Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 20 de diciembre de 2025

Los retos que enfrenta Cuba en 2025 y 2026 solo se resolverán con trabajo concreto, control sistemático y participación popular activa. Comentario HHC

 Por: Miguel Díaz-Canel Bermúdez

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Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del Sexto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 18 de diciembre de 2025, “Año 67 de la Revolución”.

 (Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

 Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido Presidente Lazo;

Estimadas compañeras y compañeros:

Agradezco a todos por los profundos debates, responsables y breves, que nos permitieron abordar asuntos cruciales de nuestra realidad.  Solo una auténtica Asamblea del pueblo está en condiciones de enfrentar, con sentido de urgencia, serenidad, realismo y compromiso, los colosales desafíos que enfrenta la nación en este momento y proyectarse hacia el futuro.

Hoy hemos discutido y aprobado el Plan de la Economía, el Presupuesto, el Programa de Gobierno para corregir distorsiones y la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación, entre otros temas.  Todos ellos están conectados por un desafiante entramado de tareas necesarias, para hacer frente a la compleja situación actual del país y a los riesgos y amenazas que se ciernen sobre la región latinoamericana y caribeña. 

Vivimos un momento extremadamente complejo para la economía y la vida cotidiana del pueblo, que exige respuestas más profundas, rápidas y responsables.

No se trata de una crisis más: es la acumulación de distorsiones, adversidades, dificultades y errores propios, exacerbados por un cerco externo extremadamente agresivo, en un contexto incierto y peligroso para los objetivos de proteger la paz, promover la cooperación y avanzar en la justicia social, entre otros asuntos vitales de la agenda internacional.

Este contexto se ha vuelto peligroso también para la supervivencia del multilateralismo, el Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las normas y prácticas sobre las que han descansado las relaciones internacionales durante ocho décadas.

Esta amenaza se manifiesta, de modo singular, en la impunidad con que se ha permitido y se permite aún el crimen genocida contra el pueblo palestino. Se expresa también en la nueva doctrina impulsada por Estados Unidos, que ellos llaman, con indignante prepotencia, “paz mediante la fuerza”, pero que en esencia consiste en imponer a todos la voluntad arbitraria y el dominio del imperialismo estadounidense mediante amenazas, coerción e incluso la agresión directa.

El aberrante corolario Trump de la Doctrina Monroe y la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, recientemente publicada, no deja dudas sobre las pretensiones hegemónicas contra los pueblos y naciones de nuestra América, ignorando y poniendo en peligro a la región como Zona de Paz, firme y oficialmente proclamada desde 2014.

El texto exhibe sin pudor las ambiciones de un poderío unipolar ya en declive.  Responde a los intereses de las grandes corporaciones transnacionales, a costa de los derechos inalienables de los países de la región.  Declara sin tapujos la pretensión estadounidense de apropiarse de los recursos y riquezas naturales que pertenecen a naciones soberanas del hemisferio occidental y sus respectivos pueblos.

Esto explica el impulso a los planes para establecer bases militares de Estados Unidos en diversos países, la presencia militar exagerada y agresiva en el Mar Caribe, y las amenazas crecientes y provocadoras contra Venezuela, con pretextos tan insostenibles que cambian en cuestión de horas.

El Secretario de Estado, el de Guerra y otros oscuros personajes de las guerras sucias contra la región han logrado arrinconar al aparato de política exterior de Estados Unidos en un conflicto aparentemente sin salida ni solución.  La amenaza de guerra abierta o encubierta contra Venezuela es un acto criminal violatorio del Derecho Internacional.

El asalto y secuestro de un buque tanquero de combustible y la apropiación ilegal de su carga, actos calificados como piratería y terrorismo marítimo; las cerca de 100 ejecuciones extrajudiciales realizadas a la vista del mundo con ataques aéreos contra embarcaciones en alta mar; las incursiones provocadoras de aviones de guerra estadounidenses sobre el espacio aéreo venezolano; la pretensión de sustituir por la fuerza y por segunda vez al Gobierno bolivariano, e imponer uno seleccionado en Washington, como se intentó con un tal Guaidó, son todos actos contrarios al Derecho Internacional.

El Gobierno de Estados Unidos ha llegado al colmo de plantear la peligrosa intención de bloquear total y completamente a buques petroleros que entren y salgan de Venezuela.  Se trata de una brutal y riesgosa medida de tiempo de guerra contra un país que no representa ningún peligro para ellos.

Esto muestra la desesperación impotente de quienes han apostado a la rendición de esa hermana nación frente a la ofensiva violenta y despiadada de una camarilla que se ha apoderado de la política exterior y hemisférica de Estados Unidos.

En la reciente Cumbre del ALBA tuvimos la oportunidad de reafirmar la condena, en los términos más firmes y categóricos, a las amenazas y acciones agresivas contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, y el absoluto respaldo y solidaridad de Cuba con esa nación latinoamericana y caribeña.

De manera casi paralela, y desde mucho antes también, contra Cuba se ejerce una agresión económica incesante, con un recrudecimiento criminal del bloqueo y la injustificada inclusión del país en la espuria y arbitraria lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.  Esto se traduce en sabotajes constantes a las transacciones comerciales y financieras prácticamente con cualquier mercado del mundo.

También se manifiesta en las acciones directas e indirectas promovidas por el Gobierno de Estados Unidos y que hemos denunciado reiteradamente, dirigidas a interferir en el desempeño macroeconómico interno, promover la inflación y deprimir sustancialmente el nivel adquisitivo de la población.

La agresión del imperialismo ha continuado haciendo uso de su poder monopólico sobre los medios de comunicación y las infraestructuras tecnológicas de las redes digitales para promover desesperanza y desencanto, irritar, desorientar y confundir, alimentar la especulación y erosionar la confianza en el liderazgo de la Revolución, atacando a fondo la fibra emocional de la nación cubana.

Empleando incluso la actividad perniciosa y mendaz de su representante diplomático en Cuba, insisten en tratar de dañar los vínculos con otros gobiernos, propósito que escala con métodos inmorales en el ataque persistente y difamatorio contra la solidaria cooperación médica internacional de nuestro país.

Aun en esas condiciones y en un año de grandes desafíos, la autoridad, el prestigio y la trayectoria de solidaridad del país se hicieron patentes.

La resolución que en la Asamblea General de las Naciones Unidas reclamó una vez más el fin del bloqueo recibió, como siempre, el respaldo abrumador de la comunidad internacional, a pesar de las sucias gestiones y brutales presiones del Gobierno de Estados Unidos y de las falacias que difundieron sobre Cuba, algunas repetidas innoblemente por muy contadas delegaciones.

Ha sido el año en que Cuba se insertó como País Socio en el Grupo BRICS, en una muestra del reconocimiento al papel y liderazgo de la Revolución Cubana entre las naciones del Sur.

Es también un año de movilización consciente de los movimientos de solidaridad con Cuba, de las fuerzas políticas, movimientos populares y organizaciones de la sociedad civil en todas las latitudes, en que hemos continuado ampliando los vínculos en diversas regiones del mundo y dirigiendo la política exterior a expandir los lazos comerciales y las oportunidades de inversión.

Continúan fortaleciéndose las relaciones con los cubanos que residen en otras naciones, con quienes, en el año que culmina, se han ampliado los contactos, su participación en eventos nacionales, su involucramiento en proyectos comerciales, económicos y de desarrollo para bien en nuestra sociedad.

Compañeras y compañeros:

Vuelvo ahora a lo mucho que nos toca enfrentar y resolver en lo interno, comenzando por la determinante economía.

Al analizar la situación actual del país hemos sido realistas y autocríticos, pero también hemos reafirmado la confianza en la capacidad de resistencia y victoria del pueblo cubano.  ¡La patria no se rinde!  Seguimos un principio: “Unidad, Continuidad y Resistencia Creativa”.  Unidad en torno al Partido, a la Revolución y al ideario marxista, martiano, fidelista.  Continuidad del legado histórico y de la obra que construimos.  Resistencia creativa para, en medio de las carencias, crear, innovar y salir adelante.

Hoy concluimos una sesión de trabajo intensa, profunda y de vital importancia para el presente y el futuro de la nación.  Hemos abordado, con el espíritu crítico, unitario y revolucionario que nos caracteriza, temas medulares que tocan el corazón del proyecto socialista que defendemos y construimos entre todos.

Nadie en Cuba necesita que le expliquen que la economía está en tensión: se siente en las colas, en el bolsillo, en el apagón, en el transporte que no llega y en el plato de comida que se encarece.  Venimos de años de decrecimiento del producto interno bruto, alta inflación, desabastecimiento, crisis energética y caída de ingresos externos.

En este contexto es decisivo que el Parlamento transmita una señal clara: se reconoce la magnitud de la crisis, no se maquilla la realidad, y, al mismo tiempo, se ratifica la voluntad política de cambiar lo que tenga que ser cambiado para defender la justicia social y la soberanía nacional.

Ayer en la Comisión Económica tuvimos un intenso debate sobre la urgencia de incrementar la producción nacional, para posicionarla como un pilar fundamental en el despegue económico.

Hoy esa producción está lastrada por distorsiones, insuficiencias y trabas burocráticas que no acabamos de erradicar, que por una parte afectan el consumo nacional, y también afectan las exportaciones, privándonos de importantes recursos financieros.

Un país cuyas finanzas son perseguidas con saña está obligado a gestionar con la máxima eficiencia sus ingresos en divisas, imprescindibles para enfrentar los problemas con los combustibles, las inversiones en la generación térmica, en la industria de medicamentos, en el transporte público, entre otros ámbitos.

Todos los análisis deberán ponerles rostro a los incumplidores, porque en sus incumplimientos van millones de dólares que estaban en el Plan de la Economía y que se contaba con ellos.

En síntesis: se impone la rendición de cuentas y el análisis oportuno de qué está fallando, con soluciones concretas para cada caso.  Mientras no hagamos eso, y nos quedemos en el análisis de informes descriptivos y diagnósticos que terminan resultando autopsias inútiles, no vamos a resolver nada ni a cambiar la actual situación.

El XI Pleno del Comité Central expuso con total crudeza la situación económica y, al mismo tiempo, trazó un método de trabajo: estabilización macroeconómica, corrección de distorsiones y reimpulso productivo, no como consignas, sino como sistema de decisiones concretas, con plazos y responsables.

Allí insistimos en tres ideas que hoy aquí ratificamos:

1- No hay espacio para la administración resignada de la crisis.

2- La estabilidad macroeconómica no es un lujo tecnocrático; es condición para que el salario valga, para que el mercado funcione, no para sí mismo, sino para garantizar una política social sostenible.

3- El Programa de Gobierno para corregir distorsiones no puede seguir siendo un documento de referencia: tiene que convertirse en la hoja de ruta obligatoria de todos los organismos, las empresas y los territorios.

Los debates de esta sesión han confirmado los principales retos:

  1. Reducir la vulnerabilidad energética y la dependencia de la importación de combustibles.
  2. Recuperar capacidades productivas, en especial en alimentos, energía e industria básica, con la participación articulada y comprometida de todos los actores económicos.
  3. Mantener a raya el déficit fiscal y la inflación, para detener la pérdida del poder adquisitivo del salario y de las pensiones.
  4. Sostener y diversificar los ingresos externos, en particular turismo, exportación de bienes y servicios, remesas e inversión extranjera.
  5. Proteger a los sectores más vulnerables de los impactos de los ajustes y de la corrección de precios y subsidios.

Todos esos objetivos ya se estaban trabajando y hay que seguir tomando decisiones.

Una vez más insisto: las transformaciones que debemos hacer no son solo estructurales, sino de mentalidad.  Lo vemos en el día a día, cosas que se traban o simplemente que no avanzan por falta de flexibilidad o por esquemas que no funcionan para estos tiempos, ni bajo circunstancias de tanto asedio.

El único límite a la flexibilidad es aquello que atente contra nuestros principios, contra la autodeterminación, la soberanía y la independencia nacional.  Fuera de eso, debemos promover cada vez más y sin temor toda iniciativa que nos ayude a sortear los poderosos obstáculos que pone el enemigo  y salir adelante.

Nadie ha escrito cómo se construye el socialismo en un país que emergió a su real independencia luego de más de cuatro siglos de coloniaje y 60 años de subordinación neocolonial. Nadie como Cuba puede hablar de lo que significa impulsar su desarrollo con justicia social en las favorables condiciones de su integración a un campo socialista repentinamente desaparecido.  Nadie puede contarnos qué es resistir ejemplarmente, pero con un costo económico y, por tanto, social elevado, una política infame de bloqueo recrudecido y de persecución feroz como la que tiene Cuba.  ¡Esa historia la estamos escribiendo nosotros, los cubanos, el pueblo de Cuba cada día y ahora mismo! (Aplausos.)

Hemos analizado y respaldado el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para el próximo año.  Son herramientas que, lejos de ser meros números, expresan la voluntad política de priorizar la atención al pueblo, la inversión en lo estratégico y la búsqueda constante de la eficiencia.

Reconocemos las enormes dificultades que enfrentamos, agravadas por un bloqueo económico, comercial y financiero que asfixia de manera criminal.  ¡Pero aquí no hay espacio para el derrotismo!

Nuestra respuesta es mayor creatividad, mayor disciplina, mayor control y una lucha sin cuartel contra los lastres que nos frenan: burocracia, indolencia y corrupción.

Los burócratas, los indolentes y los corruptos son la negación misma de la Revolución, porque en sus actitudes se esconde un desprecio profundo por el pueblo que es la esencia y el sentido de la Revolución.  Y digo más: porque en ellos anida la traición.

Lo hemos visto varias veces a lo largo de la historia, pero también hemos sido testigos del antídoto natural de la Revolución para salvarse de los traidores.  Y ese antídoto está en el pueblo, que tarde o temprano hace caer la máscara del simulador.

Diputadas y diputados:

En cuanto al Plan de la Economía y el Presupuesto hemos reconocido las tensiones: inflación, caída del PIB, crisis energética.  Pero también hemos reafirmado que corregir distorsiones y reimpulsar la economía no es un eslogan, sino una batalla concreta por la estabilidad de la vida cotidiana. Esa batalla exige rigor económico, pero también justicia social, porque no aceptamos un modelo que sacrifique la equidad en nombre de la eficiencia.

El Plan de la Economía para el 2026, tal como se ha analizado aquí, es un plan de ofensiva y reajuste profundo que busca:

  1. Priorizar la producción de alimentos, liberando trabas, garantizando insumos básicos y sobre todo generando incentivos reales para el productor estatal y no estatal.
  2. Acelerar las inversiones y las soluciones operativas en el sistema electroenergético nacional, combinando reparación de termoeléctricas, mayor eficiencia y el crecimiento de las energías renovables.
  3. Ordenar y transparentar la asignación de divisas, de modo que se favorezcan sectores que exportan, sustituyen importaciones y abastecen el mercado interno con producciones propias.
  4. Darle autonomía real a la empresa estatal socialista para elevar la productividad y la eficiencia, exigiéndole resultados medibles, sin tolerar la inercia ni el inmovilismo.
  5. El desafío para 2026 no es solo cumplir el Plan, sino demostrar que el Plan se convierte en cambios visibles en los territorios y en la vida del pueblo.

En cuanto al Presupuesto que aprobamos en esta sesión, centrado en la producción de alimentos, los servicios esenciales y los programas sociales, debe ejecutarse con transparencia y rigor, y nos corresponde velar celosamente porque así ocurra.

Como se ha visto, este Presupuesto parte de restricciones severas, pero preserva la prioridad de la salud, la educación, la seguridad social y la protección a los más vulnerables.  La transición de subsidios a productos hacia subsidios a personas tiene que hacerse con cuidado, con transparencia y con participación, para no dejar a nadie desamparado.

Desde la Asamblea debemos exigir:

  1. Que cada peso del Presupuesto tenga respaldo productivo o social verificable.
  2. Que se reduzcan drásticamente los gastos improductivos, los proyectos que no aportan valor y las estructuras que no generan resultados.
  3. Que los territorios asuman mayor responsabilidad en la captación de ingresos y en el uso eficiente de los recursos.

No se trata de ajustar por ajustar; se trata de ajustar para poder seguir redistribuyendo con justicia.

En el centro de nuestros debates ha estado también el Programa de Gobierno para corregir distorsiones en la economía.  Este no es un ajuste técnico; es una necesidad revolucionaria para perfeccionar el socialismo en construcción, hacerlo más próspero, sostenible y justo.

Comprendemos las preocupaciones y los impactos que algunas medidas pueden tener en la vida cotidiana.  Pero, tal como se ha explicado en esta tribuna y en todos los espacios del país, la inacción sería el mayor de los riesgos.  Debemos ordenar lo que está desordenado, valorar adecuadamente nuestro trabajo, estimular el esfuerzo productivo y cerrar paso a las ilegalidades y desequilibrios.

Este programa es un llamado a la participación consciente de todos, a que cada cubana y cubano, desde su puesto, sea protagonista de la rectificación y el avance.

El Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía tiene objetivos claros: ordenar precios y tarifas, enfrentar el caos cambiario, mejorar la relación entre el sector estatal y no estatal, incentivar la producción y proteger a quienes menos tienen.  Todo esto será perfeccionado con los debates que están teniendo lugar en la base en estos momentos.

El Programa de Gobierno que hemos aprobado busca precisamente eso: corregir las distorsiones, fortalecer la empresa estatal socialista como motor de desarrollo y abrir espacio a todas las formas de gestión que aporten al bienestar colectivo.  No podemos permitir que la dualidad monetaria, la falta de incentivos productivos o la burocracia lastren el esfuerzo del pueblo.

El problema ya no está en la falta de diagnóstico, sino en la velocidad y consistencia de la implementación.  Por eso, desde estas conclusiones, es necesario subrayar:

  1. Cada organismo, empresa y gobierno territorial debe presentar cronogramas concretos de ejecución del programa, con metas trimestrales y rendición de cuentas pública.
  2. Las medidas que demuestren ser ineficaces o contraproducentes deben rectificarse sin dogmas, con humildad política y agilidad técnica.
  3. Debe priorizarse y atender la comunicación con el pueblo: explicar qué se hace, por qué se hace, qué efectos se esperan y en qué plazos.  Nos falta innovación en la comunicación como ciencia.  No es decir, es saber cómo se dice.
  4. Un programa que no se entiende o que no se controla termina siendo percibido como una suma de improvisaciones. Para evitarlo es imprescindible perfeccionar y robustecer el mismo con el aporte de la consulta popular que ya está en marcha.

Diputados:

En estos días hemos debatido y aprobado la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación, un instrumento jurídico esencial para trazar el camino hacia la soberanía tecnológica y el desarrollo que necesitamos.  Debemos convertir a la ciencia y la innovación en motor que impulse cada sector de la sociedad.  Esta Ley es un paso firme en esa dirección, para que el conocimiento creado por nuestro talentoso pueblo se traduzca en soluciones, eficiencia y bienestar.

La ciencia no puede quedar en los laboratorios; debe convertirse en soluciones prácticas para la producción, la energía, la salud y la vida cotidiana del pueblo.

El país no tiene reservas infinitas de recursos materiales, pero sí tiene reservas de talento científico, técnico y académico que no siempre se aprovechan.

Las decisiones económicas claves deben apoyarse en evidencias, estudios, modelaciones y evaluación de impacto. Es imprescindible acortar la distancia entre la investigación y la producción: universidad-empresa-territorio tienen que ser parte del mismo ciclo innovador.  La innovación no es solo tecnológica; también es organizativa, de gestión, de participación popular, de comunicación y de control social.

La ciencia y la innovación tienen que dejar de ser un complemento para convertirse en motores del cambio económico que necesitamos.

Compatriotas:

Los retos que enfrenta Cuba en 2025 y 2026 solo se resolverán con trabajo concreto, control sistemático y participación popular activa.  El XI Pleno y esta propia sesión de la Asamblea coinciden en una idea: no basta con aprobar, hay que cumplir, y no basta con cumplir, hay que rendir cuentas.

Desde esta Asamblea debemos asumir varios compromisos políticos:

Reforzar el vínculo de cada diputado y diputada con su base, comunicando, escuchando, explicando y recogiendo propuestas concretas para alimentar las políticas públicas.

Luchar frontalmente contra la burocracia, la corrupción, el despilfarro, el desvío de recursos y la falta de sensibilidad ante los problemas del pueblo.

Fortalecer la unidad no como unanimidad acrítica, sino como construcción de consensos a partir del debate responsable y la participación.

El país vive una crisis dura, pero no está derrotado y nunca será derrotado (Aplausos).  La historia de Cuba demuestra que cuando la dirección política, las instituciones y el pueblo trabajan en la misma dirección, con verdad, con disciplina y con creatividad, no hay bloqueo ni crisis que nos puedan arrebatar el futuro.

La decisión de aplazar el IX Congreso del Partido no se puede ver como un retroceso.  Es una decisión necesaria y oportuna que nos permitirá cohesionar las fuerzas, mejorar la situación de la nación, incrementar la confianza del pueblo y crear las condiciones para un mejor y fructífero congreso, que consolide, como refrenda la Constitución, la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.  ¡A eso nos ha llamado el General de Ejército!

Esta decisión será una oportunidad para dedicar el año 2026 a recuperarnos en todo lo que sea posible y para avanzar en el cumplimiento de los compromisos.

También permitirá ejecutar los ajustes que debemos hacer en las estructuras del Partido, el Gobierno y el Estado para facilitar, sin apresuramientos, los intercambios de opiniones y criterios que este proceso demanda.

Todas las fuerzas y energías del Partido, el Estado y el Gobierno, junto al pueblo, deben consagrarse al mejoramiento de la situación del país:

Avanzando en la implementación de las medidas económicas aprobadas con disciplina y control; reforzando la atención a los territorios afectados por desastres naturales; promoviendo la participación de la juventud en todos los ámbitos de la vida nacional; intensificando la batalla ideológica, cultural y comunicacional, y defendiendo la verdad de Cuba ante la manipulación y la desinformación.

En este periodo también deberá concluir el debate popular del Programa de Gobierno dirigido a robustecerlo, y continuaremos implementando las acciones para lograr el cumplimiento de sus objetivos.

Además, seguiremos trabajando en la elaboración de los documentos que, después de consulta popular, serán debatidos en el Congreso y que ya están muy adelantados.

Clausuramos esta sesión con la convicción de que la Asamblea Nacional ha estado y estará a la altura de su responsabilidad histórica (Aplausos).  Nos corresponde ahora transformar en hechos lo que aquí hemos aprobado.  Que cada ley, cada plan y cada presupuesto se convierta en acciones palpables en la vida de la gente.  Que la ciencia y la innovación se traduzcan en soluciones concretas.  Que la economía recupere su vitalidad sin renunciar a la justicia social.

Que jamás descuidemos la unidad, “niña de nuestros ojos”, como la ha llamado el General de Ejército y líder de la Revolución, el compañero Raúl.  Esa es nuestra mayor fortaleza frente a todas las amenazas.

Confiamos en nuestra capacidad para la ofensiva revolucionaria, en nuestra resistencia y en nuestra creatividad, y nadie podrá vencernos (Aplausos).  Como dije en el XI Pleno, la mayor ganancia está en la calidad de las discusiones y en el modo superior de abordar los problemas cuando se tocan con las manos.  Estamos de lleno volcados en la solución de estos problemas y trazando un camino para superarlos.

Las decisiones que adoptamos no pueden quedarse en los resúmenes de la prensa.  Se verán en el mejoramiento de la cotidianidad del país.

Esa será la prueba real del compromiso compartido y asumido, la medida verdadera de la fuerza transformadora de este Parlamento y de la vitalidad de la Revolución Cubana.

Aquí, en la Asamblea Nacional, la Asamblea del pueblo de Cuba, con sus jóvenes talentosos, sus mujeres y sus hombres de las más disímiles profesiones y oficios, blancos, negros, mulatos, fogueados en mil batallas, críticos y comprometidos, ¡late la Revolución Cubana, viva y actuante! (Aplausos.)

La mayor prueba de su existencia es justamente el empeño a fondo de sus enemigos por asfixiarla y destruir hasta sus mínimos cimientos.

Esta Asamblea tiene el honor de elevar una propuesta de profundo significado patriótico y revolucionario.  Inspirados en el legado imperecedero de nuestro guía y en el llamado a la unidad y la continuidad, recogiendo el sentir expresado en estos tiempos por varios compatriotas, compañero presidente Lazo, proponemos que el año 2026 sea proclamado oficialmente como el “Año del Centenario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz” (Aplausos prolongados).

Será el año para estudiar más profundamente su pensamiento, para emular su ejemplo de trabajo incansable, de fidelidad a los principios y de confianza absoluta en el pueblo y en la victoria de las ideas.

Que cada tarea que emprendamos en el 2026, desde las más complejas transformaciones económicas hasta el más sencillo gesto de solidaridad, lleve impregnado el espíritu fidelista de lucha, su profundo amor por el pueblo y su inclaudicable compromiso con la justicia social.

Será la manera más consecuente de honrar al hombre cuyo centenario nos convoca a ser mejores, a defender lo conquistado y a construir con optimismo el futuro.

Salimos de esta sesión con mandatos precisos y una responsabilidad inmensa.  El camino no es fácil, pero es el nuestro, el que elegimos con soberanía y dignidad.  La clave está en hacer de cada problema una solución, de cada limitación un motivo para crear y de cada amenaza una razón para unirnos más.

No bajaremos la guardia.  Profundizaremos la batalla ideológica y cultural, defenderemos las conquistas y trabajaremos sin descanso por el país soberano y próspero que merece este pueblo.

La tarea es compleja, pero la voluntad de este pueblo es invencible.

La Asamblea Nacional, unida en la voluntad de salvar la independencia, la soberanía y la Revolución de los muchos peligros que nos acechan hoy, no puede verse separada de la historia que nos trajo hasta aquí, superando pruebas que parecían imposibles.

Digámoslo fuerte y claro, con la convicción de aquel 18 de diciembre de 1956, cuando los dos hermanos se abrazaron y, después de contar los pocos sobrevivientes y los escasos fusiles reunidos en el reencuentro, el hermano mayor dijo sin sombra de duda: “¡Ahora sí ganamos la guerra!” (Aplausos.)

Y hoy aquí ratificamos que: ¡Ahora sí ganamos la guerra! (Aplausos.)

Este es el pueblo de Fidel y de Raúl: ¡vencedores de imposibles!

¡Que el 2026, Año del Centenario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, nos encuentre peleando y más unidos que nunca!

¡Viva Cuba Libre!  (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva la Revolución!  (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Vivan Fidel y Raúl!  (Exclamaciones de: “¡Vivan!”)

¡Socialismo o Muerte!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Ovación.)

Comentario HHC: Bueno después de años reclamando muchas de las cosas que se detallan en este importante discurso ( lo voy a imprimir y tener a mano durante el 2026), tenemos principios fundamentales de actuación como reclamo y acción. Esto es lo que se debió hacer siempre de manera constante y proactiva, no esperar estar en la crisis crónica que estamos.

Y suscribo el discurso del Presidente. Pero no olvidemos que el General de Ejercito el 18 diciembre del 2010, hace justo 15 años dijo :"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras".

Los subrayados, negritas y colores , y numeración son nuestras en cuatro ocasiones, no del discurso original publicado.


Decreto 138: Un paso esencial en la descentralización salarial para impulsar la eficiencia empresarial (+ PDF). Comentario

 Por: Frank Martínez Rivero


Presentación del Decreto Ley 134 en la sede del MTSS. Foto: Cubadebate.


En un hecho calificado como un cambio en la gestión del capital humano, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) presentó este viernes el Decreto 138 “Sobre la Organización del Sistema Salarial en el sistema empresarial cubano”.

La norma, explicada en conferencia de prensa por Guillermo Sarmiento Cabañas, director de Organización del Trabajo del MTSS, representa la descentralización de la facultad de aprobar la organización salarial hacia las empresas.

Sarmiento enfatizó que este cuerpo legal, que tiene su génesis en 2021, ha significado un gran avance ”porque transfiere al sistema empresarial la facultad de aprobar el salario de sus trabajadores”, desvinculándose de la obligatoriedad de sujetarse únicamente a la escala salarial única y los calificadores de cargos centralizados por el Ministerio.

“Se hace a él una descentralización de la facultad y la gestión del capital humano”, subrayó. Agregando que esta medida “pone en similitud de condición a todos los actores económicos para decidir sobre asuntos esenciales”.

El directivo contextualizó que el decreto se elaboró teniendo en cuenta experiencias previas, como el Decreto 98 para el turismo, y que su esencia es otorgar “mayor flexibilidad” al sistema empresarial.

Los resultados de la política aplicada desde 2023, considerada la antesala de este decreto, fueron expuestos como un aval. Más de 100 entidades, que representan el 45% del sistema empresarial estatal (según datos de septiembre), ya han implementado este modelo.

Este grupo, aunque minoritario en número, concentra más del 64% de las ventas y el 71% de la utilidad de todo el sistema. Además, presenta una productividad media de 46000 pesos, superior en más de 14000 pesos al resto, y un salario medio de 9558 pesos, que supera en más de 2000 pesos la media del sistema.

Una evaluación conjunta con las empresas, las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) y los sindicatos identificó como positivo el carácter “novedoso” de la medida y su contribución a “modernizar la gestión”.

También se reconocieron limitaciones y trabas en la normativa anterior (Decreto 37) que fue necesario modificar. Este proceso de evaluación, en el que participaron los ministerios de Trabajo, Economía y Planificación, Finanzas y Precios, y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), condujo a la elaboración del nuevo Decreto 138 y su norma complementaria, el Decreto 130.

Principios rectores y el alcance de la organización salarial

Sarmiento detalló que el objetivo principal de la norma es “promover, estimular el incremento de productividad, de eficiencia” y, como consecuencia, “aportar al presupuesto del Estado”.

El impacto en el ingreso de los trabajadores es visto como un resultado directo, pero “la esencia está en transformar la gestión de los recursos humanos”. La empresa ahora debe diseñar técnicamente su sistema, aplicando métodos científicos e innovación.

La “organización salarial” se define como el proceso mediante el cual la empresa diseña la arquitectura que define la remuneración. Esto comprende el diseño de su escala salarial específica, la evaluación y clasificación de los puestos de trabajo, la determinación del salario para cada cargo o grupo de cargos, y el establecimiento de los sistemas de pago adicional y por rendimiento.

Un aspecto destacado es el procedimiento de aprobación. La organización salarial debe ser aprobada por el jefe de la entidad, “sin previa evaluación” externa, pero tras un análisis en el Consejo de Dirección y, de manera fundamental, “de común acuerdo con la organización sindical” correspondiente.

Luego se refrenda en una disposición interna y se lleva a conocimiento de la Asamblea General de trabajadores, integrándose al convenio colectivo de trabajo. “No puede ser la decisión unipersonal de un jefe”, recalcó Sarmiento.

 

La norma se sustenta en cinco principios constitucionales y legales: igualdad (para trabajo de similar complejidad), diferenciación (reconocimiento individual), distribución (pago según cantidad y calidad del trabajo), dinámica (vinculación a resultados de la empresa) y uno novedoso: el principio de protección mínima.

Este establece que el salario en la nueva organización no puede ser inferior al salario mínimo nacional, ni tampoco al salario básico que el trabajador percibía el año anterior.

“Es un principio más protector”, destacó, explicando que antes la protección solo se refería al salario básico en el momento inicial de aplicación.

Condiciones, indicadores y tratamientos diferenciados

La aplicación de esta facultad no es automática para todas las empresas. Está condicionada al cumplimiento de un requisito central: no deteriorar el aporte por rendimiento de la inversión estatal o el pago de dividendos al presupuesto, en comparación con el año anterior.

Este es un indicador sintético, fiscal, que reemplaza a los cuatro indicadores que se exigían antes. “La empresa tendrá que tener más utilidad, mayor nivel productivo… para poder llegar a ser más eficiente”, explicó Sarmiento.

El decreto introduce tratamientos diferenciados para reconocer la naturaleza diversa de las empresas:

  • Servicios públicos y actividades exclusivas del estado (como la Empresa Eléctrica): Se les aplica un tratamiento especial, pues no siempre pueden lograr altas utilidades por su función social. El Estado puede decidir, en correspondencia con las posibilidades presupuestarias, asignarles un fondo de salario para mantener la fuerza laboral.
  • Empresas de alto valor añadido y alta productividad: Reciben un tratamiento más específico , exigiéndoles un crecimiento sistemático de la productividad y del aporte fiscal. Se incluyen aquí las dedicadas a la exportación, a las que se les evalúa principalmente por indicadores físicos (volumen de producción) para aislarlas de las fluctuaciones de precios en el mercado mundial.
  • Empresas de nueva creación: La nueva política las incluye, a diferencia de la anterior, estableciendo reglas para que puedan diseñar su organización salarial.
  • Unidades Empresariales de Base (UEB) autorizadas: Se faculta al director de la empresa para aprobar la organización salarial en una UEB con resultados favorables, incluso si la empresa matriz no los tiene en su conjunto, siempre que a la UEB se le puedan medir sus resultados de forma independiente.

Novedades en los sistemas de pago y ejecución

El decreto generaliza la aplicación de un sistema de pago por rendimiento a todos los trabajadores de la empresa, directos o indirectos. Establece que, como mínimo, el 30% del fondo de salario debe responder a este concepto. “Siempre se va a tener un pago por resultado”, afirmó Sarmiento.

Respecto a los pagos adicionales (complementos al salario por conocimientos, condiciones, etc.), la norma aclara que aquellos establecidos en la legislación general (como por doctorado, maestría, o por trabajar en la Administración Pública) se mantienen con su cuantía fija y son inmodificables por la empresa.

Sin embargo, la empresa sí tiene la facultad de crear y aprobar otros pagos adicionales por año de servicio, certificaciones internacionales, o por realizar actividades adicionales, entre otros conceptos. El MTSS publicó una resolución (la 17) que establece los límites máximos para estos pagos.

En la ejecución, hay una regla beneficiosa: las empresas que superen su aporte por rendimiento al presupuesto (en valor absoluto) pueden aumentar su fondo de salario.

Este incremento no está condicionado a una proporción rígida con la utilidad, pero debe garantizar que el aporte fiscal no se deteriore. Si al cierre del año el aumento del salario causara un incumplimiento del aporte planificado, la diferencia se convierte en una obligación de pago para la empresa.

Responsabilidades, control y papel de los actores

El decreto refuerza las responsabilidades de todos los niveles. Los jefes de las OSDE (ministros, gobernadores, presidentes de consejos municipales) tienen la facultad de autorizar excepciones al requisito de cumplimiento del indicador, en casos justificados como movimientos organizativos o ciclos largos de investigación, pero siempre que el sistema empresarial en su conjunto no deteriore su aporte al presupuesto.

A las empresas que no cumplan las condiciones para aplicar el decreto, se les exige elaborar un programa de trabajo de un año para lograr su implementación. Los jefes de las OSDE deben informar al Consejo de Ministros sobre los resultados de estos programas, identificando las causas de los incumplimientos y las medidas correctivas.

La responsabilidad de velar por el cumplimiento recae también en las juntas de gobierno de las empresas, como representantes del Estado. El proceso de control involucra de manera coordinada al MTSS, al Ministerio de Economía y Planificación (por el plan) y al Ministerio de Finanzas y Precios (por el presupuesto y el indicador fiscal).

La participación sindical y la defensa de los trabajadores

Durante la presentación, se enfatizó repetidamente el papel protagónico de los sindicatos y los trabajadores. Yiseilis Nariño Ferrer, directora jurídica y de Relaciones Internacionales del MTSS, comentó que “en la medida que las personas que trabajan en la entidad… conozcan, dominen, se incorporen y participen en el proceso, en esa medida también el trabajador tendrá la posibilidad de saber exigir” sus derechos.

El “común acuerdo” con el sindicato es un requisito legal obligatorio, no una mera consulta. “No es el criterio del secretario de la sesión sindical. Es la evaluación de la organización sindical”, precisó Sarmiento. Todo el diseño de la organización salarial, así como cualquier ajuste posterior, debe ser analizado y aprobado en la Asamblea General de afiliados y trabajadores, y quedar reflejado en el convenio colectivo de trabajo.

Nariño Ferrer recordó a los trabajadores las vías establecidas para reclamar en caso de inconformidad, siendo el órgano de justicia laboral la instancia fundamental. “A veces perdemos tiempo quejándonos… lo tienen que conocer porque el sistema de justicia laboral es la vía hoy establecida”, afirmó.

Impacto general y perspectivas

Sarmiento resumió los impactos fundamentales del Decreto 138:

  1. Contribuye a incrementar la ciencia empresarial, la eficiencia y el aporte al presupuesto.
  2. Amplía la descentralización, eliminando trabas a la autonomía y responsabilidad empresarial.
  3. Ofrece mayor claridad y precisión sobre el alcance de las facultades descentralizadas.
  4. Promueve mayor estabilidad de los recursos humanos y atrae talento.
  5. Avanza en la transformación de la estructura del ingreso de los trabajadores, favoreciendo la parte salarial sobre otras remuneraciones.
  6. Fortalece la participación sindical y de los trabajadores en decisiones clave.

Con la publicación de esta norma, el gobierno cubano espera que para el plan del 2026 un mayor número de empresas puedan incorporarse a este sistema, con el propósito último de “lograr un adecuado balance entre el resultado que tiene este tipo de empresa y el ingreso del trabajador” y, en definitiva, “modernizar la gestión” de la empresa estatal cubana.


Comentario:

Análisis de las Reformas Salariales y Financieras Cubanas: Potencial y Desafíos

Ventajas y Oportunidades de las Reformas

1. Mayor Autonomía Empresarial
Flexibilidad adaptativa: Las empresas podrán ajustar sus estructuras salariales según sus capacidades y realidades operativas específicas
Vinculación con resultados: Establece conexión directa entre compensación y desempeño individual y organizacional
Agilización administrativa: Reduce trámites burocráticos al descentralizar decisiones salariales

2. Impulso a la Eficiencia Productiva
Remuneración por desempeño: Al menos el 30% de la masa salarial ligada a indicadores de rendimiento
Múltiples incentivos: Combina pagos adicionales, distribución de utilidades y reconocimientos especiales
Valoración de competencias: Reconoce formalmente calificación profesional, experiencia laboral y condiciones de trabajo

3. Actualización del Marco Regulatorio
Depuración normativa: Elimina más de cien regulaciones obsoletas que obstaculizaban la gestión moderna
Procedimientos clarificados: Establece rutas definidas para reservas, inversiones y distribución financiera
Estandarización informativa: Implementa formatos uniformes que facilitan la transparencia y comparabilidad

4. Fortalecimiento del Capital Humano
Retención de talento: Incentivos específicos para profesionales con certificaciones internacionales
Mejora de condiciones vitales: Crea fondos destinados a soluciones habitacionales para trabajadores
Desarrollo profesional continuo: Establece mecanismos de financiamiento para capacitación y superación

5. Consolidación Fiscal Estatal
Aportes empresariales garantizados: El 60% de utilidades se destina a inversión estatal o dividendos
Control sobre masa salarial: Vincula crecimiento salarial al cumplimiento de obligaciones fiscales
Mecanismos correctivos automáticos: Ajustes inmediatos ante incumplimiento de contribuciones estatales

Desventajas y Riesgos Potenciales

1. Complejidad en la Ejecución
Limitaciones gerenciales: Escasa experiencia empresarial en diseño descentralizado de políticas salariales
Asimetría informativa: Desbalance entre dirección y trabajadores en evaluación de contribuciones individuales
Alto costo de implementación: Proceso complejo en contexto de restricciones financieras y materiales

2. Posibles Distorsiones Laborales
Desbalance intersectorial: Sectores con mayor rentabilidad podrían ofrecer remuneraciones significativamente superiores
Migración de talento: Movimiento de trabajadores calificados hacia empresas/regiones con mejores condiciones
Fragmentación salarial: Diferencias excesivas entre empresas con actividades y productividad similares

3. Amenazas Macroeconómicas
Presión inflacionaria: Incrementos salariales sin crecimiento proporcional de la productividad real
Desequilibrios fiscales: Posible disminución de contribuciones empresariales ante aumento de costos laborales
Pérdida de competitividad: Alza de costos laborales sin mejora correspondiente en eficiencia productiva

4. Retos en Equidad Social
Ampliación de brechas: Mayor diferenciación salarial entre sectores económicos, regiones y empresas
Vulnerabilidad sectorial: Educación, salud y servicios públicos con limitadas posibilidades de mejora salarial
Reducción de protección laboral: Mayor discrecionalidad empresarial en determinación de compensaciones

5. Restricciones Estructurales Persistentes
Dualidad monetaria: Distorsiona evaluación real de productividad y remuneración adecuada
Limitaciones de oferta: Aumentos salariales en economía caracterizada por escasez crónica de bienes
Sistema de precios regulados: Obstaculiza relación transparente entre productividad y rentabilidad empresarial

Desafíos Críticos para el Éxito

1. Condiciones Previas Inexistentes
Infraestructura productiva deficiente: Mejoras salariales requieren aumentos de productividad dependientes de inversiones significativas
Acceso limitado a insumos: Empresas necesitan materiales, energía y tecnología para incrementar producción
Sistema cambiario fragmentado: La dualidad monetaria distorsiona cálculo de rentabilidad real y salarios adecuados

2. Coordinación Intersectorial Requerida

Estas reformas necesitan complementarse con:
Reforma integral del sistema de precios
Autonomía real en decisiones productivas empresariales
Mayor acceso a mercados internacionales
Unificación del régimen cambiario

3. Fortalecimiento Institucional Necesario
Supervisión estatal efectiva: Capacidad para monitorear miles de empresas con criterios consistentes
Sindicatos fortalecidos: Papel real en negociación colectiva y protección de derechos laborales
Transparencia verificable: Mecanismos efectivos contra discrecionalidad y prácticas inequitativas

Recomendaciones para una Implementación Exitosa

Para Maximizar Beneficios:
Implementación progresiva: Iniciar con pilotos en empresas con capacidad gerencial demostrada
Programas intensivos de capacitación: Formación en gestión salarial moderna para directivos y representantes sindicales
Sistema integral de monitoreo: Indicadores de productividad, equidad distributiva e impacto inflacionario
Protecciones sectoriales específicas: Mecanismos para sectores estratégicos con limitaciones de rentabilidad
Coherencia macroeconómica: Políticas fiscal y monetaria alineadas con objetivos de reforma salarial

Para Mitigar Riesgos:
Límites a dispersión salarial: Rango razonable de diferencias entre sectores y empresas comparables
Fondos de compensación intersectorial: Protección para trabajadores de sectores en reestructuración o crisis
Evaluación y ajuste continuo: Revisión periódica basada en evidencia empírica de primeros años
Transparencia radical: Publicación sistemática de estructuras salariales por empresa y sector económico

Conclusión General

Las reformas poseen un potencial transformador significativo siempre que:
Su implementación cuente con capacidad técnica y gerencial adecuada
Exista coordinación efectiva con otras reformas estructurales pendientes
Se mantenga equilibrio cuidadoso entre incentivos económicos y protección social
Se establezcan mecanismos robustos de monitoreo y ajuste continuo

Los riesgos son considerables principalmente cuando:
La aplicación sea mecánica y uniforme sin considerar diversidad empresarial
Falten condiciones macroeconómicas estables que sustenten aumentos salariales
Exista insuficiente capacidad gerencial para administrar sistemas complejos
Se generen desigualdades sociales que afecten cohesión y estabilidad

Valoración técnica: Se trata de una reforma conceptual y estructuralmente necesaria, cuyo diseño normativo es coherente y comprehensivo, pero cuyo éxito práctico dependerá críticamente de factores de implementación y contexto económico que trascienden el marco regulatorio establecido.

La experiencia internacional sugiere que reformas de esta magnitud requieren tiempo, ajustes iterativos y aprendizaje institucional para alcanzar sus objetivos sin generar distorsiones indeseadas en el proceso de transición