Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 4 de enero de 2020

La Osadía de la Ciencia. Comentario HHC


Breve Nota HHC:   Cada cierto tiempo visito la librería que se encuentra  en Calzada de Guines y Mayor en mi natal San Miguel del Padrón. A no dudarlo ahí he comprado en los últimos 35 años muchos libros importantes de nuestra historia cultural, por  ejemplo allá por 1984 las Obras Completas de José Martí,  los 55 Tomos de las Obras Completas de V.I.Lenin, la biografía de Jose Marti de Jorge Mañach y la de Luis Toledo Sande,  Los tres Tomos de El Ingenio  Manuel Moreno Fraginals, y un largo etc de mas de 2000 libros,  es decir casi todos los libros sobre  economia y política, novelas etc. publicados en Cuba.

Hay siempre una refrescante actitud  de sus pocos trabajadores ( abuela, hija y nieta han sido trabajadoras de la misma por años) dignas de un mayor apoyo estatal. 

A finales del pasado diciembre los visite una vez mas y compre unos doce  libros, de renombrados autores cubanos de las ciencias sociales por solo 5 CUC,  estas son de las cosas  que siempre han engrandecido a la revolución cubana, que uno no encuentra en otro país. La cultura en verdad al servicio del pueblo. 

Compré además , porque leí unas citas del mismo en facebook , el libro "La Osadía de la Ciencia" del Dr. Agustin Lage Dávila, y en verdad no me arrepiento, es lo mas didáctico y profundo que he leído sobre el  tema de lo que verdaderamente es Ciencia y cómo se alcanza, mismo que debería ser libro de cabecera de todos, o al menos de los profesionales y dirigentes del país para evitarnos tantas rectificaciones, errores,  justificaciones y algunas explicaciones no correctas del acontecer de nuestra vida diaria y obtener con ello mas logros en nuestro proyecto social, y dirigir en verdad como nos ha pedido Díaz Canel  con Ciencia y vinculado a la misma, y  como nos pidió Fidel antes cuando profetizo que el futuro de la patria tendría que ser necesariamente de hombres de ciencia.  

La economía que es una ciencia, exige que se le trate como tal, porque además las leyes de esta se venga de sus violadores. 

Pensando y buscando como divulgar más el libro, me encontré con un artículo de Dario Machado  que hace una formidable valoración y reseña la cual comparto. Ojalá también encuentre en digital el libro para divulgarlo más. 


La ciencia de la osadía



Llega en un momento asaz oportuno, cuando la sociedad cubana está abocada a importantes y trascendentales cambios estructurales, que permitan aprovechar al máximo las potencialidades que el país tiene.
Desde sus trabajos publicados en Cuba Socialista en su tercera etapa, hasta el presente volumen, he leído probablemente todas las contribuciones del Dr. Agustín Lage al desarrollo del pensamiento científico, de la organización de la actividad científica, de su significado social y económico, de la ética del científico, y al igual que sus ensayos y libros precedentes, el que nos ocupa resulta de la experiencia personal del autor, es pensamiento sobre el pensamiento científico crítico de su propia práctica.
Pero este, en particular, tiene un especial acento didáctico.
No ha pretendido una “tesis científica” ni necesita entrar en mayores detalles y precisiones puesto que su finalidad: poner la ciencia en lenguaje diario es algo que cumple con total acierto, multitud de argumentos y haciendo gala de una cultura general integral que solo se gana cuando se tiene pasión por el conocimiento. Por ello, Lage vuelve una y otra vez sobre diferentes ideas esenciales, siempre en distintos contextos, con la evidente intención de recalcarlas como parte del propósito fundamental de este libro, cual es según palabras del propio autor: “…el de las conexiones de la ciencia con otras actividades humanas y otros procesos sociales.” Ha logrado así un texto enjundioso y tan sencillo como brillantemente elaborado.
Lage parte de la importancia  de las instituciones científicas como articuladoras de la actividad de las individualidades dedicadas a las ciencias en un presente en el que desaparecen los científicos geniales que trabajan independientemente y cobra importancia decisiva la inteligencia colectiva.
Pero si bien resalta el relevante papel de la actividad científica, explica detalladamente y de un modo comprensible para todos, cuáles son sus limitaciones. En el capítulo “La ciencia y sus límites: entre la arrogancia y la parálisis” alerta sobre el peligro del sobredimensionamiento de sus posibilidades. En esta parte del texto, en mi criterio una de las más ilustrativas, logra estimular al lector acerca de la necesidad de estudiar, de conocer, de observar cuidadosa y detenidamente los fenómenos, al relevar el concepto de incertidumbre a la categoría de propiedad del universo. O sea, si bien en los sistemas complejos están presente procesos regulares, no es posible predecir de modo infalible cuál será su evolución.
La ciencia, nos dice, tiene tres propiedades básicas: la explicativa, la predictiva y la transformativa. En su desarrollo se ha acumulado y continúa acumulándose un enorme volumen de información, proceso en el cual el desarrollo de la informática ha jugado un papel multiplicador, no solo por la capacidad de almacenarlos, sino de generarlos y de viabilizar su análisis, con la vista puesta en todo momento en su finalidad transformativa.
Ciencia y socialismo en Cuba
El socialismo en Cuba es realidad, ideal y experimentación, aspecto este en el que el mayor desafío se presenta en el terreno económico. Lage plantea el reto de comprender científicamente el papel de la economía como fenómeno multifactorial y complejo en una sociedad que orienta su construcción por el ideal socialista, lo cual implica que siendo la planificación la que debe regular el proceso necesita tener la capacidad de cambiar flexiblemente en un diálogo entre la actividad económica, la organizativa, la jurídica normativa, la política ideológica y la cultural, siempre teniendo en cuenta que en el centro del sistema social está el ser humano.
Cualquier lector interesado al leer este libro comprenderá el significado de la ciencia y de la actividad científica y quedará convencido de su insustituible importancia para el desarrollo presente y futuro del género humano y especialmente para los países del Sur, para América Latina y el Caribe y específicamente para Cuba, al aterrizar su análisis en nuestra realidad haciendo con ello una importante contribución cultural: demuestra la necesidad de evitar la superficialidad en el análisis y los lugares comunes en su descripción.
Lage aporta en este libro una visión socialista de la ciencia y de la actividad científica con argumentos y razones contundentes. Consciente del papel decisivo de la empresa estatal en el modelo social y económico consensuado a través del debate de los Lineamientos y la Conceptualización y aprobado en el referendo constitucional del pasado febrero, afirma que esta debe constituir cada vez más el dispositivo organizacional concreto en el que tiene lugar la conexión de la ciencia con la economía. Por ello -insiste- en Cuba la ciencia se debe vincular con la economía a través de las empresas estatales, como principal eje de esta relación estratégica para el presente y el futuro del país y alerta acerca de la importancia decisiva que tiene para el desarrollo socioeconómico invertir en ciencia y tecnología, teniendo en cuenta la relación cada vez mayor entre el crecimiento económico y los cambios tecnológicos.
Al recordar la importancia axial de la empresa estatal propiedad de todo el pueblo, donde los accionistas resultan ser todos los ciudadanos cubanos y cuyos aportes a la sociedad no se circunscriben solamente a las contribuciones fiscales, sino que abarcan también las ganancias, además de todo su significado cultural afirma que: “Si el desarrollo se entiende no solamente como el crecimiento de la producción material, sino como el avance hacia la justicia social, entonces desarrollo y propiedad colectiva están vinculados” y afirma de modo concluyente: “El pueblo sabe que si falla la empresa estatal socialista falla el socialismo y se pone en riesgo todo lo conquistado en más de medio siglo.”
Y este no es asunto menor. El concepto de progreso, de desarrollo, de prosperidad en Cuba no puede guiarse por los mismos parámetros que genera el capitalismo tardío, so pena de ser absorbido fatalmente por su campo de atracción que acabará indefectiblemente con los propósitos irrenunciables de soberanía, independencia y justicia social. Los atractivos tecnológicos y la utilidad real de esos avances generados por los países más desarrollados, obligan a una asimilación crítica, con sentido y responsabilidad social lo que implica una actitud cultural, informada e inteligentemente balanceada y decisiones socialmente compartidas.
Al referirse a la experiencia cubana en la integración de la actividad científica con la producción resalta cómo a partir de decisiones adoptadas el pasado siglo desde la visión de futuro de Fidel, la exportación de medicamentos y productos de la biotecnología constituye hoy el segundo renglón de exportación material superando exportaciones tradicionales y propone que con esa experiencia y los conocimientos acerca de los aciertos y los errores, la ciencia amplíe su actividad hacia otras empresas en los diferentes sectores de la economía, sin perder el enfoque diferenciado que destaca el papel fundamental y la prioridad correspondiente de las de alta tecnología.
En diferentes momentos de su texto aborda la importancia de lograr un modo más flexible de organizar y dirigir la actividad económica, teniendo en cuenta el rango de incertidumbre que emana del contexto internacional con el que inevitablemente se vincula el metabolismo socioeconómico de Cuba.
Insiste en que los métodos de dirección de la economía basados en la certidumbre positivista que prevalecía en el pasado (y que no era algo exclusivo del modelo económico soviético, sino que viene de la herencia del racionalismo cartesiano) resultan más inviables aún en el caso de las empresas de alta tecnología y en general en el hecho de que en la conexión directa de la ciencia con la producción los resultados son poco predecibles por los riesgos multiplicados que enfronta su estabilización en el contexto económico mundial.
Explica Lage cómo el modo tradicional de regular el funcionamiento de la economía es incompatible con el reconocimiento de los rangos de incertidumbre, cómo rehuye los riesgos y pone trabas al papel de la actividad científica vinculada con los procesos económico-productivos, precisamente por los riesgos que comporta.
Organizar flexiblemente el funcionamiento de la economía implica la capacidad de adoptar decisiones sin pérdida de tiempo y de reconocer la existencia incluso de empresas pequeñas estatales en capacidad de exportar, así como resistir a la tentación inercial de integrarlas en unidades mayores con la finalidad de “ahorrar”.
Si bien la actividad científica y tecnológica en Cuba tiene la gran ventaja de la cooperación y la integración, así como la finalidad -en el caso, por ejemplo, de los productos biofarmacéuticos- de emplearse al servicio de la salud de toda la población, con lo que también se corrobora su eficacia  y a la vez constituye un plus para su aceptación posterior en otros países, también está necesitada de exportar, si procura como es lógico obtener de sus logros un rédito económico que le permita autodesarrollarse y aportar al presupuesto nacional.
En esta dirección, expone paso a paso cómo fue el proceso que hizo realidad en Cuba el surgimiento de una empresa de alta tecnología con el ejemplo en el terreno de la biotecnología de BIOCUBAFARMA que está en capacidad de garantizar establemente su desarrollo a partir de sus propias ganancias, y amplía la explicación a través de una descripción exhaustiva de lo que es una empresa de alta tecnología, haciendo hincapié en lo que la diferencia como entidad económica específica.
Lage describe cómo esta empresa de alta tecnología en Cuba ha logrado conectar  convenientemente con los mercados financieros y analiza la necesidad de aprovechar esa experiencia para explorar nuevas variantes que permitan adaptarse creativamente a la evolución del contexto mundial aprovechando las ventajas del socialismo.
Muchas de las ideas que aporta el Dr. Agustín Lage, además de la finalidad de explicar el papel de las ciencias especialmente para la sociedad cubana, ofrecen conceptos claves que puede aprovechar el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente para orientar el desarrollo y mejor organización de la actividad científica en el país, en particular su vínculo con el metabolismo socioeconómico y otros ámbitos del devenir social cubano.
Así, por ejemplo, las 10 lecciones que comparte en las págs. 45 – 60 en las que destaca el papel esencial del capital humano y de la buena ciencia, la motivación y el compromiso social como los principales talentos, la cadena ciencia-producción-economía, la importancia de la especificidad organizativa de la actividad científica, la necesidad de construir mecanismos de exportación para superar las barreras que esta presenta, la producción para el país como obligación ética y simultáneamente comprobación de la validez de lo que el país produce, el significado estratégico de la propiedad social en el campo de la biotecnología y la convicción de que la cooperación es más eficiente que la competencia, constituyen un valioso decálogo para orientarse en este campo.
No olvida el autor el abordaje crítico del burocratismo. Desde el reconocimiento de la obligatoriedad de estandarizar los procedimientos administrativos, explica las limitaciones de lo que llama el “paradigma burocrático”  en la dirección empresarial.
Todo el enfoque científico que propone este libro se vincula estrechamente con la cultura y las raíces culturales del socialismo cubano y su papel en el propósito de no cultivar el individualismo que es la piedra angular de la ideología mercantil capitalistasino la solidaridad, la ética, el humanismo, la conciencia de destino común y del bienestar compartido y afirma que: “El objetivo de nuestros esfuerzos debe ser crear un sistema cognoscitivo superior que multiplique las capacidades humanas para comprender su mundo y actuar conscientemente sobre él. Ello incluye también la capacidad de potenciar valores y compromisos éticos.”
Con absoluto respeto a las creencias religiosas, Lage alerta en su libro acerca del peligro de las pseudociencias (parapsicología, astrología, frenología, numerología) que pasaron del misticismo y la magia a la argumentación “científica”. Explica las causas de su surgimiento: “Producto de su propio progreso y sofisticación teórica e instrumental, la ciencia se separó de la intuición y se hizo ante el hombre común tan incompresible como las propuestas que venían de la magia y el ocultismo” y añade que como resultado del prestigio de la ciencia “…una idea cualquiera, para ser aceptada, debería presentarse como científica. Lo que en siglos anteriores se asumía simplemente como creencia, sin buscar explicaciones racionales, ahora debería venir vestida de ciencia.” Y a continuación explica la acción social contraproducente de las pseudociencias “…la aceptación como científicas de ideas y procedimientos que no lo son tiene implicaciones prácticas para la toma de decisiones y las políticas en campos tales como la medicina, la política ambiental,  el peritaje judicial y otras. Ahí están los peligros”.
Como parte del abordaje polifacético de la ciencia y la actividad científica, Lage plantea a los medios de comunicación social el objetivo de lograr que detrás de cada historia, comentario, noticia, etc., se aborde la esencia sobre cómo funciona la ciencia en nuestra sociedad, además de ser un dique de contención contra la influencia perjudicial de las pseudociencias y la superchería.
Luego de explicar la necesidad actual de la soberanía y la autodeterminación como armas para presentar resistencia a la barbarie neoliberal y modo viable de avanzar en una alternativa conveniente para el país, algo que demanda no solo una voluntad política revolucionaria sino “también mucha ciencia”, Lage aborda con seriedad y objetividad, el tema de la ciencia en el contexto del diferendo histórico entre Cuba y EEUU explorando los puntos comunes que harían viable esta relación y sin olvidar los retrocesos que se presentan ahora por la política oportunista e irresponsable del presidente Donald Trunp.
El realismo de este libro no conduce en modo alguno al pesimismo, sino todo lo contrario. Al exponer las fortalezas y debilidades, los peligros y oportunidades que tiene la sociedad cubana en este mundo en el que se producen constantes cambios a veces vertiginosos, se llega a la conclusión convincente de las posibilidades de salir adelante.  Un texto que no solo orienta sino que abre nuevas interrogantes, como es de esperar en toda obra rigurosa.
Cierra el libro a manera de epílogo un capítulo titulado “La osadía de los cubanos” dentro de la cual comprende también la osadía de la ciencia destacando dos desafíos principales: cómo insertarse en la economía mundial y cómo convertir el capital humano y el desarrollo social construido en motor de desarrollo económico, algo en lo que ve la ciencia con un papel central.
Lage, un científico que nunca se ha alejado del sentido común, une a sus probadas cualidades de laboriosidad y modestia a la de ser un maestro de la didáctica. El empleo de imágenes y ejemplos certeros le permite exponer de modo eficaz y directo, conceptos no siempre fáciles de entender.
Agustín Lage reúne en su personalidad al científico, al organizador capaz, al político de profundas convicciones socialistas y comunistas, al humanista, al educador y deviene ejemplo para las nuevas generaciones que abracen el camino de las ciencias.
Recomiendo a todos la lectura de este libro.


Soñar con los pies en el cielo. ( Debate)

Por Arthur González.

No son pocos los economistas de academia que plantean soluciones a la difícil situación que atraviesa Cuba, pero el punto común en todos es que obvian la guerra económica, comercial y financiera, impuesta por Estados Unidos para hacer fracasar el modelo socialista, piedra fundamental de los problemas medulares de la economía de la Isla.

Algunos insisten en que se apliquen recetas económicas como las aplicadas en China y Vietnam, sin tomar en cuenta que ambos países carecen de la guerra económica que padece Cuba. Tampoco hacen mención a que incluso Vietnam está declarada por los yanquis como nación más favorecida en su comercio con ellos, posición de privilegio.

Hoy China se siente los embates de medidas que afectan su industria y comercio, pero aun así pueden vender y comprar donde quiera.

Un destacado economista cubano que trabajó en uno de los centros de estudios más importantes de La Habana, propuso recientemente 10 acciones para “salvar” la economía cubana, con una alta dosis de deseos cargados de buenas intenciones, pero con los pies en las nubes, y no precisamente en las de Valencia.

La primera de sus soluciones es, a su entender, ampliar o eliminar el listado de actividades permitidas para los trabajos privados. Sin embargo, no razonó que una mini industria o mediana empresa productiva requiere de financiamiento, algo que para los cubanos que viven en la Isla está prohibido por las leyes del Bloqueo.

¿Qué banco extranjero le daría créditos a un cubano, cuando la persecución financiera es implacable contra aquellos que se lancen a ejecutar una sola transacción hacia o desde Cuba?

¿De dónde obtendrían las materias primas si el bloqueo sanciona a quienes ejecuten el comercio normal con la Isla?

Al parecer el eminente economista, que nunca ha trabajado en una empresa o ministerio, desconoce los vericuetos que hace el estado para importar un equipo, o materias primas destinadas a la industria cubana.

¿Cuántas negociaciones se ven entorpecidas diariamente por Estados Unidos para evitar el desarrollo de Cuba? Seguramente que él jamás ha sufrido tal realidad.

Los negocios con China y Rusia, con créditos blandos, requieren de pagos en los plazos acordados y esos millones no salen precisamente de pequeñas ni de medianas empresas.

Otra de sus propuestas es la apertura de mercados mayoristas para los trabajadores privados, pero no analiza la escasez de productos por falta de producciones nacionales y de dinero fresco para adquirirlos. Los mercados mayoristas son muy necesarios, pero la realidad se impone y si el académico trabajase en el ministerio del Comercio Exterior lo comprendería de inmediato y su no proliferación no es por causa de que el Estado desee apoderarse de las ganancias, como asevera.

Es cierto que se hace necesario crear una licencia comercial para importar ropa, calzado y otros bienes que los cubanos compran en el exterior, con la cuantiosa pérdida de dinero para el país, pero las ventas de esos artículos se ejecutan en Cuba y el dinero va al bolsillo de los privados, que por cierto obtienen elevadas ganancias al revenderlos al doble y al triple de su precio de compra.

Con esas ventas no se puede salir de ninguna crisis económica, ni pueden respaldar la compra de combustible en el mercado internacional, ni financiar la reparación de los maltrechos y viejos centrales azucareros, o las plantas de generación eléctrica del país, el equipamiento tecnológico de punta que requieren las industrias farmacéuticas y biotecnológica, fuentes importantes de divisas que son perseguidas por las leyes del Bloqueo, ni la compra de nuevas tecnologías para los hospitales de todo el país.

El gravamen del dólar no es vital para el desarrollo del país, afecta, pero a los deben cambiarlos por pesos cubanos. Lo que sí afecta a la economía nacional es la dualidad monetaria, especialmente en el sistema empresarial, en lo que se trabaja pero a un ritmo no deseado y necesario para el saneamiento de la economía interna.

Parece que el académico olvidó que Cuba tiene prohibido el uso del dólar estadounidense y su comercio exterior, y los todos los pagos debe hacerlo en otras monedas, con el consiguiente incremento de los costos, lo que no sufren otros países del mundo.

La persecución financiera contra la Revolución es enfermiza, motivo por el cual Estados Unidos sanciona con multas millonarias a los bancos e incluso la más reciente medida represiva la recibió la embajada de Cuba en Austria, al prohibírsele utilizar tarjetas bancarias para los cobros consulares.

Unido a eso, el 06.09.2019 el Departamento del Tesoro yanqui, modificó el Reglamento de Control de Activos de Cuba para imponer nuevas sanciones a la Isla, e informó que “las nuevas sanciones incluyen medidas para evitar que Cuba tenga acceso a divisas”.

El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos persigue el fracaso del socialismo como sistema, a fin de que no sea imitado por otros, y no exonera de su red de leyes a nadie. Por tanto, si se formasen empresas exportadoras e importadoras privadas, como sueña el especialista, también se verían afectadas por esa criminal guerra económica, pues al final beneficiarían al Estado.

Todo indica que el académico no se ha estudiado con detenimiento las Leyes Torricelli y Helms-Burton, pues estas lo prohíben todo, incluso si hipotéticamente no existiera un gobierno socialista en Cuba, tendría el procónsul yanqui que certificar la total liquidación de vestigios del sistema socialista, para que entonces el Congreso de Estados Unidos descarte el Bloqueo.

Respecto a la eliminación de las agencias empleadoras, que contratan el personal cubano para trabajar en las entidades extranjeras, no es la causa real que deja de atraer a los inversionistas a la Isla.

La verdadera razón de la poca inversión foránea son las permanentes amenazas que ejecuta el gobierno de Estados Unidos, sobre aquellos que desafían sus leyes, retirándole las visas para visitar ese país, la persecución de sus cuentas bancarias, la exigencia de pagos por bienes nacionalizados por la Revolución, unido al entramado legal que deben sortear para el financiamiento y cobro de los contratos, muchas veces prorrogados ante la falta de liquidez de Cuba por las causas antes expuestas.

La última propuesta fantástica del especialista, que “resolverían” la situación económica cubana, es abrir el país al capital cubano en la comunidad cubana en el exterior, evidenciando que no ha entendido nada de lo que dice Estados Unidos en sus leyes que rigen la guerra económica contra Cuba.

¿Cómo piensa él, que los cubanos residentes fuera de la Isla van a ejecutar transacciones bancarias, emplear el dólar en sus negociaciones, adquirir productos en Estados Unidos y no en Indonesia o Nueva Zelandia, o utilizar barcos para traer a Cuba los insumos, si tienen prohibido tocar puertos nuevamente en menos de 6 meses, o cómo violan el Acta de Comercio con el Enemigo que año tras año se activa por los presidentes yanquis?

Soñar no cuesta nada y los sueños de ese economista muy alabado por los yanquis y europeos, recuerdan a los que tuvo hace años otro eminente economista cubano, dedicado siempre a los estudios académicos, que el día en que le dieron el timón de la economía cubana, a los 6 meses estaba enfermo de los nervios, pues una cosa es tocar con guitarra y otra con violín.

Sabio fue José Martí cuando alertó:

“La fantasía desbordada es un caballo loco”

La UE no tiene gigantes empresariales, EE UU y China sí: ¿mejor tener campeones o competencia?



Solo 4 de las mayores 50 empresas del mundo son del club europeo, que reflexiona sobre reformas de su política antitrust


La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en 2018. EFE


La Unión Europea es la segunda potencia económica global, con un PIB conjunto en 2018 de 18,7 billones de dólares —según datos del FMI— detrás de los 21,4 de Estados Unidos y delante de los 14,1 de China. Sin embargo, el potente mercado único europeo de 513 millones de habitantes (a los que pronto habrá que restar 66 millones de ciudadanos y 2,8 billones de PIB británicos) no cuenta con gigantes empresariales a la altura de su tamaño. Datos publicados por la sección de Economía de este diario esta semana apuntan que la UE solo cuenta con cuatro de las mayores 50 compañías mundiales por capitalización bursátil (la firma de lujo francesa LVMH, la petrolera Royal Dutch Shell, la tecnológica alemana SAP y la cosmética gala L’Oréal). EE UU dispone de 31; China, de ocho.

El déficit de titanes empresariales causa creciente inquietud en amplios sectores de la política europea. Un grupo de 19 Estados miembros exhortó en diciembre de 2018 a reformar la legislación comunitaria de competencia para facilitar la constitución de gigantes industriales capaces de hacer frente a la feroz competencia de EE UU y China. En febrero de 2019, la negativa de la Comisión Europea a dar luz verde a la fusión entre la alemana Siemens y la francesa Alstom desató un grave pulso político entre Bruselas y los Ejecutivos de Berlín y París.

Desde un lado de la disputa, se argumenta que la escala es necesaria para poder luchar eficazmente en el mercado global; desde el otro, se defiende que la escala no puede obtenerse en detrimento de la competencia.

Margrethe Vestager —responsable de Competencia tanto en la comisión del anterior presidente Juncker como en la actual de Von der Leyen— defendía así sus argumentos en una conversación celebrada en Estrasburgo a mediados de diciembre con un grupo reducido de periodistas: “En el mercado interior no hay ninguna prohibición de éxito. El crecimiento de las empresas es muy bienvenido y se puede ser dominante en un mercado. Lo que no se acepta es comprar monopolios, comprar la paz y la tranquilidad de no ser desafiado. La competición es importante porque da a los ciudadanos precios asequibles y estimula la innovación. En el caso de Siemens/Alstom, gran parte de esa fusión no daba problemas, pero había dos mercados que con esa fusión se quedaban sin alternativas: la señalización de líneas ferroviarias de nueva generación y la construcción de trenes de alta velocidad”, argumentó Vestager, que es vicepresidenta de la Comisión.

La política danesa sin embargo tiene en marcha dos reformas que pueden responder a las inquietudes generalizadas. “Por un lado estamos revisando el procedimiento de definición de mercados”. Muchas decisiones de derecho antitrust se fundamentan en la definición de cuál es el mercado de referencia. El protocolo europeo se remonta a 20 años atrás.

Por otro lado, Bruselas estudia una revisión de los mecanismos de control sobre compañías extranjeras que tienen ayudas de Estado en el mercado interior. “Es cierto que en las operaciones en el mercado interior de empresas controladas directa o indirectamente por compañías públicas extranjeras hay un desequilibrio y que hay riesgos vinculados a ello”, reconoce Vestager. “Los Estados miembros están sometidos a reglas claras, pero no hay una regulación igual para Estados extranjeros. Estamos en ello. Ha habido una inspiradora propuesta holandesa, la tenemos en cuenta, pero no tenemos todavía listo el instrumento. La cuestión es que necesitamos una regulación que no solo se presente bien, si no que sea implementable”. Es un capítulo más en la múltiple tarea de adaptación de la UE a los desafíos de un siglo XXI que produce cambios vertiginosos e inquietantes.

Los gigantes mundiales de la Bolsa
Datos a 31 de diciembre. (*) No estaban entre las 50 primeras en 2018
Suben
Se mantienen
Bajan
Capitalización bursátil
(en millones de euros)
País
Sector
2019
2018
Empresa
*
1.675.276
1
Aramco
Energía
2
1.163.240
2
Apple
Tecnología
1
1.072.569
3
Microsoft
Tecnología
4
822.787
4
Alphabet
Tecnología
816.781
3
5
Amazon
Tecnología
7
6
Facebook
Tecnología
521.832
507.287
8
7
Alibaba
Comercio
493.632
5
8
Berkshire
Inversiones
410.459
6
9
Tencent
Teleco
389.801
10
10
JPMorgan Chase
Finanzas
342.269
9
11
Johnson&Johnson
Consumo
329.758
11
12
Visa
Finanzas
300.598
13
13
Walmart
Comercio
16
287.876
14
Nestlé
Consumo
18
282.444
15
Bank of America
Finanzas
277.692
21
16
Procter & Gamble
Consumo
33
268.562
17
Mastercard
Finanzas
12
263.222
18
Exxon Mobil
Energía
262.572
14
19
Banco ICBC
Finanzas
28
20
Samsung
257.183
Tecnología
256.236
36
21
Taiwan TSMC
Tecnología
27
254.514
22
AT&T
Teleco
25
249.098
23
Roche
Farmacia
248.310
19
24
UnitedHealth
Salud
42
232.405
25
Walt Disney
Medios / Ocio
232.108
24
26
Intel
Tecnología
226.393
20
27
Verizon
Teleco
214.427
22
28
Novartis
Farmacia
212.377
35
29
Home Depot
Comercio
211.424
30
30
Coca-Cola
Consumo
209.244
48
31
LVMH
Comercio
208.358
17
32
Royal Dutch Shell
Energía
206.502
37
33
Toyota Motor
Automovil
206.441
31
34
Merck
Farmacia
203.153
26
35
Chevron
Energía
202.859
23
36
Wells Fargo
Finanzas
196.939
47
37
Ping An Insurance
Finanzas
193.979
29
38
China Construction Bank
Finanzas
193.308
15
39
Pfizer
Farmacia
190.262
*
40
Kweichow Moutai
Consumo
182.389
46
41
Comcast
Medios
181.390
34
42
Cisco Systems
Tecnología
169.906
44
43
Pepsico
Consumo
163.449
38
44
Boeing
Aviación
162.810
40
45
Agricultural Bank of China
Finanzas
155.497
*
46
Citigroup
Finanzas
153.429
32
47
China Mobile
Teleco
151.508
43
48
Oracle
Tecnología
147.739
*
49
SAP
Tecnología
147.261
*
50
L'Oréal
Consumo