Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 9 de junio de 2025

Un hombre ante el mostrador


Ni El Caney en Gaspar, ni el resto de las unidades en el municipio de Baraguá, tienen mucho que ofertar, ¿y en lo adelante? Fotos: Filiberto

Más allá de que la circulación mercantil minorista rinda frutos, apura imprimirles mayor dinamismo a los cambios del Comercio y la Gastronomía en Ciego de Ávila

En febrero de 2021, el diario Granma informaba como propósito del perfeccionamiento que por entonces emprendía el sector del Comercio y la Gastronomía, “tener siempre ‘a la carta’ opciones donde armonicen la calidad de los productos, precios razonables, buen trato y confort”.

Desde entonces, año tras año, Invasor dio cuenta de la lentitud de los avances en Ciego de Ávila, pues la conversión de empresas en unidades empresariales de base (UEB), como estructuras encargadas de nuevas formas de gestión, no ha dado los  esperados y necesarios, “productos competitivos, variados y asequibles al bolsillo” de los consumidores.

• Consulte aquí el Decreto 28 de 2020 del Consejo de Ministros “Del Modelo de Gestión Estatal de la Unidad Gastronómica de Subordinación Local”.

Este medio de prensa, en marzo del año en curso concluía confirmando la necesidad de “apurar el paso” de un cambio que, por diversas causas, continúa sin satisfacer las expectativas.

A LA SOMBRA DE LOS QUE APORTAN

Amanece cuando la UEB El Caney, en el corazón del poblado cabecera del municipio de Baraguá, no tiene mucho que ofrecerle. Apenas consigue descifrar lo que dicen las tablillas, de las pocas con algún contenido; una le resulta ilegible, la mayoría da cuenta de productos “importados”: Vino seco, cerveza Hollandia, vino dulce de pasas, jugo “de cajita”, peter de Chocolate. Así que la oferta “endógena” queda reducida al jugo natural de mango y el agua fría, para refrescar el desembolso que exigen los platos principales: picadillo de res, arroz blanco y potaje.

“El deterioro no es solo monetario…, dice Reinold García Atherly, intendente del municipio, y acompaña la aseveración con “anexos” que equivalen a una cadena de realidades que entorpecen cualquier intento de eficiencia económica con repercusión social en Baraguá.

Al extremo sur y este del territorio avileño le nacieron 14 UEB, demasiadas para un municipio que cuenta con seis consejos populares, si se tiene en cuenta que cada una de esas unidades incluye personal que genera gastos insostenibles, a la espera de cuanto puedan recaudar los que elaboran y expenden los alimentos.

La cifra anterior la ofrece Fidel Cruz Pérez, director general del Grupo Empresarial de Comercio Ciego de Ávila (GECCA), para dar paso a una caracterización, mínima, pero que exige cuanto antes un cambio esencial. “Estamos hablando de plantillas con 6 o 7 trabajadores indirectos a la producción, en el caso del personal de oficina, si a eso se le suman serenos y otras estructuras auxiliares, entonces cuando usted viene a ver constituyen más del 50 por ciento de los colectivos”.

comedorLa imagen contradice la identificación de la UEB Ensueño, una de las que debe reunificarse

De vuelta a los obstáculos que se acumulan y crecen en el último lustro, el intendente recuerda que, a raíz del cambio, todas las pérdidas que acumulaban las nacientes UEB pasaron a la Empresa que las atiende metodológicamente (aunque carece del subdirector Económico), “pero ella no es capaz de generar nada, se ha convertido en una especie de parásito”, paradójicamente, sobrevive de los ingresos de quienes se le subordinan.

La otrora sede de la dirección municipal “era un local grande, pero se deterioró con el paso de un ciclón. Mudaron todo para las cabañas, y ahora estas, ubicadas en un lugar de tanto tránsito como lo es El Centro —ideal para proporcionar recreación y alojamiento—, se han convertido en un espacio mayormente ocupado por oficinas”.

Otros escenarios como La Casona, situada en La Gloriosa, o el Motel Itabo, preferido de muchos en otros momentos, también acusan los efectos del paso del tiempo, más la inestabilidad del personal, y especialmente, de los encargados de encabezar los procesos de dirección en la base, y a escala territorial, en una entidad por la cual han desfilado “como cuatro directores municipales en menos de un año”.

• El 6 de julio de 2023 aún Itabo era una buena opción

DEL PLAN A LAS NECESIDADES

Un indicador económico de tanto peso en los municipios del país, la circulación mercantil minorista, funciona como espejo del funcionamiento económico territorial. De acuerdo con precisiones de Yadiel Pérez Téllez, coordinador de programas agroalimentarios del Gobierno provincial, en 2024 Ciego de Ávila incumplió su plan anual, “nos quedamos al 84 por ciento, uno de los más malos del país”.

Sin embargo, el directivo asegura que, “en el peor de los contextos: falta de productos de la canasta básica y de materiales de la construcción, tenemos concebidas otras formas de autogestión para evitar que esa situación se repita”. Revisa las ventas hasta el pasado día 22, antes de precisar que “los mayores incumplimientos recaen en Baraguá y la Empresa Municipal de Comercio de Ciego de Ávila”, aunque los números globales rebasan el plan en un 14 por ciento.

También con datos de por medio, el director general del GECCA ratifica que el plan anual (2426.9 millones de pesos) no constituye una utopía, “si sumamos más de mil pesos en casi cinco meses, no debe haber problema ninguno para cumplir, solo en abril hicimos 245 millones; estamos vendiendo más de 7.1 millones de pesos diarios. Desde enero y hasta marzo siempre hicimos más de 200 millones cuando el plan en enero era solo de 169 millones, igual cifra en febrero, y en marzo, 189, al igual que en abril”.

Aunque la tendencia parece confirmar las expectativas de los directivos, no pasa lo mismo con los consumidores. Porque no es tan obvio ni resulta directamente proporcional en el orden cualitativo que cumplir un plan se traduzca en más satisfacción de las necesidades del pueblo, aunque crezca el número de servicios y se disparen las ventas, no siempre asociadas a precios asequibles, ni a un mayor número de productos.

¿Y ENTONCES?

En varios sentidos el GECCA tensa las cuerdas del control y ayuda a sus dependencias en Baraguá, donde se asegura habrá una inmediata reducción de las UEB, “deben quedar ocho o nueve, incluida la unificación de las cabañas de El Centro, La Casona de La Gloriosa y el Itabo, para dar paso a la UEB Alojamiento, lo cual  redundará en menos personal indirecto, mejor servicio, más ingresos”.

Asimilar las mejores experiencias locales, especialmente las atesoradas en la UEB Comercio Pesquería, también parece una brújula de consideración, habida cuenta de que allí recaudan cada mes unos seis millones de pesos, “del 35 al 40 por ciento de todo lo que se hace en el municipio, lo que demuestra que es un problema de actitud, de pensamiento, a la hora de trabajar con calidad y resultados”, considera Cruz Pérez.

Se incluyen en el diapasón, llevar la venta de comida elaborada y raciones hasta las comunidades más apartadas, servicios de gastronomía en las bodegas, venta de productos industriales en los Consejos Populares y un mejor funcionamiento de los centros de elaboración.

Estos últimos tienen el reto en la provincia de obtener producciones cooperadas con actores estatales y no estatales, además de seguir potenciando la contratación con empresas del sistema de la Agricultura, una “mina” escasamente explotada.

Otras proyecciones también coinciden con las previstas para el resto de los municipios y la provincia en general, algunas ciertamente no tan novedosas, pero igualmente necesarias, como la identificación de inventarios ociosos o de lento movimiento, que implican valores hipotecados que pueden activarse mediante ferias de oportunidades y otras acciones.

También, en función de estimular las mejores realizaciones del ramo y la demanda del pueblo, como recientemente informara el coordinador de programas agroalimentarios del Gobierno provincial, “cada mes se efectúan eventos de técnicas comerciales y en el verano las principales empresas expondrán las buenas prácticas en el bulevar de la capital provincial ; además de que se concibe el rescate de Las noches avileñas, fundamentalmente en el mencionado escenario, una vez al mes, a partir del 7 de junio”.

A la espera de que trabajadores y directivos del sector aprieten el paso, el hombre con el que iniciábamos este recuento aguarda por mejores ofertas.

Cancún pierde pasajeros en contraste al alza de Dominicana

 



En el primer trimestre de 2025, el aeropuerto de Cancún dejó de recibir un millón 35 mil pasajeros al caer el pasaje un 6.9% respecto el mismo periodo del año anterior, en contraste a su gran rival en el Caribe como es República Dominicana, que con 3.3 millones de extranjeros en enero y marzo registra un alza interanual del 4%.

Según el Reporte Gemes de Héctor Flores Santana que cita como fuente a la Secretaría de Gobernación, en ese mismo periodo también llegaron 130 mil turistas internacionales al aeropuerto de Tulum, con lo que el conjunto de aeropuertos de Quintana Roo suma pérdidas de viajeros (Nuevas críticas al CPTQ desde Chetumal entre caídas en Cancún).

Los distintos representantes turísticos de Quintana Roo vienen desaprobando algunas decisiones desde las cuales el destino ha ido reduciendo sus viajeros a diferencia de sus principales competidores, y rechazando por tanto la validez de justificaciones como la falta de aviones que están demostrando no afectar a otros enclaves similares como el que acoge a Punta Cana.

El Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), que comanda Andrés Martínez Reynoso, ha encontrado diversos argumentos para atribuir a factores externos estas caídas, aún cuando el mercado emisor canadiense viene abandonando Cuba en grandes proporciones, e incluso también Estados Unidos tras la retórica de Donald Trump, como viene revelando REPORTUR.mx.

La caída de turistas en Cuba, en especial en La Habana y Varadero, explica las cifras de ONU Turismo citadas por STARC de la Anáhuac Cancún, que dirige Francisco Madrid, en las que se registra que la región del Caribe en su conjunto perdió un 9.7% interanual en el primer trimestre. HHC: negritas nuestras

Leche «recortada»: la culpa no es de la vaca (I). Comentario HHC

 Falta de recursos e insumos, descontrol, impagos en tierra de nadie, ausencia de efectivo, son problemas reiterados por quienes tienen que levantarse temprano a ordeñar la vaca


Acercarse más a la realidad del productor es un imperativo que, de convertirse en práctica habitual, también puede sumar litros de leche. Foto: Rodolfo Blanco Cué

CAMAGÜEY. –En nueve municipios de esta provincia, los niños se han tenido que acostumbrar a tomar menos leche, o sus padres arreglárselas para buscarla, por otras vías –muchas veces la misma que debía ir a la industria–, y pagarla al precio que aparezca, porque lo que se acopia solo da para entregar medio litro diario o uno solo, cada dos días.  

Pero lo más doloroso es que, según los cálculos, de no revertirse la tendencia, el año que viene ningún municipio camagüeyano podrá entregar el litro completo, incluidos los territorios de la cuenca lechera diseñada por Fidel. La historia no termina ahí. Si la disminución sigue al paso que va, en tres años los niños de la provincia recibirán la leche cada tres días.   

René Mola Valera, director de Acopio de Leche, explicó a Granma que, para cubrir, además, las dietas médicas y la entrega a las embarazadas, se necesita un acopio diario de 90 000 litros. «Esa es la razón por la que hace varios años en Camagüey no se pueden entregar las dietas médicas. Para los niños se necesitan 50 000, y a veces, ni esa cantidad se puede acopiar».                   

¿Y por qué sucede esto? Camagüey, la provincia de mayores niveles del producto en Cuba tiene registrados 9 321 productores, de esos, hay 7 299 contratados que pertenecen a 210 bases productivas. Incumplían –al cierre de la información ofrecida por la Dirección de Acopio de Leche, de la Empresa de Productos Lácteos de Camagüey– 2 623 productores, lo que representa el 36 % de los contratados, y equivale a 516 646 litros de leche que no llegaron a su destino.

Municipios como Santa Cruz, Minas y Nuevitas tienen la mitad y más de los productores contratados incumpliendo. Otros como Najasa, Jimaguayú, Guáimaro, Sibanicú, Camagüey y Vertientes, en los que se concentra la mayor parte de los volúmenes de entrega, promedian entre todos más de un 30 % de incumplidores.        

La situación empeora con los 993 productores que, al momento de desarrollar esta investigación, no habían entregado ni un vaso de leche en lo que va de 2025, lo que significa que 296 473 litros no llegaron a la industria ni a los niños, los enfermos, o, de modo general, al pueblo.

CUANDO MÁS CON MENOS da MENOS

Falta de recursos e insumos, descontrol, impagos en tierra de nadie, ausencia de efectivo, son algunos de los problemas reiterados por quienes tienen que levantarse temprano a ordeñar la vaca, cuidarla y, a veces, hasta hacer magia para entregar lo conveniado. Esos son los mejores. También están, desgraciadamente, los que prefieren no esforzarse para cambiar la realidad e incumplir, si, total, no pasa nada.

En la realización de este reportaje, Granma dialogó con algunos productores y presidentes de bases productivas, en busca de respuestas a los decrecimientos abismales de las entregas de leche en Camagüey, una provincia que llegó a acopiar 90 millones de litros.             

Omar Carrasco Palomino, productor de la ccs Niceto Pérez, de Nuevitas, explicó las serias limitaciones que tiene como ganadero. «El año pasado no terminó bien, por la fuerte sequía que hubo por aquí. Fue muy recia, y los animales no contaron con abundante agua. Había que buscarla y dependían de la que podíamos dar; para eso tampoco hubo suficiente combustible.

«A nosotros nos molestan mucho los impagos; a veces no tenemos de qué vivir y esta es nuestra forma de vida. No estamos en desacuerdo con lo moderno; pero el pago por tarjeta no es factible para nosotros, el guajiro no tiene tiempo para ir al pueblo a un banco y, en ocasiones, vas y no hay corriente o no hay señal, o simplemente no hay dinero, y el viaje fue por gusto, pierdes el tiempo y el día de trabajo, y regreso sin el dinero para pagar a mis trabajadores. El campesino necesita efectivo.

«Los insumos que necesitamos para trabajar, como lima, guantes, machetes, alambres y grampas están muy difíciles; no hay. Estamos conscientes de la situación del país, cada vez que se nos pide un paso al frente lo damos, pero sin esas cosas resulta muy difícil. La tienda de Gelma, al menos aquí en esta zona está desactivada, no tiene nada.

«Esta cooperativa era millonaria, incluso llegó a producir dos millones de litros de leche, pero se ha derrumbado después que comenzaron estos problemas. Conozco muy buenos campesinos que han vendido su masa y no han seguido produciendo porque se han molestado con estas cosas. Y somos nosotros los que llevamos la mayor parte de la producción lechera, que es fundamental para el país», argumentó Carrasco.

Para Eliecer Viamontes Manso, vicepresidente de la ccs Rolando Mejías Espinosa, del municipio de Najasa, mucho depende del factor humano y de lo convencido que esté el hombre de la importancia de su trabajo. «Nosotros estamos a 15 kilómetros de la cabecera municipal y llevamos ocho años cumpliendo, a pesar de todas las dificultades. El poco combustible que entra lo ponemos en mano de los que más provecho le sacan.

«La clave para cumplir está en el trabajo con el productor, chequear día a día lo que entrega y lo que tiene contratado en la base productiva. Si eso no se hace, no puede haber resultados; los planes son cumplibles, pero tiene que haber control», dijo.

«También hubo muchos productores que no hicieron el diagnóstico mes a mes con las vacas, para conocer su masa y saber a cuánto podían llegar. Además de eso, hemos presentado problemas con los pagos, y de algo tienen que vivir los productores, porque tienen familias que mantener», subrayó Manuel Aguilar Gutiérrez, presidente de la ccs Felipe Basulto, en Najasa, quien representa a 204 productores que trabajan alrededor de 600 hectáreas de tierra.

 Agregó que los productores de queso campesino hay que ajustarlos bien. «Yo tengo cuatro queseros porque están lejos, y los caminos están malos, pero creo que hay que trabajar para que todo el mundo entregue la leche al Lácteo», comentó.

NÚMEROS QUE ASUSTAN ¿Y EL CONTRATO?

En busca de respuestas a esas problemáticas, Granma tocó puertas en la Empresa Láctea de Camagüey, y en la Delegación Provincial de la Agricultura. Los números realmente resultan alarmantes, y suponen una alerta a la que no siempre se presta toda la atención.

¿Cómo debiera funcionar el proceso? La Empresa Láctea firma un contrato con la base productiva, y esa base es la que contrata con el productor, aunque en la contabilidad se registra la entrega productor a productor.

La preforma de ese contrato, firmada entre los directivos de la fábrica procesadora y la base productiva, incluye lo pactado para entregar por mes, según la cantidad de vacas y de novillas. Esos números se concilian al final del mes y, de acuerdo con el cumplimiento y con el sobrecumplimiento, se paga según lo establecido. Este procedimiento se adoptó luego de dos años de contratación directa a los productores, en los que fue peor el descontrol.

Sin embargo, hay bases que firman con el Lácteo a ciegas, sin conocer la realidad de sus campesinos, los nacimientos, las vacas gestantes, y luego vienen los incumplimientos, en los que incide el desconocimiento de las condiciones reales de su gente.

Eso sin contar que hay bases productivas que no facturan en tiempo, como la ubpc Batalla de Jimaguayú, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Triángulo 3. El día 8 de abril fue que facturó enero y febrero, y lo más complicado es que no les explican a sus productores que la demora es su responsabilidad.

René Mola Valera, director de Acopio de Leche, enfatizó en que, todavía, en los municipios que sobrecumplen hay reservas, pues sus sobrecumplimientos se quedan por debajo de lo que hicieron el año anterior. «Territorios como Jimaguayú y Najasa sobrecumplieron sus planes de entrega en abril, al 111 % y al 102 %, respectivamente; sin embargo, entregan 15 000 y 69 000 litros menos que en 2024. No nos podemos conformar, porque el propio Najasa, ahora mismo, es de los que entregan medio litro de leche. Cabe preguntarse entonces cómo son posibles esos sobrecumplimientos excesivos si entregan mucho menos leche que el año anterior.   

«Nosotros tenemos 30 días para pagar, y muy pocas veces en algún municipio no pagamos dentro de lo establecido. Se hace un gran esfuerzo, hoy esta industria tiene un crédito por pagar de 900 millones de pesos, que era de 600 hasta que comenzó la última contingencia energética, en la que perdimos miles de litros de leche. Tampoco había sal fundente para procesarla y hacerla queso, y nos atrasamos 20 días en el pago, por lo que hubo que pedir otros 300 millones al banco. Esto va contra el salario, la distribución de utilidades y la salud financiera de la empresa», aclaró.

Comentario HHC:   El título del artículo refleja la realidad. ¿ Dónde estarán todas las organizaciones  y entidades que están involucradas en esto? Este es el Bloqueo interno, que hace más daño que el de EEUU.