Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 8 de febrero de 2022

Aviso de viaje a Cuba. Comentario HHC

Comentario HHC: En realidad estan muy desesperados nuestros "amigos" de EEUU, y ya no saben cómo perjudicarnos e inventan, para convertirlo en " noticia", por eso hay que denunciarlo. Un ataque al turismo ,  a las vacunas cubanas y mantener la matriz de opinión de sus " afectados" funcionarios que nunca han podido probar y la CIA los ha desmentido. Esto es el estilo Goebeliano del siglo XXI sin lugar a dudas.

La realidad: 

1- Somos el tercer país más vacunado del mundo.


2-Los casos positivos en los últimos 7 días.¿ Deberíamos emitir una alerta para viajar a los EEUU?


3- ¿ Donde se están muriendo más en los últimos 7 días ?



P.D: Nótese que he puesto en el punto 2 y 3,  los casos positivos y fallecidos por millón de habitantes, para que sean totalmente comparables ambos países.


Aviso de viaje
7 de febrero de 2022

Cuba - Nivel 4: No viajar

No viaje a Cuba debido al COVID-19 . Sea más cauteloso en Cuba debido a las lesiones demostrables ya veces debilitantes de los miembros de nuestra comunidad diplomática que resultaron en la reducción del personal de la embajada.

Lea la  página COVID-19 del Departamento de Estado antes de planificar cualquier viaje internacional.  

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ( CDC )) ha emitido un Aviso de salud para viajes de nivel 4 para Cubadebido a COVID-19, lo que indica un nivel muy alto de COVID-19 en el país. Su riesgo de contraer COVID-19 y desarrollar síntomas graves puede ser menor si está completamente vacunado con una vacuna autorizada por la FDA . Antes de planificar cualquier viaje internacional, revise las recomendaciones específicas de los CDC para personas vacunadas .sin vacunarviajeros. Visite la página COVID-19 de la Embajada para obtener más información sobre COVID-19 en Cuba.

Numerosos empleados de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana sufrieron lesiones demostrables ya veces debilitantes durante su servicio en La Habana. Las personas afectadas han exhibido una variedad de síntomas físicos que incluyen molestias en los oídos y pérdida de la audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos, problemas visuales y dificultad para dormir. Continuamos investigando cómo la salud de nuestros diplomáticos y sus familiares se vio grave y permanentemente dañada. Estos síntomas ocurrieron en las residencias diplomáticas estadounidenses (incluido un apartamento de larga estancia en el Atlántico) y en el Hotel Nacional y el Hotel Capri en La Habana.

La Embajada de Estados Unidos en La Habana está operando con personal reducido. Solo los miembros de la familia empleados por la Embajada pueden acompañar a los empleados del gobierno de los Estados Unidos asignados a Cuba. Lea la página de información del país .

Si decides viajar a Cuba:

 Última actualización: reeditado con actualizaciones de información sobre COVID-19.

https://travel.state.gov/content/travel/en/traveladvisories/traveladvisories/cuba-travel-advisory.html

Tomate perdido: un guión que no termina





Cerca de la UEB Fibrocemento Mario Echeverría López, en Artemisa, se repite una historia archiconocida: la descomposición de tomate en la finca Santa Teresa. El guion coincide con el de una película vista hasta el cansancio; quizás por eso ya ni siquiera le asombra al usufructuario Humberto Martínez Lara.

“Se están pudriendo más de 200 quintales debido a la demora de Acopio, que no me ha entregado ni una caja desde el inicio de la cosecha el 25 de diciembre. Hoy se encuentra demasiado maduro y solo puedo enviarlo a la industria, pero entonces cuesta la mitad del que va hacia el consumo”.

El campesino, perteneciente a la CCSF Camilo Cienfuegos, clasifica entre los mayores productores de la hortaliza en el territorio, gracias, entre otras cosas, a su tradición de garantizar semilleros. “También tengo de cebolla y berenjena, y siembro cultivos varios en 13.4 hectáreas”.

Humberto trabaja la tierra hace más de 20 años. Como a muchos agricultores, las lluvias de septiembre le hicieron perder buena parte de los semilleros, y volvió a sembrar en octubre; no obstante, consiguió altos rendimientos.

Lo logró “sin fertilizantes, herbicidas ni otros productos, amparado en medios biológicos como la beauveria (aplicación foliar que funciona como insecticida biológico o biopesticida) y microrganismos eficientes”.

El principal destino de su tomate es el Mercado Agropecuario Estatal de Artemisa, donde procuran aprovechar hasta el último en la elaboración de salsa y vita nova.

Félix Hernández Valdés, cliente habitual del establecimiento, confirma su buena factura. Además, “cuesta 40 pesos el litro, 30 menos que los pomos que venden en el refricentro”, y más barato si lo comparo con el precio de la salsa güireña, procedente de la minindustria homónima: 82 pesos el litro.

“Busco disminuir la pérdida por la merma del tomate pequeño y maduro. También introduzco valor agregado, y hago lo mismo con la guayaba, la yuca y otros alimentos que se descomponen en el área de venta”, asegura Suhan Vega Breijo, el administrador; sin embargo, aún no posee la ficha técnica que ampara su comercialización.

En el Mercado emplean una batidora industrial; luego hierven la preparación y le añaden especias para obtener salsas y vita nova (a 50 pesos)


Aunque en el Mercado Agropecuario Estatal aprovechan hasta el último tomate para elaborar salsas, no es suficiente / Foto: Humberto Lister

El uso de fuerza de trabajo, equipos y mercancías propias les facilita la elaboración, aunque sea en cantidades que no satisfacen ni por asomo la demanda del condimento.

Todavía los artemiseños aspiramos a ver abarrotadas las tarimas de puré de tomate, lo único que podría bajar el importe y asegurar su presencia en la cocina durante casi todo el año. Para eso, la UEB VillaRoja debe regresar a la vida.

Un proyecto que des(espera)

Conocida como Badón en Artemisa, esta unidad integra un proyecto del grupo Agroforestal que contempla una línea completa de procesamiento. La componen dos tachos al vacío de 500 litros cada uno, despulpadora, trituradora, selladora de latas, lavadoras de frutas con agitación, estera de selección y una pequeña línea para empacar minidosis, entre otros, explica el tecnólogo Pedro López

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Las procesadoras de grandes volúmenes, como Badón, no pueden permanecer inactivas / Foto: Humberto Lister

Y aunque todavía no ha llegado al país este donativo financiado por el PNUD y procedente de la Unión Europea, allí se conserva una línea de producción que podría haber asumido el procesamiento del tomate en plena campaña.

En diálogo con esta reportera meses atrás, López previó comenzar a producir a mediados de diciembre; mas, la Empresa de Calderas desmontó la de la entidad a fin de darle mantenimiento, en pleno pico de cosecha, después de varios años sin ejecutarlo.

“La caldera tenía tupiciones y salideros, que debieron solucionarse antes del comienzo de la campaña”. No ocurrió así y el silencio reina en el lugar, al que ya acudieron —con más de 200 cajas— campesinos de la CCS Eduardo Panizo, en Guanajay; de Alquízar y agricultores próximos.

De acuerdo con el tecnólogo, la caldera pudiera quedar lista en breve. En cambio, “hay trabas burocráticas en el Banco para acceder al financiamiento de 4,2 millones de pesos asignados del Uno por ciento del Desarrollo Local. Eso limita el avance de la brigada de constructores a cargo del montaje de la nueva línea”.

Entre tantos inconvenientes, VillaRoja desaprovecha la oportunidad de ofrecer al pueblo una marca de calidad, (así sea en bolsas o a granel, por la escasez de envases). Cierto, resta por sembrar tomate, solo que el tiempo perdido no se recupera y nos deja menos conservas.

El peso de las deudas

Unos 20 millones de pesos en deudas con campesinos y proveedores gravitan sobre la Empresa Agropecuaria Artemisa, según Feliberto Pérez Gómez, su jefe de producción. “Solo a la Empresa de Mercados de La Habana le quedan por pagar 28 millones”, situación que ha comprometido hasta el pago a los trabajadores.

A causa de esa descapitalización, deben un millón 700 000 a Gelma, que no ha vendido cajas a productores agropecuarios como Humberto y otros, si bien Pérez Gómez asegura que consiguieron guacales para transportar el tomate hacia la industria. Desde luego, no solo se trata del traslado, que pudo haberse efectuado pues existía capacidad en La Güireña y en otras, sino también la siembra de hortalizas.

En la campaña de frío, hasta el 28 de febrero se plantarán en la provincia 1 530 hectáreas de tomate, 330 más que las planificadas durante el período 2020-2021, precisa Nélida Castillo Rivera, especialista de cultivos varios que atiende hortalizas en el Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal del territorio.

Al cierre del 25 de enero se sobrecumplían las 1 459, 8 hectáreas previstas, aunque el municipio cabecera figuraba en la retaguardia, al marchar al 82 por ciento de un plan de 141,1 hectáreas. Sobresalían Alquízar, Güira de Melena y San Antonio de los Baños.

De acuerdo con Castillo Rivera, “no hay inconvenientes para completar las cerca de 100 hectáreas que faltan: casi la mitad se concentran en Artemisa, donde la lluvia, inestabilidad en la dirección e indisciplinas han ocasionado atrasos”.

Pérez Gómez ratificó el compromiso de “recuperar lo antes posible la siembra de tomate. Ya recibimos combustible y estamos preparando tierras”. Además, el directivo afirmó que ha de resolverse en breve la liberación del monto aprobado para VillaRoja, a la que únicamente la siembra sostenida de frutas y hortalizas le dará razón de ser.

Nada justifica a estas alturas lo que dejamos en el camino, las decisiones tardías -tales como la escasa contratación de fuerza de trabajo adicional para el pico de cosecha-, y la excesiva demora en un litigio que parece ser eterno: la deuda de la empresa habanera.

Ojalá llegue a su fin de una buena vez esta película de horror, sobre todo cuando absolutamente nadie puede darse el lujo de desaprovechar lo que brindan nuestros campos.

La ciencia y la innovación son pilares de nuestra gestión gubernamental (+Video)

Señaló los grandes desafíos a los que se ha enfrentado nuestro país en los últimos tiempos, como son la pandemia de la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos

Foto: Ariel Cecilio Lemus

«La ciencia y la innovación son pilares fundamentales de nuestra gestión gubernamental, en todos los ámbitos, en todos los organismos del Estado, en todas las empresas y en todos los niveles: desde el comunitario hasta la Presidencia de la República», afirmó este lunes el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al ofrecer la conferencia inaugural del 13er. Congreso Internacional Universidad 2022.

El mandatario calificó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz como fundador de la ciencia nacional revolucionaria e impulsor fundamental de los avances que en educación, salud e investigación científica distinguen a la nación.

Como ejemplo cercano y contundente, dado el impacto incalculable que significó para la salvaguarda de la población cubana, el Jefe de Estado se refirió a la respuesta emergente de la ciencia nacional a la combinación de efectos negativos provocados por la pandemia de la COVID-19 y el oportunismo genocida del bloqueo estadounidense.

Subrayó cómo, con recursos mínimos, la comunidad científica y tecnológica del país creó cinco candidatos vacunales, tres de los cuales ya están aprobados como vacunas y han permitido que el 87,9 % de la población del archipiélago esté inmunizado con esquema completo.

Destacó los avances en materia de autonomía tecnológica, como pasó con la fabricación de ventiladores pulmonares propios, lo cual permitió a Cuba sobreponerse a los impedimentos del bloqueo para importar piezas y equipos.

A partir de los aprendizajes de la pandemia –dijo– perfeccionaremos nuestro sistema de Salud y fortaleceremos la industria médico-farmacéutica, que debe estar cada vez más preparada para responder a las necesidades del sistema sanitario y garantizar niveles razonables de autonomía tecnológica.

 

El Primer Secretario del Partido se refirió, asimismo, a la soberanía alimentaria, en la cual se viene trabajando, sistemáticamente, desde el primer semestre de 2020, con insistencia en los urgentes enfoques científicos.

Definió como claves la creación de capacidades, la capacitación de los actores, incluidos los gobiernos territoriales, y el empleo del conocimiento en la gestión municipal para el despliegue de las políticas a nivel local.

Tras un 2021 en que se combinaron la COVID-19, el bloqueo económico, los intentos de golpe blando y la guerra comunicacional contra Cuba, la Revolución ha vuelto a emerger victoriosa de esas pruebas, recalcó el Presidente.

Avanzamos conscientes de que los mayores problemas están por resolverse, y de que otros nuevos están por aparecer, pero hemos aprendido que la ciencia y la innovación tienen respuestas para todos, concluyó.

Luego, el Presidente cubano inauguró una exposición asociada al Congreso Internacional Universidad 2022, un cónclave en el que participan, de manera presencial y virtual, 204 delegados extranjeros de más de 34 países, así como ministros, viceministros, rectores, autoridades de Educación Superior y otras personalidades.

Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus

https://www.youtube.com/watch?v=ktKsed-K29g&t=2s

El dinero importa

Si bien es cierto que la inflación es un fenómeno monetario, sus causas, al menos una buena parte de ellas, no lo son.




El dinero importa. Esta es una frase típica del monetarismo, uno de las corrientes de pensamiento económico del mainstream. Tres opiniones de tres economistas cubanos sobre la inflación en Cuba publicadas hace poco en Cubadebate y los comentarios asociados son la motivación de este artículo.

Los historiadores del pensamiento económico cubano le debemos a la ciencia un trabajo que resuma y sintetice todo lo que se ha escrito en estos últimos treinta años sobre la economía nacional porque nunca antes se ha escrito y publicado tanto de temas económicos, desde diversos ángulos, con diferente profundidad y prolijidad y en distintos medios. Han sido tratados un gran abanico de temas que incluyen algunos más conceptuales asociados a las relaciones de propiedad; otros de alcance global como los asociados al desarrollo, sus estrategias y políticas; temas institucionales; macroeconómicos; hasta otros muchos enfocados en aspectos sectoriales.

Los asuntos monetarios, poco tratados en los primeros treinta años después de 1959 por razones obvias, aparecieron con fuerza desde que el dólar comenzó a circular en nuestro país allá en los inicios de los años noventa.

Hay una amplia lista de autores que han abordado estos temas, algunos con más rigurosidad teórica, sistematicidad y profundidad, otros como parte de su análisis acerca de los problemas de la economía cubana. Algunos de esos trabajos han sido más públicos, otros no lo han sido tanto, ya sea porque han formado parte de documentos de uso restringido, porque han sido circulados vía correo electrónico entre colegas, o tesis de diplomas, maestrías y doctorados que como parte del trabajo científico han quedado circunscritos a esos ejercicios.

También es posible constatar que los trabajos sobre los temas inflacionarios son más frecuentes de hace unos años a la fecha, como era de esperar dada la magnitud y el impacto de la inflación en la realidad cotidiana, en la economía nacional y en la de cada cubano. La inflación ha deshecho los salarios, la economía familiar y también la de las empresas, ya sean estatales o privadas.

En todo caso, lo que cualquier estudio del pensamiento económico cubano certificaría sin temor a equivocación alguna es que los temas monetarios se han convertido en recurrentes en el pensamiento económico sobre la realidad nacional y su presencia no es comparable a ningún período anterior. Pero también esos estudios constatarían la existencia de más coincidencias que discrepancias y de un conjunto de propuestas de soluciones.

Es cierto también que en el caso cubano la inflación viene aderezada por la existencia de al menos tres monedas y tres tasas de cambio; por la segmentación del mercado por tipos de monedas; por la perdida de relevancia del mercado en pesos cubanos especialmente para la adquisición de bienes industriales; por la reencarnación del CUC en el MLC que parece una versión peor que su predecesor; por la pérdida de confianza en esa otra moneda o unidad de cuentas o compromiso de pago que se denomina CL—un algo absolutamente incomprensible—; por no tener ninguna institución financiera internacional que apoye la reforma emprendida; por estar bloqueados por la administración estadunidense.

La alta preferencia por el dólar físico versus su débil oferta es quizás el motivo más evidente para disparar la tasa de cambio que alimenta la espiral inflacionaria. Parecería rara esa preferencia atendiendo a que ese dólar no puede ser bancarizado, o puede ser “convertido a MLC”, sin embargo, hay factores que influyen en la demanda. La necesidad de dólares físicos para logar entrar ilegalmente en Estados Unidos es uno de ellos y no parece de los menores. Hay estimaciones de que en el 2021 entre 30 000 y 40 000 cubanos lograron llegar a ese país de forma ilegal, una buena parte por la frontera mexicana. ¿Cuánto cuesta esa travesía? Pongamos que la mitad de esos 40 000 compatriotas hayan pagado su viaje con dólares constantes y sonante, pongamos que se requieren entre 5 000 y 10 000 dólares para ello, pues entonces puede estimarse que entre 100 millones y 200 millones de dólares se han utilizado para esos fines.

Habría que añadir a la demanda de dólares aquella proveniente de los cubanos que importan bienes —nuestros fenicios— para vender en el mercado nacional en pesos cubanos inconvertibles. Años atrás se estimaba en una cifra de centenares de millones de dólares. Este es otro elemento que presiona al alza la tasa de cambio informal. Pueden existir alternativas que disminuyan esa fuga de dólares, aunque ninguna debe repetir la fallida variante de las tiendas en MLC.

Si se atiende además a que las dos fuentes de dólares físicos mas importantes del país, remesas y turismo, están menguadas, entonces se explica mejor la subida de la cotización informal del dólar.

La otra “moneda” la “MLC plástica” se ha convertido en primera bailarina por razones obvias, y también en la “peor de todas”. Su alta cotización frente al dólar y el cup está asociada a esa segmentación de mercados, al desabastecimiento de los mercados de consumo en pesos cubanos y a la tremenda dificultad para “recargar la cuenta”. Pero, sin dudas, la inconvertibilidad del peso cubano vuelve a jugar un papel decisivo en su cotización.

Si bien es cierto que la inflación es un fenómeno monetario, sus causas, al menos una buena parte de ellas, no lo son. Reconociendo lo anterior y por lo tanto la necesidad de impulsar medidas de corte estructural, parece inaplazable intervenir en el mercado cambiario, adoptar una tasa de cambio al menos flexible entre franjas y lograr un grado de convertibilidad del peso cubano que le devuelva parte de la confianza de la población.

Convertir las buenas ideas y sugerencias en políticas adecuadas, tomadas a tiempo, aplicadas correctamente, corregidas en el momento necesario es siempre el más complejo de todo este ejercicio.

Es siempre mucho más fácil decirlo que hacerlo. No es un camino de certezas por el que se va a transitar, nada garantiza el éxito, ni el mejor de los expertos en diseño, pero no tomar el riesgo es desde mi perspectiva mucho peor.

Las deudas de la agroindustria pesan en Ciego de Ávila.

 Por Ailén Castilla Padrón ECONOMÍA 08 Febrero 2022, Invasor


A pie de surco en los pelotones cañeros estuvo Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de Cuba. Fotos: Alejandro García

La arrancada de la molienda en el central Ciro Redondo y su sincronización con la Bioléctrica parecían asuntos zanjados al inicio del mes de enero de 2022, pero la alegría duró un santiamén y volvieron los parámetros de intercambio a poner en riesgo la zafra en esta provincia, donde la cuantiosa inversión, valorada en más de 330 millones de pesos, no termina de ver la luz y de traducirse en azúcar y energía.

Con estos antecedentes y el compromiso de que la historia este año tiene que ser diferente, el vice primer ministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca visitó la provincia para evaluar la marcha de la zafra azucarera y el cumplimiento de 11 acciones indicadas con anterioridad, que deberán tributar a un mejor desarrollo de la contienda y a la correcta sincronización entre el Coloso del Centro y la planta generadora de energía limpia.

Hasta la fecha seis no tienen solución, en parte porque dependen de la intervención de los operadores chinos, quienes arribarán próximamente al país. Hablamos, en primer lugar, de ajustes y nuevas inversiones en el diseño de alimentación de la caldera de la Bioeléctrica para que el bagazo se queme al ciento por ciento, tal como sucede con el marabú.

Carmen Taboada Hernández, vicepresidenta de la empresa mixta Biopower S.A, explicó que las diferencias entre la granulometría de ambas biomasas generan problemas, tanto que en materia técnica lo que es bueno para una es malo para la otra. Tampoco llega de manera uniforme el bagazo a la tolva de recepción y estos vacíos provocan altibajos de presión, con un riesgo importante de explosión.

Entonces, que las piezas de repuesto para poner en marcha las cosechadoras rotas ya estén en el país es una buena noticia, pero no solución mágica.

Las cuentas de Tapia Fonseca fueron exactas: “contar a finales de febrero con ocho cosechadoras, con objetividad, pueden aportarnos 480 toneladas diarias de marabú y esto no cubre la demanda de la planta, que necesita de 1 200 a 1 500 toneladas de esta biomasa en 24 horas. Hay que ajustar el mecanismo y quemar bagazo al ciento por ciento. No puede haber más dilaciones”.

Otros problemas siguen poniendo en tela de juicio los estudios que debieron anteceder a la cuantiosa inversión. Así lo corroboró Julio García Pérez, presidente del grupo empresarial AZCUBA, con la explicación de cinco dificultades relacionadas con la energía eléctrica y los parámetros de intercambio.

“Cuando el central muele a una capacidad entre el 55 y el 60 por ciento se dispara la corriente. La fábrica consume más energía que la prevista en el diseño original, sobre todo, en los picos que se generan durante la molienda. Ha fallado, también, la disponibilidad de agua, la fábrica estuvo parada durante 20 horas por eso”.

El Vice Primer Ministro se interesó, además, por la marcha de la siembra de los bosques energéticos, que suplirán en unos años el déficit de marabú. Tampoco en este sentido se ha avanzado. Invasor lo dijo antes, de 3 724 hectáreas dedicadas a esto, solo 307 se han plantado; mientras que la Empresa Agroforestal no dispone aún de los viveros tecnificados.

Durante el intercambio se dio a conocer que con un fondo de 12 millones de dólares comenzarán los estudios e inversiones que a largo plazo permitirán usar otras tecnologías con biomasa para el llamado “tiempo muerto”, aunque la indicación de Jorge Luis Tapia Fonseca fue a pensar enfocados en el presente, a nombrar responsables y a poner fecha a cada una de las tareas pendientes.

Ante la incertidumbre de la molienda en el Ciro Redondo y la sincronización, con otra fecha tentativa para el mes de marzo, el central Primero de Enero saldrá de su inercia y apoyará el cumplimiento del plan de azúcar. Hasta ahora se han efectuado pruebas parciales en la caldera y las reparaciones están en la etapa final.

Sin embargo, a estas alturas hay demasiada experiencia acumulada como para saber que el éxito de la zafra azucarera sigue siendo tarea mayúscula aquí en la que influyen otras variantes, que también muestran números en rojo.

Digamos que la siembra de caña está atrasada, que las tierras libres de marabú todavía no producen, que 28 camiones y tres combinadas paradas atentan contra la disponibilidad técnica, que el arrendamiento de medios de transporte no acaba de cuajar y que la formación de colectivos laborales, posibilidad contenida dentro de las 92 medidas aprobadas por la máxima dirección del país para estimular al sector, está a media máquina todavía. Ciego de Ávila no puede permitirse otra campaña con rendimientos pírricos.

Leche y carne ¿Pa’ cuándo?

Las máximas autoridades de la provincia también acompañaron el debate

El recorrido de trabajo del vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca incluyó un intercambio con autoridades del sector agroalimentario, en el que participó, además, Manuel Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria.

El incumplimiento de las entregas de leche al Lácteo, que ni siquiera el precio de 20.00 pesos por cada litro ha logrado saldar, fue el centro del debate. A priori, se concluyó que se ha establecido un plan con reservas, por debajo del potencial, a juzgar por la masa existente y por el hecho de que los ganaderos con más de 10 vacas deben entregar al año alrededor de 550 litros para cumplir sus compromisos. Luego, es que puede hablarse de sacrificar animales y vender el líquido en el mercado.

Parece que aquí ha sucedido lo contrario, hay quien ya vende sin cumplir su plan y, en el peor de los casos, sin contratar. Aunque es válido retomar un dato que ya Invasor ha manejado antes: “el registro de Control Pecuario se guía por unos números y la diferencia entre lo real y lo que está en los papeles es de miles de cabezas. Si los planes se hacen por cifras que no son reales, el problema solo se agrava”.

La indicación fue revisar el proceso de contratación y cada caso en particular, así como resolver lo referido a la entrega de tierras, pues más de 1 468 tenentes de ganado carecen de terreno. Hasta el 28 de febrero fue el plazo dado para resolver este último problema.

Por su parte, en la Empresa Cárnica, de 3 000 posibles contratos, solo 383 están hechos, sobre todo, por la resistencia de los productores debido a la obligación de estabular los animales y a los descuentos del tres y el cinco por ciento durante la venta. A este paso, la canasta básica está en riesgo, sentenció Tapia Fonseca.

Un panorama similar presenta la Empresa Porcina, que comienza a incentivar en sus productores la práctica de sembrar alimento animal, en especial, la proteína que deriva del maíz, la soya y el sorgo ante las dificultades con la importación.

A largo plazo se piensa en un encadenamiento donde los campesinos cultiven y los porcicultores les compren aquello que no puedan cosechar. Comer carne de cerdo y pagarla a precios aceptables será un camino más largo aún, otra deuda que pesa en la agroindustria y en la mesa del cubano.

Impugnación y disputa en el socialismo cubano

Por Iramís Rosique Cárdenas




José Emilio Fuentes Fonseca (JEFF), “Sin título”, de la serie Estudios, 2009

Los ecologismos reformistas suelen hacer una prédica moralista sobre la necesidad de cambiar los modos de ser sociedad que poseemos hoy día y que amenazan con llevarnos a la extinción. Esta posición entraña muchas veces un diagnóstico de la sostenibilidad que reduce, por ejemplo, la actitud de las trasnacionales de combustibles fósiles, la agroindustria o la petroquímica a un problema de mezquina ambición de sus dueños y accionistas, que se presentan ante nuestros ojos como unos desalmados o unos fanáticos negacionistas del cambio climático que no dudarán en conducirnos a la destrucción, porque son «malas personas».

Los ecologistas socialistas sabemos que la depredación ecológica es inherente al modo de producción capitalista y que no pueden reducirse sus dinámicas a lo moral o ideológico. El capitalismo impone a sus actores determinadas lógicas de comportamiento que pueden actuar con total indiferencia a la vida, porque es un modo de producción fetichizador, reificador. Antes bien, el origen de muchas de esas conductas, de esas políticas, de esas éticas y de esos discursos ideológicos eco-suicidas, habría que encontrarlo en esas condiciones de reproducción del capital que este impone al todo social, al premiar los valores y comportamientos que le son orgánicos e impugnar y castigar los que no lo son.

¿Qué significa que el capitalismo sea un sistema fetichizador o reificador? De modo muy sucinto, podemos decirle fetichismo a cuando los seres humanos, como sujetos, producimos un objeto material o espiritual, lo creamos, pero «olvidamos» que lo hemos hecho, y entonces comenzamos a atribuirle a ese objeto propiedades y condiciones que no poseía y a actuar en consecuencia. De ese modo lo convertimos en un fetiche, y sin darnos cuenta nos encontramos atrapados y subordinados a la lógica de algo que nosotros mismos hemos creado, que deberíamos poder dominar y no al contrario. Las sociedades humanas están repletas de fetiches: desde algo tan sencillo como un amuleto de buena suerte o una aplicación de redes sociales, hasta objetos tan complejos como el estado, el capital, los dioses o el dinero.

Todos son capaces de subordinarnos a sus lógicas de funcionamiento, a sus racionalidades, y de emplear a los seres humanos como sus medios de realización, en vez de ser ellos medio de realización de los seres humanos. El capitalismo es fetichizador porque subordina todo el funcionamiento social a las necesidades de reproducción ampliada del capital, y para ello no importa si hay que posponer adelantos biomédicos para cuando generen grandes ganancias, si hay que contaminar el planeta, si hay que desatar guerras, o si hay que lanzar toneladas de comida al mar.

Dicen Adorno y Horkheimer que «toda reificación es un olvido»[1]. En el caso del capitalismo, ¿un olvido de qué? Marx explica en El capital que, debido al fetichismo de las mercancías, sus propiedades sociales, como el valor de cambio, nos parecen todo el tiempo propiedades intrínsecas de esas mercancías — lo que hace que, incluso, la condición de mercancía de un producto del trabajo humano parezca algo intrínseco y no social — . Debido a esto el mercado también se presenta ante nosotros como un orden natural, con una lógica propia que se sustrae a la voluntad de cualquier individuo, y en correspondencia todos actuamos, lo que completa la realización del fetiche. Nótese que los fetiches no son simples engaños, sino que entrañan realidades debido a que el modo en que son percibidos por las personas hace que estas realicen «el poder del fetiche» con sus acciones. Para señalar este «olvido» Marx dice: «no lo saben, pero lo hacen». Esa frase cristaliza, en nuestra opinión, gran parte de la tragedia que es el capitalismo.

Quien está leyendo esto se preguntará por qué ocurre ese «olvido». ¿Qué hace al capitalismo especialmente fetichizador con diferencia a otros modos de producción?

El mercado es una institución social que no surgió con el capitalismo. En sociedades con otros modos de producción el mercado existió, aunque, salvo excepciones, siempre fue una instancia marginal de la producción material. Solo en el capitalismo el mercado se convierte en el corazón del funcionamiento social, en la institución estructuradora de todas las otras relaciones sociales.

La generalización del mercado como institución social tiene condiciones de posibilidad y necesidad. Las más importantes son, para Marx, el aislamiento relativo de las unidades productivas y la división social del trabajo. Las economías de la hacienda esclavista clásica o del feudo eran economías cerradas y naturales; si bien era inevitable la división social del trabajo en ellas, la sujeción personal de los productores al todo implicaba que funcionaran como una gran unidad productiva autosuficiente. Estas formas productivas no mercantiles tienen un fuerte basamento en la relación directa entre las personas: la comunidad política y económica coinciden. En el feudo, por ejemplo, el siervo está vinculado a la tierra en que nació y su señor feudal, a quien debe lealtad. En la hacienda esclavista clásica el esclavo está vinculado como propiedad a su dueño. Ambos son brutalmente explotados, pero la relación que poseen con sus condiciones de trabajo es indisoluble e inmediata, lo que hace imposible que se oculte el carácter social de la producción.

En una sociedad en la que el mercado es la institución que media todas las otras relaciones sociales, como es el capitalismo, la relación entre los productores no es directa, inmediata. El mercado aparece como un portal que comunica instancias aisladas de la producción. Podemos decir que el mercado proyecta una imagen de la sociedad en la que las personas aparecen como en las celdas de un monasterio y solo se pueden comunicar entre sí mediante el servicio de un mensajero que es el mercado.

No es casual que haya sido en la modernidad capitalista cuando se desarrolló la noción actual de individuo y el individualismo como doctrina. Este aislamiento es la razón principal de que el carácter social de la producción permanezca oculto en el capitalismo; es la razón principal de ese «olvido», de que «lo hagamos, pero no lo sepamos». Y esto, a su vez, contribuye a que el capitalismo nos domine y no nosotros a él.

No es de extrañar que, en la historia del movimiento comunista y socialista, la toma de control por parte de los seres humanos de sus condiciones de vida sea un horizonte permanente, siendo como es el capitalismo una bestia desbocada que puede responder a determinados susurros, pero que al final del día es indomable. La sociedad poscapitalista se ha postulado, imaginado y ensayado entonces como una en la que ese «caos» de la producción capitalista alcance su fin mediante la dirección consciente de los seres humanos sobre el proceso productivo. Walter Benjamin decía que las revoluciones eran «el manotazo [de la humanidad] hacia el freno de emergencia»[2] del tren en el que viajaba, el tren de la historia que en la época del capitalismo nos dirige hacia el desfiladero.

El propio Che Guevara, mientras estudiaba en el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias soviética el asunto de una posible ley económica fundamental del socialismo, escribió:

«Por otra parte, ¿cuál será esta ley económica fundamental, en el caso de existir? Creo que sí existe y que debe considerarse a la planificación como tal. La planificación debe calificarse como la primera posibilidad humana de regir las fuerzas económicas».[3]

Si leemos el resto del libro con atención comprenderemos que aquí el Che no está diciendo que esta o aquella forma específica de realizar la planificación sea ley alguna de la transición socialista. Antes bien, es muy enfático en el carácter nacional de determinados procedimientos propios de la URSS que no debían postularse como principios generales del socialismo. A lo que se refiere es a la «posibilidad humana de regir las fuerzas económicas».

Para los que entendemos el socialismo como un proceso de progresiva democratización, empoderamiento de las personas en todos los ámbitos de la vida, entre ellos la producción material, no es descabellado marcar la superación del capitalismo en relación a cuánto dominio consciente posee la sociedad en cuestión sobre sus condiciones de reproducción.

Ahora bien, esta perspectiva choca con otras lecturas del mercado y la planificación, y con condicionamientos de la realidad. Se ha postulado no pocas veces la inevitabilidad de la forma mercancía y, por tanto, su eternidad. Nosotros discrepamos en tanto consideramos que la mercancía y la economía mercantil son fenómenos de carácter histórico, no natural, y que, por tanto, poseen condiciones históricas de posibilidad y de necesidad ―como son el aislamiento productivo y la división social del trabajo― que pueden darse o no. No obstante, en el contexto contemporáneo realmente existente no está en el horizonte próximo la superación, al menos, de la división social del trabajo.

En el marco de una transición socialista el problema sería entonces cómo lidiar con el mercado y cómo conjugarlo con la búsqueda de una dirección consciente de la producción.

El debate plan/mercado es falso si se presenta como contradicción entre las planificaciones centralizadas ensayadas y los mercados existentes de esas sociedades. También es falso si se postula como oposición entre la planificación pura y el mercado puro. Pero no es falso si se plantea como la contradicción entre dos racionalidades contrapuestas. El mercado es un espacio con racionalidad propia gracias al fetichismo del cual se convierte, también y a la vez, en causa y consecuencia: funciona de esa manera porque así nos comportamos en él, pero si no nos comportáramos así entonces él dejaría de ser lo que es. Esa racionalidad del mercado está basada precisamente en la no conciencia — «no lo saben, pero lo hacen» — , cuando la racionalidad planificadora busca contrariamente organizar la producción de modo consciente. En la historia de los experimentos socialistas esto ha sido ampliamente discutido, aunque no siempre del mejor modo.

La transición socialista puede ser entendida como ese largo período de convivencia entre las viejas formas mercantiles (incluso capitalistas) de producción social y las formas nuevas que nacen con el sello de una racionalidad diferente. Lo que se oculta tras el debate plan/mercado es la siguiente pregunta:

¿cómo se armonizan en el socialismo dos racionalidades económicas diferentes de tal modo que el avance de la nueva racionalidad se estimule y no se impugne? O, dicho de otro modo: ¿cómo asegurar la reproducción y avance de las nuevas relaciones socialistas de producción? La respuesta de una larga tradición revolucionaria es: con el poder, empleando lo que Michael Lebowitz llama un «modo de regulación socialista».[4]

Cuando en los períodos de establecimiento del capitalismo en distintas regiones y sociedades, las relaciones capitalistas de producción no les parecían naturales a las personas que debían insertase en ellas para satisfacer las necesidades del capital, este empleó el poder de los Estados. Pero el Estado es una maquinaria de despotismo de clase, no puede ser mediante la violencia estatal que se establezcan las relaciones socialistas de producción. En otro lugar Lebowitz dice:

«mientras el capitalismo, que necesita para su reproducción el consentimiento de los trabajadores, puede utilizar el poder coercitivo del Estado para ese propósito, ese recurso es totalmente inconcebible en la sociedad cooperativa basada en la propiedad común de los medios de producción».[5]

En la transición socialista el poder revolucionario tiene la obligación de asegurar la reproducción ampliada del socialismo, de ensanchar los circuitos de reproducción social que no operan bajo la racionalidad del mercado. En Cuba, por ejemplo, la salud, que es también un espacio de producción social, está sustraída a la lógica del mercado. No obstante, el avance de las relaciones capitalistas de producción en nuestra sociedad disputa ese espacio. El modo en que, dinero mediante, se puede acceder a una consulta de un especialista muy solicitado o un tratamiento médico limitado, o el debate que de modo subterráneo se da sobre la parcial privatización de servicios de salud «para el que los pueda pagar», son manifestaciones de esa disputa, son modos en los que el capitalismo cubano intenta «crear su mundo»: eso también es reproducción ampliada del capital. Lo mismo puede ocurrir, por ejemplo, en la educación y en otras esferas de la vida nacional formalmente sustraídas a la lógica del mercado. Si el poder revolucionario sirve para algo es, en primer lugar, para proteger el socialismo de esos embates, asegurar su avance y mantener al capitalismo acotado, controlado, en los corrales dentro de los cuales las actuales condiciones históricas nos obligan a mantenerlo vivo y a alimentarlo.

Este enfrentamiento fuera del plano de la producción material es fácilmente comprensible e imaginable para la mayoría, pero también dentro de este pueden arrancársele espacios y funciones al mercado. ¿Por qué un edificio multifamiliar no puede ser autosuficiente en la ensalada que consume? ¿Cómo lograr que una familia perciba que cultivar sus propios vegetales es progreso y es bienestar, como lo perciben muchos en Europa hoy día? El socialismo es un proyecto civilizatorio, por eso un modo socialista de regulación tiene que comprenderse, no solo como un puñado de normas jurídicas y de políticas económicas, sino — y sobre todo — como una gran batalla de ideas.

La realidad del mundo posterior al derrumbe del campo socialista inclina la balanza, en el caso de Cuba, en favor de las formas mercantiles, y capitalistas, de producción. La supervivencia limita las capacidades de experimentación a gran escala y empuja a apostar por lo «seguro», todo lo que puedan serlo las viejas, «normales» y poco confiables relaciones capitalistas de producción. Eso abre más preguntas.

¿Cuánto pueden convivir formas capitalistas y socialistas de producción social? ¿Cómo pueden convivir? Algunas posiciones resuelven de un plumazo la complejidad de este asunto y asumen que si se «retrocede», retroceso que siempre es con respecto a un marco referencial, ya hay restauración del capitalismo. De esta tendencia provienen ideas como que toda propiedad privada es sinónimo de capitalismo, que lo estatal es lo socialista, etcétera.

Lo peligroso para la transición socialista no está en la mera existencia del mercado o de la propiedad privada capitalista, sino en las consecuencias que supone. Una resultante — otra más — del carácter fetichizador del capitalismo reside en que, al presentarse el funcionamiento de su economía como un orden de naturaleza, no histórico, la ciencia económica que se produce sobre el capitalismo no se percibe a sí misma de un modo historicista, como economía del capitalismo, sino como economía a secas, atemporal, tan exacta e independiente de la historia como pudiera ser la física o la química — o al menos como las comprendemos desde el paradigma cientificista de la modernidad — . En parte esto es lo que se oculta muchas veces tras expresiones como la «inevitabilidad de las leyes del mercado». La academia de economía hegemónica no entiende que su ciencia no solo es ciencia, sino también ideología: la ideología del capital, y que los economistas en todo el mundo son, en su mayoría, ideólogos, sacerdotes del capital, predicadores de sus necesidades, las cuales hacen aparecer como designios incuestionables de la «naturaleza humana» o de la «ciencia». Obviamente existen economistas críticos y heterodoxos, pero es esta economía ortodoxa la que predomina, también en nuestra academia: es ella la que da viajes, becas, publicaciones, acceso a empleos en organismos internacionales, universidades de prestigio, y empresas y bancos multinacionales.

En inglés hay una interesante distinción entre economy y economics. Este último término no se refiere a la organización social de la producción, como sí lo hace el primero, sino que alude a las técnicas, a la administración de la producción, a las políticas económicas. Las técnicas de administración del capitalismo son percibidas como técnicas de administración a secas, pero debemos saber que ellas entrañan un tipo de racionalidad que produce y reproduce el «buen funcionamiento» de la economía… ¡capitalista!. En ese sentido repetimos que emplear estas técnicas «olvidando» que entrañan todo lo dicho, es decir, su historia, puede terminar por devorar a un poder cuya intención inicial fuera escapar precisamente del capitalismo:

«Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida».[6]

Por otro lado, una administración eminentemente socialista o comunista no existe como escuela económica sistematizada. Esa es una búsqueda que hay que emprender.

Hay pistas en las experiencias tanto del movimiento cooperativista como en otras formas de economía social y solidaria (propiedades comunales, empresas recuperadas…). El fomento de estas relaciones de producción material otras, puede ser el correlato económico de la promoción de una cultura diferente con el énfasis en la solidaridad, la responsabilidad colectiva, en la cooperación, etcétera. También es importante beber de las críticas que se hacen a la planificación centralizada burocrática, los efectos que esto tuvo en Europa del Este, y las propuestas de una planificación democrática y participativa. Esto apunta a superar la idea de la planificación como un proceso técnico que concierne a expertos, y pone en el centro a la planificación como un proceso político de asignación colectiva de recursos y tareas en la sociedad.

En la armonización y comprensión de las dos racionalidades económicas descritas estará la clave del avance de una transición socialista capaz de no perder la claridad de su horizonte y de sortear los obstáculos sin salirse del carril, aun cuando esas maniobras impliquen retroceder. Es preferible retroceder que zozobrar: pero nos está vedado olvidar que se trata de un retroceso y, en cuanto tal, habrá que afrontarlo.

Notas:

[1] Adorno T. y Horkheimer M., Dialéctica de la Ilustración, Valladolid: Editorial Trotta, 1998, p. 275.

[2] Benjamin, Walter, Tesis sobre la historia y otros fragmentos (trad. Bolívar Echeverría), México D.F.: Universidad Autónoma de la Ciudad de México y Editorial Ítaca, 2008, p. 70.

[3] Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la economía política, La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2003, p. 102.

[4] Michael Lebowitz, La alternativa socialista. El verdadero desarrollo humano, La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 2015, p. 103.

[5] Michael Lebowitz, ibid, p. 104.

[6] Ernesto Che Guevara, «El socialismo y el hombre en Cuba», en Justicia Global, La Habana: Ocean Press, 2002, p. 38.