“Cuba ha creado una alteración para el bien del Caribe”, dijo recientemente Frank Comito, director ejecutivo de la asociación de hoteleros caribeños, la CHTA (Caribbean Hotel & Tourism Association).
Durante un encuentro con los medios en Nueva York, sede de la tradicional Semana del Caribe organizada por la CTO (Caribbean Tourism Organization), Comito informó que directivos de la CHTA están trabajando con funcionarios de Cuba para crear en este país una asociación de hotelería y turismo al estilo de las que existen en otras naciones caribeñas, integradas todas en la CHTA.
Luego de reportar en 2015 un crecimiento en los arribos turísticos por encima de la media mundial y llegar a 28,7 millones de visitas (7% más que en 2014), el Caribe ha enfrentado en 2016 un panorama menos dinámico con descensos en las tasas de ocupación hotelera durante la temporada invernal recién concluida, debido a factores como la preocupación de los viajeros por el virus del Zika, la competencia que representa la celebración de los Juegos Olímpicos en Brasil y un invierno más suave en Norteamérica, según expertos.
Según Matt Cooper, director de marketing de la CHTA, el hecho de que Cuba combine el turismo de sol y playa con ofertas de cultura e historia ha planteado a otros destinos del Caribe el reto de poner más atención en sus propias atracciones culturales e históricas.
Un experto lo resumía hace poco de forma muy práctica. “Que haya más ojos sobre Cuba significa que hay más ojos sobre el Caribe en general”.
Por su parte, Obie Wilchcombe, ministro de Turismo de uno de los destinos líderes de la región, Bahamas, ha dicho que no le preocupa la competición y que los países caribeños no deberían sentirse amenazados por Cuba, sino “sacar provecho de las oportunidades que se presentan”.
“¿Vamos a sentirnos amenazados por Cuba? No creo que debamos. Creo que lo que deberíamos hacer es adoptar una visión de marketing de multidestino. Tiene sentido el hecho de que la gente vaya una semana a Cuba y luego venga a Bahamas. Estamos muy cerca, a menos de una hora de vuelo. Lo que hará que nuestros destinos sean exitosos es cómo nos mercadeamos y cómo usamos la tecnología en nuestro favor”.
Otro destino líder en el Caribe, Jamaica, ha tomado la iniciativa de firmar un acuerdo con Cuba para facilitar el turismo multidestino entre ambos países.
Para Edmund Bartlett, ministro de turismo jamaicano, Cuba, República Dominicana y Jamaica -que totalizan unos 13 millones de visitas de turistas, alrededor del 50% de los arribos al Caribe- deberían promover esa ventaja en beneficio mutuo.
“Los viajeros están hoy interesados en múltiples destinos, y el costo de atraer nuevas líneas y rutas aéreas es enorme. En la medida en que podamos compartir y negociar juntos con las aerolíneas y los touroperadores, podremos crear experiencias y programas para los visitantes y atraer más inversiones a la región. Tres países son más fuertes que uno”, señaló.
De acuerdo con datos de la CTO, en 2015 República Dominicana (5,6 millones), Cuba (3,5 millones) y Jamaica (2,1 millones) lideraron las cifras de turistas en la región.
Bartlett dijo estar perplejo ante consideraciones que sugieren que Jamaica sería afectada por una apertura total de los viajes de Estados Unidos a Cuba. “Puedo decir claramente que no veo amenaza alguna. Nuestro principal mercado es Estados Unidos, donde tenemos una cuota de 2%. Incluso si Cuba atrae para sí el 5%, habría aún un 93% por el cual competir”.
Su visión a largo plazo, según confesó, es que los países del Caribe alcancen “un acuerdo regional común de visados como el Schengen en Europa”, que permita el libre movimiento transfronterizo de los ciudadanos de la naciones que conforman la región.
El fin de semana concluyó en Cuba la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, que abordó temas comunes como el desarrollo global, la paz y la amenaza del cambio climático, la capacidad de concertación y la cooperación, y la integración regional. El turismo fue uno de los temas centrales, sobre todo en términos de multidestino e interconexión marítima y aérea entre las naciones, según consta en la Declaración de La Habana, que firmaron presidentes, primeros ministros y altos funcionarios asistentes a la reunión.
En 2015, según datos de la Organización de Turismo del Caribe, creció el número de viajes intrarregionales, elevándose 11,4% respecto a 2014, hasta 1,7 millones. Las mayores alzas en esos movimientos entre destinos de la región involucraron a Cancún, Cozumel, Cuba, República Dominicana, Haití y Surinam.
Cuba puede ser uno de los destinos que más aporte a la redistribución regional de viajeros y el multidestino, pues tiene vínculos aéreos con mercados lejanos pero muy valorados como Rusia y China, a lo que se suman el aumento de los enlaces desde Europa y un creciente tráfico con Estados Unidos, que debe multiplicarse en 2016 con el inicio de los vuelos regulares entre ambos países.
De acuerdo con la CTO, de los 28,7 millones de turistas que recibió el Caribe en 2015, más de 14,3 millones (aproximadamente el 50%) provinieron de Estados Unidos. Los países con mayor cuota de ese mercado fueron R. Dominicana, Jamaica, Puerto Rico y las Bahamas. Otros 5,2 millones de viajeros llegaron desde Europa, que superó la barrera de los cinco millones por primera vez desde 2008.
Después de Islas Turks y Caicos (+34,7%), Cuba fue el segundo mercado con mayor crecimiento en los viajes desde Europa (+23,1%), y el primero específicamente en el caso de Reino Unido (+25,2%), seguido de Barbados (14,3) y Jamaica (12,3). El principal mercado europeo para el Caribe fue precisamente el Reino Unido, con 1,1 millones de turistas.
De modo general, Cuba lideró el crecimiento turístico en la región, con un aumento de 17,4% en las llegadas de visitantes respecto a 2014, hasta más de 3,5 millones. Le siguieron Aruba y Barbados (+15%), y Haití (+10,9%). República Dominicana tuvo un incremento de 8,9%; Jamaica registró +2,1% y Bahamas +2,7%.