Nuevas instituciones se suman a este empeño.
En notas anteriores se hacía referencia a los emprendimientos de base tecnológica como oportunidad de transformar la estructura empresarial del país con empresas que proporcionen bienes y servicios con mayor productividad y valor agregado.
También se trató la multidimensionalidad de la innovación, cuyo despliegue a escala del país requiere de la presencia e integración de múltiples factores, tanto al interior de las organizaciones implicadas como en el contexto donde se desempeñan.
Entre estos últimos se incluyen la creación de entidades dedicadas al fomento de proyectos empresariales surgidos mediante la innovación y a robustecer vínculos entre las universidades y el sector empresarial.
Tales son los casos de los Parques Científico- Tecnológicos (PCT) y muy recientemente, la creación de una Fundación en la Universidad de La Habana (UH).
Contexto jurídico
Un vistazo a los marcos jurídicos correspondientes para ambas entidades permite apreciar, en el caso de esta última, que constituye una entidad sin fines de lucro que actúa como interface entre la institución insignia de las universidades cubanas y el mundo empresarial.
Entre sus objetivos fundamentales están el movilizar todo el potencial científico y académico de la UH en función de la innovación, remunerando su contribución a proyectos de investigación y servicios académicos y científico – técnicos, así como transferir conocimientos para fomentar nuevos productos, tecnologías y servicios.
También se trata de incubar empresas de base científico tecnológica bajo diferentes modalidades, conceder licencias de derechos sobre intangibles, además de contribuir a la mejora de la infraestructura universitaria y captar recursos necesarios para ejecutar sus proyectos de investigación, desarrollo e innovación.
En el caso de los PCT, se trata de instituciones que originadas desde universidades asumen la forma de sociedades mercantiles anónimas, ofreciendo su infraestructura y servicios de apoyo para la incubación e instalación de empresas en el Parque, creando un ambiente propicio para ello.
También se propone fomentar inversión nacional y atraer inversión extranjera directa para introducir tecnologías de punta, y coordinar la transformación de proyectos de innovación en empresas de base tecnológica, así como su correspondiente afiliación al mismo.
Esa afiliación pasa por una evaluación de varios criterios entre los cuales se incluyen su viabilidad tecnológica y financiera, potencial de crecimiento, capacidad para relacionarse con otras entidades académicas, científicas y empresas de alta tecnología y, obviamente, su cartera de proyectos de innovación y las capacidades tecnológicas y humanas con que cuenta.
Impulsar el desarrollo
Se trata de instituciones que, con sus particularidades de funcionamiento y ámbitos específicos de actuación, promueven e incentivan la conversión de resultados científicos que – además de sus aportes al conocimiento – se traducen en bienes, servicios y procesos nuevos o significativamente mejorados que impacten en el crecimiento y el desarrollo, tanto en emprendimientos promisorios como en empresas ya establecidas.
Lograrlo será expresión del papel que, cada vez en mayor medida, deben jugar las universidades como impulsoras del desarrollo en Cuba, sin preterir (sino más bien, perfeccionando gracias a estas instituciones) su rol insustituible en la formación de profesionales de nivel superior.
Las difíciles circunstancias por las que atraviesa Cuba, con un decrecimiento del 11 por ciento de su Producto interno Bruto en 2020, bajo una crisis mundial catalizada por la pandemia, más tensiones y resistencias para implementar los cambios requeridos y consensuados en el funcionamiento de su economía, ahora en medio de un proceso de unificación monetaria y cambiaria con una reforma salarial y de precios, obligan a atender prioritariamente urgencias y realizar correcciones de variada naturaleza en el corto plazo.
Sin embargo, no debe perderse de vista que aún en medio de tales circunstancias, la creación y sostenimiento de estas nuevas instituciones y sus necesarios avances, con un resuelto apoyo del entorno institucional, apuntan a la solución de problemas estratégicos para el país, en este caso, la modificación de su estructura empresarial actual hacia otra más diversa, avanzada, innovadora y competitiva en la arena internacional.
Son, por ende, instituciones relevantes en el soporte necesario para implementar una agenda coherente de desarrollo. (2021)