maní, barras de guayaba, dulce de coco y coquitos. Esos productos tienen muy buena aceptación. Los certifica nuestra marca.

“A una empresa de plásticos en Santa Clara le compramos 50 000 bolsas de nailon, que sellamos con una máquina comprada a un TCP. Y la Empresa de Recuperación de Materias Primas nos vende las botellas.

“Tenemos contratos con unas 20 entidades, sobre todo con la CPA Héroes de Yaguajay, suministradora de mango y guayaba. Y estamos en el proceso de negociación de precios con Cimex, para la venta en tiendas en línea y en MLC, con el fin de importar envases”.

Actualmente, 11 productos de La Caprichosa están certificados, incluidos el adobo y la crema de guayaba, con perspectivas de exportación mediante la empresa Cítricos Caribe.

“Somos muy cuidadosos con la calidad y la inocuidad. Nuestros productos son examinados por un laboratorio de la industria alimentaria. Aunque estos análisis son costosos, nos dan la medida de la calidad de cuanto producimos y de la garantía para el consumo, a tono con estándares internacionales”, destaca Kindelán.



Una de las alternativas a la falta de envases radica en llegar con sus productos a granel, en botellas o nailon

Esa calidad la confirma Leinis Peña, clienta del mercado agropecuario estatal, que acude habitualmente en busca de adobo, vinagre, aliño y encurtidos. Con ella coincide Madelín González, vendedora del área de productos beneficiados de ese mercado.

Según Yaniuvys Cruz, especialista agroindustrial del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal Artemisa, la provincia dispone de 11 micro y minindustrias activas, la mayor en San Cristóbal, con capacidad para unas 10 toneladas por jornada, y otras en Güira de Melena, Alquízar, Bahía Honda, San Antonio de los Baños, Mariel y la ciudad cabecera, donde ejecutan dos inversiones.

Líderes en Cuba



En busca de adobo, vinagre, aliño y encurtidos, Leinis Peña acude habitualmente al Mercado Agropecuario Estatal

Si se trata de minindustrias, la mayor red del país la tiene la Agroindustrial Ceballos, de Ciego de Ávila, una megaindustria moderna que centra las exportaciones agrícolas de esa provincia.

A diferencia de cuanto ocurre en Artemisa, esa empresa asegura las materias primas a su red y las minindustrias le venden sus producciones. Luego, Ceballos las exporta o vende en línea y les retorna el 80% de ese valor en MLC, con un respaldo en coeficiente de liquidez (CL).

Esto permite disponibilidad de divisas y la importación a través de la empresa, o acceder a materias primas que se venden en esa moneda.

Y cuando compran insumos en dólares, se les descuenta de ese valor, precisa Orisel Mendoza, obrera de la minindustria La Julia, en conversación con la colega Katia Siberia.

La disponibilidad de materias primas y comercialización de sus producciones en moneda nacional o MLC, mediante la empresa agroindustrial, es una importante garantía.

Aunque su demanda asciende a 11 millones, a Ceballos le asignaron 289 000 latas, una cantidad que ni sueñan en otros lugares, y ya las CCS y otras formas productivas tienen potestad para adquirir envases por otras vías.

De todos modos, los precios de las latas oscilan entre 1.17 y 1.40. Al multiplicarlo por 24, salen a 28 pesos, adicionales al costo de la mermelada o cualquier otro producto envasado. Por eso recurrieron a alternativas, como su propia sopladora de pomos.

“De esa manera, sortean obstáculos y abaratan costos, cuando el azúcar subió de 0.16 centavos a 8.50 el kilogramo, y un litro de vinagre para mojito, de 0.70 a 16.10, a lo cual es preciso sumar el costo de las etiquetas. Los nuevos precios de las materias primas alteraron el precio final de los productos”, afirma Siberia.

Agroindustrial Ceballos cuenta con 11 000 hectáreas, 8 000 cubiertas de frutales como mango, guayaba, piña y cítricos. Otras 17 con casas de cultivo protegido, 10 con semiprotegido y las tierras restantes con viandas, hortalizas y granos.

Exporta jugos naturales de frutas tropicales, pulpas asépticas y concentradas de mango, puré aséptico de guayaba, jugos concentrados de toronja blanca, aceites esenciales, papaya sulfitada, piña MD-2 (certificada con la norma internacional Global GAP, paradigma de buenas prácticas agrícolas), mango fresco, ají picante chile habanero y carbón vegetal de marabú.

La demanda de ají picante y chile habanero crece aceleradamente en Holanda, Francia y Canadá, que han adquirido más de 120 toneladas desde 2016.

En la actual campaña de tomate ya convirtieron 4 000 toneladas en más de 600 de pulpa, que utilizarán en las producciones de diferentes salsas, informó a la Agencia Cubana de Noticias Noemí Iglesias Falcón, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Conservas de Frutas y Vegetales.

Pedro Manuel Díaz González, especialista en el cultivo del tomate en la delegación provincial de Agricultura, adelantó que esperan asegurarle 7 500 toneladas a Ceballos.

El culpable fue Napoleón



Buena parte de las minindustrias se dedican a procesar frutas y vegetales

Con el proceso de conservación de los alimentos se evita o ralentiza su deterioro, al impedir el crecimiento de levaduras, hongos y otros microorganismos, y  retrasar la oxidación de las grasas que los tornan rancios.

También se inhibe la decoloración natural que puede ocurrir durante la preparación de los alimentos.

Muchos métodos de elaboración incluyen técnicas diversas de conservación. Las mermeladas de frutas implican cocción (para reducir su humedad y matar bacterias, hongos…), azucarado (para evitar que vuelvan a crecer) y envasado en un tarro hermético (para evitar su contaminación).

Igual se pretende mantener o mejorar los valores nutricionales, la textura y el sabor. En muchos casos, el cambio los hace más que apetecibles, como en los quesos, yogures y encurtidos.

Con un proceso de fabricación adecuado, los alimentos no pierden ni un ápice de sus propiedades. Mantienen las mismas proteínas, grasas saludables, minerales y vitaminas que si se consumieran frescos.

Además, incluir en la dieta conservas como las sardinas ayuda a obtener ácidos grasos insaturados, entre estos el famoso omega-3, un ácido de cadena larga que contribuye al funcionamiento normal del corazón, entre otros beneficios.

Por si no bastara, son fuente de hierro, que ayuda a disminuir el cansancio; de zinc, que contribuye al buen estado de uñas, piel y cabello, y de yodo, que favorece la producción de la hormona tiroidea, el normal funcionamiento del sistema nervioso y el buen estado de la piel.

Los alimentos naturales perecen con el paso del tiempo, a veces en pocas horas o en unos días… Hasta que el hombre consiguió encerrarlos en una lata por tiempo indefinido.

Aunque se conocían varios sistemas de conservación (en salmuera, ahumados, en aceite, vinagre o azúcar, mediante desecación…), las garantías sanitarias eran escasas y la fiabilidad muy variable con el transcurso de los días.

En tiempos de Napoleón buscaban un método para conservar los alimentos durante largo tiempo, sobre todo por las necesidades de las tropas francesas.

Nicolás Appert, un modesto y poco conocido investigador francés, ideó introducir frutas y vegetales en gruesas botellas de vidrio, cerradas con corcho y alambre, para someterlas después a una cocción en agua hirviendo. Había descubierto la conserva.

Situación en el país



Al someterse al proceso de conservación, los alimentos no pierden ni un ápice de sus propiedades

Midalys Naranjo Blanco, directora general de Política Industrial del Ministerio de la Industria Alimentaria, destaca cuán diverso es el panorama del procesamiento de alimentos en Cuba.

“Existen 1 176 minindustrias dedicadas al procesamiento de frutas y vegetales, bebidas, productos cárnicos y otras producciones, la mayor parte del sistema de la agricultura, los Gobiernos locales y el Mincin, además de mipymes.

“Con capacidad productiva de unas 37 000 toneladas mensuales, se dedican al procesamiento de frutas y vegetales, carnes y otras producciones como lácteos, pesca, vinagres, vinos, caramelos, fideos y otros derivados de harinas de trigo, arroz, maíz, yuca, a lo que se suman panaderías-dulcerías.

“Hay 2 033 panaderías subordinadas a las empresas alimentarias locales y la Empresa Cubana del Pan, en las comunidades pesqueras, turísticas y en el Plan Turquino”.

De acuerdo con la directiva del Minal, entre las fortalezas para la producción industrial de alimentos sobresalen el diseño estructural de los municipios y los niveles de representatividad, así como el reconocimiento normativo de mecanismos participativos.

Igualmente, destaca la infraestructura básica de servicios; la instrucción de los recursos humanos en cualquier lugar del país con el acceso a universidades, centros de investigación y otras organizaciones, y la existencia de reservas productivas que pueden movilizarse y manejarse en la escala municipal.

Las debilidades están en la “escasa articulación con otros emprendimientos locales, o en zonas aledañas, que les permitan alcanzar otras escalas e inserciones efectivas en las dinámicas nacionales”.

Agrega que tampoco hay sostenibilidad en el abastecimiento de materias primas agropecuarias, pues las capacidades productivas se explotan, como promedio, al 60%.

También menciona la falta de envases de todo tipo (fundamentalmente de hojalata), la inestabilidad de insumos como azúcar y aditivos químicos, y que no se garantiza la sostenibilidad de las instalaciones, al no contar con partes y piezas necesarias para los mantenimientos.

Naranjo Blanco advierte que el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 prevé fortalecer los encadenamientos productivos de la economía con el sector alimentario y la integración interna, mediante el perfeccionamiento del mercado de insumos, el desarrollo de la minindustria y las mejoras en la logística y comercialización en toda la cadena.

“Debemos potenciar la integración de la gran industria con las locales y las minindustrias, tanto de actores estatales como privados que posean personalidad jurídica, y complementar los alcances, destinos y capacidades tecnológicas.

“La integración no solo responde a una articulación productiva, sino a estandarizar parámetros de calidad e inocuidad de los alimentos.

“Esta visión más descentralizada permite a todos los actores incorporar mayor valor agregado a sus producciones, aumentar la satisfacción de la demanda local, llegar a cada lugar con productos industrializados y, consecuentemente, reducir las pérdidas poscosecha por el acercamiento de las fuentes primarias con la industria”, afirma.

La directora general de política industrial del Minal, compartió con Cubadebate las líneas estratégicas para bases productivas de alimentos.

  1. Desarrollo industrial:

  • Consolidación y desarrollo de las capacidades industriales vinculadas con la producción de alimentos, al lograr encadenamientos productivos entre los actores que aseguran materias primas y los dedicados a esta actividad, tanto estatales como de formas de gestión no estatal y Mipymes, para la diversificación de los productos.
  • Incrementar la generación de electricidad con fuentes renovables de energía, e implantar estas en las principales entidades económicas del sector agroalimentario, así como la producción de gas propano, carbón vegetal y leña para la cocción de alimentos.
  • Aprovechar formas productivas de alcance local, principalmente Mipymes, para el desarrollo de la acuicultura en los embalses territoriales.
  1. Desarrollo de capacidades productivas en las empresas del sector de la industria alimentaria:
  • Incremento y desarrollo de la producción de conformados de productos derivados de la pesca y en la industria cárnica, al fortalecer el encadenamiento entre los actores económicos, con destino social y al turismo.
  • Ampliar las capacidades productivas de conservas de frutas y vegetales, al fomentar la compra directa a los productores agrícolas en las minindustrias diseminadas a nivel territorial.
  • Mejorar el mantenimiento de la maquinaria industrial existente en las unidades productivas dedicadas a la producción de alimentos.
  • Desarrollo de nuevas capacidades de producción de hielo, con destino a la industria cárnica.
  • Permitir el procesamiento industrial de la carne vacuna y porcina; como resultado, asumir los compromisos de entrega que demanda el municipio.
  • Eliminar o reducir, según sea posible, los niveles de insumo o comercialización de materias primas y mercancías importadas (pollo, MDM y salchichas), al asumir entregas de productos cárnicos de producción nacional.
  • Incrementar la producción con destino al turismo, Zona Especial de Desarrollo Mariel, exportaciones y cadenas de tiendas, al diversificar los productos que hoy se comercializan, mediante el apoyo en las producciones de las Mipymes de reciente creación.
  • Resolver el impacto negativo que generan los vertimientos de residuales líquidos de la industria, y minimizar los riesgos biológicos que condicionan la ubicación geográfica de las instalaciones industriales.
  1. Acciones principales para consolidar el desarrollo de la minindustria:
  • Propiciar los encadenamientos productivos de las minindustrias, entregando semielaborados y/o productos terminados a la gran industria.

  • Gestionar e implementar lo refrendado en el Decreto 22 de la Producción Industrial de Alimentos y Bebidas.

  • Garantizar encadenamientos en que las unidades productivas dedicadas a la elaboración de alimentos se beneficien con fuente de financiamiento en MLC.

  • Prever en el plan de la economía las materias primas, insumos y otros recursos para lograr una explotación estable de las minindustrias, así como el cumplimiento de la contratación entre las bases productivas y las minindustrias.

  • Programar y ejecutar el mantenimiento industrial y civil de las minindustrias.

  • Fortalecer los vínculos con los centros científicos y de investigación, en especial con el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria (IIIA) y el Instituto de Ingeniería Agrícola (IAgric).

  • Garantizar la capacitación técnica industrial del personal.

  • Priorizar la adquisición de nuevas minindustrias, a través de proyectos de colaboración.

  • Incorporar sistemas de deshidratación solar como nueva línea de procesamiento de los productos.

Cómo lo hace Casa Pesca

Creamos los estanques y los sembramos de peces, afirma Raúl Lastre Fonte, quien dirige la mediana empresa Casa Pesca

Muy acorde con lo abordado por Midalys Naranjo Blanco, Raúl Lastre Fonte le ha puesto el corazón a las ideas y su mediana empresa Casa Pesca, en Bahía Honda, consigue varios de esos objetivos.

No solo satisface a los clientes (lo cual ya es mucho) y asegura utilidades a los trabajadores, sino que logra encadenamientos productivos, desarrolla la acuicultura en embalses construidos por ellos mismos y elabora varios productos derivados de la pesca.

Además, planea exportar y vender a  las cadenas de tiendas en MLC.

“Elaboramos croquetas, hamburguesas, salchichón, jamonada y bacalao, también spam y chorizo. Comenzamos con el servicio de cafetería, luego habilitamos un punto para vender en paquetes, como en un mercado”.

Los dos locales atraen a los bahiahondenses. La oferta invita a comparar, buenos panes con salchichón, jamonada o hamburguesa no cuestan más de 15 pesos, e igual tienen propuestas para quienes prefieren multiplicar los ingredientes. ¿Dónde más?

En el otro establecimiento, los clientes aseguran plato fuerte para la casa o la merienda de los escolares. Encima, el ingenio de Casa Pesca añade un peculiar atractivo: paletas de helado elaboradas allí. Helen Valdés, Dairon Pérez, Rosa Chirino y Orlando González aseguran haberse convertido en habituales de ambos sitios.

“Ahora queremos montar casas de cultivo, dar un valor agregado a esas producciones e incorporarlas al punto de venta tipo mercado. Por supuesto, vamos a abrir un restaurante especializado, desde el cual contribuir al combate contra la inflación. Pretendemos que el pueblo pueda comerse un buen pescado a un precio asequible.

“Y planeamos levantar un ranchón educativo, por llamarlo de algún modo, donde la población pueda ver de dónde sale el pescado que consumen… y hasta pescarlo. Tendría un cable para viajar por encima de todo el proyecto y apreciar los estanques y la pesca”, explica.

Pueden parecer simples anhelos de soñadores, pero no lo son. La cafetería no carece de pan, porque se encadenaron con la alimentaria. Tampoco faltan surtidos, porque disponen de un centro de elaboración propio.

“El 90% de los equipos del centro de elaboración son hechos por nosotros, o estaban en desuso y los rescatamos. Por eso, pese a la subida del costo de lo que no producimos, como los sazones y la yuca, hemos mantenido el precio inicial, pues la materia prima principal es el pescado y lo producimos nosotros mismos”, señala Lastre Fonte.

Más de una montaña ha tenido que inclinarse ante tamaña voluntad. ¿Metáfora? No. Han descarnado varias laderas para crear los estanques hoy sembrados de peces. Cada uno es herencia del sudor de sus frentes.

A partir del cultivo de la tilapia roja pretenden ingresar divisa, “para ser funcionales, hacernos de embarcaciones y adquirir equipos, artes de pesca y útiles que es preciso importar, así como leche en polvo para garantizar el helado a un precio razonable”, sostiene el decidido emprendedor.

“La situación con el dólar y el CL (capacidad de liquidez) nos está trabando. Podemos comprar a empresas, pero no tenemos cómo pagarles. Ellas sí nos pueden pagar, pero no podemos circular ese CL. Tienen sus cuentas en CL y no en dólares; nosotros en dólares y no en CL. Ni manera de convertirlo. Necesitamos abrir esas puertas para adquirir mallas, sazones, latas para sardinas…”, dice.

Indudablemente, es hora de eliminar trabas para que se desate la creatividad y crezcan las producciones y abastecimientos. Que abunden embutidos, sardinas, aliños, mermeladas, puré de tomate… y que la tranquilidad, ¡por fin!, quede enlatada.

No faltan sus surtidos porque Casa Pesca dispone de un centro de elaboración propio



La oferta en ambos locales atrae a los consumidores en Bahía Honda