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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 14 de septiembre de 2022

¿Por qué las personas jurídicas están obligadas a pagarles a los TCP mediante la Cuenta Bancaria Fiscal?

 Para responder las interrogantes formuladas por muchas personas jurídicas sobre esta importante cuestión, que impacta tanto en la tributación de las entidades como en la de los TCP, la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), a través de su sitio web, publicó las aclaraciones necesarias al respecto

La obligatoriedad de habilitar y operar la cuenta bancaria fiscal por los TCP se dispone en la Resolución No. 347 de 2021 del Ministerio de Finanzas y Precios. Foto: José Manuel Correa

Un tema consultado recurrentemente por trabajadores del sector no estatal es el de los fundamentos legales que respaldan la obligatoriedad que tienen las personas jurídicas de pagarles, mediante la Cuenta Bancaria Fiscal, a los trabajadores por cuenta propia (TCP) cuyos servicios contratan.

Para responder las interrogantes formuladas por muchas personas jurídicas sobre esta importante cuestión, que impacta tanto en la tributación de las entidades como en la de los TCP, la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), a través de su sitio web, publicó una carta que contiene las aclaraciones necesarias al respecto.

Notificó la ONAT que la misiva aclaratoria será enviada a todas las personas jurídicas por los diferentes canales de comunicación con que cuentan sus oficinas municipales y también está siendo divulgada en las redes sociales institucionales: Telegram, Facebook y Twitter.

¿Cuáles son los fundamentos legales que sustentan el pago a los TCP mediante la cuenta bancaria fiscal?

De acuerdo con la misiva se resumen en los siguientes:

La obligatoriedad de habilitar y operar la cuenta bancaria fiscal por los TCP se dispone en la Resolución No. 347 de 2021 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), publicada en la Ordinaria Gaceta No. 94 de ese mismo año.

En su Apartado Quinto, esta resolución dispone que los TCP titulares de la cuenta bancaria fiscal están obligados a declarar los datos de estas cuentas a las personas jurídicas a las cuales presten sus servicios, para recibir de ellas los pagos correspondientes a través del sistema bancario.

Lo anterior engloba a las personas jurídicas, cubanas y extranjeras. En el caso de las nacionales, según indicaciones del MFP, se cumple para las entidades presupuestadas y empresariales subordinadas, adscritas o atendidas por los órganos y organismos superiores de dirección empresarial (OSDE).

Mientras que en el Apartado Sexto, la Resolución 347 estipula que el incumplimiento de la operatoria de las cuentas bancarias fiscales «constituye una infracción tributaria sancionable conforme a la legislación fiscal vigente»; lo cual compromete tanto al TCP como a las personas jurídicas o entidad que le paga.

El Decreto Ley No. 44 de 2021 legisla, en su artículo 29, la utilización de la cuenta bancaria fiscal por el TCP para comercializar sus productos y servicios con las personas naturales y jurídicas, cubanas y extranjeras, y ejecutar los pagos a través de la cuenta corriente abierta en un banco cubano, de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente.

Vale aclarar que las cuentas corrientes habilitadas para las operaciones comerciales autorizadas en el país, tanto en pesos cubanos (CUP) como en moneda libremente convertible (MLC), se consideran cuentas bancarias fiscales, según el apartado tercero de la Resolución 347 del MFP.

Esta norma dispone, además, la obligación de la cuenta bancaria fiscal específicamente para los TCP del régimen general, pero también que se pueden establecer contratos entre personas jurídicas y TCP del Régimen Simplificado, solo que, en este caso, dichos TCP incumplirían con los requisitos para mantenerse en este régimen, regulados en la Resolución No. 345 del MFP y por lo tanto pasarían al régimen general de tributación.

Por su parte, el Banco Central de Cuba, en su Resolución No. 140 de 2021, obliga al uso de la Cuenta Bancaria Fiscal, al establecer un límite máximo de 2500.00 CUP para los pagos en efectivo derivados de la relación contractual entre las personas jurídicas cubanas y los pagos de estas y las personas jurídicas extranjeras a los TCP y a las formas de gestión no estatal; porque la mayoría de las transacciones entre estos actores tienen que realizarse a través de cuentas bancarias, que en el caso de los TCP solo pueden ser las fiscales.

En cuanto a las ventajas de realizar las transacciones a través de la cuenta bancaria fiscal, la carta revela que contribuye a reducir la circulación de efectivo, facilita la gestión y el control fiscal de las personas jurídicas, pero también permite bancarizar y transparentar las operaciones entre los actores de la economía y reducir los riesgos de las entidades presupuestadas y empresariales en el manejo de los recursos.

Finaliza con una alerta de la ONAT sobre la necesidad de que las entidades actúen en consecuencia con lo expresado en el documento en cuestión y cumplan con lo legalmente establecido con respecto al uso de la Cuenta Bancaria Fiscal.

¿Cuál es la situación actual y las perspectivas de la producción de medicamentos en Cuba? Comentario HHC

  

Con el objetivo de informar sobre el estado actual y perspectivas de la producción nacional de medicamentos, el presidente de BioCubaFarma, Dr. C. Eduardo Martínez Díaz, y otros directivos de ese grupo y sus empresas, comparecieron este miércoles en la Mesa Redonda.

¿Cuáles son las causas de la falta de medicamentos?

Al comenzar el programa, Martínez Díaz informó que BioCubaFarma produce 996 productos (medicamentos, vacunas, sistemas de diagnóstico, dispositivos médicos y otros), de los que 757 están destinados al sistema de salud pública.

En el caso de los medicamentos y vacunas, el cuadro básico está integrado por 627 medicamentos y vacunas en general, de los cuales el 60% (369) son suministrados por BioCubaFarma, tanto genéricos como innovadores y creados en centros del sector biotecnológico y farmacéutico del país.

Martínez Díaz destacó que, si todos los productos que se producen nacionalmente hoy tuvieran que ser adquiridos en el extranjero, Cuba necesitaría alrededor de 1 500 millones de dólares.

El presidente de BioCubaFarma dijo que, con respecto al año pasado la producción se incrementó en diez nuevos productos (el grupo empresarial fabricaba 359 medicamentos en 2021 y en 2022 produce 369).

BioCubaFarma hoy cuenta con 45 empresas (31 en Cuba y 14 en el exterior, mixtas o ciento por ciento cubanas, de las que también se traen medicamentos a la Isla). Asimismo, existen 110 líneas de producción y un programa inversionista para seguir creando facilidades productivas.

“Este año tenemos el propósito de completar una nueva planta para la producción de antibióticos inyectables. Hoy, nuestro país tiene que gastar entre ocho y nueve millones de dólares para adquirir estos medicamentos, porque han aumentado los precios. 

“A principios del próximo año, vamos a empezar a suministrar esos antibióticos”, anunció.

Al referirse a la situación actual de los medicamentos en el país, el presidente de BioCubaFarma señaló que, en 2021, el 50% de los recursos financieros y materiales se utilizaron para producir medicamentos del protocolo para la COVID-19, así como para el desarrollo y producción de las vacunas.

“Como consecuencia –dijo– no logramos tener los recursos para producir toda la gama de medicamentos con el fin de garantizar el cuadro básico.

“Es una situación que ha continuado y se ha agudizado en el 2022. Los niveles de falta son superiores a los del año 2021”.

¿Cuáles son las causas de la falta de medicamentos? A esta interrogante, Martínez Díaz respondió que no se cuenta en estos momentos con las materias primas y materiales para producir, lo que representa el 94% de las faltas. A veces, falta un solo componente y no se puede producir. La otra causa son las paradas en las plantas de producción por roturas o mantenimiento. “Esta última causa es minoritaria en comparación con la primera”.

El directivo mencionó los medicamentos en tabletas, los cuales utilizan una gran cantidad de componentes. “Hay un medicamento que requiere 14 componentes y tenemos 13. Por tanto, no se puede fabricar”.

¿Por qué no se cuenta con las materias primas y materiales? Martínez Díaz enumeró varias causas:

–No contar con el financiamiento necesario y oportuno para adquirirlos.

–Problemas para el pago a los proveedores, debido a la negativa de bancos de trabajar con Cuba. (El presidente de BioCubaFarma apuntó que “en los últimos meses del año pasado, logramos exportar una buena cantidad de vacunas, por más de 200 millones de dólares. Hoy, nueve meses después, no hemos podido recibir muchos de esos ingresos, porque no hay manera de que el dinero llegue aquí. Son ingresos que estaban previstos para comprar medicamentos”).

–Con frecuencia, proveedores habituales dejan de suministrar por acciones relativas al bloqueo. “En ocasiones, hay que gastar hasta tres veces más para tener un medicamento (como ha sucedido con el salbutamol), y eso es dinero que hay que quitar a otros productos”.

–Existencia de un déficit mundial de algunas materias primas y materiales de uso farmacéutico, que se ha agudizado en el periodo de la pandemia.

–Afectaciones en la logística internacional debido a la COVID-19.

El presidente de BioCubaFarma destacó varios mensajes enviados por proveedores donde alegan las presiones del bloqueo para continuar las operaciones con la Isla, situación que ha afectado muchísimo la actual situación en la producción de medicamentos. Por estar en la lista de “países patrocinadores del terrorismo”, dijo, muchos bancos no han querido realizar operaciones con Cuba.

Eduardo Martínez Díaz explicó que existe un control en el proceso de producción de medicamentos, para tomar acuerdos que minimicen las afectaciones y buscar alternativas. Comentó que los planes de producción se hacen desde la mitad del año precedente, en conjunto con el Ministerio de Salud Pública, para hacer un levantamiento de la demanda de medicamentos.

Así, se planifica la contratación de los recursos, tanto nacionales como los que se deben importar. Los procesos de compra son de hasta tres meses o más, a veces sobrepasan los seis meses por la situación logística internacional. Esto –dijo– está afectado actualmente por deudas con los proveedores.

Si bien existe una planificación anual, luego de cada trimestre se hace una previsión de lo que podría suceder dentro de tres meses en dependencia de la situación del momento. “Cuando empiezan a distorsionarse los ciclos normales, se nos encarecen los procesos y a veces gastamos hasta un 50% más de lo que podría ser en condiciones normales”.

En BioCubaFarma se realiza semanalmente un encuentro sobre la situación a un plazo más corto, señaló el presidente del grupo empresarial, y añadió que se realizan visitas a las plantas de producción y a las empresas importadoras con frecuencia.

Aclaró que hay materias primas que se necesitan para varios medicamentos. Por tanto, si faltan, afectan a un grupo de productos. 

Asimismo, mencionó a Encomed, la empresa encargada de distribuir los medicamentos a más de 2 000 farmacias. “Cuando hay productos de muy baja cobertura, son ellos los que los tienen que mover de una provincia a otra, de un hospital a otro”.

En video, la Mesa Redonda

El gran disparate contra la inflación: el BCE frena la demanda y los gobiernos la impulsan

Publicado en Público.es el 9 de septiembre de 2022



El Banco Central Europeo acaba de anunciar la mayor subida de los tipos de interés de su historia. La Reserva Federal los viene subiendo desde bastante antes y también otros bancos centrales como el de Inglaterra.

Al mismo tiempo, los gobiernos están anunciando y poniendo en marcha planes de gasto público multimillonarios: la nueva primera ministra británica ha anunciado un plan de 115.000 millones de euros. El gobierno alemán anunció hace pocos días ayudas por valor de 95.000 millones (que se unirían a otros muchos miles de millones ya aprobados) y la Cámara de Representantes de Estados Unidos dio el visto bueno en agosto pasado a un nuevo plan de gasto, ahora de 433.000 millones de dólares, a instancias del presidente Biden.

En resumen. Por un lado, los bancos centrales tratan de frenar la demanda (es decir, el gasto en consumo o en inversión que se realiza en la economía) encareciendo el coste de la financiación. Y, por otro, los gobiernos la impulsan, gastando miles de millones en dar dinero a los hogares y las empresas para que sigan consumiendo o invirtiendo.

Algo tan contradictorio constituye, a mi juicio, uno de los mayores disparates económicos de la historia y es muy fácil entender por qué.

La inflación es un fenómeno que, sea cual sea la causa que lo ocasione, tiene una manifestación inequívoca: un desajuste entre la oferta y la demanda de bienes y servicios que hace que esta última sea mayor que la primera. Y eso, cuando no está conscientemente provocada por empresas que tienen suficiente poder de mercado como para subir los precios arbitrariamente sin perder ingresos.

Por lo tanto, para frenarla es de todo punto imprescindible o bien lograr que la oferta y la demanda se equilibren, o evitar que las empresas con demasiado poder impongan su voluntad en los mercados.

Eso se puede conseguir por tres vías: aumentando la oferta, restringiendo la demanda o poniendo controles sobre los precios en aquellos mercados donde haya empresas que los suben a su antojo.

Las tres soluciones tienen problemas.

Normalmente, la oferta no se puede aumentar de un día para otro y en gran cantidad, pues las empresas necesitan tiempo para producir y no siempre (como ahora) disponen de los recursos o materias primas necesarias para hacerlo.

Por otro lado, si se restringe demasiado la demanda se puede producir una parálisis de la economía (matar al enfermo para bajarle la fiebre).

Y, finalmente, en la economía capitalista de nuestro tiempo no es fácil que los gobiernos dispongan de poder, medios o voluntad suficientes para enfrentarse a las grandes empresas (normalmente globales) y limitar sus precios. Y, si los tienen, puede que el tiro de esos controles les salga por la culata porque los mercados son los mercados.

Esta es la razón que explica por qué es tan difícil luchar contra la inflación en las economías capitalistas y por qué frenarla suele llevar mucho tiempo o costes muy grandes en materia de actividad económica, empleo y equidad.

Pero lo que está ocurriendo en los últimos meses es un disparate.

Se podría entender que los gobiernos (sometidos a los grandes intereses empresariales) no quieran intervenir los precios en los mercados en los que todo indica que suben por su estructura oligopólica (multitud de datos así lo confirman). Se podría explicar que se sientan impotentes ante una escasez de oferta derivada de problemas de suministro y que, por tanto, se opte por combatir la inflación disminuyendo la demanda, a pesar de que es perfectamente sabido que eso producirá un freno general y doloroso de la economía quizá peor que la propia inflación que se quiere combatir. Pero lo que no tiene sentido es que tomen medidas que se anulan unas a las otras.

Cuando se necesita que aumente la oferta, no se pueden tomar decisiones que elevan los costes de las empresas y limitan su capacidad de producir bienes y servicios (lo que ha pasado en Europa con las mal diseñadas sanciones a Rusia o con los nefastos sistemas de tarificación en el mercado eléctrico, por ejemplo).

Y si se quiere restringir la demanda mediante las subidas de los tipos de interés de la política monetaria, los gobiernos no pueden aumentar al mismo tiempo el gasto. Lo que tendrían que hacer (si no quieren anular el efecto de las medidas que tomen los bancos centrales) es reducir el gasto público corriente y aumentar los impuestos (y, por supuesto, no bajarlos, como piden los anarcoliberales). Y eso sí, hacer ambas cosas (política monetaria y política fiscal restrictivas) de forma equilibrada, ponderada, compensada y, por supuesto, coordinada, para no disparar a ciegas sino hacia donde efectivamente se manifiestan los desajustes entre oferta y demanda y para que no paguen justos por pecadores.

Lo que está ocurriendo en la economía internacional es exactamente lo mismo que en la película de los hermanos Marx en el Oeste cuando destrozaban el tren de madera para alimentar con sus trozos las calderas que lo impulsaban.

Pero no es que los dirigentes de los bancos centrales, de los gobiernos y organismos internacionales se hayan vuelto tan completamente locos como Groucho, Chico y Harpo en el cine, como a primera vista parece. Lo que sucede es que están equivocados porque se basan en principios y teorías que la realidad ha demostrado que son completamente erróneos. Y, sobre todo, que eso ocurre porque siempre tratan de favorecer a los mismos, tal y como sucederá ahora: las subidas de tipos de interés beneficiarán a los poseedores de dinero y perjudicarán a los endeudados, frenarán la actividad económica y la generación de ingresos, y obligarán a que hogares, empresas y gobiernos tengan que endeudarse en mayor medida o pagar más por su deuda actual.

Otra vez harán que gane la banca y los grandes oligopolios. Aunque ahora, como dicen en mi barrio, se están pasando tres pueblos y la van a liar.

Cuba en Datos: Apuntes necesarios sobre las termoeléctricas que debes conocer. Comentario HHC

 Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Edilberto Carmona Tamayo

 

Desde el año 2021, Cuba atraviesa por una compleja situación en su sistema electroenergético nacional. Los apagones han ido en aumento, con mayor incidencia en los últimos meses. 

Aunque las proyecciones vaticinaban una mejoría de estas condiciones para la etapa estival, y aplacar así los molestos apagones, varios accidentes en unidades generadoras, unido a la obsolescencia tecnológica de la mayoría de las plantas, han provocado que el déficit de energía persista en el tiempo, provocando malestar en la población y afectaciones cuantiosas a la economía. 

Cuba depende en gran medida de los combustibles fósiles para la producción de electricidad, siendo la responsable del 95% de lo que hoy se consume.

Según datos ofrecidos por el Ministerio de Energías y Minas, la capacidad instalada de generación energética en el país supera los 6 mil megawatts si se tienen en cuenta todas las formas de generación. De ellos, casi 2600 dependen de las centrales termoeléctricas, las que constituyen su generación base y son el sistema más robusto.



El 40.6% de la capacidad de generación se produce en centrales termoeléctricas, el 21.7% con motores a fuel oil, y el 21.9 % con motores a diésel. Estas dos últimas tecnologías, en los emplazamientos de generación distribuida instalados en todas las provincias del país. 

Hoy, casi el 8% se produce con el gas acompañante de la producción de petróleo, el 5% proviene de fuentes renovables de energía (agua, sol y viento), y el cerca de 3% restante se produce en las unidades flotantes enclavadas en el Mariel (patanas).



Como se ha explicado en reiteradas ocasiones, en los últimos meses, el sistema ha operado con déficit de generación-sin reservas-, por lo cual se mantienen los prolongados apagones.

En el caso del sistema eléctrico cubano, esta reserva requerida debe ser igual o mayor que 500 MW para poder suplir cualquier contingencia imprevista o por necesidades de mantenimiento a unidades generadoras de gran potencia.  

En el país existen ocho centrales termoeléctricas con un total 20 bloques en explotación, que constituyen la parte más importante de la generación base del sistema eléctrico. Del total de bloque, sólo 16 están disponibles.

La vida útil de una termoeléctrica está entre 30 y 35 años. Sin embargo, el talón de Aquiles de la generación térmica en el país es su envejecimiento.  En nuestro caso, excepto los dos bloques de Felton, que llevan 25 y 21 años sincronizados, los demás tienen más de 30 años de explotación y siete de ellos acumulan más de 40 años operando.

Edier Guzmán Pacheco, director de generación térmica de la Unión Eléctrica, ha detallado que la potencia instalada en los bloques térmicos es de 2 608 MW, distribuidos en ocho centrales termoeléctricas. 



En total, son 20 bloques de generación, de varias tecnologías o fabricantes, incluyendo el nuevo bloque de Mariel. Se dividen en 10 bloques procedentes de la antigua Unión Soviética, dos bloques japoneses, marca Hitachi; seis bloques de la antigua Checoslovaquia y un bloque francés, de Alstom, en la termoeléctrica Antonio Guiteras.

“Ahora se suma el bloque 6 de Mariel, cuya caldera fue construida en Eslovaquia y cuyo turbogrupo es de procedencia rusa”.

  • La CTE Máximo Gómez ubicada en Mariel provincia de Artemisa cuenta en la actualidad con tres unidades de 90 MW cada una con tecnología de la antigua Unión Soviética. Se le suma la nueva unidad (6) con 100 MW. Esta central tiene la posibilidad de consumir combustible crudo nacional que contribuye a la independencia energética del país.
  • La CTE Otto Parellada ubicada en la capital del país tiene una potencia instalada de 60 MW con tecnología de la antigua Checoslovaquia, que tiene el beneficio de estar cerca del consumo lo que contribuye a la disminución de las pérdidas eléctricas. 
  • La CTE Ernesto Guevara en el municipio de Santa Cruz del Norte en la provincia de Mayabeque, cuenta con tres unidades, 2 de 100 MW  y una de 95 MW una de tecnología soviética que también puede consumir combustible crudo nacional con la ventaja de que tiene el suministro a través de oleoducto lo cual reduce los costos por transportación del combustible.
  • La CTE Antonio Guiteras, en la provincia de Matanzas, cuenta con el mayor unidad generadora del país con una potencia de 317 MW de tecnología francesa, este bloque consume crudo nacional que recibe por oleoducto y es el más eficiente del país.
  • La CTE Carlos Manuel de Céspedes, en la provincia de Cienfuegos, con dos unidades japonesas de 158 MW de potencia instalada cada uno, son los de mayor confiabilidad y pueden recibir el combustible por oleoducto desde la refinería de Cienfuegos, están preparadas para la quema de combustible crudo nacional aunque regularmente consume fuel oil.
  • La CTE Diez de Octubre, en el municipio de Nuevitas en la provincia de Camagüey, con tres unidades de 125 MW de potencia cada una y de tecnología fabricada en la Antigua Checoslovaquia.
  • La CTE Lidio Ramón Pérez, en Felton en la provincia de Holguín, con dos unidades, una de 250 MW y otra de 230 MW de potencia cada uno con tecnología de la antigua Checoslovaquia.
  • La CTE Antonio Maceo, en la península de Renté en Santiago de Cuba, cuenta con cuatro unidades de 95 MW de potencia cada uno con tecnología de la Antigua Unión Soviética, estos bloques también consumen petróleo crudo nacional.


La vida útil de estas instalaciones, dependen en gran medida al cumplimiento de los ciclos de mantenimiento y el rigor técnico durante su ejecución.

“Esta labor se hace considerando los criterios de los fabricantes, las prácticas internacionales y las experiencias de nuestros ingenieros. A partir de la utilización del combustible crudo cubano, con entre 7 y 8% de azufre, los ciclos de mantenimiento deben acortarse, por lo cual, aunque el diseño permitía mayor tiempo entre cada una de las paradas, ahora son más frecuentes por la agresividad del ácido sulfúrico y la alta corrosión en el interior de las calderas.

Un porcentaje normal de azufre en el crudo está en los niveles de 1.5 o 1.2, y cuando tiene 3% ya se considera un porcentaje altamente sulfuroso, con tratamientos especiales que requieren de aditivos y una preparación inicial que incluye elevar la temperatura y tratamiento de los gases. Es muy agresivo sobre todo para las calderas”, apuntó.

Normalmente, el mantenimiento que se debe ejecutar es del 20%, que está en el orden de 50 a 70 días anualmente en varias paradas planificadas por cada bloque. Esos mantenimientos, de distintos tipos, se programan entre dos a tres de tipo ligero, de 10 días cada uno, y uno del tipo parcial o parcial ampliado, de 20 a 30 días.

Entretanto, los mantenimientos capitales se planifican cada cinco años.

Como mencionamos anteriormente, de los 20 bloques o unidades generadoras, solo están disponibles 16.



  • El incendio ocurrido el 7 de marzo de este año, en la unidad 7 de la termoeléctrica de Mariel, provocó la pérdida de ese bloque y del No. 6. Este último bloque, nuevo, se había sincronizado en septiembre de 2021 y estaba en proceso de prueba. En total, 170 MW de potencia fueron afectados.
  • El 8 de julio ocurrió otro incendio en la caldera del bloque 2 de Felton, que provocó la pérdida de un bloque que recién concluía un mantenimiento parcial ampliado. Se estimaba un aporte estable de 230 MW como parte del aseguramiento al verano.
  • El bloque 4 de la termoeléctrica Diez de octubre, en Nuevitas, se paralizó por el alto grado de deterioro en la caldera, luego de más de 10 años sin realizar, por falta de recursos, los mantenimientos capitales que se programan cada lustro. Eso significa unos 70 MW.

En este escenario, a los 2 608 MW instalados en la generación térmica hay que restar la potencia de estos cuatro bloques: 565 MW de potencia instalada y unos 460 MW de potencia real.

Para revertir la compleja situación por la que atraviesa la generación de energía eléctrica y poner fin a los molestos apagones, recientemente se actualizó la estrategia diseñada, manteniendo como objetivo recuperar las capacidades de generación, respaldada por un financiamiento asignado para la ejecución de este programa de recuperación gradual que permita llegar a la sostenibilidad.

Según Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas, la estrategia gradual pretende que, antes de concluir el año, el sector recupere 489 MW de potencia, que hoy no están disponibles, de los cuales 291 MW son por limitaciones tecnológicas en centrales térmicas y 198 MW en la generación distribuida. 

El ministro informó que otras proyecciones son incorporar, a finales de año con otras inversiones, 531 MW, complementadas con un programa para reforzar el plan de contingencia dirigido a reducir la demanda y el consumo de electricidad mientras dure la situación de emergencia.

Al mismo tiempo, se precisa acelerar el paso en el uso de energías limpias para la producción de electricidad, como elemento clave para el cambio de la matriz energética en el país.

Comentario HHC: Nadie jamás entenderá cómo se priorizó  y se sigue poriorizando la construcción de hoteles ( que no se ocupan eficientemente) por encima de las inversiones en la generación de electricidad con energías renovables, la agricultura y el transporte, esenciales para el funcionamiento del país. 

Todavía costó trabajo que autorizaran la libre importación de paneles solares, mientras la burocracia de la aduana citaba  no se cuantos decreto leyes casi en tono de burla " se puede importar pero que no rebase la capacidad tal" que alcanzaba para dar energía a un telefono celular y una lampara de mesita de noche, además que se consideraba dentro de los kg a importar.

Las experiencias del Periodo Especial al parecer no sirvieron de nada. Todo el esfuerzo de Fidel con la revolución energética, se abandonó en lo fundamental. 

Lo preocupante es que se actúa como reacción a los problemas ,y no se preveen los mismos. ¿ Cómo se iba a enfrentar la generación eléctrica del pais con los años de deterioro y la falta de mantenimiento de las fuentes de generación de la misma,  como se explica muy bien en este artículo?.


Respuesta ofrecida por Tatiana del MINEM sobre el proyecto ruso:

Es obvio que ha faltado información al respecto sobre el proyecto de los 4 bloques rusos. Trataré de exponerles la situación del mismo.

El proyecto para construir 4 unidades de 200 MW cada una (3 en la termoeléctrica de Santa Cruz del Norte y 1 en la del Mariel) concibe su ejecución con un crédito de 1200 millones de euros otorgado por el Gobierno ruso. Ese monto cubre el 90% del costo del proyecto y la parte cubana está obligada a pagar, anticipadamente el restante 10%.

Los trabajos de preparación del proyecto (estudios de factibilidad, ingenierías, organización de obra, etc), se ejecutaron por empresas rusas y cubanas entre 2016 – 2019. El tiempo puede parecerles excesivo, pero la complejidad del proyecto implicó modificar, por ejemplo, el sitio de uno de los bloques, además de particularidades técnicas de los estudios que obligaron a emplear este tiempo. A inicios de 2020, con el impacto de la Covid, se ralentizaron los intercambios, pues como recordarán, las fronteras de muchos países, incluyendo las nuestras, se cerraron un tiempo. Como si no fuera eso suficiente, las condiciones de nuestra economía se agudizaron más que las que quizás sufre la economía global, con lo cual nos resultó imposible disponer del monto anticipado que permitirá que la parte rusa disponga del crédito para el proyecto. Durante 2020 y 2021, el mundo (incluso los países más ricos) lidió con la responsabilidad de sobrevivir y nosotros, así pobres y bloqueados, desarrollamos candidatos vacunales y protegimos la vida de la población contra la terrible pandemia que cobró millones de vida en el mundo, incluyendo la de más de 8 mil 500 de compatriotas nuestros) Luego, a inicios de 2022, los conflictos entre Rusia y Ucrania volvieron a marcar un nuevo retraso en tan importante proyecto.

En resumen, el dinero de ese crédito no se empleó en nada, sencillamente, no hemos podido reanudar el proyecto. Y por otro lado, los créditos no son un regalo, sino un préstamo, por tanto, no hay modo de que Cuba pueda emplear el dinero en otra cosa que no sea este proyecto. Por último otro detalle, esos 1200 millones de euros son para financiar los trabajos de las empresas rusas involucradas en el proyecto, lo maneja y administra una entidad rusa desde ese país.