La mayor provincia cubana dedica 78 por ciento de su superficie agrícola a la ganadería vacuna
CAMAGÜEY, Cuba, 27 Jun 2015 (IPS) – Sobre los potreros de la extensa provincia central de Camagüey, pesa la meta de satisfacer 45 por ciento de la demanda cubana de leche, un alimento escaso y hasta ausente en los hogares más desfavorecidos del país.
“Hoy el territorio aporta 38 por ciento de la producción lechera, con 90 millones de litros. Se aspira llegar al récord de 140 millones, que cubrirían 45 por ciento de la demanda nacional”, explicó Jorge Luis Tapia, primer secretario provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único legal en esta isla caribeña.
La mayor provincia cubana dedica 78 por ciento de su superficie agrícola a la ganadería vacuna, que a lo largo de su historia le ha regalado esplendor a su capital, también llamada Camagüey, situada a 578 kilómetros al este de La Habana, con 500 años de fundada y la tercera más importante del país.
La producción lechera se situó el año pasado en 497,1 millones de litros, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Es un nivel insuficiente, que obliga a destinar anualmente más de 180 millones de dólares para adquirir leche, de los 2.000 millones de dólares asignados por el gobierno a la importación de alimentos.
La oferta lechera total apenas cubre la demanda básica, que incluye las cuotas subsidiadas a embarazadas, niños y niñas hasta los siete años y personas con enfermedades específicas, servicios gratuitos de salud, la industria láctea y el turismo, creciente motor de la economía local.
Según especialistas, la producción lechera continúa muy rezagada dentro del agro cubano, que desde el inicio de las reformas económicas en 2008 sí logró elevar los cultivos de tubérculos y hortalizas, aunque aún de manera insuficiente para bajar sus elevados precios, difíciles de asumir por la mayoría de las familias.
Según la ONEI, durante el primer trimestre del año, la producción lechera se situó en 76,9 millones de litros, lo que significó una caída de 10,5 millones de litros con respecto al mismo periodo de 2014.
Entre 2007 y 2013 sí se logró un crecimiento notable, de 21 por ciento, en la producción lechera. Pero incluso con ese aumento, los volúmenes apenas representaron 52 por ciento de la producción de 1989, cuando se satisfacía la demanda.
Cálculos oficiales indican que el país requiere producir anualmente 1.000 millones de litros de leche, para satisfacer las necesidades internas.
El necesario despegue lechero se juega en el campo, sobre todo en las fincas de propiedad privada y cooperativas, que al cierre de marzo concentraban 3.446.400 de las 4.127.300 cabezas de ganado registradas en el país por el estatal Centro Nacional de Control Pecuario.
De tradición centenaria, el polo ganadero de Camagüey figura entre los primeros beneficiados por un programa nacional de desarrollo de la empresa estatal para recuperar la producción de leche, informó Tapia durante una visita de la prensa internacional a esta ciudad patrimonial.
Pero la inversión extranjera en la provincia se enfoca solo en el turismo, salvo algunos proyectos puntuales en otros sectores, especificó el funcionario, la máxima autoridad camagüeyana, porque constitucionalmente el PCC es la “fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”.
Se anticipa que el gobierno socialista asumirá con fondos estatales la recuperación inicial del descapitalizado sector, que según analistas conlleva implicaciones hasta sociopolíticas, porque sigue pendiente la promesa hecha en 2007 por el presidente Raúl Castro, de poner un vaso de leche en toda mesa cubana donde haya niños y enfermos.
El rubro lechero está representado con solo uno de los 246 proyectos que conforman la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera propuesta en 2014, destinada a captar 8.700 millones de dólares.
Según cálculos oficiales, la economía cubana requiere inversiones anuales por 2.500 millones de dólares para salir de la crisis que arrastra desde 1991, cuando desapareció el bloque socialista soviético, por décadas su principal socio comercial y financiero.
El proyecto consiste en la reactivación de 22 granjas lecheras en la provincia de Mayabeque, que colinda con La Habana, para obtener 4,7 millones de litros de leche de búfala por año. Incluye el desarrollo de la genética bufalina, producción de alimento animal y el encadenamiento productivo con cooperativas agropecuarias.
Mientras tanto, este mes entraron en vigor nuevos precios de compra de la leche por parte de empresas estatales, a las que el sector campesino privado y cooperativo está obligado a vender buena parte de su producción.
Mientras tanto, este mes entraron en vigor nuevos precios de compra de la leche por parte de empresas estatales, a las que el sector campesino privado y cooperativo está obligado a vender buena parte de su producción.
“Este es un buen incentivo”, dijo Danilo Iglesias, vicepresidente del sector agroalimentario del gobierno provincial de Camagüey, donde se proyecta elevar la producción lechera con el aporte de los 25.889 nuevos usufructuarios de tierra, dedicados mayormente a la ganadería.
Otros aspectos del programa son la mejora de la genética vacuna, más acceso a la inseminación artificial, siembra de pastos y plantas forrajeras proteicas como la caña, recuperación de la infraestructura, acercar los insumos a los campesinos y crear alternativas para el suministro de agua durante la estación seca, de noviembre a abril.
También funcionan 74 de los 147 centros de enfriamiento que deben estar cercanos a las fincas para evitar pérdidas y evaluar la calidad de la leche. “Alrededor de estas instalaciones, la empresa estatal de suministros agropecuarios creó puntos de venta de alimento animal y otros insumos que necesita el campesino”, detalló Iglesias a IPS.
Productores consultados por IPS señalan como principales obstáculos para el auge ganadero el aún limitado acceso a piensos y otros alimentos, el deterioro de las vaquerías y la carencia de recursos fundamentales como maquinaria, combustible y piezas de repuesto.
En segundo orden, inciden otras trabas como los excesivos controles actuales para la tenencia de ganadería mayor.
“Aunque cada finquero debe llevar un control del ganado, pudieran ser más flexibles los trámites porque hay que hacer demasiadas gestiones”, indicó a IPS el agricultor Jorge Viera, un productor de tubérculos, hortalizas y granos, que comenzó a incursionar en la ganadería en su terreno de 39 hectáreas.
La finca que Viera heredó de su padre abastece de alimentos frescos el cercano centro de la ciudad de Camagüey. Junto a sus seis jornaleros, el agricultor expresó sentirse más motivado por los nuevos precios de la leche para incrementar sus actuales 30 reses.
Alexis Gil, director de la Empresa de Productos Lácteos de Camagüey, reveló a IPS que “queda 20 por ciento de capacidad sin aprovechar en la industria”, a la espera del despunte lechero en el campo, durante un recorrido por la Fábrica de Leche en Polvo, que está arrancando sus actividades.
Primera de su tipo en el país, la planta producirá seis toneladas de leche en polvo durante el primer año de operación, a partir del acopio de 60.000 litros diarios de leche. Gil indicó que trabajará de “forma cíclica cuando los excedentes lecheros lo permitan”, habitualmente durante la estación lluviosa.
Editado por Estrella Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario