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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 20 de febrero de 2020

Presidente y primer ministro de Cuba asisten al balance del Ministerio de Industrias


Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Abel Padrón Padilla
En este artículo: Economía, Gobierno, Industria, Ministerio de Industrias (MINDUS), Reciclaje
20 febrero 2020 


Asisten Presidente y Primer Ministro de la República de Cuba al balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate
Con la presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, comenzó en la tarde de este jueves el balance anual del Ministerio de Industrias. En la reunión se analizan tópicos como el comportamiento de la política de envases y embalajes, el reciclaje y la producción de máquinas, herramienta y equipos.
El propio desarrollo industrial, las inversiones que lo generan, la sustitución de importaciones y la atención al aseguramiento de programas priorizados fueron otros de los asuntos cardinales en 2019.
A potenciar la industria nacional y a desterrar de una vez y por toda la mentalidad importadora llamó el presidente cubano al intervenir en el balance. “Lo primero en lo que tenemos pensar siempre es en nuestra industria nacional. Si hay financiamiento muchas veces para importar los productos, por qué no hacerlos aquí mismo. Es una cuestión de soberanía”.
En medio del recrudecimiento de las sanciones del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba, sobre todo en la “persecución feroz” a la entrada de combustibles al país, Díaz-Canel subrayó cuatro prioridades de trabajo para el país: el enfrentamiento a la plataforma cultural colonizadora, la defensa del país, el ejercicio legislativo y la batalla económica.
Al comentar sobre los principales retos del sector, el presidente de la República dijo que la industria tiene que impactar más en el producto interno bruto del país, pues solo aportar el 12% del mismo. “Un país así no se puede desarrollar. Tenemos que recordar como en los inicios de la Revolución se impulsó de manera acelerada la industrialización”.
Destacó también como en los peores momentos del período especial, a pesar de la escasez de recursos, la industria cubana respondió con diversas ofertas. “Tenemos que sacar experiencias porque hay un grupo de cosas que se han perdido. Yo me siento tan orgulloso cuando veo que un producto es nacional y es por ello que no podemos dejar de pensar en cuántas cosas más podemos hacer”.
Sobre la recuperación de materias primas, Díaz-Canel expresó que esta constituye un eslabón fundamental para el desarrollo del país, al reaprovecharse muchos elementos que hoy se desechan.
Entre tanto, al comentar sobre el reordenamiento del parque de herramientas dijo que esta tenía que tener mayor vínculo con el desarrollo local pues existen potencialidades en los territorios para su aprovechamiento más eficaz.
Según trascendió en la cita, la política de reciclaje de materias primas, aprobada en diciembre de 2012, tiene su cronograma de implantación al 83%, estando pendiente la actualización de la Ley para el Reciclaje y su reglamento.
Un tema pendiente para este sector es el índice de reciclaje de desechos. Este indicador solo alcanzó el 18% en 2019, lo que representa un crecimiento de 3% en comparación con el año anterior.
Se recuperan 108 millones de envases de vidrio, alcanzando una tasa de reciclaje del 53% así como 116 943 envases plásticos que incluye bidones plásticos y pomos PET y 7 800 000 frascos de medicamentos.
En cuanto a la política para el reordenamiento y uso eficiente de máquinas herramienta y equipos en la economía nacional, del cronograma previsto para su implementación quedan pendientes tres tareas: la actualización y ampliación del inventario del parque de máquinas herramienta y equipos, así como la ampliación de la experiencia del rastro de Villa Clara, para lo cual se consideró la organización de un rastro virtual que debe materializarse en el actual año y completar el reordenamiento de las máquinas herramienta y equipos.
Se dio a conocer que se reordenaron 1 579 máquinas herramienta y equipos, para el 105% de cumplimiento. Hasta la fecha, han sido reordenadas 7 954, el 49% del total previsto.
Además, fueron realizadas 4 990 reparaciones generales y medias de máquinas herramienta y equipos, para el 102%, de cumplimiento y se modernizaron 12 máquinas CNC y nueve con control PLC. Hasta la fecha se han modernizado 106 máquinas herramienta.
En la fabricación y recuperación de piezas de repuesto se alcanza el 88% del plan previsto, la producción nacional cubre el 68% de la demanda total del país, destacándose las acciones realizadas para comenzar el rescate de la producción de pistones y camisas de motores, la fabricación de la primera válvula industrial, así como la modernización tecnológica de hornos y tornos en las industrias para respaldar la fabricación de piezas.
Al debatir sobre la política de envases y embalajes, los asistentes conocieron que se cumple el plan total de envases al 92%. La producción nacional cubre el 65% de la demanda, mientras que las importaciones decrecen en 26 millones de dólares con respecto a 2018.
No obstante, se reconoce que una de las principales dificultades es el no haberse concretado las inversiones con alto impacto en la implementación de la política (envases de aluminio, envases de vidrio y flexibles), por la no identificación de fuentes financieras y de socios tecnológicos.
Entre las novedades expuestas en el balance del ministerio sobresalió la elaboración y presentación de la propuesta de Política Integral de Automatización.
En este sentido se constituyó el Grupo Nacional de Automática, que integró los trabajos sobre la política del organismo con los del Grupo Nacional de Robótica y Automática y el Programa Nacional de Automatización de procesos tecnológicos.
Otro de los asuntos abordados fue el referente al plan de recape de neumáticos. Sobre este programa se dijo que se cumple al 59%, limitado, fundamentalmente, por la falta de materias primas oportuna.
Se elaboró la propuesta de Reglamento para el recauchado de neumáticos en vehículos, dirigido, en lo fundamental, a materializar la voluntad política del Estado de hacer del recape un instrumento eficaz de sustitución de importaciones.

Balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Miguel Díaz Canel, Presidente de la República de Cuba, durante su intervención en el balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Asisten Presidente y Primer Ministro de la República de Cuba al balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Asisten Presidente y Primer Ministro de la República de Cuba al balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Manuel Marrero, Primer Ministro de la República de Cuba, durante su intervención en el balance del Ministerio de Industrias. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

Cuba y su economía en 2019: Un año de avances en medio de dificultades (IV)


Los impactos sociales de la evolución de la economía cubana en el 2019, marcaron una importante diferencia en relación al año precedente.

En primer lugar y atendiendo a la compleja situación que enfrentaban las retribuciones del sector presupuestado, donde no se recibían en los últimos diez años aumentos salariales en sectores clave, la dirección de país decidió un incremento sustancial para los trabajadores de ese sector en junio del pasado año. Este aumento elevó el salario medio de 634 hasta una media de 1 067 pesos mensuales –para un incremento promedio del 68,3%- y benefició a un millón 470 736 personas. También se elevó el salario mínimo de 225 a 400 pesos para todos los empleados estatales.

Adicionalmente se decidió incrementar las pensiones de los jubilados que cobraban cifras inferiores a 500 pesos mensuales, lo que beneficiará a un millón 281 523 personas, en tanto que se mantuvo la pensión mínima en 242 pesos y la prestación mínima de la asistencia social en 217 pesos a partir de los aumentos decretados en el 2018.

El costo anual del incremento salarial se elevó a 7 050 millones de pesos, mientras que los aumentos de las pensiones de seguridad social alcanzan los 830 millones. También se planteó que estos montos deberían cubrirse sin aumentar el déficit presupuestario mediante una combinación de incremento de impuestos y de la reducción y redistribución del gasto público. De igual modo, se comenzó a aplicar una política dirigida a frenar el aumento de precios, especialmente en el sector no estatal.

Estas medidas, de profundo contenido político, fueron un factor de estimulación que comenzó a reportar efectos positivos durante el resto del año, entre los que destaca la reincorporación a las aulas de 12 000 maestros que –por diversas razones- habían abandonado el sector educacional.

La aplicación de los incrementos salariales se logró sin que se desarrollara una espiral de aumento en los precios minoristas, a pesar de que la circulación mercantil incumplió el plan previsto en unos 2 300 millones de pesos. No obstante, producto de un conjunto de factores, se incrementó el déficit presupuestario en 842,2 millones de pesos por encima de lo previsto, lo que elevó la deuda pública, la que deberá cubrirse con bonos emitidos por el Ministerio de Finanzas y Precios y pagados por el Banco Central de Cuba.

En el ámbito laboral otras informaciones resultan significativas. En este sentido, el salario medio total se incrementó de 777 a 877 pesos mensuales, para un aumento del 12,9%, en tanto que en el sector empresarial el salario medio alcanzó 868 pesos y 831 287 trabajadores cobraron estímulos en CUC, por un valor medio de 13 pesos convertibles mensuales.

Pero en este punto cabe recordar que el salario solo viene representando un 46% de los ingresos totales de la población empleada por el Estado, que cubre el 68,2% de las personas que trabajan en el país ya que el otro 31,8% se ocupa en el llamado sector no estatal, donde laboran como trabajadores por cuenta propia en el sector privado, 621 268 personas –el 13,8% del total de la fuerza laboral- mientras que 814 412 –el 18% del total- trabajan en el sector privado agrícola, en el sector cooperativo y en el sector de empresas mixtas y representaciones del capital extranjero.

Adicionalmente inciden en los ingresos de una parte de la población las remesas, cuyo monto solo se informó oficialmente por Cuba en el 2014 y 2015, ubicándose entre 1 500 y 1 700 millones de dólares por año, aunque se han elaborado otras estimaciones que alcanzan entre 3 000 y 3 600 millones en el 2017. En cualquier caso, se ha calculado que aproximadamente el 50% de esas cifras se destina al consumo y el resto a capital de trabajo del sector no estatal. No obstante, en estos momentos cabe esperar una tendencia a la reducción de las remesas a partir de las restricciones establecidas por el gobierno de Donald Trump en lo referido a los envíos desde EE.UU., al limitarlas a 1 000 USD por trimestre.

A pesar de los esfuerzos que se realizan, en el orden social, sigue presente una distribución de ingresos desigual, con un estimado de índice GINI de +0.45 y una pobreza de ingresos en torno al 16% de la población, fenómenos que demandan otras medidas para su solución.

Igualmente, en términos laborales resulta importante destacar que se registró un desempleo del 1,2%, pero la tasa de actividad económica mostraba en el 2018 un registro del 63,8% solamente, lo cual está evidenciando una tendencia a la baja de casi 12 puntos porcentuales en relación a los inicios del Período especial para la población ocupada en edad de trabajar. En este fenómeno inciden factores que impiden a la mujer su incorporación al trabajo por labores del hogar y –consecuentemente- la tasa en este caso es de solo 49,5%; también están presentes el incremento del trabajo en la economía informal y la migración externa, entre los factores de mayor significación.

En segundo lugar, se logró dar una respuesta favorable al déficit habitacional en el año, ya que se concluyeron 43 700 viviendas de un plan de 32 899, para un crecimiento un 32,8% por encima de lo previsto y del 49,5% más sobre lo construido en el 2018. De igual modo, también se completaron las labores de rehabilitación de las viviendas e instalaciones afectadas por el tornado que azotó a La Habana en enero del 2019.

Este desastre natural inusitado golpeó violentamente a cinco municipios de la capital con vientos de 300 kilómetros por hora, dañando 7 872 viviendas –de ellas 730 derrumbes totales-, dejando 253 682 personas afectadas, entre las que se encontraban unos 190 heridos y hubo que lamentar la muerte de siete de ellos. También resultaron dañadas importantes instalaciones como escuelas, hospitales, fábricas, además de redes eléctricas y telefónicas. Un estimado de las pérdidas las ubicó en unos 7 000 millones de pesos.

En tercer lugar, si bien la circulación mercantil minorista total se redujo el pasado año, a partir de octubre se implementó la venta en moneda convertible de un conjunto de bienes de consumo de gama alta a precios más bajos al no incluirse el cobro de aranceles en sus fichas de costo.

Esta medida estaba dirigida a cumplir dos objetivos: por una parte, recaudar moneda convertible por una vía rápida y por otra, neutralizar –en alguna medida- la importación y venta posterior en el país de bienes de consumo de gama alta importados por personas naturales supuestamente como importaciones no comerciales. En tal sentido, se ha conocido que –solamente en Panamá- los cubanos compran unos 240 millones de dólares anualmente con el objetivo de vender en Cuba equipos como motos eléctricas y aires acondicionados. Más recientemente las ventas en moneda convertible se han extendido a ciertos equipos para brindar servicios de otro tipo y también a la venta de automóviles con un 10% de descuento de su precio en lista.

La percepción interna de esta medida ha sido favorable, aunque también se registran lo que puede denominarse como “efectos colaterales”, ya que se ha mantenido el descuento de un 10% para el manejo de dólares en efectivo con vistas a ser depositados en la carga de tarjetas para la compra en divisas a través del sistema bancario, lo que resulta cuestionado por la población. Por otro lado, se ha producido una cierta depreciación del CUC en la misma medida en que los precios y los surtidos de las tiendas que venden en MLC resultan más atractivos.

Esta medida se ha conectado con el proceso de reunificación de las monedas y las tasas de cambio en relación al peso cubano en la misma medida en que desplaza objetivamente el poder de compra del CUC. A esto se añade que se está efectuando –experimentalmente- la devolución de los vueltos en pesos cubanos por compras en las TRD.

No obstante, la reunificación prevista –tal y como se viene reportando- es una medida de alta complejidad que para cumplir con la premisa de que nadie sea afectado por la misma, demanda de profundos estudios y de un conjunto no despreciable de financiamiento capaz de compensar sus efectos, en el ámbito de las personas jurídicas y naturales.

Por todo lo anterior, es preciso no actuar irreflexivamente, ni pensar que con la reunificación prevista se van a resolver todos nuestros problemas. Ciertamente es una medida indispensable para una mejor contabilidad social, pero por si misma no añade un centavo en el PIB ni va a producir una rebaja generalizada de los precios, criterios que –lamentablemente- se han instalado en la mente de muchas personas, creándose una fuerte expectativa al respecto.

En cuarto lugar, otros impactos de orden social en el 2019 revelan una tasa de mortalidad infantil de 5,0 por mil nacidos vivos, un resultado ligeramente inferior al 4,9 obtenido en el 2018. Por otro lado, en el ámbito de la salud continuaron manifestándose las dificultades –en buena medida producto del bloqueo de Estados Unidos- con vistas a garantizar la importación de las materias primas para la producción de medicamentos, registrándose una la falta de 47 productos al cierre del primer semestre, con un pronóstico de que se mantendría la falta en meses posteriores en torno a 40.

Finalmente y a pesar de todas las dificultades, la sociedad cubana mostró un índice de seguridad ciudadana de 5,6% homicidios por 100 000 habitantes, un índice muy superior a la situación regional en este indicador que revela también aspectos de la calidad de vida que no suelen evaluarse.

(Continuará).

BIBLIOGRAFIA

-Cubadebate (2020) “Cuba en datos: Más cubanos se sumaron a trabajar en 2019” febrero 7, 2020 en www.cubadebate.cu
-Nova, Armando (2019) “Remesas a Cuba, mito o realidad, tras la ruta del dinero” Rebelión agosto 8 de 2019 en www.rebelion.org
-Rodríguez, José Luis (2019) “Impactos globales y regionales en los flujos de remesas a Cuba” Documento de trabajo del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEM) Febrero de 2019.

Presupuesto social: más allá del cerco


De asegurar los ingresos y ahorrar los recursos materiales y financieros depende la ejecución presupuestaria en Cuba



Por DELIA REYES GARCÍA, Bohemia

Fotos: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA

Los desesperados coletazos del presidente Donald Trump no le quitan el sueño a nadie en la Isla. Sobre todas las cosas, porque los cubanos sentimos el respaldo de un Gobierno que, aun haciendo malabares para encontrar recursos financieros, mercados seguros y sortear muchas otras piedras en el camino, mantiene las garantías de los servicios básicos a la población.

Así queda demostrado, una vez más, con la aprobación de la Ley 130 del Presupuesto del Estado 2020, en la cual se destinan más de 33 390 millones de pesos a cubrir los costos de Salud Pública, Asistencia Social, Educación, Cultura, Deporte y Seguridad Social, cifra que representa más de la mitad de los gastos del presupuesto y denota su esencia eminentemente social. Pocos pueblos en el mundo tienen ese privilegio.

En un escenario similar al del pasado año, mediado por las restricciones que impone el cerco económico, financiero y comercial del gobierno norteamericano, la ejecución del presupuesto precisa de mayor rigor y control tanto en sus ingresos como en los gastos.

El ahorro es la palabra clave. Por eso, precisó Vladimir Regueiro Ale, viceministro primero de Finanzas y Precios, “el punto crítico está en garantizar los niveles de ingresos previstos y movilizar todas las reservas que se identifiquen en las distintas formas de gestión, incluyendo las unidades presupuestadas”.

Aseguró Regueiro Ale que están identificado un grupo de medidas que se implementa en los sectores de la economía como son el ahorro de combustible, electricidad, gas y telefonía. El 30 de enero cerró el proceso de notificación del presupuesto, y el 15 de febrero culminará la desagregación a los distintos niveles (gobiernos locales, grupos empresariales, unidades empresariales y presupuestadas).

En materia de ingresos a las arcas del Estado para el actual año se aprobaron 66 291 millones de pesos, que representa un crecimiento en el orden del 11,5 por ciento con respecto al anterior año. Este incremento no tiene precedentes, ni siquiera cuando se implementó la Ley 114 del Sistema Tributario, aseguró el viceministro primero.

Una de las fuentes para nutrir esos ingresos está en los impuestos sobre las ventas y los servicios en la circulación mercantil minorista, que deberán garantizar las empresas de subordinación local del Comercio y la Gastronomía.

El sector empresarial es un eslabón principal en los aportes al erario público, encargado de asegurar el 85 por ciento de los ingresos, fundamentalmente estos se concentran en los impuestos sobre las utilidades, el rendimiento de la inversión estatal, la utilización de fuerza de trabajo, y los dividendos en los casos que corresponda.

Por tal motivo, los resultados empresariales están en la mirilla del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP). “Tenemos que prestar una atención diferenciada, especial, para que no nos sorprendan las empresas que planificaron ingresos y luego deterioran sus indicadores y comienzan a tener pérdidas en su gestión”, sostuvo el Regueiro Ale.

Las únicas modificaciones a los egresos previstos, puntualizó, serán las relacionadas con la implementación de una política aprobada, o una decisión del Gobierno, “hay que enmarcarse en las cifras ratificadas en el plan. No podemos demandar más recursos porque no existen. Los principios son el ahorro y la racionalidad en los gastos”. Así lo ratifica una de las normas complementarias a la Ley 130 del Presupuesto del Estado.

Recibir y aportar

Más de 1 600 millones pensionados tienen asegurados los beneficios de la Seguridad Social. El presupuesto para este fin recibirá ingresos por 6 400 millones de pesos, procedentes de los empleadores estatales, la contribución especial de los trabajadores, incluidos todos los del sector presupuestado, así como de las formas de gestión no estatal. Pero este financiamiento no será suficiente, pues solo cubrirá el 85 por ciento de lo necesario. Por tal motivo se subsidiará ese déficit desde el presupuesto central.



A la Salud Pública y la Asistencia Social se le planificaron gastos por 12 740 millones de pesos, lo cual representa el 28 por ciento del total de las erogaciones presupuestarias para el actual año.

En cuanto a los gobiernos provinciales y municipales se ratificó la atribución de hacer uso de la mitad de los montos financieros que se recauden por la contribución territorial para el desarrollo local. A este fin se planificaron 1 194 millones de pesos.

Como establece la Ley 113 del Sistema Tributario, en cuanto a introducir en la Ley del Presupuesto las modificaciones pertinentes en esta materia, precisó Regueiro Ale, para este 2020 se generalizó el pago de la contribución especial a la Seguridad Social y del impuesto sobre los ingresos personales a los trabajadores del sector presupuestado, en correspondencia con el aumento salarial que se realizó desde julio del pasado año.

Asimismo, comenzará a aplicarse el impuesto sobre ingresos personales a los atletas que se contraten en el exterior, y a la gente de mar (marinos y personal asociado a estas actividades), contratados por armadores extranjeros. Después de aprobadas las políticas para este fin, se emitirán las normativas con resoluciones específicas del MFP, indicó el viceministro primero.

De los beneficios… al control

En Cuba no podemos darnos el lujo de que se pierdan o desvíen los financiamientos que deben respaldar los gastos del presupuesto estatal. La salud de todos, la educación de nuestros niños, una calidad de vida mejor, no tienen que esperar por morosos o evasores. El pago de impuestos, tasas y contribuciones es un deber y responsabilidad compartida. Estos aportes representan el 74 por ciento de los ingresos totales.



La eficiencia empresarial es un eslabón principal para garantizar los ingresos a las arcas públicas.

Las autoridades del MFP tienen identificadas una serie de indisciplinas que atentan contra el erario público. En el caso del sector no estatal, prevalecen las evasiones en el pago por la fuerza de trabajo contratada y la subdeclaración de ingresos personales. Del pasado año quedaron multas pendientes por un monto de 1 100 millones de pesos, lo cual también exige un mayor rigor en la gestión de cobro, valoró Regueiro Ale.

En el sector estatal hay retrasos en la Declaración Jurada (DJ) con los impuestos sobre las utilidades, y el pago por el rendimiento a la inversión estatal. “Todavía –afirmó– no se paga en las fechas establecidas, y necesitamos que el dinero llegue de manera oportuna a las cajas del presupuesto”. Por tal motivo, para el actual año se realizará la fiscalización al ciento por ciento de las DJ del sector empresarial.

Las cadenas de impagos que existen dentro del sector del Comercio y la Gastronomía es otro problema a resolver, en tanto provoca la falta de liquidez de las empresas para cumplir con sus obligaciones tributarias, lo cual afecta los ingresos al presupuesto, sostuvo el viceministro primero.

También existen subdeclaraciones por parte de las personas naturales en los pagos de impuestos asociados a la trasmisión de viviendas y autos. En tal sentido, reconoció, “hay un bajo nivel de enfrentamiento a la ilegalidad”, lo que también se manifiesta en la comercialización de productos de forma ilícita en los territorios.

Déficit presupuestario

Para el año en curso, precisó Maritza Cruz García, vice titular del MFP, se prevén gastos totales por 73 186 millones de pesos, de los cuales 67 499 millones corresponden a gastos corrientes.

Además de los servicios básicos a la población, se respaldan los subsidios a la canasta familiar normada, a las personas con baja solvencia económica para realizar acciones constructivas en sus viviendas; el financiamiento para la exportación y sustitución de importaciones; los montos destinados a las inversiones materiales, entre las que se encuentra el programa de la Vivienda, obras de infraestructura que incluyen las fuentes renovables de energía, el sector turístico, la sostenibilidad del sistema hidráulico, los programas de enfrentamiento a la sequía y de la agricultura, así como en Educación y Salud Pública.

Los aportes que realizan las formas de gestión no estatal también son importantes para sostener el gasto social en el país.

La viceministra acotó que también se inscriben en el presupuesto las pérdidas a financiar dentro del sector empresarial por un valor de 531 millones de pesos, destinados al Grupo Empresarial Azcuba, al Comercio y la Gastronomía de Santiago de Cuba, a la Unión Cuba Petróleo y al Ministerio de la Agricultura.

Los ingresos brutos, aprobados en la Ley 130 del Presupuesto, ascienden a 66 291 millones de pesos, mientras que los gastos totales se estiman en 73 186 millones de pesos. La diferencia entre ingresos y gastos, o sea, 7 095 millones de pesos, es el déficit fiscal del presupuesto.

La demanda financiera, es decir, la deuda pública, asciende a 11 395 millones 600 000 pesos, e incluye el monto del déficit fiscal más las amortizaciones de créditos con vencimiento en el actual año, y que ascienden a 4 301 millones de pesos. El dinero para cubrir la demanda financiera se solicita al Banco mediante bonos soberanos.

Las autoridades del MFP reconocieron que en el presupuesto aprobado no pudieron incluirse todas las solicitudes que realizaron los organismos, pues fue preciso en la planificación mantener el equilibrio macroeconómico. Por eso, frente a la tensa situación que presenta el presupuesto, con una elevada deuda pública, la exhortación es a ahorrar los recursos materiales y financieros, evitar los gastos superfluos. Hacer más, con más ahorro y racionalidad en los gastos. Incrementar por todas las vías posibles los aportes al presupuesto porque el dinero no cae del cielo.

Novedades


Vice titular primero del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), Vladimir Regueiro Ale /Foto: RHC

Sobre una nueva normativa, la Resolución 39 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), que beneficia la gestión empresarial, dio la primicia a la prensa Vladimir Regueiro Ale, vice titular del MFP. Se trata de una norma que regula las relaciones financieras entre las empresas y el presupuesto del Estado en tres aspectos novedosos.

Primero, el gasto en investigación, desarrollo e innovación de las empresas será considerado como una inversión, y por tanto no afectará el resultado final como sucedía con anterioridad. Segundo, se extiende la posibilidad de distribuir dentro de las utilidades empresariales hasta cinco salarios a los trabajadores, antes solo se permitían tres remuneraciones. Y por último, los dividendos que se obtengan por la participación en negocios con capital extranjero, o en entidades de capital ciento por ciento cubanas, podrán retenerlos las empresas como parte de sus ingresos. Estos dividendos se aportaban íntegramente al presupuesto del Estado.

“Estas medidas, reflexionó Regueiro Ale, deben influir en una mejor gestión por parte de las empresas estatales, y contribuye a mejorar la salud y las finanzas de estas entidades”.

Dentro de las principales modificaciones tributarias que se implementan con la Ley 130 del Presupuesto del Estado 2020, están las relacionadas con los productores individuales de productos agropecuarios, a los cuales se les simplificó el proceso de liquidación y pago anual del impuesto sobre los ingresos personales, con el objetivo de estimular e incrementar la producción de alimentos en el país.

-Hace dos años, cuando el MFP presentó el impuesto sobre la ociosidad de la tierra se explicó que tendría un carácter progresivo, aunque comenzaría de manera experimental en dos provincias. ¿Qué ha pasado con este tributo?

-Vladimir Regueiro Ale: Aunque sea necesario, hoy tenemos limitada la implementación del tributo sobre la ociosidad de las tierras, porque su objetivo más que sancionar a los incumplidores, es compulsar a que se pongan en explotación todas las áreas posibles. El programa de producción de alimentos es un asunto de seguridad nacional.

“Para la implementación del cobro de este tributo lo que más ha afectado son las condiciones técnicas y organizativas. Este impuesto requiere el conocimiento de quién es el tenente de la tierra, si es persona jurídica o natural; caracterizar o calificar los suelos en sus dimensiones y calidad también. Porque el impuesto se aplica en función de la categoría técnica-productiva que tienen.

“Luego hay que ver cuál es el nivel de explotación de la tierra, si es adecuado o no. Y todo eso hoy no está bien. Las provincias que comenzaron a aplicarlo en un primer año fueron Pinar del Río y Cienfuegos, y en el segundo año lo extendimos a Artemisa, Mayabeque y Matanzas. Para esto fue necesario desplegar en esos territorios un arduo trabajo con las delegaciones provinciales de la Agricultura y sus oficinas de control de la tierra. En la actualidad han avanzado en un proceso de informatización de sus registros, pero con anterioridad no se tenían.

“Para el presente ejercicio fiscal (año 2020) no fue posible incorporar a otras provincias en la implementación de este tributo. Tenemos los materiales para la capacitación, hemos ganado en experiencia, y se han estrechado los canales de comunicación con la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), y con las delegaciones de la Agricultura en los territorios. Pero este impuesto requiere que apliquemos normas que luego podamos conducir y controlar, y eso no ha sido posible en este momento. Esta es una de las líneas a seguir trabajando para la extensión y aplicación de este impuesto.

-¿Con la Ley 130 del Presupuesto del Estado disminuyen los tributos a pagar por los productores individuales?

-Vladimir Regueiro Ale: Esta es una de las modificaciones que introduce la Ley 130 del Presupuesto del Estado. A los productores individuales de productos agropecuarios se les sustituyó la escala progresiva sobre los ingresos personales por un tipo impositivo fijo del cinco por ciento para el cálculo y pago anual del impuesto. Es cierto que hay una desgravación, es decir, disminuye la cantidad a pagar al realizar el proceso de Declaración Jurada (DJ) al cierre del año fiscal. Pero los tributos no solo cumplen una función recaudadora, también son instrumentos de regulación económica. Por eso, se evaluó la necesidad de incentivar la producción de alimentos en el país.


Para que exista equilibrio en la economía será necesario garantizar en la circulación mercantil minorista un incremento de los bienes y servicios que se presten a la población.

“No se pierde el principio de generalidad en la aplicación del impuesto tributario porque se ratifica la presentación de la DJ, en un formato más sencillo y comprensible al productor. Lo que se ha hecho es reducir la carga impositiva, porque el objetivo es estimular a los mayores productores para exportar y sustituir importaciones. También se evaluaron las limitaciones de la producción agropecuaria en 2019, y que se mantendrán para el actual año. Los beneficios fiscales se aplican con un criterio de temporalidad, de acuerdo a las condiciones que existan en el país.

“Ahora, si bien se reducen los montos totales a pagar, quienes más ingresos obtengan, aportarán más, porque el tipo impositivo del cinco por ciento tendrá una expresión absoluta superior mientras mayores sean los dividendos”.

-Generalmente los insumos que necesita el sector campesino son suministrados por entidades estatales. ¿Por qué entonces solamente se le permite deducir el 70 por ciento y no el total de los gastos en que incurren? 

-Vladimir Regueiro Ale: De acuerdo a las evaluaciones realizadas por el MFP, se entendió que el 70 por ciento es suficiente para respaldar los niveles de gastos, de acuerdo a las fichas técnicas que tienen cada una de las producciones agropecuarias. Hoy no podemos decir que en todos los casos puedan justificarlos o cuenten con el respaldo documental necesario para hacer una deducción del ciento por ciento de los gastos en que incurren.



El presupuesto para la asistencia social precisa desagregarse para conocer con mayor exactitud cuánto se destinará a las personas más vulnerables que precisan la ayuda del Estado.

“Ciertamente existe un por ciento muy importante que pueden justificar a partir de los insumos recibidos por el canal de distribución estatal, de las empresas con las que ellos se vinculan. Pero los productores individuales se complementan con otras cooperativas, se prestan servicios mutuamente, como puede ser, por ejemplo, para la roturación de las tierras o la adquisición de alimentos para animales. Además contratan eventualmente o de manera fija fuerza de trabajo. Pero eso hoy no está bien integrado, falta cultura en la conservación de los comprobantes para el control de las operaciones y en la trazabilidad de las contrataciones.

“No obstante, hay un estímulo fiscal específico para el sector agropecuario al quedar exonerado del pago del impuesto por la utilización de fuerza de trabajo, y es válido tanto para las formas de gestión no estatal del ramo, como para las empresariales. Del 70 por ciento que se permite deducir de los ingresos brutos a los productores individuales, deben justificar documentalmente solo la mitad. La aspiración general dentro del sistema tributario es llegar, cuando las condiciones lo permitan, a aplicar los impuestos sobre las ganancias netas que tenga y pueda demostrar cada contribuyente, como una forma de medición mucho más objetiva”.

Otras dudas

Los ingresos brutos totales que se proyectan al presupuesto del Estado ascienden a 66 291 millones de pesos, y representan un crecimiento del 12 por ciento con relación al anterior ejercicio fiscal. Para esto, se proyectó un crecimiento sustancial en la circulación mercantil minorista a partir de incrementar las ofertas a la población y extraer la liquidez necesaria que garantice un adecuado equilibrio monetario-financiero en el país.

-¿Los impuestos por la venta de bienes y servicios, que representan el 37 por ciento del total de ingresos brutos al presupuesto, y proyectan crecimientos en un 14 y 25 por ciento respectivamente, afectarán a la población ante un posible alza de los precios?

-Vladimir Regueiro Ale: Aquí estamos hablando de un crecimiento de los impuestos sobre las ventas y servicios no por la actualización de las tasas impositivas. Se trata de un crecimiento asociado al incremento de la circulación mercantil minorista. Es importante recordar que muchos de los precios minoristas están regulados de manera centralizada por el MFP, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, o los grupos empresariales que pueden toparlos.

“De hecho el MFP para que no existiera una tendencia inflacionaria a raíz del incremento salarial en el sector presupuestado, emitió las resoluciones correspondientes en el mes de julio del pasado año e indicó que no se podían incrementar los precios que existían en el momento de aprobar esta medida.

“Por tanto, el incremento en los volúmenes de los impuestos sobre ventas y servicios no será porque se incrementen los precios, o los tipos impositivos, sino porque crecerá la cantidad de bienes, habrán mayores cantidades de mercancías comercializándose y más prestaciones de servicios, fundamentalmente gastronómicos, de alojamiento, de recreación, que realizarán las empresas de Comercio y Gastronomía”, concluyó.

Las distorsiones que persisten, lo estatal y lo privado

Por Ricardo Torres Actualizado Feb 20, 2020

LA HABANA. Los graves problemas económicos por los que atraviesa Cuba tienen hondas raíces estructurales, cuyas causas fundamentales no han sido atendidas adecuadamente en el proceso de “actualización”. Salir de este marasmo requiere transformaciones en la empresa estatal, y en el sector privado y cooperativo. Tiene poco sentido plantearse uno desconectado del otro, como parecen sugerir algunas declaraciones recientes.

Cuba es una economía pequeña y necesariamente abierta, con pocos sectores verdaderamente competitivos a nivel mundial, generalmente ubicados en las partes menos lucrativas de la cadena de valor. Piénsese en el turismo de sol y playa dominado por los resorts “todo incluido”; o el hecho de que el níquel que se produce debe ser refinado fuera de nuestras fronteras; o que la distribución mundial de tabacos y ron está en manos de grandes transnacionales. Históricamente, los choques externos han tenido gran incidencia en la actividad económica, junto a la tendencia a concentrar las relaciones económicas en un socio externo que ofrece condiciones “ventajosas” para el país. A ello se añade un régimen de sanciones económicas desde Estados Unidos, de larga duración, que distorsionan severamente el aprovechamiento de las ventajas comparativas del país, incrementan los costos del comercio internacional y limitan al acceso al ahorro externo.

Esta “estructura económica” condiciona un tipo de crecimiento económico bajo, con gran volatilidad y que reproduce varias desproporciones. Tres de ellas son particularmente importantes en la actualidad. A pesar de la enorme inversión en educación y salud pública, el perfil productivo muestra un excesivo dominio de actividades que apenas requieren una fuerza de trabajo con esos niveles de calificación. Se desaprovecha, por así decirlo, una buena parte de ese potencial humano. La generación del excedente externo (clave en un país como Cuba) se concentra en pocas actividades, muchas de ellas sujetas a acuerdos “especiales” (servicios médicos), que son vulnerables a acontecimientos económicos o políticos en esos estados. Véase lo que ha ocurrido en Brasil, Ecuador o Bolivia. Finalmente, los enormes compromisos sociales asumidos, en este contexto productivo, suponen la extracción sistemática de la renta de los pocos sectores excedentarios, a niveles que comprometen su viabilidad a largo plazo.

¿Qué características tiene este modelo productivo después de los noventa?

El declive de la industria azucarera añadió otras complicaciones. En primer lugar, el volumen de divisas que generaba no pudo compensarse rápidamente por otros sectores, lo que solo se logró después de 2004 con los servicios médicos. Asimismo, las actividades que le “sustituyeron” no generan la misma cantidad de empleos directos. Esto acentuó la necesidad de “redistribuir” recursos desde los nuevos sectores superavitarios. En tercer lugar, ni el turismo, los servicios médicos o la industria biofarmacéutica han logrado generar los encadenamientos que proveía el sector azucarero, acentuando el proceso anterior. Estas transferencias no solo van a financiar los servicios sociales (desde educación y salud hasta deportes, cultura, y otros) sino a sostener aquella parte del aparato productivo que es irrentable pero que genera empleos, entrega productos considerados de alta prioridad o simplemente es inviable socialmente su reestructuración.

Una vez que desapareció la protección (insostenible) que ofrecía el esquema de relaciones con la Unión Soviética y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), se hizo evidente la enorme brecha de competitividad externa que padece la Isla. O sea, no logramos venderle al mundo suficiente para pagar las importaciones necesarias, los compromisos que se derivan de las empresas extranjeras que operan en el patio o la deuda externa. Eso se traduce hacia la economía doméstica de muchas formas, pero los consumidores lo detectaron inmediatamente a través de varios fenómenos entrelazados.

Los bienes escasos empiezan a tener unos precios que se ubican inmediatamente por encima del poder adquisitivo de un ciudadano medio. Además, los artículos de consumo importados, que son la mayoría, se ofrecen a precios internacionales con un impuesto muy alto con fines recaudatorios. En ambos casos, esos precios no tienen mucho que ver con los salarios domésticos. Es una diferencia enorme, que tiene que ver con la brecha de productividad y competitividad externa, pero también como parte de un mecanismo para captar recursos en moneda libremente convertible que ahora llegan directamente a los hogares. Ahí se cuentan las remesas, los “derrames” del turismo y las empresas extranjeras que operan en la Isla, y los ingresos de los negocios privados que venden directamente a visitantes.

El uso de ese excedente debería contemplar por igual criterios de tipo económico y social. El desarrollo económico requiere dedicar necesariamente una proporción significativa de recursos a la inversión productiva. Sin embargo, existe una tendencia nociva e insostenible que responsabiliza al Estado con la provisión de todo tipo de bienes y servicios denominados “sociales” o de “interés público”. Se habla mucho menos de las fuentes para financiar todas esas responsabilidades.

Lo “social” o “público” se ha ensanchado tanto que ha terminado por desbordar las posibilidades económicas reales o la capacidad de administración del ente público. Por ejemplo, ¿debería el Estado cubano financiar todo el deporte de alto rendimiento? Dado que la desigualdad de ingresos es una realidad que se deriva directamente de la estructura económica, es hora de repensar los subsidios que se ofrecen sin distinguir entre ciudadanos. La hipertrofia del aparato administrativo que agobia tanto al gobierno central como a las empresas es otro problema. Por último, ¿cuánto más se debe sostener empresas y sectores enteros que son claramente inviables?

Sin embargo, recabar más recursos de inversión no sería suficiente si estos no se aprovechan adecuadamente. Desde el mecanismo de toma de decisiones hasta las señales de precios que enfrentan las empresas cubanas determinan una asignación y aprovechamiento muy ineficiente de esos recursos. Son bien conocidas las historias de inversiones que luego no “rinden” lo esperado debido a un sinnúmero de razones.

Las distorsiones son tan variadas y de tal magnitud que no podrían ser corregidas rápidamente, al menos no sin causar un cisma social y político. El desempleo masivo y el empobrecimiento de amplias capas de la población no está en el interés de nadie, pero la corrección de esos desequilibrios tiene que acelerarse. Ese camino ya ha comenzado. Los gastos sociales del presupuesto central pasaron del 27 al 21 por ciento del PIB. En una tendencia opuesta, las inversiones más que se duplicaron desde 2014, una tendencia bienvenida dado que la inversión solía ser una variable de ajuste.

La corrección de estas distorsiones pasa necesariamente por el sector público en general. Por ello, tiene poco sentido desvincular la transformación de la empresa estatal, de la dinámica del sector privado. Son dos partes de un todo, aunque una de ellas ha sido declarada subsidiaria de la otra. La restructuración (preferible a dinamizar) de la empresa estatal llevará inevitablemente (si se hace con seriedad) a que algunas no puedan continuar funcionando, y otras deberán ajustar sus capacidades. En cualquier caso, uno de los resultados previsibles es la pérdida de miles de puestos de trabajo. ¿Dónde se crearán esos empleos? Hay que tener en cuenta que la escasez de capital condiciona necesariamente su creación en actividades donde los requerimientos de capital por trabajador sean relativamente bajos. Sin dudas, la inversión extranjera (que también enfrenta obstáculos de todo tipo) hará una contribución, pero no parece sea suficiente. La respuesta obvia es que la mayoría de esos empleos deberán crearse en el sector privado y cooperativo.

Las graves contradicciones de la política económica han traído como consecuencia que una buena parte de los trabajadores que abandonaron el sector público desde 2009 fueron a parar al sector informal, emigraran a otros países, o están desempeñando actividades donde no aprovechan plenamente su calificación. Sí, el sector no estatal fue el que más empleos creó en la última década, a pesar de todas las limitaciones. Solo el “cuentapropismo” creó más de 470 mil empleos desde 2009.

Para evitar estas desproporciones, que no se puede permitir un país donde ha comenzado a decrecer el número de personas en edad laboral desde 2015, las autoridades deberían considerar que cualquier restructuración económica y socialmente exitosa de la empresa estatal debería incluir la ampliación de la nomenclatura de actividades que se pueden desempeñar en el sector privado y cooperativo, mejorar el estatus jurídico de esos negocios, favorecer su integración con las empresas de cualquier denominación, ampliar su acceso al comercio exterior y al financiamiento formal. Este último asunto también debería considerar instrumentos que permitan movilizar más efectivamente el ahorro doméstico.

Todo ello pondría en mejores condiciones a las autoridades para corregir las distorsiones existentes, preservar el consenso social alrededor de cambios ineludibles y garantizar una “mudanza” más suave hacia un nuevo modelo económico. Un cambio manejable no significa que estará exento de fricciones o contradicciones. Una estrategia integral y coherente es lo que está faltando…

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Los mercaderes




La tesis de La Matriz es que la realidad no existe, solo existen las narraciones que de ella nos hacen: una posverdad global. Foto: Tomada de Internet
The Space Merchants, traducida como Los mercaderes del espacio, es una novela de ciencia ficción que fue publicada en Cuba hace décadas. Sus autores, Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth, en 1953, reunieron en un libro la historia que habían publicado como entregas a la revista Galaxy Science Fiction. Su antecesor, 1984, de George Orwell, publicada cuatro años antes, retrata un mundo oscuro de un control social abrasivo y alienante, y ha sido elevada a ícono, desde la época de la URSS, como punta de lanza literaria contra el socialismo. A diferencia de esta última, de la novela de Pohl y Kornbluth se dice poco a nivel de uso como mensaje ideológico. La razón está clara. Los mercaderes del espacio dibuja un mundo distópico, enajenante y opresivo, pero... claramente capitalista. Es, en muchos sentidos, el contralibro del de Orwell.
A pesar de ser una novela por entregas, no tiene superhéroes, más bien, un antihéroe con formación de publicista. En un futuro (respecto a la fecha de la novela), la sociedad es dirigida por grandes monopolios transnacionales donde las empresas de publicidad dominan sobre ellas. Los Estados son caricaturas casi prescindibles y las corporaciones tienen ejércitos privados para dirimir sus batallas empresariales, mientras la policía tiene la marcada función de mantener el orden entre los consumidores. El mundo es un desastre ecológico. La publicidad ha alcanzado niveles aberrantes al punto de que ya se piensa en proyectar en la pupila de las personas los anuncios de los productos que, compitiendo entre ellos, aspiran a volverse adictivos para la víctima de semejante aberración. La opresión totalitaria no viene con tintes de Gran Hermano, no hace falta, ha bastado controlar a los seres humanos desde el plano instintivo y hacer del frenesí de emociones y sensaciones razón de vida. No hay memoria colectiva, porque esta ha sido sustituida por la publicidad como cultura de masas, la única cultura que prevalece. ¿Suena alarmantemente familiar?
                              ***
Quince años después de la novela de Pohl y Kornbluth, una novela con el enigmático nombre de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? fue publicada. Escrita por Philip K. Dick, la novela narra las acciones del cazador de replicantes Rick Deckard en un mundo posapocalíptico, donde tener de mascota un animal vivo es un lujo solo reservado para las personas más ricas. El resto de los mortales debe conformarse con mascotas androides, es decir, sucedáneos de animales afectivos, en realidad robots. En ese mundo fallido, el escape de las personas es un dispositivo conocido por órgano de ánimos Penfield, el cual puedes sintonizar para que provoque los estados emocionales que decidas. De este modo, la alegría, el optimismo, el dolor, la tristeza, la depresión, la excitación o la soledad pueden ser programados con antelación de acuerdo a tu deseo. En un planeta donde una buena parte de la humanidad ha escapado a otros astros, tal mecanismo de enajenación es el único refugio frente a una realidad que no se puede controlar. Las personas pasan el día conectados a su caja de emociones como zombies. Cuando no se está conectado al dichoso aparato, las personas trabajan y deambulan en una sociedad donde la propaganda más procaz te incita constantemente a que escapes más allá de sus límites. ¿Suena alarmantemente familiar?
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Basado con mucha libertad en la novela anterior, Ridley Scott filmó en 1982 la producción Blade Runner, considerada hoy un clásico cinematográfico de la ciencia ficción. En la película la Tierra es un desastre ecológico donde el ser humano ha logrado conquistar otros planetas. De esos planetas, llamados curiosamente colonias y que nunca son mostrados, se nos dice que se extraen recursos para la Tierra. En las colonias trabajan seres genéticamente modificados, que laboran allí como esclavos y a los que se les ha determinado obsolescencia programada con fecha exacta de caducidad, es decir, de muerte. Estos replicantes, como son llamados, son el «otro», extraño a la tierra colonizadora, que en ocasiones, molestos, adquieren conciencia de sí, más allá de la funcionalidad para la que fueron creados y se rebelan regresando a la Tierra. Al volverse inmigrantes, su función utilitaria pierde sentido y se vuelven enemigos y, como tales, deben ser cazados cual animales. La función represora la ejercen personas conocidas como Blade Runner, cuya traducción –difícil– sería algo así como corredores por la navaja. Para justificar el asesinato, los inmigrantes son dibujados como seres carentes de empatía, calibanes amenazantes del orden terrestre. ¿Suena alarmantemente  familiar?
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La Matriz, producción fílmica de los hermanos Wachowski, tuvo su primera entrega en 1999, hace ya 20 años. En los largometrajes se narra un mundo también posapocalíptico, donde los seres humanos son creados y mantenidos en incubadoras por máquinas creadas originalmente por la tecnociencia humana y que, en algún momento anterior al narrado en el filme, se rebelaron y lograron el dominio del planeta. La humanidad por tanto se ha reducido a meros seres vegetativos, utilizados como fuentes renovables de energía necesarias para las máquinas.
Lo interesante es que cada ser humano, para ser mantenido vivo, tiene el cerebro conectado a una gigante red cibernética llamada La Matriz, que lo relaciona con el resto de la humanidad de igual modo conectada, y a la que se le crea una realidad virtual que sustituye a la realidad objetiva. De este modo, la realidad es presentada, perturbadoramente, como una creación subjetiva, impuesta por una máquina que puede cambiar de narración si así lo desea.
Neo, el protagonista, es presentado como un elegido para liderear la rebelión humana, pero esa condición le ha sido dada por una profecía que proviene, paradójicamente, de un ser del mundo narrativo y virtual de La Matriz llamado la Pitonisa. Por tanto, la profesía que lo consagra es también narrativa pura, sin asidero en el mundo objetivo. La tesis es que la realidad no existe, solo existen las narraciones que de ella nos hacen: una posverdad global. ¿Suena alarmantemente  familiar?
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Salgamos de la ciencia ficción.
En el año 2009, la transnacional Sony solició patente para un dispositivo capaz de detectar emociones. La protección intelectual, inicialmente pensada para sus consolas de juego, no está limitada a ellas y es utilizable en cualquier dispositivo electrónico como un televisor. La idea es que, al identificar el estado emocional del usuario de un dispositivo, dicha información pueda ser utilizada para determinar el comportamiento del aparato y modificarlo acordemente, logrando que el consumidor no pierda la atención sobre el mismo. En el caso de los juegos, identificando alegría  puede indicar que la función entretenedora es adecuada, mientras que el hastío provoca que el ritmo del juego y su emotividad sean incrementados para volver a captar la atención del ludópata.
En 2014 Facebook solicitó una patente, concedida en 2017, para detectar emociones. En este caso, la licencia us20150242679a1 cubre la capacidad de detectar, almacenar y transmitir el estado emocional de un consumidor de contenido digital para decidir, a partir de dicho conocimiento, el contenido que conviene mostrarle al individuo. En el lenguage técnico, frío e impersonal de la patente se puede leer: «La identificación del contenido a ser mostrado por una o más aplicaciones basados en el tipo de emoción identificada puede incluir la búsqueda, en una pluralidad de contenido, cada item asociado a un tipo de emoción en particular. En adición a esto, una componente de calibración puede ser configurada para recibir el pedido de calibrar el detector de emociones y presentar un tipo de emoción al usuario».
La patente estadounidense U.S. Pat. No. 6,175,772 de 2001 protege la invención de mascotas robots con seudoemociones y cuyo comportamiento está basado en las mismas. De acuerdo con el documento de invención, los patrones de comportamiento de la mascota cambian a partir de la respuesta emocional del usuario.
Otra patente, la U.S. Pat. No. 6,536,440, protege como invento la capacidad de, utilizando ultrasonido, influir y manipular impulsos nerviosos en el cerebro, permitiendo que data sensorial sea proyectada en la corteza cerebral. La patente, solicitada por Sony, «es totalmente no invasiva, al utilizar dispositivos que disparan impulsos de ultrasonido a la cabeza para modificar patrones de neuronas localizadas en el cerebro y crear “experiencias sensoriales” desde imágenes en movimientos hasta sabores y sonidos».
Ray Kurzweil, quien fuera director de Ingeniería de Google, considera que para 2045 la capacidad tecnológica de la cibernética habrá sobrepasado la capacidad cognitiva humana.
Theodore Berger, un ingeniero en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, está desarrollando una prótesis de memoria. La idea es remplazar parte del hipocampo con un dispositivo que grabe la actividad eléctrica que codifica una memoria de corta duración y, convertida en señal digital, transmitirla a una computadora donde pueda ser matemáticamente transformada y luego vuelta a implantar en el cerebro. Su dispositivo ya ha sido probado con éxito en ratones y monos, y ahora trabaja con pacientes humanos.
Paremos aquí.
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Una lectura superficial pudiera dar paso al alarmismo y de ahí a la reacción tecnofóbica: «Si la ciencia nos depara este futuro mostruoso, ¡paremos a la ciencia!»… Hay quienes ven en el mundo actual una dictadura de lo tecnocientífico sobre lo cultural, humanístico, literario y artístico y, en consecuencia, debemos rebelarnos contra lo tecnocientífico. Este dilema se presenta de variadas formas, por ejemplo, en la batalla «cultural» entre el desarrollo de los transgénicos versus la moratoria sobre su uso; la capacidad tecnocientífica de clonar el código genético versus la prohibición del uso de tal capacidad; el desarrollo de las tecnologías basadas en células madre versus su aplicación práctica; el desarrollo de la nanotecnología versus sus implicaciones ecológicas. En todos estos casos el dilema se presenta como una batalla entre la capacidad tecnocientífica alcanzada y la insuficiencia cultural para su uso responsable por parte de la sociedad. Pero, a nivel global, debemos entender que la esencia no está en esa contradicción, sino en aquella que describiera el viejo Marx: No vivimos la dictadura de la ciencia, vivimos la dictadura del capital. La ambición desenfrenada por la ganancia condiciona todo el resto de los impulsos sociales. La solución, por tanto, no radica en detener la ciencia, cosa por demás imposible, consiste en cambiar el orden social del planeta.
El terror esencial de nuestra época no es la sociedad totalitaria descrita por George Orwell en 1984 (inviable de cualquier manera), es la sociedad anticipada por Pohl y Kornbluth en 1953 a la que nos acercamos terriblemente. En este mundo de hoy, el verdadero Gran Hermano se esconde detrás de la fachada del Gran Entretenedor, y los enemigos a derrotar son los mercaderes de todo lo bueno que la humanidad ha cultivado. La posibilidad de derrotar a ese enemigo de la humanidad es el destino que, día a día, se juega esta Isla con su resistencia.

Modifican las formas y sistemas de pago en las empresas: ¿Qué dice la Resolución 114?. Comentario HHC

Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Lissett Izquierdo Ferrer


Obras de construcción en las redes del nuevo acueducto del municipio de Antilla, proyecto que abarca la sustitución de los 40 kilómetros que cubre esa deteriorada y obsoleta red tras más de medio siglo de servicio en la provincia de Holguín, Cuba, el 23 de enero de 2020. ACN FOTO/Juan Pablo CARRERAS
Justo cuando miles de trabajadores en el país discuten el plan de la economía a “camisa quitada” en sus centros laborales, muchas dudas vuelven a saltar respecto a qué sistema de pago es más oportuno bajo las actuales condiciones de la economía.
En no pocas ocasiones, a los responsables de aplicar lo instituido les falta claridad o no están al día en lo reglamentado y, por lo tanto, se encuentran inhabilitados para dilucidar cuál es la mejor alternativa.
El Código de Trabajo establece en su Artículo 109, que el salario se paga al trabajador atendiendo a la calidad y cantidad del trabajo realizado y al tiempo real laborado. Entre tanto, el Artículo 131 del Reglamento del Código de Trabajo, prevé los procedimientos para la forma de pago por rendimiento.
Según apunta la Gaceta Oficial Extraordinaria número 2 del presente año, fueron derogadas las resoluciones 6/2016 y 1 del 2017, teniendo en cuenta las experiencias en su aplicación. En su lugar, entró en vigor la Resolución 114 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

¿Por qué se modifican las formas y sistemas de pagos?

  • Por la cantidad de indicadores asociados a la formación y distribución del salario existentes en las empresas: 4 directivos* y 2 límites.
  • Indicadores límites** asociados al cumplimiento del valor agregado bruto, cuyo resultado no siempre reflejaba la creación de nueva riqueza y no se ajustaba a las características de la gestión de todos los sectores y procesos.
  • Distribución como salario de gastos no ejecutados que no responden a eficiencia.
  • El plan no refleja todas las potencialidades productivas con el objetivo de lograr crecimientos del salario a partir de su sobrecumplimiento.
  • Afectaciones en los aseguramientos que no dependen de los trabajadores y afectan los ingresos que estos reciben.

¿Qué formas de pagos pueden aplicarse en el sistema empresarial?

En dependencia de las condiciones técnicas organizativas del proceso de producción o prestación de servicios; de las posibilidades de control y medición de los gastos y de los resultados del trabajo se aplican las formas de pago a tiempo o por rendimiento.
Pago por rendimiento:
La forma de pago por rendimiento se aplica en el sistema empresarial con el objetivo de incrementar la productividad del trabajo, reducir los gastos y los costos, elevar los niveles de producción o servicios con la calidad requerida, el aprovechamiento de la jornada de trabajo y otros que incrementen la eficiencia de la empresa, mediante los sistemas de pago siguientes: a) A destajo; b) por resultados.
Pago a destajo:
Los sistemas de pago a destajo se basan en la medición de los gastos de trabajo a través de la cantidad de producción elaborada o servicios prestados. El salario se calcula mediante una tasa que resulta de dividir el salario escala más los pagos adicionales que correspondan, entre las normas de rendimiento o multiplicada por las normas de tiempo.
  1. Destajo individual: se basa en la medición de los resultados de cada trabajador y se expresa a través de una tasa salarial que se calcula dividiendo el salario escala más los incrementos que correspondan entre la norma de rendimiento; o multiplicada por la norma de tiempo, según corresponda.
  2. Destajo colectivo: relaciona el salario de un grupo de trabajadores con el volumen de trabajo a cumplir por ellos, referido a cantidad de producción o servicios y se expresa en una tasa salarial, calculada sobre la base de la suma de los salarios escala más los incrementos que correspondan y las normas de rendimiento o de tiempo colectivas.
  3. Destajo indirecto: el salario del trabajador está en dependencia de los resultados del trabajo de otros trabajadores directamente vinculados a la producción o los servicios; el salario formado se expresa sobre la base de una tasa salarial resultante de dividir la tarifa salarial del cargo, entre las normas de rendimiento o de servicio establecida, para los trabajadores que él atiende.
  4. Pago a destajo progresivo: se utiliza en los casos que se aplican normas de rendimiento o de tiempo muy tensas y es necesario lograr altos incrementos de la producción o los servicios; el salario a formar se establece sobre la base de tasas salariales, las que se incrementan a partir de un nivel determinado, en cuyo caso el por ciento de incremento de la producción o de los servicios debe ser superior al por ciento de incremento de la tasa salarial incrementada.
  5. Pago por acuerdo: se emplea para retribuir el cumplimiento de trabajos que constituyen la tarea acordada y cuyo monto de salario se determina sobre la base de normas de rendimiento o de tiempo y el salario correspondiente a cada tipo de trabajo, comprendido en la tarea, de acuerdo con su complejidad.

¿Cuáles son las novedades en el sistema de pago?

  • Otorgar la facultad de su aprobación a los directores de las empresas que no aplican el perfeccionamiento empresarial, integradas a las organizaciones superiores de dirección.
  • Establecer como límite máximo para formar el salario, no deteriorar el gasto de salario por peso de ingreso total comparado con períodos anteriores, en sustitución del gasto de salario y utilidad antes de impuesto por peso de valor agregado bruto planificados.
  • Priorizar siempre que sea posible la aplicación de los sistemas de pago a destajo.
  • Mantener como indicador que condiciona el pago por resultados en las empresas el crecimiento de las utilidades antes de impuesto, comparadas con periodos anteriores, en lugar de los indicadores directivos ventas netas totales, ventas para la exportación y encargo estatal planificados.
  • Los indicadores de las unidades organizativas (UEB, Talleres, establecimientos, brigadas u otras en dependencia de la estructura organizativa de la empresa) y los que miden el aporte individual se aprueban de común acuerdo con la organización sindical, previo análisis en el consejo de dirección.
Los indicadores de las unidades organizativas responden a las características de los procesos y funciones de estas y los que miden el aporte individual, a la calidad y cantidad del trabajo, así como a las atribuciones y obligaciones de cada cargo.
  • Los indicadores se desagregan a nivel de UEB u otra estructura productiva o de servicios según corresponda, siempre que exista control económico y de los resultados del trabajo, modificando lo que hoy está aprobado.
  • Las empresas que obtienen pérdidas en sus operaciones, autorizadas o no, aplican la forma de pago a tiempo, excepto los trabajadores abarcados en un sistema de pago a destajo y los de las UEB u otra estructura productiva o de servicios según corresponda, que cumplen los indicadores definidos en su sistema de pago por resultados.
  • Establecer el pago del salario básico ante el incumplimiento de los indicadores, eliminando las deducciones hasta el salario escala.
  • Ratificar en la oficina central de la empresa para el salario del director el límite de hasta 2.5 veces el salario medio de la misma. La distribución del resto de los cargos se aprueba teniendo en cuenta la complejidad, las atribuciones y obligaciones de los cargos y el aporte individual, eliminando el límite de hasta dos veces.
  • La oficina central de la organización superior de dirección empresarial, para pagar por resultados planifica en su presupuesto de gastos lo correspondiente al salario, observando una proporción de hasta 1.5 veces en relación con el salario medio de la organización, en lugar del salario medio de la empresa que mayor lo planificó.
No se consideran las empresas de la Zona Especial de Desarrollo Mariel que aplican el coeficiente 10. El pago por resultados se condiciona al no deterioro del gasto de salario por peso de ingreso total y al crecimiento de la utilidad antes de impuestos de la organización.

¿Puede un trabajador recibir su salario por más de un sistema de pago?

Los trabajadores pueden estar comprendidos de manera simultánea en más de un sistema de pago bajo la forma de pago por rendimiento, en correspondencia con su aporte individual e incidencia en los resultados alcanzados, incluyendo los que se encuentran cumpliendo el servicio social.

¿Cómo se les paga a los trabajadores asociados al turismo?

En el sector del turismo aplican la forma de pago a tiempo los hoteles que operan bajo la modalidad de todo incluido; los nuevos hoteles que inician su explotación y los que cambian de administración lo hacen por el período de hasta un año.

¿Qué pasa con los trabajadores asociados a empresas mixtas?

Las sociedades mercantiles de capital ciento por ciento cubano que tienen como única función la de accionistas de la inversión extranjera, para aplicar la forma de pago por rendimiento planifican en su presupuesto de gastos lo correspondiente al salario, observando una proporción de hasta 1.5 veces en relación con el salario medio de las empresas asociadas y determinan los indicadores que condicionan el resultado. No se consideran las empresas asociadas que radican en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

¿Qué hay de nuevo con las OSDE´s?

La nueva resolución establece cambios para la planificación del fondo de salarios del plan 2020 de las oficinas centrales de las organizaciones superiores de dirección empresarial (OSDE). Estas estructuras deben tener en cuenta:
  1. Ajustar la plantilla a 45 plazas (son las que según los análisis realizados se requieren para cumplir las funciones asignadas según el Decreto No. 335) más 1.5 por encima, por cada empresa que la integra.
  • Al límite establecido, se adicionan las plazas que corresponden a los cargos de auditoría, centros de capacitación, cuando proceda y las del despacho de carga de la Unión Eléctrica de Cuba.
  • La aplicación del límite no podrá generar en ningún caso incremento de la plantilla aprobada actualmente.
  • El ajuste de la plantillas puede conllevar procesos de disponibilidad, que deben realizarse durante el primer trimestre de 2020.
2. Las OSDE que, excepcionalmente, proyectan una plantilla superior a lo expresado en la resolución, lo fundamentan al momento de la presentación del plan.
3. Las OSDE cuya plantilla actual sea similar a la ajustada, mantienen igual fondo de salario que el planificado para el 2019.
Precisiones que recoge la Resolución 114:
Las organizaciones superiores de dirección empresarial o empresas que por las características de su gestión no se ajusten a lo establecido en la nueva resolución, fundamentan en un término de hasta 60 días al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social las adecuaciones que requieran, las que se evalúan de conjunto con los ministerios de Economía y Planificación, Finanzas y Precios, la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, y el Sindicato Nacional correspondiente, previo a su aprobación.
*Indicadores directivos: son los fundamentales y caracterizan el grado de cumplimiento de la tarea estatal y social asignada, así como el nivel de eficiencia en la utilización de los recursos y la fuerza de trabajo: encargo estatal, ventas netas totales, utilidad antes de impuesto, ventas con destino a la exportación de bienes y servicios.
**Indicadores límites: representan determinados enmarcamientos o límites máximos o mínimos en la utilización de los recursos, asociados a determinados niveles de eficiencia que inciden en el cumplimiento del plan anual. En el caso del salario los indicadores límites son: gasto de salario por peso de valor agregado bruto y utilidad antes de impuesto por peso de valor agregado bruto.

Comentario HHC: Dos preguntas 

1- ¿ Las empresas tienen toda la posibilidad para gestionar por si misma el cumplimiento del Plan o dependen aún de terceros? ¿ Eso no afecta a los trabajadores?
2- ¿Las normas de trabajo son elementales o científicamente fundamentadas teniendo en cuenta que hace años desaparecieron el Instituto de Investigación Científica del Trabajo?