Por Juan M Ferran Oliva,
Las gestas faraónicas
Brigada Invasora de Maquinaria
Ofensiva revolucionaria
Cordón de la habana
Zafra de los diez millones.
Otras gestas
magnas
Batalla de ideas.
Trabajadores sociales
Revolución ENERGÉTICA
Ayuda internacionalista
En lo que respecta a la
economía interna los resultados del medio siglo transcurrido desde 1959 no han
sido lisonjeros. No suelen corresponderse con el esfuerzo inversionista y
social llevado a cabo.
Entre dicha fecha y 1990 Cuba
recibió 80.000 millones de rublos en créditos, donaciones y precios
subvencionados, excluyendo la asistencia militar. Procedían de la URSS y otros países socialistas. Señala
quien aporta esta información[1]:
Aún reduciendo
esa cifra a la mitad o menos, se trata de una suma extraordinariamente
importante para un país como Cuba. En todo caso, suficiente para su desarrollo.
Sin embargo, al desplomarse la URSS y librada a su propia suerte, Cuba
descubrió dolorosamente que no se había desarrollado en el sentido cabal del
término…
Opina también dicho autor que tan cuantiosa ayuda ahorró
a Cuba la fase de acumulación originaria del capital. Junto con
la generosidad externa, los cubanos se apretaron el cinturón y el resultado se
materializó en cuantiosas instalaciones productivas y sociales. La mecanización
de la cosecha cañera permitió hacer con 235.000 obreros lo que antes hubiera
requerido 400.000. La capacidad de embalse de agua creció 210 veces más respecto a 1959. La flota
mercante se incrementó desde 14 buques hasta 176. El área de cítricos pasó de
12.000 ha a casi 100.000 ha. Las capturas de peces crecieron 8 veces y se
duplicó la refinación de petróleo, al igual que
las producciones de energía eléctrica y níquel. La de fertilizantes se
sextuplicó y la de cemento se quintuplico. Los índices de disponibilidad
relativa de personal calificado, máquinas herramientas, vías férreas,
carreteras y otros, igualaban o se acercaban a las registradas en países
desarrollados de la época.
Estas proporciones y cifras reflejan transformaciones
cuantitativas notables. Los aspectos cualitativos, sin embargo, dejaron
bastante que desear. Los rendimientos cañeros e industriales azucareros fueron
pobres y no alcanzaron a los de la etapa pre revolucionaria. La masa vacuna se
redujo de 5.8 millones de cabezas en 1961 a 4,9 millones en 1988.
Posteriormente bajó aún mucho más y los incrementos en otros tipos de ganado no
compensaban tal merma. Los rendimientos de los demás productos agrícolas eran
relativa y absolutamente pobres.
Como milagros a préstamo, en el aspecto social
destacaban los habituales iconos de la educación, la salud, la cultura y el
deporte. No son generadores de ingresos
sino de gastos cuya cobertura son los
contrastantes resultados económicos.
Durante el mencionado periodo fueron dedicados
concretamente a la acumulación más de 50.000 millones de pesos de la época,
comparables al rublo. Ello equivaldría (sólo como punto de referencia y a precios de entonces) al valor de 1.000
centrales azucareros de gran capacidad, o sea, más de 6 veces los que entonces
tenía el país[2].
Tal comparación puede dar una idea del esfuerzo inversionista realizado.
En 1963 se concretó una estrategia de desarrollo
económico tomando en cuenta la estructura económica heredada y las perspectivas
de cooperación con la URSS y otros países socialistas. Tenia como piedra
angular a la producción de azúcar. De ella provendría el flujo de ingresos
necesarios para crear la infraestructura y la ulterior industrialización.
A partir de 1968 se desataron desequilibrios serios y
descendió estrepitosamente la eficiencia. Los siguientes años se caracterizaron
por una explosión del infantilismo político. El fracaso de la Zafra de los Diez
Millones en 1970 llamó a la cordura. A partir de 1971 se inició la
institucionalización del país. El proceso culminó con la proclamación de la nueva Constitución el 24
de febrero de 1976. Quedó también establecida una nueva estructura político
administrativa y fijados los niveles e instrumentos legislativos, así como la
estructura del gobierno.
Las grandes transformaciones cesaron una vez
implantada formalmente la economía centralmente planificada. A partir de ese momento cabe hablar de
evolución. Una Revolución permanente sería una contradictio in adjecto.
En Cuba
cesó una vez concluidas las transformaciones e implantada la economía
centralmente planificada. La línea
divisoria convencional es el año 1975.
En lo adelante se aplicó un modelo económico extensivo
apoyado en créditos blandos y mercados asegurados. La isla se convirtió en
eslabón de una división del trabajo entre países socialistas y perpetuó su
dependencia de las vulnerables exportaciones primarias. La tecnología asimilada
no era, generalmente, de avanzada. Todo ello derivó en el retroceso de la
productividad del trabajo. Se intensificó el nivel de dependencia de las
importaciones alimentarías y adquirió mayor envergadura la asimetría creciente
en las finanzas externas. La clonación del modelo introdujo también el atraso
de la oferta respecto a la demanda de la población y el mercado interno
sietemesino consustancial de las economías sovietizadas.
Como fruto, entre 1959 y 2009 se alcanzó un promedio
anual de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita a precios constantes, de un 3,2%. En este
resultado, incide por supuesto, la grave caída provocada por la desaparición de
la URSS. De cualquier modo se trata de una tasa bien modesta. El crecimiento
promedio como tendencia entre 1903 y 1958 fue de 2,7%. La expresión puntual de
esta evolución queda expuesta en el ANEXO
1: pib
cubano 1903-2010. Página 122.
Las gestas faraónicas
Hasta el año 2006 fueron frecuentes las que pudieran
denominarse gestas faraónicas. Se caracterizaron por el
gigantismo operacional. La magnitud implicó elevados costos, en ocasiones
ignorados. Tareas monumentales como las vinculadas a la Brigada Invasora de Maquinaria,, la ofensiva revolucionaria,
el Cordón de La Habana, la
Zafra de los Diez Millones y otras de gran porte y dudosa racionalidad son
ejemplos de ello. En general fueron expresión del voluntarismo y la aspiración
de soluciones radicales, generales e inmediatas. Pero natura non facit saltus.
Brigada Invasora de Maquinaria
En noviembre de 1967 inició oficialmente sus
actividades la Brigada Invasora de Maquinarias Ernesto Che Guevara. Su
propósito inicial fue el desbroce a gran escala de las infestaciones de
malezas, principalmente del pertinaz marabú. Expresó Fidel en el acto de
puesta en marcha a fines de 1967[3].
De manera que
contaremos con una unidad de maquinaria que dispondrá de 500 máquinas de
estera, además de todos los equipos adicionales y de todos los camiones y demás
equipos necesarios. A nuestro juicio
esta unidad de maquinaria agrícola constituye la más grande unidad de esta
índole que se haya organizado en ningún país del mundo… entre el mes de
noviembre de este año y el mes de junio, entrarán en el país 500 camiones de 10
toneladas. Y aspiramos, de aquí a fines
del año 1969, incorporar a ese plan no menos de 1 500 camiones de esa magnitud,
1 500 nuevos camiones de 10 toneladas y, además, unos 300 buldóceres. Mil quinientos camiones de 10 toneladas
podrían mover 150 000 metros cúbicos de tierra diariamente.
A más de medio siglo de la gran batalla inicial,
el marabú campaba por sus respetos. En
2007 Raúl Castro lanzó un alerta respecto a esta pertinaz maleza. Fue un señalamiento tan lacónico como
irónico, pero elocuente[4].
…con esta generosidad de las lluvias del año pasado y
el actual, aproveché en llegar aquí por tierra, para ver que todo está verde y
bonito, pero lo que más bonito estaba, lo que más resaltaba a mis ojos, era lo
lindo que está el marabú a lo largo de toda la carretera.
En dicho año 2007 Cuba
disponía de 6.620 miles ha de tierra apta para el cultivo o pastos. El 55% de
ella – 3.631 miles ha – sin cultivar. El marabú cubría 1,139 miles ha. Cuatro
años más tarde, se habían limpiado 100.000 ha en toda la nación de manera que
aún quedaría más de 1 millón ha infestadas e inutilizadas[5].
Ofensiva revolucionaria
Las medidas primeras del recién estrenado gobierno
revolucionario que asumió el poder en enero de 1959 se encaminaron al
desmantelamiento del sistema político existente. La nueva generación desplegó una honestidad inusitada
hasta entonces.
La reacción hostil del gobierno de Estados Unidos no
se hizo esperar. Se habían afectado los sacrosantos intereses de empresas
norteamericanas. ¡Muy mal ejemplo! De inmediato se tomaron medidas represivas
radicales. Fue eliminada la cuota azucarera a precios protegidos que en 1958
ascendía a casi 3 millones de TM. Cesó el suministro de petróleo y se inició un
boicot a los envíos de repuestos y suministros. También fueron suspendidos los
créditos y se adoptaron otras medidas punitivas.
Las respuestas de Cuba fueron verticales. El 17 de
mayo de 1959 se dictó la Ley de la Reforma Agraria encaminada a erradicar el
latifundio (en octubre de 1958, en medio de la lucha armada, se había llevado a
cabo una reforma agraria limitada a los territorios en poder del Ejercito
Rebelde). Otras medidas trascendentes adoptadas el propio año fueron la
reducción de las tarifas eléctricas y
telefónicas y la disminución de un 50% en los alquileres. No fueron
únicas. En 1960 continuó la acometida revolucionaria. en julio se estableció el
monopolio del comercio exterior. En agosto se nacionalizaron las refinerías de
petróleo, las empresas de teléfonos y de electricidad, y 36 centrales
azucareros de propiedad norteamericana. El 13 de octubre del propia año 1960 se llegó al clímax con la nacionalizaron de
382 grandes empresas, entre ellas 105 centrales azucareros. También se incluyeron todos los bancos
cubanos y extranjeros. En el propio mes se aprobó la Reforma Urbana que
traspasó a los inquilinos – con limitaciones - las propiedades que tenían
alquiladas.
El 16 de abril de 1961, en un acto masivo, Fidel
Castro proclamó urbi et orbi el carácter socialista de la Revolución.
Simplemente fue una oficialización. En ese mismo año culminó la campaña de
alfabetización y Cuba se declaró libre de analfabetismo.
En octubre de 1963, una segunda Ley de Reforma Agraria
radicalizó lo establecido en la anterior y estableció la tenencia máxima de
tierra en 67 hectáreas. Más de 200.000 campesinos arrendatarios o precaristas
dejaron de pagar rentas y un 70% de toda la tierra quedó en manos del Estado[6].
La corriente de nacionalizaciones culminó en 1968.
Durante el discurso conmemorativo de la fecha histórica del 13 de marzo,
Fidel Castro anunció una ofensiva contra los últimos vestigios del capitalismo
y de la moralidad burguesa… Empleó términos agresivos y concluyo: De
manera clara y terminante debemos decir que nos proponemos eliminar toda
manifestación de comercio privado. Al día siguiente, de un golpe, fueron
intervenidos sorpresivamente cerca de 60.000 negocios privados: barberías y
peluquerías, comercios minoristas de todo tipo, imprentas, vendutas, zapateros
remendones, sillones de limpiabotas, talleres de reparaciones diversos, etc.
Fue, la llamada Ofensiva Revolucionaria[7].
Las entidades gubernamentales que recibieron las
funciones de los comercios y servicios nacionalizados, asumieron, de manera
tácita, la responsabilidad de operarlos con una eficiencia superior o cuando
menos igual a la de los pequeños negocios intervenidos. Lamentablemente no fue
así y entraron en juego los administradores, plantillas y organigramas, a veces
para una entidad de uno o dos empleados. Prácticamente desapareció la oferta de
trabajos domésticos de carpintería, electricidad, plomería, etc..
Como únicas formas de propiedad privada permanecieron
las parcelas campesinas, que abarcaban un 30% de las tierras, y una parte
reducida del transporte que siguió funcionando como propiedad personal de los
que la explotaban directamente. Esta nacionalización final se llevó a cabo en
una época en la que se pretendió construir simultáneamente el socialismo y el
comunismo. Se identificaba el socialismo con la estatalización o nacionalización,
como se le llamó eufemísticamente.
El Gobierno Revolucionario se había atragantado de poder
económico y la digestión no era fácil. Nunca logró la asimilación plena.
Un ejemplo de la mentalidad de la época lo da una
pequeña localidad de El Wajay, zona aledaña a la ciudad de La Habana. En
los alrededores de 1965 aparecieron a la entrada y la salida del pueblo sendas
pancartas anunciando pretensiosamente que se trataba del primer pueblo
totalmente socialista de Cuba: ¡habían nacionalizado todos los establecimientos
privados!
Cordón de la habana
En abril 17 de 1967 se inició el Cordón de La Habana,
un plan agrícola gigantesco. Comprendía el desarrollo del área que rodea a la
capital e incluía instalaciones productivas y de servicios, así como la
infraestructura residencial para los trabajadores. Sus áreas, previamente,
estaban pobladas de fincas de campesinos o de recreo que fueron erradicadas. La
superficie prevista era de unas 30.000 ha y dos terceras partes de ellas se
dedicarían a cítricos y otros árboles frutales, entre los cuales se
intercalarían unos 100 millones de matas de café, y otras de gandul[8]. El resto sería pastos, bosques, un jardín
botánico y otro zoológico. Contaría con terrazas anti erosivas, cortinas de
viento y otros refinamientos técnicos.
Detrás de este cordón frutero iría el lechero con otras 80.000 ha, y más
hacía el sur el cañero y el viandero.
Según las expectativas, La Habana se autoabastecería de prácticamente todas sus
necesidades del agro y además exportaría. Ello significaría unos 100 millones
de pesos en divisas[9].
El plan recibió el apoyo de los trabajadores de
toda la capital que le dedicaron miles de jornadas de trabajo voluntario
durante años. Pasado un tiempo cesaron las noticias al respecto y no se
publicaron trabajos alusivos a sus resultados.
En 1971 no se hablaba de él.
En los años 2010 al 2013 la producción nacional de
leche sobrepasaba algo las 600.000 TM y alrededor del 12% era de origen
estatal. Era la mitad de lo producido en 1989. Entre 2003 y 2012 se importaron
unas 500.000 TM por año[10].
En el año 2014 la única leche que se distribuye es la cuota normada para niños
hasta cierta edad, y para enfermos. En las tiendas en divisas se vende leche en
polvo a altos precios, que han sido elevados a más de 6 CUC[11] el
kg. La mayoría de los cubanos no la pueden sufragar.
Zafra de los diez millones.
La más notorias de las gestas faraónicas fue la
llamada Zafra de los Diez Millones. El convenio de 1964 la URSS
garantizó la exportación del azúcar cubano a buen precio y ofreció la
correspondiente cooperación para materializar dicho propósito. La antológica Zafra devino una obsesión. Pareciera que con ella
se resolverían todos los problemas económicos del país en un horizonte tan
cercano como 1970. La ambiciosa meta
degeneró en una histeria que distorsionó la débil economía cubana. Llegado el
momento de la verdad, todas las entidades de gobierno y organizaciones
políticas y sociales abandonaron sus respectivas responsabilidades para hacerse
cargo de posiciones puntuales en la zafra. Se trasladó caña entre provincias,
se sacrificaron otras de la zafra anterior y de la posterior. Se movieron
contingentes de hombres sustraídos a sus responsabilidades habituales en
distintos campos. Se doblaron los turnos industriales para compensar la
producción de lo movilizados. Grandes extensiones agrícolas quedaron sin atención
para dedicársela a la caña. La Zafra de los 10 millones tuvo el sabor de
un objetivo olímpico. Finalmente se logró una producción de poco más de 8.4
millones TM, un record que superaba al de 7.2 millones TM alcanzado normalmente
en el lejano año 1952. El valor preciso de cada tonelada de aquel azúcar no se
conoce. Mucho menos se sabrá el costo de oportunidad que tuvo la economía del
país en su ingente intento por materializar aquella ilusión productiva. La
movilización general de hombres y recursos, como en una guerra, paralizó y
desarticulo la economía. La capacidad y condiciones de la industria azucarera
mejoraron, como lo evidencian las altas producciones alcanzadas en años
bastante posteriores. Pero la imagen que prevaleció fue la del fracaso pírrico
de aquella emblemática meta.
Otras gestas
magnas
En años relativamente recientes pueden señalarse
nuevas gestas gigantes como
la Batalla de Ideas y la organización de los Trabajadores
Sociales. Otras que sugieren un resultado más positivo, aunque discutible
en ciertos aspectos, pudieran ser la Revolución
Energética y como capítulo especial, la Ayuda Médica y Docente
Internacionalista que ha realzado la imagen externa de Cuba y devenido un
importante hecho económico, político y
social.
Batalla de ideas.
En noviembre de 1999 un niño cubano llamado Elián
González sobrevivió asombrosamente al naufragio de la balsa en que su madre lo
conducía clandestinamente a Florida. Los anticastristas allí radicados
capitalizaron el hecho intentando convertirlo en un reclamo propagandístico.
Pero el padre – radicado en la isla - no deseaba abandonarlo ni permitir que
fuera prohijado por parientes lejanos con propósitos politiqueros.
Consecuentemente el gobierno de Cuba inició gestiones para la recuperación del
menor. Inopinadamente, tan legítima reclamación sirvió de cortina de humo a la
situación económica que atravesaba el país en esos momentos. Finalmente, de
manera espectacular, el niño fue devuelto a su hogar cubano en junio del año
2000. Agotado el tema patriótico y humano que absorbió el interés popular, se
promovió una nueva etapa de agitación política en la figura de la llamada Batalla
de Ideas, subproducto de la lucha por Elián. Esta nueva campaña
combinaba la teoría con la práctica al incorporar, en singular simbiosis, la
ideología con la ejecución de tareas materiales en forma de programas. Fue
encargada a la Juventud, pero involucraba a los organismos de la Administración
del Estado correspondientes.
En medio de la crisis económica, abarcó la
remodelación millonaria de hospitales, policlínicos, centros escolares y otras
obras definidas retóricamente como logros de la Revolución. La Batalla
echo a andar y en diciembre de 2004 contaba ya con unos ya unos 170 programas.
En general se enmarcaban dentro del proverbial esquema de los estímulos
morales, la aversión a los mecanismos de mercado y la obra ciclópea. Entre ellos
destacan la construcción y reparación de escuelas; la creación y operación
del Canal Educativo 2 en la TV; el impulso a las bibliotecas familiares; la
Editorial Libertad; los cursos extensivos de computación con unas 300
instalaciones de los llamados Joven Club y 3.500 computadoras; los programas audiovisuales para las escuelas
a todos los niveles incluyendo 1.944 en
zonas rurales en las que se instalaron paneles solares; los programas
emergentes de formación de maestros primarios para alcanzar el aspirado índice
de 10 a 20 alumnos por aula; los cursos de superación docente; la creación de
escuelas de instructores de arte; la universalización de la enseñanza superior
que llevó este nivel a casi todos los municipios con una matrícula enorme; las clases televisadas de Universidad para
Todos; el programa de formación de trabajadores sociales que integró a más de 40.000 jóvenes sin trabajo
ni estudio. En el sector de la salud se rehabilitaron y en ocasiones se
construyeron numerosos hospitales y policlínicos, se introdujeron equipos
médicos de alta tecnología, se ampliaron
las escuelas internacionales de la salud y las de iniciación deportiva.
A inicios de marzo de 2009, ya bajo la presidencia de
Raúl Castro, se anunció la fusión de 4
ministerios en dos y la destitución de 8 altos cargos de gobierno, algunos de
ellos personajes clave con anterioridad.
Entre los destituidos se hallaba un
vicepresidente del Consejo de Ministros a cargo de la Batalla de Ideas.
Con esta desarticulación los programas
sociales pasaron a ser responsabilidad de los organismos correspondientes. Los
resultados de la Batalla de Ideas fueron útiles en ciertos casos, pero
su eficacia es dudosa y más aún lo es su eficiencia económica. Seguramente que
sus costos hubieran sido menores de haberse limitado a ser ejecutados normal y
paulatinamente por las entidades convencionales de gobierno; suponiendo que
estas fueran eficientes.
Trabajadores sociales
El 10 de septiembre de 2000 se inauguró el primer
curso de Trabajadores Sociales. Hasta el año 2007 este movimiento graduó
43.000 jóvenes de entre 17 y 22 años, en cursos de 10 meses. El Programa
formaba parte de la llamada Batalla de Ideas y contó con 4 escuelas
dispersas por el país. Tan alto número de graduados implica cerca de un
trabajador social por algo menos de cada 300 habitantes. El ejército de
trabajadores sociales se institucionalizó apoyado en su imagen de jóvenes
solidarios movidos por razones éticas. Estos médicos del alma,
como los llamara Fidel, desarrollaron más de 150 programas. Su labor se
dirigió, en buena medida, al control y reincorporación a la sociedad de jóvenes
desvinculados del estudio y el trabajo, como ellos mismos, pero también a otras
actividades. Se cuentan entre ellas las pesquisas a sectores poblacionales bajo
riesgo, el apoyo directo a familias vulnerables, ancianos, madres solteras,
reclusos, adictos, etc. En ocasiones se convirtieron en tropa de choque en la
lucha contra la corrupción. Tal fue el caso, notorio por cierto, de las
gasolineras.
En estos establecimientos se habían detectado enormes filtraciones
y en 2005 todos sus empleados fueron sustituidos durante varios meses por
10.000 trabajadores sociales con el propósito de quebrar los mecanismos de
malversación que se habían generado. Al poner orden en el negocio multiplicaron
más de dos veces los volúmenes de venta. Tras un periodo determinado regresaron
los antiguos trabajadores, entonces con controles más estrictos a través de
tarjetas magnéticas. También fue masiva y prolongada la participación de los
trabajadores sociales en el programa de la Revolución Energética.
Revolución ENERGÉTICA
En mayo de 2004 una importante afectación puso en
crisis al Sistema Electro energético Nacional (SEN). Fue provocada por
una avería durante el mantenimiento planificado de la termoeléctrica Antonio
Guiteras, una de las más grandes entre las 11 existentes entonces. Muchas
rebasaban los 20 años de explotación y dependían de suministros tecnológicos de
los desaparecidos países socialistas. Los apagones alcanzaron a más de 120
industrias y la situación se agudizó al fracturarse la programación nacional de mantenimiento.
Hay que añadir que las instalaciones de transmisión y registro estaban
desgastadas física y moralmente y existían numerosas acometidas fraudulentas.
Por si fuera poco, el parque de enseres electrodomésticos era obsoleto debido
al desabastecimiento crónico del mercado minorista (refrigeradores y aires
acondicionados con 40 y más años de funcionamiento, así como los ventiladores
improvisados y otros franskenstein técnicos impensables). Asimismo,
estaban generalizados los bombillos incandescentes en las viviendas. Todas estas debilidades originaban un sobre
consumo eléctrico que agravaba aún más la situación. En el orden externo
incidían negativamente los crecientes precios del petróleo. En agosto del
propio año el huracán Charlie abatió 22 torres de alta tensión en las
provincias occidentales, entre otros daños. Los momentos más críticos del
déficit eléctrico se extendieron durante
los siguientes 6 meses.
En 1959 el país contaba con 471 Mw instalados en sus
plantas eléctricas. Las condiciones de
aquellos años propiciaron la instalación de nuevas termoeléctricas y la
modernización de las existentes bajo el esquema del abundante flujo de
combustible fósil asegurado por la URSS. El
campo socialista suministró equipos y plantas completas y la capacidad
eléctrica aumentó un 6% anual como promedio hasta 1989. En este último año se
disponía de 2.968 Mw instalados y un 95% del país electrificado. Ello equivalía
a más de 6 veces lo disponible 30 años atrás. Pero en lo adelante no se
acometieron ampliaciones de capacidad. La oferta eléctrica se estancó, se descapitalizaron
las instalaciones y el consumo continuó expandiéndose al socaire del
crecimiento vegetativo de la población y la ineficiencia generalizada.
En el contexto de la catástrofe eléctrica de mayo de
2004 se concibió la llamada Revolución
Energética como plan emergente. En
el plano de la oferta se basaba en la introducción de grupos electrógenos de
tecnología moderna (diesel y fuel oil), de fácil y rápida instalación modular,
compactos, ahorrativos, atomizados a lo largo del territorio. Tal dispersión
constituía un seguro contra los daños ocasionados por eventualidades climáticas
y de otro tipo. Por otra parte su flexibilidad los convertía en reguladores de
la carga pues pueden activarse con un toque de botón. Se trataba de tecnología
de punta pero queda la duda del posible desaprovechamiento de las economías de
escala. Lo que es incuestionable es la ventaja de la dispersión y la rapidez en
la instalación de la nueva capacidad.
Comenzaron a aprovecharse los gases acompañantes del
petróleo. En tal objetivo participó como
asociada una empresa canadiense y se instalaron 405 Mw de potencia con
un recurso antes dilapidado y contaminante. Como indispensable complemento se
inició la rehabilitación y modernización
de la red de distribución y la mejora en las plantas convencionales existentes.
También se aplicaron tarifas desestimulantes y se combatieron las abundantes
ilegalidades.
Por otra parte se iniciaron o fortalecieron las investigaciones
relacionadas con el empleo de fuentes energéticas alternativas, principalmente
las eólicas, solares y las mini hidroeléctricas.
Quedaba por resolver el problema de las economías
domesticas. En tal sentido se llevó a cabo una sustitución masiva; una
verdadera blitzkrieg seudocomercial con la intervención de 35.000 trabajadores
sociales. Casa por casa reemplazaron, de manera gratuita 9,4 millones de
bombillos incandescentes por lámparas ahorradoras modernas. Estos jóvenes
realizaron también levantamientos del
parque de equipos obsoletos en los hogares y
los reemplazaron. Adicionalmente distribuyeron enseres menores incluidos en el programa,
como ollas de presión, hornillas eléctricas, calentadores elementales de agua,
etc. y brindaron seminarios sobre su utilización. La
sustitución o entrega no fue
gratuita pero los precios aplicados, en
pesos cubanos, no incluían márgenes generosos como los de la red en
divisas. También se dieron facilidades a
través del crédito bancario. El programa
destinó US$4.9 millones para habilitar 600 talleres distribuidos a lo
largo del territorio nacional.
En diciembre de 2007 la Revolución Energética
había avanzado considerablemente. Una información oficial de aquella fecha así
lo indica[12].
Cesaron entonces los apagones sistemáticos. En el campo de la generación se
habían instalado ya 6.481 grupos electrógenos que sumados a las 11 plantas
termoeléctricas existentes transformaron el modelo de generación eléctrica
existente. En la agricultura se situaron 947 motores eléctricos modernos cuya
potencia era de 1.320 Mw. En 962
panaderías fueron colocados hornos eléctricos. Al decir de los informantes fue este
un plan intensivo sin igual en ninguna parte del mundo en tan poco
tiempo…adquiriendo los equipos a las mejores firmas del mundo. Hasta la
fecha señalada fueron instalados más de 2.9 millones de interruptores y relojes
contadores (faltaban aún 250.000 mas); se renovaron más de un millón de
acometidas desde el poste hasta la vivienda (faltaban 1.2 millones más) y 19.000 conductores secundarios (faltaban
36.000). Se cambiaron 116.565 postes (faltan 120.000 o más) de los 1.180.000 existentes en el país, el
30% de madera. Se instalaron 26.600 transformadores y quedaban 16.260 por
sustituir. La industria del país contribuyó con la ampliación y modernización
de la fábrica de cables y otras industrias dedicadas a la producción de postes
y accesorios eléctricos. Al cierre del año informado, se había dado solución al
75% de los casos. En términos de infraestructura se requirieron unas 400
camionetas especializadas, carros cesta, barrenadoras, etc. En el área
doméstica se habían entregado 2,2 millones de refrigeradores a la población.
Representaban el 83% del plan. Se habían
sustituido 2,5 millones de cocinas de kerosene por las correspondientes
hornillas eléctricas; 177.000 aires acondicionados; 73.000 televisores y
numerosas bombas de agua. Todo ello , según los informantes, habría significado
un ahorro diario de 2.500 TM de petróleo consumido: más de 1 millón US$
diarios a los precios de la época. Para el consumidor el efecto se tradujo
en la sustitución de un equipo desgastado y obsoleto por uno nuevo de
procedencia china, algún ahorro en la factura mensual, más calidad de consumo.
Los refrigeradores se vendieron en 6.110
pesos cubanos (244 CUP, o pesos convertibles), pagaderos en 120 cuotas de 59
pesos mensuales al 3% de interés.
Señalaban, además que la sustitución de bombillos incandescentes
produjo un ahorro de 250 Mw equivalentes a una pequeña termoeléctrica. En
general, las inversiones programadas para estos fines sumaban en su conjunto
unos 2.000 millones US$. Fueron acometidas para superar la descapitalización de
las instalaciones generadoras y transmisoras, así como la obsolescencia en el
sector del consumo. Estas deficiencias se hubieran evitado con la práctica de
una reposición y mantenimiento sistemáticos. Y, en el plano casero, con la
oferta normal de productos electrodomésticos. El costo social - desconocido - debió ser cuantioso.
Ayuda internacionalista
En un ilustrativo trabajo sobre las misiones médicas
de Cuba en el extranjero, Julie M. Feinsilver[13]
califica dicha ayuda internacionalista como
una política de diplomacia médica…y argumenta:
Desde el inicio
del gobierno revolucionario, los líderes cubanos abrazaron la causa de la
atención médica universal y gratuita como un derecho humano fundamental y
establecieron en la nueva Constitución la responsabilidad del Estado de
garantizar ese derecho.
Se refiere al Sistema Nacional de Salud cubano como un
modelo alabado por especialistas y organismos internacionales. En 2008 más de
30.000 médicos y personal de salud designados por el Gobierno de Cuba, ofrecían
su colaboración en 70 países de todo del mundo.
Esta singular y masiva forma de colaboración tiene su
remoto origen en las fuga de cerebros médicos que padeció Cuba entre 1959 y 1962,
cuando marcharon al extranjero la mayoría de los 7.886 profesionales de
esta rama existentes entonces y quedaron apenas unos 3.000 en el país. La reacción del gobierno a tan retador éxodo fue la implementación de programas
masivos de preparación de este tipo de
universitarios. Ya a mediados de la década de 1980 se disponía de una
cantidad de médicos superior a la requerida por el sistema de salud del país,
pero sus facultades los continuaron egresando. El boom ha dado como
resultado la existencia de cerca de
90.000 profesionales. Tal plétora, quizás más impensada que programada, implica
que el país ocupe el segundo lugar mundial – entre 192 Estados- en lo que
respecta al número de habitantes por médico. Cuba dispone de un capital humano
que aplica exitosamente en provecho propio y de los demás. Su personal ha
participado en numerosos lugares victimas de terremotos, ciclones,
inundaciones, erupciones volcánicas y tsunamis. Más de 18.000
ucranianos, particularmente niños, han recibido atención en la isla, en
instalaciones especiales, tras verse afectados por el accidente atómico de
Chernóbil.
Adicionalmente Cuba ofrece becas para la formación de
personal de salud a miles de estudiantes de varios continentes a quienes,
además, educa en la filosofía del juramento hipocrático en su más pura esencia
solidaria. De acuerdo con Feinsilver, la
ayuda de Venezuela en el marco del ALBA ha generado el respaldo financiero
necesario para permitir la expansión de la diplomacia médica, según la califica esta autora. Añade que fue
importante para que Cuba lograra el respaldo de la Asamblea General de la ONU
en las declaraciones de rechazo al bloqueo impuesto por EEUU. Desde 1961, Cuba
ha enviado 113.585 profesionales de la salud a 103 países. Como complemento 40.000 personas han recibido educación y
capacitación gratuita en Cuba en las facultades de medicina. Algunas cifras de
origen no cubano resultan impactantes.
Las ganancias derivadas de servicios médicos en el exterior representaron en
2006 el 28% de las exportaciones totales de la isla, lo que implica que fueron
mayores que los ingresos obtenidos en la exportación níquel y el turismo[14] .
Continuará
[1] Gabetta, Carlos. Cuba después de
la URSS. Le Monde Diplomatique, publicado en Edición Cono Sur, núm. 94 de abril
2007. Pág. 30-31. htp://www.insumisos.com/diplo/INDEX.HTM
[2] Estimados en base a la
información de los anuarios estadísticos durante los años señalados.
[3] Castro, Fidel. Discurso de
inicio de las actividades de la Brigada Invasora de Maquinarias, en La Concepción, Bayamo. Oct.
30 de 1967.
[4] Castro, Raúl. Discurso en
Camagüey, el 27 de julio de 2007.
[5] Según Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo
Nacional de Agricultura Urbana y
Suburbana. Intervención en una actividad del
Grupo en en Ciego de Ávila. Marzo 11 de
2011. Citado por Leandro, Julio Juan. Reclaman mayores acciones en la lucha
contra el marabú. Agencia de Información Nacional (AIN). Marzo 4/2011
[6] Informe Central del Primer Congreso del PCC. Opúsculo Editora
Política. Pág. 48.
[7] Fueron alrededor de 60.000, pero
no eran los únicos autónomos. Solo los registrados como tales. Muchos más
integraban el conjunto si se tienen en cuenta aquellos vendedores, reparadores
y otros que ejercían clandestinamente sus ocupaciones.
[8] Gandul, guandul, guandú o frijol
de palo. Leguminosa utilizada como forraje.
[9] Castro, Fidel. Discurso
pronunciado en la inauguración de un asentamiento urbano de 120 casas dentro
del plan conocido como Cordón de La Habana. Enero 6 de 1968.
[10] ONE y datos aportados por Marino
Murillo Jorge, Vicepresidente del Consejo de Ministros en la argumentación de
la necesidad de la Ley de Inversión Extranjera. Sesión Extraordinaria de la
VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
[11] CUC: Cuban Currency. Peso cubano
convertible, su tasa ha sido de 24 pesos cubanos por 1 CUC o peso convertible.
[12] Programa Mesa Redonda de la TV
nacional de diciembre 20 de 2007
[13] Médicos por Petróleo. Versión
original en revista NUEVA SOCIEDAD No 216,
julio-agosto de 2008<www.nuso.org
[14] Embajada de la India en La
Habana: Annual Commercial & Economic Report 2006. 13 de abril de 2007, www.indembassyhavana.cu/Page/Annual%20 Commercial%20report1.doc. Citada por
Feisnsilver