"La edificación de la nueva sociedad en el orden económico es también un trayecto hacia lo ignoto". RCR
Fidel
viernes, 8 de julio de 2022
El llamado de la tierra, Comentario HHC
ORIENTACIONES IMPARTIDAS POR FIDEL EN DICIEMBRE 2003 A JEFES DE OSDE Y DE EMPRESAS AUTOFINANCIADAS QUE POR SU VIGENCIA SE LAS HAGOI LLEGAR ATTE Marcos
Girasoles en estudio, otro paso en pos de la soberanía alimentaria (VIDEO)
Arletty White Morales ECONOMÍA
En la finca La María, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Rescate de Sanguily, del municipio de Morón, el Centro de Investigaciones en Bioalimentos (CIBA) lidera un proyecto de investigación dirigido a incrementar productivamente el cultivo del girasol en el territorio avileño, mediante el uso de la tecnología de Microorganismos Autóctonos Benéficos como biofertilizante.
Con técnicas de producciones más limpias en el sector agrícola, que conllevan a la conservación y protección del recurso suelo, el estudio devela el impacto económico que tendría para la provincia y el país el aumento de los rendimientos de esta planta, pues se disminuiría en un cinco por ciento los costos de producción al incorporar insumos naturales hechos en la nación.
Es por ello que no es de extrañar que desde el 2001 el girasol siga ocupando espacios de importancia en fincas del sector estatal y cooperativo, con una superficie próxima a las 30 hectáreas y un rendimiento de 1,3 toneladas por hectárea.
Este proyecto hace sinergia con otros de corte internacional como FSPI Investigación Verde Agrecocaribe, “Escenario de investigación y formación para la fabricación, uso y comercialización de los Microorganismos Autóctonos Benéficos y productos naturales en las condiciones de la provincia Ciego de Ávila”, Proyecto de Investigación Agropecuaria Local (PIAL) y Conectando Paisajes.
Por la prioridad que reviste en Cuba la producción de alimentos ante la crisis económica arreciada por la COVID-19, Invasor Multimedia se acerca a esta investigación para conocer más acerca de las bondades del cultivo, reconocido por su alto nivel proteico y energético.
https://www.youtube.com/watch?v=ZOSmkabLCWk&t=1s&ab_channel=Peri%C3%B3dicoInvasorCiegode%C3%81vila
La caña: ¿Solo de azúcar?
La campaña mundial contra el consumo de azúcar ha sido feroz en diversas épocas, más o menos recientes. Se trata de que a los humanos nos gusta lo dulce porque fue determinante en la adaptación y supervivencia de nuestros ancestros.
Este tipo de alimentos dan energía inmediata a nuestro cuerpo. Los azúcares simples, que siempre saben dulce a nuestras papilas gustativas, pueden atravesar las membranas de túneles nanoscópicos a lo largo de todo el tracto digestivo que los filtran selectivamente y permiten pasar directamente a la sangre.
Entonces nuestros procesos bioquímicos se encargan de convertirlos rápidamente en aquellos, como la glucosa, que intervienen directamente en el metabolismo de las células.
Lo dulce se nos presenta en diversos productos naturales, pero nunca tan concentrado, puro, barato y disponible como en forma de azúcar refino.
El azúcar comercial blanco es un invento humano. Se trata de un producto orgánico muy natural donde la tecnología solo interviene para separarlo de su portador en la planta y presentárnoslo en forma de cristales muy puros. Parece que se produjo y usó por primera vez en la India hace unos 25 siglos cocinando el jugo extraído del tronco de una especie de pasto.
Ese vegetal se daba y sigue dando muy fácilmente en climas como el nuestro y el de muchas partes de la India. La ciencia lo llama hoy Saccharum officinarum. Para nosotros es la caña de azúcar, asociada para bien y para mal con nuestra historia y razón de ser como nación. Sus características han merecido mucha literatura científica.
Agua, sol, alta humedad ambiental, ausencia de heladas, y un mínimo de atenciones culturales, sobre todo cuando está brotando, son los ingredientes básicos para que un agricultor de nuestro entorno natural pueda cosecharla hasta siete veces en siete años con los rendimientos de cantidad de biomasa por hectárea más formidables de la naturaleza.
La caña reina en ese proceso vegetal de convertir agua y CO2 en biomasa. Ya en 1980 se publicó un interesante trabajo1 con datos comparativos que se resumen en la siguiente tabla:
Materia prima | Rendimiento en toneladas de biomasa por hectárea por año |
Caña de azúcar fresca | 60 – 100 |
Yuca fresca | 10 – 20 |
Papa fresca | 15 – 30 |
Maíz seco | 2 – 7.5 |
Trigo seco | 2 – 5.5 |
Madera seca | 2 - 6 |
Ciertamente que un cultivo decente de la caña en Cuba puede producir de 60 a 100 toneladas por hectárea y es preferible no usar las palabras adecuadas para calificar que no ocurra así. En esta tabla la ciencia nos dice que, en términos de aprovechamiento de energía solar al año, la caña no tiene paralelo comercial en la naturaleza, aunque una parte de su peso sea del agua del guarapo, porque este tiene mucha materia seca disuelta y en suspensión.
Muchos dietistas del mundo han enfocado al azúcar en lo bueno y en lo malo. Quizás causalmente la “popularidad” de las campañas contra el azúcar ha coincidido con intereses comerciales y políticos en la historia reciente. Sería interesante buscar las adecuadas correlaciones y eso es materia de buenos historiadores.
Pero científicos destacados han publicado afirmaciones tan concluyentes como que “Concluimos que los azúcares agregados consumidos en las formas normales en que los humanos los consumen, en cantidades típicas de la dieta humana y durante el período de tiempo estudiado en ensayos controlados aleatorios, no tienen consecuencias adversas para la salud.”2
También, la práctica abrumadora de que nuestros macheteros cortando a mano miles de millones de toneladas de caña de azúcar por salarios ínfimos, o sin salario y con latigazos, durante siglos siempre supieron que sin consumir azúcar o jugo de caña no se sobrevive a ese trabajo. Y el pueblo de Cuba, que es de los que más azúcar consume por habitante en el mundo, es muy saludable.
La eficiencia de la caña en crear biomasa la convierte en la planta de nuestros tiempos cuando el problema ambiental más grave está en la concentración excesiva de gases como el CO2 en la atmósfera. Uno de sus secretos de eficiencia también se conoce: en la fisiología de microorganismos asociados con ella está la capacidad de producir naturalmente nitrógeno asimilable a partir del aire y eso ha sido estudiado también por científicos cubanos3.
Ese es un privilegio que siempre se consideró exclusivo de otra familia de plantas, las leguminosas, a la que pertenecen los frijoles, los chícharos y… el marabú.
Nuestra caña es un regalo natural que consume CO2 de la atmósfera para producir abundante materia orgánica. Y esa se puede quemar en una caldera, como bagazo, para producir electricidad sin aumentar la contaminación, transformar en las células de nuestro organismo, como azúcar, para alimentarnos y beber, como alcohol, para pasar un rato agradable.
Puede usarse también como comida animal, a partir de las mieles resultantes y de su celulosa, para proporcionarnos sus proteínas. Tiene muchos más usos, algunos poco conocidos.
Para todos estos fines asociados con la caña de azúcar y muchos más existen tecnologías bien conocidas y pueden desarrollarse otras. En muchas de ellas los cubanos hemos sido exitosos durante mucho tiempo.
Se ha invertido mucho en Cuba, sobre todo después de 1959, para la ciencia y la tecnología en esos aspectos. Sin embargo, no hemos podido aquí alcanzar la trascendencia social y económica que nuestra ciencia ha logrado en otros terrenos.
Pueden argumentarse muchas causas de este fenómeno negativo, pero ese ejercicio es útil solo para corregirlas porque el tiempo no puede dar marcha atrás. Solo queda el futuro y la caña, sin dudas, lo tiene.
Referencias:
- Starcosa-GmBH; Misselhorn, K., Äthanol als Energiequelle und chemischer Rohrstoff. Die Branntweinwirtschaft 1980, 120 (1), 2-10.
- Rippe, J. M.; Angelopoulos, T. J., Sugars and Health Controversies: What Does the Science Say? Adv Nutr 2015, 6 (4), 493S-503S.
- Pérez, J.; García, R.; Casas, M.; Medina, M.; Veguilla, M.; Fernández-Vega, Z., Evaluación de Acetobacter diazotrophicus en tallos y meristemos de variedades de caña de azúcar cubanas. Revista CENIC Ciencias Biológicas 2001, 32 (3), 139-141.