"La edificación de la nueva sociedad en el orden económico es también un trayecto hacia lo ignoto". RCR
Fidel
sábado, 18 de marzo de 2023
Vegueros espirituanos apuran cosecha de la hoja
Suposiciones en tierra de nadie
Perdonen el preámbulo.
Mientras Fulano de Tal saca provecho a la tierra y solo luego empezamos a cuestionar el precio de un producto, deberíamos primero preguntarnos a qué costo, incluso humano, obtuvo cada libra. ¿Cuántas gotas de sudor por cada kilogramo, cuántas horas de espera por una firma o un cheque, a cómo el combustible, o si accedió al fertilizante antes de que marchitaran las hojas?
Serían esas, quizás, las primeras variables, aunque este no es un ejercicio económico con fichas de costo mediante, sino, apenas, un preámbulo para desinflar la teoría de que la inflación tendría que comenzar a descender por la tarima: acaso la parte más visible y última de la cadena.
Supongamos entonces que Fulano de Tal vive a metros de donde labra la tierra, que es una suposición muy cómoda, porque hoy el que solicite hectáreas puede encontrarlas a kilómetros de casa, sin medios para ir, sin agua para regar, con trillos por enderezar y sin fomento para invertir. No obstante, dicen, lo fundamental es la tierra.
Supongamos, además, que tiene tractor, que es un lujo de los años 70 u 80, cuando los jóvenes salían del campo a estudiar y se les aconsejaba no regresar, pues la tierra era “pa’l que no daba en los estudios, pa’l que no sabía”.
Digamos que Fulano ara con un tractor casi más extinto que la propia Unión Soviética; que es uno de los 4500 propietarios que, indicaban las cifras, existían en Ciego de Ávila. Digamos, también, que el de él está rodando (y esa no es una suposición menor). No tendría que pagar, por ejemplo, más de 500.00 pesos, según el precio oficial, porque le roturen una hectárea, sin sumar el precio del combustible.
Por supuesto, no se trata de un Belarus, valorado entre 15 000.00 y 27 000.00 MLC, de los que hace dos años comenzaron a venderse en la tienda del Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura. Cuando, en mayo de 2021, Invasor contactaba con su comercial, las intenciones de compra eran cinco. Intenciones, aclaraba.
De ahí que nuestro Fulano de Tal, que no ha exportado, que no ha vendido en frontera y que, en parte por ello, no es un guajiro “acaudalado”, caerá en el círculo vicioso de que necesita un mejor tractor para producir y/o producir para tener un mejor tractor.
Donde dice tractor, entiéndase tecnología, inversión…, todo lo que significa dinero y lo ahorra, al mismo tiempo. Eficiencia.
Hace unos días los cienfuegueros vinieron a demostrarlo. Las extensiones de yuca dificultan su cosecha, no solo porque no haya suficiente fuerza “para doblar el lomo sin partírselo”, sino por los costos. Con una máquina sembradora y cosechadora (importada), concluyeron que son tres veces más productivos y solo emplean la mitad de la fuerza de trabajo. Obviamente, esa yuca podría llegar más barata al mercado. Aún no hablamos de intermediarios.
Y para que nuestra hipótesis sea “viable”, el intermediario de Fulano de Tal no ganará más que él. Asumamos que los comerciantes no son meros revendedores. Que ir al campo, sacar la yuca, beneficiarla y ponerla en el mostrador, tiene un gasto que nadie asumirá de su bolsillo, solo por encargo social: volver irrentable la comercialización equivale a dejar el producto en el campo.
Hasta aquí el preámbulo de una cadena mucho más larga y torcida, ante la cual deberíamos preguntarnos cómo desenredarla para que las tensiones no terminen partiéndola por el lado más débil. Y no sé si notan de (y desde) qué lado estoy hablando.
Visto desde ahí, el tope del precio podría impedir ganancias injustificadas a quienes no comercializarán “al privado”, burlando un control que ha solido ser insostenible, y seguirán pagando muy caro un producto en MLC u otro mercado formal e informal, no topado.
Es un círculo, cuyo “radio de acción” no termina ni empieza beneficiando a Fulano de Tal. Él seguirá sin equipos, sin fertilizantes, sin crédito, pagando impuestos… y sus hijos no querrán labrar su ejemplo. Ese precio, que ya estamos pagando carísimo, tampoco parece tener frenos. HHC: negritas nuestras
Negocios con firmas foráneas en comercio mayorista entrarán en operaciones en Cuba en abril y mayo. Comentario HHC
Campos avileños de papa con rendimiento por debajo del esperado
Ciego de Ávila, 17 mar (ACN) La cosecha de la papa que fue sembrada con semilla nacional alcanzó en Ciego de Ávila rendimientos promedios de 9.8 toneladas por hectáreas, muy por debajo de las 17 toneladas estimadas en las 200 hectáreas plantadas con ese tipo de simiente.
Raúl Monguía Rodríguez, especialista en la delegación provincial de la Agricultura en el cultivo de esa vianda, precisó a la Agencia Cubana de Noticias que, aunque la totalidad de esa área recibió el fertilizante de la fórmula completa (nitrógeno-fósforo-potasio) y el herbicida pre-emergente, no se benefició del post emergente cuya función es eliminar las malezas.
Explicó que este cultivo es muy exigente en cuanto a fertilizantes, herbicidas y comportamiento de las variables meteorológicas, estas últimas han sido favorables hasta la fecha.
Esta campaña, también dispuso de la urea, lo que favoreció el completamiento de los niveles de nitrógeno que necesita el cultivo, sin embargo- señaló el experto- las vegetaciones indeseables compitieron con el fertilizante y limitaron la calidad de las aplicaciones fitosanitarias, pues impidieron que los pesticidas llegaran totalmente a la planta de papa.
Recordó que disponer de semilla nacional es una garantía para comenzar en tiempo la etapa de siembra, pues no depende de la importación, pero también tiene sus desventajas, porque posee menor potencial productivo al permanecer en conservación entre siete y nueve meses, periodo en el que pierde parte de sus reservas.
De igual manera carece de uniformidad en cuanto a tamaño, lo que obliga a realizar antes de ser plantada una selección manual, que debía ser mecánica, pero no existe el equipo, apuntó Monguía Rodríguez.
El directivo acotó que desde hace unos días los agricultores recogen el tubérculo de las otras 750 hectáreas que fueron plantadas con semilla importada de nueve variedades y de firmas productoras de Holanda y Francia.
Hasta este 16 de marzo estaban recogidas unas 60 hectáreas, en las que los rendimientos manifestados superan las 16 toneladas, dos por encima de las previstas, noticia halagüeña porque no se ha renunciado a las 17 mil 860 toneladas en total en esta campaña, dijo.
Esas áreas independientemente de mostrar altos enyerbamientos recibieron un herbicida pre-emergente de mayor calidad que el usado en las cubiertas con semilla nacional, especificó el especialista.
De ese total se dejarán para simiente de la venidera etapa 2023-2024 unas mil 540 toneladas de las variedades Atlas, Manitou, Romano y Alquete que cubrirán unas 300 hectáreas.
Los destinos de cada cosecha de este tubérculo, muy demandado por los cubanos, son consumo de la población, no solo de Ciego de Ávila, sino de otras provincias al ser un alimento que se incluye en el balance nacional y para semilla de la otra campaña.
También llega a la industria, en este caso a la avileña Empresa Agroindustrial Ceballos para elaborar la papa prefrita que se comercializa en el mercado en frontera.
Intervienen en la campaña las entidades de cultivos varios Arnaldo Ramírez y La Cuba con sus Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) Paquito González, Revolución de Octubre y la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Máximo Gómez.
También participa la Empresa Agropecuaria Integral de Ciego de Ávila con la Unidad Empresarial de Base El Mambí y un productor de la CCS El Vaquerito, en el municipio de Venezuela. HHC: Negritas nuestras