Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 28 de junio de 2021

¿Es demasiado optimista el pronóstico oficial de crecimiento económico de Cuba de 6% para 2021 y 2022?

Por Pedro Monreal, El Estado como tal

La institución de análisis The Economist Intelligence Unit (EIU) ha reducido a 2,2% su pronóstico de crecimiento de la economía cubana en 2021, en su informe del pasado 11 de junio. (1)

La cifra revisada es menor que la tasa de 2,7% que EIU había estimado en su anterior informe del 9 de abril de 2021, y es muy inferior al pronóstico de 6% del gobierno cubano. (2)

EIU estima que para el período 2022- 2025 se registraría una tasa promedio de crecimiento anual de 4,2% del PIB.

Para el período más extenso que comienza en 2019 (antes de la recesión) y que se extiende hasta 2025, se registraría un crecimiento promedio anual muy bajo de 1,08%.

La discrepancia entre el pronóstico del gobierno cubano y el dato calculado por EIU es tan grande, que es necesario asumir un enfoque cauteloso respecto al pronóstico oficial.

Un crecimiento lastrado por la pobre dinámica del consumo de hogares y de las exportaciones.

En la información reciente de EIU se destaca una revisión hacia la baja del crecimiento del indicador “consumo de hogares” en 2021, un componente que representa aproximadamente 60% del valor del Producto Interno Bruto (PIB).

EIU proyecta ahora un incremento de 4% del “consumo de hogares” en 2021, una cifra menor que el 5% estimado en el informe de EIU publicado en abril.

A primera vista, la diferencia de 1% pudiera parecer poco significante, pero debido al peso del “consumo de hogares” en el PIB, esto empeora inevitablemente la proyección de crecimiento del PIB.

Otro indicador que empeora en el nuevo informe del 11 de junio de EIU es el de las exportaciones. Su crecimiento ha sido revisado y se estima ahora en 3,2%, en vez del incremento de 6,7% proyectado anteriormente.

El estimado de EIU no es positivo a pesar de que se apoya en supuestos optimistas.

El informe de EIU proyecta una recuperación inicial lenta de la recesión de 2020 debido al shock causado por la “reforma monetaria”, es decir la llamada “tarea ordenamiento”. (3)

EIU considera que la actividad económica sería más dinámica con posterioridad, pero advierte que, debido a la limitada capacidad agrícola e industrial, aumentarían las importaciones y con ello se moderaría el ritmo de crecimiento.

El pronóstico de The Economist Intelligence Unit es menos optimista que el pronóstico oficial, a pesar de que EIU adopta el supuesto de que la administración Biden restauraría elementos del acercamiento introducido bajo la administración Obama.

La recuperación pudiera demorar más que lo proyectado oficialmente.

Oficialmente, se proyecta que el PIB alcanzaría el nivel anterior a la crisis al finalizar el año 2022.

Sin embargo, utilizando las cifras de crecimiento económico anual pronosticadas por EIU, el nivel “real”, a precios constantes, que tuvo el PIB en 2019 se alcanzaría en 2024, dos años después de lo proyectado oficialmente.

¿Hacia una década perdida?

Lo que debería ser examinado no es si el pronóstico de EIU es superior a lo que parecería ser la proyección oficial porque es obvio que, en materia de pronóstico económico, es problemático asumir de manera anticipada la precisión de lo que se proyecta.

No obstante, hay dos puntos sobre los que conviene llamar la atención:

  • A diferencia del pronóstico oficial, hasta ahora más colocado en la narrativa que en el de los datos, el pronóstico de EIU incluye información detallada sobre las cuatro principales variables macroeconómicas del crecimiento (consumo de hogares, consumo de gobierno, inversión y saldo de comercio) lo cual permite entender la racionalidad de lo que se proyecta, aunque naturalmente no asegura que tal pronóstico se materialice.
  • Cuando se utilizan los datos de EIU, el crecimiento promedio anual del decenio 2015- 2025 sería de apenas 1%, muy inferior al nivel de 5% a 6% anual que se estima que debería asegurar la “velocidad de despegue” que necesita el país para aspirar al desarrollo. Pudiera ser el equivalente de una “década perdida”. El término es polémico. Debería discutirse sobre el tema.

Notas:

The Economist Intelligence Unit. Cuba country report. 11 June 2021. London.

2 Oscar Figueredo Reinaldo, Lissett Izquierdo Ferrer, Roberto Suárez, “Gil Fernández: Pese a tensa situación económica, Cuba no renuncia a su meta de crecer 6 por ciento en 2021”, Cubadebate, 20 de mayo de 2021, http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/05/20/gil-fernandez-pese-a-tensa-situacion-economica-cuba-no-renuncia-a-su-meta-de-crecer-6-por-ciento-en-2021/

3

Fuente: The Economist Intelligence Unit. Cuba country report. 11 June 2021. London.

CENSOS, COLOR DE LA PIEL Y ANALISIS SOCIAL

Por Esteban Morales
UNEAC


Aunque mueve todavía a muchos prejuicios, incomprensiones y desafíos, no queda más remedio que atender al color de la piel. Sobre todo, en su consideración dentro de las Estadísticas nacionales.

La sociedad cubana, es una sociedad multirracial, o más bien multicolor, mestiza. Y esa realidad tiene que ser registrada estadísticamente. No manejando el Censo como un asunto, simplemente estadístico, sino cultural.

Se trata de una herencia de la Esclavitud. Que no es posible soslayar, pues este marco desde sus orígenes a la sociedad cubana actual.

Cuando los españoles llegaron a Cuba, en 1492, lo hicieron como blancos, con tales credenciales y así se quedaron. Vinieron por voluntad propia, buscando una fortuna, que no pocas veces encontraron. Pero España no es Blanca. Colonizada por los árabes, durante 800 años, se hace imposible considerarla como tal.

Entonces, los colonizadores de nuestro Archipiélago, tampoco eran blancos. En ser blancos no consistía su poder, sino, el haber llegado con la cruz y con la espada.

Llegaron a un territorio de indígenas, de baja cultura y solo los usaron para encontrar oro. Los explotaron de manera inmisericorde y su masa poblacional, no duro mucho tiempo, aunque todavía en Cuba, tenemos representantes de esa población originaria.

También vinieron chinos, traídos, por medio de unos contratos, que los convertía en esclavos. Los llamados culíes. que desde entonces agregaron su belleza a la población de la Isla, integrando nuestra nacionalidad. Ésos tres grandes grupos, formaron la población cubana. Después se sumaron otros antillanos, aunque no en la magnitud de los primeros.

Aunque la Corona Española, puso reglas para el cuidado de la población indígena; de todos modos, la ambición de los colonizadores, junto al Régimen de las Encomiendas y la esclavitud, redujeron su población a la mínima expresión.

En poco más de 100 años Los Tainos, Siboneyes y Guanahatebeyes, casi desaparecieron, pues no eran unas culturas avanzadas, como si ocurría para el resto de América. Culturas Azteca, Maya, Tolteca, etc. Las que sí, no tenían, prácticamente, nada que envidiar a las culturas europeas de su tiempo.

Pero la población indígena existente en el Archipiélago cubano, carecía de esa fuerza, que da el pertenecer a una cultura superior.

Junto con los españoles, vinieron los primeros negros. No de África de manera directa, sino de España. A esos negros se les llamaba “Ladinos”, eran esclavos en España, sabían hablar el idioma y tenían cierta cultura adquirida en el trabajo de servidumbre. Pero llegaron en número reducido.

La inmensa mayoría de los negros que llegaron a Cuba, masivamente, hicieron después, como resultado del comercio de esclavos.

Entonces, los negros en Cuba, comenzaron a ser traídos para el trabajo, dentro de un régimen colonial ya organizado. Decir negro en Cuba, era decir esclavo.

Como los españoles llegaron, hombres solos. De manera inmediata comenzaron a mesclares con las indias y las negras, iniciándose así el mestizaje.

A diferencia de los negros que fueron traídos al territorio de las Trece colonias de América del Norte, lo que después fue Estados Unidos de América, los llegados, también traídos de África como esclavos al territorio mencionado, estos no podían hablar sus lenguas, sino solo el inglés, no podían practicar sus religiones, ni sus culturas. No les estaba permitido por los colonizadores.

A los negros traídos a Cuba, también de África, si los españoles les permitían hablar sus lenguas, adorar a sus dioses y practicar sus culturas. Se trataba de que, por razones históricas y también culturales, los españoles eran más proclives a la convivencia con las prácticas culturales de los esclavos en Cuba.

A diferencia de America del Norte, en Cuba, los españoles, convivían mejor con las diferencias en el color. A lo que contribuían también las diferencias que introducía en la esclavitud del negro, la existencia de la esclavitud doméstica y la esclavitud de plantación.

En la plantación, el negro debía trabajar de sol a sol, bajo el látigo del Capataz o Mayoral; mientras que, en el trabajo doméstico, sus tareas se desplegaban en la casa del hacendado esclavista, imbricadas con las actividades del servicio a la familia. Allí podía ser cochero, cocinero, lavaba y planchaba, ponía la mesa, arreglaba la ropa del amo y le hacía un brebaje, cuando este enfermaba, etc. Realizando labores, que, prácticamente lo preparaban para hacerse de un oficio, por si algún día lograba obtener su libertad.

El contacto con la familia los instruía y dotaba de cierta cultura, que lo diferenciaba del esclavo de la plantación.

Aunque no dejaba de ser esclavo, y el cepo, ante la desobediencia más mínima, estaba sobre él, como Espada de Damocles. Pues el amo blanco, no les permitía aquellas libertades, que pudiesen inculcarle cierta cultura de independencia, lo cual se vigilaba mucho. Pero las ventajas, las tenía y no pocos la aprovechaban muy bien.

Por ejemplo, la niña de la casa, le tomaba cariño al negrito simpático, dócil, y hasta podía enseñarlo a leer y escribir. En el contexto doméstico, el negro hábil, respetuoso, dócil, intimaba con el padre de la casa y llegaba a conocerle ciertos secretos, como sus andadas con las negras, de las cuales, no pocas veces, salían hijos “bastardos” dentro de la familia.

El negro, conocedor de las hierbas, preparaba un brebaje que le curaba un dolor al amo. Y dentro de esa intimidad, el amo, prácticamente, comenzaba a verlo como parte de la familia. Le daba tareas, compartía ciertos secretos con su esclavo y así, a veces, ya viejo, este ganaba la manumisión, o carta de libertad.

Dentro de la casa del amo, conviviendo como esclavo doméstico, el negro lograba ventajas, que no pocas veces, aprovechaba muy bien y que lo hacían avanzar en la vida social, aun manteniéndose como esclavo.

Es que la esclavitud doméstica, generaba cierta cultura y dentro de ella, un nivel de permisibilidad, de la cual el negro podía aprovecharse. Lo cual le permitía, irse introduciendo en la sociedad, aun con todas las desventajas de una sociedad esclavista.

Mientras, en los Estados Unidos, posterior a la Guerra Civil, la esclavitud fue abolida en el norte, pero había que seguir bregando con ella, en el sur. Los negros escapaban al Norte, donde devenían en libres, pero no pocas veces, dejaban familiares que se mantenían como esclavos en el Sur.

En Cuba no, la esclavitud era un sistema similar a nivel de toda la Isla. Y cuando comenzaron a aparecer las leyes que la atenuaban, cómo la llamada Ley de Vientres libres, hasta su abolición oficial en 1886, esto tuvo un efecto nacional.

Claro, la esclavitud comenzó a desaparecer, a partir de un largo proceso, en que España la abolió, como primer paso, dándoles la libertad a los negros que habían peleado, de ambos lados, durante la Primera Guerra de Independencia (1868/1878) hasta que finalmente, fue abolida de manera general.

No obstante, en América la esclavitud tomo color. Y con ella llego el racismo, que no nació con el capitalismo, pero que le pego muy bien, como instrumento de explotación.

Por ello, la esclavitud desapareció, pero el racismo que ella engendro, por más de 400 años, quedo imbricado dentro de la estructura de la sociedad cubana. Y así, desde mediados del siglo XIX, comenzó a surgir una sociedad, con una cultura racista, mestiza y de hegemonía blanca. Por lo que, el racismo, la discriminación racial y el hegemonismo blanco, dentro de nuestra sociedad mestiza, aún no han podido ser eliminados.

Entonces, La Revolución que triunfo en 1959, se encontró con una sociedad, en la cual, existe una estructuración bien clara. Los blancos tienen el poder, lo tuvieron siempre; los mestizos están, más o menos, en una posición intermedia, algunos pocos tuvieron acceso al poder; los negros están, casi siempre, en el subsuelo de la sociedad.

Es que, en Cuba, la pobreza pudo ser también, masivamente blanca, pero la riqueza nunca fue negra, y casi nunca mestiza.

Después de que el Cro. Fidel, casi desde el triunfo de la Revolución, lo vino tratando de manera sistemática, el racismo, la discriminación racial y la hegemonía racial blanca, no han desaparecido.

La política social que la revolución inauguro desde 1959, ha tenido siempre un carácter profundamente humanista, pero, desde el principio, se enfocó solo en la pobreza, no haciendo diferenciación entre los pobres, tratando solo la pobreza, sin hacer diferenciación según el color de la piel.

Tratándose lo anterior, de uno de los aspectos, que, en los últimos 40 años, hemos logrado ir rectificando. Sin llegar aun, como tal, a la llamada Acción Afirmativa. Han venido apareciendo formas de Acción Afirmativa en Cuba, pero de manera indirecta.

Habiéndose demostrado que la raza no existe, que es una invención social. Sin embargo, el color si, y en nuestro país, después de 500 años[M1] de colonialismo, el color continua actuando como una variable de diferenciación social.

En Cuba, después de 60 años de una Revolución radical, de esencia profundamente humanista y de una lucha extraordinaria contra la pobreza, la injusticia y la desigualdad, hasta los mismos bordes del igualitarismo; todavía, desde el punto de vista de la posición social, del acceso a determinados recursos y de ciertas ventajas en la vida social, no es lo mismo ser blanco, negro o mestizo.

El llamado Periodo especial, demostró que la crisis económica no afecto por igual a todos los grupos raciales. Siendo negros y mestizos los que más lo sufrieron.

Nuestro Gobierno, además, se percató, de que las dificultades con el racismo, que afloraron con cierta fuerza, durante el Periodo Especial, indicaban, que se trataba de un problema que, habiéndolo considerado como resuelto, realmente no lo estaba, o al menos no se estaba solucionando, al ritmo que habíamos imaginado, sino que más bien, se había ocultado, en medio de las dificultades vividas en esos años, de mediados de los ochenta y principios de los noventa.

Había existido, hasta entonces, un largo periodo de silencio general sobre el tema, que Fidel rompió en varias ocasiones, pero sin lograr entonces, que el tema racial, ocupara definitivamente el lugar que le corresponde en la lucha por una sociedad mejor.

Pienso que, en ello, tenemos que partir de la existencia de las desigualdades, para llegar de manera real a la igualdad. Lamentablemente, la desigualdad es lo que nos encontramos todos los días. La igualdad es el proyecto social no alcanzado aún.

Por tanto, no debemos asumir de forma mecánica, que todos los cubanos somos iguales, porque eso también fue esgrimido como un slogan hipócrita de la Cuba republicana.

Todos los cubanos, aun no somos iguales. Somos iguales ante la ley, pero no socialmente. Son dos cosas muy diferentes. Puede ser alcanzada la igualdad ante la ley. Pero alcanzar la igualdad social, es otro proceso, mucho más complejo. Igualdad ante la ley, no es igualdad social. Sino, solo un paso, para llegar a esta última.

Ya Fidel se había percatado de ello y comenzó a realizar acciones. Orientando profundas investigaciones en varios barrios desfavorecidos, sobre la situación de sectores, a veces marginados. Fue también, entonces, cuando se realizó la experiencia de los llamados Trabajadores Sociales; la mayoría negros y mestizos, que trajo como resultado, que muchos jóvenes, que ni estudiaban ni trabajaban, (se dice que unos 80,000 en La Habana) llegaran a las Universidades. Que se habían “blanqueado” durante el Periodo Especial.

Entonces, a partir de finales de los años ochenta, retomamos nuevamente el tema. Que es el periodo en que nos encontramos ahora.

Con anterioridad, durante los años 20 y 30, sobre todo, el tema racial había tenido presencia en los medios escritos, especialmente, en la prensa de la época. Personalidades como Juan Gualberto Gómez, Arredondo, Guillen, Deschamps, Chailloux, Ortiz, Portuondo, Morúa, y Otros.

Habían producido textos importantes sobre el tema. Y habían logrado mantenerlo en la prensa.

Desde los años 80, comenzaron a aparecer muchas publicaciones de libros, artículos, ensayos e investigaciones en algunas universidades, etc. También Grupos de Debate y Proyectos Comunitarios, que atienden el tema racial y que han dotado al tema de una creciente presencia dentro de la vida nacional.

Comenzaron, entonces, las reuniones con el Cro. Miguel Díaz Canel, que atiende el tema antes de ser presidente y lo continúa haciendo ahora, con la Comisión Aponte de la UNEAC, que sustituyó al Grupo, “Como agua para chocolate”, dirigido por Gisela Arandia. Que fue la promotora inicial del debate racial en la UNEAC.

Todo este movimiento, ha concluido, con la aparición de una Resolución Gubernamental, donde se proponen las pautas para la atención del tema racial a nivel nacional. Así como con la presencia de todos aquellos grupos interesados en el tema.

Sin embargo, considero, que aunque hemos avanzado, todavía estamos lejos de darle al tema racial, el impulso que requiere. Púes quedan muchas situaciones por resolver. Tarea al frente de la cual, continua nuestro Presidente y ahora Primer Secretario del PCC, ya mencionado.

Aunque nuestra sociedad, es culturalmente mestiza, la presencia de un hegemonismo blanco, se hace sentir aun, en los asuntos siguientes:

-Las desigualdades persisten dentro de la estructura racial poblacional, entre blancos, negros y mestizos.

-Persisten las diferencias en el acceso al empleo. Con privilegios para la población blanca, en los empleos más importantes: Turismo, corporaciones, cargos estatales, etc. No así en los cargos políticos, en especial dentro del partido, el Poder Popular y las Organizaciones de Masas, donde la existencia de negros y mestizos se hace más presente.

-Diferencias en el acceso a posibilidades de estudios superiores, Universidades, maestrías, doctorados, etc.

-Racismo, prejuicios y discriminación, contra la población negra, que no se manifiesta de modo agresivo, pero están presentes.

-Marcada insuficiencia de matrimonios interraciales.

-Discriminación en los medios masivos, principalmente en la Televisión, en la que dominan las caras blancas y solo recientemente han comenzado a aparecer caras negras y mestizas. Ante un reclamo especifico, reciente, del Cro. Raul Castro.

-Nuestra prensa escrita, apenas refleja los problemas del tema racial. No existiendo ningún tratamiento sistemático al respecto. Ni promoción de escritores que traten el tema. Casi nunca en nuestra prensa hay un artículo que aborde el tema racial.

-Nuestras Organizaciones Políticas y de Masas no debaten el tema racial. No promueven su discusión, ni lo consideran en sus agendas de trabajo.

-Discriminación en el ballet clásico.

-Chistes y expresiones racistas, pululan en nuestras actividades en los cabarets.

-Solo recientemente, la Enseñanza de la Historia ha comenzado a reflejar el lugar de negros y mestizos en formación de nuestra historia patria. Y se preparan profesores para abordarlo.

- Hasta hace poco, la bibliografía utilizada, salvo honrosas excepciones, muy conocidas, no reflejaba el papel de la población negra y mestiza en la construcción de nuestra nación. Ahora se realiza un fuerte trabajo bibliográfico dirigido a solucionar esta situación.

-No existe una Historia Social del Negro ni de la mujer negra. Producida en Cuba.

-Aun tratar el tema racial, a cualquier nivel y en cualquier espacio social, puede generar cierto descontento, prejuicios y malestar.

-Solo recientemente nuestra asamblea nacional, ha comenzado a presentar una estructura, que refleja casi fielmente, la composición racial de la sociedad cubana.

-Para los que tratan el tema, sus debates, no son divulgados, quedando siempre en los marcos de grupos y personas interesadas.

-En la escuela cubana no se menciona el color, dejando a la espontaneidad personal el comportamiento frente al mismo.

-En nuestras Universidades apenas se estudia el tema racial. Ni aparece recogido en el currículo de asignaturas.

-Nuestras investigaciones académicas, apenas lo reflejan de manera suficiente y está prácticamente ausente del trabajo científico estudiantil.

-Solo recientemente, comienza a observarse, que se hace un esfuerzo por atender a la composición racial de grupos de trabajo, actividades, o situaciones, en que el negro y el mestizo deben quedar representados. Esto se observa especialmente en la televisión.

-En realidad, nuestras estadísticas, sociales, económicas y políticas, son incoloras. Lanzando al cesto de la basura siglos de la historia nacional.

Consideramos, que mientras el tema racial no sea tratado con sistematicidad y coherencia, a nivel integral, no podremos aspirar a que socialmente, el país avance.

Es que nuestra cultura heredada es racista; es decir, la práctica del racismo, es instintiva, respondiendo a mecanismos heredados, que pueden funcionar de manera inconsciente. Por tanto, hasta que el tema no entre en la educación, sea fuertemente debatido socialmente y forme parte del trabajo sistemático de los medios, no podemos aspirar a que pase a la cultura, ni se avance en el mismo, desterrándolo de las formas del comportamiento habitual en nuestro país.

Es que la ausencia de atención, casi generalizada, durante mucho tiempo, del tema racial, tiene consecuencias muy negativas, para su conocimiento, comprensión y consideración a nivel social, como algo que perjudica a la nación cubana. Tratándose de un problema, muy serio a superar, si queremos que nuestra sociedad y su cultura avancen de manera integral, garantizando el éxito del proyecto social de la revolución.

La Habana, Junio 26 del 2021

¿PERSUADIR A QUIENES DUDAN O PREDICAR A LOS CONVERSOS?

Por Jorge Gómez Barata

Después de la toma del poder político mediante la lucha armada y de la resiliencia frente al imperialismo, el mayor éxito de la Revolución Cubana es de naturaleza ideológica. Gracias a una temprana, y exitosa labor pedagógica y propagandística se divulgaron entre las masas las ideas socialistas y marxistas-leninistas que, unidas al proyecto de construir el socialismo se instalaron en la conciencia social cubana.

Tales esfuerzos coincidieron con la incesante y eficaz prédica de Fidel Castro  cerca de la defensa de las conquistas populares y la confrontación con el imperialismo, a lo cual contribuyeron la prensa, los medios de difusión masiva y el sistema escolar. Debido a ello, en breve tiempo las ideas socialistas y antiimperialistas prevalecieron sobre el anticomunismo, incluso sobre el liberalismo sustentado por los sectores intelectuales y profesionales y sobre la fe cristiana relegada por el ateísmo.

El éxito se debió a que no se trató de un esfuerzo abstracto para divulgar ideas, sino que formó parte de la obra social, económica y cultural, acompañada por la promesa de un futuro socialista que entonces parecía alcanzable. Entre los componentes más atractivos de aquella labor estuvo la creencia de que los obreros y campesinos como clases, habían llegado al poder.

Al proceso contribuyó el vacío creado por el éxodo de la intelectualidad liberal que redujo prácticamente a cero la oposición de carácter ideológico y cultural y a que estuvo acompañado por la crítica constante e integral, a veces exagerada, al sistema derrotado en Cuba, a los fundamentos económicos, filosóficos e históricos, así como al desempeño del sistema capitalista, con justificado énfasis en el modelo vigente en Estados Unidos.

Mediante aquel proceso que dio lugar a la instalación de ideas justas, valores trascendentales, preceptos correctos y principios válidos, también se afincaron conceptos erróneos, objetivos desmesurados y dogmas. Obviamente si bien algunos de esos elementos forman un legado asumible, otros son un lastre que debe ser desembarcado.

La implosión que llevó al colapso al sistema mundial del socialismo, incluida la Unión Soviética, impactó los fundamentos del discurso ideológico socialista que no solo fue abandonado por más de 30 países, veinte de ellos antiguas repúblicas exsoviéticas, sino por todos los partidos que integraron el movimiento comunista internacional, automáticamente disuelto.

Cuba que contaba con el liderazgo de Fidel Castro, en lugar de perecer por el efecto dominó que arrasó con el “socialismo real”, acudió a la resistencia, y, junto con la certeza de que, dado sus justas esencias, el sistema podía ser salvado, conservó también prácticamente intacto el discurso y las prácticas ideológicas tradicionales.

El hecho de que en la Unión Soviética y los países del socialismo real no se reconociera la oposición, no se acreditara el pensamiento y la opinión política diferente y ni siquiera se considerara pertinente la duda, repudiándose el disenso, determinó que el discurso político estuviera encaminado casi exclusivamente a reforzar la lealtad de los partidarios y los militantes. Con los años y las décadas, los líderes políticos emergentes, se habituaron a asumir que todos pensaban como ellos, practicando una especie de sectarismo que omite a los “otros”.

Los líderes moldeados en la artesa de la “política de cuadros”, no eran dotados de herramientas para auscultar la opinión pública, ni para persuadir o debatir, ni tan siquiera con los que, dentro de las filas sustentan puntos de vista o refieren matices levemente diferentes.

En 70 años de construcción socialista en la Unión Soviética no surgió ni un solo líder político, no sobresalió ningún dirigente obrero o estudiantil, ni un solo tribuno, poblándose la nomenclatura con “aparachits” sin carisma, sin dotes de expresión oral, incapaces de “hacer política “, es decir, de ganar adeptos. De poder leer a Marx, se asombrarían al descubrir que el creyó que “...La lucha interna da al partido fuerzas y vitalidad; la prueba más grande de la debilidad de un partido es la amorfía…; el partido se fortalece depurándose...”. (carta a Lasalle, 1852)

Ante el Partido Comunista de Cuba y su renovada dirección, motivada para la urgencia de la renovación, se plantea la tarea no solo de adecuar el discurso a las nuevas realidades, sino de replantearse las bases, las metas y los modos de alcanzarlas. No se trata de la táctica y la estrategia sino de ambas, no de alguna parte, sino del todo. No de negar lo hecho ni de retroceder, sino de ratificar y avanzar. Allá nos vemos.

Ascenso a la raíz. El desarrollo local en la estrategia de desarrollo nacional

* Director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM)

El pasado 15 de junio fue presentado en evento virtual el Cuarto Informe Nacional de Desarrollo Humano Cuba 2019: “Ascenso a la raíz. La perspectiva del desarrollo humano local en Cuba”, coordinado por el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) y la Oficina del PNUD en La Habana.

En el plano internacional, este informe se incorpora al debate sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. En el plano nacional, se analiza el papel clave que se asigna al desarrollo local en la actualización del modelo económico cubano. Por tanto, se examina el desarrollo local en sus múltiples interrelaciones con los contenidos de los documentos rectores de la estrategia socioeconómica y las políticas nacionales.

En el trabajo aparecen tres realidades que atraviesan de modo transversal su contenido y son de obligada consideración para caracterizar y entender la especificidad cubana. En primer lugar, se destaca el impacto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero aplicado en las últimas seis décadas por doce sucesivas administraciones norteamericanas, que ha significado elevados costos financieros, materiales y humanos. Otra realidad es que en el Índice de Desarrollo Humano que anualmente calcula el PNUD, Cuba se ubica en el grupo de países de desarrollo humano alto. En el Informe emitido por esa organización en el 2020 Cuba aparece en el lugar 70º entre 189 países; con un valor de 0,783. Sus destacados resultados en educación y salud le permiten compensar el modesto registro que presenta en cuanto a su ingreso nacional bruto (INB) per cápita, lo que subraya la elevada capacidad del país para generar alto desarrollo social a partir de una limitada base económica.

En relación con lo anterior, la tercera realidad que está presente a lo largo del Informe es el rezago de la dimensión económica con relación a la dimensión social. Se destaca, en particular, el efecto negativo de la fuerte crisis económica –conocida como Período Especial–, que de modo abrupto impactó a la economía y la sociedad cubanas en los inicios de la década de los 90 del pasado siglo, con efectos adversos duraderos que alcanzaron a todos los sectores y obligaron a reorientar la estrategia económica. Asimismo, se señala el deterioro económico más reciente, que se refuerza con la pandemia de la COVID-19.

Si bien desde inicios del proceso revolucionario, el desarrollo en los territorios recibió alta prioridad, como parte de las transformaciones socioeconómicas llevadas a cabo; ahora con el proceso de actualización del modelo económico, el desarrollo local pasa a ser uno de los componentes básicos de la estrategia de desarrollo nacional, con un enfoque que supone más autonomía y una interacción e integración más activa de los actores y resortes territoriales, sin perder el necesario vínculo con el proyecto nacional de desarrollo.

El Informe llama la atención acerca de las oportunidades y desafíos en áreas específicas del desarrollo humano sostenible, tales como: el proceso de descentralización en marcha, empleo y salarios, seguridad y asistencia social, salud, educación, cultura, equidad de género y dimensión ambiental.

Se dedica un capítulo a las mediciones a escala provincial y municipal del índice de desarrollo humano, con una metodología propia que resulta perfectible, flexible y ajustable a las prioridades de los territorios. Se identificaron brechas en cuanto a la cantidad y calidad de la información disponible, que es necesario resolver para alcanzar una mayor simetría entre los datos disponibles y los análisis realizados para las provincias y municipios.

Con el nuevo Índice de Desarrollo Humano Provincial (IDHP), se actualiza el cálculo que ya estaba presente en las tres ediciones anteriores del Informe Nacional. Se utilizan 18 indicadores agrupados en ocho dimensiones. El análisis provincial revela un mejor desempeño de provincias como La Habana, Villa Clara, Matanzas y Pinar del Río (con muy alto DH); y mayor rezago en las provincias orientales (con un DH medio), excepto Holguín. Ninguna provincia clasifica como de bajo desarrollo humano. Dada la existencia de estudios anteriores, fue posible establecer el avance o retroceso relativo de cada provincia entre los datos de 2003, 2007 y 2016.

Se incorporó el cálculo del Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM), con datos para todos los municipios del país. Por primera vez se llega hasta la escala municipal en esta medición, donde se utilizan 10 indicadores agrupados en cuatro dimensiones. De 168 municipios, 29 registran un desarrollo humano muy alto, 51 municipios un desarrollo humano alto, 75 municipios un nivel medio y 13 un bajo registro. En general, se revela un marcado rezago de la dimensión económica en relación a la dimensión social, la persistencia de insuficientes recursos endógenos en los municipios y gran dependencia de las asignaciones centrales. Han sido programas nacionales los que han impulsado a los municipios más exitosos; y los desarrollos municipales a partir de estrategias y proyectos propios de la localidad no aparecen todavía desempeñando un papel relevante.

Por primera vez se incorpora la dimensión ambiental, tanto en la medición provincial como en la nacional. También se analiza el grado de diferenciación en cuanto al desarrollo humano dentro de cada provincia, es decir, entre los municipios de una misma provincia. Cabe destacar que se trata de una comparación dentro del país; de manera que en una comparación internacional, un nivel bajo del IDH para un territorio cubano, puede resultar elevado con relación a otros países, sobre todo en el caso de indicadores sociales.

Al final se incluye un Apéndice con seis referentes de la experiencia cubana de enfrentamiento a la Covid-19 en la perspectiva local: 1) Impactos de una economía mundial en picada y reforzamiento del bloqueo del gobierno de EE.UU, aún en tiempos de pandemia; 2) Un sistema de Salud para Todos y solidaridad sin fronteras; 3) El reto alimentario; 4) Protección laboral y salarial; 5) Informatización al servicio del desarrollo: educación y cultura a distancia; 6) Mayor espacio de la ciencia en la toma de decisiones. Este informe aporta una referencia para el proceso de toma de decisiones en materia de desarrollo local.

El mundo está con Cuba y condena a Estados Unidos.

Por:  Tony López R.

Con la aprobación de la resolución presentada por el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla. “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba” que recibió 184 votos a favor, tres abstenciones y dos votos en contra, EE. UU e Israel, quedó demostrado que el mundo está con Cuba y condena a Estados Unidos.  

La aplastante derrota diplomática del imperio estadounidense, infringida el pasado 23 de junio al condenar el ilegal, injusto, genocida y terrorista bloqueo, impuesto a Cuba, por cerca de 60 años y que desde 1992 Estados Unidos viene recibiendo la condena de la mayoría de las naciones y la denuncia de la ilegalidad de este mecanismo, además, por su carácter extraterritorial con la ley Helms-Burton.

Las leyes impuestas en todos estos años demuestran no solamente una motivación política, también el carácter terrorista, prepotente e imperial de Estados Unidos, utilizado para multar con altísimas y multimillonarias cifras a bancos y empresas europeas y de otras nacionalidades, por comerciar con Cuba, una verdadera política de chantaje, robo, inmoralidad y carácter piratesco.

En medio de una devastadora pandemia, el gobierno de Trump, redobló la agresiva política contra Cuba, y contra otras naciones al activar los títulos 3 y 4 de la ilegal ley Helms-Burton y emitió 242 órdenes ejecutivas para recrudecer el bloqueo, una manifiesta acción terrorista y genocida contra un pueblo y mantenidas por el actual presidente Joe Biden.

Fue el hoy presidente Biden el que en su campaña electoral había prometido modificar dicha política hacia Cuba y nada ha cambiado, por lo que la actual administración Biden no hace más que practicar la misma política terrorista que practicó su antecesor contra Cuba. No utilizan explosivos, utilizan una silenciosa guerra para provocar hambre, miseria, descontento y creen que con esa política los llevara a conseguir el derrocamiento del gobierno revolucionario. No señores imperialistas este digno pueblo ni se vende ni se rinde, porque sabemos, que esta guerra terrorista contra Cuba, viene  de sectores bipartidista de  años atrás.   

No es una nueva política, es una política practicada desde 1962 cuando el subsecretario de Estado Lester Mallory elevó un impúdico memorando del 6 de abril de 1960, que cito:  Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…)  negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”. Esta sugerencia fue tomada en cuenta y aplicada desde 1962 por el gobierno de John F Kennedy contra Cuba hasta nuestros días.

El objetivo estratégico de estas ilegales, terroristas y genocidas leyes y ordenes ejecutivas emitidas por Estados Unidos, no tendrán éxito alguno, porque en Cuba es el pueblo el que dirige sus destinos, a través de sus muy democráticos mecanismos, como lo es la Asamblea Nacional, ocupada por 600 diputados, de los cuales el 50 por ciento representan a las bases del pueblo y el otro 50 por ciento representan a los movimientos sociales, de organizaciones sindicales, campesinas, profesionales, culturales, juristas, periodistas, mujeres, jóvenes y estudiantes.

Ese pueblo que resiste este doloroso y criminal bloqueo, no se dejara engañar por las baratijas y volver al pasado del juego, drogas y prostitución, cuando Estados Unidos, por cerca de 60 años (1902-1958) convirtió a Cuba en un burdel, y manejaba a los gobiernos títeres de la época a su antojo y amparaba y apoyaba a dictaduras como las de Gerardo Machado y Fulgencio Batista, de este último es la minoritaria saga que desde hace 62 años se instaló en Miami con los Diaz Balar, y generales y coroneles criminales como los Tabernillas, Carratalá, Ventura, Piedra, Martin Pérez  y comparsa.

El imperio, no tiene, ni ha podido lograr una oposición, por una sencilla razón, que les va ofrecer al pueblo, volver a la época del burdel, del racismo, de la prostitución, de la salud y educación privada, del desempleo, de la pobreza, de la inseguridad pública y como exigen los de Miami devolver las tierras a los terratenientes y las fabricas a los Bacardí y las viviendas a los casatenientes,  y aplicar la política neoliberal, que se vive   hoy en América Latina.

Lo insólito y cínico de la explicación para mantener el bloqueo a Cuba, volvió argumentarse por Rodney Hunter, coordinador político de la Misión de Estados Unidos ante la ONU al señalar que su país se oponía a la resolución porque las sanciones buscan promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba y dijo:

Las sanciones son un conjunto de herramientas de nuestro esfuerzo más amplio para promover la democracia, promover el respeto por los derechos humanos y ayudar al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos”.

Previamente a esta intervención Hunter reconoció los desafíos que enfrenta el pueblo de Cuba y cínicamente soltó, esta gran mentira:  Estados Unidos provee al país caribeño suministros humanitarios, además de ser “uno de los principales socios comerciales de Cuba”.

Y añadió “Cada año autorizamos miles de millones de dólares en exportaciones a Cuba, incluidos alimentos y otros productos agrícolas, medicinas, dispositivos médicos, equipos de telecomunicaciones, bienes de consumo y otros artículos para apoyar al pueblo cubano”.  Realmente resulta vergonzosa esta mentirosa declaración del señor Hunter, pero sabemos que la maquinaria mediática gringa, sostendrá estas ideas.

Lo que resulta cierto es que, del presupuesto del Estado norteamericano, el Congreso, a propuesta de congresistas de origen cubano, aprueba solo 50 millones de dólares para desarrollar acciones terroristas y de desestabilización, contra el pueblo cubano, acciones todas fracasas y abortadas por nuestras fuerzas de seguridad apoyadas siempre por el pueblo.

De estos 50 millones, el 90 por ciento se queda en Miami, en manos de Marco Rubio, Díaz Balar, Bob Menéndez, María Elvira Salazar entre otros congresistas de origen cubanos y solo el resto se reparte en los mercenarios que desde Miami, México y Argentina  reciben el otro 10 por ciento y de allí una miserable paga a sus agentes en Cuba, a razón de unos 100 dólares al mes, según estos propios agentes le declararon a la TV cubana, el pasado 27 de enero cuando el show montado frente al ministerio de Cultura.

Con ese dinero también pagan a los aquí llamados periodistas independientes quienes inventan sus Fake News, y envían sus informaciones   a sus centros en Miami controlados por la CIA o el FBI y luego de procesadas y aprobadas, son reproducidas desde Miami, por los ya conocidos contrarrevolucionarios asentados en esa ciudad y cuyos destinatarios es la población cubana, noticias falsas que ellos adornan con sus chismes y manejo de odio. Por supuesto Cuba es el infierno y la culpa es del gobierno revolucionario y ni una sola mención al bloqueo y a la política genocida de Estados Unidos.

Todo esto forma parte de un plan que tienen su base en las redes sociales y que ha venido desarrollándose desde hace muchos años, primero fue el uso de Radio Swan, ((1961-68) una islita en el caribe.  En la década del 70 Radio y TV Martí y ahora las redes sociales. Esto sin contar, los llamados canales y radio cloacas, de Miami cuyos mensajes de contenido están llenos de falsedades y de odio, actualmente están tratando de desacreditar las vacunas cubanas y niegan la existencia del bloqueo.

Esta campaña y la política de sembrar la matriz de opinión en contra de Cuba lo realiza el departamento de operaciones en guerra psicológica de la CIA y se ocupan de financiar, organizar, ordenar y ejecutar a través de terceros estas operaciones y llevar adelante esta política. 

Así lo demuestran las evidencias documentales y videos publicados, en el noticiero nacional de la TV cubana, según las cuales la venezolana Karla Velázquez Figuera, radicada en México alias “la madrina”, es la jefa del Programa Cuba del Instituto Nacional Demócrata, (NED) y enlace entre funcionarios del Gobierno norteamericano y sus agentes en Cuba, entre ellos la señora Tania Brugueras.

De acuerdo con la noticia presentada en el noticiero por el periodista Humberto López, desde el pasado 12 de mayo Karla Velázquez se encargó de realizar una convocatoria para sumar participantes a una reunión virtual y «privada» con funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU., que se efectuó el día 25 de este propio mes.

La ruta del dinero de la guerra no convencional de Estados Unidos contra Cuba, viene por la vía de “la madrina” y por otro canal a través del Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (CADAL), con sede en Argentina y cuyo director Gabriel Constancio Salvia, recibe una parte del dinero de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). El prestigioso diario argentino Página 12 calificó a Cadal como «una base de operaciones anticastrista, que recibe financiamiento de entes ligados a la CIA».

El señor Gabriel Constancio tiene un tenebroso historial contra Cuba, entre otros su intento de armar en el 2014 un show mediático que incluía fomentar disturbios, protestas y manifestaciones, para sabotear la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se desarrolló en la Habana.

Como se puede apreciar es el gobierno de Estados Unidos quien trata de fomentar conflictos, desarrollar acciones desestabilizadoras y terroristas, acciones que han costado la vida a 3,478 cubanos y 2099 incapacitados, por los atentados, estallidos de bombas y actos terroristas cometidos a lo largo y ancho de la isla en estos 62 años de existencia de la Revolución Cubana.

En franca contradicción a lo expresado en la sede de las Naciones Unidas, por el señor Rodney Hunter, cuando comentó  que EE:UU autoriza miles de millones de dólares para compra de alimentos, medicinas y tecnología, es todo al revés, tal como lo expresó el canciller cubano: “de abril de 2019 a diciembre del 2020, el mecanismo norteamericano causo la pérdida de 9 mil 157 millones de dólares”.  Y en casi seis décadas de aplicación de la política, los perjuicios a Cuba son de 147 mil 853 millones de dólares, o lo que es igual en oro de 1 billón 377 mil millones”.

El señor Hunter sin embargo debe saber que si el bloqueo se levanta y se establecen una relaciones respetuosas y constructiva, por supuesto que el comercio con Cuba, sería beneficioso para ambas partes, entonces Cuba compraría millones de dólares, en alimentos, medicinas y tecnología, pero la actual política genocida y terrorista de Estados Unidos, no solo daña a las familias cubanas, también  impiden y causan mucho daños a los propios agricultores, y empresas norteamericanas que sí desean comerciar con Cuba. 

Nuevamente y de manera contundente la comunidad internacional, los gobiernos y pueblos del mundo exigen que se termine con esta acción unilateral, de la gran potencia del norte   que ha causado tanto daño material y físico a la población cubana. Se trata de una guerra terrorista no declarada, pero practicada, por Estados Unidos, que dicen ser los grandes ejemplos y defensores de los Derechos Humanos. El Mundo está con Cuba y condena a Estados Unidos.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

La Habana, Cuba, 26 de junio del 2021.  23.30 hrs.


Cadal, una base de operaciones anticastrista en Argentina

GUSTAVO VEIGA| Cadal es la sigla con que se conoce al Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina. Una fundación que hizo pie en nuestro país el 26 de febrero de 2003 y quedó legalizada un par de meses después. Por la cantidad de eventos que realiza, esta organización se muestra tan activa como su presidente, Gabriel Constancio Salvia, un periodista itinerante de 47 años que también figura registrado como importador en Uruguay, donde la ONG tiene su segunda sede.

 

Página 12

Su currículum indica en la segunda línea que “desde 1992 se desempeña en la dirección de entidades sin fines de lucro”. También que se vinculó con “la actividad partidaria desde marzo de 1983”. Pero no menciona cuáles son las entidades ni aclara en qué fuerza política. De sus textos y ponencias se desprende un cerril anticomunismo que revelan sus análisis sobre el gobierno cubano. La ONG sintoniza muy bien con el pensamiento de su jefe: critica con dureza a los gobiernos de países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y la Argentina. En un editorial previo a las últimas elecciones se quejaba “del absolutismo” de Cristina Kirchner y de que su modelo “es piantavotos y espanta inversores”.

Cadal se define en su nutrida página web como “una voz clara y constante en la promoción de la democracia, el fortalecimiento de las instituciones y el progreso económico y social de América latina”. Entre ese enunciado y otros datos que brinda deja evidencias de dónde viene y hacia dónde va. Su estrecha relación con dos entes como la Usaid (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y la NED (Fundación Nacional para la Democracia) que la financian, la aproximan demasiado al exilio anticastrista de Miami. Nueve de los dieciséis libros que publicó en sociedad con distintas fundaciones y editoriales tratan sobre temas cubanos. La secretaria de la fundación, María Teresa Reviriego, preside la Comisión Pro Derechos Humanos en Cuba con sede en la calle Tucumán 843, de la Capital Federal.

La NED, sigla en inglés de la National Endowment For Democracy, fue creada por Ronald Reagan y tiene entre sus integrantes a Terence Todman, el ex embajador de Estados Unidos en la Argentina durante el primer gobierno de Carlos Menem, y Francis Fukuyama, el politólogo norteamericano de origen japonés que vaticinó el fin de la historia y que veinte años después sigue jugando al augur: acaba de presagiar el final de la Eurozona. En 2011, la NED publicó en su página oficial que le aportó a Cadal 60 mil dólares. Sus fondos a discreción suelen promover todo tipo de iniciativas contra Cuba.

Cuando demanda recursos para sostenerse, organiza programas como Good bye Lenin (La experiencia socialista en Europa Central y Oriental, transiciones a la democracia y lecciones para América Latina) o presentar publicaciones de los cubanos anticastristas Huber Matos o Carlos Alberto Montaner, que visitaron Buenos Aires en 2005, Cadal propone cuatro alternativas para sus aportantes: la suscripción al programa de análisis político y económico regional; donaciones al fondo de becas emprendedoras de las ideas; la suscripción como miembro adherente o ser sponsor de los foros que convoca. Acepta cuotas desde cien pesos mensuales a mil anuales y quienes pagan reciben las publicaciones impresas de la fundación y son invitados especiales a sus foros en Buenos Aires, Rosario, Montevideo y Punta del Este.

Bodegas San Huberto, la empresa que preside Leonardo Spadone, hijo de Carlos, el conocido empresario teatral que se diversificó a otros rubros, es un auspiciante permanente de los eventos que desarrolla Cadal. Pero sus críticos señalan que recibe estímulos económicos por vías más informales: mencionan sin reservas a la CIA. Martha Lidia Ferreira, una uruguaya que es licenciada en Geopolítica e integrante de Blogueros y Corresponsales de la Revolución, asegura que “Cadal recibe su mayor porcentaje de dinero para sus acciones de manos de las sucursales de la CIA para la región: la fundación Atlas, la Fupad (Fundación Panamericana para el Desarrollo), la Usaid y la NED”, entre otras entidades.

Cadal sostiene que Latinoamérica “atraviesa por una etapa crítica en su desarrollo”. No obstante, elogia los avances de las instituciones en Brasil, Chile, México (un país que en seis años sufrió casi 50 mil homicidios en la lucha contra el narcotráfico), Colombia y Uruguay. En un segundo grupo que encuentra “grandes dificultades para lograr el desarrollo sostenido” incluye a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y la Argentina porque, según la fundación, algunos de estos países registran “la ausencia de las libertades más básicas” y otros, “importantes atropellos a la propiedad privada que demoran el establecimiento de las condiciones para el progreso como lo es, por ejemplo, la confiscación de fondos de pensiones producida en Argentina”.

La fundación, cuyo número de inscripción en la Inspección General de Justicia (IGJ) es 1717869, presenta trámites con regularidad ante ese organismo como balances y declaraciones juradas. La última data del 29 de julio pasado. El ex inspector general designado por el gobierno de la Alianza, Guillermo Enrique Ragazzi, firmó la autorización para la funcionara durante la presidencia de Eduardo Duhalde, el 6 de mayo de 2003. Veinte días después, Fidel Castro daba un recordado discurso en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA. A Salvia, como confesaría días más tarde, el viaje del líder cubano lo “tomó por sorpresa”. Una extraña coincidencia entre el nacimiento de Cadal y aquella histórica presencia en Buenos Aires.

Realizan en Cuba intercambio sobre Anteproyecto de Ley de Soberanía y Seguridad Alimentarias y Nutricional (+Video)

 El encuentro tuvo el propósito de socializar aún más los postulados de la Ley y su Reglamento, y que en esta fase de elaboración se pueda nutrir de valiosas opiniones a nivel territorial.

Foto: Minag

Por indicaciones del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el equipo redactor de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Ley SSAN) convocó este 24 de junio a la realización de un Diálogo Nacional entre dicho colectivo, de forma presencial en la sede del Grupo Empresarial Gelma, y de manera virtual con representantes del Gobierno, las Delegaciones Provinciales de la Agricultura, representantes de los Consejos de la Administración Municipal y productores seleccionados

De acuerdo con el Ministerio de la Agricultura (Minag), el encuentro tuvo el propósito de socializar aún más los postulados de la Ley y su Reglamento, y que en esta fase de elaboración se pueda nutrir de valiosas opiniones a nivel territorial.

Durante la reunión, se presentó el informe Proyecciones del Anteproyecto de Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, se orientó un ejercicio práctico para el análisis de las regulaciones del Anteproyecto de Ley SSAN con implicaciones a niveles provinciales y municipales y tuvo lugar un fructífero intercambio entre los participantes.

Estuvo presidido por la Dra. Elizabeth Peña Turruellas, directora de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, el MSc. Orlando Díaz Rodríguez, director Jurídico, la MSc. Grisel Tejeda González, directora de Proyecto POSAS, la MSc. Mayra Cruz Legón, jefa del Departamento de Políticas Agrarias de la Dirección Jurídica, todos del Minag y el Dr. C. Pedro Pablo del Pozo Rodríguez, Consultor de la FAO en Cuba.

La Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, incorporada en el Cronograma Legislativo para su aprobación en octubre del presente año, tiene un equipo redactor coordinado por el Ministerio de la Agricultura e integrado por representantes de 22 Organismos de la Administración Central del Estado, Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, entidades y organizaciones de la sociedad civil de Cuba, con el acompañamiento de la Oficina de la FAO en Cuba y el proyecto de colaboración «Fortalecimiento de políticas para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba» (POSAS) del Programa País SAS Cuba financiado por la Unión Europea.

La construcción de esta norma jurídica se ha venido realizando mediante actividades participativas, con enfoque de género y generacional, con la intervención de actores vinculados con la producción, transformación comercialización y consumo de alimentos.

El 22 de julio de 2020 fue aprobado, por el Consejo de Ministros de la República de Cuba, el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba (Plan SAN) como plataforma nacional para alcanzar una plena seguridad alimentaria, que contempla las directrices que orienta el Estado cubano para la gestión de los sistemas alimentarios locales, soberanos y sostenibles. Se basan en la articulación intersectorial y la participación de todos los actores vinculados con la producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos; así como, el fomento de una cultura alimentaria y educación nutricional para el logro de la mejora de la salud de la población cubana.

La Ley SSAN y su Reglamento conformarán el marco regulatorio específico para salvaguardar tanto la soberanía y la seguridad alimentarias y nutricional, como el derecho a la alimentación sana y adecuada de la población en Cuba, además pautará un sistema de educación nacional relativo a las buenas prácticas alimentarias en aras de prevenir enfermedades asociadas a la nociva y deficiente alimentación.

Un proyecto que se desarrollará durante los próximos cuatro años y que será ejecutado por la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) es el Sistema de Información, Gestión e Innovación para el Seguimiento y Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba (Sigisan). Su propósito es implementar un sistema de información para la gestión e innovación de la soberanía alimentaria y educación nutricional en Cuba. Tiene como soporte financiero el apoyo del programa Impacto, Resiliencia, Sostenibilidad y Transformación para la Seguridad Alimentaria y Nutricional (FIRST), y el proyecto Fortalecimiento de Políticas para la Seguridad Alimentaria Sostenible en Cuba (POSAS), del Programa País SAS Cuba, ambos financiados por la Unión Europea.

Este Proyecto permitirá realizar el seguimiento, monitoreo y acompañamiento del proceso de implantación del Plan SAN y con una metodología novedosa y recursos logísticos que permitan la captación de los datos que se generan en cada comunidad del país y facilitará la toma de decisiones de los actores involucrados, en particular en los municipios.

Igualmente, tiene entre sus objetivos el diseño de un censo agropecuario en Cuba, que será un gran impulso para generar avances en políticas públicas.


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