Cuba, que es reconocida internacionalmente por ser un destino seguro y por la alegría de su pueblo, puede convertirse en un inmenso set fotográfico, donde cada año miles de viajeros logran imágenes memorables. A cada paso surgen interesantes paisajes urbanos o naturales, hermosas playas o pequeños detalles de la flora y fauna que merecen ser guardados para siempre, a través del lente de una cámara. Hoy le proponemos diez lugares donde podrá hacerse las mejores fotos y llevarse también los mejores recuerdos de este maravilloso destino caribeño.
1. Comunidad Las Terrazas
Este paraíso del ecoturismo se encuentra en la provincia de Artemisa, a unos 70 km al oeste de La Habana. Forma parte de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, y debe su nombre al sistema de cultivos utilizado para reforestar la zona durante los años de su rescate como parque natural.
Rodeada de montañas con vegetación siempre verde y floreciente, la comunidad Las Terrazas es atravesada por el río San Juan, de aguas cristalinas y con numerosos tramos apropiados para bañistas, posee un lago navegable en botes o lanchas y un sistema de canopy que ofrece maravillosas vistas panorámicas de todo el valle. Con tanta variedad de espacios, sus fotos quedarán espléndidas. ¿Es usted más de detalles? Entonces lo invitamos a recorrer los senderos la comunidad, encontrar especies de plantas y animales endémicos, acercarse a las casas campesinas y fotografiarse junto a sus hospitalarios moradores, e incluso lograr geniales imágenes nocturnas...
2. Malecón de La Habana
Un clásico, el lugar donde se encuentran el Caribe y la capital cubana. A lo largo de sus 8 kilómetros, encontrará numerosos ejemplos de esa arquitectura ecléctica que ha hecho famosa a la urbe, que puede ser protagonista de sus fotos o servirle como escenario para un selfie, según prefiera. ¿Sugerencias? La explanada de la Fortaleza de La Punta, el Parque Maceo, la intersección con la Calle 23 (donde comienza La Rampa), el emblemático Hotel Nacional, la curva natural frente al Hotel Riviera, o en su final, el pequeño torreón de La Chorrera.
No centre su atención solamente en la ciudad: también desde el Malecón puede captar estupendos atardeceres sobre el mar, fotografiar a los pescadores, familias, paseantes que descansan en el también llamado “banco más largo de Cuba”. Si quiere más movimiento, suba a uno de los autos clásicos que recorren esta zona y además de fotos, haga un video o cuéntele a sus amigos la vivencia en directo: ¡será un éxito rotundo y un maravilloso recuerdo!
3. Parque John Lennon
Desde el año 2000, en el corazón del Vedado habanero el mítico Beatle contempla a capitalinos y visitantes en su ir y venir, sentado en un banco del parque. La escultura en bronce a tamaño natural, obra de José Villa Soberón, se acompaña con una placa donde se lee un fragmento de su famosa canción Imagine: “Dirás que soy un soñador, pero no soy el único”.
Lo invitamos a sentarse a su lado y tomarse una selfie como lo haría con un amigo cercano, pero no solamente eso: el parque es sede de conciertos, competencias deportivas, presentaciones de libros y discos… únase y pasará una entretenida jornada, que puede terminar en el Centro Nocturno “Submarino Amarillo” a sólo unos metros, disfrutando de la mejor música rock y pop-rock de las décadas de 1960 y 1970.
4. Mirador de Bacunayagua
A medio camino entre La Habana y Varadero, el Puente de Bacunayagua es considerado como una de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil en Cuba. Este tramo de carretera, de 313,5 metros de largo y emplazado a la altura de 113,5 metros sobre el nivel del mar, salva un profundo obstáculo natural y enlaza, mediante la Vía Blanca, las provincias de Mayabeque y Matanzas.
Destaca en uno de sus extremos el “Mirador de Bacunayagua”, restaurante-cafetería, sitio ideal para hacer un descanso en el camino, y desde donde podrá observar las gigantescas estructuras de hormigón del puente. Más abajo, la belleza del panorama circundante lo deslumbrará: al norte se mantienen las huellas de lo que antaño fuese un caudaloso río (hoy profundo surco cubierto de vegetación y a lo lejos el mar) y al sur se divisa el exuberante Valle del Yumurí, considerado uno de los más bellos de Cuba.
Mientras disfruta de una Piña Colada en la cafetería del Mirador, contemple estas vistas incomparables y llévese el retrato de uno de los paisajes más majestuosos de la isla, donde las aves y las nubes que a veces se hallan bajo el nivel del puente, pueden darle la impresión de volar más alto que ellas.
5. Playas de Cayo Largo del Sur
Incomparables por su belleza y calificadas entre las mejores del mundo según la web de viajes TripAdvisor, las playas de Cayo Largo del Sur tienen el don de encantar, desde la primera vista. Sus costas, entre las que destacan las playas Lindamar, Sirena, Paraíso y Playa Blanca, enamoran con los colores turquesa de las aguas y el blanco nacarado de la arena. Aquí puede experimentar con las olas de fondo; retratar ejemplares de la fauna tropical como estrellas de mar, gaviotas, iguanas; realizar composiciones aprovechando la brillante luz solar o la vegetación costera; ¡un mundo de posibilidades!
Y si quiere aventurarse bajo las aguas, hallará una de las una de las barreras coralinas más pintorescas y mejor conservadas de Cuba. Coloridos bancos de peces, crustáceos, e incluso tortugas y delfines, según el momento del año, pueden quedar grabados en su cámara, para lo que le recomendamos confiarse a la experiencia y profesionalidad de los instructores certificados presentes en los centros de buceo de la zona.
6. Aldea Taína de Guamá
El Parque Nacional Ciénaga de Zapata, gran humedad situado en el sur de Matanzas, clasifica como uno de los escenarios más exóticos para sus fotos de Cuba. Esta zona se ha reconocido con la categoría de Reserva de la Biosfera y sitio Ramsar, por la UNESCO. Aquí, una réplica de las aldeas donde habitaron los aborígenes taínos será una interesante parada donde aprender más sobre la vida de los primeros pobladores de esta Isla.
Construidas sobre pilotes en la Laguna del Tesoro, en las cabañas de Guamá se encuentran numerosas esculturas de taínos a tamaño natural, obras de la escultora cubana Rita Longa. Si recorre la aldea podrá ver otros personajes simulando sus actividades cotidianas: caza, pesca, recolección de plantas y frutas, juegos… Cualquiera de ellos puede acompañarlo en una foto muy original, donde parecerá que ha vuelto al pasado de la Mayor de las Antillas.
7. Torre Manaca-Iznaga
Más al centro de la isla, el conjunto formado por la villa de Trinidad y su Valle de los Ingenios es uno de los diez sitios nombrados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, que hoy enorgullecen a Cuba. Este valle abarca unos 250 kilómetros cuadrados, extensión en la que a mediados del siglo XIX existieron más de 50 ingenios azucareros. Dominando el panorama está la torre Manaca-Iznaga, joya de la arquitectura local construida entre los años 1815 y 1830.
Esta torre campanario de 45 metros de altura permitía la continua vigilancia en las plantaciones de azúcar, evitando la huida de los esclavos. Las campanas situadas en la parte alta de la torre marcaban la jornada de trabajo y avisaban de posibles incendios en los terrenos del valle. Por su larga escalera interior podrá subir siete niveles –cada uno con mejores visuales que el anterior- hasta llegar a la cima y quedar maravillado por el magnífico paisaje. Aquí, todos los ángulos son buenos: cada una de sus fotos será un testimonio único de la belleza de este lugar.
8. Loma de la Cruz
Vale la pena subir los 458 escalones que conducen a la cima de esta elevación, uno de los símbolos más relevantes de la ciudad de Holguín. Se alza 261 metros sobre el nivel del mar; y durante la etapa colonial fue uno de los puntos más estratégicos para la defensa de la ciudad. Su nombre proviene de la cruz de madera situada en su cima, cuya primera colocación data del año 1790, aunque con el paso del tiempo el símbolo original fue sustituido en varias ocasiones.
Desde esta altura se divisa toda la ciudad de Holguín, y muchos viajeros eligen este impactante fondo para sus fotos de viaje al Oriente de la isla caribeña. Y si su estancia coincide con las Romerías de Mayo (festejos anuales de la ciudad) tendrá la oportunidad de fotografiar la hermosa procesión que sube a lo alto de la loma para celebrar allí un nuevo año de prosperidad en la villa.
Y no se amilane por la altura: también existe una carretera que permite subir a la Loma de la Cruz en automóvil, aunque para muchos lo importante es el propio ascenso por los escalones de este Monumento de la historia de Cuba.
9. Basílica de la Virgen de la Caridad del Cobre
El poblado de El Cobre, en Santiago de Cuba, situado a poco más de 20 kilómetros de la cabecera provincial, es una parada indispensable para quienes visitan la ciudad más caribeña del país. Fue declarado Monumento Nacional en el año 2012 como justo reconocimiento a su alto valor histórico, etnológico y etnográfico, y alberga al Santuario de la Virgen de la Caridad, destino de numerosos peregrinos provenientes de toda la geografía cubana y otras partes del mundo.
La Basílica está en lo alto de un cerro en la parte norte del pueblo, y muy cerca se encuentra el Monumento al Cimarrón, en una curiosa mezcla del catolicismo y las religiones afrocubanas. En la iglesia deberás tomar fotos con cuidado, pues hay zonas vedadas a la cámara; pero no pases por alto a la imagen de la Virgen, Patrona de Cuba y coronada por el Papa Francisco en el año 2015. Dos sugerencias para retratarte con la iglesia de fondo: sitúate al comienzo de los escalones que dan acceso al recinto y quedará la edificación a tu espalda en un hermoso contraste; o bien, antes de llegar al propio pueblo, aprovecha un recodo del camino que permite componer hermosos cuadros con la vista a lo lejos de este significativo templo.
10. Faro de Punta Maisí
“Donde primero se ve el amanecer cubano”, así se presenta esta región situada en la provincia del Guantánamo, al extremo oriental de Cuba. El Faro de Punta de Maisí, se encuentra frente al Paso de los Vientos, a sólo 80 kilómetros de Haití, lo cual hace que en los días despejados pueda verse la vecina isla desde su altura. ¿Te imaginas si logras una foto así?
El pequeño poblado de Maisí es ideal para amantes de la naturaleza que busquen una escapada tranquila a esos lugares menos visitados de Cuba. Una villa con aproximadamente 15 habitaciones asegura el alojamiento, que se complementa con varios recorridos que permiten a los viajeros ponerse en contacto con las tradiciones y cultura de los lugareños. Algunas playas, poco frecuentadas pero igualmente hermosas, también están a disposición de quienes llegan hasta aquí buscando nuevas ideas para el lente de sus cámaras.
La Mayor de las Antillas se engalana para recibir nuevamente a viajeros de todas partes del mundo. Sus paisajes, más tranquilos durante la primera mitad de este año, vuelven a ser testigos de la alegría de los vacacionistas y lo esperan, garantizando que vivirá una experiencia sin igual y que captará imágenes maravillosas.