He leído el
artículo de referencia en el que el autor sintetiza y comenta lo escrito por el
compañero Pedro Monreal y por mí, en dos trabajos recientemente publicados que
tratan sobre la búsqueda de la estabilidad económica en nuestro país y de los
pasos secuenciales a dar para una implementación lo más eficiente y rápida
posible del modelo económico social en proceso.
Por lo general no
respondo a comentarios, sobre mis trabajos o mi persona, que considere
irrespetuosos y escritos en lenguaje que entienda no tienen la altura
profesional y polémica que corresponde.
Este artículo de García Valdés, como acertadamente señala en un muy
reciente comentario suyo el compañero July Carranza, adolece de estas faltas
fundamentalmente en lo relacionado con el compañero Pedro Monreal.
No obstante, al
observar que se trata de un Profesor de la Escuela Superior del Partido Ñico
López, a la que me unen fuertes lazos históricos y afectivos (fui alumno de su
primer curso de diciembre de 1960 a junio de 1961, a través de ella fui enviado
a estudiar a la antigua Unión Soviética y, al regreso, fui profesor y Jefe de Cátedra en la misma entre 1965 y 1970), y extrañado de que tal comportamiento
provenga de un miembro del actual claustro de dicha escuela, me decidí a
responder a parte de lo planteado por el articulista, principalmente en lo que
atañe a las ideas y propuestas expresadas en el trabajo mío que son comentadas
por él. Dejo al compañero Monreal la decisión de responder a lo que a él toca,
si así lo entiende oportuno.
En primer lugar, me
hubiera parecido más acertado que García Valdés hubiese puesto a su artículo el
título de ¨Dos hombres en dialogo
(cuando más en debate) y el modelo
económico en la mira¨.
Los ya varios
intercambios de criterios y discrepancias entre Monreal y yo en los últimos
meses no creo que en ningún momento puedan calificarse como pugna, en la acepción que conozco tiene
esta palabra en español.
Para avalar como
más adecuado el título que propongo, voy a recurrir al propio García Valdés
citando párrafos finales de su segundo post del epígrafe que titula ¨Un
veredicto casi final¨.
Allí escribe: ¨No hay que levantar la mano a uno de los púgiles de pensamiento. El
ganador es el debate, la polémica conceptual, la economía política cubana. Es
más, pienso que los más favorecidos son los dirigentes de la economía cubana,
los que están comprometidos con la implantación de la concepción y la política
económica para actualizar el Modelo¨.
Y continua mas
adelante García Valdés expresando: ¨Son
trabajos no solo importantes para los hacedores de política económica sino para
la ciencia y la docencia¨. Por
ultimo cierra el post diciéndonos a Monreal y a mí, que ¨es más importante lo que escribieron que ustedes mismos¨.
Agradezco a García
Valdés, por lo que a mi respecta, esta valoración final de los trabajos de
Monreal y mío. Ojalá que dicha apreciación y estos criterios hubiesen
impregnado toda la exposición y argumentación de sus comentarios, por más
críticos y discrepantes que estos fueren.
Lamentablemente no
borran el desafortunado desarrollo y lenguaje irrespetuoso, con pretensiones
descalificatorias, que usa a lo largo de sus post. Cuando más manifiestan una
contradicción consigo mismo.
Como se pone en
evidencia cuando, también en esta parte final, dice textualmente con todo
acierto: ¨Considero que en lugar de ir
tras el hombre que está detrás de la propuesta, es más constructivo ir tras la
propuesta que está delante del hombre¨.
Sin embargo, se
pasa todo el tiempo a lo largo del primer post y también de la mayor parte del
segundo yendo tras el hombre y no de la propuesta, enfatizado esto en el caso
del compañero Monreal.
Contradictorias y
no claras son algunas otras partes de sus observaciones.
Comienza su primer
post planteando que su primera observación critica se refiere ¨a los dos
postulantes¨. Esta primera observación, que
resulta un poco confusa en lo que nos critica, la refiere a que ninguno de los
dos reconocemos que nuestras propuestas ya aparecen en los documentos aprobados
en el VII Congreso y no son originales poniendo como ejemplo lo relativo al
tema de la eliminación de la dualidad monetaria y nos reprocha que ¨no
demostramos que lo aprobado y concebido no funciona¨. Más adelante personalmente
me critica que al hablar de las Reformas de Salarios y de Precios no diga que
son dos cuestiones reconocidas y plasmadas de alguna forma en los documentos
partidistas.
Concluye esta
primera observación afirmando que ¨En
realidad los dos han concebido propuestas en solitario a espaldas de los
Lineamientos, de la Conceptualización y de otros documentos¨.
Cuando se ve
precisado a reconocer que yo planteo textualmente en mi trabajo, que ¨considero las propuestas que hago
cobijadas bajo la visión y conceptos programáticos planteados en el documento
de la Conceptualización¨, me acusa, con total subjetivismo, de que ¨se trata más bien de una declaración de fe
que de una verdad¨, por tanto, me acusa de hipócrita y mentiroso.
Cuando cita lo que
digo a renglón seguido en mi carta a Monreal acerca de sus propuestas y expreso
que ¨Entiendo que las tuyas también lo
están¨, García Valdés hace la siguiente observación critica: ¨O Humberto quiere congraciarse con Monreal
o no ha entendido lo que este pretende y propone. Una tercera posibilidad es
que Humberto Pérez coincida con Monreal en cuanto al objetivo final de su
proyecto cuasi neoliberal¨. Y añade que, por el momento, va a considerar como válidas las dos
primeras posibles variantes y a descartar la última. Quiere decir que con la
tercera solo me concede por el momento con
gran benevolencia el beneficio de la duda.
No creo difícil
deducir que García Valdés, me está acusando en esta ocasión, por lo menos, de
adulón e hipócrita sin la suficiente valentía moral para decirle a Monreal lo
que pienso, o de un ingenuo e ignorante incapaz de entender los ¨perversos¨
propósitos de Monreal. Y no descarta, nada más que por el momento, la posibilidad de que yo sea, al igual que Monreal,
un cuasi neo liberal enmascarando, demagógica, oportunista e hipócritamente,
mis verdaderas ideas y propósitos.
Estas afirmaciones
e insinuaciones, no puedo dejar de considerarlas si no como ofensivas e
inadmisibles.
Más adelante, y en
contradicción con lo expresado antes, García Valdés, y refiriéndose al tema de
la propiedad estatal, reconoce que ¨La
propuesta de Humberto Pérez se ajusta en esencia al espíritu de la
Conceptualización, de los Lineamientos y del informe al VII Congreso¨.
Por ultimo quiero referirme a lo que me
relaciona con el compañero Monreal al que, aunque no puedo considerar mi amigo íntimo,
si lo conozco desde hace muchos años, lo considero un muy capacitado
profesional e intelectualmente, honesto y valiente hasta la audacia y riesgos
que muy pocos están dispuestos a enfrentar, lo que me hace admirarlo además de
respetarlo, y con una posición política actual ( y me arriesgo a estar
equivocado) revolucionaria no solo en la formal, dogmática y absurda
incondicionalidad a la Revolución, sino en una auténtica, critica y anti
dogmática, que es la que en esencia y consecuencias puede contribuir realmente a
lo que hoy se necesita.
Voy a reproducir
textualmente lo que, en medio de nuestros frecuentes intercambios de ideas y
discrepancias, me escribió en un correo el compañero Monreal el 2 de mayo de
2017 cuando intercambiábamos acerca de la desigualdad en Cuba y del papel de la
empresa privada y estatal.
Escribió Monreal: ¨Me
parece también importante aclarar que significa para mi tener una posición
socialista (para decirlo rápido) respecto al modelo económico y social cubano.
¨Considero que
esencialmente se reduce a adoptar una postura especifica respecto a dos
cuestiones: cuál es la clase social que tiene el predominio político, y que
tipo de Estado utiliza esa clase para materializar su poder en términos del
funcionamiento de la economía, la sociedad y la cultura.
¨En mi modesta opinión
tener una perspectiva socialista en la Cuba de 2017 consiste entonces en:
a) Defender el
predominio del poder político de los trabajadores (que en Cuba ha asumido la
forma histórica del poder del PCC en un contexto de sistema político de partido
único) y,
b) Hacer valer el
predominio de la planificación centralizada sobre la base de la prevalencia de
la propiedad estatal sobre los medios fundamentales de producción.
¨Comparto ambas
posiciones.
¨Seguramente
pudieran mencionarse otros aspectos, pero para mí esos son los dos esenciales¨.
Más adelante me
expresa su concepción crítica sobre nuestro actual sistema empresarial
diciéndome: ¨Sobre el sistema empresarial estatal, de la manera en que existe hoy- tengo una visión negativa derivada
de la falta de evidencia de que la mayor parte de esas empresas hayan
funcionado bien en el pasado y el presente y tampoco logro encontrar evidencia
de que pudiera ser –una mayoría de esas empresas –un cimiento apropiado para
reconstruir un modelo económico socialista¨.
Y a renglón seguido
acota: ¨Una parte de ellas transformada,
pudiera serlo¨.
Es difícil
argumentar acerca de esta apreciación de Monreal sobre el sistema empresarial
estatal actual del país, tal y como está
estructurado y con los mecanismos de gestión que tiene implementados, y
defender que sea el adecuado para lograr la eficiencia económica que se
requiere y resultar en ello competitivo con un empresariado capitalista.
Tiene además el
antecedente histórico de que el sistema empresarial estatal centralizado nunca
ha logrado ser eficiente en ninguno de los países socialistas conocidos.
Para intentar
lograrlo hay que transformar su anatomía y cambiar radicalmente su fisiología.
Por decir esto no
se puede calificar a Monreal de partidario de un cuasi neoliberalismo, ni de un
obsesionado con la propiedad privada y la privatización sin límites del sector
estatal, pues reconoce que se debe hacer valer la prevalencia de la propiedad
estatal sobre los medios fundamentales de producción, solo indicando que para hacerla
eficiente hay que transformarla.
El propio García
Valdés manifiesta observaciones críticas muy valederas, con las que estamos de
acuerdo acerca de la actual estructura empresarial estatal señalando que muchas
de las entidades que hoy clasifican como UBE debían ser empresas como es el
caso de los centrales azucareros y nos recuerda que sobre este aspecto y otros
más ha planteado propuestas en sus trabajos escritos.
Asimismo, en su
segundo post el autor me hace experimentar la satisfacción de manifestarse de
acuerdo con varias de mis propuestas y planteamientos y cita párrafos de mi
artículo a los que apoya.
Exhorto al profesor
García Valdés a que se incorpore al dialogo e intercambio de criterios,
expresando sin cortapisas todo lo que considere criticable en nuestros
artículos y propuestas, que argumente con toda la fuerza que pueda imprimirle
sus posiciones y que haga propuestas diferentes o complementarias según lo
estime.
El Che el 26 de
febrero de 1964, respondiendo a alguien que le había escrito polemizando con
sus criterios, entre otras cosas le expreso en su carta de respuesta: ¨todo
nuestro esfuerzo está destinado a invitar a pensar¨, y dirigiéndose al autor de
la carta recibida le decía: ¨Por ello, porque piensa, le agradezco su carta; lo
de menos es que no estemos de acuerdo¨.
En otra ocasión, al
final de un artículo que publicó en octubre de 1963, polemizando con quien era
en esos momentos el Ministro de Comercio Exterior, expreso el Che: ¨…esta
polémica…puede tener un valor alto para nuestra formación en la misma medida en
que seamos capaces de llevarla con el mayor rigor científico posible y con la
mayor ecuanimidad. No rehuimos confrontaciones, pero… creemos que es importante
el cuidado de la forma y el método de discusión¨.
Concluyo estos comentarios
manifestando que, en estos momentos, me preocupan menos los ¨neoliberales¨ cómo
Monreal sobre todo cuando solo tienen un poder académico, y me preocupan mucho más
¨los más papistas que el Papa¨, que a veces tienen, además, un poder factico.
Reitero mi
coincidencia con las enseñanzas del Che y con July Carranza cuando expresa que
¨las ofensas innecesarias, los adjetivos y calificaciones injustificadas solo
hacen amargar el ambiente y cerrar el dialogo y el intercambio que tanto se
necesita¨.
Fraternalmente,
Humberto Pérez