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martes, 7 de marzo de 2023

Sobre el artículo de Oscar Fernández, “Ni topar los precios ni permitir mercados anárquicos! Hay que hacer ciencia económica!

Por Carlos Manuel Balán Carballo

Muy buen artículo el de Oscar, como siempre. La economía cubana es sui generis, lo que se nos da a nosotros, por lo regular no sucede en ninguna otra parte, ni en Uruguay, donde recientemente se ha dado un proceso regulatorio de los precios  usando métodos indirectos y no meramente administrativo. Pero en Uruguay existe un mercado con variada oferta, hay competencia, aquí el mercado de oferta está deprimido, básicamente en lo más básico y necesario, los alimentos. Por tanto y poniéndome en el lugar de los decisores son pocas las opciones de aplicación de la ciencia, que no sean aquellas que provoquen un incremento de la producción intensiva de productos  agrícolas y pecuarios. Pero, para producir alimentos de manera intensiva, con alta productividad y valor agregado se necesitan recursos (humanos, financieros y materiales) y aquí se cierra el paraguas. Si me pregunto a mí mismo, entonces qué hacer?  Me diría; declaro emergencia alimentaria, exención total de impuestos a la producción de alimentos, tanto en el campo, como en la industria, subsidio a determinadas producciones, leche, carne, granos, etc.

Disminución de subsidios a empresas con pérdidas y traslado de esos subsidios para potenciar la producción de alimentos. Crear polos productivos especiales, un Mariel a pequeña escala, con otra economía, donde participen tanto el estado, como privados, incluyendo extranjeros. Por ejemplo en Mayarí hay agua de nunca acabar y por lo que se sabe, lo que se produce no está en correspondencia con el activo (agua) a disposición de la agricultura.

La política de subsidios a los productos agrícolas, debe hacerse sobre la base de los rendimientos de la eficiencia, no es económicamente sustentable subsidiar la falta de eficiencia y eficacia. El uso de los subsidios inteligentes es algo común en países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo y donde se proveen nuevas tecnologías de producción y la necesaria asistencia técnica, combinadas con un crédito financiero condicionado a la compra de ciertos insumos o equipos agrícolas.

La política de entrega de tierra usufructuaria, desde mi punto de visto está agotada en su concepción original. Se tiene que dar un paso más audaz con la aplicación de la ciencia y sumar a ella, el sentido común. Existen grandes extensiones de tierra, no solo sin cultivar, sino que no se hace por estar preñada de malezas, arbustos invasivos, donde su Rey es el marabú. Es obvio, que a machete, lima, guantes y garabato de madera es imposible acabar con estas plantas invasivas para luego producir.

El uso de la ciencia y la innovación pudiera tener la siguiente salida; uso del catastro rural para delimitar esas extensiones de tierra invadidas de maleza, vincular los estudios de suelo y determinar la vocación de cultivos de estos, mapificación digital sobre la base de la delimitación catastral y tipo y aptitud de la tierra.

En este contexto que estamos analizando inspirado en el artículo de Oscar y convencidos que la compleja situación alimentaria, sus precios y la inflación galopante, no serán resueltos con importaciones desde terceros países, aunque ahora mismo sería un gran paliativo, tampoco con ajustes o fijación de precios emocionales, que tiendan al populismo, eso se ha ensayado provocando más errores, que los que se han tratado de resolver. 

¿Por qué? en esas tierras ociosas, no creamos pequeñas y medianas zonas de desarrollo especial; con catastro, que existe, estudios de suelo que habrá que hacer, lograr delimitaciones mapificadas, con información relevante (situación hídrica, infraestructuras presentes, fuerza de trabajo, etc.) y creamos Startup (empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes posibilidades de crecimiento).

¿Cómo lograrlo? Que el estado venda bonos soberanos a cualquiera de los actores económicos presentes en la economía y  con ello paliar el déficit fiscal y redirigir parte de  ese financiamiento a la producción de alimentos.

¿Cómo? funciona la venta de bonos del estado: es un tipo de inversión basada en deuda, en que le prestas dinero a un gobierno a cambio de una tasa de interés acordada. Los gobiernos los utilizan para generar fondos que pueden gastar en nuevos proyectos o infraestructura, mientras que los inversores pueden usarlos a fin de que se les pague un retorno establecido en intervalos periódicos.

¿Cómo lograrlo? Que las empresas (Startup) nazcan como sociedades por acciones y que en ella invierta todo el que esté en capacidad financiera y tecnológica de hacerlo, para hacernos entender, `posibilidades de invertir del sector estatal, empresas solventes y con buenos márgenes de utilidades que quieran maximizar sus ganancias. Imaginémonos a Biocubafarma invirtiendo capital y talento en una Startup agrícola, para levantar un polo o zona productiva especial de producción de alimentos, igual posibilidades para inversores privados cubanos residentes e inversores extranjeros.

¿Cómo hacerlo? Estas empresas por sus características, deben nacer con la ciencia y la innovación incorporada, donde es sine qua non, gerencia de alto desempeño y tecnologías, y obvio finanzas.  

En un sentido práctico, a una extensión de tierra delimitada, con sus estudios correspondientes, ya vimos, de suelo, su vocación, infraestructuras, etc.,  se le diseña un plan de negocios y en este se deja claro, tipo de productos, rendimientos esperados, inversión para su puesta en marcha, facilidades para los inversores, atractivos tributarios, como la exención de impuestos por lo menos en los cinco años posteriores a su puesta en marcha, bonificaciones tributarias por reinversión de las o partes de las ganancias.   

¿Cómo hacerlo? Selección del personal gerencial y técnico, con el consenso de los accionistas, puede ser cubano (lo ideal) o extranjero. Captación de jóvenes formados o en formación profesional, con altos estándares de estímulos materiales y morales, creando espacios de confort humanizados, para quienes durante ciertos periodos tienen que permanecer lejos de sus hogares. Un sistema de contratación laboral que implique, contratos por mínimo cinco años y con posibilidades de al cumplir este ciclo y con resultados, tener acceso a una vivienda decorosa a precios lógicos y facilidades de pago, igual a un auto, incentivos morales como reconocimiento social, con ideas creativas, que llenen los espacios emocionales, hoy también deprimidos. La ciencia necesita ideas creativas, porque ella en sí misma es creación.

Por ahí nos vemos

1 comentario:

  1. Soñar no cuesta nada. Son cientos de empresas que se han creado en Cuba con alta tecnología y personal calificado y hoy son chatarras abandonadas por la mala dirección. Son los millones de pesos y divisas que nunca se recuperaron de la inversión.
    El tema teórico tiene la solución perfecta, en la práctica hace falta aplicar otra política. O cambiar la política en la dirección empresarial.

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