Por Dr.C Juan Triana Cordoví, OnCuba
noviembre 30, 2020
Contrapesos
Ferry Río Júcaro, uno de los catamaranes que transportan pasajeros entre los puertos de Nueva Gerona, Isla de la Juventud y Batabanó. Foto: Periódico Victoria.
"La edificación de la nueva sociedad en el orden económico es también un trayecto hacia lo ignoto". RCR
La carne de cerdo, Índice Dow Jones de la
bolsa comercial de valores cubana, tanto en la economía formal como
subterránea, intentó robarse la arrancada en la carrera especulativa, en tres
puntos de venta de la capital del país, según informó el Presidente Miguel
Díaz-Canel Bermúdez, en la Mesa Redonda televisiva del miércoles 3 de julio de
2019.
El hecho se conoció, durante la segunda y
última de las emisiones dedicadas a ofrecer detalles sobre las medidas
adoptadas por el Gobierno para impulsar en las actuales condiciones la
maltrecha economía cubana, y enfrentar, en lo posible, el escenario externo
adverso- incluido el bloqueo económico-financiero norteamericano-, y entre
cuyos objetivos claves para alcanzar los éxitos previstos está monitorear la
relación precio-salario, para impedir presiones inflacionarias; además de
observar el comportamiento de la oferta y demanda en el mercado.
Ha transcurrido más de un año y cuatro meses
de aquel pronunciamiento por parte del mandatario, periodo al cual se suma el
tiempo dedicado a enfrentar la pandemia, la cual agudizó aún más los efectos de
la crisis, y generó la adopción de otras medidas económico-sociales de un mayor
calado, dadas a conocer en julio de 2020, y
a las cuales se agrega el ordenamiento previsto como parte de la
unificación monetaria y cambiaria.
En el actual contexto, cuando cada día crecen
las expectativas en torno a la llegada del llamado día ´´CERO´´, a partir del
cual saldrá de circulación el peso convertible (CUC) y mantendrá su vigencia el
CUP, se aprecian las presiones inflacionarias en las diferentes transacciones
comerciales en la Isla, y la carne de cerdo, Índice Don Jones de la bolsa de
valores cubana, marca como siempre esa espiral. Tal es así que desde la cabeza,
pasando por la riñonada y el cocote , hasta las patas, la libra del cárnico se
oferta entre 55 y 70 pesos, y habrá que
observar cómo se comportará durante las festividades de fin de año, periodo en
que suele incrementarse la demanda.
El consumo de carne de cerdo creció
exponencialmente durante los años del Periodo Especial ante la persistente
escasez de otros cárnicos, y así empezó a liderar la demanda en el mercado,
cuando el dólar se cotizaba en 150 pesos en moneda nacional, la libra de ese
tipo de carne se compró en esa cifra monetaria; a pesar de que su consumo y
demanda históricos se redujo a las festividades navideñas, o en muy
determinadas celebraciones, y su precio, por lo general bajo, tendía a oscilar, ofreciendo así
oportunidades a los clientes, de acuerdo a su poder adquisitivo.
En 1989 constituyó ´´la época de bonanza en
el país´´ con relación a dicho cárnico, según declaró en diciembre de 2015 al
semanario Trabajadores Carlos Ortiz Mursulí, vicedirector del Grupo Empresarial
Ganadero, del Ministerio de la Agricultura, quien señaló que el ´´record de
producción ´´ se reportó en ese propio año, cuando se obtuvieron 102 mil 403
toneladas, y expresó que ´´la aspiración´´ entonces era ´´duplicar esa cifra,
con un crecimiento sostenido cada año. Dijo también que en ese 2015 se llegaría
a 175 mil toneladas y que la cifra para el 2016 aumentaría en 10 mil.
La crisis económico-social de los años 90 del
pasado Siglo, ubicó a la carne de cerdo como el principal indicador de la bolsa
comercial de valores de la Isla, y de su cotización empezó a depender el valor
monetario de otros productos alimenticios. De cómo se mueva el precio de la
primera, así dependerá el costo de los segundos. Incluso, cuando se produjo la
´´dolarización´´ de la economía, durante el Periodo Especial, fue el precio de
la carne de cerdo el que marcó esa evolución en el mercado monetario informal.
La carne de cerdo constituye también un
referente de cómo se comporta el resto de la producción de alimentos en el
país. Si está bien la primera, hay siempre grandes probabilidades de que esté
bien la segunda, lo cual también pudiera inducir a otras consideraciones al
respecto. Tal es así que en el año 2020 se hace tangible en el mercado ese
axioma.
El 2007 se asume como el año de despegue de
la producción de carne porcina, cuyos resultados se debieron al Programa
Porcino creado en 2005, y ello permitió un per cápita de 29 libras por
habitante, según cálculos hechos por este periodista, a partir de estadísticas
oficiales publicadas en la prensa nacional.
En 2016 se alcanzaron los más altos volúmenes
en toda su historia: 194 mil 976 toneladas- más de 428 millones 947 mil
libras-, para un per cápita superior a 38 libras.
Las producciones previstas para el 2017 por
el Grupo Empresarial Ganadero, ascendían a 200 mil toneladas, lo cual
permitiría elevar el per cápita a unas 39 libras por habitante.
Si se comparan las estadísticas oficiales
ofrecidas entre los años 2007 y 2017 se produjo un incremento de tan solo 10,2
libras por habitante, y la diferencia entre el per cápita por ciudadano entre
2016 y 2017 es de solo 1,2 libra.
Aunque indistintamente medios de prensa
cubanos informaron de que Cuba no importaba carne de cerdo, ¿desde 2010, 2011 y
2015?, hace mucha falta que la producción de dicho alimento se incremente
cuanto antes, acelerando la materialización de proyectos de la cartera de
oportunidades para la inversión extranjera con que cuenta Cuba en ese rubro
agroalimentario.
Han transcurrido cinco años de aquellas
declaraciones del vicedirector del Grupo Empresarial Ganadero del Ministerio de
la Agricultura, cuando se habló de Placetas, que seguía siendo ´´el territorio
de mayor producción con 6 mil 350 toneladas y dos provincias´´ llegaban
entonces ´´a más de 20 mil toneladas Villa Clara y Santiago de Cuba´´.
Urge subir la varilla en cuanto a la
producción de carne de cerdo, pero también es preciso mirar más allá de nuestra
frontera nacional, para conocer experiencias foráneas como la existente en la
provincia china de Sichuan, donde hace muy pocos años reportaba la tenencia de
más de 600 millones de cerdos, en una población de unos 120 millones de
habitantes, para un per cápita de cinco animales por habitante.
30 Noviembre 2020
Tabacaleros de Ciego de Ávila rehicieron ya 2 700 canteros de los 5 700 que se perdieron con más de cinco millones de posturas a causa de las lluvias de la tormenta tropical Eta a su paso por la provincia.
• Contabilizan daños de Eta en Ciego de Ávila.
Sin perder tiempo, tras el paso del fenómeno hidrometeorológico, los cultivadores de la aromática hoja comenzaron las labores de recuperación en las 13,5 hectáreas dañadas.
Carlos Pérez Ayús, director agrícola de la Empresa Agropecuaria de Florencia, encargada en el territorio avileño del fomento de este rubro exportable, precisó que el tabaco plantado en tres hectáreas, hace 40 días, se está muriendo debido a la humedad recibida y no puede aprovecharse.
En esta semana que concluye, retomamos la siembra, pues solo tenemos cubiertas 25,77 hectáreas, de ellas dos en la modalidad de sol palo y las otras en la de tapado.
No hemos renunciado a los 9 550 canteros tradicionales y 12 000 bandejas de cepellones propuestos en plan con el objetivo de lograr 33 millones 600 000 posturas, que distribuiremos en 530 hectáreas hasta finales de enero, aunque el país extendió la siembra hasta 15 de febrero, dijo Pérez Ayús.
Para el tapado, los 411 vegueros que intervienen en la campaña utilizan las variedades de semillas Criollo 98, Criollo 2010 y Corojo 2012, mientras para el sol palo emplean la Habana 92.
A diferencia de otros cultivos en la provincia, el tabaco cuenta con garantía total de fertilizantes y productos fitosanitarios necesarios desde los semilleros hasta la siembra y sus etapas de desarrollo y crecimiento.
Yoendry Ortiz Fernández, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicio (CCS) 9 de abril, de la comunidad de Vicente, en Ciego de Ávila, precisó que se inició en este cultivo hace una década, pero también siembra frijoles y plátanos en otras tres hectáreas que completan la cantidad de tierra que recibió en usufructo hace más de tres lustros.
Al tabaco le pongo todo mi empeño en su cuidado, pero también en adquirir conocimientos, el país necesita de este rubro exportable y yo puedo aportar, manifestó Ortiz Fernández, a quien Eta le destrozó las siete hectáreas que tenía plantadas, pero no el espíritu, porque volvió a la carga y ya cuenta con tres sembradas.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe han anunciado medidas de apoyo fiscal equivalentes al 8% del PIB de la región en respuesta a la contracción sin precedentes provocada por la crisis pandémica. ¿Qué incluyen estos paquetes y cuáles son los efectos macroeconómicos previstos? ¿Qué estrategias fiscales deben seguir los países mientras reabren gradualmente las economías y a mediano plazo? El recién publicado informe Perspectivas económicas regionales: Las Américas aborda estas cuestiones.
Una respuesta contundente
Los paquetes fiscales anunciados variaron en tamaño y composición, según el país. Algunas medidas, denominadas «por encima de la línea» incluyeron aumentos del gasto y recortes de impuestos que aumentan directamente los déficits fiscales. Una gran proporción de ellas se destinó a asistir a los hogares con transferencias monetarias y a mejorar las prestaciones por desempleo. Un mayor gasto de salud fue parte integral de las intervenciones fiscales en todos los países. Algunos también anunciaron programas de inversión pública para impulsar la actividad. Iniciativas para apuntalar a las empresas incluyeron la suspensión de pagos del impuesto sobre la renta de sociedades.
Otras medidas fiscales no empeoraron inmediatamente los déficits pero podrían elevar los riesgos fiscales en el futuro. Denominadas «por debajo de la línea» y «extrapresupuestarias» tienen por finalidad esencialmente ayudar a empresas que sufren grandes pérdidas de ingresos y problemas de liquidez que podrían llevarlas a la bancarrota. Incluyen apoyo de liquidez mediante préstamos directos, inyecciones de capital, compras de activos y asunción de deuda. Las medidas extrapresupuestarias incluyen garantías de crédito y operaciones cuasifiscales, tales como préstamos de bancos estatales.
Cuantificación de los efectos
Nuestro análisis indica que estos esfuerzos han contribuido a evitar una recesión más profunda. Si se implementan totalmente, las medidas anunciadas podrían elevar el PIB de la región entre un 6% y un 7% dentro de un año: las medidas con impacto en el déficit contribuirían alrededor del 5% mientras que las medidas por debajo de la línea y extrapresupuestarias podrían añadir entre un 1,5% y un 2%. Estos paquetes de ayuda se traducirían en un aumento de la deuda pública del orden del 2% del PIB.
Política fiscal para el futuro
De cara al futuro, la política fiscal debe apuntar a facilitar la reanudación de la actividad y la protección continua de los más vulnerables. Esto debería estar acompañado de compromisos explícitos y bien comunicados de fortalecimiento de los amortiguadores fiscales a mediano plazo. En ese contexto, las reglas fiscales tendrán un papel importante en el anclaje de expectativas y en la sostenibilidad fiscal a mediano plazo.
El espacio fiscal será un factor determinante para calibrar las políticas. Dado que la incertidumbre sigue elevada en cuanto a la recuperación y a los posibles daños de largo plazo ces de la pandemia , los países con espacio fiscal deberían disminuir las ayudas de emergencia de manera gradual. Para facilitar la recuperación, los gobiernos podrían ofrecer ciertas medidas de estímulo fiscal, por ejemplo recortes temporarios de los impuestos sobre nóminas para incentivar la contratación e inversión pública adicional.
En países con espacio fiscal limitado, la prioridad consistiría en preservar medidas con el mayor impacto social (por ejemplo, prestaciones de desempleo y asistencia social), aumentar la eficiencia del gasto y la movilización de los ingresos y analizar más fuentes de financiación de bajo costo.
Air Canadá se acerca peligrosamente a la quiebra. Está quemando unos mil millones de dólares cada tres meses, a una velocidad de nueve millones por día. Sin embargo, el precio de sus acciones subió un 30 por ciento en estas dos últimas semanas, confirmando la locura de los mercados. Antes de la pandemia, la compañía era un ejemplo en su trayectoria, especialmente en la bolsa.
La quiebra de Air Canadá está hoy nueve millones de dólares más cerca que ayer. Y así sucesivamente. Porque la compañía no tiene visos de conseguir ingresar un dólar.
Pero ha tenido una noticia buena, o lo que hoy, en este panorama, llamamos “buena”: en lugar de perder los mil millones, en el último trimestre sólo perdió 800 millones. Son algo más de doscientos millones perdidos menos que el trimestre anterior. Sin embargo, todo tiene su contrapartida: “Mirando el cuarto trimestre, estimamos una quema de efectivo neta entre 1,1 mil millones y 1,3 mil millones, o entre 12 millones y 14 millones por día”, dijo el director financiero de la aerolínea en una comparecencia.
O sea, una aerolínea valorada en bolsa en los seis mil millones puede acabar 2020 perdiendo cuatro mil millones. Nada indica con más claridad que la quiebra está cercana.
El problema de Air Canadá, como el de muchas otras aerolíneas, no son tanto los costes operativos como el coste de la deuda. Alrededor de dos tercios del gasto de efectivo diario son gastos no voluntarios. Si la empresa escatima en gastos de capital, su infraestructura se deteriorará, agregando más costos en el futuro. Y si escatima en costos de arrendamiento o servicio de la deuda, toda la base de capital está en peligro.
Al ritmo actual, a Air Canada probablemente le quedan entre 12 y 18 meses de recorrido. E incluso, si mañana se iniciara la normalización, tendrá que arrastrar una deuda muy pesada.
No obstante, en las dos últimas semanas las acciones de la aerolínea canadiense se han revalorizado un 30 por ciento, si bien es cierto que a partir de un valor prácticamente residual. No sólo hay una Norwegian en el mundo.
Kenneth Joseph Arrow (Nueva York, 23 de agosto de 1921-Palo Alto, California, 21 de febrero de 2017)1 fue un economista estadounidense de origen judío.
Fue laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en 1972 junto con John Hicks. Es considerado uno de los economista más destacados de la teoría económica neoclásica en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Biografía
Nació en Nueva York el 23 de agosto de 1921, en el ámbito de una familia judía rumana que emigró a Estados Unidos. Estudió la educación secundaria en el Townsend Harris High School y posteriormente se licenció en 1940, en el City College (Universidad de la Ciudad de Nueva York), en Ciencias Sociales, que combinó con estudios de matemática, posteriormente realizó su maestría en matemática, en la Universidad de Columbia,2 aunque por influencia del economista Harold Hotelling, se cambió al departamento de Economía por su trabajo de graduación.
Entre 1942 y 1946 sirvió en el Ejército estadounidense. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Columbia en 1951.3
Entre 1949 y 1968 trabajó en la Universidad de Stanford, primero como profesor ayudante y, más tarde, como jefe del Departamento de Economía y Estadística; también fue miembro del equipo de investigaciones en ciencias sociales (1952) y del Instituto de Estudios Avanzados para Ciencias del Comportamiento (1956-1957). En 1962 formó parte del Consejo de Economía del gobierno y un año después fue nombrado miembro del Churchill College de Cambridge. Entre 1968 y 1979 trabajó en la Universidad de Harvard (en la que introdujo sus nuevos métodos para elaborar teoría económica) y en 1979 regresó a Stanford.4 Fue laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel en 1972 junto con el británico sir John Richard Hicks, por sus teorías sobre el equilibrio general económico y el bienestar. En 1951 publicó su obra más importante, Elección social y valores individuales, en la que expuso su "teorema de la imposibilidad", según el cual resulta inviable elaborar una función de bienestar social a partir de funciones de bienestar individual sin infringir ciertas condiciones mínimas de racionalidad y equidad; por esta obra se reconoce a Kenneth Arrow como el fundador de la moderna teoría económica de la elección social.4
Fue miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.
Sus principales contribuciones fueron en el campo de la teoría de la decisión, especialmente su teorema de imposibilidad de Arrow y el análisis del equilibrio general en microeconomía.
Otras contribuciones son: la función de producción CES (elasticidad constante de sustitución), la introducción de los conceptos de riesgo moral y selección adversa, establecer las bases para la teoría de la información en la economía y la medida de aversión al riesgo de Arrow-Pratt.
Su teorema de imposibilidad, también conocido como la paradoja de Arrow, muestra que no es posible diseñar reglas para la toma de decisiones sociales o políticas que obedezcan estrictamente al criterio de racionalidad. Forma parte de su tesis de doctorado Social choice and individual values.
Junto a Gerard Debreu (quien recibiera el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel por este trabajo en 1983), Arrow demostró por primera vez de manera formal la existencia de un equilibrio de "vaciamiento del mercado" si se cumplen ciertas hipótesis restrictivas. Este trabajo fue la primera demostración formal del primer y segundo teorema del bienestar en la teoría del equilibrio general.