Publicado: 15 mar 2016 16:17 GMT
Las compañías rusas, chinas y españolas que operan en Cuba tendrán que aceptar a un nuevo competidor: las empresas de EE.UU. que están a las puertas del mercado isleño.
Alexandre Meneghini / Reuters
El próximo 20 de marzo tendrá lugar un evento histórico cuando Barack Obama se convierta en el primer presidente de EE.UU. que visita Cuba en los últimos 90 años. La visita se prolongará hasta el 22 de marzo y tendrá un impacto relevante sobre la economía cubana.
La revista 'The Wall Street Journal' afirma que entre las compañías norteamericanas que esperan iniciar negocios en Cuba se encuentran gigantes empresariales como AT&T, Starwood Hotels & Resort Worldwide y Marriott International.
Somos optimistas, creemos que el Gobierno de EE.UU. nos dará luz verde y pronto tendremos en Cuba nuestros hoteles
"Somos optimistas, creemos que el Gobierno de EE.UU. nos dará luz verde y pronto tendremos en Cuba nuestros hoteles bajo la bandera de Marriott", dijo Thomas Marder, portavoz de Marriott International.
Las empresas estadounidenses planean firmar acuerdos millonarios durante la visita de Obama a La Habana. Mientras tanto, varios altos cargos de la Casa Blanca esperan que los acuerdos sean alcanzados antes de la visita, lo que proporcionaría una ventaja para el cuerpo diplomático de EE.UU.
No obstante, los acuerdos podrían ser firmados unos meses después del encuentro de los mandatarios en La Habana debido a los obstáculos legislativos creados tanto por Washington como por La Habana.
Uno de ellos es que las compañías extranjeras pueden construir hoteles en Cuba solo en colaboración con las empresas locales. Por otra parte, la mayoría de transacciones financieras de EE.UU. a Cuba son actualmente imposibles debido al embargo.
Los turistas estadounidenses atraen inversiones
El primer paso importante hacia la normalización de las relaciones económicas se dio el año 2014, cuando Obama decretó facilitar los viajes a Cuba. Además, desde ese mismo año los ciudadanos estadounidenses pueden utilizar sus tarjetas de crédito en la isla.
Asimismo, las agencias de viajes y las compañías aéreas norteamericanas obtuvieron derecho a ofrecer sus servicios sin tener que solicitarlo con anterioridad. JetBlue Airways, American Airlines y United Airlines ya han expresado su intención deestablecer vuelos regulares de EE.UU. a Cuba.
De acuerdo con las autoridades de EE.UU., desde la reanudación de las relaciones con La Habana, el número de turistas norteamericanos en Cuba aumentó en un 54%, lo que corresponde a 161.000 personas.
La posibilidad del aumento del flujo turístico a Cuba atrae a los inversionistas de todo el mundo. La empresa china Beijing Enterprise Group ya firmó con La Habana un acuerdo sobre la construcción de nuevos clubes de golf, orientados principalmente hacia los turistas norteamericanos.
Las compañías españolas también esperan que crezca la cantidad de turistas solventes en la isla. Las empresas del país ibérico tienen en Cuba más de 50 hoteles y cada día aterrizan en Cuba vuelos de Iberia y Air Europa con turistas españoles.
Castro no permitirá que los extranjeros monopolicen sectores económicos enteros
A finales del año 2015, las autoridades cubanas anunciaron que buscaban inversores para 326 proyectos que requieren más de 8.000 millones de dólares. Entre los proyectos mencionaron sectores tradicionales como la producción de ron, pero también industrias innovadoras que aportarían al mercado interno su tecnología para el desarrollo de la televisión de alta definición.
La Habana ha proporcionado a los inversores una amplia lista de proyectos que requieren cerca de 2.000 millones de dólares al año. Mientras tanto, las autoridades aseveraron que no permitirían a las empresas extranjeras monopolizar sectores enteros de la economía.
Esto significa que se incrementará la competencia tanto para las empresas de países 'amigos', como Rusia y China, como para nuevos actores de Europa y EE.UU.
Sin embargo, la cercanía geográfica y el potencial de las compañías norteamericanas, junto a la creciente popularidad de la isla caribeña entre los turistas de EE.UU., hacen peligrar los planes de La Habana de mantener un equilibrio en el mercado interno.