Muy buen artículo el de Oscar, como siempre. La economía cubana es sui generis, lo que
se nos da a nosotros, por lo regular no sucede en ninguna otra parte, ni en
Uruguay, donde recientemente se ha dado un proceso regulatorio de los
precios usando métodos indirectos y no
meramente administrativo. Pero en Uruguay existe un mercado con variada oferta,
hay competencia, aquí el mercado de oferta está deprimido, básicamente en lo
más básico y necesario, los alimentos. Por tanto y poniéndome en el lugar de
los decisores son pocas las opciones de aplicación de la ciencia, que no sean
aquellas que provoquen un incremento de la producción intensiva de
productos agrícolas y pecuarios. Pero,
para producir alimentos de manera intensiva, con alta productividad y valor
agregado se necesitan recursos (humanos, financieros y materiales) y aquí se
cierra el paraguas. Si me pregunto a mí mismo, entonces qué hacer? Me diría; declaro emergencia alimentaria,
exención total de impuestos a la producción de alimentos, tanto en el campo,
como en la industria, subsidio a determinadas producciones, leche, carne,
granos, etc.
Disminución de
subsidios a empresas con pérdidas y traslado de esos subsidios para potenciar
la producción de alimentos. Crear polos productivos especiales, un Mariel a
pequeña escala, con otra economía, donde participen tanto el estado, como
privados, incluyendo extranjeros. Por ejemplo en Mayarí hay agua de nunca
acabar y por lo que se sabe, lo que se produce no está en correspondencia con
el activo (agua) a disposición de la agricultura.
La política de
subsidios a los productos agrícolas, debe hacerse sobre la base de los
rendimientos de la eficiencia, no es económicamente sustentable subsidiar la
falta de eficiencia y eficacia. El uso de los subsidios inteligentes es algo
común en países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo y donde se proveen nuevas tecnologías de producción y la
necesaria asistencia técnica, combinadas con un crédito financiero condicionado
a la compra de ciertos insumos o equipos agrícolas.
La política de
entrega de tierra usufructuaria, desde mi punto de visto está agotada en su
concepción original. Se tiene que dar un paso más audaz con la aplicación de la
ciencia y sumar a ella, el sentido común. Existen grandes extensiones de
tierra, no solo sin cultivar, sino que no se hace por estar preñada de malezas,
arbustos invasivos, donde su Rey es el marabú. Es obvio, que a machete, lima,
guantes y garabato de madera es imposible acabar con estas plantas invasivas
para luego producir.
El uso de la
ciencia y la innovación pudiera tener la siguiente salida; uso del catastro
rural para delimitar esas extensiones de tierra invadidas de maleza, vincular
los estudios de suelo y determinar la vocación de cultivos de estos,
mapificación digital sobre la base de la delimitación catastral y tipo y
aptitud de la tierra.
En este
contexto que estamos analizando inspirado en el artículo de Oscar y convencidos
que la compleja situación alimentaria, sus precios y la inflación galopante, no
serán resueltos con importaciones desde terceros países, aunque ahora mismo
sería un gran paliativo, tampoco con ajustes o fijación de precios emocionales,
que tiendan al populismo, eso se ha ensayado provocando más errores, que los
que se han tratado de resolver.
¿Por qué? en
esas tierras ociosas, no creamos pequeñas y medianas zonas de desarrollo
especial; con catastro, que existe, estudios de suelo que habrá que hacer,
lograr delimitaciones mapificadas, con información relevante (situación
hídrica, infraestructuras presentes, fuerza de trabajo, etc.) y creamos Startup
(empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de
negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes
posibilidades de crecimiento).
¿Cómo lograrlo? Que el estado venda bonos soberanos a cualquiera
de los actores económicos presentes en la economía y con ello paliar el déficit fiscal y redirigir
parte de ese financiamiento a la
producción de alimentos.
¿Cómo? funciona la venta de bonos del estado: es un tipo de inversión basada en deuda, en que le prestas dinero
a un gobierno a cambio de una tasa de interés acordada. Los gobiernos los
utilizan para generar fondos que pueden gastar en nuevos proyectos o
infraestructura, mientras que los inversores pueden usarlos a fin de que se les
pague un retorno establecido en intervalos periódicos.
¿Cómo lograrlo? Que las empresas (Startup) nazcan como sociedades
por acciones y que en ella invierta todo el que esté en capacidad financiera y
tecnológica de hacerlo, para hacernos entender, `posibilidades de invertir del
sector estatal, empresas solventes y con buenos márgenes de utilidades que
quieran maximizar sus ganancias. Imaginémonos a Biocubafarma invirtiendo
capital y talento en una Startup agrícola, para levantar un polo o zona
productiva especial de producción de alimentos, igual posibilidades para
inversores privados cubanos residentes e inversores extranjeros.
¿Cómo hacerlo? Estas empresas por sus características, deben nacer
con la ciencia y la innovación incorporada, donde es sine qua non, gerencia de
alto desempeño y tecnologías, y obvio finanzas.
En un sentido práctico, a una extensión de tierra delimitada, con
sus estudios correspondientes, ya vimos, de suelo, su vocación,
infraestructuras, etc., se le diseña un
plan de negocios y en este se deja claro, tipo de productos, rendimientos
esperados, inversión para su puesta en marcha, facilidades para los inversores,
atractivos tributarios, como la exención de impuestos por lo menos en los cinco
años posteriores a su puesta en marcha, bonificaciones tributarias por
reinversión de las o partes de las ganancias.
¿Cómo hacerlo? Selección del personal gerencial y técnico, con el
consenso de los accionistas, puede ser cubano (lo ideal) o extranjero.
Captación de jóvenes formados o en formación profesional, con altos estándares
de estímulos materiales y morales, creando espacios de confort humanizados,
para quienes durante ciertos periodos tienen que permanecer lejos de sus
hogares. Un sistema de contratación laboral que implique, contratos por mínimo cinco años y con posibilidades de al cumplir
este ciclo y con resultados, tener acceso a una vivienda decorosa a precios
lógicos y facilidades de pago, igual a un auto, incentivos morales como
reconocimiento social, con ideas creativas, que llenen los espacios
emocionales, hoy también deprimidos. La ciencia necesita ideas creativas,
porque ella en sí misma es creación.
Por ahí nos
vemos
Soñar no cuesta nada. Son cientos de empresas que se han creado en Cuba con alta tecnología y personal calificado y hoy son chatarras abandonadas por la mala dirección. Son los millones de pesos y divisas que nunca se recuperaron de la inversión.
ResponderEliminarEl tema teórico tiene la solución perfecta, en la práctica hace falta aplicar otra política. O cambiar la política en la dirección empresarial.