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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 13 de octubre de 2023

Sintetizando sobre la capacidad del estado para captar divisas en los circuitos del comercio interior: Inventos e Inventarios.

Por Dr Julio Carranza 

     MsC Luis Gutiérrez

Nunca se puede perder de vista que desde la década de los 90s del siglo pasado, la economía cubana y Cuba como nación ha tenido que enfrentar los más difíciles desafíos para mantener la sobrevivencia de su proyecto nacional de justicia social y soberanía.

Se combinaron causas diversas externas e internas, la pérdida de las alianzas históricas y la agresión norteamericana, cuyo componente principal, pero no único, ha sido el bloqueo económico, reforzado sistemáticamente, con el breve e insuficiente paréntesis que significó la parte final de la administración del Presidente Barak Obama, acabado drástica y oportunistamente por la delirante administración Trump, sin que la nueva presidencia demócrata la haya modificado sustancialmente.

Luego otras desgracias externas, desde la pandemia de COVID 19, hasta los efectos de la guerra de Ucrania en los mercados internacionales.

Desde el nivel interno el muy limitado y lento avance de una reforma económica integral, cada vez más necesaria y urgente.

El principal logro de este largo periodo ha sido que la dirección política y el gobierno, apoyados en la autoridad histórica de la revolución, han podido, contra el viento y la marea, aunque con un significativo desgaste debido a las permanentes dificultades, evitar una crisis política, que es, sin duda, el objetivo central de la agresión a la que está sometido el país.

Los desafíos no solo han sido persistentes, también crecientes y están aún lejos de ser superados definitivamente, desde conatos frustrados de crisis políticas, como la del 11 de Julio de 2021, a una fuerte emigración que no cesa, sobre todo de jóvenes, expoliados por las escaseces de todo tipo, las faltas de oportunidades a la vista, una inflación galopante y una fuerte y muy manipulada propaganda mediática contra el país.

La economía no ha sido la única dimensión crítica en este proceso, pero si la más importante y donde se requieren respuestas más urgentes y acertadas. Al decir la economía, incluimos, obviamente, los impactos sociales de la situación. Los sectores vulnerables de la población han crecido notablemente y las políticas sociales han disminuido su capacidad de cobertura y compensación para estos.

La economía tiene serios desafíos, desde coyunturas muy difíciles por la falta de recursos para su funcionamiento cotidiano, hasta serios problemas estructurales y en el funcionamiento de un modelo económico evidentemente agotado, lo cual explica por qué varios economistas, algunos desde hace muchísimos años, venimos planteando y proponiendo la necesidad de una reforma fundamental y profunda de la economía, sin la cual no hay salida posible.

Ahora bien, ese tema mayor lo hemos tratado en otros libros y artículos que disponibles están, en esta ocasión pretendemos referirnos de manera sucinta a un problema específico dentro de la gestión general de la economía: la capacidad del estado para  manejar y participar razonablemente en el flujo de divisas que, provenientes de diversas fuentes (remesas y otras), se mueven en los circuitos (legales e ilegales) del comercio interior, lo cual es esencial para incrementar el monto de recursos necesarios que contribuyan a mantener las imprescindibles ofertas en moneda nacional y a precios accesibles para la mayor parte de la población, misma que hoy está fuertemente afectada por la gran escasez y la sostenida inflación, dos caras de una misma moneda.

En los 90s se realizaron algunas importantes reformas para enfrentar la compleja situación del periodo especial, entre ellas la legalización de la tenencia y circulación de divisas por parte de la población y la creación de una red de tiendas en manos del estado con ofertas en moneda libremente convertible, con la disponibilidad de una diversidad de productos, al principio con precios más “accesibles”, pero que en la lógica de “la recaudación a toda costa” se fueron incrementando con el tiempo, mucho más allá de lo que razonablemente los mercados podían asimilar.

En un principio el mecanismo de emergencia funcionó en general de manera aceptable, con arreglo a su objetivo de recuperar divisas para con estas abastecer los mercados en moneda nacional, sobre todo en productos de primera necesidad, las tiendas en divisas se autofinanciaban y se mantenían razonablemente abastecidas, el ciclo se cerraba una y otra vez, el estado entonces tenía además la ventaja de que no concurrían competidores a ese mercado. Más tarde las condiciones y por tanto la situación fueron evolucionando.

El largo periodo de tres décadas que van desde entonces hasta la fecha, permite hacer análisis acerca de su evolución, que en nuestra opinión ha tenido una tendencia negativa, desde el punto de vista de su objetivo específico (no único) de recuperar divisas para abastecer los mercados internos de primera necesidad, financiar la política social, etc. Hoy y desde hace tiempo, no son lo que fueron ni sirven adecuadamente para lo que sirvieron.

La implementación de aquella medida en el verano de 1993 dio lugar a una dualidad monetaria y a una ambivalencia cambiaria, que, a pesar de sus consecuencias negativas, era imprescindible como mecanismo de financiamiento urgente, hasta que maduraran otras fuentes de ingreso de divisas, como el turismo, o que aparecieran otras alianzas internacionales (como el nuevo gobierno de Hugo Chávez en Venezuela) y, lo más importante (que no ha sucedido como debe ser,) el imprescindible cambio en el modelo económico nacional.

Como es lógico y correcto, la economía se ha ido  diversificando, a veces como resultado de decisiones adoptadas, como primeramente la ampliación del trabajo por cuenta propia y más recientemente las Mipymes y otras como imposiciones de la realidad, como el tráfico sistemático y creciente de ciudadanos  independientes a mercados internacionales, como la zona libre de Colón en Panamá y otros, para la importación de diversos productos, ofrecidos luego en redes informales del mercado interno, por fuera de toda regulación fiscal y a precios mucho más competitivos que los que mantenían esos productos en las tiendas en divisas del estado, pero a la vez, el estado, a pesar de su mayor capacidad y posibilidades, fue perdiendo la adecuada presencia y facultad de regulación en diferentes espacios de  esos circuitos y dinámicas económicas que son fundamentales.  En octubre de 2018 publicamos un texto después de hacer una visita a la zona libre de Colón titulado: “Los emprendedores cubanos y el post Panamax”, valdría la pena volver a revisarlo.

La diversificación de las fuentes de abastecimiento del mercado interno a través de diferentes vías y nuevos actores no es negativa, al contrario, es parte de la economía que deberá ser, pero esta debió haberse formalizado y regulado más (recientemente con las Mipymes algo se ha avanzado en ese sentido, pero aún es insuficiente). Sin embargo, paralelamente el estado, sin una reacción dinámica, ha disminuido su capacidad de participar como un competidor fuerte en ese mercado, con productos y precios adecuados.

Esto, por un lado, le habría permitido un mayor acceso a divisas, para financiar los mercados en moneda nacional, incluido el racionado,  con un sistema de subsidios cruzados, fundamentales dada la actual situación y a la vez, impactar positiva y regulatoriamente en los precios existentes en los diferentes segmentos del mercado general de esos productos actualmente existentes donde hay una creciente participación de los sectores no estatales. No hay duda de que la posibilidad de importar grandes volúmenes da una ventaja enorme de costos y por tanto de influencia en los precios internos.

Lamentablemente la trayectoria ha sido diferente, consecuencia de decisiones erráticas y la ausencia de una estrategia clara de transformación integral del modelo económico, sin cuyo contexto cualquier medida tiene, cuando menos un efecto limitado, sino negativo.

Regresando a cómo evolucionó este proceso, tenemos un momento importante con la introducción del CUC en al año 1994,  que si bien tenía efectos positivos como permitirle una mayor capacidad al Banco Central para controlar la política monetaria y cambiaria, fue precisamente debido a una pérdida de los equilibrios necesarios entre sus emisiones y la oferta que debía respaldarlo, lo que terminó por hacerle perder confianza y poder adquisitivo, factor adicional para el continuo crecimiento del mercado informal, incluido el de divisas.

Antes de la existencia del CUC, la obtención de divisas se realizaba directamente en las unidades de comercialización, de manera que sin el abastecimiento necesario esto era imposible, este hecho contribuía a que, como es conveniente y posible en estos mercados en divisas que se autofinancian, se dedicara una parte adecuada de esos ingreso a reponer los inventarios.

Cuando se introduce el CUC con un tipo de cambio fijo para la población (24 CUC x 1 USD, a la vez que se mantenía el 1x1 para el sector empresarial), la recaudación de divisas se pasó a realizar en el mercado cambiario (CADECA) y no directamente en las tiendas (TRD), con lo cual la condición del abastecimiento adecuado de productos en esos espacios dejó de ser una condición inmediata para recaudar divisas,  la presión por solucionar otras urgencias y prioridades de la economía y la sociedad conducía a reducir las divisas para el re abastecimiento de los inventarios en moneda libremente convertible de las TRD.

Como hemos señalado antes, paralelamente fueron concurriendo otros actores económicos, que competían en esos espacios, mientras las tiendas estatales en divisas disminuían sus ofertas en cantidad y calidad y a precios no competitivos, el déficit generado se monetizaba con nuevas emisiones de CUC, pero sin el correspondiente respaldo de oferta en ese mercado.

En poco tiempo esta dinámica comenzó a afectar la capacidad de captación de divisas por parte del estado a través de ese mecanismo, los actores emergentes se beneficiaron de ese vacío y realizando sus operaciones de importaciones informales de venta y reaprovisiamiento directamente en dólares, o a través del cambio negro de divisas, el estado dejó progresivamente de concurrir a ese mercado, lo cual podía haber hecho en condiciones ventajosas sin tener que prohibir nada, solo regulando: inventos e inventarios.

En medio de esta errática evolución la economía recibe el golpe de la pandemia, con su efecto demoledor sobre el turismo y la necesidad de incrementar los recursos para su enfrentamiento, la recesión era inevitable y el fantasma de la inflación amenazaba cómo una espada de Damocles.

En enero de 2021, atravesando tan difícil situación, se decide implementar el llamado “ordenamiento monetario”, eliminando el CUC, devaluando la moneda nacional (para las operaciones empresariales de 1x1 a 1x24) que visto en sí mismo es una necesidad de la economía, pero al realizarse de manera tardía, desintegrada, sin las secuencias adecuadas y en plena recesión, tuvo un efecto fuertemente inflacionario (de un plumazo multiplicó los costos de importación de las empresas por 24), para compensar el aumento de los precios se incrementaron los ingresos con la subida de salarios, pensiones y el reparto de ganancias empresariales, muchas veces sin fundamento, estas decisiones  incrementaron  el circulante y por tanto la demanda agregada, sin el correspondiente respaldo de oferta. La respuesta al impacto del “ordenamiento” fue inflacionaria, no productiva.

Lejos de alcanzar la unificación monetaria se ha transitado a un caos monetario, lejos de reducir la inflación está se ha disparado, lejos de aumentar la productividad está continúa estancada y lejos de unificar las tasas de cambio ahora existen más y con mayores distorsiones, esa es la realidad.

 El “ordenamiento” debió haber estado antecedido de mayores y más efectivas medidas y sobretodo transformaciones que fomentaran la oferta, aún en las difíciles condiciones económicas: la reforma de las empresas del estado, y la postergada e imprescindible reforma del subsistema de producción agropecuaria, la mayor promoción de las exportaciones, son puntos claves de ese proceso, además de la apertura al crecimiento de las Mipymes privadas y cooperativas con las regulaciones correspondientes, también las renegociaciones de deudas (hasta donde sea posible), la búsqueda más activa de inversión extranjera y el cambio en las prioridades de la política inversionista, hoy concentrada de manera dominante y sin razones claras en el sector turístico en detrimento de la producción de alimentos, medicinas, etc. Algunos de estos factores han tenido avances relativos, pero no de manera integral y la integralidad de este proceso es esencial.

Con el crecimiento de las Mipymes y la mayor apertura a la importación de bienes, lo cual está muy bien y es parte de la reforma necesaria, pero una vez más sin las articulaciones, las regulaciones debidas y las secuencias necesarias, el estado ha continuado reduciendo y ahora drásticamente su concurrencia al mercado interno en divisas (o en moneda nacional pero de productos importados y a precios dolarizados), las TRDs (con algunas pocas excepciones) languidecen, actualmente sin las colas inmensas de hace unos meses, pero con los inventarios cada vez más disminuidos y sin capacidad de competir con el sector no estatal,  dando lugar a un ciclo de divisas (vía mercado informal cambiario, que se mueve cerca de los 250 CUP x 1 USD) del cual el estado apenas puede recuperar algo para abastecer el mercado en CUP, incluido el racionado, esencial para las mayorías de la población.

Hoy en muchos segmentos de mercado las empresas minoristas del estado que ofertan en MLC han dejado de ser dominantes (en un mercado antes típico de competencia en la franja, “fringe competition”), además de que no adecuan la política de precios con la celeridad necesaria.

Ni siquiera se cuenta con la implementación de una política impositiva progresiva y efectiva que garantice mayor acceso a esos ingresos del sector no estatal, de una parte la prácticamente inexistencia de facturas en las operaciones corrientes (a pesar de una reciente bancarización, también realizada sin las condiciones necesarias), la imposibilidad por tanto de confirmar las declaraciones de ingresos de esas empresas y la operación de una contabilidad en estas de 120 CUP x 1 USD, que fue la última oficialmente establecida para este tipo de empresa y la población, cuando la tasa del amplio mercado informal se mueve en más del doble, todo esto hace muy difícil incrementar significativamente los ingresos fiscales del estado y regular adecuadamente los mercados que siguen funcionando con una notable opacidad.

En general todas las operaciones de comercio exterior, así como las internas de cierta magnitud, sean privadas o no, deberían ser a través del banco, eso es esencial, lo que sucede también es que han pretendido inplementar una “bancarizacion” draconiana, sin condiciones y desconectada de otras acciones necesarias que lejos de bancarizar, desbancarizan, las divisas corren bajo los colchones porque no tienen un mercado cambiario funcional donde operar. Con lo cual tampoco es la banca aún una herramienta para controlar el flujo general de divisas del país, es esa también un área esencial donde los ajuste y la reforma es imprescindible.

La descapitalización del estado y la pérdida de fuentes de ingresos, que deberían manejarse adecuada y sostenidamente, sumado a una recuperación muy tímida, un turismo que no levanta como debe, insuficientes exportaciones,  una energía que se encarece y escasea entre otros factores, hace que sea muy difícil para el gobierno sostener los respaldos necesarios, no solo para el desarrollo, también para las políticas sociales, que en un sistema socialista como es y ha de ser el de Cuba, son esenciales. El financiamiento a la producción nacional de empresas estatales a partir del margen proveniente de la venta de productos de alta gama, como fue anunciado hace varios años, es hoy es una asignatura pendiente.

Consideramos que la recuperación de una mayor participación del estado en estos circuitos, empleando las ventajas que le asisten, sin afectar o reducir la diversidad que hoy los caracteriza, sumado a una política fiscal más efectiva y comprobable serían factores que contribuirían a mayores recursos en beneficio del bien común.

A la vez que una mayor capacidad de poner bajo control el mercado cambiario completo, lo cual es imposible sin la concurrencia a este de las empresas estatales, lo cual es imposible sin su reforma, etc, etc, o sea, todo análisis nos lleva inevitablemente al más importante y esencial de nuestros planteamiento: la reforma integral y profunda de la economía.

Cabe aquí con mucha pertinencia lo de cambiar todo lo que debe ser cambiado, a lo cual agregaríamos y rápido!, el tiempo es cada vez más una variable  crítica.

Octubre 12 2023

La guerra Hamás-Israel y los ¿díscolos hebreos cubanos?

Por Manuel David Orrio.

La Habana, 23/10/13.- "Mundo en llamas", sacudido por conflictos de corte geopolítico, nacionalistas, fundamentalistas,  en los que el desprecio a la vida y la dignidad humanas son una regla de mínimas excepciones.

Rusia vs.Ucrania; Azerbaiyán vs. Armenia, crecientes tensiones en Asia por Taiwán  o por unas aI parecer insignificantes islas Paracelso, cuyo rol geoestratègico es vital para el dominio de China en el Mar del Sur;  por ende, son causa de roces entre varios países; principalmente entre el otrora Celeste Imperio y Vietnam, país éste que tras una devastadora guerra con Estados Unidos, casi medio siglo atrás, responde a China con un creciente acercamiento a la nación del Potomac; hasta portaviones yankees ha recibido con los brazos abiertos, mientras Beijing ha hundido ¡pesqueros vietnamitas!

 Miles,  millones de muertos, mutilados, heridos, desplazados; mujeres y  niños víctimas de traumas  que pueden ser de por vida y entonces otra caldera, ya de antes hirviendo, estalla en el Medio Oriente: la  organización Hamás, yihadista, nacionalista, islamista, gobierno por las buenas o las malas en la Franja de Gaza, lanzó un brutal ataque contra Israel, gendarme geopolítico de Estados Unidos en la zona, más allá de un conflicto  de siglos entre árabes y hebreos. Las noticias sobre salvajes violaciones de derechos humanos toman por asalto las portadas; primero las cometidas por Hamás, y ya abriéndose camino las israelitas, cuyo abultado expediente de décadas fue sin dudas un detonante de lo que este periodista llama el horror de Gaza.

 "Gabinete de guerra" mediante,  Israel se prepara para invadir Gaza -si no la ha invadido a la altura de estas líneas - y a la que también tiene sin electricidad, ni agua potable ni servicios básicos que dificultan la mera supervivencia en una zona que ya resistía al límite, a causa de la opresión  del país hebreo; éste cuenta con el apoyo de Estados Unidos y sus adláteres; Irán observa  a distancia, pero es vox populi su apoyo a Hamás y a su cercano Hezbollah. Irán, nada menos que Irán:  su brutal discriminación y represión hacia las iraníes hace rato que es un escándalo internacional, y es sólo un botón de muestra en una política represiva que está siendo monitoreada por una misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al que Cuba fue  electa por sexta vez. 

Entretanto, una suerte de Tercera Guerra Mundial se libra en el terreno mediático, donde cada club geopolitico "arrima brasas a sus sardinas", para reiterarse que en esas lides imperialistas la primera víctima es la verdad. 

Por otro lado, impactos económicos se avizoran, primero de éstos el aumento del precio del petróleo, aunque no con la gravedad de los 70 del siglo pasado, según Bloomberg(1), en que diversos episodios condujeron a los países petroleros del Sur empobrecido a reivindicar sus derechos sobre ese recurso natural. Historia conocida: de algún modo el rescate aún incide por su peso  en el orbe hasta hoy día, para bien y para mal. 

Cancillería, prensa, redes sociales y ¿hebreos díscolos?

Por lo pronto, la Cancillería criolla emitió el comunicado de rigor, en el que expresa  "grave preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Palestina, que es consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel...Cuba demanda una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital" (2).

Israel se anexionó Jerusalén Oriental en 1980, tras su conquista en 1967, cuando la llamada Guerra de los Seis Días (3). Por tanto, controla  toda la ciudad y la considera de facto su capital, mientras el Estado Palestino declara a esa zona también como su propia sede capitalina, aunque ninguna de esas reinvidicaciones ha obtenido un amplio apoyo internacional (4). 

Asimismo, ¿va a renunciar Israel a los territorios ocupados a sangre y fuego en 1967, como consecuencia de un exitosa operación preventiva, ante la inminencia del ataque de una coalición árabe muy superior en número y fuerzas? ¿ Va a renunciar a lo que defendió en la Guerra del Yom Kipur de 1973, -también en inferioridad de fuerzas-  y que condujo a los Acuerdos de Camp David (5), en los que fue un ganador? 

"Suena elegante" el Comunicado de la Cancillería criolla, mas también utópico; además, ¿abarca, se acerca  a todas las opiniones de Cuba, construye consenso? Pues no.

Parece, una vez más, que los ahora nombrados decisores   no escuchan a la voz ciudadana que se manifiesta sin pelos en la lengua en las redes sociales; ni es "oficialista", ni es unánime. Pero sí, algo está claro: en el complejo contexto cubano las redes sociales van conquistando un espacio cada vez mayor de la esfera pública, que le arrebata a la llamable prensa partidista o gubernamental, por supuesto financiada por tales o cuales instituciones oficiales u oficiosas. Pero también a su antípoda, la llamada independiente; èsta acusada  no sin razón de recibir dineros del gobierno estadounidense, para así ser prisionera de un conflicto de interés que agrede a las esencias del proyecto socialista cubano, garante hasta ahora de la utopía independentista criolla, por muchas carencias que  tenga. Sería polémico: pero para una prensa, y para la otra,  "quien paga manda" e impone su agenda: es hecho terco. 

Por todo lo anterior, guste a quien guste y pese a quien pese, el común cubano acude al Internet y   las redes sociales para informarse de fuentes diversas, no sólo las oficiales u oficiosas; difundir sus quejas y  demandas; comunicarse -"hacer partícipe a otro de lo que uno tiene" - y como él es quien paga su acceso en una forma u otra, "no se mide" ni se deja acogotar por la censura, "poder sin principios" según Carlos Marx (6); al menos "así como así" no se deja sujetar, y ya ése es un dato.

Sólo ese complejo proceso explica que mientras en tales o cuales instancias políticas o gubernanentales "todo parecía idílico" con el Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores,  ¡llegó la sorpresa! 

Sin dudas son parte de los intereses y pasiones propios del ya de siglos conflicto árabe - israelí, pero lo cierto: los hebreos cubanos salieron al ruedo mediante una declaración en Facebook del Patronato de la Federación de Comunidades Hebreas de Cuba, en la que se expresó en duros términos total  "desacuerdo con la pronunciación del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba ante los acontecimientos que se suceden en Israel, generados por actos de total terrorismo...Siempre hemos apoyado la idea de dos Estados que convivan en fraternal paz...Es más que probado que el Estado de Israel no tiene nada en contra de la Autoridad Palestina; la guerra es con Hamas, una organización abiertamente terrorista...Justificar los repudiables actos de crimen y salvajismo son inaceptables. El terrorismo acaecido desde el pasado sábado en territorio de Israel, del cual los medios internacionales dan claras muestras con videos compartidos por los propios miembros de Hamás que filmaron cómo mataron fríamente e impunemente, de forma indiscriminada, a niños, jóvenes y ancianos, incluyendo más de 260 jóvenes provenientes de varios países que estaban inocentemente compartiendo una gran fiesta juvenil al aire libre en la zona sur de Israel ... nos parece totalmente desequilibrado y carente de coherencia (justificar actos de crimen y terrorismo, se refiere al Comunicado cancilleril)...Condenamos absolutamente todo acto de terrorismo, y este caso implica claramente acciones que violan todo principio básico de derechos humanos y de la propia dignidad humana...Expresamos nuestro apoyo total al derecho a la defensa del Estado de Israel y condenamos enérgicamente cada acto de terrorismo..." (7)

Más allá de que tan áspero manifiesto sea un típico "bofetón criollo", un contraste aparece: el visible entre la prudencia y moderación de la Cancillería cubana, y los duros términos empleados en la enunciación de los hebreos  ¿Se contribuye así al entendimiento mutuo entre gobierno y un espacio sin dudas legítimo de la sociedad civil ? 

Si la Cancillería "olvidó" el ya luengo inventario de crímenes de Hamás; los hebreos ¿díscolos? de este hervorio caribeño de las ninfas "padecen de amnesia" respecto a, por ejemplo, las matanzas de Shabra y Shatila ( Líbano,1982). Israel armó y autorizó la entrada de las milicias responsables en los campamentos allì ubicados, y ya se sabe, La ONU calificó la masacre de genocidio (8).

Ahora mismo, "fresquito": "La comisión investigadora ( de la ONU) para los territorios palestinos ocupados por Israel encuentra evidencias de violaciones graves del derecho internacional por todas las partes desde el 7 de octubre pasado. También pide que los responsables rindan cuentas y afirma que  poner fin a la violencia requiere acabar con la ocupación y reconocer el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación" (9). 


Más claro, ni el agua: ¡Israel, lárgate! De paso, sólo en lo citado del texto de la Declaración del Patronato de la Federación de Comunidades Hebreas de Cuba hay cinco menciones al terrorismo de Hamás ¿Y qué del israelí, harto probado por la ONU, estimados hebreos de Cuba?

Con el debido respeto: tanto la Cancillería como el Patronato de la Federación de Comunidades Hebreas de Cuba incurren en sesgos, sin objeción vinculados a sus intereses de "capellanías y feudos", al decir de José Martí; así ni se contribuye a lograr la paz y la convivencia a tenor de normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas, ni se favorece a la consagración íntegra de los estados israelí y palestino, ni se corta un nudo gordiano que, ¡ojo!, puede amenazar a la paz mundial: navegan proa a la zona del conflicto los portaviones yankees USS Gerald R. Ford,  mayor buque de guerra del mundo, y su homólogo el  USS Dwight Eisenhower. Irán observa atentamente, capaz de movilizar  a más de 960 mil efectivos en un "quítame allá esas pajas", más un armamento más que respetable.

Geopolítica, la puerca Geopolítica: poderes globales manipulan a sus títeres, aquí y acullá; fundamentalistas de todos los pelajes participan, colgando de los hilos y moviéndose al son de la tonada; sea por puro mercenarismo, sea por oscuros intereses coligados; es una danza de la muerte que arrebata vidas, haciendas, futuros, mientras cancillerías y entidades de la sociedad civil juegan a las apariencias de movimiento en sabe Dios cuántas naciones.

Martí, siempre Martí: " Todo aquel que no mira por el derecho ajeno como por el propio, merece perder el propio" (10). Así ocurre entre Israel, Palestina...y más allá, mucho más allá.

Notas y enlaces:

1.- El precio del petróleo aumentará , pero no como en 1973.


2.- Comunicado del MINREX 



4.- Jerusalén Este u Oriental 


5 .-  La guerra del yom kipur: del ataque por sorpresa a la remontada israelí. Acuerdos de Camp David 



6.- Carlos Marx: “La censura no elimina la lucha entre verdad y falsedad o buena y mala prensa, la hace unilateral, convierte una lucha abierta en una lucha oculta, convierte una lucha de principios en una lucha entre el principio sin poder y el poder sin principios”

Gaceta Renana, nº 132, 12 de mayo de 1842, en K. Marx, op. cit., p. 79.

7.- Declaración del Patronato de la Federación de Comunidades Hebreas de Cuba. 


8.- ¿Qué fue la masacre de Sabra y Shatila en Líbano?

Durante la guerra civil libanesa (1975-1990), el ala militar de un partido cristiano maronita conservador asesinó a cientos de refugiados musulmanes en los campos de Sabra y Shatila, en Beirut. Israel armó y autorizó la entrada de las milicias responsables, y la ONU calificó la masacre de genocidio.


9.- Israel-Palestina: Existen pruebas claras de que pueden estar cometiéndose crímenes de guerra

10.- José Martí 

Vivienda en Cuba, un problema sin solución a la vista

 

Cartel en el exterior de una vivienda en venta en el municipio de Centro Habana. Al transitar por calles de la capital cubana resultan frecuentes en no pocas fachadas variopintos carteles y grafías con un texto común de Se vende. Algo no muy distinto ocurre en ciudades y localidades de los 168 municipios cubanos. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS


LA HABANA – Para emigrar a Estados Unidos y concretar la aspiración de una vida mejor, Ana Iraida vendió casi todas sus pertenencias, incluido el apartamento que, hasta su partida, la salvó de la incertidumbre de vivir alquilada en Cuba, país con una irresuelta deuda habitacional.

“El apartamento en La Habana lo heredé de mi abuela materna, quien falleció en 2015. Era pequeño, pero confortable. Lo vendí en 6000 dólares para pagar documentos, trámites y el pasaje”, señaló a IPS esta filóloga, quien al igual que el resto de las personas que brindaron su testimonio, solicitó omitir su apellido.

Desde la ciudad estadounidense de Houston, donde ahora reside, la joven contó que, gracias a préstamos de amistades, “reuní otros 4000 dólares. Llegué a Nicaragua en diciembre de 2022 y de allí seguí por vía terrestre hasta la frontera estadounidense”.

Ana Iraida aseguró que se siente “afortunada” de haber tenido una vivienda, “amueblada y en buenas condiciones”, con la cual sufragó gastos. Advirtió que otros “la tienen más difícil al carecer de techo propio”.

“Está siendo difícil vender, porque mucha gente quiere emigrar, y están prácticamente ‘regalando’ las casas. También la divisa escasea y una persona con miles de dólares prefiere usarlos para irse del país”: Elisa.

En los últimos dos años se disparó la emigración desde Cuba en medio del deterioro de la situación económica interna, avivada por la covid, el endurecimiento del embargo estadounidense, la dolarización parcial, la caída del poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones, el desabastecimiento de productos esenciales y la inflación.

También inciden los errores y dilaciones en la implementación de reformas para modernizar el país y el ineficaz ordenamiento monetario implementado en enero de 2021.

En este país de 11 millones de habitantes, en 2022 el éxodo llevó a unas 250 000 personas solo a Estados Unidos, principal nación receptora de migrantes de este país insular del Caribe, de la cual la separan 90 millas náuticas (167 kilómetros).

Para frenar la oleada migratoria, el 5 de enero el gobierno estadounidense extendió a nacionales de Cuba, Nicaragua y Haití un programa de permiso humanitario de residencia temporal, conocido como “parole”, similar al implementado en octubre de 2022 para los venezolanos y anteriormente para otras nacionalidades.

Hasta el cierre de agosto, más de 47 000 cubanas y cubanos obtuvieron ese permiso humanitario, de los cuales 45 000 ya viajaron, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

Uno de los requisitos de ese permiso temporal de residencia es contar con patrocinadores que sean de nacionalidad estadounidense, tengan la ciudadanía u otro estatus legal, además de contar con recursos para mantener a la persona o personas beneficiarias.


Vista general de La Habana desde Cerro, uno de sus 15 municipios. Esta urbe de 2,2 millones de habitantes, la principal del país, acumula el mayor déficit de viviendas del país que a nivel nacional sobrepasa las 800 000. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Se cambia (por parole) o se vende

En ese contexto, disponer de una vivienda propia puede ser también una oportunidad para el viaje de familias completas.

“La gente está cambiado las casas por recibir un parole. Hace pocas semanas facilité el intercambio de una casa por cinco paroles hacia Estados Unidos. Y en otro caso, con una residencia en Miramar (barrio acomodado del oeste de la Habana), las beneficiadas fueron nueve personas”, dijo Damián, un historiador quien de forma privada se dedica a la actividad de compraventa, por lo cual cobra una comisión.

Damián explicó a IPS que “residentes en Estados Unidos piden de 10 000 a 12 000 dólares por poner un parole. Según el valor de la casa es el número de personas que se compromete a respaldar para el procedimiento. Cuando se completa el trámite, se vende el inmueble y queda a nombre de algún familiar o amistad de esa persona en Cuba”.

Al paso por las calles, en vetustas o remodeladas fachadas de la capital cubana, no es difícil encontrar los más variopintos carteles y grafías con un texto común: Se vende. Algo no muy distinto ocurre en otras ciudades y localidades de los 168 municipios del país.

En portales digitales y grupos en Facebook para actividades de compraventa proliferan anuncios con fotos y datos relevantes de los inmuebles como la cantidad de habitaciones, la presencia de una línea de teléfono fijo o una instalación eléctrica que permita conectar equipos de 110 y 220 voltios, entre otros.

Algunos negocian el precio con o sin mobiliario, o si el comprador está “con dinero en mano (en efectivo)” y paga en dólares, euros o realiza el depósito en el exterior.

“Es difícil vender, porque mucha gente quiere emigrar, y están prácticamente ‘regalando’ las casas. Pero al mismo tiempo la divisa escasea y una persona con miles de dólares prefiere usarlos para irse del país”, argumentó Elisa, una abogada que confesó a IPS tener interés por asentarse con su esposo e hijo en España.

Señaló que lleva un año tratando de vender su apartamento en La Víbora, otro barrio habanero. “No encuentro un comprador, ni siquiera ahora que lo dejo en 10 000 dólares, la mitad del precio inicial, y con equipos”, lamentó.

En el informal mercado inmobiliario cubano aparecen ofertas desde 2000 dólares –y un poco menos- hasta algunas propuestas por un millón de dólares. La menor de estas cifras dista, por mucho, del salario medio mensual, equivalente a 16,5 dólares en el mercado negro.


Un hombre arrastra una carretilla cargada con bloques de construcción junto a una casa en venta en el municipio de Centro Habana. Ante la disminuida capacidad constructiva del Estado y el deterioro del fondo habitacional, desde 2010 el gobierno autorizó la venta liberada de varios materiales para la construcción, reparación de viviendas en mal estado, así como para su ampliación. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Frenos pese a la reforma

Ahora, los cubanos pueden disponer de sus inmuebles incluso para abrirse camino fuera de la isla, una situación muy diferente a 15 años atrás, cuando apenas eran posibles las permutas (intercambio de casas entre dos o más propietarios). La venta solo podía hacerse al Estado y la vivienda era confiscada si emigraba.

En virtud de leyes aprobadas en los primeros años de la revolución de 1959, la mayoría de los ciudadanos se convirtieron en dueños de sus casas.

La Ley de Reforma Urbana de 1960 entregó las propiedades de las viviendas a quienes las habitaban, prohibió la venta o el arrendamiento, abolió la construcción privada y suprimió las hipotecas.

Tras décadas de prohibiciones, en octubre de 2011 se modificó la Ley General de la Vivienda de 1988 y se abrieron las puertas a la libre compra y venta entre ciudadanos cubanos e, incluso, residentes extranjeros, avalado ante notarios y con el correspondiente pago de los impuestos asociados a esas operaciones.

Además, la norma eliminó trámites y regulaciones oficiales en las permutas, y legalizó la cesión de propiedades.

Antes de esa restitución del derecho de propiedad de las unidades residenciales, en 2010 el gobierno aprobó conceder licencias para edificar por “esfuerzo propio”, vale decir, en forma privada, a titulares de terrenos, azoteas u otras áreas, tanto para la reparación de viviendas en mal estado, como para su ampliación.

Ante la disminuida capacidad de construcción del Estado y el deterioro del fondo habitacional, en ese mismo año también se autorizó la venta liberada de cemento, áridos, bloques y cabillas (barras de hierro corrugado), que hasta entonces eran exclusivamente de asignación central o comercializados en pesos convertibles (CUC, moneda ya desaparecida y equivalente al dólar).

Las autoridades impulsaron el otorgamiento de subsidios a familias en situación de vulnerabilidad, sobre todo aquellas afectadas por los huracanes, y microcréditos para construir, ampliar o remodelar viviendas.

Estas medidas contribuyeron al auge en la construcción y reparación por particulares.

Como en otros ámbitos signados por la escasez de materiales, trámites burocráticos y desigual poder adquisitivo, el otorgamiento de domicilios y venta de materiales no está exento de hechos de corrupción, robos y mala calidad en las terminaciones, lo cual suscita reiteradas quejas ciudadanas.

Persiste un déficit de viviendas que sobrepasa las 800 000, mientras que un tercio de los 3,9 millones de hogares cubanos están dictaminados en regular y mal estado.

Las mayores déficits se concentran en La Habana, urbe de 2,2 millones de habitantes, así como en las ciudades de Holguín, Santiago de Cuba y Camagüey, las otras tres urbes más pobladas.

En 2019 echó a andar la Política de la Vivienda, con el propósito de anular en una década ese déficit, sobre la base de incentivar la producción local de materiales constructivos e insumos reciclables, además de lo que aporte el estado y la economía centralmente planificada.

La política encuentra frenos en la propia crisis económica, y en múltiples factores como morosidad en los trámites, pérdida de recursos materiales, subsidios sin terminar y recursos financieros inmovilizados en los bancos por ese concepto.

La escasez de divisas y la insuficiente inversión impiden incrementar producciones e incorporar equipamiento que amplíe la capacidad constructiva y su sostenibilidad.

Los datos oficiales exponen que en 2022 se dedicaron a servicios empresariales, actividad inmobiliaria y de alquiler, incluida la edificación de hoteles, más del equivalente a 195 millones de dólares, lo que representó casi 33 % de la inversión en el sector.

En cambio, solo se destinaron 8,5 millones de dólares a la construcción habitacional, vale decir, 1,4 % del total, de acuerdo con la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).

De 2019 a la fecha se concluyeron 127 345 viviendas y efectuaron 106 332 acciones de rehabilitación, confirmó Vivian Rodríguez, directora general de la Vivienda del Ministerio de la Construcción, durante la más reciente sesión del Consejo de Ministros, el 1 de octubre.

Las autoridades reconocieron que está amenazado el cumplimiento del plan del año de 30 000 nuevas unidades. Mantener ese ritmo implicaría eliminar el déficit en más de 28 años.


Una casa muy deteriorada colinda con otra recién remodelada, en una de las calles del municipio de Playa, en La Habana. Un tercio de los 3,9 millones de hogares cubanos están dictaminados con su infraestructura en regular y mal estado. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Sin solución inmediata

La falta de casas y el deterioro de las existentes siguen sin una solución viable a corto o mediano plazo.

En no pocas ocasiones, personas de distintas generaciones están obligadas a convivir en pequeñas viviendas y locales, muchos deteriorados, lo cual pone en riesgo a un número significativo de familias.

El acceso a una vivienda ha sido identificado, además, como un factor que incide en la baja natalidad y fecundidad que arrastra Cuba desde hace décadas.

El drama se intensifica tras el paso de ciclones tropicales y lluvias intensas cuando suelen derrumbarse centenarias edificaciones sin reparaciones o rehabilitación, o quedan sin techo aquellas vulnerables a los fuertes vientos.

Tampoco se permite el ejercicio privado de profesiones como la arquitectura, y si bien desde septiembre de 2021 el gobierno autorizó la constitución de micro, pequeñas y medianas empresas, algunas especializadas en el ámbito constructivo y de reparación de inmuebles, todavía encuentran trabas para su ejercicio.

“Las soluciones pueden ser múltiples, pero a mi juicio una esencial es que los materiales de construcción estén disponibles y a precios asequibles; o que se vendan casas a los trabajadores y que las puedan pagar a crédito. De lo contrario, seguirán familias hacinadas, techos y paredes nos vendrán encima o llegaremos a viejos sin un lugar propio”, manifestó a IPS Orlando, un profesor de preuniversitario residente en La Habana.

ED: EG