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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 24 de julio de 2025

Aeropuerto Jardines del Rey supera plan de viajeros

Agencia Cubana de Noticias Economía 24 Julio 2025

Economía CiegodeÁvilaEn26



Foto: Eduardo Rodríguez Dávila/Twitter

Los 275 trabajadores del Aeropuerto Internacional Jardines del Rey, en Cayo Coco, lograron resultados de eficiencia al sobrecumplir el plan de viajeros atendidos entre enero y junio. La terminal aérea, principal puerta de entrada y salida de turistas extranjeros a la cayería norte de Ciego de Ávila, recibió o expidió a 265 405 pasajeros, un 9.7 por ciento por encima de lo previsto, reportó el diario Trabajadores.

Arleivy Brito Echevarría, coordinador general de la terminal, informó que esta cifra se alcanzó con 753 aviones, 251 menos de lo planificado. El resultado se debe al alto índice de ocupación de las aerolíneas que conectan Cayo Coco con el mundo, como la rusa Nordwind y las canadienses Westjet, Air Transat y Air Canada.

Brito Echevarría destacó que este logro ocurre en un contexto de contracción de la actividad turística. La situación económica del país y la “demonización del destino Cuba”, como parte de la guerra económica de Estados Unidos, han afectado al sector.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en el primer semestre del año llegaron al país 981 856 viajeros internacionales, 327 799 menos que en igual período precedente.

Los trabajadores de la terminal aérea laboran contra esa tendencia. Ellos son los encargados de ofrecer la bienvenida a los visitantes y garantizar una atención que motive su regreso.

El código de aeropuertos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) asignado a Jardines del Rey es CCC. Este código coincide con las cualidades que distinguen al colectivo: Calidad, Competencia y Compromiso, según Lester Carlos Guizan Valdez, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Aeropuerto Cayo Coco.

Durante una visita de la prensa al lugar, estas cualidades se evidenciaron con la llegada de más de 150 turistas canadienses en un vuelo de Westjet procedente de Montreal. El Boeing 737 MAX 8 partió hacia el Aeropuerto Internacional Montreal Pierre Elliott Trudeau una hora y 10 minutos después con un grupo similar a bordo.

Rolando Pulido Rodríguez, especialista principal en Gestión de la Calidad en el aeropuerto, afirmó que el tiempo promedio de estancia de los pasajeros visitantes es de 28 minutos y 22 segundos. Además, lograron un 99.8 por ciento de conformidad de los viajeros.

Otro dato relevante es la recuperación de una hora, 54 minutos y un segundo en 332 vuelos que llegaron con retraso a la terminal de Cayo Coco. Esto permitió a muchas aeronaves operar a tiempo.

Orestes García González, jefe de la Unidad de Handling (Manejo), subrayó que los resultados se relacionan con la calificación del personal. Los trabajadores demuestran un alto sentido de responsabilidad y pertenencia, enfocados en la atención a los viajeros y a las aeronaves.

En el semestre, la UEB vendió 7 330 toneladas de turbo-combustible, su principal fuente de ingresos. Esto generó utilidades por más de 150 millones de pesos, permitiendo a los trabajadores recibir ingresos decorosos frente a la inflación.

Este esfuerzo se complementa con una sólida labor político-ideológica. El aeropuerto Jardines del Rey se distingue por tener más de un centenar de militantes del Partido, organizados en nueve núcleos, según Liudmila Crespo Torres, secretaria general del Comité.

Aris Mary Rodríguez Medero, del Buró Sindical, aseveró que mantienen la emulación y estimulan periódicamente a los trabajadores y dirigentes destacados.

Lester Carlos Guizan Valdez, director general de la UEB, resaltó que la buena gestión se debe a la integración con el personal de otras entidades que operan en la instalación. Entre ellas, Cubana de Navegación Aérea (ECNA), Seguridad y Protección a la Aviación Civil (ESPAC S.A.), Dirección de Identificación e Inmigración y Extranjería, y Aduana General de la República de Cuba.

Para mantener la “triple C”, el aeropuerto Jardines del Rey se prepara para la venidera temporada alta del turismo, que comienza a mediados de noviembre. Guizan Valdez subrayó que su pista de 3000 metros de largo y 25 de ancho puede recibir aviones de fuselaje ancho, como el Boeing 777-300ER y el Airbus a350-1000, capaces de transportar a más de 500 pasajeros.

“Solo falta por pavimentar la segunda calle de rodaje que conecta la pista con la plataforma de estacionamiento de los aviones y estará lista antes del inicio de la etapa”, afirmó Guizan Valdez.

Empresas mixtas en Cuba: promesas, realidades y distorsiones


Mientras el gobierno impulsa nuevas formas de asociación con capital extranjero, muchas de estas empresas enfrentan un contexto marcado por desigualdades estructurales.

Por  Omar Everleny, OnCuba





En la pasada Asamblea Nacional del Poder Popular, realizada a mediados de julio de 2025, los principales dirigentes cubanos se refirieron a la necesidad de buscar cualquier variante para potenciar los ingresos en divisas del país, entre ellas la inversión extranjera.

Es bien conocida esta necesidad para Cuba. Sin embargo, el crecimiento de la inversión extranjera no avanza al ritmo de las expectativas, y mucho menos al que exige la realidad nacional.

Recientemente se han constituido algunas empresas mixtas que llaman la atención por ciertos aspectos:Muchas de ellas pertenecen al sector del comercio (mayorista y minorista) y al de la transportación. No se trata de cuestionar la existencia de empresas mixtas en estos sectores, sino de señalar que parece más difícil captar inversión extranjera en los sectores productivos, que son precisamente los que el país necesita hacer crecer.

Hasta hace poco no se permitía la inversión extranjera en el comercio ni en la transportación, con el objetivo de preservar el monopolio estatal. Sin embargo, la escasa disponibilidad de recursos ha dejado a las empresas estatales del comercio desabastecidas, lo que ha obligado a replantear esta postura.

El monopolio estatal del comercio se ha ido perdiendo, a medida que las mipymes han ocupado los espacios abandonados por las empresas públicas. En este contexto, cabe preguntarse si la reciente apertura a la inversión extranjera en el comercio busca competir con los empresarios privados nacionales. Resulta curioso que no se promoviera antes, cuando todo el comercio era controlado por el Estado. ¿Se sigue prefiriendo que inversores extranjeros ocupen cuotas de mercado que podrían ocupar cubanos, solo para evitar que las ganancias terminen en manos privadas nacionales? Las empresas mixtas suelen gozar de ventajas que no están al alcance de las mipymes, como vender en divisas y no tener que convertir CUP a monedas extranjeras.

A menudo, para justificar estas inversiones ante los decisores que las aprueban, se menciona que estas empresas desarrollarán actividades de exportación. Sin embargo, si no producen bienes materiales, sino que se dedican a comercializar y transportar, ¿qué tipo de exportación podrían realizar que no pudieran hacer directamente los productores?

Además, no se observa que los socios extranjeros de estas empresas minoristas sean firmas ampliamente reconocidas como actores en el comercio minorista en sus países de origen. Difícilmente, entonces, aportarían un conocimiento profundo del know how del sector. Lo más probable es que comiencen a aprender en Cuba, al igual que lo hacen las mipymes nacionales, y que no cuenten con una red de proveedores amplia ni con capacidad de negociación para obtener mejores precios.

¿Será tan difícil atraer socios de países como México, Brasil, España, Francia o Alemania, donde existen cadenas minoristas consolidadas y con alcance internacional? Estas sí contarían con experiencia, capacidad de compra y acceso a diversos fabricantes. Tal vez sí resulte difícil atraerlas, no solo por la presión de EE.UU., sino también porque muchas de estas empresas no estarían dispuestas a operar en medio de las condiciones y dificultades que tienen que enfrentar los inversionistas extranjeros en la isla.

Profundicemos un poco más en el funcionamiento de estas empresas minoristas.

En julio de este año se aprobó la creación de la empresa mixta Bioamazonas Alimentos y Otros Bienes de Consumo, S.A., resultado de la alianza entre la empresa cubana Mercalhabana y la brasileña Bioamazonas Indústria e Comércio de Medicamentos Fitoterápicos.

Su objetivo principal es la comercialización mayorista y minorista de productos alimenticios y no alimenticios, así como de materias primas, además de ofrecer servicios logísticos de transportación de mercancías.

Durante la ceremonia de firma, reportada por la televisión cubana, un directivo de la empresa brasileña aseguró que las operaciones estarían orientadas a satisfacer la demanda del mercado cubano, con productos vendidos a precios más bajos y accesibles para la población.

“Estoy haciendo realidad un sueño: que no falten productos en las mesas de los cubanos. Nosotros vamos a esforzarnos para que los cubanos puedan tener en sus hogares alimentos de calidad y a precios accesibles, para que la estructura del país mejore”.

Por supuesto, estas afirmaciones grandilocuentes —frecuentes en inauguraciones, campañas de marketing y otros actos similares— deben siempre contrastarse con la realidad.

El contexto donde va a operar

Supongamos que el directivo hablaba con plena honestidad y tras haber evaluado las capacidades reales de su empresa. Sin embargo, también es posible que desconozca aspectos fundamentales del contexto donde va a operar: esas “distorsiones” que, con cierta indulgencia, usamos para nombrar las complejidades de la economía cubana.

Quizás el directivo comparó los precios minoristas del mercado nacional y concluyó, como muchos otros, que podría establecer en Cuba una empresa exitosa, capaz de ofrecer productos a precios significativamente más bajos. Una conclusión así solo evidenciaría un desconocimiento profundo de la realidad económica del país.

Primero, estas empresas deberán definir en qué moneda venderán. Si solo operan en línea o si solo aceptan tarjetas internacionales (Visa, Mastercard), asegurarán sus cobros en el exterior y podrán reabastecerse, pero tendrán una base de clientes muy limitada.

Si venden en efectivo en USD o mediante tarjetas nacionales en divisas (como las Clásicas), llegarán a más personas, pero seguirán siendo inaccesibles para la mayoría de la población, que no percibe ingresos en moneda extranjera ni tiene posibilidad de adquirir divisas extranjeras en un mercado oficial.

Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

Si venden en moneda nacional, como están obligadas a hacer las mipymes, luego no tendrían forma de convertir los CUP en divisas —al menos hasta ahora— ni de transferir fondos al exterior para pagar deudas y reaprovisionar sus negocios.

Supongamos que optan por vender en efectivo en USD y mediante tarjetas Clásicas, lo que conlleva menos riesgos que vender en CUP, y permite además una base de clientes más amplia. Supongamos también que no encuentran obstáculos para transferir al exterior los ingresos y que logran adquirir productos a precios que les permiten establecer márgenes de venta lo suficientemente holgados como para ofrecer precios más bajos que las cadenas Panamericana, CIMEX y TRD, todas pertenecientes al GAE (Grupo de Administración de Empresas S.A).

¿Podrán estas empresas mixtas fijar los precios de sus productos para competir en el mercado con las cadenas estatales y beneficiar a la población con mejores precios? ¿Quién define los precios?

Estos directivos extranjeros podrían estar pasando por alto que existe un Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), que no solo determina los precios de las empresas estatales, sino también los precios minoristas de las empresas mixtas cubanas. En la actualidad los directivos empresariales no tienen la potestad de fijar libremente los precios de venta al público.

Ya se están flexibilizando las políticas para aprobar empresas mixtas en el sector minorista, pero ¿se modificará también esta realidad respecto a la aprobación de precios?

La política de precios, restrictiva en muchas ocasiones, ha llegado incluso a situaciones absurdas. Cuando una empresa mixta enfrenta incrementos en los precios de sus materias primas, le resulta muy difícil lograr una actualización de los precios previamente aprobados por el MFP, “para no afectar a la población”, lo que la obliga a vender con márgenes comerciales considerablemente más bajos.

Para que se aprueben nuevos precios, han debido recurrir a variantes como modificar el tamaño del envase, lanzar un nuevo nombre comercial para un “nuevo producto” (aunque su contenido sea el mismo), o introducir un ligero cambio en el producto anterior, sin que haya razones técnicas que lo justifiquen. ¿Otra distorsión?

La política de precios en divisas también busca que el margen comercial no solo cubra los costos de importación y distribución, además de la ganancia de la cadena de tiendas, sino que genere un excedente en divisas para financiar programas sociales y otras necesidades del Estado.

Es el conocido coeficiente de 2,4 sobre los costos (un margen del 140 %), o incluso superior para algunos productos, o más bajo para productos de primera necesidad, según los objetivos definidos.

¿Se aprobaría que una empresa mixta minorista ofrezca precios más bajos que las cadenas estatales en divisas, poniendo en riesgo la aplicación de ese coeficiente en dichas cadenas y, por ende, la posibilidad de obtener ingresos para otras prioridades del Estado?

Varias opciones

Dado que las cadenas estatales enfrentan hoy múltiples dificultades para surtir sus tiendas de forma amplia, lo que afecta los ingresos en divisas respecto a tiempos anteriores, es posible que incluso estén dispuestas a aceptar esa competencia de precios con las empresas mixtas. Pero, ¿se ha valorado cómo garantizar igualmente los beneficios al Estado, por otras vías, o este tema ha dejado de ser prioritario?

Como en tantos aspectos de la vida, hay varias opciones para elegir.

Una variante sería mantener el esquema actual: el Estado percibe los impuestos habituales (sobre utilidades, ventas, etc.), así como la parte de las ganancias correspondiente al socio cubano, que normalmente aporta locales o derechos de usufructo. Y se mantendría la aprobación de precios en manos del MFP, como hasta ahora.

La otra opción es otorgar mayor autonomía a las empresas mixtas para que puedan fijar libremente los precios de sus mercancías. Pero, para que el Estado no perciba ingresos únicamente por los conceptos mencionados, habría que establecer o ajustar un impuesto sobre ventas, aplicable exclusivamente a la comercialización minorista en divisas.

Independientemente del modelo que se apruebe, si las empresas mixtas logran mayor eficiencia en compras, ahorros en gastos y un aumento del volumen de ventas por metro cuadrado de tienda, podrían generar mejores resultados tanto para los accionistas como para el Estado.

Un Impuesto Especial sobre ventas en divisas

Se trata, en definitiva, de dar mayor autonomía a las empresas a la hora de fijar precios, asegurando al Estado una participación adecuada en las ganancias por otras vías.

Aun cuando un Impuesto Especial sobre ventas en divisas —digamos del 40 %, o el que se establezca— pueda parecer elevado o superior al IVA de otros países, el objetivo es acercar la práctica empresarial cubana a los estándares internacionales, con menos injerencia estatal en decisiones propias del empresariado, como lo es la fijación de precios.

El control de precios podría ejercerse por vías fiscales —estimulantes o desincentivadoras—, como un Impuesto Especial. Incluso si las empresas mixtas pudieran fijar sus precios libremente, este impuesto podría generar un mayor aporte al Estado que el actual esquema regulado, y al mismo tiempo mejorar los precios para el consumidor final.

Por otra parte, si ya existen tiendas estatales y empresas mixtas que comercializan en divisas, no se entiende por qué aún no se autoriza a las mipymes a vender también en esas monedas. Máxime cuando la mano de obra en estas empresas es mejor pagada que la de las tiendas estatales y de las empresas mixtas, lo que eleva el nivel de vida de la población a partir del empleo, y no únicamente mediante remesas o ayudas del exterior. ¿Alguien podría explicarlo?

Díaz-Canel recorre empresas en La Habana: Avances en producción industrial, acuicultura y lácteos

 En este artículo: Agroalimentaria, Cuba, Fotografía, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente



En la Unidad Empresarial de Base Conrado Piña, de la Empresa de la Goma Poligom, inició el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez el segundo ciclo de recorridos por La Habana.

El centro, ubicado en Cotorro, ha logrado diversificar su actividad para enfrentar retos económicos del país.

La fábrica está especializada en artículos de goma para repuestos industriales que llegan a sectores estratégicos como el azucarero, el lácteo y otros.

Su director destacó que participó en reparaciones críticas, como las de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras.

El esfuerzo de sus 145 trabajadores permite producciones alternativas, entre ellas artículos de limpieza.

Siguiendo la política de industria vinculada al barrio, las producciones llegan a una tienda comunitaria que beneficia a la población y genera ingresos adicionales.

Hasta la Empresa de desarrollo de tecnologías acuícolas, del Grupo Empresarial de la Industria Pesquera, llegó el mandatario.

Tras la crítica situación que existía, en mayo de este año asumió una nueva dirección e inició un proceso de recuperación que ya muestra resultados.

Este centro, que se dedica a la reproducción de especies acuícolas de agua dulce, así como a su procesamiento y comercialización, es además una unidad docente, donde este año, tuvo lugar la primera graduación en Cuba del Técnico Superior en Acuicultura.

Al despedirse de los trabajadores, el presidente Díaz-Canel los convocó a seguir la recuperación de la entidad y atender, desde su experiencia, las áreas destinadas para la acuicultura en la capital, teniendo en cuenta los rendimientos que pueden alcanzar estas producciones.

La fábrica de yogurt Moralitos, fundada por Fidel, fue otro punto del recorrido del Presidente.

Asociado a una mipyme, un colectivo de 9 trabajadores recuperó la línea de yogurt en bolsa, que se pondrá en marcha próximamente. En la actualidad producen en formato de cubetas.

En el siguiente destino, la vaquería Pradera Roja, del municipio de Habana del Este, Díaz-Canel indicó evaluar cómo podrían encadenarse con la fábrica de yogur Moralitos para suministrarle leche. Aquí cuentan con 40 vacas y 5 novillas.

El propósito es continuar incrementando la masa ganadera de la vaquería hasta llegar a 60 cabezas de ganado.

Las áreas disponen de agua y pastos suficientes, además, se cuenta con las bondades del ordeño mecánico. Se preparan condiciones para el desarrollo de ganado menor.

En la fábrica de refrescos Coracan, empresa mixta cubano-canadiense, concluyó el presidente Díaz-Canel el recorrido de esta mañana.

Fundada en 1994, la institución se dedica a la producción y comercialización de alimentos instantáneos con diferentes destinos.

Comentario HHC:   Pues muy importante que se vean e impulsen producciones que impactan en la alimentacion del pueblo.  Hay que ver todo lo que se necesita para cubrir las necesidades con recursos propios en lo fundamental. Eso impactará en todo el tejido económico y social del país.