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domingo, 16 de enero de 2022

INNOVAR EN LAS FINANZAS. TAREA URGENTE

 Por Joaquín Benavides Rodríguez*

El Presidente Díaz Canel en la última reunión del año del Consejo de Ministros el 30 de diciembre del 2021 expreso, ¨ Hace falta proponer soluciones, implementarlas y evaluar qué resultados nos dan, para rectificar lo que haya que rectificar y avanzar…….Hay que dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar………¨ 

Enumerare las que considero las más urgentes acciones que deben ser instrumentadas principalmente por el Banco Central de Cuba y el Ministerio de Economía. Tienen facultades legales para eso y el Presidente ha indicado ¨dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar¨. Hoy tenemos una especie de caos financiero en el País, con consecuencias muy negativas en la actividad productiva, comercial y también con la inflación. 

1.      Situar el peso cubano, CUP, en el centro del sistema financiero del País. Para ello es imprescindible contar con una tasa de cambio oficial que refleje su valor real frente a las monedas internacionales. La burocracia ha realizado intentos, sin que la Ley la autorice, de introducir nuevamente el CL, como asignación centralizada de divisa a determinadas empresas, pero no es una solución real, pues al carecer de liquidez la balanza de pagos, cae en el ¨corralito financiero¨. Solo la tasa oficial de cambio para la moneda nacional el CUP, que emita diariamente el Banco Central debe ser quien establezca el valor real de nuestra moneda frente a las transacciones internacionales de todas las empresas y actores que operan en la economía. No debe seguir siendo el mercado informal quien fije el valor del Peso cubano. No temerle más a la devaluación oficial. La moneda, el CUP, esta devaluada objetivamente aunque la autoridad monetaria insiste en no reconocerlo así. Se debería tratar de aprovechar la entrada de divisas que se producirá con el incremento del turismo y eventualmente de las remesas, bancarizandolas lo más posible, sin imposiciones burocráticas que son contraproducentes. Con ello la banca nacional, con las CADECAS, podría competir objetivamente con el mercado informal de divisas y comenzar, en la medida que la economía se recupere, a tomar el control efectivo del mercado de divisas. Solo esto permitiría que al Banco Central de Cuba, junto a otras acciones, también imprescindibles, le sea posible recuperar su papel  rector efectivo de la Política monetaria del país. El mercado informal se acabara, con la grave distorsión que está creando, el día que los bancos comerciales y CADECA, cambien los CUP por USD a una tasa dada, cercana pero más ventajosa que la del mercado informal. Imprescindible será que una vez que CADECA oferte una tasa de cambio mejor que la del mercado informal no se acaben los USD para vender, pues volverá el mercado informal y recuperara lo que perdió en el primer golpe propinado.

2.      Gestionar activamente que Bancos extranjeros Europeos, Rusos, Chinos, Turcos, de países amigos del Medio oriente, así como Instituciones Financieras no bancarias internacionales, establezcan sucursales en Cuba, en especial en la Zona de Desarrollo del Mariel, con Licencias del Banco Central para que operen como Instituciones financieras No bancarias, que le permitan financiar negocios e importaciones de las empresas cubanas, en especial de las pequeñas y medianas empresas y cooperativas. El Banco Central debería tratar de aprovechar el impacto positivo que sobre la actividad inversionista financiera y bancaria internacional pueda haber causado la reciente Ley sobre las Mipymes y las Cooperativas no agropecuarias para incrementar la gestión a fin de que inversionistas financieros pequeños y medios se sientan atraídos por hacer negocios invirtiendo en las empresas privadas y cooperativas cubanas como  forma práctica, en la actividad agrícola, industrial y comercial del país, con riesgos aceptables para cualquier mediano y pequeño inversionista interesado en situar su capital en un mercado seguro y con posibilidades de crecimiento tanto para el mercado interno como de exportación. Con respecto a esto último seria CLAVE aprobar la variante que las Mipymes puedan tener socios extranjeros no residentes en el país que aporten dinero fresco al negocio sin que sea un préstamo. 

3.      Lograr  que una o varias Instituciones financieras y/o  bancarias supervisadas por el Banco Central, financien el Mercado mayorista para las empresas privadas, las  cooperativas y los  Trabajadores por cuenta propia, a fin de que adquieran sus insumos en CUP. Ese Mercado mayorista estatal compraría las divisas al Banco Central en CUP a la tasa oficial del día, publicada en CADECA, para importar los insumos con el fin de vender a los clientes no estatales, en CUP.  O sea, si por ejemplo la tasa oficial del día fuera de 70 CUP por dólar, el mercado mayorista estatal le compraría los dólares al banco a esa tasa y con ellos pagaría sus importaciones  de insumos financiados. Y le vendería los insumos a los actores no estatales en CUP, a precios oficiales no inflacionarios que contemplen solo los costos financieros de las operaciones, más una utilidad normada por el Ministerio de Finanzas. 

4.      Las tiendas en dólares son imprescindibles en esta etapa, pero se les debería limitar en su número y solo con carácter minorista, aunque sin tratar de administrar a los clientes. Si una familia quiere comprar para el mes y paga por ello se le debería  vender sin restricción. Ningún timbiriche ni quiosco debería tener licencia para vender en dólares. Deberían ser las grandes tiendas, con las mejores condiciones posibles, incluso de almacenes propios, bien abastecidas y convenientemente distribuidas territorialmente; que no haya por ejemplo que trasladarse del Cotorro hacia el Vedado o Miramar para adquirir un refrigerador, una lavadora o un costoso equipo de televisión, o recorrer media Habana para comprar unas libras de queso gouda.

 Al mismo tiempo, y SIN DEMORA, se debería facilitar el desarrollo del comercio minorista estatal, privado y cooperativo en moneda nacional, CUP, siempre que sea posible en establecimientos con un mínimo de condiciones, tratando de ubicarlos por barrios; y  con el mismo principio financiero que en el comercio mayorista para las Mipymes y Cooperativas; o sea, venta a la población en pesos, CUP, compra a las mayoristas en CUP y las mayoristas, para importar, si fuera necesario, compra de dólares al banco a la tasa de cambio del día, para el pago a los proveedores o financistas. Digo si fuera necesario, porque las mayoristas pudieran y debieran organizar la compra de productos de calidad a las mipymes y cooperativas en CUP. Con el producto de esa venta, las mipymes pudieran adquirir nuevos insumos en sus mayoristas y si requirieran importar, pueden comprar los dólares en el banco, a la tasa de cambio del día. 

5.      Hay que tratar de impedir a toda costa que la economía se dolarice. En mi opinión en los años 90 ocurrió, entre otras circunstancias, porque no había una tasa de cambio que reflejara el valor internacional del peso cubano. El CUC nunca fue el Peso cubano, y no podía serlo; los obreros y demás trabajadores no cobraban sus salarios, ni podían cobrarlos en CUC. Después vino la errónea decisión, según mi opinión también, de establecer la tasa de 1 peso igual a un dólar y eso lo complico todo, y demoramos casi  quince años  en resolverlo. El mérito histórico que habrá que reconocerle en su momento a la tarea Ordenamiento será precisamente intentar crear las condiciones para poder establecer una tasa de cambio que refleje el valor de nuestra moneda. Pero la que se fijó de 24 CUP por dólar evidentemente surgió sobreevaluada. Sería un error gravísimo dejar pasar el tiempo y que una economía tan abierta como la cubana continúe careciendo de una tasa de cambio oficial sin que el Banco Central, de acuerdo a sus atribuciones, sea capaz de fijarla diariamente para que todos los actores que ya operan en la economía puedan relacionarse y medirse con la economía del mundo con el mismo rasero. Hoy ese precio, el de nuestra moneda, lo está imponiendo el mercado informal en dólares y la responsabilidad de la dirección de la economía y del Banco Central es acabar de resolver el problema. 

6.       También sería un error. en mi opinión, continuar estableciendo relaciones comerciales directas en dólares entre las entidades establecidas en la Zona Especial de Mariel y las empresas ubicadas en el resto del territorio del País. Si bien efectivamente vender un producto a una empresa establecida en la Zona del Mariel, esta debe pagarla en divisas, dicha empresa debe pagar en dólares a través de un banco, que multiplica el valor pagado en dólares por la tasa oficial del día del pago y transfiere el dinero total en pesos cubanos, CUP, a la cuenta de la empresa cubana productora. Si posteriormente la empresa productora cubana quiere importar, compraría las divisas a la tasa oficial del día e importaría según las reglas establecidas para hacerlo. No hay que hacer deducciones de por cientos para la empresa, el banco debería ingresar todos los dólares y la empresa productora recibiría en CUP todo el dinero correspondiente por haber exportado. Así, en mi opinión debería ser en todos los casos. El Banco Central, por sus mecanismos internos que incluye a los bancos de su sistema, siempre debe tener reservas suficientes para darle respuesta a las empresas estatales, cooperativas o privadas que siendo sus clientes, son además exportadoras efectivas. Internamente los bancos comerciales en cualquier parte del mundo, y aquí debería ser igual, conocen cuales son las empresas que son realmente exportadoras y a las que no debe faltarle divisas para poder adquirir sus insumos para exportar. Pero esos insumos los debe adquirir comprando las divisas a la tasa de cambio del día. Y la responsabilidad del Banco Central de cualquier país, más en el caso de uno con una economía tan abierta como el nuestro, es crear un sistema financiero capaz de tener reservas en divisas suficientes para ¨blindar¨ sus programas de desarrollo a largo plazo. Cuando un país como el nuestro no tiene quien le financie externamente su desarrollo, tiene que ser capaz de crear sus propias reservas y administrarlas bien. No tiene otra alternativa para conservar la independencia en sus decisiones, incluidas las políticas.

Nos hemos acostumbrado a evaluar las funciones de nuestro Banco principalmente por el servicio que brindan a la población, que es importante, pero en mi modesta opinión no es la principal función ni el papel que le corresponde en una economía tan agredida financieramente desde el exterior como la nuestra,  a nuestro Banco Central y a sus bancos comerciales. Gestionar y facilitar que el País y su economía puedan disponer de las divisas necesarias, a pesar de las agresiones de la Reserva Federal del imperio, utilizando todas las posibilidades que le brinde crear alianzas con las organizaciones bancarias y financieras del mundo quizás debía ser su tarea principal. En este importantísimo aspecto debería radicar el esfuerzo de innovación de nuestra banca. 

7.      Empresas de Seguros. Sería necesario que el Gobierno apruebe crear Empresas de Seguros capaces de dar garantías a las entidades financieras extranjeras que se establezcan en el País, en especial en la Zona del Mariel, para financiar mediante créditos a las Mipymes y Cooperativas para adquirir maquinaria, materias primas e insumos para producciones principalmente exportables o que sustituyen importaciones, y  cuyos activos fijos seguramente sean inembargables internacionalmente, pero que aseguradas por una Empresa de Seguros debidamente establecida que le sea posible reasegurarse con una empresa de seguros reconocida internacionalmente facilitaría enormemente financiamientos para proyectos productivos de empresas privadas y cooperativas. 

8.      Letras de cambio. El tema es muy técnico y no considero adecuado extenderme en una explicación de lo que son los papeles comerciales y en especial las Letras de cambio, ni de las reglas de su funcionamiento, pero quisiera enfatizar  que son utilizadas universalmente como un mecanismo eficiente como garantía de pago de financiamientos de operaciones comerciales. Estuvieron vigentes desde mediados de los años 90 hasta la primera década del 2000 aproximadamente. Se utilizaron para operaciones comerciales financiadas en CUC. El Banco Central debería promover su restablecimiento a través de un instrumento legal que por lo menos sea un Decreto.  Las Letras de cambio facilitan el crédito comercial para expandir la producción.

9.      Priorizar las transferencias bancarias de pago a los proveedores extranjeros. Desde los años 90 hay una importante cantidad de proveedores extranjeros de poco capital, que generalmente requieren financiamiento de un banco o financiera para vender a Cuba. En medio de todas las dificultades creadas por el Bloqueo financiero, que les ha supuesto, sobre todo desde el 2017, además de cierres de cuentas y cambio de bancos, crecientes dificultades para cobrar sus deudas a las importadoras cubanas, que en no pocos casos acumulan dos o tres años ; ahora se encuentran con la dificultad adicional y muy grave, de que el banco no les pueda transferir el dinero pagado en dólares por las importadoras y que son apresadas en un nuevo ¨corralito¨, a causa de que la prohibición para Cuba de poder transferir en dólares, dado que ningún banco del sistema de SWIFT controlado por la Secretaria del tesoro y la Reserva federal de Estados Unidos, admite transferencias bancarias relacionadas con Cuba; ha obligado a los proveedores a comprar Euros u otra moneda extranjera para realizar las transferencias. Como el banco no se las tramita de inmediato, comienzan a acumularse demoras con la consecuente afectación para proveedores y financistas que según parece, varios comienzan a manifestar que no están dispuestos a continuar suministrando, con las consecuencias, que de continuar sin alguna solución, pueden ser graves. El problema es objetivo y no tiene solución para el país en su conjunto en el corto plazo. Pero los que deciden casi diariamente en el ministerio de economía y el banco central las transferencias hacia el exterior debieran tener en cuenta entre las prioridades, que los pagos que han efectuado las importadoras les llegue lo más pronto posible a los proveedores para que desoigan lo que les están diciendo por muchas vías nuestros enemigos y se decidan a continuar embarcando mercancías hacia Cuba, por encima de las dificultades. Aquí la innovación se traduce en actuar con inteligencia y cumplir prioritariamente con quien  apoya al país en tan compleja situación.

*Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte

 16/01/2022

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