"La edificación de la nueva sociedad en el orden económico es también un trayecto hacia lo ignoto". RCR
Fidel
martes, 9 de marzo de 2021
Ricitos de oro y los osos inflacionistas
MANUEL PIÑEIRO HÉROE ANÓNIMO DE LA PATRIA
(Ex integrante del Ejército Rebelde, funcionario de la UJC, miembro d
el MININT y funcionario del Departamento América del CC)
La tarea era enorme, pero tuve el gran apoyo de mi histórico jefe, me refiero al comandante Manuel Piñeiro Losada, de él y de su ejemplar vida aprendí como enfrentar tal empeño. Piñeiro era el dirigente revolucionario ejemplar que había dedicado su vida a la solidaridad y al internacionalismo, fue un fiel intérprete de esa política preconizada y practicada por Fidel y el Che.
Control, palabra clave: ¿Cómo enfrentar los precios abusivos y especulativos?
9 marzo 2021
Zenaida lleva más de dos horas en la cola del pan. A sus 84 años sabe los riesgos de estar en la calle, debido a la compleja situación epidemiológica que vive la capital. “Dos horas llevo esperando para comprar el pan de libreta que para colmo está pésimo, muy malo”, la octogenaria añade que la mala calidad del producto es en cualquiera de los turnos de trabajo.
Un poco más rezagada en la larga cola que se congrega fuera de la panadería Pinos Pan se encuentra María Eugenia Rodríguez. Para ella el pan de la libreta y el liberado no tienen diferencia “los dos son ácidos, no tienen grasa, están mal cocinados”, sin embargo considera que las torticas están bastantes buenas, ella las compra para su abuela.
La demora en la cola y la aglomeración de personas fuera del establecimiento tienen una simple explicación para Juana Pérez vecina de Arroyo Naranjo, municipio donde se ubica esta panadería.“No puede haber una sola empleada en el mostrador -alerta Juana-, además esa persona te da el pan con la misma mano que coge el dinero y la libreta, eso no es correcto, ni higiénico”.
En general, los comentarios recogidos por Cubadebate de los clientes asiduos a la Panadería-Dulcería Pinos Pan, ubicada en el municipio de Arroyo Naranjo muestra las insatisfacciones con la calidad de los servicios que brinda el establecimiento. De manera sorpresiva, un grupo de la Dirección Integral de Supervisión y Control (DISC) de La Habana visitó el lugar y detectó violaciones de normas tipificadas en el Decreto 30 del 2021 sobre las “Contravenciones personales por violaciones de la política de precios y tarifas”.
“Las principales violaciones detectadas en la panadería son las infracciones de norma en los productos ofertados, ya sea en el pan de 100 gramos y en la tortica de 25 gramos. Se realizaron una serie de muestras y salieron bajos de peso, por lo que violan el decreto 30”, dijo Denis Bocourt Valdagí, jefe de grupo de DISC de la capital.
El funcionario añadió que los panes no tienen la textura y la consistencia adecuada, y aún así fueron encontrados en las áreas de venta. Por esta razón, en primera instancia “se le aplica a los infractores las multas con una cuantía de 8 000 a 10000 pesos como corresponde de acuerdo al decreto 30 artículo 7 inciso B”, precisó Bocourt Valdagí.
Hasta este punto fueron sancionados con cuantías de 8 000 pesos, “la contadora, porque debía velar que se apliquen de manera correcta las normas y la administración por ser la máxima responsable”, dijo el funcionario de la DISC.
La viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, explicó en la Mesa Redonda que el Decreto 30 fortalece el rigor del enfrentamiento a las indisciplinas e ilegalidades que se manifiesten en materia de precios y tarifas, un aspecto que consolida los objetivos principales que en materia de precio están previstos en la Tarea Ordenamiento.
Este establecimiento no sólo violaba el decreto 30, sino que también incumplía el 31 que estipula las infracciones de las medidas sanitarias para la prevención y enfrentamiento de la COVID-19, al tener serios problemas de higiene “colillas de cigarro en las esquinas, vertederos, además la cola no respetaba el distanciamiento físico y la entrada de los trabajadores no tenía los pasos podálicos”, aseguró Denis Bocourt.
Por todos los elementos antes expuestos se impuso una multa de 2 000 pesos de acuerdo con lo establecido en el decreto 31.
Decreto No.30: Enfrentar las indisciplinas y el descontrol
El Decreto No. 30 del Consejo de Ministro sobre las “Contravenciones personales por violaciones de la política de precios y tarifas” deroga al Decreto 227 del 1ro. de noviembre de 1997. Entre los aspectos fundamentales que actualiza están las cuantías de las contravenciones, a partir de que se ponen a tono con las realidades actuales: las multas oscilan entre 2 500 y 15 000 pesos.
Este nuevo decreto publicado en la Gaceta Oficial No. 8 Extraordinaria, de 29 de enero de 2021, tiene como objetivo enfrentar las indisciplinas y el descontrol, así como incrementar el rigor de lo dispuesto.
En términos conceptuales, él considera como precio abusivo, aquel cuyo crecimiento esté por encima de un rango razonable, en comparación con productos similares o dentro de la misma familia de productos, y que busca un nivel de utilidad o ganancia desmedida. Por su parte, un precio especulativo es el fijado a productos, principalmente de primera necesidad, superior al establecido por la autoridad competente, vinculado a operaciones de recompra, reventa o ambas, con el objetivo de obtener ganancias.
Denis Bocourt Valdagí, jefe de grupo de la Dirección Integral de Supervisión y Control (DISC) de La Habana dijo que las principales infracciones se han detectado en los productos del agro, la venta especulativa y abusiva de algunos trabajadores por cuenta propia, en bodegas, supermercados y cafeterías. También se han manifestado violaciones de precios en algunos servicios como las barberías y parqueos estatales. “Hemos detectado violación de normas y de la calidad en lugares donde se ofertan comida a la población y en panaderías del Ministerio de la Industria Alimentaria”, acotó el inspector.
Ocultar los productos es una modalidad bastante recurrente entre los infractores. “No ponen el producto en la pizarra y cuando las personas preguntan lo ofertan fuera de la tablilla informativa a precios superiores. En estos casos -señaló Bocourt Valdagí- aplicamos multas severas de 5 000 hasta 8000 pesos”.
La directora de Inspección del MFP detalló en su comparecencia en la Mesa Redonda que se han aplicado 33 229 medidas sobre todo vinculadas a multas y decomisos en el sector estatal. “En cuanto al sector no estatal se han detectado 33 722 violaciones, por lo que se han aplicado 36 357 medidas”, acotó. Por otro lado, Pérez Machado señaló que también se han realizado acciones de control a los precios mayoristas para un total de 7 005 desde el inicio de la Tarea Ordenamiento, en las cuales se han encontrado 5 952 (85%) violaciones y se han aplicado unas 5 305 medidas.
De acuerdo con el Decreto, el pago de las multas se debe efectuar dentro de los 30 días naturales siguientes a su imposición. Transcurrido ese plazo sin efectuarse el pago, el importe de la multa se duplica. Y al pasar los 30 días naturales posteriores a la duplicación de la multa, de no realizarse el pago, la autoridad facultada formula la correspondiente denuncia para dar inicio al proceso penal.
Otro temas cuestionados por parte de la población es el papel de los cuerpos de inspectores. “Existen supervisores que en determinados momentos han optado por conductas inapropiadas, pero no es la política de este cuerpo. Este grupo está diseñado para controlar y hacer valer lo establecido. No obstante, los inspectores se rotan por consejo, actúan en determinados momentos con la provincia que los atiende metodológicamente, aunque no estamos exentos de que algún inescrupuloso permita que lo sobornen”, sentenció Denis Bocourt.
Proteger a la población, el principal objetivo
El grupo de enfrentamiento creado por el Consejo de la Administración Provincial integrado por miembros de la PNR, supervisores integrales de la Dirección Integral de Supervisión y Control, Inspectores Estatales e Higiene Provincial llegó a la bodega 1 444 con sede en Finlay y Varona.
Al realizar la comprobación de pesaje a un cliente, se detectó violación de norma en el producto frijoles y el chícharo. “Se debía despachar 10 onzas por persona, en este caso un núcleo de 7, son 4.75 libras y pesó 3.50, en los frijoles. En el caso de los chicharos igual debían ser 4.75 libras y pesó 3.75. Se procede a restituirle al cliente el peso de los productos y se le impuso una multa a la administradora de 8 000 pesos, por violar el Decreto 30”, explicó Luis Miguel Torres Domínguez, supervisor de la Dirección Integral de Supervisión y Control (DISC) de La Habana.
“Estas medidas han tenido un impacto positivo entre los ciudadanos. Hemos influido en los servicios que se le brinda a la población, ayudando a rectificar precios abusivos y esto las personas lo agradece” dijo el jefe del grupo de la DISC de La Habana.
Existe un puesto de mando donde la población puede llamar para denunciar violaciones de precios y normas. “Dicen la dirección y acudimos, eso ha sido de gran ayuda para nosotros. Estamos en la calle observando cómo se manifiestan todos los servicios, mientras que sigan incidencias negativas actuaremos”, puntualizó.
Sobre este tema, la directora de Inspección del MFP, María Josefa Pérez Machado informó en el espacio televisivo Mesa Redonda que ha sido decisivo para esta tarea las quejas y denuncias de la población sobre violaciones de precios y tarifas. En ese sentido, ejemplificó que en los meses que lleva la Tarea Ordenamiento se han recibido 6 097, de las cuales 5 754 (94%) se han respondido, y de ese porcentaje 4 541 (79%) de las denuncias han tenido razón.
Vino de Miami, le sorprendió la Covid-19 y pintó el edificio donde vive.Comentario HHC
La mentira como industria y estrategia en la era digital
No hay mejor defensa contra la mentira que la formación, el aprendizaje del pensamiento crítico y la alfabetización que permita conocer el funcionamiento de los medios y las servidumbres de las nuevas plataformas.
El enorme protagonismo que han tenido las mentiras en el mandato de Donald Trump (se le han contabilizado 30.573 en los cuatro años de presidencia) y su masiva circulación a través de las redes sociales pueden llevar a un error importante sobre su verdadera naturaleza, causas y propósitos.
Nos referimos a creer que las ahora llamadas fake news o posverdad son un fenómeno de nuestro tiempo, vinculado a un auge coyuntural de las posiciones políticas extremistas que antes o después desaparecerán, y algo derivado exclusivamente del uso de las nuevas plataformas digitales.
La mentira, el engaño, la difusión de información falsa, de bulos o de dudas malintencionadas son tan antiguos como la humanidad. Y no se trata tan solo de un fenómeno que sea exclusivo de la vida política sino que constituye una auténtica industria puesta al servicio de estrategias comerciales e incluso de los mecanismos más viejos que se conocen para lograr el dominio de unos seres sobre otros. La historia de la comunicación social y de los medios es la de la manipulación informativa y de la decadencia de la verdad.
La larga historia de la mentira en la comunicación social
Falsear la verdad, fabricar noticias, extender bulos y mentir en interés propio a través de los medios de comunicación social ha sido una práctica muy corriente en el último siglo y medio.
La “derrota de la razón” que con tanta brillantez y dolor describió Stefan Zweig, el ascenso del nazismo, o lo que sucedió en España a partir de 1936 no podrían entenderse sin tener presente el papel de los medios como deformadores de la verdad.
La difusión de noticias falsas y la manipulación de la información se ha utilizado en campañas electorales, en publicitad y en estrategias comerciales, como las que durante años han tratado de ocultar los efectos mortales del tabaco o los costes reales de la sanidad privada. Más recientemente, hemos vivido auténticos procesos de intoxicación comunicativa para ayudar a propagar falsedades sobre hechos o procesos de gran trascendencia: guerra de Irak, 11-M en España, Brexit o independencia de Cataluña, entre muchos otros. Por no hablar de la mentira al menudeo que se difunde día a día a través de todo tipo de medios.
Es una evidencia histórica, por tanto, que el engaño y la difusión de falsedades como parte de estrategias para tratar de conseguir determinados objetivos, bien sea de naturaleza política o comercial, no son fenómenos recientes ni casuales sino bien antiguos y deliberados.
Sin embargo, también es un hecho que la difusión de la mentira y el deterioro generalizado de la verdad se están produciendo en los últimos años de una forma más extendida y con consecuencias mucho peores que en épocas anteriores. Pero sería un error, como dijimos, creer que eso se debe solamente a que han cambiado las infraestructuras a través de las cuales fluye la información.
Mentira e ignorancia inducida en la comunicación digital
Es cierto que la proliferación de las nuevas plataformas, redes y artefactos que sirven de medios para producir, almacenar, transmitir y consumir información sin apenas dependencia del tiempo y el espacio y a mucha mayor velocidad, tienen tres efectos principales que facilitan la desinformación y la propagación de mentiras.
En primer lugar, la «balcanización» del sistema de comunicación al generarse miríadas de puntos de emisión y redifusión, periféricos, excéntricos, marginales… pero con gran capacidad de incidencia en amplias zonas o incluso en la totalidad del sistema. Esto hace que, a través de las redes y plataformas, sea más fácil y barato disponer de capacidad para difundir falsedades, bulos o dudas malintencionadas que producen ignorancia e impiden descubrir la verdad. Entre otras cosas, porque – con independencia de que se tenga algún otro tipo de interés político para llevarla cabo- la difusión de información falsa a través de las redes digitales se ha convertido en un negocio muy rentable económicamente (porque se cobra por visualizaciones o reenvíos y los sesgos cognitivos asociados al uso de la red hacen que las informaciones falsas se reenvíen un 70% más que las reales).
En segundo lugar, la velocidad con que hay que operar en estas plataformas obliga a empaquetar la información de forma mucho más intuitiva y simplificada, con lenguaje menos analítico, emocional, y más vinculado a la experiencia personal y a la opinión que a los hechos y a su análisis objetivo. De este modo, el falseamiento de la verdad se produce más fácilmente y resulta más difícil descubrir la realidad de los hechos.
En tercer lugar, hay que tener en cuenta que los nuevos medios no proporcionan la información limpiamente, o como respuesta directa a la demanda de los receptores, sino a través de algoritmos que previamente determinan el tipo de información que mejor se ajusta a sus perfiles personales. La información que llega a los receptores no es la que se corresponde directa u objetivamente a la demanda que hayan realizado, sino la elaborada o seleccionada “a propósito” por el algoritmo para que pueda ser reconocida más fácil y rápidamente como propia o deseada y sin con la menor reflexión posible.
Así, la intervención de los algoritmos refuerza el sesgo de autoconocimiento que consiste en darle más credibilidad a los datos que ratifican nuestras ideas previas y, por tanto, dificulta que los receptores de información puedan ponerla en duda cuando es falsa.
Para evitar este y otros sesgos semejantes asociados a la comunicación digital, es decir, para poder discernir sobre lo que es verdad o mentira en la comunicación digital de nuestro tiempo, es preciso que el consumidor de información no solo tenga acceso a ella sino que, además, conozca a la perfección la naturaleza de la infraestructura (del algoritmo) que le permite poseerla, lo que equivale a decir que se encarece la inversión necesaria para descubrir la verdad, haciendo más barato y sencillo propagar falsedades.
Ahora bien, por muy presentes que estén estas circunstancias que abaratan la difusión de la mentira y dificultan y encarecen el descubrimiento de la verdad, a pesar de la abundancia de información y de la pluralidad de fuentes a nuestra disposición, la proliferación de la mentira en nuestro tiempo tiene que ver, en mucha mayor medida, con otras dos circunstancias.
Desigualdad, concentración del poder y desinformación
La primera de ellas es el aumento sin parangón que está registrando la desigualdad en los últimos años. Un fenómeno que necesariamente va unido a la polarización y al aumento de la ya de por sí gran concentración de la propiedad y del poder de decisión no solo en los medios tradicionales de comunicación sino en las nuevas plataformas y también en la economía, las finanzas y la política.
Cuando eso ocurre, para que los de arriba puedan acumular sin descanso privilegios, renta y riqueza a costa, lógicamente, de los de abajo, es imprescindible que estos últimos no sean conscientes de lo que está sucediendo. Quienes disfrutan del poder y de los privilegios necesitan convencer al resto de la población de que no hay alternativa posible a la situación en la que se encuentran y, al mismo tiempo, han de conseguir que quienes afirmen lo contrario no dispongan de capacidad ni poder mediático suficientes para divulgar sus propuestas. Algo que solo se puede conseguir logrando que la población a quien se quiere dominar no perciba la realidad tal cual es e impidiendo que identifique correctamente la naturaleza real de los problemas que le afectan y sus intereses auténticos.
La desigualdad extraordinaria de nuestro tiempo es, al mismo tiempo, la causa y la consecuencia de que la agenda de los medios, lo que se dice en la prensa o en los programas de radio y televisión, lo que se puede hacer o decir o no en las redes… estén cada vez más controlados por un grupo cada vez más reducido de propietarios y editores que se han adueñado del poder omnímodo que permite producir y difundir como verdades las mentiras que les interesan a sus dueños.
Relativismo y debilidad de los mecanismos de contrapoder social
El último fenómeno que a nuestro juicio explica el porqué de la gran decadencia de la verdad que estamos viviendo tiene que ver con el tipo de civilización que ha generado el neoliberalismo.
En las últimas cuatro décadas se ha conseguido forjar una no-sociedad basada en el individualismo, de personas ajenas a su alteridad que viven ajenas a su condición de seres sociales, prácticamente aisladas unas de otras y que socializan, si lo hacen, en grupos virtuales, que solo les pueden proporcionar una confluencia líquida, en el sentido de Zygmunt Bauman, es decir, efímera, incierta, volátil, intangible… en la práctica, completamente irreal.
Eso, por una parte, ha permitido que crezca y se consolide en nuestras sociedades el relativismo que lleva a creer que no existe una verdad objetiva e independiente de nuestra preferencia o percepción subjetiva, que cualquier expresión tiene valor como verdad. Pareciera que el derecho a tener opinión propia se haya sustituido por el de disponer de nuestros propios hechos, de modo que nos estaría permitido definir o percibir la realidad objetiva que nos rodea a nuestro libre albedrío, ajustada a nuestra preferencia. Y, por otra, esa ceguera de la realidad objetiva impide que se puedan generar intereses comunes, resistencias de grupo, contrapoderes frente a los grupos sociales que dominan y utilizan las plataformas y los medios de comunicación social para producir la ignorancia inducida sin la que sería imposible que mantengan sus privilegios.
Estrategias frente a la desinformación y la mentira
Para terminar, hay que preguntarse qué se puede hacer para enfrentarnos a esta especie de Edad de la Mentira en la que se está convirtiendo la era digital que cabalga a lomos de los viejos productores de la desinformación que ahora disponen de más poder mediático, financiero y político que nunca. A nuestro juicio, cabe avanzar por tres grandes líneas de actuación.
La primera y sin la cual nada se podrá hacer para hacer que el respeto a la verdad prevalezca en nuestras sociedades es combatir la desigualdad, distribuir más justamente la riqueza, fortalecer la democracia e impedir que la propiedad de los medios que los seres humanos necesitamos tener a nuestro alcance para vivir en libertad se concentre en tan pocas manos como ahora.
La segunda debería encaminarse a procurar que nuestras sociedades den valor a la verdad.
Más en concreto, para poder combatir la desinformación y la mentira es imprescindible reconocer que las sociedades no pueden desarrollarse en paz y quizá ni siquiera sobrevivir tolerando la indiferencia entre lo verdadero y lo falso. Hay que entender y asumir que la mínima cohesión que precisa una sociedad libre y democrática sólo se puede conseguir compartiendo un concepto de verdad respetado generalizadamente. Y que la mentira, por el contrario, es un arma de destrucción social que esclaviza a los seres humanos, pues puede hacer que actuemos en contra de nuestros intereses y que renunciemos a ser auténticamente libres. De hecho, esta utilidad de la mentira es lo que explica que se produzca y difunda estratégica y deliberadamente a través del sistema de comunicación social, cuando unos grupos de población más poderosos tratan de dominar al resto de la población.
El corolario de estos principios tan elementales pero en la práctica olvidados hoy día es que la verdad, el reflejo del hecho objetivo, tiene un valor intrínseco para la sociedad, para la convivencia y el bienestar de los seres humanos, para el sostenimiento de la vida y que, por tanto, debe ser protegida con la mayor firmeza posible y con eficacia.
La tercera vía de actuación podríamos describirla como consistente en aumentar el precio, hoy día tan bajo, que se paga por mentir.
Tal y como se puede deducir de lo que venimos exponiendo, es difícil evitar la producción de mentiras y su difusión pero sí se puede exigir responsabilidad a quienes las lleven a cabo, hacerles pagar por ello y, además, mejorar las capacidades para distinguir entre lo verdadero y lo falso, utilizando cuatro grandes tipos de instrumentos.
El más importante de ellos es la educación integral y la alfabetización mediática.
No hay mejor defensa contra la mentira que la formación, el aprendizaje del pensamiento crítico y la alfabetización que permita conocer el funcionamiento de los medios y las servidumbres de las nuevas plataformas, la socialización en valores ciudadanos y el cultivo de la reflexión, del debate en condiciones de igualdad y de la duda que es, como dijo Francis Bacon, la escuela de la verdad.
Otro instrumento fundamental es el desarrollo y la utilización de herramientas contra la desinformación que permiten detectar los mensajes fraudulentos, los bots maliciosos (programas automatizados que simulan comportamientos humanos); establecer baremos de puntuación de credibilidad; seguir los flujos de desinformación; verificar la información para denunciar la falsa; elaborar listas blancas con fuentes de información confiables y otras de no verificadas o denunciables… por poner tan solo algunos ejemplos.
El tercero, la promoción del periodismo y de los medios independientes y plurales que son los que pueden tratar y proporcionar la información sin la esclavitud que supone estar al servicio o ser propiedad de los grandes grupos mediáticos, económicos, financieros o políticos.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el desequilibrio entre el poder de los diferentes sujetos del sistema de mediación social es tan grande que resultará imposible evitar que los más poderosos puedan producir y difundir desinformación sin que exista un poder regulador superior que, por definición, no puede ser sino el que cuente con la legitimación del sistema democrático.
Para reconocer y defender la verdad es imprescindible una regulación estricta, rigurosa, basada en el mejor conocimiento posible de cómo funciona la maquinaria de la mentira en nuestro tiempo, que facilite la persecución y sancione la falsedad sin ningún tipo de complejo, asumiendo que la verdad existe y que es imprescindible que esté protegida. Pero sin equivocarse sobre el mal que se quiere combatir ni confundir al responsable del daño que causa; es decir, sin producir más lesión a la democracia y la libertad de la que tratara de evitar, como sucede cuando se recurre a la censura o se culpabiliza a los aparatos y no a las personas que los utilizan para difundir la mentira. A quien hay que perseguir y penalizar es a quien produce desinformación y a quien, por cualquier vía, se beneficia de crearla o distribuirla.
Se trata, en fin, de respetar, por un lado, un principio elemental: los hechos son sagrados, las opiniones libres. Y, por otro lado, de algo que no se puede considerar ni muy exagerado, ni radical: simplemente, garantizar que se haga realidad un derecho reconocido en el artículo 20 de nuestra Constitución: el de «comunicar y recibir libremente información veraz».
Juan Torres López es doctor en Ciencias Económicas, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, autor de numerosos libros.
Blog del autor: https://juantorreslopez.com/la-mentira-como-industria-y-estrategia-en-la...
Publicado en ctxt.es en marzo de 2021
Asumen agricultores de Holguín extensos programas de siembra en la campaña de primavera
Holguín, 9 mar (ACN) La extensión de áreas de siembras en renglones de ciclos cortos de cosechas y las prioridades en la atención a los de forma permanente marcan desde ahora el programa de la campaña de primavera entre los agricultores de la provincia de Holguín que se extenderá hasta el mes de agosto.
Con un plan integral que demanda de un sostenido seguimiento para plantar no menos de 30 mil hectáreas de granos, hortalizas y viandas, las entidades de esta rama centran sus mayores esfuerzos en la preparación de tierra, actividad que depende de un adecuado uso de la maquinaria teniendo en cuenta que se trata de uno de los compromisos más elevados de los últimos tiempos dentro del programa de producción de alimentos en el territorio.
El balance de áreas a cubrir durante este período, significó a la ACN Marcelino Hidalgo, subdelegado territorial de la agricultura abarcara las variedades de boniato, yuca y plátano entre las viandas y el maíz y frijol caupi, conocido popularmente como carita en la de los granos con prioridades también en las diferentes especies de hortalizas.
La provincia de Holguín se incluye entre las de mayores extensiones de tierra del país dedicadas a la producción de alimento, indicador que requiere de un sostenido seguimiento que contribuya a elevar los niveles de cosechas, que aún son insuficientes ante la demanda de la población.
Dentro del programa de siembras, subrayó, se le dedicará especial atención a las plantaciones de maíz, pues de las 10 mil hectáreas a cultivar en el período cerca del 80 por ciento se destinarán a la producción de pienso con vistas a garantizar la base alimentaria de los planes de cría de cerdo, incluido entre las máximas prioridades del sector agropecuario de Holguín en sus compromisos anuales.
Una vez cosechada la totalidad de este vital renglón, precisó el especialista, la provincia dispondrá en cierta medida de mayores posibilidades de producir internamente de buena parte de las demandas de piensos, cuyo proceso de producción comienza desdel punto de vista industrial por la planta de beneficio de granos, recientemente concluida en la zona de Velasco, en el municipio de Gibara y su posterior fabricación en la planta de destinada hacia ese fin en la cabecera provincial.
Progresivamente, puntualizó el directivo, el sistema de la agricultura en la oriental provincia ha ido cubriendo el grueso de sus áreas disponibles para los diferentes cultivos como respuesta a las exigencias de la economía nacional de ampliar los niveles de producción de alimentos, en los cuales Holguín sustenta sus programas mayormente en áreas de secano debido a los bajos niveles de regadíos.
Durante la recién concluida campaña de frío, que cerró en febrero, la provincia sembró por encima de 29 mil hectáreas, una de las mayores superficies en comparación con etapas precedentes y en la actual de primavera la proyección es superar ese volumen, una respuesta que demandará del aprovechamiento optimo de los medios disponibles y del desempeño de sus productores, argumentó a la vez el subdelegado de la agricultura en Holguín.