Por Rafael Alhama Belamaric
Francisco Alonso Arrastía
Juan J: Pérez Clavelo
INTRODUCCION
La Pequeña y Mediana Empresa
(PYME) constituye hoy en día, en la mayoría de los países industrializados y en
vías de desarrollo, una alternativa, complemento o efecto de los reajustes
estructurales y de los nuevos enfoques, tanto en la esfera industrial como de
los servicios y comercial, aunque por razones diferentes y con consecuencias y
resultados diferentes también. Por tanto, no es un fenómeno casual ni realmente nuevo, como tampoco es una esfera
que se ha venido desarrollando al margen de la concepción de la empresa en
general y los problemas macro y microeconómicos:
Desde siempre ha existido
PYME, y ha sufrido altibajos en los
últimos 40 años. Si se ha estructurado y potenciado más en los últimos años es
porque ofrece mejores posibilidades de adaptación ante los reajustes
estructurales y económicos que se vienen sucediendo cada día, por su mayor
dinamismo. Por otro lado, en un grupo importante de países ha sido respuesta a
la segmentación del mercado moderno y a la marginalización provocada dicha
segmentación. Es decir, la PYME es consustancial al desarrollo económico y las
modificaciones estructurales de cada uno de los países, según las características particulares de
cada uno de ellos.
En nuestro país, en los
últimos tiempos ha habido presiones de todo tipo para la introducción y
desarrollo de las PYME, vistas casi exclusivamente como forma de propiedad
y, por tanto, como vía de desarrollo natural del trabajo por cuenta propia y de
la cooperativa. Al respecto, es importante destacar que, voluntaria o
involuntariamente, esta es una visión aunque válida, limitada, pues desconoce
sus grandes posibilidades como forma organizativa de extraordinaria utilidad en
las condiciones actuales y futuras de reorganización de las empresas en nuestro
país.
Este tratamiento limitado no deber ser causa para ignorar o
soslayar los rasgos cualitativos más
sobresalientes de este tipo de organización y funcionamiento empresarial, que le
impone una dinámica diferente a los procesos. Más aún en momentos en que es
necesario profundizar en la reorganización empresarial, que no puede ser sólo
de redimensionamiento de las capacidades.
Los principales expertos del
tema en el mundo reconocen a esta forma organizativa una capacidad de innovación, adaptación, flexibilidad y
dinamismo, así como eficacia y
comunicación incomparablemente mayor a la de las empresas grandes, sobre
todo, en los momentos actuales cuyo ritmo lo marcan las fuerzas del mercado,
cada vez más competitivo y agresivo.
En nuestro entorno, para
lograr un sistema empresarial eficiente tenga la necesaria capacidad de
supervivencia y de desarrollo, es imprescindible elaborar los principios y
concepción general de la empresa como tal, y como parte integrada de ésta, la
las pequeñas y medianas empresas como
nueva forma de organización y dirección de los procesos y de los colectivos
laborales, así como de las relaciones estructurales y de gestión empresarial.
DESARROLLO
DE LAS PYME
DEFINICIONES
Y CONCEPTOS
La definición, concepto y
clasificación de la PYME tiene la característica de presentar una gran
variabilidad de acuerdo a los diferentes países y regiones económicas. Tan es
así que no hay una definición única y el concepto de PYME en algunos paises
europeos y de América Latina difieren, aunque se utilizan básicamente en su definición los criterios
de:
·
Número de personas empleadas
·
Capital invertido
·
Cifra global de negocios
·
Utilidades
·
Valor agregado.
Una referencia de
clasificación, según el tamaño, por el número de trabajadores, de un grupo de
paísese desarrollados y de la CEPAL muestra no sólo que los conceptos son
relativos sino que el desarrollo y los objetivos de las mismas difieren:
Empresas
|
Países Desasrrollados
|
CEPAL
|
Micro
|
1 a 10
|
1 a 5
|
Pequeñas
|
11 a 99
|
6 a 30
|
Medias
|
100 a 499
|
31 a 100
|
Grandes
|
Más de 500
|
Más de 100
|
Sin embargo la
O.I.T. y la Unidad Europea han tratado de sistematizar y de elaborar una
definición propia. La definición de la OIT (1993), hace hincapié en la gestión
contable como uno de los elementos principales de diferenciación entre las PYME
del sector estructurado y del sector no estructurado o informal.
Define las unidades del
sector no estructurado como: Integrantes del sector de negocios domésticos, empresas no constituidas
en sociedades, o empresas de hogares que funcionan en pequeña escala, con una
organización rudimentaria, poca o ninguna distinción entre trabajo y capital, y
las relaciones de empleo, cuando existen, no se basan en acuerdos
contractuales.
Los elementos diferenciadores
del sector estructurado y no estructurado, según la OIT (1993), son:
1. Si está o no
constituida en sociedad de algún tipo (con responsabilidad limitada o
ilimitada).
2. Si lleva o no
una contabilidad completa por escrito.
3. Si el tamaño
está por encima o no de un mínimo, que presupone cierto grado de organización
y estructura estable.
4. Si está o no
registrada de conformidad con la legislación o lo que se aplica a
establecimientos fabriles o de servicios.
De manera que una PYME puede
ser del sector estructurado o no estructurado, en tanto es mas empresa
individual o más empresa societaria. La empresa individual se dirige y gestiona
exclusivamente por la propia fuerza de trabajo y capacidad financiera. En tanto
la empresa societaria se registra, se constituye jurídicamente y lleva
contabilidad escrita.
La Unión Europea centra la
atención en el sector estructurado y define como PYME industriales:
. Pequeña Hasta 50 personas y hasta 7,5 millones
de ECU y patrimonio
inferior a 2 millones de ECU
. Medianas Hasta 250 personas y hasta 20 millones
de ECU y patrimonio
inferior a 10 millones de ECU.
La PYME comercial o de servicio la define
como:
. Pequeña Hasta 20 personas y hasta 1,9 millones
de ECU y patrimonio de 0,7
millones de ECU
. Medianas Hasta 50 personas y hasta 7,5 millones de
ECU y patrimonio de 3,7
millones de ECU
También establece que no
pueden ser propiedad de otras empresas mas grandes en mas de un cuarto de su
capital.
El valor de las ayudas puede
llegar hasta un máximo de 37,5% y 30% respectivamente de las inversiones, las
que se encuentran en áreas de prioridad uno; 20% y 10% para áreas de prioridad
dos; y 10% y 7,5% para otras áreas.
¨
Los criterios o parámetros que se utilizan de manera
flexible para establecer las áreas de prioridad se relacionan con:
·
Sector de la actividad
·
Característica de la producción
·
Zona de ubicación
Las subvenciones pueden cubrir hasta el 30% de los
gastos y fundamentalmente tienen por objeto:
·
Adquisición de bienes, instrumentales y de
tecnología
·
Adquisición de materias primas y productos semi
acabados
·
Creación de centros de servicios comunes
·
Creación de sellos de calidad
·
Promoción
·
Gestión de contabilidad
·
Servicios de consultoría
·
Establecimiento de programas de control de costo
¨
El ámbito de
actuación más frecuente de la PYME es:
·
Producciones muy especializadas como subcontratistas
de la gran empresa
·
Producciones cortas y flexibles
·
Elaboración de productos semi acabados o partes para
la gran empresa
·
Producciones con carácter artesanal
Aunque los datos de América Latina son de la década del 80, se puede
observar que los criterios que se utilizaron en el primer período también son
cuantitativos, de número de personas empleadas, y en algunos casos se incluyen
los cualitativos. De manera que no refleja el estado de desarrollo del país, si
no se recurre a otras informaciones.
Obsérvese los casos de
México, Panamá, Costa Rica, y Argentina.
País
|
Micro
|
Pequeña
|
Mediana
|
México
|
3
(Prom)
|
11
(Prom)
|
57
(Prom)
|
Panamá
|
-
|
de
5 a 30
|
-
|
Costa
Rica
|
-
|
de
5 a 20
|
de
21 a 70
|
Argentina
|
-
|
de
1 a 25
|
de
26 a 200
|
En el itsmo Centroamericano
la PYME estuvo asociada primeramente a la artesanía y en los momentos actuales,
fundamentalmente a la manufactura. La modernización de la empresa en América
Latina no ha alcanzado a todos por igual y ha creado una heterogeneidad
estructural que ha traido como consecuencia una gran diferenciación entre las
empresas. Ha generado yconcentrado el progreso técnico y tecnológico en unas,
que a su vez ha provocado la marginalidad de otras. Las empresas marginales no
resisten el empuje del sector estructurado y pasan a engrosar el sector
informal en forma de PYME.
Aunque esta situación se ha
tratado de mejorar en los últimos años, protegiendo y desarrollando vías para
mejorar la PYME, dicha situación no ha variado sustancialmente, y esta sigue
siendo carácteristica del sector no
estructurado o informal. Así lo refleja la estructura del empleo no agrícola en
la siguiente tabla
CONCEPTO
|
1990
|
1994
|
Sector informal
|
52.1
|
55.7
|
Trab. Cta. Propia
|
24.8
|
26.8
|
Pequeña Empresa
|
20.5
|
22.5
|
Serv. Domésticos
|
6.8
|
6.4
|
|
|
|
Sector formal
|
47.9
|
44.3
|
Sector Público
|
15.5
|
13.6
|
Gran empresa
|
32.4
|
30.7
|
EXPERIENCIAS
Y VALORACION CRITICA
Los cambios tecnológicos y
la reestructuración industrial de los países desarrollados en las décadas del
60 y 70 , y la modernización de las estructuras del Estado, son el marco del
repunte de la PYME. Este podemos considerarlo como el primer período de la
historia reciente. El segundo período también se identifica con los reajustes
económicos de la década del 90. Es en esos momentos em que comienzan a resaltar
más las diferencias de las PYME en los países desarrollados y en vías de
desarrollo.
·
La agudización de la crisis económica, no sólo en
lugares como la América Latina, sino en la propia Europa, particularmente
España, pone de manifiesto que a la par de su finalidad primordial que es la
de generar empleo e ingresos para la mayor parte de la población
económicamente activa, su posición es muy precaria y efímera, por cuanto carece
de la capacidad de supervivencia por falta de modernización gerencial y
técnica, que le es además difícil de adquirir, y no sólo a ésta sino a la gran
industria y a la gran empresa en estos países.
·
Las perspectivas de la PYME de acuerdo a los
escenarios actuales y los problemas que confrontan, en criterio de expertos,
dependen no ya de la respuesta específica de cada una en cada lugar y país,
sino de la concepción y objetivos de la empresa en cada país, y desde luego, de
la situación económica y las políticas económicas y sociales de esos países. En
consecuencia del nivel de integración o complementariedad de la PYME y su
participación activa en la economía..
La PYME representa, no cabe
dudas, intereses para las inversiones de capital y para el empleo, en tanto en
cuanto la gran empresa se ha modernizado, desconcentrado, y se ha convertido en
la empresa ágil y competitiva. Tan es así que representa más del 90% de las
empresas industriales en el conjunto de los países del OCDE, y en América
Latina más del 95%, aunque la mayoría esta ubicada dentro de la economía no
estructurada.
También se ha convertido
ciertamente en oportunidad de empleo, aunque precario y temporal, en otras
palabras constituye un verdadero subempleo, conformando una nueva clase que se
ha venido denominando como "infraclase", es decir, personas sin
acceso al mercado de trabajo y sin protección del Estado; un nuevo fenómeno
consustancial al reajuste económico de buena parte de los países capitalistas
no desarrollados, y en algunos desarrollados también.
Las ventajas principales que
se pueden distinguir y que le ha permitido desarrollarse, insistimos, no sobre
la gran empresa sino en paralelo, son:
1. Agilidad y flexibilidad de
funcionamiento que le da la capacidad de reacción necesaria, siempre y cuando
se haya sumado a la modernización gerencial y técnica.
2. Directivos con alto nivel técnico consustancial
con lo anterior.
3. Mayor adecuación para la competencia local, por la
posibilidad de contacto continuo con los clientes y la ubicación local.
4.
Mayor
vinculación y participación del trabajador a sus actividades.
Los inconvenientes
principales, además de las ventajas que son relativas, son:
1. Presiones de la
gran empresa.
2. Financiamiento
insuficiente.
3. Difícil acceso
a créditos.
4. Poca
información del mercado y contracción del mismo.
5. Mayor costo
para la formación.
6. Imposibilidad
de hacer series de fabricación, por lo que es difícil bajar los costos
unitarios.
7. Difícil alcance
de los parámetros de calidad para la exportación.
Los inconvenientes tratan de
superarse haciendo de subcontratistas para la gran empresa o haciendo acciones
de colaboración entre las PYME. Algunos autores consideran que una política
empresarial y fiscal adecuada, así como información suficiente pudieran
eliminar buena parte de esatos inconvenientes..
Como puede apreciarse, la
situación de las PYME varía de país en pais, de ascuerdo con sus
particularidades económicas y sociales, tratando de paliar la situación aguda
en el empleo, transformándose en fuente de ingresos o desarrollándose como
parte de los nuevos modelos y formas de organización empresarial. Allí donde la
econmía es débil y donde difícilmente se ha introducido la filosofía de la
empresa moderna, presenta muchos problemas y su existencia es temporal. En
otros países, donde hay una integración y cohesión económica, ésta forma de
organización empresarial ha tenido grandes éxitos.
LA
PYME EN CUBA
Para comprender el escenario
actual, resulta importante recordar las características fundamentales y
generales del desarrollo económico, industrial y empresarial en Cuba.
En la década del 50, a la
luz de la escasa influencia del desarrollismo y la industrialización en el
país, apenas la industria azucarera y algunas otras empresas podían considerarse como grandes, con
posibilidades de aprovechar las ventajas
de las economías de escala,
mientras la gran mayoría de las empresas satisfacía la pequeña demanda de un
consumo interno limitado. Es importante tener presente que la situación de las
empresas en la época prerevolucionaria era de bajo nivel técnico y tecnológico, baja productividad y bajos salarios; como ha
ocurrido en otros países de América Latina con las PYME, guardando las distancias en el tiempo.
En las Tablas que aparecen a
continuación puede verse las situaciones entre 1945 y 1954 del tamaño de la
industria no azucarera, en cuyo lapso de tiempo el promedio de obreros por
empresas va disminuyendo, y a mediados de la década del 50, ya más del 80% de
las empresas laboran con una media inferior a la de 1945.
Situación
1945.
No. de Emp.
|
% total. de las Empresas
|
No. total de obreros.
|
Valor medio por Emp.
|
No. de obrero/Emp.
|
1870
|
64.26
|
54007
|
$107.278
|
28.8
|
Fuente: Julian Alienes en “La caracterización de la
economía cubana”, 1950.
Situación
1954.
No. de obreros.
|
No. de Emp.
|
% del total.
|
Hasta 5.
|
830
|
45.1
|
6-10
|
333
|
18.2
|
11-20
|
320
|
17.3
|
21-100
|
250
|
13.6
|
101-250
|
67
|
3.6
|
251-500
|
26
|
1.4
|
más de 500
|
14
|
0.8
|
TOTAL:
|
1840
|
100.0
|
Fuente: Oscar Pino Santos en “El imperialismo
norteamericano en la economía de Cuba”, 1973.
La creación de empresas
grandes (y consecuentemente de establecimientos, fábricas, talleres, unidades)
en la década del 60, pero sobre todo a partir de los 70, fue una reacción ante
el subdesarrollo de la etapa prerevolucionaria..Más claramente, la empresa
grande no surgió por casualidad. La
inclinación hacia la gran empresa (establecimiento, fábrica, taller, unidad)
fue parte de la política organizativa empresarial que comenzó a establecerse
con el primer gran proceso inversionista de la década del 60, y ratificada
sucesivamente en las décadas posteriores.
Si en ese entonces era
necesaria para dar respuesta a las necesidades y estructura de la producción y
del mercado (interno y externo), hoy día parece bastante dudosa. Lo cierto es
que las economías de escala llevadas a cabo con una tipología de empresa, según
los preceptos establecidos, no dieron los resultados esperados, ya que no se
logró ni la satisfacción plena del mercado en crecimiento, ni el incremento de
las exportaciones, y mucho menos los costos que suponía esta práctica. Por
tanto, la política empresarial, y sobre todo del sector industria, respondió a
intenciones y buenos deseos, pero no a resaultados económico-productivos
concretos.
Situación
1962.
No. Trabajadores
|
No. Empresas
|
% del total
|
Hasta 5
|
97
|
8
|
De 6 a 10
|
102
|
9
|
De 11 a 25
|
259
|
22
|
26 a 100
|
532
|
44
|
101 a 250
|
140
|
12
|
251 a500
|
43
|
3
|
Más de 500
|
25
|
2
|
Fuente: Ministerio de
Industrias. Dirección de Trabajo y Salario.1962
Asi, mientras en el mundo, en la década del
70, la evolución de la técnica y de las tecnologías de organización y de
dirección por un lado, y por otro, la situación del mercado, del comercio y la
disposición de las inversiones de capital creaban la tendencia a la
diversificación, en nuestro país, que tenía gran demanda insatisfecha, aparte
los criterios exportadores o de abastecedores en el marco de una integración
económica, se siguió empleando el gigantismo de la empresa
revolucionaria.
Se fue imponiendo, cada vez
con mayor fuerza, a medida que crecían las inversiones, la idea de que lo
grande ofrece más ventajas para producciones y mercados masivos, en cuya
realización participaban, también masivamente, los trabajadores (entiéndase
densidad de empleo), con la idea que era más conveniente para la dirección de
hombres y procesos.
Esta concepción se reforzaba con problemas provenientes desde el
propio momento de la creación de la empresa, “pues resulta muy difícil que funcionen con pocos
trabajadores, debido a la carga fija que representa un amplio grupo de tareas
implantadas en ella”. Prueba de ello es la
situación que presentaba el tamaño de nuestras empresas en la década del 80,
como se muestra en la siguiente. tabla:
Situación
de 1981
Número Trabajadores
|
% Total Emp.
|
% Total trabajadores
|
hasta 1000 trabajadores
|
64
|
46
|
más de 1000 trabajadores
|
36
|
54
|
Fuente: INICT “Diagnóstico nacional de Trabajo por
turnos”. 1981.
Situación
de 1988
Total trabajadores
|
Cantidad de Emp.
|
%
|
hasta 250
|
106
|
12.7
|
251-500
|
171
|
20.5
|
501-750
|
146
|
17.4
|
751-1000
|
89
|
10.6
|
más de 1000
|
324
|
38.8
|
TOTAL:
|
836
|
100.0
|
Producción Mercantil
|
|
|
hasta $ 1MM
|
35
|
6.2
|
1-15 $ MM
|
606
|
74.8
|
15-30 $ MM
|
87
|
12.9
|
más de 30 $ MM
|
34
|
6.1
|
TOTAL:
|
836
|
100.0
|
Fuebte: CEE Anuario Estadístico
1988
Si se tiene en cuenta la
clasificación de la CEPAL, prácticamente todas nuestras empresas son grandes, y por la de los países
desarrollados, el 67% del total caería automáticamente dentro del rango
superior. Mientras en esos países la gran
empresa apenas llega al 30%, y empresas de más de 1000 trabajadores a un 18% en
comparación con el 38.8% en nuestro caso.
Una muestra de 60 empresas
distribuidas en tres grupos de 20 según sus dimensiones, con promedio en cada
rango de 334, 871 y 3 753 trabajadores respectivamente, obtuvo los siguientes
indicadores de eficiencia:
Indicadores por rangos
|
1986
|
1990
|
Costo/peso de producción
|
|
|
Inferior
|
0.86
|
0.90
|
Medio
|
0.91
|
0.96
|
Superior
|
1.07
|
1.07
|
Rendimiento de activo
fijos
|
|
|
Inferior
|
4.25
|
2.83
|
Medio
|
2.56
|
1.26
|
Superior
|
2.26
|
1.42
|
Productividad
|
|
|
Inferior
|
18.26
|
15.10
|
Medio
|
10.89
|
9.42
|
Superior
|
14.32
|
12.16
|
Fuente CEE$ Anuario
Estadístico. 1988
Como resultado del
gigantismo a nivel macreoeconómico “se obtiene la no recuperación de lo
invertido, la incosteabilidad generalizada y la conversión del objetivo en una
verdadera carga para la economía”
La conclusión a que se
arriba es que, en general a mayor tamaño le corresponde una menor eficiencia. Pero, aunque el
criterio numérico es importante y hay
que tenerlo en cuenta, en nuestra situación actual se trata esencialmente de
llegar a criterios cualitativos, a partir de la
adopción de nuevos criterios y conceptos organizativos, que realmente
diferencie y distinga la necesaria multiplicidad de tipos de empresas.
Hasta el presente no se ha
producido una reorganización generalizada de nuestra empresa, que incluya sus funciones, procesos, relaciones y sobre
todo del modo de trabajar, y por tanto
la mayoría de ellas no funciona con los paràmetros ni concepciones de la
empresa de los 90, ni tan siquiera de la
de los 70. Nuestra gran empresa
tampoco funciona (como se pudiera suponer por alguien ajeno a nuestra realidad)
como la gran empresa en países desarrollados, ni la pequeña empresa es la de
esos países, aunque tampoco es la de los subdesarrollados.
Esto se puede hacer
extensivo hoy día, también a las empresas de “nuevo tipo” o de la economía
emergente, que si en un primer momento se guardaron del sobredimensionamiento,
poco a poco van por el mismo
camino. De manera que hoy ya podemos
encontrar Corporaciones y Asociaciones que son prácticamente Ministerios y sus
Empresas que vuelven con grandes aparatos administrativos, talleres y unidades
de servicio sobredimensionadas .
Ello se debe a que, con el
propósito de garantizar su producto final, las empresas siguen asumiendo n
otras funciones colaterales, como suelen ser la producción y recuperación de
piezas, la transportación de sus insumos y sus productos, etc. En la práctica
esto puede conspirar contra su eficiencia y competitividad, pues esas funciones
colaterales se ejecutan buscando su autosuficiencia como paliativo a las
deficiencias de la cooperación interempresarial. más que una verdadera eficiencia
en esas actividades.
Es por eso que resulta de
gran importancia (re)definir la tipología y formas de funcionamiento de nuestra
empresa, de cualquier sector y tipo, para llevar a cabo con eficiencia el
proceso de redimensionamiento empresarial. Por ello, sin un verdadero cambio en la concepción organizativa de la empresa, el
proceso actual de redimensionamiento no tendría mayor efecto, y al poco tiempo
se volvería al sobredimensionamiento de la empresa. No se trata de anteponer lo conceptual a la
práctica, sino que difícilmente se podrán concretar propuestas correctas, sin
la necesaria claridad de qué se quiere y cómo se quiere.
A los problemas
tecnológicos, organizativos, de recursos humanos y de dirección, se han venido
sumando en el último tiempo los nuevos problemas de financiamiento y de
mercado.
Los llamados factores
restrictivos actuales de "tecnología, capital y mercado" con la
reestructuración económica e industrial, deben superar las debilidades de los
comportamientos organizacionales, para tener mayor capacidad de reacción,
asimilación y respuesta necesarias.
De manera que nuestro
escenario actual está conformado por: la contracción en los niveles de
producción, el estancamiento en la creación de puestos de trabajo nuevos, la
disminución de las inversiones y decrecimiento de las capacidades productivas
en nuevas actividades, bienes de capital en su mayoría poco o no competitivos a
nivel internacional, todo lo cual hace imprescindible realizar de manera
paulatina y gradual la reestructuración económica.
Hoy, como parte del proceso
de reorganización de nuestra empresa, es necesario entender que si esta es más
una dimensión económica (donde se conjugan los factores humanos, materiales y
financieros, organizados y coordinados con el objetivo de obtener bienes o
servicios planificados o solicitados por el mercado, así como el máximo de
beneficios posibles) y el establecimiento, fábrica, taller o unidad son más
dimensiones o conceptos técnicos más que económicos, mediante los cuales opera
la empresa, es porque ambas dimensiones no se hasn articulado adecuadamente.
Sin embargo, el proceso de
perfeccionamiento empresarial no se ha detenido en los últimos tiempos,
centrándose en el redimensionamiento de las capaciades productivas, lo uqe ha
dado lugar al inicio de una tendencia a la reducción cuantitativa del tamaño de las empresas. Ello se refleja
en las tablas que aparecen a continuación.
Distribución
de las Empresas Estatales por Número de Trabajadores (%)
Subordinación
Nacional
Año
|
De 1-200
|
201-500
|
501-1000
|
Más de 1000
|
1993
|
8.5
|
21.5
|
22.4
|
47.5
|
1995
|
20.1
|
28.4
|
25.4
|
26.0
|
Subordinación
Local
|
|
Año
|
De 1-200
|
201-500
|
501-1000
|
Más de 1000
|
1993
|
11-9
|
32.0
|
31.7
|
24.4
|
1995
|
17.0
|
37.5
|
24.6
|
20.9
|
Como puede observarse, en
breve tiempo se ha producido un crecimiento considerable de las empresas de
subordinación nacional que han reducido su tamaño, mientras que las empresas de
subordinación local, contradictoriamente, reflejan cambios cuantitativos muy
inferiores, manteniendo prácticamente el
mismo tamaño. lo que es paradójico con el comportamiento que debían presentar,
ya que por sus características propias
debían mostrar una mayor tendencia hacia su reducción.
No obstante el esfuerzo
realizado, en los rangos superiores de más de 500 trabajadores se encuentra más
del 50% de las empresas de subordinación nacional y más del 45% de las empresas
de subordinación local.
Por todo ello, es importante
definir el papel que le corresponde a la PYME en el contexto de la estrategia
de reestructuración económica y empresarial, de modernización empres<rial y
de gestión.
La PYME debe significar
prioritariamente fortalecer la empresa estatal, y
abrir un espacio mayor para el establecimiento de otro tipo de empresa, incluso
otro tipo de propiedad, de acuerdo con la diversificación de los
actores en nuestra economía.. Más claramente, debe significar fortalecer el
sector estructurado, sin desestimar ni desestimular el potencial de la Empresa
Cooperativa y Privada ni del Trabajo por Cuenta Propia, que pudiera
identificarse con la microempresa..
En los momentos actuales con
la nueva regulación se establece prácticamente la base que permite el
desarrollo paulatino del Cuenta Propia en microempresas del sector estructurado
con la ayuda de trabajo familiar. Sin embargo, subsisten limitaciones que le
permitan su integración a la economía nacional.
Se trata de enfocar el problema integrando y
articulando estas modalidades a la economía nacional, en la cual la empresa estatal
tenga la capacidad de asimilación de estas nuevas formas.
En estas condiciones la PYME
debe representar un instrumento de aplicación selectivo y dirigido para llevar
a cabo el redimensionamiento y la reorganización empresarial. Es una
alternativa para salir de la hipertrofia empresarial que tenemos. Su ventaja
principal se basa en la organización y estructura de sus proporciones, que le
permite una capacidad de adaptación a las necesidades del medio,
incomparablemente mayor que a las empresas grandes.
Como parte de la
reorganización empresarial, que implica una nueve gestión, es importante
realizar análisis cualitativos para arribar a decisiones en cada caso concreto.
Se trata de decidir casuísticamente si es más conveniente simplificar los
procesos a sólo la fabricación, lo cual
implica un menor número de trabajadores y elevar la productividad, o por el
contrario, conviene integrar horizontalmente
los procesos de fabricación, servicios y comercialización, lo cual puede
implicar mayor número de trabajadores, si no se efectúa un redimensionamiento de las capacidades
productivas.
De manera que la
reorganización empresarial debe pasar necesariamente por una mayor
operacionalidad de la empresa. Es decir, de sus partes organizativas. y de
separar en caso necesario, las actividades básicas de las colaterales. La falta de operatividad
constituye un freno a la implantación de la PYME.
No se trata de que por el
proceso de redimensionamiento solamente se reduzca el rango superior, de más de
500 trabajadores por ejemplo en un 30-40%.
Se trata de que la condición para producir el redimensionamiento debe
ser la adopción práctica de criterios y
concepciones de los modelos organizativos realmente nuevos, para una nueva
empresa, que actúe bajo una nueva dirección y con una nueva gestión
empresarial.
En la esfera de la dirección
y la organización, más que reducir los eslabones administrativos de dirección,
se debe de sustituir la dirección administrativa por la dirección
económica. Esto implica cambios cuantitativos y cualitativos de los niveles
jerárquicos, puesto que deben cambiar las atribuciones y responsabilidades de
los distintos niveles, en la dirección y la gestión de las empresas, y
trabajar no sólo las estructuras organizativas sino también una organización
diferente de los procesos..
Evidentemente habría que
reformular el papel de los organismos centrales en relación a las empresas de
su competencia, puesto que con autogestión descentralizada, o una
descentralización regulada, que brinde mayor autonomía a la empresa, no se
podrían ejercer funciones y facultades como hoy día en todo lo relativo a
normas, procedimientos y principios metodológicos; de investigación y
experimento; la planificación y la
asignación de recursos.
Un papel preponderante
debería corresponderle a la empresa en lo relacionado con la adquisición de sus
capacidades para el desarrollo de los productos, el perfeccionamiento de estos,
y las implicaciones que ello tiene para los procesos y su organización; en su
capacidad para adquirir la calidad necesaria, en el diseño del producto; en la adquisición e implantación de los
sistemas de telecomunicaciones y transportes tan vitales para una empresa hoy
día. Todos estos factores influyen y
deciden en la competitividad de la empresa.
Las funciones asociadas con
el producto, con el mercado, con los servicios, con el desarrollo e
investigación, hoy dìa tan relacionados con el costo y la gestión empresarial,
no pueden estar alejadas las decisiones de la empresa.
Por
lo tanto, nuestra empresa tiene la urgente necesidad de ser: más pequeña y con
mayor autonomía, con menos niveles jerárquicos, y con la actividad
económico-financiera descentralizada, que permita un control más eficiente del
hecho económico, dotada de personal competente y comprometido, orientada a la
diferenciación y calidad de sus
productos, y más receptiva a las innovaciones.
La concepción organizativa
empresarial más efectiva pasa también por el sistema de control y la
responsabilidad de cada unidad organizativa. Si desde hace años se reconoce que
uno de los principales problemas es el descontrol económico, no precisamente
por falta de diseño técnico, es porque en el gigantismo existente y la
dirección verticalista, se perdió el concepto de autoresponsabilidad, que debe
ser restablecido sin falta.
¨
De manera que nuestro escenario actual está
conformado por: la contracción en los niveles de producción, el estancamiento
en la creación de puestos de trabajo nuevos, la disminución de las inversiones
y decrecimiento de las capacidades productivas en nuevas actividades, bienes de
capital en su mayoría poco o no competitivos a nivel internacional, todo lo
cual hace imprescindible realizar de manera paulatina y gradual la
reestructuración económica.
¨
Los llamados factores restrictivos actuales de "tecnología, capital y mercado"
con la reestructuración económica e industrial, deben superar las debilidades
macroeconómicas, para tener mayor capacidad de reacción, asimilación y
respuesta necesarias.
Como parte integral de este
proceso, es posible y necesario considerar la ubicación de la PYME, en un plan
coherente como parte de un enfoque estructural macroeconómico, que les
posibilite crear y mantener un espacio económico y social.
¨
Dos justificaciones de orden social tienen la PYME
para nosotros: mayor adaptabilidad para absorber mano de obra y crear puestos
de trabajo de bajo costo; y brinda una base útil para el desarrollo de recursos
comunitario y regionales, que posibilita un aumento de la oferta de productos.
¨
Tres justificaciones de orden económico: utilización
mas eficaz del capital disponible; movilidad de utilización de capital escaso
creado a partir de la promulgación de medidas recientes; la producción de
bienes y servicios a partir fundamentalmente de insumos nacionales, concepto
éste básico para la definición de una política y su consiguiente
instrumentación que no redunde en el incremento de nuestra dependencia externa
de insumos productivos, con el propósito de no repetir una experiencia negativa
del proceso inversionista anterior y el completamiento de las actividades
industriales mas complejas.
Para la creación de la PYME
de acuerdo a las características de nuestro proceso actual y las medidas que se
vienen aplicando, y teniendo muy en cuenta los principios ideológicos
fundamentales, así como de las políticas social y económica del país, y la imperiosa necesidad de alcanzar niveles
de eficiencia y eficacia que hagan de nuestro sector productivo un sector
competitivo, es conveniente y factible pensar y desarrollar tres tipos o
modalidad de PYME, en donde la Modalidad 1 debe ocupar el mayor espacio y de
mayor importancia en estos momentos:
Modalidad
1: PYME estatal (Sector
estructurado, como vía para la descentralización y desconcentración de la gran
empresa).
Modalidad
2: PYME
cooperativas (u otro tipo de asociación para el sector
estructurado).
Modalidad
3: Microempresas
o pequeñas empresas (sector no estructurado, empresa individual o
privada a partir del cuenta propia).
¨
Las condiciones necesarias para la creación,
introducción y desarrollo del sector de la PYME son prácticamente las mismas
que las que se necesitan en la actualidad para que sigan existiendo y
perfeccionándose en otros países, pero con un agravante en relación sobre todo
a los países desarrollados: nuestra eficiencia empresarial.
¨
Ni se trata de cliché de moda, porque de moda
estaban años atrás, ni de hiperbolizar su importancia y pensar que las
experiencias altamente positivas casuísticas, por el mero hecho de introducirse
en la práctica, van a generar resultados espectaculares y a corto plazo.
¨
Las adecuaciones que actualmente habría que comenzar
a hacer son realmente muchas. Si se quiere que todo el sector funcione y se
integre cohesionadamente a la economía nacional, habría que desplegar todos los
mecanismos, muchos de los cuales están aun inéditos entre nosotros.
Primeramente, es necesaria
la creación de un marco institucional
que atienda las necesidades del sector, que no termina con la elaboración de la
legislación y reglamentación necesaria.
Sería necesaria también la
reestructuración de las relaciones de mercado de productos, y del mercado de
trabajo, discusiones aún a nivel teórico y conceptual en cuanto a las vías y
formas más convenientes de llevarlo a cabo.
¨
La disciplina
fiscal tributaria y crediticia habría que fortalecerla al máximo,
pues de no hacerlo no solo daría vida limitada al sector, sino no incentivaría
la inversión directa extranjera que pudiera ser muy importante para un segmento
del sector. Habría que valorar la introducción de figuras como: pago o
contribución a cargas sociales de acuerdo al volumen de ventas, o incentivos
para la deducción del impuesto a partir de niveles de facturación superiores, y
otros estímulos para la reinversión y la formación profesional.
¨
En la esfera de
los créditos, que se reconoce internacionalmente como la esfera de mayores
problemas, está prácticamente todo por hacer (hay que recordar que se está
hablando de empresas de diferente tipo, que incluye la estatal y la privada del
sector estructurado), tales como: para líneas de financiamiento con diferentes
objetivos (desde la adquisición de tecnología y bienes, pasando por materia
prima, hasta gestión y exportación) pero con un fin común; el fortalecimiento
de las existentes y la creación de nuevas empresas; creación de un fondo de
garantía; beneficios en los plazos de amortización de acuerdo al tipo de
empresa y actividad que realiza, entre otros.
¨
Creación de
modalidades asociativas para la organización de servicios comunes a agrupaciones
de las PYME, en aspectos relacionados con la técnica y tecnología, organización
y gestión, que a su vez pueden ser un tipo de PYME dentro de las modalidades
propuestas.
¨
En la esfera de
los recursos humanos debían adoptarse métodos y técnicas adaptadas a las
características de la PYME. Esto significa que, luego de hacer nuestra la
filosofía de la gestión integral en la empresa que aún está por convertirse en
tendencia, significa hacer programas de formación, que es un elemento decisivo,
y ejecutarlo en cada PYME según su necesidad y no fuera e independiente de las
mismas. Esto no quiere decir que no haya líneas que se puedan atender de esta
forma, básicamente relacionadas con la dirección de la PYME.
Se pueden resumir las
condiciones necesarias analizando lo que se consideran las amenazas y
oportunidades principales, para conocer las posibilidades actuales y sobre todo
las vías a seguir para introducir la PYME y desarrollarlas.
AMENAZAS:
Tecnología utilizada.
Para un segmento industrial,
sobre todo con vistas a la exportación, es factor determinante, pues hoy día es
difícil lograr productos competitivos sin tecnología apropiada que influye en
el proceso de producción y la calidad del producto.
Fuentes energéticas.
Por las características
actuales de nuestra gran empresa, estas pueden trasladarse como tendencia a la
PYME, y tornar más critica la situación. Es necesaria una PYME de bajo gasto
energético.
Materias primas.
La obtención, procesamiento
en escala apropiada, los precios, y las necesidades y posibilidades de la PYME,
hace necesario en asociaciones o agrupaciones para paliar la situación de
disponibilidad del país. Necesidad de crear vías y mecanismos apropiados.
Infraestructura.
Necesidad urgente de mejorar
en primer lugar la infraestructura física existente.
Mercado Internacional.
Por la posición actual del y
en el mercado internacional, la situación tecnológica interna y las exigencias,
hay que potenciar las ventajas de la PYME para el mercado internacional, al
margen de la dependencia de la PYME con el mercado local y nacional.
Dirección y organización.
Con la insuficiencia del
grado alcanzado es necesario intensificar los esfuerzos por desarrollar esta
esfera según las necesidades de los modelos que se quieren adoptar. Es
fundamental para las actividades industriales.
Control e información
contable y financiera.
En fase organizativa
incipiente, hace imprescindible alcanzar una disciplina estricta, inviolable y
sin excepciones.
OPORTUNIDADES
La riqueza material representada
fundamentalmente por los recursos humanos que pueden y deben potenciarse y dar
ventajas competitivas a corto plazo, si se adoptan políticas y sistemas
apropiados al desarrollo de los mismos.
Todos estos factores son
dados en un contexto macroeconómico y social en cambio, pero estable, que no
sufre presiones socioeconómicas del sector empresarial privado como en otros
países.
Es necesario subrayar que:
La PYME es un factor activador
de la nueva gestión empresarial.
Premisas para la introducción y desarrollo de la PYME en Cuba
El problema de la PYME, su introducción y
desarrollo en nuestras condiciones actuales, va más allá de la adopción de una
política y tácticas parciales y fragmentadas, por lo que para alcanzar la
integralidad de conjunto con las empresas estatales, y los máximos resultados
posibles, será necesario considerar:
Primero: A nivel
de políticas, la adopción de disposiciones y regulaciones que propendan al
desarrollo de diferentes formas de PYME.
Segundo: Adopción
de estrategias de acción para la introducción y desarrollo de las PYME como
parte integrante de la reestructuración económica.
Tercero: Adopción
de lineamientos táctico-operativos para la elaboración de programas de apoyo
institucionalizado especializado.