Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 22 de marzo de 2024

Urge escuchar el reclamo ciudadano y tener la energía y el compromiso para hacer política.

Por Dr.C. Fabio Fernández.
Jefe del Departamento de Historia de Cuba de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana.

Nadie puede poner en duda la crítica situación que enfrenta la economía cubana. La convergencia de variables estructurales y coyunturales configura un escenario que amenaza la gobernabilidad del país. El bloqueo estadounidense, los efectos aún latentes del trastorno pandémico y el impacto del clima de guerra que impera a nivel mundial, se entrecruzan con las falencias históricas del modelo asumido tras el triunfo de la Revolución y con el deficiente resultado de las reformas promovidas en los últimos años.

Respecto a lo que viene de afuera, poco puede hacerse, pero, en relación con lo interno, es innegable que hay inercia, inacción y problemas de diseño e implementación en las medidas que desde el gobierno se impulsan; es decir, existe aquí, margen para operar.

Desde el ya lejano VI Congreso del Partido (2011) se delineó una ruta de transformación, recorrida con mucha inconsecuencia. Contextos favorables para actuar han sido desaprovechados; tampoco emergen avances contundentes o una secuencia lógica en la puesta en vigor de los cambios necesarios.

En el año 2021 se implementó el denominado Ordenamiento Monetario, conjunto de disposiciones largamente planificado que fracasó estrepitosamente, en su propósito de erigirse como base del salto cualitativo para el despegue de la economía nacional.

Esta iniciativa implicó en la práctica la demolición de los diques que –al menos desde los años noventa– habían protegido medianamente a la ciudadanía, de los desequilibrios y desajustes económicos. Cual inundación incontenible, el cieno lo anegó todo, del mundo empresarial a la cotidianidad de las familias.

Al desastre que supuso el Ordenamiento, reconocido de forma tibia por el propio discurso oficial, se le intenta combatir, ahora, a través del Programa de Estabilización Macroeconómica puesto en marcha. Sin negar los fundamentos correctos que dan vida a este, resulta irrebatible que sus primeros impactos se manifiestan como un ajuste que golpea a las personas en su diario bregar. Parece como si empezara a gobernarse en plenitud, de espaldas al pueblo, sobre la base de una razón económica de Estado que obliga a implementar variadas acciones, claramente impopulares.

Es evidente que un país no puede vivir anclado a un sistema de subsidios y que los precios de los bienes y servicios deben equilibrarse con los costos; pero no ha de pretenderse que, sin medidas compensatorias, el peso del sacrificio a asumir caiga sobre los hombros de una ciudadanía empobrecida que ve a sus estáticos salarios perder –a pasos agigantados– poder adquisitivo.

Buena parte de lo mejor de nuestro gremio de economistas subraya que este no es el camino, que la secuencia del ajuste es otra y que ella demanda el acompañamiento de una lógica de apertura que va, del redimensionamiento de la empresa estatal, a la modificación de la estructura de inversiones, por solo mencionar dos aspectos esenciales.

Ahora bien, todo lo implementado en este instante tiene costos sociopolíticos inmensos. Las grandes mayorías chocan con una realidad que se complejiza, les toca interactuar con una inflación que, a todas luces, se incrementará bajo el impacto de las medidas tomadas. Entonces, la gente llega a sentir que se gobierna en contra de sus intereses, que desde el poder se les perjudica, que no hay una identificación del liderazgo con el doloroso andar cotidiano de los más.

Todo ello contribuye a la erosión y fractura de los consensos y, en consecuencia, abrirá el camino para la materialización de una crisis política que empieza a esbozarse. Si no se rectifica o corrige el rumbo, desde la idea de establecer equilibrios entre el necesario ajuste y la defensa de políticas sociales dirigidas a evitar la penuria de amplias capas de la sociedad, el proceso en curso profundizará el deterioro del capital político del liderazgo y, con ello, de su suficiencia de interacción con la realidad.

La prueba de fuego para legitimar el proyecto político vigente en Cuba está sobre la mesa. Si no se escucha a la población, si no se toma nota de las ideas que emanan desde la base y transitan a través de todos los canales existentes para la retroalimentación del sistema, este corre el riesgo de ver erigirse, frente a sí, una corriente de opinión desfavorable, capaz de ganar plena conciencia de su potencialidad, a través de actos de protesta. Tal dinámica se complejizaría, si tenemos en cuenta los escasos mecanismos existentes, de cara a la expresión pública del disenso.

La economía cubana cruje al calor de sus contradicciones y, en consonancia, el país se agita. Quizás, una mirada superficial perciba la realidad en calma, pero el vapor de agua se acumula en la caldera, al compás de una cuota normada que no alcanza y llega incompleta, de una cola de horas para montar en un ómnibus, del precio de la malanga, del costo del viaje Habana-Guantánamo para ver a una madre enferma, de un hijo en la primaria que no tiene frente a sí a los maestros necesarios, de un familiar en el hospital que no recibe la atención requerida, de una madre que sufre la partida de un hijo y de un joven al que no acaba de llegarle el parole. Urge escuchar el reclamo ciudadano y tener la energía y el compromiso para hacer política.

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[22/3 11:16 a. m.] Juan Miguel:

Sí, en lo esencial, la alerta anterior se viene expresando con mucha fuerza desde antes de la pandemia, lo cual empezó a agudizar las condiciones de vida material y espiritual del pueblo, agregado el fatídico y muy mal pensado y aprobado Ordenamiento, hasta este minuto en que estamos a punto de un estallido social: las causas de este crisis general son múltiples, pero la principal reside en los cuadros políticos y de todo tipo incapaces de transformar lo que haya que transformar, sin necesidad de golpear como nunca antes al pueblo, que rechaza tal Normalidad y exige que se defiendan sus derechos ciudadanos refrendados en la Constitución del pais: lo peor es que como en tiempos coloniales "se acata la ley, pero no se cumple", y eso es un reflejo contundente de la ingobernabilidad total, la anarquía social, y la negación de la justicia social del socialismo en Cuba. Es decir, ||o cambiamos en la práctica social esa tendencia letal, o como dijo en extenso Fidel en la UH el 25 de noviembre de 2005, nosotros mismos destruimos la Revolución y sus indiscutibles conquistas||, a lo cual favorece la actual coyuntura mundial de guerras, nuevos repartos de países, y bloqueos genocidas como el cubano con más de 60 años: nuestro pueblo espera una respuesta contundente en la solución de esta contradicción en lo que está en juego la libertad, la independencia y la soberanía nacional; el margen de tiempo para lograrlo se acabó, __estamos en extra-tiempo bajo el asedio neofascista del imperio yanqui, la burocracia interna todopoderosa de claro corte pequeñoburgués que compite por corromper el poder para apoderarse del mismo cuanto antes, y algunos "amigos" que en el mundo _se demoran demasiado en 'ayudarnos'_ con sus importantes convenios e inversiones, cuando la situación no puede ser peor e insostenible: como decía Lenin en tiempos de altas decisiones de principios para la existencia del poder soviético: *"es ahora o nunca, no es mañana, es para hoy..."*.

Ellos, los soviéticos, después de muchos años de heroico batallar por el socialismo y el comunismo, precisamente por olvidar ese consejo de su gran líder, ||se auto-destruyeron hasta los cimientos años después||, en 1990/91...

El momento histórico, más que 'de muelas', es de _tomar el toro por los tarros_, y demostrar que *el Estado cubano puede gobernar, y hacerlo bien; haciendo que la Constitución y las leyes de la República se apliquen a la realidad como fiel "reflejo de los intereses de los trabajadores, campesinos, estudiantes...etc *que se supone sean la clase dominante en el poder":* __y ello, depende en lo fundamental, de los cuadros del primer nivel, directivos y funcionarios en ejercicio en todas partes, _*y de nada ni nadie más.* Siempre en real comunicación y vínculo con las verdaderas y justas aspiraciones y necesidades de las masas populares, protagonistas de la historia de los pueblos y de la humanidad.

En Cuba hay un cambio de paradigma

Introducción a la serie de artículos publicada en Science & Society por el 65 aniversario de la Revolución cubana


Por La Tizza


Imagen: Intervención en una foto tomada en Centro Habana / La Tizza

La Tizza comenzará a compartir desde hoy varios artículos sobre la actualidad de la Revolución cubana, cedidos para su publicación en español por la revista marxista estadounidense Science & Society (S & S). Los textos, aparecidos en el más reciente número, dedicado al 65 aniversario de la Revolución, ofrecen un balance adecuado del momento político del país, incorporan a su análisis una imprescindible perspectiva histórica y no esconden su toma de partido por el relanzamiento y profundización del socialismo en Cuba. Presentan, en general, una gran afinidad con los desvelos y apuestas que han caracterizado a La Tizza desde su fundación. No obstante, es inevitable y necesario aprovechar la ocasión para compartir nuestro criterio editorial sobre el contexto tan agudo que estamos viviendo.

El balance de las políticas adoptadas en los últimos cinco años se presenta a primera vista como una sucesión de contradicciones, inconsistencias y resultados no esperados. Ese balance está marcado por factores y acontecimientos sobre los cuales no teníamos control — tales como el recrudecimiento del bloqueo, la pandemia de la Covid 19, la guerra en Ucrania, la inflación internacional, entre otros—, pero el propósito de toda acción política, más aún si se trata de una política revolucionaria, es vencer los obstáculos que se le presentan para llevar adelante sus metas. Es aquí donde se hace evidente que las decisiones tomadas en materia económica han sido inefectivas e, incluso, han contribuido a agravar los problemas. La imagen de nuestro Estado en el último lustro se asemeja bastante a la de un caminante que se pone zancadillas a sí mismo.

Un diagnóstico complaciente de la magnitud de los errores impide determinar la fuerza necesaria para superarlos, impide comprender la rabia y la tristeza que se nos agolpan adentro.

Por eso, vale la pena hacer el inventario y contrastar los objetivos planteados, las acciones realizadas y los resultados alcanzados en momentos relevantes del pasado reciente:

1) En 2019, cuando se buscaba la unificación monetaria y cambiaria, fueron creadas las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), las cuales introdujeron una tercera moneda y segmentaron aún más los mercados. Luego, en 2021, cuando se buscaba salir de la crisis económica pandémica — y luego de haber ampliado las tiendas en MLC— se implementó la unificación monetaria y cambiaria, que alimentó la inflación y la pérdida de control sobre el mercado informal de divisas y se convirtió en el camino más largo para volver a la multiplicidad monetaria y cambiaria. Hoy podemos decir, dolorosamente, que con la Tarea Ordenamiento no se avanzó en ninguno de los objetivos planteados: ni se incrementó el papel de la moneda nacional, ni mejoró el poder adquisitivo de los salarios, ni se incentivaron las exportaciones.

2) Desde hace años, se pretende alcanzar la soberanía alimentaria, la sustitución de importaciones, el incremento de las energías renovables, la superación del problema de la vivienda, la economía basada en el conocimiento y la innovación. En contraste, la inversión en la agricultura y en la industria ha sido escasa. En 2022, por ejemplo, el 37.4 % de lo invertido se concentró en el turismo y solo un 2.6 % correspondió a la agricultura,[1] y en 2023 sucedió algo similar.[2] Este problema es reflejo del predominio de un modelo extensivo, cortoplacista, importador y dependiente, que alcanza en el turismo su máxima expresión. Se ha permitido que este sector retenga una parte significativa de los fondos de inversión en tiempos de dudosa rentabilidad, lo que ha debilitado la estrategia de desarrollo.

3) En 2021, cuando se buscaba incrementar la producción y la exportación para superar la inflación, recuperar el control sobre la moneda, reducir el déficit fiscal y atenuar la desigualdad, se liberalizó y amplió el sector privado. El sector privado capitalista privilegió, como era de esperar en un escenario de oferta deprimida, aquellas actividades donde podía obtener mayores ganancias y de forma más rápida, es decir, actividades importadoras y de servicios. Esto alimentó la devaluación de la moneda nacional, al incrementar la demanda sobre el mercado informal de divisas — previamente descontrolado por el shock externo y la Tarea Ordenamiento— que capturó crecientes cuotas de las mismas divisas que obtiene el Estado para los objetivos sociales. La política hacia el sector privado no solo ha contribuido a sabotear la Tarea Ordenamiento, sino también los objetivos recaudatorios de las propias tiendas en MLC. Hoy en día este sector es cliente habitual del Estado en actividades como la construcción, la gastronomía o la reparación de vehículos, que transan a altos precios, de modo que, por un lado, se erogan grandes sumas del Presupuesto y, por el otro, se subdeclaran ingresos. Como resultado, se incrementa el déficit fiscal.

Los documentos rectores establecen que el sector privado jugaría un papel complementario en la economía. Sin embargo, su encadenamiento con el sector estatal para la producción y la exportación es escaso y existen actividades completas en las que ya ocupa el papel principal, por lo que sus actores tienen la posibilidad de descargar sobre los consumidores el costo de la crisis.

La mayor parte de las empresas del sector privado, tal y como se ha configurado, dan la apariencia de crear nueva riqueza, pero en realidad se apropian de una parte de la riqueza generada en otros sectores, que pasa a ser distribuida en forma más desigual.

4) En resumen, cuando se buscaba recuperar la justicia social mediante el fortalecimiento financiero y humano del Estado y su acción consciente sobre la sociedad, las políticas adoptadas han contribuido a descapitalizar al Estado, a deteriorar las condiciones de vida de las mayorías y a perder la capacidad para encontrar una salida.

La política económica se ha manifestado como un programa inflacionario, devaluador y dolarizador. En contraste, los salarios del sector estatal han tenido poca variación desde 2021, de modo que el programa ha reforzado la transferencia de poder adquisitivo hacia otros grupos sociales.

Hoy se impulsan medidas para «corregir las distorsiones» — anunciadas en diciembre de 2023—, lo que significa un reconocimiento tácito de que esas distorsiones han sido generadas, en primera instancia, por decisiones institucionales. Sin embargo, el paquete combina medidas a todas luces necesarias con otras que ya están alimentando la inflación…

No podemos afirmar que estos resultados sean intencionales, como lo presenta habitualmente la propaganda contrarrevolucionaria. Las causas son de otra índole. Si nos fijamos bien, la mayor parte de las medidas depositan la solución en arreglos monetario-fiscales y en mecanismos financieros e indirectos de conducción de la economía. Así, se descuida la vieja tesis marxista de que los problemas económicos, sea cual sea su naturaleza, remiten a las relaciones de producción. Aunque las políticas monetarias y fiscales pueden favorecer u obstaculizar, es en el campo de la producción donde se decide la salida de la crisis. Por otro lado, se olvida que el socialismo procura incrementar la dirección consciente de la sociedad, y que los mecanismos políticos y administrativos de conducción de la economía juegan un papel clave para alcanzar sus metas, como ha demostrado la propia historia de la Revolución.

De hecho, algunos de estos mecanismos han sido reforzados durante la presente crisis, al disminuirse los montos de divisas y utilidades que pueden retener las empresas estatales, para poder asignarlas de manera directa hacia otros objetivos económicos y sociales. Paradójicamente, mientras los mecanismos administrativos han impedido que nos hundamos todavía más, la imagen de la política correcta sigue siendo la del arreglo monetario y la liberalización, con su absoluta ineficacia y su alto costo social.

Ha surgido un nuevo dogma. Un dogma economicista tan arraigado en las alturas que se ha mantenido en medio de una terrible crisis, cuando la política revolucionaria debía imponerse para salvar al socialismo y a la gente, que es lo que espera el pueblo de Cuba. Este dogma, en realidad, es reflejo de un cambio de paradigma en la transición. A grandes rasgos, el paradigma anterior privilegiaba la movilización del pueblo y la clase trabajadora en función de metas políticas, económicas y sociales. En la actualidad, se deposita el logro de los objetivos en el diseño adecuado de las relaciones económicas — según criterios técnicos— , y se legitima que actores y empresas persigan intereses particulares, los que serían conducidos y regulados de manera indirecta.

Los contenidos específicos de ambos paradigmas han coexistido históricamente y pueden, incluso, complementarse en más de una cuestión; pero debilitar la movilización política tiene graves consecuencias sobre el sujeto económico y el patrón de eficacia propios del socialismo. Por otro lado, el modelo cubano sostiene un amplio régimen de derechos dentro de un país subdesarrollado. Bajo cualquier circunstancia, debe asegurarse el destino social de una gran parte del producto económico. Este rasgo estructural entra en contradicción con el nuevo dogma y se sabotean el uno al otro, generando resultados no deseados y — lo que es peor— desconectando a empresas y trabajadores de la función social de su labor.

En cualquier caso, el paradigma ausente es el del poder popular efectivo, mediante el cual quienes construyen la sociedad pueden controlar la gestión de las riquezas, prever las fallas, defenderse de los errores, asegurar las metas. Esto puede funcionar como un resorte de eficiencia y transformación, y debe aplicarse en primer lugar en la producción y la exportación, cuya drástica disminución está en la base de la crisis y ocasiona una escasez crónica capaz de diluir cualquier receta económica. Hacia las actividades productivas y exportables debe dirigirse toda la fuerza de la sociedad, deben trasladarse los mejores cuadros y debe desarrollarse una fiscalización permanente desde arriba y desde abajo para asegurar un mejor desempeño, mientras se cuida que cada centavo sea bien distribuido. Nada de esto es sencillo, menos aun al observar que una gran parte del pueblo se encuentra desesperanzada y desmovilizada.

Cuando las masas no se activan por sí mismas hace falta la señal poderosa de un cambio, que debería empezar por quienes dirigen.

Para esto no bastan los recientes llamados al control popular y el combate a la corrupción. Mucha gente percibe demasiada impunidad y complicidad con los errores y los problemas, por eso han perdido la fe en la acción transformadora. Quien convoque a la movilización y al poder popular debe dejar claro en su actuar que no habrá tolerancia con la corrupción, ni con el burocratismo, ni con el privilegio, y compartir el poder en verdad, para que sea el pueblo quien alcance la victoria.

Existe el temor de que el crecimiento del poder obrero y popular saque a relucir las contradicciones y desviaciones de nuestra institucionalidad, pero eso daría la posibilidad de combatirlas, de superarlas. Nada nos fortalece más que eso.

Dejemos de poner el manto de Revolución y Socialismo a aquellos factores dentro del Estado que no son revolucionarios ni socialistas.

Asegurémonos de que la voluntad popular se haga cumplir a lo largo y ancho de la estructura institucional. Dotemos a los afectados por las desviaciones y los errores de un poder real para enfrentarlos, y así los recursos llegarán a su destino, la producción crecerá y edificaremos, como decía Fidel, una democracia donde los humildes tienen las armas.

Notas:

[1] Véase el artículo de José Luis Rodríguez que publicaremos próximamente en esta serie: José Luis Rodríguez: «The Cuban Economy in the Last Decade: Balance and Outlook», Science & Society, Vol. 88, №1, 2024, p. 36.

[2] José Luis Rodríguez: «La economía cubana en 2023 y perspectivas para 2024 (II)», Granma, 20 de febrero de 2024.

«Por este pueblo vamos a dar hasta el último gramo de energía»

El pueblo del municipio santiaguero de Songo-La Maya y el de El Salvador, en Guantánamo, demostraron que, mientras prevalezca la unidad, los enemigos de Cuba no tienen oportunidad




Cada sitio donde haya tierra que dé frutos, con el trabajo del hombre, debiera ser un lugar que inspire. Foto: Pastor Batista Valdés

«Por este pueblo vamos a dar hasta el último gramo de energía», y a defender esa unidad a las que nos convocó Raúl en su discurso por el aniversario 65 de la Revolución, este 1ro. de enero, aquí, en Santiago de Cuba, afirmó el Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ante centenares de songomayenses que se reunieron en la intercepción de los parques José Martí y 24 de febrero, en el centro de La Maya.

El Presidente, junto al miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda; la primera secretaria del Comité Provincial de Santiago de Cuba, Beatriz Jhonson Urrutia, y otros dirigentes políticos y administrativos del municipio y la provincia, salieron al encuentro para realizar, en formato de asamblea popular, de gobierno que es pueblo, las conclusiones de la visita que realizaron a la localidad.

«El imperialismo nos quiere destruir y no lo vamos a permitir», enfatizó Díaz-Canel, quien explicó a la población la dinámica de estos recorridos que se llevan a cabo todos los meses por municipios del país.

El Jefe de Estado conversó con los santiagueros sobre las actuales dificultades que se enfrentan, como los problemas con la electricidad y la distribución de la canasta familiar normada, pero también sobre todo lo que se está realizando para mitigar estas complejidades, cuya causa está en el arreciamiento del bloqueo estadounidense.

TIERRA BUENA Y HEROICA

En el polo productivo La Minerva, casi mil hectáreas de tierra, antes dedicadas a la caña y donde solo quedaba caguaso, diez meses después renacieron preñadas de cultivos como el plátano, el boniato, la yuca, el maíz, los frijoles, las hortalizas, para cubrir la demanda de más de 62 000 personas, a razón de 60 libras de productos per cápita al mes.

Tras ser recibidas por la empresa agroforestal Songo-La Maya, y con el apoyo del Partido y el Gobierno en la provincia, las tierras del enclave son atendidas por 110 usufructuarios y varias decenas de obreros agrícolas que faenan en cien hectáreas gestionadas directamente por esta empresa estatal.

El salario medio de los trabajadores supera los 6 000 pesos mensuales, pero quienes están vinculados a las áreas pueden devengar más de 12 000 pesos, según informó el director de la empresa, Orlando Ibonet Pérez.

«Este es un lugar que inspira», señalaba Díaz-Canel, quien habló largo y tendido con el campesino Fariñas, hombre octogenario que se siente gozoso de cada semana entregar productos a centros sociales y personas en situación de vulnerabilidad. Es una deuda que sigue honrando, porque, decía, «yo vine a ponerme zapatos solo cuando triunfó la Revolución».

Ya en el centro del pueblo de La Maya, Díaz-Canel y Morales Ojeda intercambiaron con los operarios, la mayoría de ellos mujeres, de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco La Maya, empresa filial del grupo Tabacuba.

Con 173 trabajadores, el 81 % mujeres, en 2023 cumplieron el plan físico y en valores al 101 %, pero, en lo que va de año, hasta el cierre de febrero, están incumpliendo con lo planificado, fundamentalmente por agua, energía y el completamiento de la plantilla, riesgo que están enfrentando con la captación y formación de 45 jóvenes de la localidad.

La empresa proyecta un nuevo sistema de pago a partir del incremento del precio del tabaco. El salario medio hoy es aquí de 7 600 pesos, pero pronostican, con estos cambios, promediar 10 000 pesos mensuales por trabajador.

A su entrada al salón de torcido, Díaz-Canel y Morales Ojeda fueron recibidos por las tabaqueras con su tradición, el aplauso de las chavetas sonando sobre las mesas.

Esta es tierra de Marianas y Vilmas, decía una de las maestras torcedoras, reciedumbre que también se repetiría en el Combinado Textil 23 de Agosto, cuya marca comercial es Confecciones Costa.

Los 82 trabajadores del centro, de ellos solo nueve hombres, cumplieron en 2023 las producciones físicas al 100 %  y, en valores, al 113 %. Aunque, en lo que va de año, las cosas no han salido tan bien.

Van incumpliendo los planes físicos y valores. Han estado limitadas por la falta de agua y fluido eléctrico, déficit de medios como tijeras, y también por la necesidad de más costureras, en lo que pesa el salario, ubicado entre los 4 600 y 5 100 pesos, según la calificación de las costureras.

A LOS JÓVENES DE EL SALVADOR, GRACIAS POR ESTAR

En la mañana de este jueves, Díaz-Canel y Morales Ojeda habían estado también en El Salvador, municipio guantanamero en el cual, tras un recorrido por centros económicos y sociales, se reunieron con jóvenes de la feem y la feu.

Aún agitado por los saludos y los diálogos con la gente, Díaz-Canel les señalaría a los jóvenes: «¿La prensa capitalista hablará ahora de estas manifestaciones en el centro del pueblo de El Salvador? Aquí sí que había gente, ¿y por qué esas manifestaciones no las saca la prensa capitalista?

«¿Por qué –enfatizó– no hablan de esas manifestaciones genuinas de un pueblo comprometido, que sí, está pasando dificultades, los apagones, las carencias que tenemos de alimentos producto del bloqueo, pero que está en pie de lucha; y de ustedes, los estudiantes, que son nuestro presente y nuestro futuro y también están comprometidos con este proyecto que entre todos vamos a perfeccionar?».

Díaz-Canel expresó el agradecimiento de la Patria a los estudiantes de la provincia: «Muchas gracias por estar aquí y, sobre todo, el reconocimiento por lo que hicieron el domingo y por lo que hacen todos los días».

POR LLANOS Y MONTAÑAS

Acompañados por las autoridades del territorio, Díaz-Canel y Morales Ojeda llegaron a la minindustria El Colibrí, ubicada en Carrera Larga, y a la UEB Beneficiadora de café húmedo y seco El Limón, de la Empresa Agroforestal El Salvador.

En su recorrido por las amplias áreas del secadero, repleto de sacos de café listos para ser extraídos, el Presidente cubano ponderó la profesionalidad de sus trabajadores e indicó actuar con precisión para, en la cosecha de este año, lograr estabilidad de la fuerza laboral.

Subrayó la necesidad de acudir a la ciencia y la innovación. Será con ellas, dijo, que podremos contrarrestar las afectaciones que está generando el cambio climático en los cafetales.

Es esta la entidad económica que más empleo genera en las montañas de El Salvador. Y si la empresa funciona bien, reflexionó el Jefe de Estado, entonces sus trabajadores estarán bien, recibirán más ingresos y bienestar, y con ellos sus familias y todos los que viven por estas zonas.

El tercer punto en la agenda de trabajo fue el Centro de Desarrollo de la Montaña, institución científica adscrita al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente inaugurada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz hace tres décadas.

Es un centro con amplios resultados científicos y un personal altamente calificado, sin embargo, está subutilizado: es muy baja la demanda que tienen sus servicios; las autoridades municipales no han sido capaces de integrarlo a las estrategias de desarrollo local, criticó el primer secretario del Comité Provincial del Partido en Guantánamo, Yoel Pérez.

Díaz-Canel enfatizó, a propósito, en que este es un fenómeno que no ocurre solo aquí. Está demostrado –señaló– que la interconexión entre el sector del conocimiento y los sectores productores de bienes y servicios y la administración pública continúa siendo débil.

El caudal de conocimientos y resultados de esta institución tienen que ser más aprovechados, agregó, y tienen que incorporarse a las estrategias de desarrollo local de todos los municipios montañosos del país.

SIEMPRE CON EL PUEBLO

Al concluir su visita a El Salvador, Díaz-Canel y Morales Ojeda fueron al encuentro de las decenas de personas que los esperaban en las afueras del Comité Municipal del Partido.

Tras explicarles la dinámica de estas visitas de la dirección del Partido a diferentes municipios de todos los territorios, de forma mensual, e informarles sobre el trabajo realizado en la mañana, el Presidente subrayó que en la jornada habían vivido intensas emociones.

«Primero, –les dijo–, porque aquí, a dondequiera que uno va, sale la historia expresada en los compromisos de ustedes, la gente del pueblo»; aquí  todo el mundo hace referencia a la huella de Raúl y el Segundo Frente; a la de los Maceos y otros héroes de Cuba; y es este –continuó– «un sentimiento muy puro y enraizado en los valores de ustedes».