Lic. Ismael Zuaznabar Morales guarairarepano1@yahoo.es
Caracas Venezuela 31 de agosto de
2017
En el mundo moderno
es humanamente imposible obtener/seguir/analizar/emplear
toda la información que se genera sobre casi todos los temas y de ahí la
importancia de poder discernir que utilizar y que no, en los tiempos de
urgencia y constante cambio con que se vive hoy, recordando que desde el
momento en que se detecta un problema o se recibe una tarea hasta que se
soluciona quizás tomemos la mejor decisión, pero también puede ocurrir que no
se tome sobre la información necesaria y de ahí la necesidad de lograr una
mejor gestión/socialización/empleo
de la información, para utilizar la que realmente
sirva para la toma de decisiones .
Ello es
más importante aun en las empresas si son estas las que responsablemente deben
decidir qué hacer para cumplir sus compromiso sociales y con el Estado y lograr
cuando mínimo condiciones de costeabilidad y de optimo la situación de reproducción
ampliadas y aportes al presupuesto nacional.
A seguir
un interesante artículo que trata de los estilos directivos en el manejo de la información.
Los cuatro
estilos directivos
Andrés
Muñoz Barrios
Diario de Sevilla España. 2017. Agosto 8 http://queaprendemoshoy.com/profile/andrew
La mejor
decisión, la más acertada, suele ser aquella que se toma en base a una mejor
información sobre los hechos objeto de dicha decisión.
Por ello, a
pesar de que se han escrito centenares de artículos académicos, libros y
ensayos sobre la función directiva empresarial, resulta sorprendente comprobar
que pocas veces se ha estudiado la tarea directiva en función del nivel de
información en que se asienta la toma de decisiones.
Lo que voy a
exponer en este ensayo es una teoría que clasifica los estilos directivos en
función del nivel de información que tienden a utilizar los directivos en su
función.
Estilo Directivo.
En primer lugar
debo definir lo que aquí voy a denominar como “estilo directivo”:
·
El “estilo” es
el modo, forma o manera de hacer algo.
·
Y el término
“directivo” se refiere a la función de dirigir o gestionar ejercida por parte
de una persona.
·
A esta persona
que ejerce la función de dirección se la denomina por igualación a la propia
función, es decir, como un directivo.
Así todo ello, el
estilo directivo sería la forma o modo en que los directivos realizan su
función de dirección.
Categorías.
Por tanto lo
que pretendo es categorizar los diferentes modos o formas en que un directivo
puede llevar a cabo su trabajo en función del nivel de información que implican
o fundamentan sus decisiones.
Las variables de clasificación.
Dirigir supone
tomar decisiones, y las decisiones pueden tomarse básicamente en función de dos
variables:
·
Los datos. La toma de decisiones en función de los datos supone realizar un
análisis de los mismos, y determinar un diagnóstico a partir del resultado de
dicho análisis. Si no se utilizan los datos para tomar decisiones, la decisión
estará basada en la opinión del directivo, que puede ser más o menos informada
y con criterio suficiente, pero no se fundamentaría desde luego en un análisis
formal de datos.
·
El conocimiento e implicación directa del negocio. La toma de decisiones en base a un
profundo conocimiento del negocio implica un alto grado de implicación del
directivo en cada detalle de los procesos y los productos. Si no existe este
conocimiento directo, las decisiones se fundamentarán en un conocimiento
genérico e indirecto de los detalles del proceso de negocio y de los productos
o servicios de la compañía.
Matriz de clasificación.
Voy a construir
por tanto las categorías de estilos directivos a partir del cruce de estas dos
variables:
1. La influencia del análisis de
datos en la toma de decisiones.
- Los directivos pueden basar sus decisiones
basándose en el análisis de datos en mayor o menor medida. En tanto que
los datos y su análisis tiene un menor peso en los motivos que fundamentan
su decisión, ésta se basará en mayor medida en su propia intuición o
conocimiento personal. Por el contrario, cuanto más fundamentada esté su
decisión en base al estudio y análisis de los datos disponibles, menos
intuitiva y más racional tenderá a ser la misma.
2. El grado de conocimiento e
involucración en el negocio.
- Los directivos pueden conocer cada pequeño detalle de su negocio; o bien abstraerse de los detalles, y mantenerse al margen de los elementos concretos del negocio, por considerar que deben elevarse y concentrar su esfuerzo en la estrategia.
Si creamos una matriz que cruce ambas variables obtendremos las cuatro
intersecciones a las que da lugar, siendo cada una de ellas un estilo directivo
determinado, que denominaremos por un número del 1 al 4.
Veamos ahora el
detalle de cada uno de ellos, comenzando por el que hemos considerado el peor
estilo directivo, y subiendo hasta el estilo 1.
Estilo 1: Toma de decisiones basada en el análisis de datos y en un gran
conocimiento del negocio.
Estilo 2: Toma de
decisiones basa en el análisis de datos desde una perspectiva alejada de los
detalles concretos del negocio.
Estilo 3: Toma de
decisiones sin análisis de datos, y desde un gran conocimiento de cada detalle
del negocio.
Estilo 4: Toma de
decisiones sin análisis de datos, y sin un conocimiento exhaustivo del negocio.
Partiendo de la
premisa de que la mejor toma de decisiones es la que tiene en cuenta un mayor
conocimiento del negocio, así como un mejor análisis de datos, podemos ordenar
los estilos directivos descritos, siendo el 1 el estilo más deseable y el 4 el
estilo directivo menos deseable.
Estilo 4: Toma de decisiones sin análisis de datos,
y sin un conocimiento exhaustivo del negocio.
Este estilo es
propio de los directivos menos informados, aquellos que se limitan a opinar a
la hora de dirigir, y que además no conocen su negocio. ¿Cómo han llegado este
tipo de personas a ser directivos? Pues por ejemplo por estar puestos a dedo en
su función, como en el caso de los políticos que ocupan cargos de libre
designación en empresas públicas o participadas por la Administración central,
autonómica o local. Otro ejemplo sería el de los que han heredado el negocio, o
han sido designados por amistad o afiliación por parte de los propietarios o de
otros directivos con suficiente poder para ello.
Estilo 3: Toma de decisiones sin análisis de datos, y
desde un gran conocimiento de cada detalle del negocio.
Este estilo es
propio de los directivos que fundamentan sus decisiones en un alto grado de
conocimiento e implicación personal en los procesos y elementos del negocio,
sin realizar análisis de datos que fundamente la decisión.
Suele ser el
caso de los pequeños y medianos empresarios, que han creado desde cero su
negocio, o llevan muchos años trabajando en él, y conocen cada detalle de las
ventas, los clientes, los productos, la fabricación, la negociación con
proveedores, los empleados en plantilla, los recursos materiales, etc… En este
caso puede tener poca importancia el fundamentar con análisis de datos cada una
de las decisiones que toma el directivo, dado que su alto grado de conocimiento
del negocio ya implica el conocimiento de los principales datos a tener en
cuenta, lo cual además es más factible cuanto menor es la dimensión o escala
del negocio.
Estilo 2: Toma de decisiones basa en el análisis de
datos desde una perspectiva alejada de los detalles concretos del negocio.
Este estilo es
propio de los directivos que realizan un profundo análisis de datos que dé
soporte a la toma de decisiones, pero desde una perspectiva alejada del “día a
día” del negocio.
El directivo de
Estilo 2 vive abstraído de los pormenores de su negocio, y considera que su
labor es más elevada y debe centrarse en la estrategia. Desde su razonamiento,
inmiscuirse en los detalles del negocio supondría una pérdida de tiempo y
recursos, pues considera que su labor está por encima de todo ello.
Y no es él
directamente quien realiza el análisis de datos, sino que su equipo le presenta
el resultado del análisis para que él pueda decidir a la luz de todo ello.
Es un estilo
propio de la alta dirección de las grandes empresas, donde se toman decisiones
que implican a procesos de negocio de amplio espectro (miles de empleados,
millones de clientes, millones de accionistas, miles de millones de
facturación, etc.…).
Este tipo de
puestos directivos tienen a ocuparse cada vez más por profesionales que
provienen del mundo de la consultoría y la auditoría, acostumbrados al análisis
de datos, el razonamiento lógico y el pensamiento estratégico. Dado que suelen
haber hecho carrera como analistas y más tarde jefes de equipo de consultoría,
estudiando negocios ajenos y proponiendo soluciones para sus clientes en base
al resultado de los análisis de datos, el pasar a posiciones directivas les
resulta relativamente sencillo: pasan a ocupar el puesto que antes ocupaba su
cliente, dado que sus interlocutores son directivos de la empresa cliente que
toman decisiones en base a las recomendaciones del consultor.
Sin embargo, al
no adentrarse en los detalles del negocio que dirigen (porque están elevados en
la estrategia) y no haber hecho carrera desde las posiciones funcionales o
ejecutivas del negocio (dado que no han escalado desde dentro de la industria,
sino desde fuera, en empresas de consultoría o auditoría que asesoran a la
industria) su grado de conocimiento del negocio es lejano: no conocen al
detalle los productos y servicios que vende su propia compañía, nunca han
atendido personalmente las necesidades de un cliente de su empresa, no
entienden el funcionamiento de los procesos productivos de sus fábricas o
instalaciones, etc…
La falta de
apego al negocio de estos directivos suele ser compensada por un equipo
ejecutivo que intenta transmitir este conocimiento mediante informes y
análisis, pero resulta difícil que el alto directivo pueda “sentir” el negocio
en primera persona a través de informes de terceros.
Por lo
expuesto, este tipo de directivo profesional no tendría el mayor grado posible
de conocimiento en la toma de decisiones.
Además también
es destacable el hecho de que el perfil consultor, muy analítico y de
pensamiento lógico, raramente innova o inventa sobre el negocio actual, y ello
porque este tipo de razonamiento es muy efectivo y potente, pero se limita a
estudiar los datos de lo que pasa y ha pasado, y no a “inventar” nuevas formas
de hacer que las cosas sucedan de forma distinta.
Estilo 1: Toma de decisiones basada en el análisis de
datos y desde un gran conocimiento del negocio.
Este tipo de
directivos tienen en cuenta el análisis de datos, de la misma forma que los
directivos del Estilo 2, pero se distinguen en su profundo conocimiento de su
negocio, su mercado y su industria.
Es decir,
conocen cada detalle de sus productos, sus clientes, su llegada al mercado, sus
procesos productivos, y en definitiva de su negocio.
Este mayor
conocimiento de los procesos tiende a tener su origen en que suelen haber hecho
carrera en la propia empresa, o bien en otras compañías del mismo sector.
Especialmente en puestos de primera línea de negocio, fabricando y vendiendo.
También es un tipo de estilo directivo propio de los empresarios que han
fundado una empresa que con su esfuerzo y visión ha llegado a convertirse en
una gran empresa, y por tanto conocen el negocio desde abajo y en profundidad,
dado que han sido ellos quienes lo han construido.
Este podría ser el caso de famosos empresarios
como Amancio Ortega (Inditex), Juan Roig (Mercadona), Gabriel Escarrel (Sol
Melia), Steve Jobs (Apple), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Facebook),
Ingvar Kamprad (Ikea), Sam Walton (Wallmart), Bill Gates (Microsoft), Ray Krock
(Mc Donalds), Larry Page y Serguei Brin (Google), Warren Buffet (Berkshire
Hathaway), H.D. Sanders (KFC), Kiichiro Toyoda (Toyota), Jack Ma (Alibaba), etc.…
Este tipo de
directivos suele visitar de forma asidua sus fábricas, tiendas, hoteles de su
cadena, restaurantes de su compañía, supermercados de su empresa, o en general
puntos de servicio a sus clientes, y tienden a conocer cada detalle de los
productos y servicios que comercializan.
Intentan
mantenerse muy pegados por tanto a lo que Jan Carlzon denominaba “el momento de
la verdad”, que no es sino la primera línea de atención al cliente, al
proveedor, al empleado de base y a los procesos de fabricación.
Por ello tienen
una opinión muy cualificada a la hora de tomar decisiones, que no obstante
deben reforzar con el estudio y análisis de datos, dado que en un momento
determinado el negocio llega a tener una gran escala (miles de tiendas, miles de
empleados,
Este estilo directivo es el más completo, y de mayor visión de negocio.
Requiere una alta implicación del directivo, y permite tomar decisiones con el
mayor conocimiento e información posibles, y desde una perspectiva realista y
centrada en el negocio.
Además permite al directivo ser más
innovador, e inventar nuevas fórmulas que no se basen solo en los datos
existentes, sino en imaginar nuevos procesos, productos y formas de llegar al
cliente.