Por Fernando M García Bielsa
El Partido Demócrata de Estados Unidos acaba de nominar a su candidata presidencial.Hace apenas dos meses, después de la desastrosa actuación del presidente Joe Biden en su debate televisado frente a Donald Trump, entonces virtual candidato republicano, era extendido el criterio de una muy probable victoria de este en las presidenciales de noviembre. Unos días después, eso se convirtió en aparente convicción unánime luego de la apariencia providencial y el halo con que Trump emergió al sobrevivir el atentado de mediados de julio y de su pomposa “coronación” en la subsiguiente Convención Republicana.
En las últimas semanas el panorama ha mostrado un notable giro, y ello se debe en buena medida a la no del todo esperada e impetuosa irrupción de la vice presidenta Kamala Harris como la candidata demócrata que enfrentara a Trump en las elecciones presidenciales. Como veremos, ella no es tan desconocida y nueva en estas lides como pudiera parecer.
No me detengo en en cómo fue orquestada la unidad de facto que se nucleó en torno a ella, las acciones gestadas en secreto por algunos [1], o el acomodo pragmático logrado entre las diversas y divergentes facciones del Partido Demócrata que dieron luz verde a la nominación adelantada e incontestable de Kamala Harris como la candidata del partido.
Sobre esa base ésta emprendió una inmediata y dinámica gestión ante líderes políticos, dirigentes en los estados y muchos de los más significativos donantes de fondos de campaña, con los que ya tenía conexión. Pronto pudo reportar cifras record de recaudación y apoyos.
La Convención del partido este mes de agosto en la ciudad de Chicago, con mucho bombo, ambiente festivo y con notable cobertura de prensa, selló por todo lo alto su nominación como candidata presidencial demócrata. De hecho, ya se la considera competitiva ante Trump y con posibilidades de victoria en las presidenciales.
¿Que se ha dicho o se sabe sobre Kamala Harris?
Pese a sus años como fiscal de distrito y luego Fiscal General en California, el estado más poblado y de mayor potencia económica del país, su breve función como senadora, y sus casi cuatro años en la vicepresidencia, Kamala era bastante poco conocida (fuera de los círculos de poder) hasta hace unas semanas.
Datos básicos. Kamala nació en Oakland, California, el 10 de octubre de 1964, en una familia de inmigrantes: una madre originaria de India (etnia tamil) y un padre nacido en Jamaica. En la sociedad estadounidense esto la ubica como parte de la llamada comunidad negra. Harris en su autobiografía The Truths We Hold dice que su madre "sabía que su país de adopción vería a mi hermana Maya y a mí como niñas negras y estaba decidida a asegurarse que nos convertiríamos en mujeres negras orgullosas y con confianza en nosotras mismas". Al parecer ambos padres proveían un ambiente familiar de cercanía con las causas progresistas de la época.
Kamala estudió leyes en la prestigiosa Universidad de Howard (radicada en la capital del país) uno de los prominentes e históricos centros afro estadounidenses de estudios superiores del país, algo que ella describió entre las experiencias más formativas de su vida.
Tras cuatro años en Howard, Harris se trasladó a la Universidad de California, en Hastings, para conseguir un título en Derecho y empezar su carrera en la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Alameda, en 2003. Más tarde devino la primera mujer y la primera mujer negra en ganar, primero, el puesto de fiscal de Distrito en San Francisco y luego la primera en asumir el puesto de fiscal general de California.
En 2017 asumió como senadora por California, segunda mujer negra en integrar el Senado estadounidense en su historia. Y, como todos sabemos un nuevo hito fue llegar a ser la primera mujer en asumir la vicepresidencia del país.
En el Senado se destacó durante una serie de célebres interrogatorios de comités a funcionarios de la administración Trump (y al futuro juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh) que le dieron cierta notoriedad en las filas del Partido Demócrata.
Se ha señalado que Harris podría sorprender a los votantes escépticos. Tiene serias desventajas políticas, pero también fortalezas significativas (¡y subestimadas!). Su cara exageradamente risueña podría resultar engañosa. Se ha dicho que, históricamente, en los debates Harris ha tenido un mejor desempeño cuando es atacada.
Resulta interesante repasar algunas informaciones y cuestionamientos que se reflejaron en órganos de prensa y sitios digitales cuando la entonces senadora y ex fiscal del estado de California fue foco de una mayor atención al lanzarse a una campaña presidencial allá por 2019, y aún más cuando fue escogida por el entonces ex vicepresidente Joe Biden como compañera de fórmula para las presidenciales del siguiente año.
Se ha señalado que, como Fiscal General de California, defendió enérgicamente la aplicación de la pena máxima, en un estado que tiene la segunda población más grande de condenados a muerte después de Texas... También apoyó la criminalización de la posesión de drogas en California.
Se mencionan asimismo sus fuertes vínculos y donantes en los círculos empresariales, así como sus críticas al entonces presidente Trump por no ser lo suficientemente agresivo, tanto en lo que respecta a Corea del Norte como a Rusia.
Otro interesante comentario de comienzos de 2020, por la destacada periodista de izquierda Caitlin Johnstone, llamaba la atención sobre las habilidades de Kamala Harris para el debate. Decía: ella ”ganará todos los debates en los que participe… Ha estado cultivando sus habilidades para debatir durante décadas; primero en el equipo de debate de la Universidad Howard…, después como fiscal, luego como política, y será capaz de replicar el mismo calibre de desempeño en todos los debates posteriores”.
En el propio artículo Johnstone hizo la afirmación que “Harris es todo lo que el establishment de poder no electo del imperio estadounidense quiere en un político: carismático, autoritario y completamente carente de principios”.
Interesantes vínculos con los Clinton
Recordemos que, al momento de Biden abandonar su candidatura a fines de julio, tanto Bill como Hillary Clinton estuvieron entre los primeros de dar respaldo a Kamala para la nominación. El respaldo de Obama se produjo casi dos días después.
Cito algunas referencias a los tempranos vínculos entre Kamala y los Clinton, con gran peso como ala centro-derecha del Partido Demócrata:
+ Alfredo Jalife-Rahme: “No obstante la terrible conducción como vicepresidenta ciclotímica, KH, quien estaba destinada a vuelos más altos, sigue siendo la “favorita” de los demócratas para competir en la presidencia de 2024 y quien todavía goza del conspicuo apoyo de la cada vez más impopular Hillary Clinton”). Periódico La Jornada, 9 de enero de 2022
+ El periodista Caleb Maupin, autor del libro Kamala Harris y el futuro de Estados Unidos: un ensayo en tres partes, también sostiene que Harris probablemente fue preparada para su papel actual como compañera de fórmula de Biden por el ala clintoniana del Partido Demócrata una vez que se hizo evidente que Hillary no estaba en condiciones de postularse nuevamente en 2020.
+ Varios miembros de la CBC (Caucus Negro del Congreso), afiliados desde hace mucho tiempo a la dinastía Clinton, acudieron a su lado incluso cuando Barack Obama avanzaba en lo que eventualmente conduciría a su elección histórica como el primer presidente afroamericano del país.
+ Rodion Raskolnikov: “Por lo que veo, los grandes inversores se están pasando al bando de Kamala Harris. Como fiscal del condado de Alameda y luego fiscal general de California, siempre fue amiga de las élites financieras... Ha sido amiga de George Soros. Muchos de los inversores de Hillary Clinton han apoyado a Harris durante mucho tiempo”. (comentario al articulo “After Biden's Sharp Decline, Investors Are Reassessing Other Blue Chips, de Norman Solomon, Reader Supported News, 1 July 2019).
+ Caitlin Johnstone: “Harris fue una de las candidatas presidenciales de 2020 que fue objeto de críticas a principios de año cuando se informó de que había estado contactando a ejecutivos de Wall Street para averiguar si apoyarían su campaña. Entre los ejecutivos nombrados en el informe se encuentran el multimillonario director ejecutivo de Blackstone, Jonathan Gray, Robert Wolf de 32 Advisors y el fundador de Centerbridge Partners, Mark Gallogly. En 2017 se informó de que Harris ya estaba cortejando a los principales donantes y organizadores de Hillary Clinton. No lleva mucho tiempo en la política, pero sus contribuciones a la campaña como senadora han venido de numerosas instituciones plutocráticas”. (“Kamala Harris Is An Oligarch’s Wet Dream”, Jun 28, 2019)
Hay muchas otras referencias. Solo agregar que su hermana, Maya Harris, trabajó para la campaña de Hillary Clinton, y que Philip Gordon, que actualmente se desempeña como asesor de seguridad nacional de Harris, comenzó trabajando en el personal del Consejo de Seguridad Nacional bajo Bill Clinton (enero 1993-2000). Recientemente ejerció como subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos bajo la secretaria de Estado Hillary Clinton de 2009 a 2013.
Como se deduce de estas y otras informaciones, la progresión de la carrera política de Kamala Harris estuvo acompañada desde fechas tempranas con apoyos de círculos de poder y empresariales, e incluso parece haber sido visualizada y habría legado a ser posicionada en la Casa Blanca junto a Joseph Biden para el caso que este no pudiera seguir asumiendo sus funciones, tal como se afirma en algunas de las opiniones citadas.
[1] Caben algunas interrogantes: ¿Cuál fue el papel en eso del llamado “Estado Profundo” ?, ¿cuál el de los Clinton?, ¿fue una trampa tendida a Biden llevarlo a un muy inusual temprano debate con Trump antes de su nominación?”