Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 26 de noviembre de 2020

EL MAGNATE TIRÓ LA TOALLA

Por  Jorge Gómez Barata

¡Al fin! Donald Trump tiró la toalla, razón para que los de más pasen la página y concentren su atención en la nueva administración que es el presente. Vladimir Putin y AMLO deberían apresurarse para no incurrir en omisión. La fiera amenaza con atacar en 2024. ¡Estad alertas!

En lugar de abrir el juego y admitir honradamente la derrota en las urnas, Trump continuó la siembra de vientos al propalar la idea de que lo hizo para proteger a Emily Murphy, directora de la Administración de Servicios Generales (GSA) a quien corresponde emitir las instrucciones para iniciar la transición y que, según el perdedor, era amenazada, nadie sabe por quién.

Aunque no es ley, la tradición y la caballerosidad obligan al presidente saliente a comportarse decorosamente con su sucesor.

Ronald Reagan dejó a George H. W. Bush una carta de siete páginas escritas a mano en las cuales predominó en buen humor, advirtiéndole que “Habrá noches en las que lloraras y le pedirás al Servicio Secreto que te dejen salir… no te lo permitirán”. Dios te bendiga y bendiga a Bárbara. Ron". 

Cuatro años después, con fecha 20 de enero de 1993, George H W Bush escribió a su sucesor Bill Clinton: “Estimado Bill: Te deseo una gran felicidad aquí…Habrá tiempos muy difíciles, aún más difíciles por las críticas que quizás no consideres justas…Cuando leas esta nota serás nuestro presidente…. Tu éxito ahora es el éxito de nuestro país. Te estoy apoyando mucho. Buena suerte, George”.

George W. Bush dejó a Obama un mensaje premonitorio: “Querido Barack, felicitaciones por convertirte en nuestro Presidente. Acabas de comenzar un capítulo fantástico de tu vida…Tendrás a Dios para confortarte y a una familia que te ama, además de un país que estará pujando por ti, incluyéndome. No importa lo que suceda, te inspirará el carácter y la compasión de la gente a la que ahora lideras. Que Dios te bendiga. GW”.

Barack Obama quien en la noche de la elección llamó a Trump para felicitarlo por la victoria y 48 horas después lo recibió en la Casa Blanca, depositó en la gaveta del escritorio un cálido mensaje: “Estimado señor presidente: El traspaso de poder pacífico es una de las señas de identidad de nuestra democracia…millones de personas han depositado su confianza en usted y esperan mayor prosperidad y
seguridad durante su mandato. Le deseo lo mejor en esta gran aventura…Barack Obama”. Trump calificó la nota como “reflexiva y hermosa”

Es una pena que Donald Trump no haya continuado esta preciosa tradición. En las democracias unos candidatos no derrotan a otros, lo hace el pueblo que elige. Al futuro ex presidente le faltó altura. Allá nos vemos.

26/11/2020
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El presente artículo fue publicado por el diario ¡Por esto! Al citarlo
indicar la fuente.

Gil Fernández: El papel de los economistas y contadores es trascendental para implementar con éxito la nueva estrategia del país

Por: Lissett Izquierdo Ferrer
26 noviembre 2020 

El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández. Foto: Cubadebate.

El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, felicitó a los economistas y contadores, quienes —dijo— celebran su día este 26 de noviembre en medio de la situación excepcional en la que se encuentra el país, que demanda de la participación consciente y creativa de todos esos profesionales.

“Tenemos el desafío de enfrentar un bloqueo asesino y una pandemia con efectos graves sobre la economía mundial y, por supuesto, la cubana, y en ese contexto implementar las transformaciones más profundas en la actualización del modelo económico”, subrayó el ministro y destacó que en esta tarea es trascendental el papel de los economistas y contadores.

En una ceremonia efectuada en el Palacio de las Convenciones de La Habana y frente a miembros de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), Gil Fernández explicó que la actual tensión que padece la economía es diferente a la habitual. “Por una parte está el arreciamiento del bloqueo —como nunca antes— y una persecución para impedir que lleguen al país recursos necesarios para sus gastos corrientes y su desarrollo, y por otro lado el impacto de la pandemia”, que ha paralizado actividades clave como el turismo.

Ha sido, argumentó, “un año muy duro, con una afectación directa a los ingresos en divisas”, y en ese escenario se ha impulsado la nueva estrategia económico-social, “para, sin improvisación, con organización y ajustado a las reales condiciones del país”, enfrentar la situación y acelerar la implementación de tareas pendientes aprobadas en congresos del Partido.

Ratificó que la principal tarea de los profesionales de las ciencias económicas, desde las unidades de base, es contribuir a la implementación de esa estrategia, con creatividad, innovación, sentido de la urgencia y, sobre todo, sin esperar por indicaciones desde “arriba”.

“No se logrará implementar con éxito la estrategia económico-social si no hay una participación activa de los economistas y contadores; si no actuamos con audacia e innovación, y si no actuamos permanentemente en la búsqueda de soluciones y no de justificaciones”.

El ministro enumeró temas prioritarios cuyo impulso requiere del esfuerzo de esos hombres y mujeres, entre ellos la producción de alimentos, “el problema más complejo que enfrenta actualmente la economía”.

“La escasez de oferta de alimentos se expresa en inflación de precios, muchas veces injustificada y especulativa, lo cual hay que combatir. Vivimos en una sociedad socialista que trabaja y se empeña pensando en el pueblo, y por lo tanto no podemos permitir pasivamente que se pongan precios abusivos y se justifique con la escasez”.

Gil Fernández dijo que esta demanda insatisfecha no se puede suplir con importaciones, por lo cual precisa de aumentar la producción nacional, con el apoyo de la ciencia y el impulso de proyectos locales.

Otra prioridad es incrementar las exportaciones. “Ya hay buenas experiencias, pero se aprecia que vamos lentos. El sentido de la urgencia lleva concretar”, acotó el ministro, y planteó la necesidad de buscar alternativas e incrementar el valor agregado de las producciones, con calidad.

El titular del MEP comentó que un gran reto de la estrategia es conjugar todos los actores económicos, con el impulso de la pequeña y mediana empresa, el trabajo por cuenta propia y del cooperativismo y, en paralelo, desarrollar y otorgar más autonomía al sistema empresarial estatal.

Hizo alusión también a la llamada “tarea ordenamiento”, que incluye la unificación monetaria y cambiaria, un rediseño de los ingresos y la eliminación de subsidios y gratuidades excesivas. Con la aplicación de esta medida, continúo, se busca además apreciar un incremento de la demanda de empleo, de modo “que exista la necesidad de trabajar, para lo cual el Gobierno tiene la obligación de crear puestos de trabajo”.

Gil Fernández reiteró que para poner en práctica todas las medidas recogidas en la nueva estrategia resulta imprescindible la preparación y el acompañamiento de los economistas y contadores.

Al iniciar su intervención en la ceremonia, Óscar Hung Pentón, presidente de la ANEC, recordó que este 26 de noviembre se cumplen 61 años de la designación de Ernesto Che Guevara como presidente del Banco Nacional de Cuba. Su ejemplo, dijo, constituye guía del trabajo diario de la organización, que cuenta con más de 83 000 afiliados.

Hung Pentón destacó el desempeño de la membresía en medio de la actual pandemia, y entre las tareas citó el asesoramiento y capacitación a directivos y funcionarios, la construcción de la contabilidad, la prestación de servicios financieros de primera necesidad, el pago de salarios y garantías salariales y el control de los recursos materiales.

De acuerdo con el presidente de la ANEC, la nueva estrategia económica del país y el plan de desarrollo hasta 2030, demandaron del empeño y talento de los asociados.

En esta etapa, argumentó, ha sido intensa la actividad científica, y un sinnúmero de investigaciones vinculadas con áreas clave han sido tenidas en cuenta en la aprobación de políticas públicas que responden a la implementación de los Lineamientos.

Hung Pentón afirmó que el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba es imperativo para ratificar la decisión de convertir la batalla por la eficiencia económica en tarea diaria.

Con la presencia de Gladys Bejerano, Contralora General de la República; Meisi Bolaños, ministra de Finanzas y Precios, y Jorge Cuevas, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Económico, fueron reconocidos destacados investigadores por su labor durante esta etapa de pandemia.

En la ceremonia se entregaron también los premios por la Obra de la Vida en las categorías de Economía, Auditoría y Contabilidad a Hugo Pons Duarte, Luis Alberto Vázquez Rodríguez y Marlene Arrúe Paisán, respectivamente.

Nuevas medidas respaldarán política para la producción industrial de alimentos y bebidas en Cuba

 Por: Abel Padrón Padilla, Sheyla Delgado Guerra Di Silvestrelli

 

El viceministro de la Industria Alimentaria (izq.) destacó el impacto del nuevo paquete de normas jurídicas en la producción de alimentos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Un nuevo paquete de normas jurídicas fue publicado hoy en la Gaceta Oficial Ordinaria No.84 de la República de Cuba, referido al ordenamiento legislativo que implementa la política de producción industrial de alimentos y bebidas (PIAB) en el país.

De acuerdo con Yanoski Calderín González, viceministro de la Industria Alimentaria (MINAL), esas normas constituyen el respaldo legal de la política en cuestión: el Decreto 22 “De la producción industrial de alimentos y bebidas” y las resoluciones complementarias del Ministro de la Industria Alimentaria, la 106 –Reglamento del Decreto–, la 107 –que crea el Registro– y la 108, que dispone el Reglamento de dicho Registro.

Otra norma asociada resulta la ya publicada Resolución No.434 del Ministerio de Justicia, toda vez que aprobó la creación del Registro Nacional de Productores de Alimentos y Bebidas en calidad de registro público, de permisos y licencias, subordinado al organismo rector de la industria alimentaria en Cuba.

Aprobada en enero de 2019 –subrayó el viceministro en conferencia de prensa este miércoles–, la política persigue dos objetivos cardinales. En primera instancia, establecer todas las regulaciones para una mejor gestión y control de la producción industrial en estos rubros, tanto en los diferentes organismos de la administración central del Estado como en las personas naturales y jurídicas asociadas a esta actividad. En segundo lugar, disponer de un registro donde se incluya a todos esos productores.

Las nuevas disposiciones legales deberán redundar –vaticinó el funcionario– en un incremento de la producción de alimentos en la geografía nacional. Asimismo, contribuirán necesariamente “a que se maneje mejor, desde el punto de vista de calidad y de inocuidad, la producción”. Las proyecciones apuntan además a que, desde la percepción del pueblo, haya una correspondencia entre mayores volúmenes obtenidos y mejores balances cualitativos.

“El desarrollo de la producción industrial de alimentos es una prioridad del Gobierno y del Estado”, ponderó. Y el Decreto 22, junto a las normas jurídicas que lo acompañan, “constituyen una expresión de la voluntad política de esta prioridad”.

Gilda Dieppa Sanabria, directora jurídica del MINAL, abundó en las particularidades de los referidos instrumentos jurídicos que tributan al programa de desarrollo aprobado por el Ministerio.

El Decreto dado a conocer hoy en la Gaceta, explicó, se relaciona con los decretos-leyes 8 y 9, recientemente puestos en vigor e inherentes a la Normalización, Metrología, Calidad y Acreditación y sobre Inocuidad Alimentaria, respectivamente. El mismo contiene una sección donde se establecen deberes y obligaciones específicas que exigen la observancia de todos los productores de alimentos y bebidas en materia de normalización y calidad.

¿Cuáles son esas categorías de productores? Ahí están, dijo, las industrias (pertenecientes al MINAL), las minindustrias y las microindustrias. En tanto, las fábricas productoras se dividen en: minindustrias productoras de alimentos y de bebidas –indistintamente–, las microindustrias productoras de alimentos y las de bebidas, así como las industrias que producen ambos rubros y son las grandes fábricas estatales.

El MINAL, en su condición de organismo rector para la aplicación de dicha política y de las regulaciones derivadas, es el encargado de autorizar la producción en ese sentido, a partir de la inscripción en el registro de productores y alimentos que se crea a estos efectos. Tras concretar ese paso es que los productores podrán obtener su licencia.

Gilda Dieppa profundizó en las particularidades legales de las nuevas medidas que respaldan la política de producción industrial de alimentos y bebidas. Foto: Abel Padrón Padilla.

Según la directiva, el ministerio aludido está facultado para “conceder, renovar, modificar o cancelar las licencias para la producción industrial de alimentos y bebidas, así como la licencia especial para la producción de rones de exportación”.

Como toda norma –insistió Dieppa Sanabria– la actual contiene un acápite dedicado a la inspección, el control y la fiscalización de la PIAB, a cargo de la Oficina Nacional de Inspección Estatal (ONIE) de ese ministerio. Lo anterior es sin perjuicio de aquellas requisas que pueden ejecutarse por otros actores facultados en nuestra economía. Por ejemplo, las autoridades nacionales reguladoras que, a partir de la Política del CITMA, también han sido definidas.

“Se acreditan, de forma programada, los laboratorios para los controles oficiales por la Oficina Nacional de Acreditación de la República de Cuba”, acotó la directora jurídica. Y recordó que, aparte de las unidades de este tipo hoy acreditadas, existe un programa para seguir sumando laboratorios.

Decisiones “a la medida”

Un punto novedoso contemplado en la nueva normativa es el hecho de que establece un Régimen Contravencional, algo “que hasta hoy no existía para esta materia”.

Sobre este particular, la especialista advirtió que el régimen comprende, en lo fundamental, medidas de imposición de multas, las cuales oscilan entre los 1 000 y los 1 500 pesos, así como la facultad de paralizar el proceso productivo, en relación con la gravedad de las violaciones detectadas. A ello se unen medidas accesorias en función de las posibles infracciones. También contempla la posibilidad de solicitar al Registro la suspensión, cancelación o limitación de la vigencia de la licencia otorgada.

Al repasar las infracciones y las medidas contravencionales aplicables en virtud del Decreto 22, trascendió que las transgresiones identificadas no excluyen a otras que puedan ser determinadas por autoridades nacionales reguladoras y las consiguientes decisiones esgrimidas de conformidad con la legislación vigente.

“Estas infracciones van a considerarse violaciones de las regulaciones sobre la Política de PIAB y –en dependencia de su alcance, trascendencia y consecuencias– pueden implicar además una medida administrativa a los responsables”, alertó.

El Decreto prevé igualmente en su Reglamento las vías y recursos que poseen los productores para canalizar sus insatisfacciones respecto a alguna medida aplicada o de cara a la formalización de reclamaciones en general, así como los lapsos establecidos para encauzar tales trámites. “Es un proceso bastante amplio e, incluso, abre al final la vía judicial para presentar inconformidades”.

Algo similar ocurre ante cualquier desavenencia en términos de suspensión, cancelación o limitación del plazo de vigencia, cuyas causas aparecen delimitadas en la normativa aludida. En este caso se procede de manera parecida, agotando las vías y recursos mencionados. “Un proceso sucesivo de entidades adonde se puede recurrir, hasta llegar a la vía judicial, cuando se decida y no se esté conforme con las decisiones que se toman en las diferentes instancias”, resumió la experta.

Ahora bien, el Registro de Productores de Alimentos y Bebidas estará en el propio MINAL. Sobre sus hombros descansa la responsabilidad institucional de la dirección y funcionamiento del Registro. El Director de Calidad y Tecnologías deviene la autoridad competente para emitir, modificar, renovar, suspender, cancelar y limitar la vigencia o validez de las licencias. “Aquí se establece la obligación del productor de presentar la solicitud de inscripción, la que –una vez analizada– se admite o se deniega”.

El Reglamento tiene como objeto establecer las disposiciones para el funcionamiento y organización del Registro. Y este, a su vez, posee la finalidad del otorgamiento de las licencias para la PIAB, así como la licencia especial prevista para el ron exportable.

Los principios específicos del Registro apuntan, primeramente, a la validez jurídica de documentos electrónicos, esto supone igual valor y eficacia jurídica que los documentos originales y libros en soporte papel.

“El Registro nace informatizado. Hoy ya se está trabajando en un software para su informatización. No obstante, se prevé la posibilidad de tener libros en soporte papel, que puedan sustentar cualquier acción y dar respaldo a lo que se ha hecho de manera electrónica”.

El contenido de todos los asientos del registro –prosiguió Dieppa Sanabria– “está bajo la seguridad y protección de este ministerio, que garantiza el aseguramiento humano y material requerido para su funcionamiento. Es un registro central, radica en La Habana, tiene jurisdicción y competencia en todo el territorio nacional y está integrado al Departamento Independiente de Asesoría Jurídica del MINAL”.

Dentro de las funciones, está la de expedir las certificaciones de otorgamiento, denegación, modificación, suspensión o cancelación de las licencias, al igual que la limitación de la vigencia. Otro de sus acometidos consiste en entregar a los destinatarios las certificaciones solicitadas y expedidas.

Del deseo a la concreción: El viaje de una licencia

Durante la conferencia de prensa donde se presentaron las nuevas normas. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Al esbozar la ruta de la autorización para el ejercicio de estas actividades económicas, al amparo de las nuevas normativas, la directora jurídica del Ministerio de la Industria Alimentaria se detuvo en el procedimiento para la inscripción.

Este empieza en el minuto en que el productor presenta formalmente su solicitud, vía electrónica. Para hacerlo efectivo, podrá apoyarse en la Dirección Provincial de la ONIE, en alguna entidad con sistema automatizado o, simplemente, mediante cualquier otra posibilidad de acceso al registro digital.

Tras ser recibida satisfactoriamente la petición, prosigue el paso de calificación –por parte del registrador– de la información y los documentos presentados. En este orden, vale mencionar la existencia de un anexo (previsto en el Reglamento) que especifica y reúne todos los modelos y la restante documentación que deberán acompañar la solicitud. De ahí le sigue la comunicación oficial al solicitante, mediante un documento electrónico, respecto a la aceptación primaria o no de su petitoria.

De cumplir con las exigencias, se procede a otorgar un permiso provisional por el lapso de un año, pero si el establecimiento no cuenta con licencia sanitaria (requisito esencial), solo será autorizado por un período de seis meses.

Conforme con las precisiones de Dieppa Sanabria, a partir de recibida esta solicitud y otorgado el permiso especial, la ONIE revisa toda la información ingresada por el titular del permiso y, de ahí, emite su propuesta sobre el otorgamiento o no de la licencia, luego de una inspección a la unidad.

Después de que la Oficina certifica el cumplimiento de todos los requisitos exigidos, lo comunica al Registro y el director de Calidad y Tecnologías emite la licencia de PIAB o la licencia especial, si se tratase de elaboración de ron con destino a mercados foráneos.

“La licencia tiene una vigencia de cinco años. El titular del permiso provisional o de cualquiera de las licencias que se otorgan, queda obligado, si la entidad a la cual pertenece es sujeto de inscripción en el Registro Mercantil Central”, de completar ese paso.

El permiso provisional y las licencias deberán estar expuestas en el establecimiento en un lugar visible, precisó.

Todas estas decisiones, la Dirección de Calidad y Tecnologías las notifica mediante documento electrónico o excepcionalmente por escrito al Registro para que sean debidamente asentadas. Durante el período en que están suspendidas o limitadas las licencias, se prohíbe la elaboración y comercialización de los productos.

A propósito de las autorizaciones concebidas, Cubadebate inquirió acerca del ciclo –en términos de días hábiles– que debe transcurrir entre la presentación formal de la solicitud de licencia por el productor y su aprobación/otorgamiento por la entidad competente.

El lapso estimado, contestaron los funcionarios, es de 60 días después de solicitada. Especificaron que, a partir de que el productor entrega la petición, la Oficina tiene 30 días para hacer la inspección (ya contenidos en los 60 días en total). Sobre el permiso especial, se recalcó que es hasta un año o seis meses solamente cuando falta la licencia sanitaria. Vencido ese permiso especial, si todavía no tiene la licencia pero puede acreditar que ya la presentó y no ha obtenido la respuesta del Ministerio de Salud Pública, es cuando se otorga la licencia limitada.

De los rones made in Cuba y su camino hacia mercados internacionales

El viaje de un ron de factura nacional que pretenda ser degustado en el extranjero, debe transitar obligatoriamente por la emisión de una licencia especial, como se ha mencionado previamente.

Con la entrada en vigor del actual paquete normativo, el registro de productores de ron para la exportación y la licencia precedentes para esa actividad quedan sin efecto. Una aclaración importante: el contenido de la licencia no contradice los requerimientos de la legislación anterior, más bien incorpora una licencia especial para el caso del ron a exportar.

¿Por qué una licencia especial únicamente para el ron exportable? La respuesta hace diana en la tradición de calidad y en el sello de garantía que acompañan al producto. Sello que otorga la Cámara de Comercio de la República de Cuba y que da testimonio, en perfecto maridaje con su buen sabor, de la excelente y esmerada factura de la bebida.

“Tener la licencia especial y el sello de garantía es el primer paso para que, después, esos rones puedan ostentar por la denominación de origen Cuba, que ya está registrada para los rones cubanos. Y esto es una modalidad elitista de propiedad industrial: poder decir que un producto tiene denominación de origen está garantizando que es de excelente calidad porque se produce en ese lugar”, enfatizó la directiva.

Cubadebate también se interesó por conocer si, además del ron, se intenciona la inclusión de nuevos productos con potencial exportable al interior de la cartera de oportunidades. A esa interrogante, el viceministro Yanoski Calderín González respondió que lo dispuesto “comprende toda la gama de producción de alimentos, lo que se hace un aparte dentro del Decreto al tema de las bebidas con las características del ron cubano y por el prestigio que ha alcanzado este a nivel internacional”.

Destacó que el hecho de tener una denominación de origen define entonces otros estándares “para mantener el prestigio y una estabilidad en la calidad de lo que se exporta en el ron. Pero esto no excluye para nada que todo producto alimentario pueda ser exportado en cualquiera de sus gamas o en cualquiera de sus presentaciones”, puntualizó.

La licencia, reforzó, “viene a avalar que esta producción cumple con todos los requisitos para que pueda ofertarse en el mercado interno o pueda transitar hacia mercados internacionales”. Es decir, lo que hace es “afianzar la capacidad de producción” de quienes elaboran estas bebidas.

Anotaciones “a pie de ley”

Toda disposición legal supone cierto trayecto en la vida sociopolítica y económica para poder tomarle el pulso. Sin embargo, desde su salida a palestra jurídica permiten determinadas lecturas, teniendo en cuenta su pertinencia, integralidad y posible impacto.

Desde la mirada institucional, el viceministro realizó lecturas necesarias, enfocando en primer plano la voluntad política real y la alta prioridad conferida al tema. Recordó también que “la participación de las formas no estatales en la cadena de valor de la producción industrial de alimentos, ya sea a través de los proyectos locales como de las mini y microindustrias, se reconocen en el Decreto y son vitales para el desarrollo de la producción de alimentos a nivel nacional”.

Valoró, asimismo, que ese paquete normativo tiene una proyección estratégica, llamada a impactar de modo positivo en la producción de alimentos y en la calidad como norte permanente. Otro mensaje nítido fue el punto de equilibrio entre metas productivas y responsabilidad social: “La producción tanto de bebidas como de alimentos, de forma ilegal, es un fenómeno negativo que va en contra de la salud y conspira a las indisciplinas sociales. Y, por tanto, serán rigurosamente sancionadas a través de las medidas establecidas en este Decreto”.

Asumiendo el impacto previsto, la pertinencia de las medidas está interrelacionada con el respaldo que ofrece a una política dirigida a favorecer tanto a las empresas e industrias estatales, como a las formas de gestión no estatal, y cuyo beneficiario más extendido es la población en general. Eso explica per se, en buena parte, la integralidad de esta serie de medidas. Sobre todo porque conectan con el desarrollo del programa alimentario concebido hasta 2030.

Desafíos no faltan en su camino. Pero oportunidades tampoco. Otra vez estará sobre las espaldas de todos los actores que intervienen en su implementación, poner a buen recaudo la buena voluntad de las medidas

Ileana Díaz: “No se puede analizar de forma fragmentada algo que es sistémico”

 

 

LA HABANA. Durante la pandemia de Coronavirus de este 2020 han sido numerosos los emprendimientos y pequeños negocios privados que debieron cerrar en Cuba, ante la imposibilidad, tanto financiera como de proyección, de reinventarse en medio de la crisis. La fila de trabajadores por cuenta propia (TCP) contratados que han perdido el empleo se incrementó durante los meses de más estricta cuarentena en el país. Algunos negocios recién comienzan a reanimarse. Pero en un escenario con mayor escasez de insumos y donde el poder adquisitivo de la mayoría se ha deteriorado, otros tantos deberán tomar caminos diferentes.

La profesora e investigadora Ileana Díaz, al frente de la Red de Emprendimiento de la Universidad de La Habana, estima que la diferencia entre aquellos particulares que han tenido una buena idea, que les apasiona además, hasta convertirla en un proyecto de vida en su país, y aquellos que realizan actividades más primarias motivados únicamente por la subsistencia existe en todo el mundo. Suelen ser los primeros los que sobreviven a las crisis. No obstante, según explica, la tasa de mortalidad en este ámbito es alta por lo general.

“Como país se debería intentar que [las actividades primarias] sean las mínimas, y que la mayoría de los proyectos de negocios puedan ser más robustos, con un crecimiento y una dinámica fuerte, en distintas escalas”, dice. Todo esto teniendo en cuenta que estas actividades bien primarias también son necesarias y tampoco las debe asumir el estado. Aunque, precisamente por su vulnerabilidad, sí deberían estar más protegidas en la regulación ante los descalabros económicos, una falla que ha evidenciado el actual contexto pandémico.

De acuerdo con la profesora, uno de los principales obstáculos para diferenciar a los empleados de los empleadores, a los grandes de los pequeños, a los que deberían tener distintos tipos de regímenes tributarios, es precisamente que la norma jurídica que les ampara es la misma para todo el conjunto. Aunque ya está anunciada su implementación, la existencia de micro, pequeñas y medianas empresas (MPYMES) en Cuba no ha sido aun formalmente reconocida.

Ileana Díaz también invoca a las personas inmersas en el trabajo informal, las cuales, según cálculos oficiales, deben rondar el millón. “En América Latina hay políticas muy dirigidas a que estas personas se formalicen. Algunas no lo hacen porque no tienen el financiamiento, porque es caro, porque así no pagan impuestos, o porque no hay mayores expectativas. Entonces lo que se busca es incentivarlos, sea con excepciones de impuestos por determinados períodos, o que paguen impuestos más bajos. Porque la idea es que se conviertan, aunque sea, en una micro empresa, o que hagan empresas familiares, que generalmente tienen otros estímulos”, explica.

La informalidad, agrega Díaz, es un fenómeno más recurrente en países subdesarrollados. “Se da menos en los países de Europa, que es donde creo que también debemos mirar en busca de referentes exitosos sobre emprendimientos y pequeñas empresas, para no cometer errores que ya otros han cometido”.

Hay muchas personas bien formadas en Cuba, dice. “Muchas han emigrado, pero otras han apostado por quedarse, por la razón que sea, por el momento”. Eso cuenta también a la hora de establecer las políticas relacionadas. Así como el hecho de si los cubanos emigrados podrán invertir o no en un futuro próximo en estas MPYMES, algo que se discute actualmente, en palabras de Díaz, y que además ha sido un tópico reiterado durante años en los encuentros y los diálogos con la comunidad cubana emigrada.

Sector privado: ¿complementariedad o remanente?

La evidencia es aplastante: la pandemia ha arrasado en todas partes, en la mayoría de los sectores económicos, en cualquier forma de gestión. En el caso de Cuba estos efectos no hacen más que sumarse a la crisis que ya afrontaba el país. Todo esto, explica la economista, hace que las urgencias se puedan palpar de forma aún más clara.

“Se dijo en la conceptualización y en la constitución que se podrían constituir pequeñas y medianas empresas, pues acabemos de hacerlo. Está, además, la estrategia de flexibilizar el trabajo por cuenta propia y de reconocer a estas MPYMES. Creo que sí se está trabajando en eso, aunque sea un proceso largo y lento de toma de decisiones, en varios niveles, etc.”, insiste.

Pero hay un problema, agrega, que será difícil solucionar a corto plazo. “¿Dónde es que debe estar la cooperativa y el sector privado? Si se está pensando que el sector estatal tiene que dominar todo, ¿qué espacio van a tener los demás sectores? Hay que empezar por estas definiciones, cosas que no están en la estrategia. ¿Qué lugar tiene que ocupar, siendo el eje central de la economía del país, la empresa estatal socialista? Es algo que no se ha hecho”.

“Por ejemplo, la propiedad de la tierra o de las minas es del estado, pero, ¿todo tiene que ser explotado por él? (…) Como eso no se ha hecho, todavía se entiende la participación del estado como el que gestiona y no solo el que tiene la propiedad. Es una situación en la que no está definido qué se le deja al resto de las formas de gestión, o se les deja el remanente”, agrega. Hasta que estas cuestiones no sean dirimidas no habrá, por ejemplo, una lista de actividades en negativo, como se anunció el pasado agosto.

Sector estatal: ¿por dónde va la autonomía?

Para analizar el espacio y el rol del sector privado, hay que necesariamente analizar el del sector estatal. Eso, si se aspira a un análisis integral de todos los actores económicos en el país. En el caso de la empresa estatal, se han estipulado varios paquetes de medidas o se han enunciado políticas, pero de forma muy dispersa en su implementación y divulgación, lo cual hace difícil examinar qué ha cambiado realmente dentro de sus dinámicas económicas, qué se ha destrabado en realidad y qué no.

“Es impresionante, porque cada dos por tres se cambia algo. Las últimas, por ejemplo, son las 28 medidas que tienen una norma jurídica en la Resolución 115 del Ministerio de Economía y Planificación. Que sí, le permite a la empresa estatal un flujo, sobre todo a la que exporta, a la que sustituye importaciones, a la que está encadenada con una que exporta”. Pero también en los noventa existió algo similar, un sector emergente y uno tradicional, según explica la profesora.

Hay otro conjunto de 15 indicaciones que, señala Díaz, están relacionadas con los trabajadores. “El problema es que no veo por qué tiene que existir un ente que le diga a las empresas cuántos salarios medios puede pagar. O se les dice que pueden pagar el monto que decidan a partir de las utilidades, no obstante, tienen que definir ese monto previamente, y tiene que estar aprobado por otra institución. Entonces, ¿se puede o no se puede?”.

“Hay como un marasmo en las medidas en su conjunto —afirma—. Y lo peor es que se está tratando de resolver un tema de estructura a través de medidas fragmentadas, cuando esos temas corresponden a las ciencias empresariales”.

De forma general, la profesora califica el próximo año como un período esperanzador para el sector privado en la Isla, puesto que deben reconocerse e implementarse la creación de MPYMES y se debe terminar el listado de actividades a las que no podrán dedicarse, quedando abierto un mayor número de posibilidades para nuevos negocios. “Más allá de la voluntad política que pueda existir, también hay una urgencia. Hacer el ordenamiento monetario va a conducir a esa reestructuración de la empresa estatal, obligatoriamente”, dice. Y a su vez, muchos trabajadores necesitarán alternativas para reinsertarse en el mercado laboral, algo a lo que el sector privado podría contribuir, cuando se hayan creado las condiciones propicias.

Ileana Díaz añade: “Lo que intento transmitir es que no hay una mirada sistémica. Y aquí se está hablando del sistema empresarial del país: estatal, privado, cooperativo o mixto. La mirada debe estar en función de lo que se quiere lograr: crecimiento, exportación, innovación. Todo eso implica una mirada integral; no se puede mirar por compartimentos estancos, de forma fragmentada, algo que es sistémico”.

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Nueva política comercializadora agropecuaria en Cuba

¿Cuánto de descentralización y centralización se manifiesta en la nueva política? Algunas consideraciones desde la academia.

El proceso de descentralización debe comenzar en la producción.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Recientemente el ministro de Agricultura Gustavo Rodríguez Rollero, en comparecencia en el programa Mesa Redonda, explicó lo referente a la Política comercializadora de productos agropecuarios, la cual fue aprobada y en cuya implementación se trabaja .  En este encuentro televisivo estuvo también presente el Vice Primer Ministro Alejando Gil Fernández.

La estrategia gubernamental conlleva alcanzar toda una serie de ventajas, entre ellas la aplicación, con carácter permanente, de un tipo impositivo fijo del cinco por ciento sobre la base imponible obtenida, para el pago del impuesto por ingresos personales a los productores agropecuarios.

También se incluyen medidas encaminadas a eliminar la cadena de impagos, un problema que se arrastra desde hace mucho tiempo y constituye un obstáculo importante al estímulo de producir. A la vez se plantean modalidades de arrendamiento de equipos y prestación de diferentes servicios para facilitar el proceso productivo.

El Vice Primer Ministro y Ministro de Economía señalo durante la comparecencia que se trabaja además para concretar los recursos financieros de apoyo a la agroindustria, lo que permitirá otorgar financiamiento a la base productiva con respaldo en divisas cuando se requiera realizar determinada exportación.

“De esta manera tendremos inversiones centralizadas a nivel de país, los fondos de fomento y esta nueva financiación por la vía bancaria”, subrayó el titular de economía.

La creación de una banca de fomento agrícola especializada, que responde a un reclamo realizado desde hace varios años por especialistas y estudiosos del tema agrario, figura entre las buenas noticias.

Se anunció además la creación de un comité coordinador agropecuaria, integrado por varios organismos de la Administración del Estado y algunas OSDEs (Organización Superior de Dirección Empresarialque organizará el uso más eficiente de esos recursos a partir de las prioridades del país.

En realidad el tema de las OSDES requiere análisis aparte, específicamente en la agricultura. De hecho se manifiestan como ministerios en miniatura. Esta estructura se presenta como un intermediario que distancia a los productores de las decisiones que les corresponde.

Los consumidores se benefician si el productor puede comercializar directamente el fruto de su trabajo.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Los precios, un asunto complicado

El tema de los precios someramente abordado, resulta un tema complejo, en particular la política centralizadora y descentralizadora de los mismos a nivel nacional y otros a nivel territorial, estos últimos establecidos por los órganos locales de gobierno.

Lo anterior propicia una serie de interrogantes al respecto: ¿cuáles? ¿Por qué unos si y otros no? ¿La tendencia seria a la disminución de precios centralizados? ¿Política sólo para una etapa? ¿Es parte de la complementariedad entre planificación y mercado?

Resulta importante tener presente dichas interrogantes, por cuanto los precios se manifiestan como una vía de incentivo a los productores de alimentos, para producir más y en correspondencia con los niveles de ingresos de la población.

.Otro asunto importante para destacar es la decisión de que los productores, que están al pie de surco, puedan vender directamente al mercado minorista.

Se reflejan de forma alentadoras las medidas descentralizadoras anunciadas, como parte de la política de comercialización, es decir el ¿Qué?, sin embargo el ¿Cómo sería realizado?, sin duda encierra expectativas.

Resulta significativo recordar una vez más que el problema central no se encuentra en la circulación, sino en el punto de partida, la producción. Es cierto que se manifiesta una unidad dialéctica: producción-consumo-producción, donde lo determinante es la producción.

Es en este punto de partida donde debe comenzar el proceso descentralizador encadenado con el resto de los componentes del ciclo: producción-distribución-cambio-consumo.

 

Nuevamente Acopio 

De acuerdo a la valoración realizada sobre la presentación “Política Comercializadora de productos agropecuarios”, resaltan de forma preliminar dos preocupaciones:

  • El papel del Grupo empresarial de acopio
  • El contrato o encargo estatal.

 De hecho se mantiene el casi monopolio de acopio.  Aunque se alega que “se elimina el papel monopólico del sistema empresarial de Acopio”, este continua comprando, a los productores, para comercializar y revender a los consumidores. Es decir se mantiene el papel de intermediario incrementando precios que el consumidor debe pagar.

En varias ocasiones se ha recomendado que Acopio quede única y exclusivamente para vender y distribuir al sector social, y no al minorista y excepcionalmente al mayorista. Que el propio productor sea quien establezca relaciones directas de comercialización con el mercado minorista y mayoristas (Industria, turismo, etc.). Sin embargo, Acopio  renace una y otra vez, como intermediario no efectivo.

El otro elemento señalado es el encargo estatal o contrato. Por un lado se manifiesta: “Las cooperativas, los usufructuarios, propietarios de tierras y las empresas estatales, podrán vender los productos agrícolas y cárnicos, frescos y procesados en la red de tiendas minoristas”. Por otro, se condiciona: “Condicionarles a los productores la posibilidad de ejecutar ventas a los diferentes destinos al cumplimiento de las entregas al Estado”.

Ahora bien, siempre y cuando el monto o magnitud del encargo estatal o contrato no resulte elevadísimo como lo es hoy, y solo cubra o se refiera a los sectores sociales que el Estado, a través de Acopio debe garantizar, sería lo más adecuado. De ese modo estaría en correspondencia con el nuevo modelo de gestión económico productivo, recomendado por investigadores y estudiosos del tema agrario cubano.

Lo anterior no quedó precisado en la comparecencia televisiva. De suceder lo contrario, es decir, que la cantidad que el productor deba vender bajo las condiciones del contrato no ofrezca margen para la comercialización directa, se estaría manteniendo la situación actual y la condición monopólica de Acopio se reafirmaría una vez más, aunque se exprese lo contrario. (2020)

 

Bibliografía Consultada:

CONCEPTUALIZACIÓN DEL MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL CUBANO DE DESARROLLO SOCIALISTA julio 2017, PCC.

Reordenamiento monetario despierta interrogantes en ciudadanía cubana

El proceso ocurrirá en un momento desfavorable para la economía nacional, con sus principales fuentes de ingresos como los servicios profesionales, el turismo y las remesas, debilitados por los efectos de la pandemia de covid-19.

Dos personas sostienen en sus manos billetes de diversas denominaciones en CUP y CUC, las dos monedas que conviven en Cuba. El Día Cero, como se conoce la jornada cuando arrancará el proceso de unificación monetaria, saldrá de circulación el convertible peso CUC y quedará el CUP como única moneda en la economía de la nación caribeña.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

LA HABANA, 26 nov 2020 (IPS) – La jubilada Eloína Estupiñán, de 67 años, se muestra cautelosa con respecto al anunciado reordenamiento monetario en Cuba, un proceso necesario, apremiante y complejo con un impacto trasversal en todas las esferas del contexto sociopolítico y económico de este país insular.

“Hace una década se viene hablando del tema, pero el momento de afrontarlo será muy complicado. Las tiendas están prácticamente vacías y los precios de muchos alimentos se vuelven inaccesibles para una pensionada como yo. Espero que realmente sirva para arreglar la economía y mejorar nuestras vidas”, dijo a IPS vía telefónica esta residente en la ciudad de Holguín, a 670 kilómetros al este de La Habana.

Por su parte Soraya Martínez, profesora de Mercadotecnia, confía en que el reordenamiento “rompa con un ciclo manido de reestructuraciones y medidas y sea un verdadero paso hacía algún lado”.

“Ojalá logre su principal objetivo que es estimular la producción nacional de bienes y servicios y ocurra un vuelco en la pirámide de ingresos de la población”, reflexionó Martínez a IPS en un intercambio virtual desde la ciudad de Santa Clara, a 258 kilómetros al este de la capital cubana.

El 12 y 13 de octubre, autoridades gubernamentales ofrecieron detalles en la televisión nacional sobre el fin de la dualidad monetaria y cambiaria, un proceso denominado localmente Tarea Ordenamiento y que para muchos ciudadanos se ha dilatado demasiado.

Los funcionarios no precisaron la fecha exacta y se limitaron a señalar que se oficializará el primer día de un determinado mes, aunque son muchos los que consideran que el proceso es inminente.

“Tenemos hoy un entorno monetario en el que es muy difícil que la economía funcione de manera natural, tanto por el entorno monetario como las deformaciones estructurales”, lo cual resulta necesario ordenar, explicó en dicha comparecencia Marino Murillo, exministro de Economía y jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos.

Precisamente en los Lineamientos, como se conoce al programa de reformas socioeconómicas, aprobados en 2011 tras análisis y consenso con la ciudadanía y actualizados en 2016, se pauta la necesidad del reordenamiento económico y financiero del país.

La dualidad monetaria y cambiaria fue una medida derivada de la crisis en la cual se sumió la economía de este país caribeño a principios de la década de 1990, tras el colapso del bloque socialista de Europa del Este y la extinta Unión Soviética, entonces sus principales mercados y acreedores.

En 1993 las autoridades despenalizaron la circulación del dólar estadounidense con el objetivo de compensar la devaluación del peso cubano (CUP).

El dólar fue sustituido en 2004 por el peso cubano convertible (CUC), con un valor equivalente al dólar, pero con distintas tasas de cambio con respecto al CUP, la moneda que permanecerá.

Trabajadores procesan frutas en la fábrica de conservas La Primada de la ciudad de Baracoa, en la oriental provincia cubana de Guantánamo. El reordenamiento monetario tendrá consecuencias profundas para los emprendimientos privados en un contexto inédito.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Las autoridades argumentan que tal distorsión impide un análisis adecuado de la situación económico financiera de las empresas, ni disponer de indicadores correlacionados con el mercado mundial, además de impactar en los salarios, precios y subsidios a determinados servicios y productos.

En años recientes, algunas decisiones adelantaron el camino a la unificación como la opción de pago tanto en el convertible CUC como en CUP en las llamadas tiendas recaudadoras de divisas, la implementación del cambio únicamente en CUP en algunos establecimientos, así como la emisión de billetes de mayor denominación, entre otras.

Sin embargo, la incertidumbre en parte de la ciudadanía con respecto a la medida radica en que convergerán seis procesos simultáneos, pero cuyos impactos se expresarán de manera paulatina, como ha analizado el profesor y economista cubano Ricardo Torres.

A partir del aún desconocido Día Cero, como se conoce a la jornada cuando arrancará el proceso, saldrá de circulación el CUC, se unificarán los tipos de cambios, se devaluará el CUP, se incrementarán los precios mayoristas y minoristas, quedarán eliminados un conjunto de subsidios y aumentarán salarios y pensiones, ha explicado Torres.

De acuerdo con la información oficial, el aumento de los ingresos de trabajadores y pensionados –cinco veces como promedio- eliminará los precios subsidiados de la cuota básica de alimentos y otros productos que, aunque insuficientes, el Estado oferta cada mes a los 11,2 millones de residentes en el país, mediante una cartilla de racionamiento instituida en 1962.

“Aunque se eleven salarios y pensiones, también lo harán los precios de productos y servicios. Tengo ahorros en el banco que perderán capacidad de compra cuando se devalúe el CUP, lo cual no me mantiene tranquilo”, refirió Rogelio Céspedes, un carpintero residente en La Habana.

Céspedes mostró a IPS también preocupación por la disponibilidad de insumos en los pocos mercados mayoristas para el sector cooperativo y privado, y hasta dónde escalarán en el nuevo contexto los precios de productos y servicios de los trabajadores no estatales, unos 600 000, equivalentes a 13 por ciento de la fuerza laboral del país.

Un cliente paga unos productos racionados que se expenden a través de la libreta de abastecimiento en una bodega del municipio Playa, en La Habana. El aumento de los salarios y pensiones eliminará en Cuba los precios subsidiados de la cuota básica de alimentos y otros productos que el Estado oferta cada mes a los 11,2 millones de cubanos, mediante una cartilla de racionamiento instituida en 1962.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Un informe ejecutivo de la consultoría autónoma AUGE, publicado el 12 de noviembre, detalló algunas implicaciones del reordenamiento monetario para el sector no estatal cubano, a fin de auxiliar en el proceso de toma de decisiones en un contexto inédito.

Entre las principales consecuencias mencionó el incremento de los costos de los insumos, la modificación de los salarios, la disminución de la carga tributaria y el descalce operativo, el desfase entre el capital de trabajo disponible, y los nuevos montos a desembolsar para adquirir insumos.

Otros posibles impactos pudieran relacionarse con el avance de la dolarización en el corto plazo, lo cual supondrá un incremento de las nomenclaturas de insumos que solo se podrán comprar en esa moneda, precisó la consultora que desde octubre de 2014 brinda asesoramiento a negocios en temas de estrategia, marketing y comunicación.

El envío de remesas en efectivo y mercancías a Cuba cayó un 54,1 por ciento en 2020, de 6616 millones de dólares en 2019 a 2967 millones en lo que va de este año, atribuido al impacto de la pandemia del coronavirus, mostró este 24 de noviembre un reporte de la consultora estadounidense The Havana Consulting Group.

Emilio Morales, presidente de la citada consultora, considera que ello “ha representado un duro golpe” para el bienestar de la población cubana, muy castigada ya por la “escasez y los bajos salarios que paga el Gobierno”.

El reordenamiento monetario y cambiario ocurrirá en un momento desfavorable para la economía nacional, con sus principales fuentes de ingresos como los servicios profesionales, el turismo y las remesas, debilitados por los efectos de la pandemia de covid-19.

A ello se suman los impagos de la deuda externa y los efectos de más de un centenar de sanciones de la administración del presidente estadounidense Donald Trump centradas en cortar la entrada de divisas al país, a la par del fortalecimiento del embargo que Washington aplica contra La Habana desde 1962.

Con problemas estructurales y de eficiencia, descapitalización y magros crecimientos en los últimos años, la economía cubana debe experimentar en 2020 una contracción no menor al ocho por ciento de su Producto Interno Bruto, han estimado The Economist Intelligence Unit y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Para el economista cubano Mauricio de Miranda, incluso la eliminación del CUC no asegura la plena unificación monetaria, teniendo en cuenta el proceso de dolarización parcial que experimenta la economía nacional desde 2019 con la apertura de tiendas en moneda libremente convertible (MLC).

Dicha denominación engloba a una decena de monedas extranjeras, entre ellas el dólar, en forma de depósitos bancarios para la compra mediante tarjetas electrónicas de una amplia gama de insumos, incluidos artículos de aseo y alimentos, de alta demanda pero escasa oferta.

Aunque tal decisión para captar divisas resulta necesaria y temporal, han dicho las autoridades, expertos opinan que supone un desafío adicional al abrir un nuevo segmento de mercado y convertirse en un factor de mayor desigualdad.