El compañero Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía y Planificación y Vice Primer Ministro, pronuncio ayer 14 de mayo en la Asamblea Nacional una importante intervención en la que informo sobre el comportamiento de la economía en el primer trimestre del año y la marcha de la nueva estrategia socioeconómica.
En su intervención planteo que, contrario a lo que algunos piensan no es cierto ni se puede sacar a priori la conclusión de que el tipo de cambio informal es el tipo de cambio de equilibro de la economía, pues es un mercado restringido en transacciones. Considero que eso es verdad, pero que también lo es que el tipo de cambio informal desequilibra la economía familiar, pues hay que acudir a él para adquirir suministros vitales que se compran en tiendas estatales que venden en MLC además del efecto desequilibrante en que mantienen a los precios minoristas en CUP.
Sin embargo, en mi opinión, las autoridades monetarias del país tendrían la obligación de ordenar el mercado monetario estableciendo una tasa de cambio que equilibre la economía. ¿Si no es la informal, cuál es? ¿Y si pasa lo mismo que en el 2005 en que se estableció que 1 Peso era igual a un dólar y la economía estuvo 15 años totalmente desequilibrada?, y cuando se intentó resolver el problema principal creado en el 2005, se fijó una tasa de 1,24 incapaz de equilibrar el mercado cambiario en el momento en que se estableció, pues ya en enero del 2001 estaba en más de 1,40.
Está claro que lo que parece que se ha decidido llevar a cabo no se le puede llamar mercado cambiario. Más bien parece una variante de lo que se estuvo haciendo después del 2005, de establecer tasas diferenciadas según los objetivos de los planificadores. Eso no resolvió ningún problema y lo complico más. Ahora puede pasar igual, e incluso peor, porque incluye a diversos actores estatales y no estatales selectivamente escogidos.
Con todo respeto, no coincido con el argumento que contrapone las necesidades de compras centralizadas de productos imprescindibles para el consumo de la población con la necesidad de una tasa de cambio para que la economía, la propia población y todos sus actores puedan actuar coherentemente y partir de reglas iguales para todos. Pero esa no es una discusión para este momento, que quizás debió realizarse antes, pues todo indica que la decisión está tomada, obviando los puntos de vista de los que veían otras opciones.
Mi interés principal con esta nota es alertar sobre algo. Este esquema secundario, que según informo el Ministro, ¨se implementara de manera selectiva y gradual, será conducido administrativamente en la medida en que podamos ir ampliando la entrada de más actores económicos¨, tiene un peligro potencial significativo, es la burocracia quien define cuales son los productos de alta demanda, quienes participan en su producción, asumiendo que son actores diferentes, a qué precio se vende esa divisa y a quien se le vende. Quiere decir que los demás actores no seleccionados tienen que comprar la divisa que requieren en el mercado informal.
¿Está previsto que los burócratas que decidan quienes serán los escogidos para producir los productos seleccionados no entren en un proceso de corrupción nuevo?
¿Se ha tenido en cuenta que ya varios agentes en el mercado deben estar pensando en sacarle redito personal a esta medida, compartiendo la diferencia entre la tasa de cambio informal y la que se fije para estas operaciones?
Termino. El
objetivo principal de esta nota es alertar sobre los peligros a que pudiera dar
lugar una decisión contraproducente.