La nueva planta, que comenzarán a erigir a inicios de 2017, amplía la cartera de negocios de esa compañía en Cuba y se dedicará a la fabricación de pañales desechables y almohadillas sanitarias
Colectivo de autores, Opciones
Una buena muestra de la profundización de los nexos socioeconómicos entre Vietnam y Cuba es la decisión de empresarios de ese país asiático de invertir en esta Isla antillana, como lo ilustra la firma Thai Binh Global Investment Corporation, S.A., presentada en la más reciente edición de Fihav entre los 11 nuevos usuarios de la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel.
Vi Nguyen Phuong, directora adjunta de Inversiones de esa compañía vietnamita, en entrevista exclusiva con Opciones explicó que están en los últimos trámites para obtener la licencia de obra, proceso que debe tomar unos días, por lo cual esperan iniciar la construcción de la nueva fábrica durante el primer trimestre de 2017 y, para esa misma etapa del año próximo, comenzar con la producción.
Señaló que desde finales de los años 90 del pasado siglo, se encuentra en la nación caribeña una sucursal de la entidad vietnamita.
Al referirse a los beneficios de tener una planta productora en ese enclave de la occidental provincia de Artemisa, indicó que lo primero es el conocimiento previo de este mercado pues radican hace 20 años en el país, donde abastecen a las cadenas de tiendas cubanas con diferentes artículos como los pañales desechables y las almohadillas sanitarias.
“Luego de realizar un análisis, concluimos que esos son dos productos de muy alta demanda en el país, por lo tanto, decidimos ampliarnos e instalar una planta aquí en el Mariel, lo cual significa un contacto más directo con los clientes, pues ya no dependeríamos de un tiempo largo para la transportación de la mercancía, sino que justo después de terminar la fabricación, podemos comercializarlos.
“Otro punto importante es que la política de inversiones de Cuba resulta muy atractiva para nuevos inversores como nosotros, pues nos facilita los trámites, y nos da más oportunidades, entre estas, el no tener que pagar aranceles por la importación de materiales de construcción y equipamiento”, precisó la directiva de Thai Binh.
Sobre el alcance y perspectivas de ese proyecto, de acuerdo con el diseño de la planta, pretenden satisfacer en principio solo un tercio de la demanda cubana. “Es por eso que si pensamos en expandirnos, lo primero es aumentar la capacidad para cubrir al menos hasta dos terceras partes de las solicitudes”, subrayó.
“Además, de acuerdo con nuestra casa matriz y sus posibilidades de inversión en general, nos estamos preparando para terminar la primera fase y entregar el expediente a la Oficina de la ZED Mariel, con vistas a establecer otra fábrica en la modalidad de empresa mixta junto a Suchel, un proyecto que está muy próximo a realizarse”, concluyó.
Recientemente, en declaraciones a la prensa nacional, el gerente comercial de Thai Binh en La Habana, Nguyen Lam Dien, también encomió las condiciones favorables existentes en la Mayor de las Antillas para la expansión del comercio exterior de su empresa.
El directivo apuntó que “la Ley de Inversión Extranjera emitida en 2014 en la nación caribeña y los esfuerzos gubernamentales de ambos países para estrechar los vínculos bilaterales, abrieron nuevas oportunidades para los inversionistas vietnamitas”.
Al destacar a Cuba por su posición estratégica en el Caribe y Latinoamérica, puntualizó que está dentro de los planes de Thai Binh facilitar el suministro al mercado local en primer lugar, y luego exportar a otros sitios de la región. Por ejemplo, el comercio de la empresa vietnamita con el Caribe creció en los últimos años y superó los 65 millones de dólares en 2015.
En días recientes, durante su visita a Cuba, el presidente de Vietnam, Dai Tran Luang, exhortó a los empresarios de ambos países a incrementar los nexos económicos, comerciales y financieros e inversiones conjuntas, como muestra de la voluntad común ratificada al máximo nivel político y gubernamental.
Reiteró que firmas vietnamitas ejecutan varios proyectos inversionistas vinculados a la construcción de infraestructura para el turismo, incluido un hotel de lujo en La Habana, la producción de materiales de la construcción, la elaboración de artículos de consumo como detergentes, las energías renovables y la prospección petrolera.
Se efectuó además la sesión anual XXXIV de la comisión intergubernamental establecida por los dos países, un mecanismo que evalúa iniciativas concretas para promover negocios, tanto en la esfera comercial como en inversiones.
El dignatario calificó de muy positivos los resultados de la contribución vietnamita al programa de seguridad alimentaria en Cuba, con planes dirigidos a la extensión de los cultivos de arroz, maíz y soya, y otros aportes a la acuicultura.
Basados en los históricos lazos de amistad que unen a los dos pueblos y sus principales dirigentes, destacó las amplias potencialidades de promover los nexos económicos, con varias iniciativas en proceso como el establecimiento de una producción cooperada de vacunas y medicamentos en la nación indochina.
Actualmente Vietnam es el segundo socio comercial de Cuba en la región de Asia-Oceanía y el principal suministrador de arroz, por la vía de las importaciones directas, por lo cual es relevante su participación en el programa nacional de seguridad alimentaria.