La curva de
Phillips para la economía cubana.
Un análisis
empírico
Malena
Portal Boza *
Duniesky
Feitó Madrigal **
Sergio
Valdés Pasarón ***
Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar la curva de Phillips
para la economía cubana durante el periodo de 1990 a 2009 realizando un
recorrido por la crisis económica del periodo derivada de la caída del campo
socialista y la desaparición del Consejo de Ayuda mutua Económica (CAME). Los
resultados indican que a pesar de que la teoría de la Curva de Phillips fue
utilizada en muchos países para mantener el desempleo en cifras bajas mientras
se toleraba una inflación alta, la experiencia de Cuba ha demostrado que un
país puede tener simultáneamente inflación y desempleo elevados.
Palabras clave: Curva de Phillips, desempleo,
inflación, economía cubana.
* Profesora
de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de
Baja California. Correo electrónico: mportal@uabc.edu.mx.
** Profesor
de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad
Autónoma de Baja California. Correo electrónico: duniesky.feito.madrigal@uabc.edu.mx.
*** Jefe
del Departamento de Posgrado e Investigación de la Universidad Autónoma de Baja
California, Campus Tijuana. Correo electrónico: s.valdes@uabc.edu.mx.
Malena Porta, Duniesky Feitó, Sergio Valdés ! La curva de Philips para la economía cubana. Un análisis
empírico
∀
1. Introducción.
El
hombre como ser pensante y racional, inquieto y ávido de conocimiento, a lo
largo de la historia siempre ha tratado de encontrar explicaciones a los
diferentes fenómenos que se dan, como parte de la búsqueda y creación de nuevas
alternativas que se traduzcan en mejoras para su bienestar. Dentro de las
Ciencias Económicas, varias han sido las aristas de investigación para poder
explicar los fenómenos económicos, encontrar las causas que los originan y en
función de ello establecer políticas de actuación. En este sentido se han desarrollado
diversas escuelas del pensamiento económico con disimiles enfoques para tratar
de encontrar respuestas sobre fenómenos como el crecimiento económico, el
desempleo, las fluctuaciones que se dan en la producción, en los precios, entre
otras cuestiones y a su vez generar recetas de cómo reaccionar ante estos
choques de oferta o demanda y qué políticas deberían ser llevadas a cabo para
que los países puedan enfrentar los periodos de crisis.
El consenso entre las corrientes económicas ha estado en
buscar el bienestar de la gente, acompañado de precios estables, bajo desempleo
y un alto y rápido crecimiento. Pero los desacuerdos se concentran en
determinar el modelo correcto para poder representar la economía, definir las
causas que originan los problemas macroeconómicos y los instrumentos adecuados
para enfrentarlos, todo ello de la mano con la participación o el papel que
debe desempeñar el Estado. En este último caso las diferencias de criterios van
en función de determinar si el mercado tiene los mecanismos y es capaz de
recuperarse por sí solo o si es necesario la intervención del Estado para que
se pueda dar una recuperación de las economías ante momentos de crisis
económicas.
El contexto contemporáneo donde se desenvuelven las
economías a nivel mundial influenciado por el protagonismo de crisis en
diferentes escalas, ha contribuido a la transformación de las políticas
económicas para poder enfrentar los periodos sucesivos. El resultado de la
globalización de los mercados, el paradigma tecnológico dominante, la
competencia entre los grandes bloques económicos y la propia ideología
neoliberal, ha sido la creciente concentración planetaria de las riquezas y del
poder económico. Los impactos de las crisis en la sociedad han sido reflejados
en el incremento de la pobreza, la abismal desigualdad entre la minoría
globalizadora y la multitud dependiente que aparecen en cualquiera de las
estadísticas ofrecidas por los más serios organismos internacionales y que
muestran una agravación progresiva de la desigualdad en todos los ámbitos
posibles. Uno de los indicadores más afectados ha sido el desempleo, donde se
ha centrado con mayor fuerza el debate económico por lo que éste representa.
Parte de estas corrientes argumentan a favor de que el
mercado cuenta con los mecanismos para recuperarse de una crisis con desempleo
y dirigirse hacia el pleno empleo y otros argumentan que es necesaria la
intervención estatal a través de sus políticas. Lo cierto es que en base a
esto, se han generado varias
teorías y modelos para encontrar recetas que resuelvan el problema del
desempleo, la inflación, los niveles de producción entre otros fenómenos que
son propios de una crisis económica.
Como
parte de estas teorías se encuentra el estudio realizado por Alban William
Phillips (1958), quien fuera reconocido por su teoría sobre la relación entre
el desempleo y el cambio de los sueldos que, posteriormente se adaptó a la
relación inversa entre la inflación y el desempleo, bajo la suposición de que
el coste laboral es el componente que más impactaba la inflación. Esta teoría
se conocería como la Curva de Phillips, la cual generó un debate a nivel
internacional entre los economistas.
Derivado de lo anterior el presente trabajo pretende
realizar un recorrido evolutivo sobre el debate de esta teoría, analizando sus
argumentos y comprobando su aplicación empírica para el caso de la economía
cubana. El trabajo se organiza de la siguiente manera. Una primera parte revisa
los aspectos teóricos sobre los fundamentos de la curva de Phillips. En una
segunda parte se hace un recorrido por la crisis económica de la economía
cubana a partir de la década de los noventa, la tercera se refiere a la
metodología y la base de datos utilizada, seguidamente se muestran los
resultados obtenidos y finalmente se dan resultados y conclusiones.
∀ 2. Marco
teórico.
2.1 Fundamentos de la Curva de Phillips.
Alban
William Housego Phillips en el año 1958 presento un estudio donde se reflejaba
una causalidad inversa de la tasa de desempleo hacia la tasa de crecimiento de
los salarios nominales para el caso del Reino Unido entre los años de 1861 y
1957, al cual (Phelps, 1996: 858) llamó un “extraordinario” documento. El
análisis había sido orientado especialmente al mercado laboral donde teorizaba
que al existir presión en la demanda medida por el desempleo y al presentarse
el pleno empleo, la tasa de salarios se incrementaría al infinito. Phillip
mostró como evidencia una relación inversa consistente durante los años 1861 y
1957 en el mercado laboral inglés. Años después, Paul A. Samuelson y Robert M.
Solow reprodujeron el ejercicio para la economía estadounidense sustituyendo en
este caso la tasa de variación de los salarios nominales por la inflación, y lo
nombran como “curva de Phillips”. A partir de ese momento, el estudio original
de Phillips ha evolucionado y ha sido aplicada por diversos estudiosos del
tema, y, según George A. Akerlof (2001: 375), llegó hasta constituir “la
relación bivariante macroeconómica más relevante.”
La curva de Phillips, sugiere que es imposible conseguir
simultáneamente un alto nivel de empleo y una baja tasa de inflación, por lo
que se recomienda que la política económica gubernamental tendría la
posibilidad de ventilar una combinación de ambas, o decidir cómo manejarla,
pues se plantea una disyuntiva
entre elegir una inflación baja con elevado desempleo o una inflación más alta
pero con menor desempleo. Al combatir la inflación el desempleo aumenta,
mientras que si se quiere lidiar contra el desempleo, habría que acceder a un
crecimiento de la inflación.
La fundamentación se vincula al hecho de que a medida que
aumenta la demanda agregada, se aumenta la producción, la tensión sobre los
precios es mayor y comienzan a subir, mientras que el desempleo disminuye,
porque las empresas quieren satisfacer los incrementos de demanda y contratan
más personal. Pero a su vez los salarios monetarios se incrementan porque para
producir más los trabajadores deben trabajar más horas y piden incrementos de
salarios, esto a su vez provoca incremento en los costos de las empresas y por
consiguiente incremento en los precios. A corto plazo, cuando aumentan los
precios bajan los salarios reales (los salarios nominales suelen subir en menor
medida que los precios). Esta bajada de los salarios reales abarata el coste de
la mano de obra y las empresas demandan más trabajo.
La obra de Phillips representó una influencia importante
dentro del ámbito económico. Constituye un paso muy significativo en la
econometría; y la antesala a trabajos posteriores. Por otra parte, a partir de
la publicación de Samuelson y Solow (1960) es cuando este estudio se convierte
en un popular instrumento de estabilización macroeconómica y en el ámbito
científico también tuvo un impacto, este hallazgo permitía construir una teoría
macroeconómica de la inflación que permitiese completar la teoría keynesiana
(Bellod 2007:3).
Durante la década de 1960, muchos economistas consideraban
que la inflación era causa principalmente por factores de la demanda y
argumentaban que el stock monetario debería de expandirse para evitar mayor
desempleo. Por otra parte, había quienes aseguraban que dicho mal se gestaba
por el lado de la oferta, pues un incremento en el stock monetario
eventualmente tendería a generar una elevación en el nivel general de precios.
En 1980 la experiencia de muchas economías en desarrollo demostró que la curva
no siempre es constante. Ello fue consecuencia de la aplicación desmesurada de
políticas monetarias y fiscales expansivas que junto con un determinado nivel
de inflación desplazaron su curva hacia la derecha. Así, cuando los salarios se
adaptan a la inflación la curva se desplaza hacia la derecha o se vuelve
vertical, pues la inflación solo tiene capacidad de aumentar los empleos en el
caso de que los salarios reales se reduzcan (Roa, 2002:124).
En la revisión de la literatura se encuentra que la Curva de
Phillips fue objeto de críticas, los neo keynesianos revelaron la proliferación
de versiones degradadas de la Curva de Phillips alejadas de su concepción
original, lo que contribuyó a la proliferación del tratamiento lineal de los
parámetros (y/o de las variables) de los modelos estimados como muestran
algunos trabajos posteriores a la obra de Phillips.
A partir de los años setenta, cuando se rompe la estabilidad
de precios en la economía mundial, y se dan altas tasas de desempleo e
inflación, la curva de Phillips no explica este fenómeno. Por lo que caería en decadencia a partir
de los argumentos de Friedman y Phelps. Estos autores se basan en el supuesto
clásico de que el equilibrio en el mercado de trabajo depende del salario real
y no del salario nominal, de modo que un exceso de demanda en el mercado de
trabajo se resuelve mediante la elevación del salario real, no del salario
nominal. Por tanto la relación entre variables nominales y reales no es
posible, ya que las personas no toman decisiones en función de variables
nominales, sino en función de los salarios reales. Además Friedman plantea que
cuando los gobiernos deseen reducir la tasa de desempleo a costa de generar
inflación, esto a la larga provocará que la economía vuelva a ubicarse en una
tasa natural donde en el trayecto se produciría un incremento tanto en la
inflación como en el desempleo.
Friedman
considera que el desempleo sería voluntario de no ser por la existencia de una
tasa de desempleo natural. Cuando un gobierno intenta disminuir el desempleo
por debajo de esa tasa natural mediante políticas monetarias muy expansivas, a
corto plazo puede conseguirlo. Pero los agentes económicos se acaban dando
cuenta de que, si con iguales salarios hay inflación, ven menguada su capacidad
de adquisición de bienes y servicios. De tal modo que descuentan ese efecto, y
en la próxima revisión de sus contratos elevarán sus salarios al alza, lo que
incita a un nivel de desempleo mayor. Así, si partimos de una situación con
demasiado desempleo, que el gobierno quiere corregir, iniciaremos una política
fiscal expansiva que reducirá el desempleo provocando inflación. Pero si el
gobierno quiere corregir la inflación mediante una política fiscal restrictiva,
sólo conseguirá que aumente el desempleo trasladándonos a una nueva curva de
Phillips. Posteriores intentos del gobierno por reducir el desempleo solo
provocarán mayores tensiones inflacionistas sin que, a largo plazo, se pueda
conseguir acabar con el desempleo.
A largo plazo, la curva de Phillips es completamente rígida,
vertical, y situada en la tasa natural de desempleo. Por tanto, no se logra
reducir la tasa de desempleo de partida, y además se produce una variación
mayor del nivel de precios. Así, todo intento sistemático por parte de los
gobiernos de reducir el desempleo acaba creando inflación sin resolver el
desempleo. Incluso puede haber un punto a partir del cual la curva de Phillips
se torne en una curva de pendiente positiva, de tal modo que desempleo e
incremento de inflación estén ligados (Friedman 1977:273).
Friedman introduce a las expectativas y las modela pero como
expectativas adaptativas. Los agentes económicos formulan predicciones futuras
en base a los comportamientos del pasado. Los errores cometidos son una fuente
permanente de aprendizaje que retroalimentan y modifican su conducta posterior.
Posteriormente, el desarrollo de la teoría de las
expectativas racionales en los trabajos de Lucas (1972, 1973a, 1973b), Sargent
(1973) y Sargent y Wallace (1974) contribuyó a reforzar la crítica
Friedman-Phelps: si los agentes actúan racionalmente anticiparán el efecto
inflacionista de las políticas expansivas y las incorporarán a sus
negociaciones salariales de modo que el salario real siempre será el de
equilibrio.
Friedman plantea un mecanismo de formación de expectativas
adaptativas y, en concreto, el más sencillo de todos, un mecanismo de formación
de expectativas estáticas. Friedman: Tenemos inflación porque la
esperamos y la esperamos porque la hemos tenido. Por lo tanto, a largo plazo no
hay relación entre inflación y desempleo y la curva de Phillips es vertical. En
definitiva, desaparece el trade-off entre inflación y desempleo. Sólo la tasa
natural es consistente con una inflación estable.
Las
críticas conducen al mismo resultado: el carácter vertical de la Curva de
Phillips en el largo plazo y la desaparición de la opción política entre
desempleo e inflación. En el ámbito práctico, la Curva de Phillips fue
abandonada como instrumento de política económica en la década de los ´70 dado que
la combinación de tasas crecientes de inflación y desempleo parecía corroborar
las críticas monetaristas.
Una vez realizado el recorrido sobre los argumentos teóricos
de la Curva de Phillips se hace necesario, antes de pasar al ejercicio
econométrico, exponer la situación de la economía cubana.
2.2. Situación económica en Cuba generada por la crisis de
los años ‘90.
Durante
varias décadas Cuba desarrolló una política de inversiones que contribuyó al
desarrollo de una economía industrial, con la ayuda de relaciones comerciales
contraídas con el antiguo campo socialista, a través del CAME, y en especial
con la antigua URSS basadas sobre todo en intercambios preferenciales con
acceso a líneas de créditos en condiciones muy favorables, que permitieron mercados
con mejores precios a las exportaciones del país, así como la adquisición de
recursos, como materias primas, fuentes de energía, etc. Los precios pagados
por la URSS por las exportaciones de azúcar provenientes de Cuba, son un
ejemplo de las bondades de estos intercambios, los cuales fueron más altos que
los del mercado mundial, con excepción del 1974 donde los precios mundiales de
la azúcar subieron debido a la crisis petrolera de ese año, se ha estimado que
el subsidio pagado por la URSS a Cuba entre 1961 y 1988 fue de 18,8 billones de
USD.1
La dependencia de Cuba de las importaciones provenientes de los países
integrantes del CAME también resultaba significativa, ya que éstos aportaron
63% de las compras de alimentos, 86% de las materias primas, la casi totalidad
del combustible y entre 75% y 80% de la maquinaria y equipo, así como diversos
productos manufacturados.
Es por ello que cuando ocurre la caída del bloque
socialista, el país se sumergió en una fuerte crisis a finales de los 80's,
donde el deterioro de los términos de intercambio comercial, afectó en gran
medida la actividad de comercio exterior, unido a la desaparición de los
créditos favorables a los cuales se tenía acceso, quedando como fuente
alternativa de financiamiento los que ofrecían las economías de mercado a corto
plazo y con altas tasas de interés, provocó la paralización de las inversiones
y la semiparalización
de varias industrias por no disponer de un conjunto de suministros de materias
primas y combustibles de origen importado, utilizándose en los momentos más
críticos, año 1993, entre el 10% y el 15% de sus capacidades (Togores, 1999:1).
1 Citado en Los problemas de la inserción internacional de cuba y su relación con el desarrollo económico de Mauricio de Miranda Parrondo.
2 Togores, V. (1999). Cuba: Efectos sociales de la crisis y el ajuste económico de los 90's.
Cedeño,
Guevara, Guzman, Moreno y Sterrantino (2013) realizaron un recorrido histórico
en su investigación sobre el derrumbe del bloque socialista y la crisis que
atravesó el país donde alegan que Cuba enfrentaba la peor crisis económica del
siglo debido entre otras razones al colapso del campo socialista europeo y la
desintegración de la Unión Soviética, que suprimieron abruptamente los mercados
tradicionales de exportación de productos cubanos, las fuentes de adquisición
de bienes y servicios fundamentales para el funcionamiento productivo y las
posibilidades de financiamiento para el desarrollo en condiciones
preferenciales, todo lo cual repercutió en una merma en la capacidad de importación
del país.
Este
acontecimiento se reflejó en la caída del producto interno bruto de
aproximadamente un 33%, a partir de 1990 hasta 1994, año en el que se logra un
pequeño crecimiento del PIB del 0.7%. La gráfica 1 muestra el comportamiento evolutivo
de la tasa de crecimiento del PIB durante el periodo 1990-2009.
La caída del PIB, se reflejó en varios indicadores, se
contrajo la oferta de bienes de consumo de primera necesidad, a su vez los
mercados normados disminuyeron sus nieles de oferta, favoreciendo al mercado
negro donde los precios eran cada vez más elevados.
En relación al empleo, cuando triunfó la revolución en Cuba,
se dio un descenso de la tasa de desempleo a un nivel mínimo del 1.3% en 1970.2 La situación económica del
país y el proceso inversionista desarrollado en todos estos años posibilitó que
este cambio se mantuviera, hasta llegada la década de los 90's donde sus
niveles oscilaban entre el 7% y el 5% hasta el 2001, periodo en el que se comenzó
a dar una disminución a 3.5% que continuó disminuyendo hasta el 2004 llegando a
1.9% manteniéndose alrededor del 2% en los siguientes 5 años.
2 Togores, V. (1999). Cuba: Efectos sociales de la crisis
y el ajuste económico de los 90's.
El incremento del desempleo en la década del 90 fue causado,
en no poca medida, por el cierre de muchas instalaciones productivas, al
desaparecer los mercados de los países del Consejo de Ayuda Mutua Económica
(CAME)3.
Por un lado, la violenta caída de los suministros, y por otro, la desaparición
de compradores de sus productos de exportación, llevó al cierre de muchas
instalaciones o a la drástica reducción de sus escalas de producción. El sector
azucarero fue uno de los más afectados con la crisis, pues se produjo el cierre
de 150 centrales azucareros en el periodo 1990-2011, en el 1990 existían 156
centrales, en el 2011 quedaban 56 centrales. Algunas de las causas de estos
cierres estuvieron relacionadas a la existencia de equipos y maquinarias
obsoletas, con altos costos de operación, el gobierno cubano no aprovechó los
subsidios para invertir y modernizar la industria azucarera ni para desarrollar
patentes y soluciones innovadoras que permitirán mantener a Cuba como líder
mundial de esta industria. Esto trajo consigo un impacto en el desempleo, pues
aun cuando el país trató de aplicar políticas sociales para proteger la
afectación a las familias, fue un suceso inevitable.
Analizando otros acontecimientos importantes que se dieron
en ese mismo momento, se adiciona que, entre 1990 y 1993 en la esfera de la
población se produjeron crecimientos importantes en los precios y devaluaciones
del tipo de cambio en el mercado informal. Esta situación tuvo como causa
fundamental los desequilibrios en el mercado monetario: por un lado, el
incremento acelerado del agregado M1A3, que tenía como fuente la monetización
de los crecientes déficit fiscales y por otro, la marcada contracción de la
actividad económica. (Vidal y Doimeadios, 2003:3). Dada la segmentación de los
mercados y las
3 Consejo de Ayuda Mutua
Económica: Fue la principal organización económica del desaparecido Campo Socialista, surgida con posterioridad
a la Segunda
Guerra Mundial,
conocida también como CAME, en occidente era denominada Comecon.
!
regulaciones
sobre los precios, llegados los ‘90 se acumularon importantes excesos de
liquidez a partir de estos desequilibrios monetarios existentes. En este
periodo el dinero creció mucho más que el que necesitaba la economía, dado el
nivel de actividad económica, por lo que se acumuló y se mantuvo inmóvil bajo
el colchón de las personas, en las cuentas de ahorro de la población y en las
cuentas corrientes de las empresas.
El choque por el lado de la oferta con la contracción de la
producción, unido al exceso de liquidez en manos de la población, provocaron un
incremento exorbitante en los precios, ya que la gente tenía mucho dinero pero
no habían bienes para el consumo en cantidades suficientes para satisfacer a la
población trayendo consigo que entre los años 90 al 93 se alcanzaran altas
tasas de inflación, (ver gráfica 2), los precios subieron y como el salario
nominal se mantuvo con poca o ninguna variación en este mismo periodo, el
salario real de los cubanos disminuyó aproximadamente en un 90%.
El investigador Pavel Vidal, especialista de la Dirección de
Política Monetaria del Banco Central de Cuba, ha realizado estudios enfocados
en los temas de política monetaria y en sus trabajos plantea como la política
monetaria se había planteado como objetivo remediar los desequilibrios y
alcanzar la estabilidad de precios. En su repaso explica que en un primer
momento se establecieron las llamadas medidas de saneamiento financiero,
que tenían el objetivo de apoyarse en instrumentos fiscales como la elevación
de precios, tarifas e impuestos, así como en la regulación del crecimiento de
los salarios. Luego, surgieron otros instrumentos en el manejo de la política
monetaria como el control directo de las tasas de interés pasivas, el límite al
crédito y las operaciones cambiarias del banco central. Este mismo autor
incluye en sus estudios los análisis de precios, y fundamenta la deflación o en
algunos casos, el poco crecimiento de los precios partir de 1994, asociados a
reducción o tasas muy bajas de crecimiento en la liquidez
de la población. En sus argumentos expone que este fenómeno ocurre a partir de
un shock de demanda provocado por una contracción de la cantidad de dinero,
desde 1994 hasta 1999 la tasa de crecimiento promedio del M1A fue negativa
(-1.7%) lo cual no ocurre de manera general con las cifras que se observan en
las series históricas de los agregados monetarios de distintos países, donde en
muy pocas ocasiones se encuentra una reducción interanual; por lo general, la
cantidad de dinero siempre tiende a crecer, y si se quiere aplicar una política
monetaria contractiva lo que se reduce es el crecimiento de los agregados
monetarios (se desaceleran. Otra de las causas de la inflación negativa que
este autor explica, observada en los últimos años en la economía cubana, responde
en parte a la política promovida inicialmente por el gobierno para aumentar el
poder adquisitivo de los asalariados y pensionados. Se ha tratado de aumentar
el salario real reduciendo los precios de los bienes y servicios en pesos.
Teniendo en cuenta los argumentos anteriormente expuestos en
la siguiente sección se presenta la ejecución de un ejercicio econométrico para
estudiar de manera empírica cómo se comporta la teoría de la Curva de Phillips
para el caso de Cuba, a través de la aplicación de herramientas econométricas
que respalden los resultados obtenidos.
∀
3. Metodología y datos.
La
metodología se concentra en la elaboración de un ejercicio econométrico de
series de tiempo donde, la variable dependiente está representada por la tasa
de desempleo y la variable independiente la tasa de inflación, para el periodo
que comprende desde 1990 hasta 2009. Ambas series fueron obtenidas de la
Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba.
Existen varias metodologías para identificar las relaciones
estadísticas que se dan entre las variables tanto en el largo plazo como en el
corto plazo, en el caso del presente trabajo, se empleará la metodología del
Modelo de Corrección de Error (MCE). Este modelo instrumenta una estimación que
prueba la idea que es posible modelar la dinámica de un sistema en término de
sus desviaciones de un estado estacionario o de equilibrio. Esto es que el
sistema de variables en el largo plazo se desvía temporalmente de su estado de
equilibrio por choques transitorios. Se busca encontrar los coeficientes que
hacen que el sistema regrese al equilibrio del largo plazo, que no son más que
los coeficientes de cointegración. Pero además, este modelo aporta también las
dinámicas de corto plazo, que es lo más importante para este trabajo, pues se
busca comprobar si en el caso de Cuba se aplica la teoría de la Curva de
Phillips. Lo primero que se comprueba es que para que el sistema converja, el
coeficiente de la variable dependiente rezagada un periodo (α1), tiene
que cumplir con determinadas características: debe ser menor que 1 en términos
absolutos (condición de estacionariedad), tiene que ser negativo de tal forma
que si el sistema se aleja de su estado de equilibrio regrese a su trayectoria
disminuyendo o aumentando su
nivel, en dependencia si está por encima o por debajo de la trayectoria de
equilibrio, y tiene que ser estadísticamente significativo. Luego se determina
si existen relaciones en el corto y largo plazo a través de la significancia
estadísticas de los coeficientes de las variables, las dinámicas de largo plazo
se expresan en la ecuación a través de las variables rezagadas y la dinámica de
corto plazo son los coeficientes de las variables diferenciadas con rezagos. El
modelo establece estimar la ecuación de especificación en primeras diferencias
incluyendo rezagos a las variables endógenas y exógenas:
Donde: Yt es la tasa de desempleo y Xt es la tasa de inflación.
Otro aspecto de vital importancia a revisar es el
comportamiento de la relación entre desempleo e inflación para la economía
cubana con el objetivo de obtener una valoración de lo que a simple vista se
observa en la Gráfica 3.
Según se observa en la gráfica, los datos muestran una curva
de pendiente positiva para el periodo que se analiza aunque existe un poco de
dispersión en el modelo, sobre todo en algunos puntos bien definidos, valores
que corresponden a los primeros años de la crisis entre el 90 y el 93 donde la
inflación alcanzó niveles por encima del 90%. En la siguiente sección se
presentan las estimaciones y los resultados.
∀
4. Estimaciones y Resultados.
El
siguiente paso consiste en determinar la estacionalidad de las series, para
poder estudiar su comportamiento y poder determinar presencia de cointegración.
Para ello se utilizarán las pruebas de Raíz Unitaria. Dentro de las pruebas básicas
se encuentran las sugeridas por Dickey y Fuller Aumentada (ADF) (1984), la
prueba Phillips-Perron (PP) (1988) y la desarrollada por Kwiatkowski – Phillips
– Schmidt – Shin (KPSS) (1992). En el caso de las dos primeras pruebas la
hipótesis nula es que la serie posee raíz unitaria y por tanto es no
estacionaria, mientras que en la prueba KPSS la hipótesis nula refiere la
presencia de estacionalidad en la serie. En el análisis de las series de
investigación se encuentran que las variables desempleo e inflación son
integradas de orden 1. Los resultados se muestran en el Cuadro 1.
Cuadro 1
Análisis de Estacionalidad de las series
|
Variables
|
|
ADF
|
|
|
PP
|
|
|
|
KPSS
|
Criterio de
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
integración
|
|
|
|
|
Niveles
|
|
1ra
|
|
Niveles
|
|
|
1ra
|
|
Niveles
|
|
1ra Dif
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Dif
|
|
|
|
|
Dif
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Desempleo
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
I (1)
|
|
|
0.67*
|
|
3.54
|
0.73**
|
|
3.56
|
0.54+
|
0.10
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Inflación
|
|
2.53*
|
|
5.58
|
|
3.01**
|
|
|
12.2
|
|
0.31
|
|
0.04
|
|
I (1)
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
* No
Rechazo Ho al 5% ** No Rechazo Ho al 5%
+
Rechazo
Ho al 5%
Fuente: Estimados Propios
A partir de lo
anterior se procede a estimar la ecuación de cointegración. El Cuadro 2 muestra
los resultados.
Cuadro 2
Prueba de Cointegración
Dependent Variable: D(DESEMPLEO)
Method: Least Squares
Date: 11/30/13 Time: 22:38
Sample (adjusted): 1992 2009
Included observations: 18 after adjustments
Variable
|
Coefficient
|
Std. Error
|
t-Statistic
|
Prob.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
C
|
-0.050034
|
0.218241
|
-0.229259
|
0.8222
|
DESEMPLEO(-1)
|
-0.080763
|
0.045321
|
-1.782002
|
0.0981
|
INFLACION(-1)
|
0.010985
|
0.003187
|
3.446782
|
0.0043
|
D(DESEMPLEO(-1))
|
0.097438
|
0.206638
|
0.471540
|
0.6451
|
D(INFLACION(-1))
|
-0.002106
|
0.003025
|
-0.696196
|
0.4986
|
R-squared
|
0.673321
|
Mean dependent var
|
-0.244444
|
Adjusted
R-squared
|
0.572804
|
S.D. dependent var
|
0.573146
|
S.E.
of regression
|
0.374610
|
Akaike info criterion
|
1.104269
|
Sum
squared resid
|
1.824322
|
Schwarz criterion
|
1.351595
|
Log
likelihood
|
-4.938424
|
Hannan-Quinn criter.
|
1.138372
|
F-statistic
|
6.698596
|
Durbin-Watson stat
|
2.073726
|
Prob(F-statistic)
|
0.003735
|
|
|
Fuente: Estimados Propios
Analizando los resultados se observa que el coeficiente que
garantiza la presencia de cointegracion -0.08 cumple con las condiciones de ser
negativo, menor que 1 en términos absolutos y en cuanto a la significancia
estadística es al 10%, lo cual quiere decir que el sistema de variables en el
largo plazo se desvía temporalmente de su estado de equilibrio por los choques
pero vuelve a recuperarse, lo cual hace posible establecer relaciones en el largo
plazo, y el coeficiente de esta relación está dada por el valor 0.01 que
refleja relación positiva entre ambas variables, pero en este caso el problema
radica en que el coeficiente de cointegracion -0.08 refleja la velocidad de
ajuste del sistema. Al ser un valor tan pequeño no se considera aceptable en la
teoría pues significa que solo se recupera el 8% en cada periodo, por tanto
tardaría mucho tiempo en que el sistema vuelva a su estado de equilibrio. Por
lo general los valores aceptables pudieran estar por encima del 50% para poder
establecer relaciones en el largo plazo ya que el sistema se recuperaría
rápidamente. Por otra parte, en el análisis de las dinámicas de corto plazo
cuyos valores corresponden a 0.097 y 0.002 no resultaron ser estadísticamente
significativos por lo que tampoco se da la presencia de relación en el corto
plazo.
Tanto lo que se muestra en la gráfica como los resultados de
la regresión, están en correspondencia con lo que se ha venido explicando a lo
largo del documento. En el caso de Cuba los eventos simultáneos que se dieron
como parte de la crisis estuvieron protagonizados en un primer momento por
perturbaciones en la oferta, traducidas en caída de la producción, aumento del
desempleo e incremento de la inflación. Es decir, se manifiesta lo que se
conoce en la teoría como estanflación, es decir, surgió una alta inflación
junto con un estancamiento económico, por tanto la teoría de la curva de
Phillips no logra explicar y no resulta aplicable al fenómeno que experimentó
el país en el periodo analizado, no se evidencia una relación negativa entre
ambas variables en el corto plazo, y tampoco se observa estabilidad en el
tiempo en los niveles de ambas variables. La afirmación de las teorías de que a largo plazo, sólo una tasa de
desempleo (tasa natural) es coherente con una tasa de inflación estable, en el
caso de Cuba tampoco se da.
∀
5. Conclusiones.
Teniendo
en cuenta los resultados obtenidos y los elementos de la teoría se puede llegar
a la conclusión de que a pesar de que la teoría de la Curva de Phillips fue
utilizada en muchos países para mantener el desempleo en cifras bajas mientras
se toleraba una inflación alta, la experiencia de Cuba ha demostrado de que un
país puede tener simultáneamente inflación y desempleo elevados, algo que ya
había sido comprobado empíricamente en otros países, posteriormente a la
aceptación de esta teoría, promovido por perturbaciones en la oferta agregada,
como ocurrió en la crisis del petróleo de 1973, pero que para el caso de Cuba
se debió a la caída del antiguo Campo Socialista con el cual el país mantenía
fuertes relaciones de dependencia.
A ello se le adiciona, que el país interpretó que la crisis
económica tenía un carácter coyuntural, por lo que se aplicaron medidas
aisladas de corte tradicional, agudizándose así las dificultades estructurales.
En septiembre de 1990 se implantó un programa económico de emergencia
denominado “período especial”, que se propuso repartir equitativamente los
efectos de la crisis entre la población y crear condiciones para la reinserción
de Cuba en la economía internacional. Pero la realidad es que los efectos de
esta crisis ubicaron al país en uno de los momentos más difíciles vividos por
la población, y que al parecer se ha mantenido por más tiempo del que se pensó,
cuyas consecuencias se han visto reflejadas en indicadores importantes como los
niveles de migración y los cambios en la composición de los estratos de la
población, ya que la población en edad laboral comenzó a disminuir llegando a
una cifra del 47% al cierre del 2010, a su vez la población entre 0 y 14 años
de edad disminuyó en un 34% entre el 90 y el 2009, y los ancianos comprendidos
en más de 70 años se incrementaron en un 50%.
Todo ello demuestra que el país tendrá que continuar
haciendo grandes esfuerzos para poder combatir los problemas económicos y para
poder enfrentar en mejores condiciones los periodos de crisis.
Bibliografía y fuentes documentales
Akerlof, G.
A. (2001). Behavioral macroeconomics and macroeconomic behavior Nobel
Prize Lecture, December 8, 2001 Department of Economics, University of
California, Berkeley, CA 94720-3880, USA. pp. 365-394.
Bellod J.F.
(2007). “La curva de Phillips y la crítica de Friedman”. Contribuciones
a la Economía revista académica virtual diciembre 2007. http://www.eumed.net/ce/2007c/jfbr-phillips.htm.
Friedman
M. (1977).”Inflation and Unemployment”. Journal of Political Economy 85, pp.
451-47
Guerrero,
C., Osorio, P. y Tiol, A. (2006). “Un siglo de la curva de Phillips en México” Documento
de Trabajo Working Paper EGAP-2006-03 Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad
de México.
Liquitaya
D. J. (2011). “De la curva de Phillips a la nairu: un análisis empírico.
Análisis Económico, Núm. 62, vol.
XXVI. Segundo cuatrimestre de 2011,
pp. 5-30.
López, E.,
Misas M. (1999). “Un examen empírico de la curva de Phillips en Colombia” Banco
de la República de Colombia Subgerencia de Estudios Económicos, pp. 1-42.
Lucas R. E.
y Sargent
T. J. (1979). After Keynesian Macroeconomics. Federal Reserve Bank of
Minneapolis, Quarterly Review, spring. pp. 1-14.
Parrondo, M.
(2009). “Los problemas de la inserción internacional de Cuba y su relación con
el desarrollo económico”. Tesis Doctoral. Tesis de la Universidad Complutense
de Madrid, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Departamento de
Economía Aplicada I, http://eprints.ucm.es/8624/.
Phelps,
E. S. (1996). “Phillips curve”. The New Palgrave, reimpresión con correcciones
de la versión de 1991, vol.
3, Macmillan Press Limited. pp.
254-281.
Roa,
R. E. (2002). “Antagonismos en la curva de Phillips con pendiente positiva: el
caso de México y España”.
Estudios Fronterizos volumen 3
número 5. pp. 121-138.
Samuelson,
P. A. y Solow, R. M. (1960). “Analytical Aspects of Anti-Inflation Policy”;
American Economic Review, mayo, pp. 177-194.
Togores, V.
(1999). Cuba: Efectos sociales de la crisis y el ajuste económico de los 90's.
Centro de estudios de la economía cubana.pp. 1-32.
Vidal,
P. (2003). “Aspectos de la política monetaria en la economía cubana.” Revista
del Banco Central de Cuba.
Año 6 No. 1.pp. 1-11.
Vidal, P. y
Doimeadios, Y. (2003). “Inflación
vs. Deflación en la economía cubana”. Revista Economía y Desarrollo.
Universidad de la Habana. Edición Especial. pp. 1-12.
Cedeño G.,
Guevara A., Guzmán Y., Moreno K., Sterrantino A. La inversión extranjera
directa, crisis económica cubana. http://www.monografias.com/.