Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 15 de mayo de 2022

ESQUEMA SECUNDARIO DE ASIGNACION DE DIVISAS. Audaz innovación financiera cubana.

Por Joaquín Benavides Rodríguez*  

El compañero Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía y Planificación y  Vice Primer Ministro, pronuncio ayer 14 de mayo en la Asamblea Nacional una importante intervención en la que informo sobre el comportamiento de la economía en el primer trimestre del año y la marcha de la nueva estrategia socioeconómica. 

En su intervención planteo que, contrario a lo que algunos piensan no es cierto ni se puede sacar a priori la conclusión de que el tipo de cambio informal es el tipo de cambio de equilibro de la economía, pues es un mercado restringido en transacciones. Considero que eso es verdad, pero que también lo es que el tipo de cambio informal desequilibra la economía familiar, pues hay que acudir a él para adquirir suministros vitales que se compran en tiendas estatales que venden en MLC además del efecto desequilibrante en que mantienen a los precios minoristas en CUP. 

Sin embargo, en mi opinión, las autoridades monetarias del país tendrían la obligación de ordenar el mercado monetario estableciendo una tasa de cambio que equilibre la economía. ¿Si no es la informal, cuál es? ¿Y si pasa lo mismo que en el 2005 en que se estableció que 1 Peso era igual a un dólar y la economía estuvo 15 años totalmente desequilibrada?, y cuando se intentó resolver el problema principal creado en el 2005,  se fijó una tasa de 1,24 incapaz de equilibrar el mercado cambiario en el momento en que se estableció, pues ya en enero del 2001 estaba en más de 1,40. 

Está claro que lo que parece que se ha decidido llevar a cabo no se le puede llamar mercado cambiario. Más bien parece una variante de lo que se estuvo haciendo después del 2005, de establecer tasas diferenciadas según los objetivos de los planificadores. Eso no resolvió ningún problema y lo complico más. Ahora puede pasar igual, e incluso peor, porque incluye a diversos actores estatales y no estatales selectivamente escogidos. 

Con todo respeto, no coincido con el argumento que contrapone las necesidades de compras centralizadas de productos imprescindibles para el consumo de la población con la necesidad de una tasa de cambio para que la economía, la propia población y todos sus actores puedan actuar coherentemente y partir de reglas iguales para todos. Pero esa no es una discusión para este momento, que quizás debió realizarse antes, pues todo indica que la decisión está tomada, obviando los puntos de vista de los que veían otras opciones. 

Mi interés principal con esta nota es alertar sobre algo. Este esquema secundario, que según informo el Ministro, ¨se implementara de manera selectiva y gradual, será conducido administrativamente en la medida en que podamos ir ampliando la entrada de más actores económicos¨, tiene un peligro potencial significativo, es la burocracia quien define cuales son los productos de alta demanda, quienes participan en su producción, asumiendo que son actores diferentes, a qué precio se vende esa divisa y a quien se le vende. Quiere decir que los demás actores no seleccionados tienen que comprar la divisa que requieren en el mercado informal. 

¿Está previsto que los burócratas  que decidan quienes serán los escogidos para producir los productos seleccionados no entren en un proceso de corrupción nuevo? 

¿Se ha tenido en cuenta que ya varios agentes en el mercado deben estar pensando en sacarle redito personal a esta medida, compartiendo la diferencia entre la tasa de cambio informal y la que se fije para estas operaciones? 

Termino. El objetivo principal de esta nota es alertar sobre los peligros a que pudiera dar lugar una decisión contraproducente.

 15/05/2022

 *Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte. 

Alimentos, Fertilizantes y el Futuro

Sorpresa: la globalización a la vieja usanza está sufriendo la peor parte de esta crisis.


HK/ME/File Photo Reuters


Como saben todos los que manejan, los precios de la nafta han subido mucho desde su mínimo de 2020.

Primero, la recuperación económica global impulsó la demanda de petróleo, luego la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin redujo las exportaciones de petróleo ruso.

Pero los precios tanto en la bomba como en el pozo se han estabilizado, al menos por ahora.


Un modelo de pozo de petróleo y barriles frente a banderas alemanas y rusas. Ilustración tomada el 20 de abril de 2022. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración

Según estándares históricos, los precios reales del combustible (precios relativos al costo de vida general) no son tan altos; de hecho, son más bajos que entre 2006 y 2014.

Y a partir del martes por la mañana, el petróleo crudo de Texas volvió a estar por debajo de los 100 dólares el barril.

Sin embargo, aunque la crisis energética puede ser un poco menos severa de lo que algunos imaginan, hay una gran crisis en el suministro mundial de alimentos.

De hecho, durante el último año, el aumento de los precios del trigo ha sido mucho mayor que el aumento de los precios del petróleo.

Esto duele aquí en Estados Unidos, pero duele mucho más en las naciones más pobres, donde una parte mucho mayor del gasto familiar se destina a la alimentación.

¿Qué hay detrás de la crisis alimentaria?

Una parte de la historia es obvia:

Ucrania normalmente es un importante exportador agrícola, pero eso es difícil de hacer cuando Rusia está bombardeando sus vías férreas y bloqueando sus puertos.

Pero hay más en la historia:

Rusia ha detenido gran parte de sus propias exportaciones de granos, aparentemente en un intento por mantener bajos los precios internos.

Kazajstán, el tercer mayor exportador agrícola de la región, ha seguido su ejemplo.

Luego está el fertilizante.

La producción moderna de fertilizantes consume mucha energía y, antes de la guerra, Rusia era el mayor exportador del mundo; pero Rusia ahora ha suspendido esas exportaciones.

Sin embargo, no es solo Rusia.

Como señala un nuevo análisis de Chad Bown y Yilin Wang del Instituto Peterson de Economía Internacional, China, otro importante productor de fertilizantes, cortó gran parte de sus exportaciones el año pasado, nuevamente en un aparente intento de mantener bajos los precios internos.

Y, como señalan, tales prohibiciones de exportación son, en todo caso, un problema mayor que los aumentos arancelarios de ojo por ojo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Todo esto está causando grandes problemas a la agricultura en todo el mundo, especialmente en los mercados emergentes, como Brasil.

​ Esto es malo.

También es una lección importante sobre la relación entre la geopolítica y la globalización.

Mucha gente, creo, imagina que la globalización es un desarrollo bastante reciente.

Los historiadores económicos saben, sin embargo, que una economía mundial sorprendentemente integrada surgió entre 1870 y 1913, posible gracias a la tecnología avanzada de la época: barcos de vapor, ferrocarriles y telégrafos.

A principios del siglo XX, los británicos ya cenaban trigo canadiense, ternera argentina y cordero de Nueva Zelanda.

Luego, la geopolítica (guerras, el surgimiento del totalitarismo y el proteccionismo) acabó con gran parte de esta primera ola de globalización.

El comercio revivió solo con el establecimiento de la posguerra de la Pax Americana, y tomó alrededor de 40 años restaurar el comercio mundial a los niveles de 1913.

Lo cierto es que esta primera ola de globalización fue relativamente simple y en gran medida un intercambio de bienes manufacturados de economías avanzadas por productos primarios como, bueno, trigo.

Las complejas cadenas de valor que caracterizan a la economía mundial moderna, en las que, por ejemplo, los automóviles fabricados en las naciones ricas incluyen chips de Japón y arneses de cableado de México y Ucrania, es de hecho un desarrollo en gran parte posterior a 1990, hecho posible en gran medida por contenedorización y tecnología de la información moderna, y ha llevado el comercio mundial a nuevas alturas.

Pero resulta que ambas formas de globalización dependen de un entorno geopolítico relativamente estable, que parece que estamos perdiendo.

No estamos en el territorio de "The Guns of August" (libro de 1962 sobre la Primera Guerra Mundial escrito por Barbara Tuchman), al menos no todavía, pero hay un olor definido de 1914 en el aire.

Y un aspecto sorprendente de los problemas económicos recientes, al menos para mí, es que por ahora parecen estar causando más daño a la globalización al viejo estilo: ¿deberíamos llamarla globalización 1.0? — las complejas relaciones económicas que se desarrollaron después de 1990.

A pesar de la escasez de contenedores, los atascos en los puertos y todo eso, todavía es bastante fácil comprar aparatos electrónicos que incluyen componentes de una docena de países.

Lo que realmente está siendo golpeado con fuerza ahora son cosas más crudas, como el comercio de trigo y fertilizantes.

En cualquier caso, incluso antes de la invasión de Ucrania, había cada vez más razones para preguntarse sobre el futuro de la globalización.

A menudo se nos dice que el comercio promueve la paz, lo que puede ser cierto o no.

Sin embargo, una cosa que es segura es que la paz promueve el comercio.

Y a medida que el mundo se vuelve un lugar más peligroso, las cosas que damos por sentadas, como el comercio de alimentos a gran escala, pueden ser mucho más vulnerables de lo que nadie pensaba.

c.2022 The New York Times Company