Por Betzabe Cabreja Jeffers /Estudiante de Periodismo
FLORIDA,,CAMAGÜEY.-Que los navegantes españoles entraran a Cuba la caña de azúcar procedente de Santo Domingo por punta de Güincho, en la Bahía de Nuevitas, en mayo de 1516, marca la historia de Camagüey en relación a ese cultivo, esencial para la Isla y símbolo de nuestra cultura.
Entre cañaverales, macheteros, centrales y azúcar, un centro que a veces pudiera quedar en el anonimato es también protagonista por su marcado accionar en el ramo como institución donde la ciencia se consolida como cómplice del desarrollo: el Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Inica), radicado en el municipio de Florida, que celebró en febrero el aniversario 50 de su creación y festejará en agosto el de las primeras plantaciones.
En la actualidad, como continuadora de cinco décadas de expectativas y logros, mantiene la ejecución de proyectos de investigación e innovación tecnológica altamente calificada y competitiva, todos con el propósito de obtener y comercializar variedades de la caña de azúcar más resistentes y productivas, así como otros servicios técnicos en función de satisfacer las demandas de los productores cañeros para lograr una zafra eficiente.
Prominente en el país
Con ese afán, la UEB Camagüey atesora varios resultados que resaltan no solo por sus números, sino también por su prominencia en el país. Entre los más notables figuran la obtención de 21 nuevos cultivares cañeros que constituyen el final de entre 10 y 12 años de investigación en cada caso, donde el esquema de selección inicia con unos 200 000 individuos en estudio y entre los cuales resultan variedades comerciales adaptables y resistentes solo dos o tres, y en ocasiones, ninguno.
En este sentido, la MS.c. Isabel Torres Varela, subdirectora de investigación del centro destacó a Adelante la iniciativa de sus investigadores de introducir cambios en el esquema de selección con la finalidad de obtener nuevos cultivares de alto potencial agroproductivo en menor tiempo, con la selección de clones elites. Asimismo, subrayó que por primera vez en el país, se investiga sobre la inclusión de indicadores fisiológicos como herramientas para la selección e introducción de nuevos cultivares en la práctica productiva.
Otra importante investigación es la relacionada con los Estudios de Larga Duración, a cargo del Dr.C. Eugenio García del Risco, y que se inscribe entre las más antiguas en América Latina. La misma se centra en la pérdida y extracción de nutrientes de la caña de azúcar, a través del estudio del suelo, para determinar qué fertilizantes y enmiendas y en qué proporciones y momentos las necesita cada cultivo.
La propuesta de un método de hidrotermoterapia de yemas individuales para el control del raquitismo de los retoños, la creación y generalización de los Servicios de Recomendación de Variedades y Semillas (SERVAS), así como el diseño y extensión a todo el país de un marco de siembra de caña de azúcar, al que se denomina de base ancha y que permite incrementar los rendimientos cañeros, nacen también del trabajo del Inica floridano.
Dichos resultados investigativos trascienden los límites de la estación a través de artículos incluidos en publicaciones especializadas de Cuba y otras naciones y fundamentalmente mediante el intercambio de los investigadores con los productores cañeros, pues sus principales propósitos coinciden en la posibilidad de contar con mejores plantaciones cañeras, de mayor rendimiento agrícola e industrial.
El talento y la preparación de los recursos humanos con que cuenta el Inica es respaldado por sofisticados laboratorios e instalaciones con equipos de última generación, únicos en el país, capaces de validar experimentos fiables, acotó Torres Varela.
Novedades
La excelente hoja de servicios en los 50 años de existencia del Inica en Camagüey se debe en buena medida a lo hecho en su bloque experimental, que abarca 48 hectáreas en la actualidad.
Allí se han evaluado en la práctica todas y cada una de las investigaciones científicas emprendidas por los especialistas de la institución a fin de demostrar y validar su factibilidad en la producción de alimentos.
Entre tales investigaciones se encuentra la Tesis de Doctorado titulada “Valor nutritivo de cultivares de caña de azúcar seleccionados para producir forraje”, del MSc. Yoslen Fernández Gálvez, quien además es investigador auxiliar es profesor auxiliar en la Universidad de Camagüey.
Sobre su estudio, explicó a Adelante.cu este investigador con 17 años de servicio: “Por primera vez en Cuba se seleccionan cultivares de caña de azúcar a partir de criterios netamente forrajeros para la alimentación de rumiantes. Se evalúa el comportamiento agronómico y la estabilidad fenotípica de los cultivares forrajero C99-374 y C97-366 en las principales áreas ganaderas de las provincia Camagüey.
“También se evalúa el valor nutritivo y la respuesta bioproductiva de vacas en estado de lactancia, alimentadas con los cultivares forrajeros como parte de su dieta y los resultados son positivos”.
Este estudio da la posibilidad de aprovechar los cultivares que no cumplen los requisitos para otras investigaciones pero tienen las características que demanda al alimento animal. Sobre todo, la adaptabilidad de la caña de azúcar, que aun en tiempos de sequía sobrevive.
Con satisfacción Fernández Gálvez comenta el impacto que ha tenido su investigación en la alimentación del ganado en fincas cercanas, donde los productores le han permitido ponerla en práctica, y la aceptación que ha tenido entre estos campesinos, que pretenden apropiarse de esa práctica.