Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 21 de noviembre de 2021

A propósito del surgimiento de las mipymes


Por Manuel Arnau Parrado | Rebelión


Fuentes: Rebelión

En Cuba se han aplicado diferentes modelos de gestión económica, que van desde una superlativa estatización y centralización administrativa de la producción, los servicios, el abastecimiento y el comercio durante las tres décadas posteriores al triunfo de la Revolución, hasta años recientes, en los que se aprobaron medidas para alcanzar mayor autonomía organizativa y financiera de las empresas estatales y el incremento de los actores no estatales en la economía.

Durante los primeros años del proceso revolucionario solamente quedaron como propietarios privados unos 100 mil pequeños agricultores beneficiados por la Reforma Agraria y un reducido grupo de taxistas que prestaban ese servicio en autos adquiridos antes de 1959. Salvo los que ejercían la medicina privada anteriormente, las demás profesiones y oficios pasaron a ser ejercidas por trabajadores estatales.

En 1976, con el objetivo de perfeccionar la gestión administrativa, se implantó en todo el país un sistema de planificación y dirección de la economía basado en el cálculo económico, sin embargo, a pesar de disponer de abundantes insumos provenientes de países socialistas, las empresas no explotaron con eficiencia las capacidades instaladas por las inversiones y la mecanización y muchas de ellas, sobre todo las agropecuarias, operaron con pérdidas.

Para avanzar hacia formas superiores de producción, a partir de 1982 fueron creadas cooperativas de producción agropecuaria (CPA) mediante la asociación voluntaria de agricultores pequeños que unificaron sus tierras y demás medios de producción. Según el anuario estadístico de 2020, las CPA ocupan el 8 % de la superficie agrícola del país y el 37, 5 % está en poder del sector privado.

A partir de 1987, se llevó a cabo el proceso de ¨Rectificación de errores y tendencias negativas¨ que intentó eliminar deformaciones en la economía, entre ellas el desvío y uso indebido de recursos estatales y el pago de salarios por encima de los resultados productivos en muchas empresas. El derrumbe de la URSS y la desaparición del campo socialista interrumpieron dicho proceso e hicieron colapsar en los años 90 la economía cubana, se redujeron los abastecimientos externos en un 80 % y fueron paralizadas numerosas actividades productivas.

En 1992, en un documento publicado por el entonces Comité Estatal de Finanzas se reconocía que ¨El carácter formal de las relaciones mercantiles entre empresas, conlleva a que estas realicen su actividad económico productiva con independencia de los resultados de su gestión económica, siendo financiadas todas sus pérdidas por el presupuesto del Estado sean cuales fueren sus causas, ya sea de forma automática o a través de un mecanismo administrativo y a su vez captados por el presupuesto todas sus ganancias. En la situación actual, sin el financiamiento externo y precios justos para el intercambio comercial, los recursos que el país requiere para desarrollarse solo podrán obtenerse en la medida que seamos capaces de crear más valores que los invertidos en su producción.[1]

Durante el segundo semestre de 1993, se inició un proceso de reformas con el propósito de preservar las conquistas sociales alcanzadas, reactivar la economía e insertar el país en el nuevo contexto internacional, entre ellas, la apertura a la inversión extranjera, el desarrollo acelerado del turismo, la creación de tiendas para la venta de productos a la población, inicialmente en divisas y posteriormente en pesos convertibles.

Con el propósito de alcanzar un mayor crecimiento de la producción del agro se aprobó la conversión de la mayoría de las granjas cañeras y de cultivos varios en Unidades Básicas de Producción Agropecuaria (UBPC), concebidas como cooperativas integradas por trabajadores que explotan en usufructo las tierras y los medios de propiedad estatal, que en la actualidad ocupan el 23 % de la superficie agrícola del país. Las expectativas que se abrieron con su creación, a la larga no se cumplieron y en materia de eficiencia económica dejaron mucho que desear al convertirse en apéndices de las entidades estatales a que se subordinaban, además porque los propios cooperativistas priorizaron sus intereses de corto plazo, en lugar del incremento productivo que necesitaba el país. En los años siguientes se les concedió una mayor independencia, pero continuaron teniendo muchas dificultades, debido a ello en los últimos siete años unas 200 desaparecieron y fueron reunificadas.

Para paliar la crisis de empleo por el cierre o la reducción del nivel de actividad de numerosas empresas estatales, a partir de 1996 se decidió ampliar la autorización para ejercer un grupo mayor de actividades económicas por cuenta propia.

Con el propósito de incrementar su explotación, a partir de 2008 comenzó la entrega en usufructo gratuito de tierras ociosas estatales a miles de productores individuales, muchos de los cuales regresaron a trabajar al campo desde las ciudades.

En su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular el 18 de diciembre de 2010 el Presidente Raúl Castro Ruz expresó: ¨Los clásicos del marxismo leninismo al proyectar los rasgos que debían caracterizar la construcción de la nueva sociedad, definieron —especialmente Lenin— que el Estado, en representación de todo el pueblo, mantendría la propiedad sobre los fundamentales medios de producción. Nosotros absolutizamos ese principio y pasamos a propiedad estatal casi toda la actividad económica del país. Los pasos que hemos venido dando y daremos en la ampliación y flexibilización del trabajo por cuenta propia, son el fruto de profundas meditaciones y análisis y podemos asegurar que esta vez no habrá retroceso.¨

En 2012 comenzó la creación experimental de cooperativas no agropecuarias (CNA) con la intención de trasladar a la gestión cooperativa ineficientes establecimientos estatales de comercio, gastronomía y servicios personales, lo que no excluía la aparición de otras cooperativas por intereses no estatales. No obstante el burocrático proceso exigido para su constitución, al final se logró crear un poco más de 400 cooperativas no agropecuarias integradas por unos 17 mil socios, pero su incremento se interrumpió al detectarse en la gestión de algunas de ellas indisciplinas, violaciones de la legalidad, apropiación indebida de recursos, deficiencias en los registros contables e incremento excesivo de precios.

Entre abril del 2011 y mediados del 2020, la implantación del nuevo modelo económico fue lenta, cautelosa y contradictoria, al parecer por temor a dar pasos sin retorno con el sector no estatal.

En 2016 se aprobó la Conceptualización del Modelo Económico y Social de Desarrollo Socialista aprobado por el VII Congreso del PCC en la que se previó la creación de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para realizar actividades productivas y de servicios. Su existencia fue refrendada por la Constitución de la República aprobada en abril de 2019.

Durante los años 2019, 2020 y los tres primeros meses de 2021, el PIB se redujo sensiblemente debido al reforzamiento del bloqueo estadounidense y los efectos de la pandemia de COVID-19. Con el objetivo de impulsar aún más el aporte a la economía nacional del sector no estatal, en agosto de 2021 se emitieron nuevas normas jurídicas que potencian la creación mipymes de propiedad privada y estatal y nuevas CNA y se eliminaron numerosas trabas antes impuestas al trabajo por cuenta propia (TCP). Las características de estos actores económicos se resumen en la tabla siguiente:


Con la finalidad de mantener la preponderancia del sector estatal en la producción y los servicios, incluyendo los que se prestan de forma gratuita a la población, se aprobó un decreto que establece un grupo de actividades que se consideran estratégicas y no pueden ser realizadas por actores no estatales. Para impedir la excesiva concentración del capital privado en manos de inversionistas nacionales, no se autoriza asociarse a más de una MIPYME de propiedad privada, aunque se puede ser a la vez socio de una cooperativa, pues en esta última es obligatorio trabajar para permanecer asociado.

Las MIPYMES y CNA pueden acceder al Fondo de Inversiones del Presupuesto del Estado, para obtener financiamientos de proyectos e inversiones vinculadas a los ejes estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social y a créditos en divisas convertibles.

El Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social dio a conocer que desde septiembre y hasta el 3 de noviembre de 2021 se habían inscrito 11590 nuevos proyectos de TCP y habían modificado o ampliado sus actividades económicas otros 5527. Las actividades más representativas son las de alojamiento y gastronomía (4607), manufactura (3056), servicios de belleza y domésticos (2564), agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (2326).

Por su parte, el MEP informó que hasta el 11 de noviembre se había aprobado la creación de 497 mipymes privadas, 11 estatales y 12 CNA y estimaba que se generarían en estas unos 7704 nuevos empleos. El 44 % de estos negocios eran nuevos y el 56 % reconvertidos. Muchos de los socios de las mipymes consideran que la adopción de sus nuevos emprendimientos en calidad de personas jurídicas les aportará una mayor estabilidad en sus relaciones económicas con las empresas y bancos y ventajas adicionales por la adquisición de los insumos a precios mayoristas.

Las mipymes y CNA tendrán mayor impacto en el nivel local, en actividades como la gastronomía, elaboración de alimentos y materiales de construcción, textiles, calzado, plásticos, productos de limpieza y aseo y la prestación de servicios a la población, también deberán incidir en las exportaciones y la sustitución de importaciones al encadenarse con los procesos productivos de otras empresas.

El sistema tributario aprobado aplica una menor carga fiscal a los cooperativistas y socios de las mipymes que a los cuentapropistas que obtengan mayores ingresos. Cuando estos últimos tienen trabajadores contratados o reciben ingresos anuales superiores a 200 mil pesos, aunque en su liquidación de ingresos personales pueden deducir de la base imponible todos los gastos justificados y un importe de 3260 pesos mensuales, cifra ligeramente superior al salario mínimo, deben aportar el 50 % de la utilidad del período cuando esta excede de 50 mil pesos, lo que los pone en condiciones de desventaja con respecto a los demás actores no estatales.

La inmunización de la mayoría de la población contra el virus de la COVID-19 permitirá una recuperación gradual de la economía cubana, en primer lugar del turismo, aunque seguirá gravitando sobre todas las formas de propiedad la insuficiente disponibilidad de insumos importados debido al bloqueo que el actual gobierno estadounidense persiste en mantener.

Aunque en Cuba el peso del valor de la producción agropecuaria en el PIB es menor del 3 %, su crecimiento en unidades físicas resulta decisivo para la alimentación de la población y la sustitución de importaciones de alimentos con destino humano y animal. En el sector agropecuario el rol principal le corresponde a las cooperativas y los agricultores privados, Han sido eliminadas numerosas trabas creadas por la excesiva centralización anterior, pero a pesar de los meses ya transcurridos persiste poco dominio sobre las nuevas medidas por parte de muchos de los involucrados e insuficiente proactividad de los dirigentes de base locales, que retrasan el despegue de la producción agropecuaria y el incremento de las áreas cultivadas. Aunque desde el 2008 se realizó una entrega masiva de tierras ociosas a miles de usufructuarios, al cierre de ese año las tierras cultivadas solo cubrían el 49 % de la superficie agrícola del país, debido fundamentalmente por falta de insumos.

Independientemente de la relevancia de la producción agropecuaria y del crecimiento y éxito de los nuevos actores del sector no estatal, seguirá siendo decisiva la participación de las empresas estatales en los resultados productivos y financieros en actividades tales como: minería, producción de azúcar, tabacos, cigarrillos y ron, abonos, piensos, pesticidas, productos farmacéuticos, baterías, neumáticos, electricidad, gases industriales, comercio exterior, comercio interior mayorista y gran parte del minorista, turismo, transporte aéreo, ferroviario y la mayoría del terrestre, comunicaciones, finanzas, bancos, inmobiliaria, suministro de agua y otras.

Cuando se decidió realizar la devaluación del peso cubano se estimó que hasta un 30 % de las empresas estatales podrían tener pérdidas en el primer año y se diseñó un mecanismo financiero para ¨calzarlas¨ monetariamente durante un período determinado, para no tener que cerrarlas y generar desempleo, bajo el compromiso de que estas tomaran medidas para reducir las pérdidas y ganar en competitividad. En la pasada reunión de la Asamblea Nacional, se informó que en los primeros 9 meses de 2021, el 22 % de las empresas estatales acumularon pérdidas por valor de 7,000 millones de pesos y que las demás habían tenido una rentabilidad promedio del 17 %, destacándose como aspecto positivola disminución del nivel de subvención del presupuesto del Estado a las mismas.

Teniendo en cuenta que el bloqueo se mantiene recrudecido por el actual gobierno estadounidense, que la pandemia ha creado serios problemas con las cadenas de suministro en todo el mundo y que por ello se están elevado los precios de las importaciones, resulta imperativo que despierten del letargo aquellas empresas que aún presentan pérdidas en su gestión y que también aquellas que hoy obtienen utilidades mejoren aún más sus resultados productivos y económicos.

Nota:

[1] CEF. Principales direcciones de trabajo para el perfeccionamiento de las finanzas. 1992.

Bibliografía

  • Anuario estadístico de Cuba 2020. www. onei.cu.
  • Gaceta Oficial Ordinaria Nro. 94 de 2021. Legislación sobre el TCP, las CNA y mipymes.
  • Murillo Marino. Informe a la Asamblea Nacional sobre la tarea Ordenamiento. 27 de octubre de 2021.
  • Villegas Chávez Rubén. El perfeccionamiento de las UBPC y el relanzamiento del cooperativismo dentro del proceso de actualización del modelo económico cubano. Ediciones complutense. 2016

Unas notas sobre la reposición de la fuerza de trabajo

 Por Nils Castro *

Un concepto básico del pensamiento marxista es el relativo al trabajo como cualidad humana, a la fuerza de trabajo, su producto y valor, y a su necesaria reposición. Carlos Marx dedicó a ese tema las páginas iniciales del primer tomo de El capital[1]. Resumidamente, allí nos dice que la capacidad o fuerza de trabajo es el conjunto de las facultades físicas e intelectuales que la persona pone en acción, mediante el trabajo, para crear un producto, el cual tiene valor de uso si resuelve una necesidad.

Esta es una cualidad exclusivamente humana. Aunque laboriosas abejas construyan las celdas de un panal con una pulcritud “que avergonzaría al mejor maestro de obras”, el trabajo humano las supera largamente en algo que ningún animal puede hacer: concebir en su mente al objeto útil y los posibles modos de producirlo antes de emprender su elaboración.

En su respectiva sociedad, prosigue Marx, ese producto además tiene valor de cambio respecto a los productos elaborados por otras personas, con quienes es posible intercambiarlos. Sin embargo, los humanos elaboramos numerosos productos diversos, y lo que posibilita establecer un mercado donde canjearlos no son las características propias de cada uno, que difieren, sino lo que todos ellos poseen en común: son productos de la fuerza de trabajo empleada en producirlos.

Más exactamente, el tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en confeccionar un objeto útil es lo que determina su valor y, en consecuencia, la posibilidad de estimar las cuantías en las cuales unos y otros productos pueden intercambiarse. No obstante, eso que nos permite tasar el valor del producto, no nos dice cuál es el valor de la fuerza de trabajo invertida en elaborarlo.

La fuerza de trabajo, continúa Marx, solo se hace efectiva por medio de su exteriorización: ella se plasma por medio del trabajo que la persona efectúa. Ese trabajo posee además una cualidad excepcional, que es su poder de producir valor. Por eso, en el capitalismo, el burgués dueño de los necesarios medios de producción, le paga al obrero cierto tiempo de trabajo, y al concluir la jornada laboral, el producto que el burgués así ha obtenido vale más que los medios gastados y la cantidad pagada al trabajador.

No obstante, al cabo de varias horas de laborar esa capacidad de trabajar se agota, por la fatiga física y mental que ese esfuerzo le ocasiona al trabajador, lo que exige reponerla. Solo así pueden restaurarse, cada día, las energías y productividad del trabajador.

La existencia humana es imposible sin actividades productivas y, por lo mismo, tampoco es posible sin reponer la fuerza de trabajo necesaria para ejercer esas actividades. Reponer esa fuerza es un proceso que tiene lugar en otro ámbito, normalmente el de la familia, en su barrio o comunidad. Por lo tanto, el valor de la fuerza de trabajo equivale al coste de la suma de los medios necesarios para mantener y reproducir la vida del trabajador y la de su familia.[2]

Una vida social y familiar satisfactoria es funcional para restaurar a diario la salud física, mental y laboral. Y las energías físicas, psicológicas e intelectuales que allí se reponen, igualmente son las requeridas para renovar las aptitudes indispensables para la sociabilidad, el desarrollo cultural y la creatividad, no solo para laborar. Lo que implica reconocer que la recuperación de la fuerza de trabajo no puede ser satisfactoria en condiciones familiares, vecinales o ambientales disfuncionales.

Ahora bien, las necesidades y expectativas de los trabajadores y de sus familias evolucionan en el decursar de la historia. El desarrollo cultural de la sociedad nacional y de su pueblo genera demandas espirituales y técnicas progresivamente más complejas, que incrementan los costos de la reposición de la fuerza de trabajo mientras esta, por su parte, al adquirir mayor desarrollo cultural puede mejorar su productividad.

Ello demanda precisar tres elementos del proceso: la naturaleza del descanso restaurador de la fuerza de trabajo; la naturaleza y papel de la familia, y de su ámbito; y el papel del complejo trabajo de las mujeres que “no trabajan”, quienes hacen posible el trabajo de los hombres, además de criar las siguientes generaciones de trabajadores.

No cabe rebajar a nivel animal el concepto de reposición de fuerza de trabajo: dormir, comer y haraganear. Como función humana, esa reposición también abarca cambiar de quehaceres, actividades físicas y recreativas que contribuyan a eliminar estrés, convivencias donde disfrutar de relaciones e ideas, y retos cognitivos que estimulen aprendizajes y ayuden a sentirse renovado.

Su ámbito normal es la familia. En general, por familia entendemos un grupo estable constituido por personas de distinto sexo y edades, enlazadas por relaciones de parentesco por consanguineidad o afinidad, entre quienes hay una convivencia habitual y cierta privacidad. Ahí tienen sitio cosas tan importantes como el mantenimiento personal, la reposición de la fuerza de trabajo, la socialización primaria de los niños y, con ello, la reproducción cultural de ese sector social, además de la procreación de las siguientes generaciones de trabajadores.[3]

Por otro lado, el tratamiento del tema con frecuencia omite el papel que las mujeres desempeñan en hacer posible la vida familiar, y en que esta sea ámbito idóneo para reponer la fuerza de trabajo. La mujer que “no trabaja” carga con el grueso de la limpieza y mantenimiento de la casa y la ropa, el cuidado de los niños, cocinar y conseguir los insumos necesarios para todo eso, mientras la que “sí trabaja” no por ello deja de ser responsable por todo eso. Aunque Marx no se extienda en el tema, el trabajo doméstico también consume fuerza de trabajo, satisface necesidades y tiene valor. Incluso si una parte del salario del trabajador pareciera solventar las labores domésticas, eso apenas cubre los gastos que la mujer le paga a los proveedores, no el valor del trabajo que ella realiza, no su fatiga ni la reposición de sus energías.

Una situación familiar satisfactoria, en un entorno aceptable, son funcionales para restablecer a diario la salud física, mental y la aptitud laboral. Y las energías físicas, psicológicas e intelectuales que allí se recuperan son, asimismo, las requeridas para renovar las aptitudes humanas para la sociabilidad, el desarrollo cultural, la creatividad y la capacidad de innovar, no solo las exigidas por el trabajo corriente. En otras palabras, eso también es parte medular del desarrollo social y, en el tiempo, condición necesaria para una existencia humana que progresivamente pueda hacerse más humana.

Panamá, noviembre de 2021.

* Escritor y diplomático panameño.



[1]. Principalmente en el Capítulo I, La mercancía; el Capítulo II, Cómo se convierte el dinero en capital; el Capítulo V, Proceso de trabajo y proceso de valorización; y en el Capítulo VIII, La jornada de trabajo.

[2]. En el trabajo por turnos u otras formas de labor, como las marítimas y en la minería, el descanso puede tener lugar temporal en un área anexa a la de trabajo. Sin embargo, esto no cambia la base de cálculo de su valor, que asimismo debe incluir el sostenimiento de su familia.

[3]. Ver INFOCOP, Valeria Colombo y Eva Cifre Gallego, “La importancia de recuperarse del trabajo”.

La caída de la URSS y el debate con el trotskismo . Comentario HHC

Por Rolando Astarita

En una nota anterior (aquí), y en oposición al trotskismo, argumenté por qué en los 1930, aproximadamente, la URSS dejó de ser un Estado proletario. También sostuve que a partir de los 1970 el desarrollo económico de la URSS se debilitó en forma creciente. En este respecto, y en polémica con Altamira, sostuve que no existe una planificación socialista-burocrática. Es que anulada la democracia obrera, y suprimidas “desde arriba” las señales del mercado (en la economía soviética los precios, en su mayoría, eran establecidos por los organismos estatales), la planificación en la URSS avanzaba a ciegas. De ahí los desequilibrios, cuellos de botella, sobreutilización de recursos (materiales y humanos), escaseces y despilfarros (véase, Nove, 1986, para una descripción detallada). A lo que se sumaba la baja productividad y la desafección de las masas trabajadoras con respecto a la propiedad estatal. Como resultado de estos factores, a mediados de los1980 era cada vez más claro el estancamiento y el atraso productivo. Así, aumentaba la distancia entre la economía soviética y las economías de los países capitalistas avanzados. Sostuve entonces que la razón de fondo de la caída y disolución de la URSS fue su creciente estancamiento económico, la enajenación de las masas trabajadoras con relación a lo que se suponía era “su” Estado, y la imposibilidad de resistir la presión del mercado mundial y el avance –marcado desde fines de los 1970- de la mundialización del capital.

La explicación trotskista

El enfoque trotskista es muy distinto al anterior. Se basa en dos afirmaciones fundamentales: a) las fuerzas productivas del capitalismo están estancadas; b) la planificación en la economía estatizada, aunque burocrática, impulsaba el desarrollo de las fuerzas productivas en la URSS. Esto es, la planificación burocrática provocaba despilfarros, desigualdades y graves problemas, pero a pesar de ello la economía crecía. En esencia, fue el argumento de Trotsky en La revolución traicionada. En ese texto comparó la economía de los países capitalistas adelantados durante la Gran Depresión con la economía soviética para concluir que “el socialismo ha demostrado su derecho a la victoria, no en las páginas de El Capital, sino en una arena económica que constituye la sexta parte de la superficie del globo; no en el lenguaje de la dialéctica, sino en el del hierro, el cemento y la electricidad” (p. 18). Esto en el marco de su afirmación de que, a partir de 1914, el capitalismo ya no se desarrollaba.

Sin entrar ahora a discutir si se puede hablar de la “victoria” de la crítica de Marx por la mayor producción en la URSS, el hecho es que ese argumento se mantuvo en el trotskismo para probar la superioridad de los métodos económicos del socialismo. Como anécdota ilustrativa de ese sentir, recuerdo que una candidata del MAS, en los 1980, “demostraba” en los medios la superioridad de los regímenes proletarios (aunque burocráticos) comparando, por ejemplo, la economía de Rumania con la de algún país del África subsahariana (pero no con Sudáfrica), o con Haití. Recuerdo haberle señalado por entonces que si a alguien se le ocurría sugerir otras comparaciones (por caso, Rumania / Suecia, o Bulgaria / Noruega) la podía pasar mal.

Lo más importante es que con ese enfoque ¿cómo podían caer los “Estados obreros”? Por eso se pensaba que solo con una intervención militar de las potencias capitalistas. Esta es la raíz del error de Política Obrera cuando afirmaba que la unificación capitalista de Alemania solo podía producirse vía una guerra de las potencias capitalistas “contra los Estados obreros”. Razones similares llevaban a afirmar que la caída de la burocracia desataría una revolución política (las relaciones de producción estatizadas ya eran de naturaleza socialista) que instauraría la democracia obrera en el país de Lenin y Trotsky.

La realidad fue que los “socialismos reales” pasaron a ser países capitalistas. Sin embargo, este hecho impulsó a pocos trotskistas a revisar las viejas caracterizaciones y análisis. Aunque la pregunta sigue planteada: ¿cómo explicar la disolución de los “regímenes obreros burocráticos” y la restauración del capitalismo? Pero al no revisarse las premisas de base, solo queda disponible la explicación subjetivista: la burocracia, subordinada al imperialismo, traicionó. ¿Y la aceptación de las masas trabajadoras de la restauración? ¿Cómo lo explica la tesis idealista? No veo que haya respuesta convincente. Señalo, por último, una irónica coincidencia con lo que dicen los impertérritos stalinistas: en la URSS las cosas funcionaban medianamente bien (con algunos problemas, pero nada grave), hasta que apareció el traidor, Gorbachov, surgido de la nada para ser un agente del imperialismo, y todo se vino abajo.

Los datos del estancamiento de la URSS

El rechazo de la explicación que presento dice entonces que en los 1980 la economía soviética se desarrollaba (aunque con problemas), y el capitalismo estaba en crisis crónica (como dato ilustrativo, en 1986 Nahuel Moreno sostenía que el capitalismo estaba en “crisis crónica en su fase aguda”; no desentonaba con las otras corrientes de la Cuarta Internacional). En lo que sigue presento datos que muestran, por un lado, la tendencia al estancamiento de la economía soviética, y paralelamente que aumentaba la distancia que le llevaban las economías de las naciones capitalistas avanzadas (por lo cual tampoco se sostiene la caracterización del estancamiento secular del capitalismo).

Es significativo que la tendencia al estancamiento de la URSS fue reconocida por economistas y científicos sociales, funcionarios y académicos, y por una parte importante de la misma dirigencia, encabezada por Gorbachov. Como explica Aganbeguian (1987), a mediados de los 1980 hacía ya 15 años que la economía se estaba desacelerando. El crecimiento del producto nacional entre 1981 y 1985 se había logrado con un aumento de las importaciones superior a las exportaciones. La tasa de crecimiento (dato oficial) había bajado al 2,5% anual. Esto a pesar de que el índice de precios utilizado para evaluar el ingreso nacional era muy discutible. Si se tuvieran en cuenta alzas de precios vinculadas a cambios en la calidad de los productos, dice Aganbeguian, la tasa de crecimiento del ingreso nacional sería aún menor. Por eso, al incorporar estos factores al análisis, prácticamente no había habido crecimiento entre 1981 y 1985. Y entre 1979 y 1982 la producción había disminuido en volumen en el 40% de los productos industriales expresados en cantidades físicas. La producción agrícola, en 1985 estaba por debajo de la de 1978. Un cálculo del crecimiento del producto, citado en Lauritzen (2011), da las siguientes cifras:


Aunque existen ciertas diferencias en dónde marcar el inicio del declive, todo indica que ya en la década de los 1960 empezaron a agudizarse los problemas. Por eso Gorbachov llamó “la era del estancamiento” al período que va de Brezhnev (1964-1982) a Konstantin Chernenko (1984-1985). En esos años se priorizó la industria pesada y militar, con continuo énfasis en crecimiento cuantitativo, con poca atención a la calidad de los productos y ahorro de insumos. Y se debilitó la producción de bienes de consumo. La productividad no avanzaba, por lo que en 1965 se encaró una reforma para incentivarla, pero a mediados de los 1970 se había agotado, sin revertir la tendencia.

Por lo tanto en los 1980 la economía soviética era atrasada y conservadora (Aganbeguian). Las actividades extractivas y de producción agrícola ocupaban una porción elevada en el total del producto, y las industrias manufactureras y de transformación de materias primas tenían un desarrollo insuficiente. El sector terciario era todavía más pequeño. La estructura de las exportaciones era atrasada, dominando combustibles y materias primas; en las importaciones tenían un peso importante los alimentos y metales. La calidad y la competitividad de la producción eran débiles, y grande la producción obsoleta. La gama de productos y servicios ofrecidos no cubría las necesidades sociales y la demanda. Las industrias del bienestar presentaban atrasos notables. Había una tendencia, por parte de las direcciones de las empresas, a aumentar el aprovisionamiento de insumos –maquinaria y equipos, materias primas y fuerza de trabajo. Lo cual agravaba las escaseces, aumentaba el gasto y el desperdicio de recursos. Nove también anota la falta de iniciativas por parte de trabajadores y técnicos o ingenieros; la resistencia de las direcciones de empresa a aplicar nuevas tecnologías; y los flujos de información distorsionada entre empresas y ministerios, entre ministerios, entre organismos de planificación y empresas, etcétera (y los consiguientes problemas para la planificación). El siguiente cuadro muestra las tasas de crecimiento de la productividad (datos citados por Lauritzen).


Según Aganbeguian, a mediados de los 1980 la productividad del trabajo en la URSS era de 2,5 a 3 veces menor que en EEUU y de 2 a 2,5 veces menor que la de otros países capitalistas desarrollados. En buena medida ese retraso se debía a la agricultura: en la URSS era al menos 5 veces menor que en EEUU (en parte debido a diferencias naturales). Si se quitaba este factor, de todas maneras la productividad en la URSS era entre 2 y 2,5 veces menor que en EEUU, y entre 1,5 y 2 veces la de los países capitalistas adelantados. El progreso tecnológico había sido muy lento entre los 1960 y 1980. Los equipos no se renovaban con suficiente rapidez (la tasa de renovación en las empresas era 2-3% anual), bajaba la calidad, no aumentaba la eficacia, se producían bienes obsoletos y disminuía la tasa de crecimiento. De acuerdo a cálculos realizados por Kontorovich (citados por Allen, 2003), hubo una declinación en el número absoluto de invenciones puestas en uso cada año desde los 1960 hasta 1985. Kontorovich dividió las innovaciones en civiles y militares y mostró que la caída en gran medida era en el sector civil. Lavigne (1985) señala que los avances tecnológicos en el plano militar no se trasladaban a la producción civil. Pero además, “existe tradicionalmente una ruptura en la URSS entre la investigación y desarrollo llevado adelante en los institutos de proyectos y las aplicaciones a la producción en serie. Las empresas no son invitadas a innovar; por el contrario, el sistema de indicadores utilizado en la producción, así como las reglas de determinación de los precios, empujan a las empresas a la rutina” (p. 124). La URSS precedía a EEUU en la invención básica, pero las demoras en la implementación productiva eran siempre mayores.

En lo que respecta a las condiciones de trabajo, se habían modificado poco. A mediados de los 1980 cerca de la mitad de los trabajadores kolhozianos y de los obreros realizaban tareas manuales, de las cuales una gran parte eran trabajos no calificados y penosos (Aganbeguian). A mediados de los 1980, y según los datos oficiales soviéticos, el ingreso nacional era aproximadamente el 66% del de EEUU; de acuerdo a estimaciones occidentales, sería entre el 50 y 55% del tamaño de EEUU. Intentando revertir el estancamiento, los gobiernos soviéticos malgastaron enormes sumas para actualizar viejas fábricas y arrojaron sumas adicionales para impulsar el desarrollo siberiano (Allen). Pero no se alteró la dinámica descendente. En los 1980 la necesidad de pasar a un crecimiento intensivo era reconocida por Gorbachov, muchos economistas soviéticos e investigadores occidentales: “Ya no es posible resolver los problemas con una gran expansión de los insumos de trabajo, inversiones de capital, el uso dispendioso de materiales. Todos se han hecho más escasos y caros, deben ser utilizados de manera más efectiva, se debe cortar el gasto, mejorar la calidad, acelerar el avance tecnológico, adaptar más estrechamente la producción a las necesidades de los usuarios” (p. 108, Nove).

Aunque en la URSS no había desocupación, la enseñanza y el cuidado de la salud eran gratuitos, y el Estado otorgaba, en gran medida, alojamientos y garantizaba las jubilaciones, el freno del crecimiento afectaba cada vez más el nivel de vida. Bajaba la participación en el ingreso nacional de la construcción de viviendas y de los presupuestos de enseñanza y salud. En materia de alimentos, cada vez eran necesarias mayores importaciones.

Factores que agravaron la situación

A los factores de largo plazo agreguemos que en los 1980 la URSS se vio muy afectada por el deterioro de los términos de intercambio. En particular por la caída de los precios del petróleo desde fines de la década de 1970 hasta mediados de los 1980 (revirtiendo así el gran alza entre 1973 y 1979). Hubo una fuerte caída en los ingresos en dólares. A su vez, el gasto militar se transformó en una carga cada vez más pesada. Según cálculos de la CIA, en 1966 - 1970 la URSS gastaba el 12% de su producto nacional en defensa. En 1981-1985 era el 16%. Lo cual iba en detrimento de la inversión con fines civiles. La URSS tampoco podía responder a la Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan. La ocupación militar y la guerra en Afganistán –de 1979 a 1989- se hizo cada vez más difícil de sostener, y generó descontento de la juventud y la población. En 1986 ocurre el desastre de Chernobyl (se emitió radiación nuclear 400 veces superior a la cantidad de radiación liberada por la bomba atómica que se lanzó sobre Hiroshima).

Agreguemos que todos los países del llamado bloque soviético padecían problemas similares: agotamiento del crecimiento extensivo, baja productividad, desafección de la población, rechazo a la burocracia y a las intervenciones soviéticas para sostener esos regímenes (1953 en Alemania; 1956 injerencia primero en Polonia, luego ocupación de Hungría; 1968 ocupación de Checoslovaquia; 1981 golpe militar apoyado por Moscú). A mediados de los 1980 los países del bloque soviético estaban en una situación cada vez más difícil. En 1981 Rumania pidió un crédito al FMI (al que había adherido en 1972) de 1300 millones de dólares, a devolver en 3 años. Ese año Hungría y Polonia solicitaron la adhesión al Fondo; la primera fue aceptada, la segunda, fuertemente endeudada, debió esperar hasta 1984. En Rumania y Hungría se aplicaron planes de ajuste típicos del FMI –reducción del gasto público, de las importaciones y el consumo, de la inversión-, devaluación de la moneda y alza de las tasas de interés. Los acreedores occidentales exigieron a Polonia medidas similares (véase Lavigne). Los impulsos a la restauración capitalista parecían claros.

Volviendo a la situación de la URSS, Agambeguian escribía: “El conservadorismo de las estructuras económicas, las tendencias extensivas, el sistema perimido de gestión, se convirtieron en frenos y obstáculos al desarrollo económico y social del país. Estos fenómenos eran particularmente fuertes en el curso de los 10 o 15 últimos años, cuando se reducía el crecimiento de los recursos, cuando comienza una nueva fase de la revolución científica y técnica, cuando en fin las necesidades sociales de la población aumentan rápidamente. Todo esto da como resultado que el país se encuentre en un estado de pre-crisis…” (p. 53).

A fines de los 1980, inicios de los 1990, la crisis fue abierta. En diciembre de 1991 los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia declararon disuelta a la URSS. Están por cumplirse tres décadas. El debate sobre las causas de la caída sigue abierto.

Textos citados:

Aganbeguian, A. G. (1987): Perestroika. Le double défi sovietique, París, Economica.

Allen, R. C. (2003): Factory. A Reinterpretation of the Soviet Industrial Revolution, Princeton University Press.

Lauritzen, E. (2011): “Causes and Origins of the Collapse of the Former Soviet Union”, Ohio State University, junio.

Lavigne, M. (1985): Economie Internationale des Pays Socialistes, París, Armand Collin.

Nove, A. (1986): The Soviet Economic System, Boston, Unwin Hyman, 3° edición.

Trotsky, L. (2001): La revolución traicionada, Madrid, Fundación Federico Engels.


Comentario HHC: Solo comentar que los EEUU , han sufrido y tienen también problemas con los incrementos de la productividad del trabajo en el tiempo, " en el periodo 2007-2016 se produce una importante caída de la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo respecto a 1953-2007, al pasar del 2.25% en el primer subperiodo al 1.17% de tasa anual media acumulativa del segundo subperiodo". Esto ha sido señalado varias veces por los Nobeles de Economía Paul Krugman y Joseph Stiglizt. 

Se elude de los análisis que la deuda de los egresados universitarios en los EEUU, es billonaria, y el "50% de los graduados con títulos universitarios menores de 25 años actualmente están desempleado o subempleados" (1). Que en el 2011 el 15.7 % de la población de EEUU no tenía ningún seguro médico. Además del déficit fiscal que históricamente presenta y que básicamente se financia con terceros países a la larga, ya que la impresión de dólares sin respaldo en oro y el cobro el 7 % por su uso a todos los países ( bases militares  e industria militar de apoyo para garantizar esto), es un "negocio" redituable para los EEUU, y por eso su modelo, entre otros aspectos,  no es reproducible en otras naciones.   

Se subestima, y se minimiza, en los analisis, que se garantice por los estados que persiguen el socialismo la educación y salud gratuita como derecho para todos, y que esto es un costo importante dentro del presupuesto del país. Por ello insisto, que solo nuestro modelo es sostenible en el tiempo, si somos eficientes como país. 

(1) https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/11250278/06/21/Estudiantes-estadounidenses-deben-mas-de-14-mil-millones-de-euros-en-prestamos-universitarios-.html

Por más vegetales en Ceballos: el reto de cerrar el círculo

 

Fotos: Ileana

De la creciente necesidad de fertilizantes y las limitaciones para conseguirlos surgió la idea de buscar financiamiento para potenciar la producción de abonos orgánicos en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Producción de Vegetales, de la Empresa Agroindustrial Ceballos.

Pretendían sustituir en más de un 40 por ciento los productos importados, contribuir al manejo de plagas, sobre todo los nemátodos, y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos.

La propuesta prendió. “Los resultados obtenidos en el módulo Cepellón, en materia de lombricultura y producción de abonos orgánicos, nos impusieron encomendarnos a un propósito más ambicioso, para satisfacer nuestras necesidades y las de otras entidades del territorio”, explicó Exnier González Suárez, director de la unidad.

“Para la ejecución de este Proyecto de Desarrollo Local, que concibe la producción de 5 000 toneladas (t) de compost y 500 de humus de lombriz sólido y líquido, fue aprobado un financiamiento de dos millones 208 000.00 pesos, al cual se suma una capacidad de liquidez para la adquisición de equipamiento", agregó el directivo.

Mas, sin que este dinero estuviera disponible, emprendieron el camino y, en lo que va de año, han producido más de 600 t de compost de manera artesanal, aprovechando restos de vegetales, estiércol y residuos que se originan durante el proceso productivo en otra de las UEB, la Industrial Ceballos, con el consiguiente aporte a la protección del medio ambiente, al tiempo que trabajan en el acondicionamiento del área destinada a este fin.

campesinosÁreas que formarán parte del nuevo Centro de Materia Orgánica

Sorteando las trabas

Las preocupaciones y dificultades a causa de la COVID-19 y el contraproducente impacto de la reforma salarial inscrita dentro de la Tarea Ordenamiento, no han frenado a los más de 700 trabajadores de este centro, quienes han sabido aprovechar la tecnología existente para el cultivo de vegetales, como el sistema de riego y los residuos de los fertilizantes, aplicados en áreas que temporalmente permanecen vacías, para la siembra de maíz, fruta bomba, boniato y otros cultivos de ciclo corto.

Han logrado así diversificar y aumentar sus producciones, garantizar la venta de alimentos a sus trabajadores y mejorar las ofertas en sus comedores obreros, objetivo con el cual crearon, además, el módulo pecuario, que se encuentra en fomento y desarrollo, con una masa de 38 carneros.

Estos se suman a las producciones habituales de pepino, ajíes pimiento y picante, tomate, melones de Castilla y de agua, col, zanahoria, remolacha, berenjena, quimbombó, habichuela, rábano y cundeamor gigante.

Dicha unidad, que cierra ciclo productivo en tanto exporta, vende a terceros y garantiza la presencia de sus productos en instalaciones turísticas, procesa en su propia minindustria los excedentes de cosechas y las producciones que no tienen la calidad necesaria para su comercialización en fresco. No obstante, la escasez de envases les impone la búsqueda constante de alternativas para no detener el proceso industrial.

Hasta el cierre del mes de octubre sus ventas completaron los 46 millones 754 576.50 pesos, mientras que la producción superó las 2 163 t, con énfasis en las exportaciones de ají picante Chile Habanero, berenjena y cundeamor, que alcanzaron las 69.4, 2.8 y 1.2 toneladas, respectivamente.

Célida Hernández Salabarría, jefa de colectivo del Centro de Beneficio para la Exportación, argumentó que, asimismo, se han encargado del tratamiento y empaque de otros productos destinados a los mercados foráneos, tales como mango, aguacate, mamey, plátano, boniato, cúrcuma, lima persa y sábila, provenientes de otras entidades y bases productivas de la empresa.

empresa dceballosOtras producciones que llegan al Centro de Beneficio para la Exportación

Se emociona al hablar de la labor que realizan sus trabajadoras, también conocidas como las “Chicas del Picante”, quienes hace unos cinco años comenzaron a beneficiar este condimento en condiciones muy complejas y hoy han logrado triplicar los envíos iniciales, con mayor destreza y conocimiento de la actividad, a lo cual se suma la disponibilidad de un local idóneo.

En esta unidad, líder en Cuba en ventas al sector turístico, no hay espacio para la pereza. Por más de 20 años han logrado paliar las afectaciones provocadas por eventos climatológicos a partir de la mejora de las estructuras existentes mediante la innovación y el empleo de alternativas locales; actualmente ejecutan una inversión con tecnología española en otras cuatro hectáreas (ha) de cultivos protegidos, cuyo financiamiento alcanza los 60 millones de pesos.

También en la minindustria se realizan mejoras en los pisos, y la línea para el procesamiento de vegetales, aprovechando una estructura que fue sustituida por una de mayor capacidad en la UEB Industrial Ceballos.

Por otra parte, culminó la segunda etapa del Centro de Beneficio para la Exportación y se trabaja en su climatización, con el fin de garantizar la óptima conservación y calidad de los productos.

Los éxitos de esta unidad, que cuenta con nueve módulos de producción, ubicados en los municipios de Ciego de Ávila y Morón, así como 300 casas de cultivos protegidos y unas 26 ha al aire libre con tecnología eficiente, no son casuales.

Sus productos frescos e industrializados se comercializan avalados por las certificaciones emitidas por Sanidad Vegetal y el Instituto de Higiene de los Alimentos, respectivamente, según explica su especialista en Calidad, Marileiny Vergara Gómez.

Allí se trabaja con mucho entusiasmo, ese que le imprime su director, quien, antes de asumir dicha responsabilidad ya se había ganado el respeto de sus compañeros y merecido los reconocimientos Premio al Joven Relevo y Mejor Reserva Joven. Para él no hay horario cuando de trabajo se trata.
Esto valió para incluirse entre los primeros en insertarse en la experiencia de flexibilizar los colectivos laborales, la cual prevé otorgar mayor autonomía a estos grupos en la base.

Allí la tierra agradece el esfuerzo de los hombres que la trabajan; ellos plantan y cuidan con celo, recogen su fruto, lo procesan y hasta lo comercializan. No es resultado del azar que Producción de Vegetales sobresalga en Cuba cuando de cultivos protegidos se habla; la labor de su gente, su empeño, la ha llevado a ser el mayor exportador de ají picante de la variedad Chile Habanero del país, producto con el que ganó Medalla de Oro a la Calidad en la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2018) y en la Feria Internacional Agroalimentaria 2019. Y esto fue solo el comienzo.

Universidad de Las Tunas presentó proyecto de viviendas bioclimáticas en Foro Virtual (+Video)

Foto: Leydis María Labrador

Un proyecto de viviendas bioclimáticas fue presentado este jueves por la Universidad de Las Tunas (ULT), en un foro virtual en el que participaron varios centros de altos estudios del país, previo a la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior, que tendrá lugar el año próximo en España.

Daniel Rodríguez Peña, Director del Centro de Estudios de Eficiencia Energética y Procesos Tecnológicos (Ceeprot) de la institución y responsable de la iniciativa, explicó que «se trata de un tipo de construcción que utiliza la energía renovable de elementos naturales como el sol, la lluvia y el viento. Eso propicia que las viviendas sean más frescas, estén más iluminadas y utilicen menos la luz y ventilación artificial. Al mismo tiempo pretendemos que tengan disponible el agua de lluvia para realizar las tareas domésticas de higiene».

La experiencia forma parte de un proyecto internacional de la casa de altos estudios, cuyo objetivo es impulsar la utilización y aprovechamiento de las fuentes renovables de energía. Además, da respuesta a cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas en la Agenda 2030: agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables y acción por el clima, según refirió en la presentación, Aurora Ramos de las Heras, Rectora de la ULT.

Rodríguez Peña comentó que para materializarlo se estableció un convenio de colaboración con la oficina de Arquitectos de la Comunidad y ya una empresa del territorio, Duralmet, solicitó el servicio de este tipo de arquitectura para un plan de viviendas que construirán, las primeras que se edificarán con este concepto.

https://www.youtube.com/watch?v=gPyQ8iePlbs