Si la industria de materiales de la construcción sintió en 2021, severamente, el impacto combinado de la crisis económica asociada a la pandemia de la COVID-19 y del recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba, las condiciones para la producción local no fueron menos afectadas.
No obstante –y a pesar de saber que poco puede hacer si le faltan recursos claves que se obtienen solo a escala industrial, como el cemento y el acero–, la comprensión de que las alternativas que la producción local ofrece a la edificación de viviendas en los territorios, por su adaptabilidad a las materias primas disponibles allí, por la posibilidad de ajustar la capacidad fabril a la necesidad comunitaria, y hasta por esa sostenibilidad que la innovación puede lograr muy eficientemente a nivel local, sigue siendo un camino irrenunciable, a fin de no detener los programas constructivos.
Tan importante se considera que, en el reciente balance del Ministerio de la Construcción, el titular del ramo, René Mesa Villafaña, comentó que el encadenamiento en la producción local de materiales se organizó en los territorios, de forma tal que el 80 % de los rubros que se obtengan por esta vía se dediquen a la construcción de viviendas y al programa de transformación de barrios en condiciones de vulnerabilidad, y un 20 % a otras obras sociales.
Sin embargo, que las carencias impacten a un sector que depende básicamente de recursos materiales, no exime que otras ausencias de corte organizativo, de entendimiento y hasta de movilización creadora, obstaculicen que se concrete el potencial productivo de la localidad. Experiencias que contrastan, de un territorio y otro, lo demuestran.
CUMPLIR UN PLAN CONSTRUCTIVO NO ES IMPOSIBLE
Desde el inicio de su implementación nacional en 2019, el desarrollo de la Política de la Vivienda trajo aparejado en Cienfuegos, única provincia en cumplir su plan de fabricación en 2021, un favorable desenvolvimiento de los centros de producción local de materiales de la construcción, factor esencial para erigir más inmuebles cada calendario.
Durante los tres años corridos hasta acá, se registra una evolución positiva en la construcción de nuevos hogares para los cienfuegueros. Aunque todavía distan de resolverse todas las demandas de la población en tal sentido, sí queda claro que el camino en marcha resulta el más acertado.
«Al momento de confeccionar el diagnóstico con el que dimos inicio a la Política de la Vivienda, en la provincia teníamos solo 18 centros de producción local de materiales de la construcción. A partir de allí nos propusimos materializar 1 135 viviendas anuales y logramos 1 150; y lo más importante fue que consolidamos 33 establecimientos de este tipo», explicó Reynaldo Gómez Hermida, coordinador de Programas y Tareas del Gobierno Provincial.
Asimismo, añadió que involucraron a la Agricultura, «que representa una fortaleza en la construcción de viviendas, toda vez que para concretar la producción de alimentos es factible acercar a los trabajadores a sus áreas de trabajo. La brigada terminó diez centros de producción de materiales con el apoyo del Gobierno, lo cual nos permitió ajustarnos a la fabricación de viviendas de diferentes tipologías».
Según Gómez Hermida, en la provincia producen los elementos de pared, piso y techo en todos los establecimientos. «En 2021 fueron elaborados aquí alrededor de un millón de elementos de pared y 30 000 metros cuadrados de pisos».
Cinco municipios materializan renglones a partir del plástico, entre ellos Cumanayagua, Lajas y Abreus. Somos el único territorio que produce tomacorrientes e incluso se aportan para otras diez provincias. Medio millón de tomacorrientes son fabricados anualmente acá; e incursionamos además en el interruptor, en pos de contar con el paquete completo.
«Del total de la producción local de materiales de la construcción en la provincia, el 80 % se destina al Ministerio del Comercio Interior y el 20 % restante para otras obras sociales. Este año, la conducción de esos recursos será más exacta, porque se concretarán acciones en unos 42 barrios vulnerables», afirmó el Coordinador de Programas y Tareas.
De cara a la actual etapa, se trabaja en la recuperación de la producción de ladrillos, y para ello se monta un horno en Cumanayagua, al tiempo que recuperan el tejar de Camarones. «También, de conjunto con la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (Zeti), iniciamos la producción de pinturas a base de cal», dijo.
Gómez Hermida consideró que 2022 ofrece un rostro todavía mejor «a partir del nivel de aseguramiento, las gestiones y los molinos que hemos montado para reciclar varias materias primas. Se han planificado 860 viviendas, pero podemos concretar unas 300 más.
«Las perspectivas están en la fabricación de ladrillos y lograr hacer techos de bóvedas para minimizar las afectaciones con el cemento. Están todas las condiciones para cumplir con lo pronosticado, pues –excepto los materiales previstos por el balance nacional– todo se produce aquí».
CONTRADECIR LOS «MALOS TIEMPOS»
Entre las entidades vinculadas con la producción local de materiales de la construcción figura la Empresa de Mantenimiento y Construcción, que cuenta con establecimientos en los ocho municipios.
Producen elementos de piso, techo y pared, además de tanques y otros renglones; su director, William Cordero Hernández, asegura que en cada uno de ellos hay capacidad productiva.
Ni él ni su gente ignoran las actuales dificultades para la adquisición de materias primas; sin embargo, «hacemos una fuerte gestión para adquirirlas y aprovechamos todo lo posible para remoler».
Nivia Torres Vidal, técnica de Gestión Económica, destacó la calidad de las elaboraciones del Centro de Producción de Numancia, en la cabecera provincial, adscrito a la unidad empresarial de base Cienfuegos de Mantenimiento y Construcción.
«Los trabajadores de Numancia aprovechan al máximo la jornada, lo mismo aquí en el Centro que en la construcción de viviendas en los asentamientos previstos. El año anterior, por ejemplo, logramos ventas por 2 257 741 pesos, y lo más importante es que las personas puedan tener su casa», compartió Nivia.
El jefe del Centro de Producción de Numancia, Osmani González González, reconoció que durante 2021 no estuvieron exentos de dificultades, mas lograron cumplir propósitos verdaderamente loables: «Por ejemplo, con la producción de bloques de diez centímetros de ancho, pudimos contribuir a la materialización de unos 200 hogares aproximadamente, pues también se destinan productos a otras obras sociales».
Añadió que en estos momentos se están montando dos nuevas máquinas que permitirán elaborar las losas en la unidad; un renglón ahora asumido por dos productores particulares.
«Aunque lo hacemos de lunes a viernes, si es necesario incrementamos las horas de trabajo. En cuanto dependa de nosotros, mientras tengamos materia prima estaremos produciendo», aseguró Banier Espinosa Morel, jefe de brigada en el referido centro de Numancia, próximo a la ciudad de Cienfuegos.
SER MÁS CREATIVOS
No obstante, el buen paso de Cienfuegos no está generalizado. No muy lejos, en Villa Clara, por ejemplo, en una reciente visita de trabajo, el vice primer ministro, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, advirtió: mientras más grandes sean las dificultades y retos a los que nos enfrentemos en la materialización del programa de la vivienda y la producción local de materiales, más creativos y audaces debemos ser.
En esa ocasión se analizaron, de manera crítica, los atrasos e incumplimientos de esos programas en el territorio, y el dirigente opinó que no se ha sido consecuente en la aplicación de esa política, lo que no se corresponde con el deplorable estado del fondo habitacional del territorio.
Con los recursos con que cuenta Villa Clara se pueden fabricar más viviendas, pero es necesario incentivar la producción de arcilla, ladrillos, tablillas, losas, elementos de plástico y otros renglones que ahorren recursos al país; en especial cemento y acero, deficitarios en estos momentos.
Valdés Menéndez señaló también la conveniencia de fomentar la construcción de techos de bóveda, a partir de la utilización de ladrillos, cuya factibilidad y beneficio están probados, incluso en la misma provincia; lo cual implica lograr una mejor organización y control del trabajo, con plazos concretos para el cumplimiento de la tarea.
Es evidente que, sin producción local de materiales de la construcción, no habrá más casas y, por tanto, no se cumplirá la política de la vivienda.
Los ejemplos positivos demuestran que no es una meta imposible, pero sí precisa de mucha coordinación, constante creatividad y un riguroso seguimiento.