En las Administración Pública Cubana hay que hablar y exigir más por la eficacia y la eficiencia y la coherencia de actuación en todos los niveles pues impactan la Gobernabilidad y Gobernanza y reducen la legitimidad de sus acciones y la confianza de los ciudadanos.
No es el momento de estar
esperando que algún líder del vecino del norte nos quite el bloqueo ni las
tenazas posteriores que se han ido añadiendo. No creo que ese sueño ocurrirá, a
menos que dejen de existir los conceptos que han halado a nuestra sociedad
durante estos años
Creo, sin embargo; que es el
momento de luchar con nuestras propias fuerzas por transformaciones reales,
profundas y estructurales; no hacer caricaturas de cambios ni de silenciar a
quienes con valentía y cultura política luchan contra algunos dogmas y dogmáticos,
ignorantes o mal intencionados oportunistas, que sin tener en cuenta el pulso
real de la sociedad generan la parálisis y lentitud de muchas decisiones sin
importarles las consecuencias.
Desde luego se han hecho cambios en
la esfera económica que a veces dan la impresión de un inicio de camino correcto,
pero se detienen y lentifican y pasan períodos sin que nada ocurra o se diga
sobre como continua ese camino.
En la Administración Pública se
habla de la gobernabilidad y la gobernanza, ambas, requieren mayor coherencia
tanto en las decisiones como en su implementación
Aun en nuestra estructura de
gobierno aparece esa huella tenaz que nos ha dejado la época soviética y que a
es más resistente al cambio que la que nos dejó a mitad del siglo pasado el
capitalismo.
Creo que el querer durante varias
décadas copiar y parecernos en temas económicos, estructurales y de
procedimientos a esa nación gigante euroasiática, nos ha dejado muchas marcas
que no se corresponden ni con el momento ni el lugar en que vivimos.
El momento cambió y mucho y el
lugar también lo hizo y seguramente debe seguir cambiando.
Entre las diversas huellas de
este tránsito se pueden apreciar las grandes empresas y fabricas siempre en
busca de la economía de escala para un mercado designado de los países del CAME
muy superior al que ahora tiene cualquier producción nuestra.
Esas grandes empresas y fábricas
concebidas con estructuras organizacionales e infraestructura muy costosas para
realizar producciones monopólicas, parecen estar fuera de las necesidades del
contexto actual en que se desenvuelve la economía del país.
Esas estructuras monopólicas sin
competencia con otros productores o suministradores en las actividades que más
necesitan acudir los ciudadanos los dejan sin opciones al ser un mercado cautivo.
Recuerdo como experiencia
personal que, en la Alemania ya unificada, los empresarios Occidentales no
deseaban invertir en los grandes conglomerados industriales de la ex RDA y
preferían hacerlo en partes o talleres de esas industrias pues no tenían un
tamaño apropiado para el volumen de mercado que podían obtener, ni para los
costos y riesgos que ellos podían asumir
Una huella también importante,
hasta ahora difícil de sacar de algunas mentalidades, está en los métodos de
planificación centralizada y de la correspondiente asignación del encargo
estatal, lo que perjudica el empleo de los
recursos del país pues las decisiones sobre cómo se distribuyen se hace
atendiendo más a la tradición; la experiencia y no ajustado al mercado, ni a la
productividad y eficacia con que se cumplan esas demandas.
Es una asignación centralizada de
recursos para cumplir el encargo estatal que está basada en la creencia de la
información que el productor y su ministerio han elevado al órgano
planificador. Parece algo ingenuo, pero así es.
La otra huella, que nos dejó
ese periodo, es la dimensión desproporcionada del gobierno, la que no obstante haberse
ido reduciendo desde décadas anteriores aún se mantiene 26 ministerios y
entidades de ese rango que realizan una gestión de gobierno vertical y del control homologo hasta el
último eslabón de la actividad que representan.
En nuestra región países mayores que
el nuestro, no obstante, diversos problemas específicos que afrontan gobiernan
con menos ministerios que nosotros a excepción de Venezuela que según reportes
consultados en el sitio de Posdata Club de Periodismo de Datos, en artículo de Saimi
Reyes y Yudivián
Almeida, tiene 32, en México y Brasil existen menos de 26 y se llega al
caso de Uruguay en que solo hay 13 y Paraguay 12
Llama la atención que en los años 70 hubo en Cuba más de 40 0rganimos centrales y que antes de 1959 había solo 14 Ministerios.
En Cuba con nuestra vocación de
centralización, jerarquización y autoritarismo todo en el gobierno se
estructura por, ramas y subramas y actividades similares.
Varios ministerios ramales en
vinculación con las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE)
poseen algún homologo hasta llegar al último eslabón de producción que
representa esa autoridad y brinda información a los niveles superiores.
Todo este conjunto de niveles
jerárquicos no genera fomento de desarrollo. Esta estructura ha sido diseñada
para el control ramal; las OSDE y empresas que han surgido del mismo están
estructuradas verticalmente.
Resulta complejo lograr
encadenamientos útiles que generen eficiencia y no monopolios como los actuales,
ajenos a la calidad de vida de la población si la propia estructuración del
gobierno y la esfera productiva no lo permiten.
Existe un cierto sectarismo
estructural o compartimentos estancos entre las producciones de cada sector ya
que en Cuba hasta ahora lo que es de un ministerio no puede trabajar con otro.
Un ejemplo del dimensionamiento
estructural del gobierno es que, en Cuba, hasta hace pocas décadas, y con
diferentes criterios de justificación, hubo tres ministerios que se ocupaban de
los alimentos; hoy existen dos y la OSDE de Azcuba, aún hay dos ministerios de
Educación y otro de la Ciencia que tiene trabajos muy relacionados.
Nuestras estructuras y su sistema
de gestión están más centradas en el pretendido control de lo que hace cada
estamento homologo y menos en la auscultación y fomento de desarrollo de la
sociedad en cada nivel de actuación.
Controlar desde arriba es solo
para autopsias y no para efectividad. Un viejo texto sobre el control señala
que “la efectividad del control es inversamente proporcional al nivel que lo
ejecuta”. Esto o no se sabe o se olvidó.
Ni reuniones ni vistas resuelven
el problema de efectividad del control. Hay que lograr que el ejecutor esté
interesado en auto controlarse.
Que ventaja puede traer el tener
estas barreras estancos interministeriales para el desarrollo de la economía; creo
que ninguna; lo que, si provoca, es que los ministerios se dediquen más a “pretender”
controlar sus áreas de atención y no a estimular la producción.
Durante una visita en Artemisa a
cierta cooperativa agropecuaria de las más eficientes del país, su producción
de tomates era muy alta y necesitaba mayor número de medios para envasar el
puré que se hacía en la mini industria de esta y los envases disponibles y
convenientes eran de una empresa ajena al sector agropecuario que se negaba a
brindar esos medios pues la cooperativa no era del su sector. Por suerte el
Ministro del área dueña de los envases intervino y resolvió la situación.
Este ejemplo evidenció que
existen trabas en la producción que generan esos compartimentos estancos
interministeriales. En este caso no fue un proceso natural, tuvo que resolverlo
un ministro.
No basta con que exista un organismo central de economía
otro de finanzas, uno de trabajo, una organización tributaria y otra de estadísticas.
Los ministerios ramales también llevan sus controles por que los
ministerios globales no saben o no pueden controlar directamente a la esfera
productiva y han obligado a los ministerios a tener homólogos de las
actividades globales.
No será ese problema un fallo en
el ejercicio del diseño de un sistema de información evitando tanta duplicidad
de informaciones, modelos y burocracia,
La ciencia moderna es
transdisciplinaria pues la realidad que investiga así lo es. Un gobierno
también lo es y por tanto es mucho más que la suma de sus partes; es un sistema
complejo, abierto en intercambio con el entorno, que lo desestabiliza por lo que
requiere retroalimentación para seguir hacia sus objetivos pues de lo contrario
no será coherente, aspecto este básico en la gobernabilidad y gobernanza.
Creo que no solo hay que revisar la cantidad de
organismos centrales y recursos asignados, también de personas que ocupan y entidades que actúan como administración
pública en toda la estructura territorial evaluando los gastos que esto produce, los recursos que consumen y los
resultados que generan en la calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo económico.
Esta estructura de ministerios ha
engendrado actuales males en la economía como ha sido la generación de grandes
monopolios y mercados cautivos, no siempre justificados ni convenientes en el
actual momento.
Ha sido tan grande la huella
mental que nos dejó esa impronta soviética (en que hubo también cuestiones
admirables), que la famosa extinta comisión de gobierno que se creó para
asesorar en la aplicación de los lineamientos no tuvo otra iniciativa
organizadora de la producción que proponer la creación de OSDES, lo que
significó otro nombre a la centralización de ramas o ministerios para dirigir y
controlar a los productores, manteniendo los monopolios ramales.
Se duplicó el papel de control y
la burocracia, hacen casi lo mismo el ministerio y el OSDE.
Las Osdes, así como se
concibieron integrando verticalmente las ramas son una huella de esa era del CAME
bajo la conducción soviética, que si bien fue positiva para Cuba ya esa
organización no existe y el mundo en que vivimos ha cambiado mucho y nuestra
población necesita un empresariado que piense más en ella.
No siempre las integraciones
verticales no obstante beneficios generados por la escala son las convenientes,
pues pueden traer grandes riesgos.
La integración de Osdes con
actividades horizontales que traspasen las fronteras de ministerios son
importantes y no generan monopolios y si diversificación y aprovechamiento de
capacidades de gestión de cuadros y dirigentes.
Vemos también con preocupación la
racionalidad de los gastos de gobierno en los momentos actuales y recordamos que
en la última reunión del Parlamento la funcionaria autorizada expreso que el 72
% del Presupuesto respalda los beneficios sociales y la actividad de servicios
públicos.
Es realmente un gasto elevado de
los pocos recursos de que el país dispone y sin embargo la eficacia y
eficiencia en muchos de esos servicios sociales no honran el sacrificio
económico con que se apoyan desde el Estado.
Es algo a revisar y que requiere
mayor objetividad y racionalidad la gestión educacional, la de la salud, el
deporte y otros muchos beneficios sociales que ya están apropiados en la mente
del cubano deben tributar mayor eficacia y eficiencia. Esto será algo sobre lo
que hay que escribir, alertar y publicar para su entendimiento.
No son los grandes logros en cada
una de esas áreas de los que todos sentimos orgullo es en la atención y labor
cotidiana en la que aún hay muchas debilidades y quejas de la población,
Esto exige ajustar nuestros
sueños a realidades y revolucionar conceptos ajustándolos al Momento que vive
el país.
Marzo 13 20223
Ha sido reiterada las criticas a la burocracia, al exceso numero de organismos globales y sectoriales, que gastan recursos :combustible, equipamiento, material de oficina, recursos monetarios, transporte cuando hasta actividades que generan divisa en la actualidad, están limitados de muchos de estos recursos y el transporte colectivo esta en crisis en medio de la abundancia de carros modernos para dichos funcionarios
ResponderEliminarPero al lado de lo anterior existe un problema peor que es la existencia de dirigentes y funcionarios con alta capacidad de tomar decisiones, mejor dicho negar las aprobaciones de asuntos estratégicos y que han sido calves para el país
Se conocen casos que la negativa en la aprobación o tomar decisiones bajo una falsa apariencia de defensa ideologica, ha hipotecado el desarrollo de sectores como las comunicaciones, energético, programas para la exportación de servicios informáticos, la industria azucarera, entre otros. En ello ha incidido los compañeros Machado y Ramiro, ¿por que no han rendido cuenta de los efectos negativos de sus decisiones? ¿ Por que no se demueven y pasan a retiro ? Los méritos históricos no pueden justificar el desastre económico de un país
De la misma forma hay funcionarios de menor nivel con capacidad de aprobación de los proyectos de inversión extranjera como Ruben del MFP, el cual desconoce la esencia y los fundamentos de los estudios de factibilidad y se da el lujo de desaprobar proyectos al tratarlo con un enfoque de auditoria contable para todos los años del proyecto. Esta persona no sabe ni de economía básica y tiene capacidad de aprobación como representante de un organismo